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<blockquote data-quote="dad33" data-source="post: 912392" data-attributes="member: 101"><p>EN la Argentina la ESCUELA DE FISICA dependiente de la UBA y la UNLP comenzaron ANTES DE ESA ÉPOCA, a partir de los años 10 a 20, de hecho Einstein vistó la Argentina y permaneció durante un mes, entre el 24 de marzo de 1925 y el 24 de abril del mismo año, invitado en forma conjunta por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Sociedad Hebraica.</p><p></p><p>Visitó la Argentina durante el apogeo del país en la presidencia de Alvear, al que algunos consideran la Belle Epoque argentina. </p><p></p><p>De allí se planificó junto con el checho Berg, si mal no recuerdo la creación de un PROTO BALSEIRO.-</p><p></p><p>Académicamente hablando y sin ofender a ningún hermano latino americano, en especial el BRAZIL, al cual tengo un respeto especial, la Argentina se encuentra AÑOS LUZ en lo atómico y espacial, siendo siempre el TERCERO EN EL CONTINENTE.-</p><p></p><p>Saludos<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 02:19 ---------- Previous post was at 02:18 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>POST DATA:</p><p></p><p>te dejo una nota</p><p></p><p>Propuso la unión de los países europeos. Llegó invitado por la UBA y la Sociedad Hebraica. Dictó conferencias y permaneció un mes. Escribió en La Prensa y afirmó que "el porvenir de la historia está en América".</p><p></p><p>(La Nación) Entre los actos conmemorativos que este año se celebran en todo el mundo en homenaje a Albert Einstein, al cumplirse el centenario de la publicación de su teoría de la relatividad, se destaca una perspectiva argentina: hoy se cumplen 80 años de la visita del sabio a la Argentina.</p><p></p><p>Permaneció durante un mes, entre el 24 de marzo de 1925 y el 24 de abril del mismo año, invitado en forma conjunta por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Sociedad Hebraica.</p><p></p><p>Visitó la Argentina durante el apogeo del país en la presidencia de Alvear, al que algunos consideran la Belle Epoque argentina.</p><p></p><p>Como dice Juan Carlos Agulla (h.), en un artículo publicado en el número 277 de la revista Todo es Historia en enero de 1988, era una época en la cual "las corrientes del pensamiento político, filosófico, literario, artístico y científico europeo no sólo llegaban con asiduidad, sino que se concretaban, con bastante frecuencia, en visitas de grandes personalidades mundiales", como fueron en ese tiempo las de José Ortega y Gasset, el Príncipe de Gales, Julio Rey Pastor, Anatole France y Mircea Eliade.</p><p></p><p>Durante los 30 días que dura la visita dicta doce conferencias, la primera en el Colegio Nacional de Buenos Aires, organizada por la UBA, la mayoría sobre la teoría de la relatividad. Además, participa en reuniones, recepciones y banquetes. Visita también La Plata y Córdoba y discute con físicos y químicos argentinos cuestiones actualizadas de la física de la época, como los quanta y la relatividad en general.</p><p></p><p>Llega al puerto de Buenos Aires a bordo del Capitán Polonio, tras una breve escala en Río de Janeiro, donde pronuncia una conferencia, y otra en Montevideo, donde se dirige a la juventud.</p><p></p><p>En el puerto es recibido, entre otros, por el secretario de la UBA, Mauricio Nierenstein, en representación del rector José Arce. En Buenos Aires se había organizado una serie de comisiones para recibirlo.</p><p></p><p>Presencia en los medios</p><p></p><p>Se aloja en el palacio de la familia Wasserman, en el barrio de Belgrano, donde al poco tiempo de llegar lo entrevista el semanario Caras y Caretas, la revista de más prestigio en los años veinte.</p><p></p><p>Ante la pregunta de si conserva la nacionalidad suiza, responde que sí y agrega que se interesa mucho por los acontecimientos políticos mundiales. Sobre el resurgimiento de Alemania se muestra optimista y afirma que "el porvenir de Alemania es el porvenir de Europa".</p><p></p><p>Dos días después, el 26 de marzo, comienza sus colaboraciones con el diario La Prensa, que no fueron dedicadas a la ciencia, sino a un tema político: propone la creación de "Paneuropa", a partir de una federación de Estados europeos, lo que se está concretando 80 años después con la aprobación de la Constitución de la Unión Europea.</p><p></p><p>El diario mostraba el interés que generaba en la Argentina la cuestión europea, a seis años de la finalización de la Primera Guerra Mundial y catorce antes del estallido de la segunda. Decía que publicaba el primer artículo de la serie contratada con el "ilustre sabio" a un tema que "le preocupa de modo especial: la creación de una Paneuropa", a varios de cuyos potenciales integrantes citaba en el artículo. Decía que Einstein, "lo mismo que Goethe y Nietzsche, quiere ser un buen europeo y no sólo un alemán o un suizo".</p><p></p><p>La unidad europea</p><p></p><p>En este artículo dice que "Europa forma, no obstante sus dimensiones políticas desde la antigüedad, una unidad espiritual. El americano, sobre todo, a quien Europa se muestra en sus manifestaciones intelectuales y económicas, comprende que nuestro continente, a pesar de todos los individualismos y egoísmos nacionales, lleva una vida común e internacional, de modo que las complicaciones bélicas han de parecerle como algo insensato, como un suicidio".</p><p></p><p>El sabio presentía los riesgos que subyacían y que años después provocarían la mayor guerra europea y el holocausto judío.</p><p></p><p>El párrafo final del artículo decía: "A vosotros, los americanos, os parecerá extraño que hable siempre de Europa, cuando se trata de un asunto que interesa al mundo entero. Mas es fácil tender la mano sobre la base del derecho al compañero lejano; es difícil armonizar con el vecino que evoca el recuerdo de innumerables roces y conflictos que tuvieron por causa la vecindad. Acuerdos consolidadores entre vecinos deben, por eso, preparar el régimen de la justicia en el mundo entero. Hay que agregar una consideración. Sin la Unión de Europa no habrá Liga de las Naciones realmente universal. Pero la unidad política de Europa se obtendrá forzosamente cuando se hayan adherido a la Liga todas las naciones de América, las que tropiezan con grandes dificultades para adherirse a la gran comunidad. El porvenir de la historia está, desde este punto de vista, en manos de América".</p><p></p><p>No sólo advierte sobre los rencores que subyacían en Europa, sino que, con acierto, señala sin nombrar directamente a los Estados Unidos y cómo su ausencia de la Sociedad de las Naciones la tornaría inviable, acertando al plantear que el futuro del mundo estaba en manos de América.</p><p></p><p>El 24 de abril, Einstein dejó la Argentina, viajó a Montevideo, donde dio tres conferencias y desde donde el 1° de mayo se trasladó a Río de Janeiro en el Capitán Valdivia, de donde emprendió el regreso a Europa el 12 de mayo. Dedicó tres veces más tiempo a la Argentina que a Brasil, lo que resultaba lógico entonces, dada la supremacía cultural que en América latina tenía nuestro país, lo que probablemente hoy sería a la inversa.</p><p></p><p>Recordar la visita de Einstein a la Argentina no sólo es recordarlo en su personalidad y legado, sino también destacar la actualidad de su visión política, cuando la Unión Europea da un paso concreto hacia la unidad que Einstein reclamaba y las Naciones Unidas proponen su necesario replanteo para no fracasar como sucedió con la Sociedad de las Naciones, como también advertía el sabio ochenta años atrás. </p><p></p><p><a href="http://axxon.com.ar/not/148/c-1480120.htm">http://axxon.com.ar/not/148/c-1480120.htm</a><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 02:21 ---------- Previous post was at 02:19 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span><a href="http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2005/einstein/newsid_4440000/4440859.stm">http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2005/einstein/newsid_4440000/4440859.stm</a></p><p></p><p>El sabio alemán permaneció en el país exactamente un mes, entre el 24 de marzo y el 24 de abril de 1925. Tenía 46 años y viajó acompañado de su esposa - y prima - Elsa.</p><p></p><p>La visita se debió a una invitación conjunta de la Universidad de Buenos Aires y la Sociedad Hebraica Argentina.</p><p></p><p>En ese entonces, ya era mundialmente reconocido por su Teoría de la Relatividad, formulada 20 años atrás, y por haber ganado el premio Nobel de Física en 1921.</p><p></p><p>Durante su visita a Argentina dio doce conferencias, la mayoría dedicadas a explicar su novedosa teoría. Según un diario de la época, "Einstein jamás objetó las interrupciones y objeciones. Es más, pidió que ante la menor duda se lo interrumpiera".</p><p></p><p>"Más que conferencias, se transformaron en charlas de difusión de sus teorías en un ambiente de calidez e informalidad, como si fueran clases con sus propios discípulos". </p><p>"El público por cierto era muy variado. Estuvieron políticos, representantes del gobierno, decanos, intelectuales científicos y estudiantes", agrega el periódico.</p><p></p><p>El presidente de Argentina era Marcelo T. de Alvear, y el país vivía un buen momento. Tanto es así que ese período es conocido por muchos como "La Belle Epoque" argentina.</p><p></p><p>Einstein llegó a al puerto de Buenos Aires a bordo del barco Capitán Polonio, tras una escala en Río de Janeiro, donde dio una conferencia, y otra en Montevideo, donde habló ante una multitud de jóvenes en una plaza de la ciudad.</p><p></p><p>Anécdotas</p><p></p><p>El ingeniero argentino Ernesto Comoglio, gran admirados de Einstein, compartió con BBC Mundo los relatos de su madre y de su tía, que asistieron a un acto que protagonizó el sabio alemán en el Colegio Nacional de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires.</p><p> </p><p>El presidente de la Universidad de La Plata le ofreció a Einstein un cheque por mil pesos de ese entonces, pero al sabio le pareció una cantidad muy grande</p><p>Ernesto Comoglio</p><p></p><p>Comoglio recuerda en especial dos hechos que dicen mucho sobre el físico.</p><p></p><p>"Me ha contado mi tía que una orquesta tocó al finalizar aquel acto. Entonces la señorita Curubeto Godoy, violinista, sabiendo que le gustaba muchísimo tocar el violín, le ofreció el instrumento a Einstein, quien tocó un fragmento del Zapateado de Sarasate, una obra de bastantes dificultades técnicas."</p><p></p><p>"Este relato habla de las aptitudes artísticas y el buen humor del alemán", señala Comoglio.</p><p></p><p>"Además, cuando terminó el acto, el presidente de la Universidad de La Plata le ofreció a Einstein un cheque por mil pesos de ese entonces, pero al sabio le pareció una cantidad muy grande. Entonces, luego de una amable discusión, se pusieron de acuerdo con que se llevaba 500 y dejaba 500 para fomentar fines científicos." "Esta anécdota habla de la generosidad de Einstein".</p><p></p><p>Einstein periodista</p><p></p><p>El sabio colaboró con el tradicional diario argentino La Prensa, escribiendo algunos artículos. En uno de ellos, habló de temas políticos y propuso la creación de una "Paneuropa" a partir de la unión de países europeos, ochenta años antes de que se aprobara la constitución de la Unión Europea.</p><p></p><p>Pero lo que más preocupaba a Einstein era que la gente entendiera sus teorías. "Es una ironía del destino que yo mismo haya sido receptor de una admiración excesiva. (...) La causa de esto puede ser perfectamente el deseo, inalcanzable para muchos, de entender las pocas ideas que con mis débiles poderes he alcanzado después de una lucha incesante", escribió el físico en su ensayo "El mundo como yo lo veo".</p><p></p><p>En uno de los artículos para La Prensa, Einstein reiteró su deseo de transmitir su visión del mundo.</p><p></p><p>"Quiero que en la Argentina, en cuya capital reconozco un gran centro de cultura, se conozcan los fundamentos de mi teoría, tal como la entiendo y no bajo el aspecto en que me la presentan admiradores entusiastas que, en el calor de la polémica, la desfiguran muchas veces."<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 02:24 ---------- Previous post was at 02:21 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>TAMBIEN LUGONES ESTABA AL TANTO DE LA FISICA AUNQUE PAREZCA MENTIRA</p><p></p><p>Einstein y los masones</p><p></p><p>En 1925, Albert Einstein visita la Argentina; uno de quienes estará todo el tiempo a su lado es, precisamente, Leopoldo Lugones. El autor de Lunario Sentimental era el delegado argentino ante la Comisión de Cooperación Intelectual de la Liga de las Naciones (organismo anterior a las Naciones Unidas) presidida por el notable filósofo francés Henri Bergson. Einstein también formaba parte. Lugones, aprovechando esa personal relación con el físico, lo invitó a nuestro país.</p><p></p><p>Entusiasmado con los resultados de la visita, el autor de Romances del Río Seco, advirtiendo los sucesos que estaban aconteciendo en Alemania, lanza un llamado para recaudar fondos y radicar al notable físico en nuestro país.</p><p></p><p>Las complejidades de la física teórica no eran ajenas al poeta. "En 1920 el Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA -escriben Miguel de Asúa y Diego Hurtado de Mendoza- invitó a este famoso escritor y personaje público a dictar una conferencia, la cual fue luego publicada como El tamaño del espacio. Ensayo de psicología matemática (Buenos Aires, El Ateneo, 1921), dedicada al Ing. Georges Duclout. Este trabajo es, en esencia, una larga discusión sobre el origen de los conceptos matemáticos. Lugones critica allí las posturas que considerarían válidos sólo aquellos conceptos geométricos que pueden ser 'intuidos' -visualizados por la imaginación- y defiende una posición según la cual, en el caso de las nociones geométricas, el único criterio de validez es el puramente racional. Para discutir esta cuestión el autor utiliza como principal ejemplo el de la teoría de la relatividad" .</p><p></p><p>En 1935 escribe el prólogo al libro La mentira más grande de la historia: los protocolos de los sabios de Sion, de Benjamín W. Segel (Ediciones DAIA., Buenos Aires 1936). La obra denuncia como falsificación a este escrito antisemita conocido como Los Protocolos de los Sabios de Sion.</p><p></p><p>El autor de Cuentos Fatales tuvo intensa actividad masónica. Fue iniciado en la Masonería Argentina el 13 de noviembre de 1899 en la Logia Libertad Rivadavia Nº 51. Obtuvo el grado de maestro el 10 de abril de 1900. El 1 de octubre de 1902 se incorporó a la Logia Confraternidad Argentina Nº 2. De 1905 a 1906 fue Gran Primer Vigilante; esto es, vicepresidente segundo de la Orden. De 1906 a 1907 fue Pro Gran Maestre. A partir del 8 de marzo de 1906 formó parte -en calidad de miembro activo- del Supremo Consejo del Grado 33 para la República Argentina. Tras el derrocamiento (apoyado por Lugones) de Hipólito Yrigoyen, quien también era Hermano Masón, el escritor se alejó de la Orden.</p><p></p><p>El 18 de febrero del año pasado se cumplieron 60 años de su suicidio. Durante décadas, su féretro permaneció en una tumba del cementerio de la Recoleta sin placa ni identificació n alguna, tal como él lo había solicitado. Sólo en 1994, por iniciativa del entonces Secretario de Cultura de la Nación, el poeta José María Castiñeira de Dios, en conjunto con la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), el catafalco fue retirado del anónimo reposo y llevado a Villa de María de Río Seco, su ciudad natal, en la provincia de Córdoba.</p><p></p><p>Diario LA GACETA - San Miguel de Tucumán</p><p></p><p>(*) Antonio Las Heras - Doctor en Psicología social (UAJFK) Escritor, consejero titular de la Fundación El Libro, ex secretario general de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 02:28 ---------- Previous post was at 02:24 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>Leopoldo Lugones había escrito el libro: El Tamaño del Espacio: Ensayo de Psicología Matemática, Ed. El Ateneo 1921, que fue dedicado al ingeniero Jorge Duclout.</p><p></p><p>No era un desconocido en nuestro país ni mucho menos, no sólo porque en 1921 hubiera recibido el Premio Nóbel por sus teorías que, pese a ser discutidas inicialmente, revolucionaron el pensamiento científico.</p><p></p><p>Ya un año antes (1920), el 14 de agosto de 1920, Leopoldo Lugones en su condición del escritor y pensador más reconocido en nuestro país, pronunciaba una conferencia en la Universidad de Buenos Aires para los estudiantes de ingeniería sobre el "tamaño del espacio" a la que cual tituló "Ensayo de sicología matemática".</p><p></p><p>La finalizó diciendo: "Antes de concluir, pido que el aplauso de vuestra cortesía se transforme en manifestación de gratitud para el eminente Einstein, el moderno Newton, el nuevo organizador del universo, a quien el nacionalismo, tan torpe en Berlín como en París o Buenos Aires, obstruyó la cátedra con innoble alboroto", al referirse a las resistencias que había tenido por su origen judío.</p><p></p><p>El Lugones que en ese momento todavía no había realizado su giro hacia el nacionalismo de los años siguientes, reflejaba con su autoridad intelectual y cultural la idea que predominaba respecto al sabio en la capital argentina.<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 02:35 ---------- Previous post was at 02:28 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>Las inevitables visitas protocolares no se hicieron esperar. Dejando de lado a losperiodistas, la lista de los intelectuales que lo visitaron fue encabezada por unpoeta, <strong><u><span style="font-size: 18px">Leopoldo Lugones, que era uno de los pocos argentinos, y quizás el únicointelectual argentino, a quien Einstein había conocido antes de su viaje. Einsteinhabía compartido con Lugones, Marie Curie, Henri Bergson y otras figuras eminentes, la mesa de discusiones de uno de los foros intelectuales másimportantes de esa época: el Comité Internacional de Cooperación Intelectual dela Liga de las Naciones; Lugones representaba allí a Argentina. Este era un embrión pretérito de UNESCO.</span></u></strong></p><p><strong><u><span style="font-size: 18px">Einstein ha declarado que conocía el texto "posmoderno" de Lugones: El tamaño del espacio: Ensayo de Psicología Matemática (El Ateneo, Buenos Aires, 1921), desde el año de su publicación1. El mérito principal de este libro no está en la física, que Lugones claramente no dominaba ni presumía dominar, sino en haberseñalado al Buenos Aires intelectual de su tiempo que no sería inoportuno prestaratención a las preocupaciones de Einstein por comprender mejor los conceptos de espacio, tiempo, materia y energía.</span></u></strong></p><p></p><p><span style="font-size: 22px">El miércoles 1º de abril Einstein realizó un vuelo corto sobre la ciudad de BuenosAires a bordo de un junker de la marina alemana que había llegado a BuenosAires en vuelo de cortesía; lo acompañó la señora Wassermann. Este era suprimer vuelo en avión; Einstein comentó luego cuánto lo impresionó esaexperiencia, "particularmente el despegue" de la aeronave.</span> Por la tarde fue recibido por el presidente de la república, Marcelo T. de Alvear, y por algunosministros. Visitó luego el Museo Etnológico y, poco después, se encontraba</p><p>dictando su tercera conferencia sobre la Teoría de la Relatividad. <strong><span style="font-size: 22px">La jornada terminó con un paseo a pie por Florida, del brazo de Lugones y seguido deestudiantes y curiosos. La caminata concluyó en casa del poeta, donde cenaroncon la esposa de Lugones. Fue la única oportunidad de Einstein de compartir unacena íntima en un hogar argentino.</span></strong></p><p><strong><span style="font-size: 22px">Al día siguiente viajó en tren a La Plata, donde había sido invitado a inaugurar elaño académico de 1925; asistió también a una reunión científica en su honor,donde participaron el físico alemán Ricardo Gans, y algunos de sus alumnos</span></strong>. Logró hacerse de tiempo para visitar el "muy interesante Museo de HistoriaNatural". El viernes 3 de abril, fue invitado por las autoridades de la UBA aalmorzar en el Jockey Club, y luego dictó otra conferencia más de su ciclo para launiversidad. Al día siguiente le tocó el turno a la Facultad de Filosofía y Letras dela UBA, donde repitió la función que dos días antes había cumplido en La Plata.Sin embargo esta vez, a instancias del decano Coriolano Alberini, Einstein tomóparte activa ofreciendo un coloquio breve sobre "Las consecuencias de la teoríade la relatividad en los conceptos de espacio y tiempo". Con satisfacción, Alberiniinterpretó su conferencia como un golpe contra el positivismo.</p><p></p><p><a href="http://arxiv.org/ftp/physics/papers/0506/0506052.pdf">http://arxiv.org/ftp/physics/papers/0506/0506052.pdf</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="dad33, post: 912392, member: 101"] EN la Argentina la ESCUELA DE FISICA dependiente de la UBA y la UNLP comenzaron ANTES DE ESA ÉPOCA, a partir de los años 10 a 20, de hecho Einstein vistó la Argentina y permaneció durante un mes, entre el 24 de marzo de 1925 y el 24 de abril del mismo año, invitado en forma conjunta por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Sociedad Hebraica. Visitó la Argentina durante el apogeo del país en la presidencia de Alvear, al que algunos consideran la Belle Epoque argentina. De allí se planificó junto con el checho Berg, si mal no recuerdo la creación de un PROTO BALSEIRO.- Académicamente hablando y sin ofender a ningún hermano latino americano, en especial el BRAZIL, al cual tengo un respeto especial, la Argentina se encuentra AÑOS LUZ en lo atómico y espacial, siendo siempre el TERCERO EN EL CONTINENTE.- Saludos[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 02:19 ---------- Previous post was at 02:18 ----------[/SIZE] [/COLOR]POST DATA: te dejo una nota Propuso la unión de los países europeos. Llegó invitado por la UBA y la Sociedad Hebraica. Dictó conferencias y permaneció un mes. Escribió en La Prensa y afirmó que "el porvenir de la historia está en América". (La Nación) Entre los actos conmemorativos que este año se celebran en todo el mundo en homenaje a Albert Einstein, al cumplirse el centenario de la publicación de su teoría de la relatividad, se destaca una perspectiva argentina: hoy se cumplen 80 años de la visita del sabio a la Argentina. Permaneció durante un mes, entre el 24 de marzo de 1925 y el 24 de abril del mismo año, invitado en forma conjunta por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Sociedad Hebraica. Visitó la Argentina durante el apogeo del país en la presidencia de Alvear, al que algunos consideran la Belle Epoque argentina. Como dice Juan Carlos Agulla (h.), en un artículo publicado en el número 277 de la revista Todo es Historia en enero de 1988, era una época en la cual "las corrientes del pensamiento político, filosófico, literario, artístico y científico europeo no sólo llegaban con asiduidad, sino que se concretaban, con bastante frecuencia, en visitas de grandes personalidades mundiales", como fueron en ese tiempo las de José Ortega y Gasset, el Príncipe de Gales, Julio Rey Pastor, Anatole France y Mircea Eliade. Durante los 30 días que dura la visita dicta doce conferencias, la primera en el Colegio Nacional de Buenos Aires, organizada por la UBA, la mayoría sobre la teoría de la relatividad. Además, participa en reuniones, recepciones y banquetes. Visita también La Plata y Córdoba y discute con físicos y químicos argentinos cuestiones actualizadas de la física de la época, como los quanta y la relatividad en general. Llega al puerto de Buenos Aires a bordo del Capitán Polonio, tras una breve escala en Río de Janeiro, donde pronuncia una conferencia, y otra en Montevideo, donde se dirige a la juventud. En el puerto es recibido, entre otros, por el secretario de la UBA, Mauricio Nierenstein, en representación del rector José Arce. En Buenos Aires se había organizado una serie de comisiones para recibirlo. Presencia en los medios Se aloja en el palacio de la familia Wasserman, en el barrio de Belgrano, donde al poco tiempo de llegar lo entrevista el semanario Caras y Caretas, la revista de más prestigio en los años veinte. Ante la pregunta de si conserva la nacionalidad suiza, responde que sí y agrega que se interesa mucho por los acontecimientos políticos mundiales. Sobre el resurgimiento de Alemania se muestra optimista y afirma que "el porvenir de Alemania es el porvenir de Europa". Dos días después, el 26 de marzo, comienza sus colaboraciones con el diario La Prensa, que no fueron dedicadas a la ciencia, sino a un tema político: propone la creación de "Paneuropa", a partir de una federación de Estados europeos, lo que se está concretando 80 años después con la aprobación de la Constitución de la Unión Europea. El diario mostraba el interés que generaba en la Argentina la cuestión europea, a seis años de la finalización de la Primera Guerra Mundial y catorce antes del estallido de la segunda. Decía que publicaba el primer artículo de la serie contratada con el "ilustre sabio" a un tema que "le preocupa de modo especial: la creación de una Paneuropa", a varios de cuyos potenciales integrantes citaba en el artículo. Decía que Einstein, "lo mismo que Goethe y Nietzsche, quiere ser un buen europeo y no sólo un alemán o un suizo". La unidad europea En este artículo dice que "Europa forma, no obstante sus dimensiones políticas desde la antigüedad, una unidad espiritual. El americano, sobre todo, a quien Europa se muestra en sus manifestaciones intelectuales y económicas, comprende que nuestro continente, a pesar de todos los individualismos y egoísmos nacionales, lleva una vida común e internacional, de modo que las complicaciones bélicas han de parecerle como algo insensato, como un suicidio". El sabio presentía los riesgos que subyacían y que años después provocarían la mayor guerra europea y el holocausto judío. El párrafo final del artículo decía: "A vosotros, los americanos, os parecerá extraño que hable siempre de Europa, cuando se trata de un asunto que interesa al mundo entero. Mas es fácil tender la mano sobre la base del derecho al compañero lejano; es difícil armonizar con el vecino que evoca el recuerdo de innumerables roces y conflictos que tuvieron por causa la vecindad. Acuerdos consolidadores entre vecinos deben, por eso, preparar el régimen de la justicia en el mundo entero. Hay que agregar una consideración. Sin la Unión de Europa no habrá Liga de las Naciones realmente universal. Pero la unidad política de Europa se obtendrá forzosamente cuando se hayan adherido a la Liga todas las naciones de América, las que tropiezan con grandes dificultades para adherirse a la gran comunidad. El porvenir de la historia está, desde este punto de vista, en manos de América". No sólo advierte sobre los rencores que subyacían en Europa, sino que, con acierto, señala sin nombrar directamente a los Estados Unidos y cómo su ausencia de la Sociedad de las Naciones la tornaría inviable, acertando al plantear que el futuro del mundo estaba en manos de América. El 24 de abril, Einstein dejó la Argentina, viajó a Montevideo, donde dio tres conferencias y desde donde el 1° de mayo se trasladó a Río de Janeiro en el Capitán Valdivia, de donde emprendió el regreso a Europa el 12 de mayo. Dedicó tres veces más tiempo a la Argentina que a Brasil, lo que resultaba lógico entonces, dada la supremacía cultural que en América latina tenía nuestro país, lo que probablemente hoy sería a la inversa. Recordar la visita de Einstein a la Argentina no sólo es recordarlo en su personalidad y legado, sino también destacar la actualidad de su visión política, cuando la Unión Europea da un paso concreto hacia la unidad que Einstein reclamaba y las Naciones Unidas proponen su necesario replanteo para no fracasar como sucedió con la Sociedad de las Naciones, como también advertía el sabio ochenta años atrás. [url]http://axxon.com.ar/not/148/c-1480120.htm[/url][COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 02:21 ---------- Previous post was at 02:19 ----------[/SIZE] [/COLOR][url]http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2005/einstein/newsid_4440000/4440859.stm[/url] El sabio alemán permaneció en el país exactamente un mes, entre el 24 de marzo y el 24 de abril de 1925. Tenía 46 años y viajó acompañado de su esposa - y prima - Elsa. La visita se debió a una invitación conjunta de la Universidad de Buenos Aires y la Sociedad Hebraica Argentina. En ese entonces, ya era mundialmente reconocido por su Teoría de la Relatividad, formulada 20 años atrás, y por haber ganado el premio Nobel de Física en 1921. Durante su visita a Argentina dio doce conferencias, la mayoría dedicadas a explicar su novedosa teoría. Según un diario de la época, "Einstein jamás objetó las interrupciones y objeciones. Es más, pidió que ante la menor duda se lo interrumpiera". "Más que conferencias, se transformaron en charlas de difusión de sus teorías en un ambiente de calidez e informalidad, como si fueran clases con sus propios discípulos". "El público por cierto era muy variado. Estuvieron políticos, representantes del gobierno, decanos, intelectuales científicos y estudiantes", agrega el periódico. El presidente de Argentina era Marcelo T. de Alvear, y el país vivía un buen momento. Tanto es así que ese período es conocido por muchos como "La Belle Epoque" argentina. Einstein llegó a al puerto de Buenos Aires a bordo del barco Capitán Polonio, tras una escala en Río de Janeiro, donde dio una conferencia, y otra en Montevideo, donde habló ante una multitud de jóvenes en una plaza de la ciudad. Anécdotas El ingeniero argentino Ernesto Comoglio, gran admirados de Einstein, compartió con BBC Mundo los relatos de su madre y de su tía, que asistieron a un acto que protagonizó el sabio alemán en el Colegio Nacional de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires. El presidente de la Universidad de La Plata le ofreció a Einstein un cheque por mil pesos de ese entonces, pero al sabio le pareció una cantidad muy grande Ernesto Comoglio Comoglio recuerda en especial dos hechos que dicen mucho sobre el físico. "Me ha contado mi tía que una orquesta tocó al finalizar aquel acto. Entonces la señorita Curubeto Godoy, violinista, sabiendo que le gustaba muchísimo tocar el violín, le ofreció el instrumento a Einstein, quien tocó un fragmento del Zapateado de Sarasate, una obra de bastantes dificultades técnicas." "Este relato habla de las aptitudes artísticas y el buen humor del alemán", señala Comoglio. "Además, cuando terminó el acto, el presidente de la Universidad de La Plata le ofreció a Einstein un cheque por mil pesos de ese entonces, pero al sabio le pareció una cantidad muy grande. Entonces, luego de una amable discusión, se pusieron de acuerdo con que se llevaba 500 y dejaba 500 para fomentar fines científicos." "Esta anécdota habla de la generosidad de Einstein". Einstein periodista El sabio colaboró con el tradicional diario argentino La Prensa, escribiendo algunos artículos. En uno de ellos, habló de temas políticos y propuso la creación de una "Paneuropa" a partir de la unión de países europeos, ochenta años antes de que se aprobara la constitución de la Unión Europea. Pero lo que más preocupaba a Einstein era que la gente entendiera sus teorías. "Es una ironía del destino que yo mismo haya sido receptor de una admiración excesiva. (...) La causa de esto puede ser perfectamente el deseo, inalcanzable para muchos, de entender las pocas ideas que con mis débiles poderes he alcanzado después de una lucha incesante", escribió el físico en su ensayo "El mundo como yo lo veo". En uno de los artículos para La Prensa, Einstein reiteró su deseo de transmitir su visión del mundo. "Quiero que en la Argentina, en cuya capital reconozco un gran centro de cultura, se conozcan los fundamentos de mi teoría, tal como la entiendo y no bajo el aspecto en que me la presentan admiradores entusiastas que, en el calor de la polémica, la desfiguran muchas veces."[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 02:24 ---------- Previous post was at 02:21 ----------[/SIZE] [/COLOR]TAMBIEN LUGONES ESTABA AL TANTO DE LA FISICA AUNQUE PAREZCA MENTIRA Einstein y los masones En 1925, Albert Einstein visita la Argentina; uno de quienes estará todo el tiempo a su lado es, precisamente, Leopoldo Lugones. El autor de Lunario Sentimental era el delegado argentino ante la Comisión de Cooperación Intelectual de la Liga de las Naciones (organismo anterior a las Naciones Unidas) presidida por el notable filósofo francés Henri Bergson. Einstein también formaba parte. Lugones, aprovechando esa personal relación con el físico, lo invitó a nuestro país. Entusiasmado con los resultados de la visita, el autor de Romances del Río Seco, advirtiendo los sucesos que estaban aconteciendo en Alemania, lanza un llamado para recaudar fondos y radicar al notable físico en nuestro país. Las complejidades de la física teórica no eran ajenas al poeta. "En 1920 el Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA -escriben Miguel de Asúa y Diego Hurtado de Mendoza- invitó a este famoso escritor y personaje público a dictar una conferencia, la cual fue luego publicada como El tamaño del espacio. Ensayo de psicología matemática (Buenos Aires, El Ateneo, 1921), dedicada al Ing. Georges Duclout. Este trabajo es, en esencia, una larga discusión sobre el origen de los conceptos matemáticos. Lugones critica allí las posturas que considerarían válidos sólo aquellos conceptos geométricos que pueden ser 'intuidos' -visualizados por la imaginación- y defiende una posición según la cual, en el caso de las nociones geométricas, el único criterio de validez es el puramente racional. Para discutir esta cuestión el autor utiliza como principal ejemplo el de la teoría de la relatividad" . En 1935 escribe el prólogo al libro La mentira más grande de la historia: los protocolos de los sabios de Sion, de Benjamín W. Segel (Ediciones DAIA., Buenos Aires 1936). La obra denuncia como falsificación a este escrito antisemita conocido como Los Protocolos de los Sabios de Sion. El autor de Cuentos Fatales tuvo intensa actividad masónica. Fue iniciado en la Masonería Argentina el 13 de noviembre de 1899 en la Logia Libertad Rivadavia Nº 51. Obtuvo el grado de maestro el 10 de abril de 1900. El 1 de octubre de 1902 se incorporó a la Logia Confraternidad Argentina Nº 2. De 1905 a 1906 fue Gran Primer Vigilante; esto es, vicepresidente segundo de la Orden. De 1906 a 1907 fue Pro Gran Maestre. A partir del 8 de marzo de 1906 formó parte -en calidad de miembro activo- del Supremo Consejo del Grado 33 para la República Argentina. Tras el derrocamiento (apoyado por Lugones) de Hipólito Yrigoyen, quien también era Hermano Masón, el escritor se alejó de la Orden. El 18 de febrero del año pasado se cumplieron 60 años de su suicidio. Durante décadas, su féretro permaneció en una tumba del cementerio de la Recoleta sin placa ni identificació n alguna, tal como él lo había solicitado. Sólo en 1994, por iniciativa del entonces Secretario de Cultura de la Nación, el poeta José María Castiñeira de Dios, en conjunto con la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), el catafalco fue retirado del anónimo reposo y llevado a Villa de María de Río Seco, su ciudad natal, en la provincia de Córdoba. Diario LA GACETA - San Miguel de Tucumán (*) Antonio Las Heras - Doctor en Psicología social (UAJFK) Escritor, consejero titular de la Fundación El Libro, ex secretario general de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 02:28 ---------- Previous post was at 02:24 ----------[/SIZE] [/COLOR]Leopoldo Lugones había escrito el libro: El Tamaño del Espacio: Ensayo de Psicología Matemática, Ed. El Ateneo 1921, que fue dedicado al ingeniero Jorge Duclout. No era un desconocido en nuestro país ni mucho menos, no sólo porque en 1921 hubiera recibido el Premio Nóbel por sus teorías que, pese a ser discutidas inicialmente, revolucionaron el pensamiento científico. Ya un año antes (1920), el 14 de agosto de 1920, Leopoldo Lugones en su condición del escritor y pensador más reconocido en nuestro país, pronunciaba una conferencia en la Universidad de Buenos Aires para los estudiantes de ingeniería sobre el "tamaño del espacio" a la que cual tituló "Ensayo de sicología matemática". La finalizó diciendo: "Antes de concluir, pido que el aplauso de vuestra cortesía se transforme en manifestación de gratitud para el eminente Einstein, el moderno Newton, el nuevo organizador del universo, a quien el nacionalismo, tan torpe en Berlín como en París o Buenos Aires, obstruyó la cátedra con innoble alboroto", al referirse a las resistencias que había tenido por su origen judío. El Lugones que en ese momento todavía no había realizado su giro hacia el nacionalismo de los años siguientes, reflejaba con su autoridad intelectual y cultural la idea que predominaba respecto al sabio en la capital argentina.[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 02:35 ---------- Previous post was at 02:28 ----------[/SIZE] [/COLOR]Las inevitables visitas protocolares no se hicieron esperar. Dejando de lado a losperiodistas, la lista de los intelectuales que lo visitaron fue encabezada por unpoeta, [B][U][SIZE="5"]Leopoldo Lugones, que era uno de los pocos argentinos, y quizás el únicointelectual argentino, a quien Einstein había conocido antes de su viaje. Einsteinhabía compartido con Lugones, Marie Curie, Henri Bergson y otras figuras eminentes, la mesa de discusiones de uno de los foros intelectuales másimportantes de esa época: el Comité Internacional de Cooperación Intelectual dela Liga de las Naciones; Lugones representaba allí a Argentina. Este era un embrión pretérito de UNESCO. Einstein ha declarado que conocía el texto "posmoderno" de Lugones: El tamaño del espacio: Ensayo de Psicología Matemática (El Ateneo, Buenos Aires, 1921), desde el año de su publicación1. El mérito principal de este libro no está en la física, que Lugones claramente no dominaba ni presumía dominar, sino en haberseñalado al Buenos Aires intelectual de su tiempo que no sería inoportuno prestaratención a las preocupaciones de Einstein por comprender mejor los conceptos de espacio, tiempo, materia y energía.[/SIZE][/U][/B] [SIZE="6"]El miércoles 1º de abril Einstein realizó un vuelo corto sobre la ciudad de BuenosAires a bordo de un junker de la marina alemana que había llegado a BuenosAires en vuelo de cortesía; lo acompañó la señora Wassermann. Este era suprimer vuelo en avión; Einstein comentó luego cuánto lo impresionó esaexperiencia, "particularmente el despegue" de la aeronave.[/SIZE] Por la tarde fue recibido por el presidente de la república, Marcelo T. de Alvear, y por algunosministros. Visitó luego el Museo Etnológico y, poco después, se encontraba dictando su tercera conferencia sobre la Teoría de la Relatividad. [B][SIZE="6"]La jornada terminó con un paseo a pie por Florida, del brazo de Lugones y seguido deestudiantes y curiosos. La caminata concluyó en casa del poeta, donde cenaroncon la esposa de Lugones. Fue la única oportunidad de Einstein de compartir unacena íntima en un hogar argentino. Al día siguiente viajó en tren a La Plata, donde había sido invitado a inaugurar elaño académico de 1925; asistió también a una reunión científica en su honor,donde participaron el físico alemán Ricardo Gans, y algunos de sus alumnos[/SIZE][/B]. Logró hacerse de tiempo para visitar el "muy interesante Museo de HistoriaNatural". El viernes 3 de abril, fue invitado por las autoridades de la UBA aalmorzar en el Jockey Club, y luego dictó otra conferencia más de su ciclo para launiversidad. Al día siguiente le tocó el turno a la Facultad de Filosofía y Letras dela UBA, donde repitió la función que dos días antes había cumplido en La Plata.Sin embargo esta vez, a instancias del decano Coriolano Alberini, Einstein tomóparte activa ofreciendo un coloquio breve sobre "Las consecuencias de la teoríade la relatividad en los conceptos de espacio y tiempo". Con satisfacción, Alberiniinterpretó su conferencia como un golpe contra el positivismo. [url]http://arxiv.org/ftp/physics/papers/0506/0506052.pdf[/url] [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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