IA-37P
Forista Sancionado o Expulsado
El color de los símbolos incrementa el consumo de combustible en 113.562 litros por año y avión
Un nuevo modelo de avión supereficiente en el que trabaja actualmente la compañía estadounidense Boeing tiene una característica sencilla pero más importante de lo que podría creerse: será de un solo color. Los ingenieros han descubierto que los aviones monocromos permiten que haya una menor resistencia al aire en pleno vuelo, lo que permite un gran ahorro de combustible por año y avión. Aprovechando el llamado flujo laminar de las corrientes de aire, se evita el rozamiento con los flujos turbulentos, lo que deriva en un menor consumo de carburantes. El nuevo modelo monocromático saldrá al mercado en 2008. Por Yaiza Martínez.
Boeing anunció recientemente en un comunicado su intención de incorporar un sutil aunque importante cambio al recubrimiento de sus aviones para mejorar su rendimiento.
Se trata de un método que permitirá mantener una leve corriente de aire más amplia, del tipo conocido como flujo laminar, sobre la superficie de carga o compartimento de pasajeros de su modelo de avión 787-Dreamliner, una aeronave supereficiente en cuyo desarrollo trabaja un equipo internacional de compañías aeroespaciales líderes.
El flujo o corriente laminar es un tipo de movimiento de los fluidos cuando éstos están perfectamente ordenados, estratificados, de manera que se mueven en láminas paralelas. Mantener dicho fluido sobre esa parte del avión puede reducir el rozamiento de la nave con el viento y, por tanto, reducir también el consumo de combustible.
Superficie continua
La zona de carga del 787 tiene una superficie fina, ajustadamente controlada, que mantiene dicho flujo laminar a mayor distancia de ella que los diseños estándar. Mantener así el flujo laminar reduce el rozamiento de la nave en vuelo porque este flujo produce mucha menos fricción en la superficie que los flujos turbulentos.
Para conseguir mantenerlo resulta necesaria una superficie continua y fina, que no tenga irregularidades en la pintura, irregularidades que suelen producir los cambios de color de los esmaltes o de los detalles pintados que se añaden a los aviones.
Por tanto, deben desarrollarse modelos monocromos. Boeing ha elegido el color gris para el 787 porque complementa la apariencia metálica de la zona de carga o de pasajeros.
Miles de litros de ahorro
Según los cálculos de los ingenieros de Boeing, las capas de pintura, comunes en los aviones para identificar las aerolíneas, incrementan el consumo de combustible en 113.562 litros por año y avión, por lo que un cambio así, teniendo en cuenta el precio actual de los carburantes, contribuirá positivamente a las economías de las aerolíneas.
El modelo 787-Dreamliner es la última apuesta de Boeing. Se espera que sea comercializado en 2008, y presenta numerosos avances tecnológicos, aparte del de la pintura.
Fuselaje y alas elaborados con materiales compuestos, motores de tecnología superavanzada, peso reducido entre 13.600 y 18.150 kilos gracias a la fabricación de fuselajes de una sola pieza, un gasto de combustible reducido un 20% con respecto a modelos de la misma gama y un mantenimiento un 30% más barato, son algunas de sus ventajas.
Treinta y ocho aerolíneas han realizado ya 471 pedidos de este modelo a Boeing, que espera fabricar 3.500 unidades en 20 años (2004-2023), llegando a abarcar más de la mitad del mercado.
Se cree que nuevas generaciones de aviones monocolores reemplazarán a medio plazo los actuales Boeing 737NG e incluso los Airbus 320.
Fuente.
Un nuevo modelo de avión supereficiente en el que trabaja actualmente la compañía estadounidense Boeing tiene una característica sencilla pero más importante de lo que podría creerse: será de un solo color. Los ingenieros han descubierto que los aviones monocromos permiten que haya una menor resistencia al aire en pleno vuelo, lo que permite un gran ahorro de combustible por año y avión. Aprovechando el llamado flujo laminar de las corrientes de aire, se evita el rozamiento con los flujos turbulentos, lo que deriva en un menor consumo de carburantes. El nuevo modelo monocromático saldrá al mercado en 2008. Por Yaiza Martínez.
Boeing anunció recientemente en un comunicado su intención de incorporar un sutil aunque importante cambio al recubrimiento de sus aviones para mejorar su rendimiento.
Se trata de un método que permitirá mantener una leve corriente de aire más amplia, del tipo conocido como flujo laminar, sobre la superficie de carga o compartimento de pasajeros de su modelo de avión 787-Dreamliner, una aeronave supereficiente en cuyo desarrollo trabaja un equipo internacional de compañías aeroespaciales líderes.
El flujo o corriente laminar es un tipo de movimiento de los fluidos cuando éstos están perfectamente ordenados, estratificados, de manera que se mueven en láminas paralelas. Mantener dicho fluido sobre esa parte del avión puede reducir el rozamiento de la nave con el viento y, por tanto, reducir también el consumo de combustible.
Superficie continua
La zona de carga del 787 tiene una superficie fina, ajustadamente controlada, que mantiene dicho flujo laminar a mayor distancia de ella que los diseños estándar. Mantener así el flujo laminar reduce el rozamiento de la nave en vuelo porque este flujo produce mucha menos fricción en la superficie que los flujos turbulentos.
Para conseguir mantenerlo resulta necesaria una superficie continua y fina, que no tenga irregularidades en la pintura, irregularidades que suelen producir los cambios de color de los esmaltes o de los detalles pintados que se añaden a los aviones.
Por tanto, deben desarrollarse modelos monocromos. Boeing ha elegido el color gris para el 787 porque complementa la apariencia metálica de la zona de carga o de pasajeros.
Miles de litros de ahorro
Según los cálculos de los ingenieros de Boeing, las capas de pintura, comunes en los aviones para identificar las aerolíneas, incrementan el consumo de combustible en 113.562 litros por año y avión, por lo que un cambio así, teniendo en cuenta el precio actual de los carburantes, contribuirá positivamente a las economías de las aerolíneas.
El modelo 787-Dreamliner es la última apuesta de Boeing. Se espera que sea comercializado en 2008, y presenta numerosos avances tecnológicos, aparte del de la pintura.
Fuselaje y alas elaborados con materiales compuestos, motores de tecnología superavanzada, peso reducido entre 13.600 y 18.150 kilos gracias a la fabricación de fuselajes de una sola pieza, un gasto de combustible reducido un 20% con respecto a modelos de la misma gama y un mantenimiento un 30% más barato, son algunas de sus ventajas.
Treinta y ocho aerolíneas han realizado ya 471 pedidos de este modelo a Boeing, que espera fabricar 3.500 unidades en 20 años (2004-2023), llegando a abarcar más de la mitad del mercado.
Se cree que nuevas generaciones de aviones monocolores reemplazarán a medio plazo los actuales Boeing 737NG e incluso los Airbus 320.
Fuente.