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Mensaje: <blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 1016236" data-attributes="member: 50">Vuele gratis, pague solo los extrasLas aerolíneas están abandonando el precio del pasaje "todo incluido" para pasar a un sistema "a la carta"; reducen el precio del pasaje, pero cobran adicionales por servicios extra."Queremos que los viajes en avión sean gratis". Estas no fueron las declaraciones de algún político populista en plena campaña, sino las de Michael O'Leary, el excéntrico CEO de la aerolínea europea Ryanair. Estas palabras, pronunciadas diez años atrás, causaron un verdadero revuelo en el sector. Como deben imaginarse, la razón de la propuesta no era simple altruismo, sino que existía una oportunidad de negocios si se cambiaba el modelo de definición de precios aplicado hasta entonces.En lugar de obtener el grueso de los ingresos por la venta de los pasajes, el CEO de Ryanair proponía un esquema donde el precio del pasaje fuera mínimo (o gratuito) y cada pasajero abonara según los servicios extra recibidos. Uno de los cambios sustanciales incluidos en la propuesta consistía en redefinir qué se consideraba servicio extra o complementario. El resultado fue una ampliación del criterio aplicado, pasando a considerarse extra todo aquello que va más allá de la ocupación de un asiento en un vuelo.La nueva definición de extra incluye conceptos tan diversos como: equipaje, prioridad de embarque, refrigerios, comida a bordo, programas de beneficios asociados a tarjetas de crédito (co-branding) y hasta venta de millas para programas de viajero frecuente. Inclusive se plantearon controversiales propuestas como cobrar por utilizar el baño en el vuelo o aplicar un recargo a los pasajeros excedidos de peso, que ocuparan más de un asiento. Estas últimas propuestas, felizmente no prosperaron.En términos generales las aerolíneas están migrando de un sistema de precios "todo incluido", donde la compra del pasaje daba derecho a variados servicios complementarios, a un sistema "a la carta", donde el precio pagado es función de los servicios seleccionados por el pasajero. Este nuevo sistema permite segmentar precios, cobrando a cada cliente según el valor atribuído a los servicios adicionales incluidos en la carta. Así habrá tanto quienes preferirán viajar con el mínimo equipaje o priorizarán comer antes de embarcar (si los precios lo justifican) para ahorrar gastos, o bien aquellos que privilegiarán la comodidad y estarán dispuestos a pagar por adicionales como equipaje o servicio a bordo.Este nuevo sistema permite segmentar precios, cobrando a cada cliente según el valor atribuído a los servicios adicionales incluidos en la carta.Por supuesto que la aplicación de este nuevo sistema no es neutral para los clientes (ni para las empresas). Por un lado perjudica a aquellos que gracias a la tarifa "all-inclusive" aprovechaban el otrora generoso máximo de equipaje permitido o que no dejaban escapar ninguna oportunidad en que una azafata ofrecía comida o alguna bebida. Sin embargo beneficia a aquellos dispuestos a resignar algunas comodidades, priorizando el ahorro, para cumplir con el cometido básico del viaje: trasladarse de un lugar a otro.Si bien se trata de un proceso gradual, las últimas estadísticas disponibles demuestran que todas las aerolíneas están migrando hacia el modelo de precios "a la carta".Si bien se trata de un proceso gradual, las últimas estadísticas disponibles demuestran que todas las aerolíneas están migrando hacia el modelo de precios "a la carta". Un reporte de Amadeus , un proveedor de software para líneas aéreas, muestra que la facturación por servicios extra se ha multiplicado por diez en los últimos cuatro años. Ya representa casi el 20% de los ingresos totales de las empresas, y en algunos casos particulares llega al 30%. Las proyecciones indican que esta tendencia se profundizará en los próximos años.Así las cosas, seguramente la próxima vez que se escuche dentro de un avión: "Pollo o pasta", muchas más voces se alzarán diciendo: "Pasola nacion</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina