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Mensaje: <blockquote data-quote="Stratos" data-source="post: 907930" data-attributes="member: 10571">BICENTENARIO DEL EJERCITO ARGENTINOEstimado Fox, muchas gracias por tus elogiosas palabras. Sin duda, no las podría haber escrito sin haber transitado toda una vida, desde los doce años, en las filas del Ejército Argentino.Reconozco que las palabras de Ortega y Gasset fueron escritas hace casi un siglo pero, como los buenos vinos, cuanto más añejas mejor. A mi juicio,  no han dejado de tener vigencia.O no es cierto que a los argentinos nos falta "un proyecto sugestivo de vida en común" que nos una, aceptando los distintos matices de una sociedad multifacética, detrás del destino de grandeza que soñaron nuestros padres fundadores y nosotros también? Comparto que el Ejército que nosotros vivimos no volverá a ser el mismo. Será diferente, debe y deberá adecuarse a un mundo y una sociedad que cambia a pasos cada vez más acelerados. En caso contrario, cada vez quedará más rezagado en el concierto de las naciones y de la propia Argentina, resistiendo a un pasado que ya fué.Lo que se debe preservar de ese Ejército que ha cumplido 200 años, con aciertos y errores, son los valores que lo hicieron grande, el respeto por sus tradiciones guerreras y sobre todo, un sistema educativo de alto nivel que lo prepare para los desafíos del mañana.Para finalizar, te cuento una hecho, documentado, sucedido en los primeros años de vida de nuestro Ejército.En 1816, el Gobernador de Buenos Aires envió una nota de felicitación a Don Rufino Sánchez, quien dirigía una de las escuelas de la ciudad: “Fue un honorable examen sobre temas generales el que rindieron los ocho estudiantes bajo su dirección el 28 del mes pasado en la iglesia de San Ignacio… Como recompensa a su brillante desempeño, ofrezco ocho carabinas con bayonetas que Ud. deberá entregarles a cada uno de ellos en mi nombre con una copia de esta nota; y que estas armas los acompañen desde hoy como premio a su estudio, y que sólo las usen para defender su sagrada religión y los derechos de su patria, sin avergonzar jamás estos honores. Por favor, acepte también una carabina y un par de pistolas para su uso personal como una muy merecida recompensa a su virtuoso esfuerzo” (citado por Szuchman; 1988. Pág. 12). La nota refleja un hecho común para los valores de la sociedad de esa época que si se replicara hoy, saldría en todos los diarios y el autor sería como mínimo destituido y llevado a los tribunales por incitar a la violencia a la juventud.Quizá el secreto está en mirar el contexto de época: la escena da cuenta de una sociedad cuyos valores más relevantes estaban vinculados al heroísmo y a la gloria, tal como recordamos habitualmente en las efemérides escolares.Eran los valores para la sociedad de esa época, absolutamente distintos a los de la sociedad de nuestros días. Ni mejores ni peores, diferentes. Nuestra sociedad ha evolucionado en un sentido que a muchos no nos gusta pero es en ese marco donde el Ejército se tiene que insertar y de donde nutre sus filas.Es por ello que el perfil ético espiritual que oriente la formación integral del Ejército Argentino debe ser sustentado sobre virtudes y valores que hacen a la esencia misma de la profesión militar así como también de la sociedad a la cual sirve. Sin dudas que el sello será distinto, pero la esencia del soldado será la misma, si logramos preservar los valores que hacen a nuestra propia identidad.Un abrazo,Stratos</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982