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<blockquote data-quote="gordojhon" data-source="post: 825867" data-attributes="member: 8243"><p>estimado Derru, buscados datos sobre reservas de petroleo y gas en nuestro mar me tope con esto: </p><p>LA NECESIDAD DE UN PENSAMIENTO</p><p>TALASOPOLÍTICO ARGENTINO</p><p></p><p>Licenciado Fernando J. Ohanessian</p><p>“LA NECESIDAD DE UN PENSAMIENTO TALASOPOLÍTICO ARGENTINO” </p><p></p><p>Lic. Fernando Ohanessian</p><p></p><p></p><p>1- TALASOPOLÍTICA</p><p></p><p>Los pueblos tienden al mar como las plantas a la luz, decía Ramos Mejía, y es bueno recordarlo porque esta afirmación no ha perdido en absoluto vigencia. Sabemos que: “más de la mitad de la población del mundo vive a menos de 60 kilómetros de la costa, y esa proporción podría elevarse a las tres cuartas partes para el año 2020" .</p><p>Este artículo pretende aportar al debate sobre el quehacer del Estado Nacional en relación al mar. </p><p>Respecto al término –talasopolítica- el mismo alude a dos elementos (thálassa, mar y politika, las cuestiones relativas a la cosa pública/ Estado).</p><p>Será, entonces, la talasopolítica una disciplina que cultive:</p><p>El estudio de los espacios marítimos como componente del territorio del Estado ó como ámbito del ejercicio de la jurisdicción estatal.</p><p>Existe entre los especialistas un acuerdo generalizado sobre cuales son algunos de las principales cuestiones relacionadas con el espacio marítimo que demandan ser abordados con claros cursos de acción. Así, entonces tenemos ante nosotros: </p><p>-Problemas de seguridad nacional e internacional.</p><p>-Aspectos políticos-jurídicos respecto a la interpretación de la CONVEMAR .</p><p>-Cuestiones relativas al Derecho Comercial Marítimo.</p><p>-Aplicación de los Códigos de Conducta de las Conferencias Marítimas.</p><p>-Políticas de transporte marítimas y su problemática.</p><p>-Aspectos de límites marítimos (cuestión Malvinas). </p><p></p><p>A pesar de que a nuestro Estado rioplatense estos temas le suenen lejanos, debemos saber que el -espacio marítimo- es también (al igual que nuestra fértil pampa húmeda) parte de nuestra herencia geográfica y aceptar, por ende, los desafíos y oportunidades que el mismo nos presenta. </p><p></p><p>Al posar el foco de interés en la relación existente entre el mar y el Estado, queda claro que la talasopolítica se nutre a la vez que alimenta varios campos del conocimiento.</p><p>Procedente de la Ciencia política esta disciplina se sustentará también de la geografía, de la geopolítica, de la oceanografía, del derecho y de la historia. </p><p>Cabe señalar también, que desde su especificidad generará conocimientos que retroalimentarán algunos de los campos mencionados como por ejemplo el del Derecho, en tanto y en cuanto consideramos al Estado como creador de normas jurídicas.</p><p>¿Cuales son las particularidades o la especificidad de nuestro objeto de estudio (el mar en su relacionamiento con el Estado) que requiere y justifica separar esta disciplina de la Geopolítica?</p><p>Dicho en otros términos: ¿por qué considerar el análisis del componente territorial –mar- separado del resto de los componentes territoriales del Estado? </p><p></p><p>A diferencia del ecúmene, en el espacio marítimo, no se vive -por el contrario resulta un medio hostil-. </p><p>Desde el punto de vista físico, por su gran extensión es un espacio de difícil ocupación. Superficie uniforme e indiferenciada en la que no es posible trazar líneas que signifiquen fronteras.</p><p>A pesar de ello, acordamos con Ratzel en que el mar en sí constituye la frontera ideal; separa, protege, aísla o une, según la conveniencia del Estado. </p><p>Por el particular régimen jurídico que tiene el mar actualmente, va haciéndose ajeno a un Estado gradualmente, es decir, no es como la tierra, que en una determinada línea deja de ser territorio propio para pasar a ser de otro. Dice E.Aramburu: …“la autoridad estatal se va perdiendo por grados y la posibilidad de hacer la voluntad estatal se debilita con la distancia. Esto determina sin embargo, que haya una cantidad de atribuciones estatales que podrán ejercerse o no dependiendo del empeño y la voluntad del estado”. .</p><p>Estas características particulares del espacio marítimo explican en gran medida la necesidad del estudio pormenorizado y desde la perspectiva de una disciplina que le sea propia.</p><p></p><p></p><p>2- EL ESTADO, SUS COMPONENTES Y LOS INTERESES NACIONALES. </p><p></p><p>Siguiendo a N.Bobbio podemos decir que como condición necesaria y suficiente existirá Estado cuando en un territorio determinado haya un poder capaz de tomar decisiones y emitir los mandatos correspondientes, obligatorios para todos los que habitan en ese territorio y obedecidos efectivamente por la gran mayoría de los destinatarios. </p><p>Poder, territorio y población son las claves básicas del Estado.</p><p>Si sofisticamos el análisis vemos que el Derecho Internacional propone considerar cuatro elementos A) la población, B) el territorio, C) la organización política en su triple vertiente (gobierno, ordenamiento jurídico y poder político) y D) la soberanía que engloba a todo el conjunto y le da una significación especial.</p><p></p><p>Respecto al territorio, podemos decir que se considera tal al ámbito espacial en el cual la organización (Estado) ejercita de hecho –con mayor intensidad- la propia potestad de gobierno, con exclusión de análogos poderes por parte de otro sujeto de carácter territorial. </p><p></p><p>Si se desea no tener una idea parcial o mutilada de lo que un Estado es o puede ser respecto a su componente territorial, será necesario considerar que -el territorio- no se agota en su superficie (o espacio terrestre emergido), sino que a esos kilómetros </p><p>cuadrados emergidos habrá que agregarles (si cabe el caso): el mar territorial, sus aguas interiores, su plataforma continental, y la superficie de la ZEE (según la normativa impuesta por el “Derecho del Mar”). Aún más no debemos olvidar el subsuelo y la profundidad de sus aguas. </p><p></p><p>El foco de interés, como ya se ha dicho, estará puesto en aquellas cuestiones que involucran al Estado con su componente territorial marítimo, así entonces serán algunos de nuestros temas: </p><p>- El litoral marítimo (costas, puertos, etc.)</p><p>- Los recursos marítimos (renovables y no renovables)</p><p>- Los sub espacios marinos (profundidad, suelo y subsuelo marino)</p><p>- El expansionismo marítimo (tal vez, hoy menos vigente)</p><p>- El mar territorial, la ZEE, Alta Mar </p><p></p><p>El mar en tanto vía de comunicación y espacio estratégico posee la particularidad de ser un ámbito clave, donde el Estado deberá definir y luego defender sus intereses. Contará para ello entre otros con el instrumento militar. </p><p></p><p>“El Instrumento Militar de una Nación halla cabida o justificación ante la multiplicidad de los conflictos y la incertidumbre que ellos generan, y encuentra su razón de ser en el derecho de los estados a su legítima defensa, tal como está previsto en la Carta de las Naciones Unidas.</p><p>La identificación de los intereses a proteger y su consideración en relación con el escenario estratégico en el que el país esta inserto, ya sea por decisión propia o por imposición de otros, constituyen el punto de partida para definir la misión principal del Instrumento Militar y sus misiones complementarias” . </p><p></p><p>Decimos que los intereses nacionales son condiciones reales o potenciales, cuya protección o búsqueda se considera ventajosa para la Nación. </p><p>Es a través de lo que expresan los contenidos de las políticas exteriores de dos o más Estados que podemos hablar de -intereses comunes- (cuando estos son compartidos o coincidentes), -complementarios- (cuando intereses nacionales diferentes no colisionan necesariamente entre sí sino que hasta permiten una transacción que deje satisfecha a ambas partes), u –opuestos- (cuando estos los intereses nacionales divergentes llevan a los Estados al enfrentamiento). Desde nuestra perspectiva estos intereses se insertan en tres grandes ámbitos, a saber: el político, el económico y el de seguridad. Es importante que los Estados sepan definir sus intereses claramente y actúen en consonancia con los mismos. Sin embargo, esto no siempre ocurre así, generando problemas adicionales para la correcta percepción de los intereses propios y ajenos. </p><p></p><p>Será un buen ejercicio identificar cuáles son los intereses talasopolíticos estratégicos de los países de la región, cuáles son compartidos por quiénes, y en qué orden de prioridades se ubican en las respectivas agendas.</p><p></p><p>La homogeneidad de una región esta dada en gran medida por el hecho de que entre los Estados se reconozca la existencia de intereses compartidos. El que ello ocurra será un pilar fundamental para la búsqueda de consensos. </p><p>La definición de intereses y consecuentes amenazas comunes –y eventualmente complementarios- es el principal fundamento por ejemplo para el desarrollo de un sistema de seguridad compartida. Existen regiones donde más allá de las subjetividades propias de cada Estado fue posible la visualización de intereses complementarios en algún caso y comunes en otro. Este hecho permitió la creación de un modelo de seguridad estratégico, venciendo así antiguos resquemores y posibilitando entonces la disuasión y lucha contra las amenazas comunes. </p><p></p><p>Dice el CL Jorge Fraga: “El Poder Naval, junto al de los otros es un ingrediente gravitante en el poderío de la Nación. De ello se infiere la importancia del rol que desempeña para la plenitud de su existencia. </p><p>El rol del Poder Naval deriva necesariamente del Poder Militar que se refiere a la defensa de la Nación. Además, todo país ribereño tiene ineludiblemente como rol de suma importancia el respaldo de los Intereses Marítimos de la Nación, que pueden sintetizarse en tres grandes aspectos:</p><p>a. Las vías de comunicación </p><p>b. Los recursos del mar</p><p>c. El uso del mar para fines políticos” </p><p></p><p>Asimismo, podemos leer también al respecto en nuestro Libro Blanco de la Defensa Nacional (Cáp.15): </p><p></p><p>“La protección de los intereses de la República Argentina, en los espacios marítimos que bañan sus costas, o más allá de ellos, y ya sea en concierto con otras naciones o actuando independientemente, requiere de un amplio rango de capacidades militares. </p><p>La dimensión de las áreas involucradas y la demanda de fuerzas navales para cumplir con esos roles son significativas y se enfrentan a recursos proporcionalmente siempre escasos.</p><p>La geografía, y los intereses marítimos y fluviales que la República Argentina necesita defender, proporcionan las bases para el diseño del a Armada deseable; los recursos e ingenio presentarán la Armada posible”</p><p></p><p></p><p>3- LOS FACTORES TALASOPOLÍTICOS Y LOS CONFLICTOS EN EL MAR ARGENTINO.</p><p></p><p>Elementos presentes en el medio marítimo cuyo análisis y comprensión redunda en interpretar los fenómenos talasopolíticos.</p><p>a- El transporte marítimo (hace posible toda clase de intercambios).</p><p>b- Pesquerías (fuente de alimentación con valor político estratégico ante el constante crecimiento demográfico mundial)</p><p>c- Los recursos energéticos (hidrocarburos, gas, energía cinética del mar) </p><p>d- Los yacimientos minerales (nódulos polimetálicos, manganeso y otros minerales)</p><p>e- El derecho internacional marítimo (regulador y en constante evolución, pretende lograr la convivencia pacífica de los distintos Estados del Sistema Internacional)</p><p>f- Capacidad científico – tecnológica (el desarrollo de las ciencias del mar, buscan una mejor administración y aprovechamiento de los recursos marinos)</p><p>g- Los aspectos político estratégicos (este factor considera el potencial uso militar)</p><p></p><p>En relación con la importancia de estos factores para la Argentina, y a modo de ejemplo, es posible señalar lo siguiente: </p><p>- El 90% del total de las importaciones y exportaciones argentinas se realiza por vía marítima. (Fuente: Armada Argentina)</p><p>- El Complejo pesquero exportó en el 2003 por 890 millones de U$S, mientras que el complejo de carne bovino (en el mismo año) lo hizo por 621 millones. (Fuente: Indec)</p><p>- Se pescan anualmente en nuestro mar, más de 800.000tn entre peces, crustáceos y moluscos. (Fuente: Indec) </p><p>- <u>En la Cuenca Austral (Santa Cruz, Tierra del Fuego) existen reservas de gas comprobadas por casi 150 mil millones de m3. (Fuente: Indec)[/B][/B]</u></p><p>En el último siglo la población del planeta se ha triplicado con creces, a razón de un incremento diario de 230.000 personas, o sea 84 millones por año. Es decir que a este paso, para el año 2050 seremos entre 9 o 10 mil millones habitando el planeta. </p><p>Con este marco y sobre la base de lo antedicho, es posible visualizar tensiones en nuestro mar en torno a diversas causas. </p><p></p><p>Se mencionan a continuación algunos de los principales conflictos (reales o potenciales) en nuestro espacio marítimo. Concientes que de la tramitación que se haga de los mismos surgirá la configuración real de nuestro Mar Argentino.</p><p> </p><p>-Pesca en el mar argentino y su zona adyacente (Milla 201).</p><p>La Argentina ha definido el mar Argentino como el que llega hasta las doscientas millas de su ZEE. El conflicto se plantea con los buques que pescan en la zona inmediatamente adyacente a las doscientas millas.</p><p></p><p>-Petróleo, cuencas sedimentarias y nódulos polimetálicos. </p><p>Los yacimientos de recursos no vivos también plantean conflictos en tanto la jurisdicción de la Argentina (y su consecuente capacidad para otorgar concesiones de explotación). La misma está cuestionada por empresas que desean hacer exploración y explotación de esos recursos (obviamente, apoyadas por otros estados).</p><p></p><p>-Conflicto por Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.</p><p>Luego de la guerra de 1982, el Reino Unido declaró una Zona de Conservación y Administración Pesquera . Dicha zona equivalía a una superficie aproximada de 220.000 km2 (círculo de 150 millas con centro en el estrecho de San Carlos). Ello se mantuvo entre 1982-1989. Luego de los Acuerdos de Madrid (1989/90), entre la Argentina y el Reino Unido, que reanudaron los vínculos bilaterales (bajo la fórmula de reserva de derechos –paraguas de soberanía-), siguieron una serie de actos unilaterales británicos mediante los cuales ampliaron su zona de jurisdicción efectiva a 1.800.000 km2 aprox., logrando una expansión marítima sin precedentes . Ello profundiza el conflicto; dado que la Argentina reclama, legítimamente, junto con las islas, las aguas pertinentes.</p><p>Con respecto a los hidrocarburos, luego de los Acuerdos de 1995, el Reino Unido a desarrollado cursos de acción unilaterales (concesiones de prospección), discutidas por nuestro país.</p><p>Se destaca asimismo que los británicos utilizan las islas como base para su logística y proyección de poder sobre la Antártida.</p><p></p><p>- Existencia de actores no argentinos con intereses en el Atlántico Sur:</p><p></p><p>.Estados Unidos .Brasil</p><p>.Rusia . Chile</p><p>.Reino Unido .Uruguay</p><p>.Sudáfrica .Noruega</p><p>.Actores no Estatales</p><p></p><p>- Imprecisa soberanía en la Antártida.</p><p>La soberanía sobre territorios situados en la Antártica, considerando los recursos estratégicos que allí se encuentran, es fuente de conflictos potencial en tanto todos los reclamos de soberanía territorial están suspendidos en virtud del Sistema del Tratado Antártico.</p><p></p><p>Los conflictos reales o potenciales en el mar argentino se enmarcan en el escenario del Atlántico Sur, donde en las últimas décadas es posible señalar los siguientes hitos que marcan modificaciones en la situación estratégica: la guerra de Malvinas (1982), el Tratado del Beagle (1984), el Protocolo sobre Protección del Ambiente agregado al Tratado Antártico (1991), el fin de la política de apartheid en la República Sudafricana (1994), la devolución del Canal de Panamá (2000), y el proceso de integración en el Cono Sur americano.</p><p></p><p></p><p>4- LA IMPORTANCIA DE LA PLATAFORMA CONTINENTAL</p><p></p><p></p><p>La Plataforma Continental.</p><p></p><p>Es la continuación geológica del continente bajo el mar.</p><p>El Derecho del Mar otorga al país ribereño la soberanía sobre los recursos del suelo y subsuelo en la plataforma hasta las 200 millas náuticas.</p><p>En el caso, que la plataforma continental del país ribereño sobrepase las 200 millas, el mismo tendrá soberanía hasta un máximo de 350 millas. Esto debe ser demostrado mediante estudios científicos. Por ello, se sanciona la ley Nº 24815 (1997), que crea la Comisión que debe ubicar el límite exterior de nuestra plataforma continental. </p><p>Límite exterior plataforma continental.</p><p></p><p>En el año 1998, se crea la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA). </p><p>Su objetivo es elaborar, de conformidad con lo establecido (CONVEMAR), una propuesta definitiva para establecer el límite exterior de la plataforma continental, que permita a la República Argentina consolidar el ejercicio de los derechos de soberanía sobre los recursos naturales existentes en un vasto territorio. </p><p>Para que este límite sea definitivo y obligatorio ante la comunidad internacional, debe presentarse y ser aprobado por la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), órgano técnico creado por la CONVEMAR. </p><p></p><p>Plataforma Continental Argentina.</p><p></p><p>La plataforma continental argentina tiene la particularidad de ser muy extensa. </p><p>Hasta las 200 millas náuticas abarca una superficie de aproximadamente 4.000.000 de km2. Por las condiciones geomorfológicas de su margen continental nuestra plataforma continental se extiende más allá de las 200 millas en casi un millón de kilómetros cuadrados.</p><p>“Trazar el límite exterior permitirá asegurar el ejercicio de derechos de soberanía sobre los recursos naturales del lecho y subsuelo, en un total de aproximadamente 5.000.000 de km2” </p><p></p><p>Tenemos ante nosotros una oportunidad con la que pocos países en el mundo cuentan (ello se comprueba fácilmente en el planisferio). Sin embargo, no somos los únicos. Estados con clara conciencia territorial como Rusia, Brasil, y Australia ya han realizado los estudios técnicos y la presentación necesaria. El plazo (ya prorrogado) para las presentaciones ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental vence en el año 2009. Con la voluntad política necesaria es posible para la Argentina terminar sus estudios cumpliendo en tiempo y forma. </p><p></p><p></p><p>5- OBSERVACIONES FINALES. Intereses talasopolíticos argentinos.</p><p></p><p>Surge de lo hasta aquí expuesto, que sería prudente que los argentinos consideremos seriamente los principales intereses estratégicos que se vislumbran en nuestro mar en particular y en el Atlántico Sur en general, con el objetivo puesto en consolidar nuestros derechos en este espacio marítimo. </p><p>Para ello consideramos señalar algunos intereses estratégicos, desde ya sin agotarlos.</p><p>1. Fomentar la cooperación y acuerdos políticos, económicos y militares con los países sudamericanos ribereños y/o ligados al Atlántico Sur (Frente Americano)</p><p>2. Acrecentar la presencia y/o influencia argentina en el continente africano (Según surja de la evaluación pertinente)</p><p>3. Afirmar la condición de zona de paz y cooperación del Atlántico Sur</p><p>4. Proyectar el poder nacional, desarrollando tanto actividades privadas como oficiales</p><p>5. Ejercer una permanente presencia y acción en los espacios marítimos de jurisdicción nacional</p><p>6. Asegurar métodos de explotación sustentable de los recursos del mar</p><p>7. Ejercer adecuado control de la contaminación de las aguas</p><p>8. Revitalizar y fortalecer la navegación y el comercio fluvial en al cuenca del Plata (Eje geopolítico histórico de nuestro desarrollo)</p><p>9. Desarrollar la región patagónica como base vital para la afirmación de la soberanía argentina en el Atlántico Sur, clave además en la vinculación con el Pacífico y la Antártida</p><p>10. Ejercer activa participación en el Sistema del Tratado Antártico o en cualquier otra alternativa en el futuro</p><p>11. No claudicar en la lucha por recuperar el ejercicio efectivo de la soberanía sobre los archipiélagos Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur</p><p>12. Desarrollar una política militar acorde con los intereses estratégicos nacionales.</p><p></p><p>Intentar lograr la identificación de los intereses estratégicos en el marco de un consenso lo más amplio posible, redundará en aumentar las posibilidades de éxito de las políticas que de los mismos surjan. </p><p></p><p>Pensemos por último, que en un -Mundo en Problemas-, donde la guerra no da tregua, contaminado, con un sostenido crecimiento demográfico y escasez de recursos; nuestro espacio marítimo (con sus riquezas), y nuestro espacio territorial emergido (con sus vacíos) son parte de la solución. Esta en nosotros defenderlo, cuidarlo y aprovecharlo según lo consideremos conveniente. </p><p></p><p>Hemos dado aquí una mirada aunque superficial abarcativa de los principales temas con relación al objeto propuesto, el quehacer del Estado Nacional en relación al mar. El desafío de los argentinos como sociedad y del Estado como poder, será ocuparse más que preocuparse por estar a la altura de las exigencias planteadas por determinados actores en el espacio marítimo de nuestro interés.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="gordojhon, post: 825867, member: 8243"] estimado Derru, buscados datos sobre reservas de petroleo y gas en nuestro mar me tope con esto: LA NECESIDAD DE UN PENSAMIENTO TALASOPOLÍTICO ARGENTINO Licenciado Fernando J. Ohanessian “LA NECESIDAD DE UN PENSAMIENTO TALASOPOLÍTICO ARGENTINO” Lic. Fernando Ohanessian 1- TALASOPOLÍTICA Los pueblos tienden al mar como las plantas a la luz, decía Ramos Mejía, y es bueno recordarlo porque esta afirmación no ha perdido en absoluto vigencia. Sabemos que: “más de la mitad de la población del mundo vive a menos de 60 kilómetros de la costa, y esa proporción podría elevarse a las tres cuartas partes para el año 2020" . Este artículo pretende aportar al debate sobre el quehacer del Estado Nacional en relación al mar. Respecto al término –talasopolítica- el mismo alude a dos elementos (thálassa, mar y politika, las cuestiones relativas a la cosa pública/ Estado). Será, entonces, la talasopolítica una disciplina que cultive: El estudio de los espacios marítimos como componente del territorio del Estado ó como ámbito del ejercicio de la jurisdicción estatal. Existe entre los especialistas un acuerdo generalizado sobre cuales son algunos de las principales cuestiones relacionadas con el espacio marítimo que demandan ser abordados con claros cursos de acción. Así, entonces tenemos ante nosotros: -Problemas de seguridad nacional e internacional. -Aspectos políticos-jurídicos respecto a la interpretación de la CONVEMAR . -Cuestiones relativas al Derecho Comercial Marítimo. -Aplicación de los Códigos de Conducta de las Conferencias Marítimas. -Políticas de transporte marítimas y su problemática. -Aspectos de límites marítimos (cuestión Malvinas). A pesar de que a nuestro Estado rioplatense estos temas le suenen lejanos, debemos saber que el -espacio marítimo- es también (al igual que nuestra fértil pampa húmeda) parte de nuestra herencia geográfica y aceptar, por ende, los desafíos y oportunidades que el mismo nos presenta. Al posar el foco de interés en la relación existente entre el mar y el Estado, queda claro que la talasopolítica se nutre a la vez que alimenta varios campos del conocimiento. Procedente de la Ciencia política esta disciplina se sustentará también de la geografía, de la geopolítica, de la oceanografía, del derecho y de la historia. Cabe señalar también, que desde su especificidad generará conocimientos que retroalimentarán algunos de los campos mencionados como por ejemplo el del Derecho, en tanto y en cuanto consideramos al Estado como creador de normas jurídicas. ¿Cuales son las particularidades o la especificidad de nuestro objeto de estudio (el mar en su relacionamiento con el Estado) que requiere y justifica separar esta disciplina de la Geopolítica? Dicho en otros términos: ¿por qué considerar el análisis del componente territorial –mar- separado del resto de los componentes territoriales del Estado? A diferencia del ecúmene, en el espacio marítimo, no se vive -por el contrario resulta un medio hostil-. Desde el punto de vista físico, por su gran extensión es un espacio de difícil ocupación. Superficie uniforme e indiferenciada en la que no es posible trazar líneas que signifiquen fronteras. A pesar de ello, acordamos con Ratzel en que el mar en sí constituye la frontera ideal; separa, protege, aísla o une, según la conveniencia del Estado. Por el particular régimen jurídico que tiene el mar actualmente, va haciéndose ajeno a un Estado gradualmente, es decir, no es como la tierra, que en una determinada línea deja de ser territorio propio para pasar a ser de otro. Dice E.Aramburu: …“la autoridad estatal se va perdiendo por grados y la posibilidad de hacer la voluntad estatal se debilita con la distancia. Esto determina sin embargo, que haya una cantidad de atribuciones estatales que podrán ejercerse o no dependiendo del empeño y la voluntad del estado”. . Estas características particulares del espacio marítimo explican en gran medida la necesidad del estudio pormenorizado y desde la perspectiva de una disciplina que le sea propia. 2- EL ESTADO, SUS COMPONENTES Y LOS INTERESES NACIONALES. Siguiendo a N.Bobbio podemos decir que como condición necesaria y suficiente existirá Estado cuando en un territorio determinado haya un poder capaz de tomar decisiones y emitir los mandatos correspondientes, obligatorios para todos los que habitan en ese territorio y obedecidos efectivamente por la gran mayoría de los destinatarios. Poder, territorio y población son las claves básicas del Estado. Si sofisticamos el análisis vemos que el Derecho Internacional propone considerar cuatro elementos A) la población, B) el territorio, C) la organización política en su triple vertiente (gobierno, ordenamiento jurídico y poder político) y D) la soberanía que engloba a todo el conjunto y le da una significación especial. Respecto al territorio, podemos decir que se considera tal al ámbito espacial en el cual la organización (Estado) ejercita de hecho –con mayor intensidad- la propia potestad de gobierno, con exclusión de análogos poderes por parte de otro sujeto de carácter territorial. Si se desea no tener una idea parcial o mutilada de lo que un Estado es o puede ser respecto a su componente territorial, será necesario considerar que -el territorio- no se agota en su superficie (o espacio terrestre emergido), sino que a esos kilómetros cuadrados emergidos habrá que agregarles (si cabe el caso): el mar territorial, sus aguas interiores, su plataforma continental, y la superficie de la ZEE (según la normativa impuesta por el “Derecho del Mar”). Aún más no debemos olvidar el subsuelo y la profundidad de sus aguas. El foco de interés, como ya se ha dicho, estará puesto en aquellas cuestiones que involucran al Estado con su componente territorial marítimo, así entonces serán algunos de nuestros temas: - El litoral marítimo (costas, puertos, etc.) - Los recursos marítimos (renovables y no renovables) - Los sub espacios marinos (profundidad, suelo y subsuelo marino) - El expansionismo marítimo (tal vez, hoy menos vigente) - El mar territorial, la ZEE, Alta Mar El mar en tanto vía de comunicación y espacio estratégico posee la particularidad de ser un ámbito clave, donde el Estado deberá definir y luego defender sus intereses. Contará para ello entre otros con el instrumento militar. “El Instrumento Militar de una Nación halla cabida o justificación ante la multiplicidad de los conflictos y la incertidumbre que ellos generan, y encuentra su razón de ser en el derecho de los estados a su legítima defensa, tal como está previsto en la Carta de las Naciones Unidas. La identificación de los intereses a proteger y su consideración en relación con el escenario estratégico en el que el país esta inserto, ya sea por decisión propia o por imposición de otros, constituyen el punto de partida para definir la misión principal del Instrumento Militar y sus misiones complementarias” . Decimos que los intereses nacionales son condiciones reales o potenciales, cuya protección o búsqueda se considera ventajosa para la Nación. Es a través de lo que expresan los contenidos de las políticas exteriores de dos o más Estados que podemos hablar de -intereses comunes- (cuando estos son compartidos o coincidentes), -complementarios- (cuando intereses nacionales diferentes no colisionan necesariamente entre sí sino que hasta permiten una transacción que deje satisfecha a ambas partes), u –opuestos- (cuando estos los intereses nacionales divergentes llevan a los Estados al enfrentamiento). Desde nuestra perspectiva estos intereses se insertan en tres grandes ámbitos, a saber: el político, el económico y el de seguridad. Es importante que los Estados sepan definir sus intereses claramente y actúen en consonancia con los mismos. Sin embargo, esto no siempre ocurre así, generando problemas adicionales para la correcta percepción de los intereses propios y ajenos. Será un buen ejercicio identificar cuáles son los intereses talasopolíticos estratégicos de los países de la región, cuáles son compartidos por quiénes, y en qué orden de prioridades se ubican en las respectivas agendas. La homogeneidad de una región esta dada en gran medida por el hecho de que entre los Estados se reconozca la existencia de intereses compartidos. El que ello ocurra será un pilar fundamental para la búsqueda de consensos. La definición de intereses y consecuentes amenazas comunes –y eventualmente complementarios- es el principal fundamento por ejemplo para el desarrollo de un sistema de seguridad compartida. Existen regiones donde más allá de las subjetividades propias de cada Estado fue posible la visualización de intereses complementarios en algún caso y comunes en otro. Este hecho permitió la creación de un modelo de seguridad estratégico, venciendo así antiguos resquemores y posibilitando entonces la disuasión y lucha contra las amenazas comunes. Dice el CL Jorge Fraga: “El Poder Naval, junto al de los otros es un ingrediente gravitante en el poderío de la Nación. De ello se infiere la importancia del rol que desempeña para la plenitud de su existencia. El rol del Poder Naval deriva necesariamente del Poder Militar que se refiere a la defensa de la Nación. Además, todo país ribereño tiene ineludiblemente como rol de suma importancia el respaldo de los Intereses Marítimos de la Nación, que pueden sintetizarse en tres grandes aspectos: a. Las vías de comunicación b. Los recursos del mar c. El uso del mar para fines políticos” Asimismo, podemos leer también al respecto en nuestro Libro Blanco de la Defensa Nacional (Cáp.15): “La protección de los intereses de la República Argentina, en los espacios marítimos que bañan sus costas, o más allá de ellos, y ya sea en concierto con otras naciones o actuando independientemente, requiere de un amplio rango de capacidades militares. La dimensión de las áreas involucradas y la demanda de fuerzas navales para cumplir con esos roles son significativas y se enfrentan a recursos proporcionalmente siempre escasos. La geografía, y los intereses marítimos y fluviales que la República Argentina necesita defender, proporcionan las bases para el diseño del a Armada deseable; los recursos e ingenio presentarán la Armada posible” 3- LOS FACTORES TALASOPOLÍTICOS Y LOS CONFLICTOS EN EL MAR ARGENTINO. Elementos presentes en el medio marítimo cuyo análisis y comprensión redunda en interpretar los fenómenos talasopolíticos. a- El transporte marítimo (hace posible toda clase de intercambios). b- Pesquerías (fuente de alimentación con valor político estratégico ante el constante crecimiento demográfico mundial) c- Los recursos energéticos (hidrocarburos, gas, energía cinética del mar) d- Los yacimientos minerales (nódulos polimetálicos, manganeso y otros minerales) e- El derecho internacional marítimo (regulador y en constante evolución, pretende lograr la convivencia pacífica de los distintos Estados del Sistema Internacional) f- Capacidad científico – tecnológica (el desarrollo de las ciencias del mar, buscan una mejor administración y aprovechamiento de los recursos marinos) g- Los aspectos político estratégicos (este factor considera el potencial uso militar) En relación con la importancia de estos factores para la Argentina, y a modo de ejemplo, es posible señalar lo siguiente: - El 90% del total de las importaciones y exportaciones argentinas se realiza por vía marítima. (Fuente: Armada Argentina) - El Complejo pesquero exportó en el 2003 por 890 millones de U$S, mientras que el complejo de carne bovino (en el mismo año) lo hizo por 621 millones. (Fuente: Indec) - Se pescan anualmente en nuestro mar, más de 800.000tn entre peces, crustáceos y moluscos. (Fuente: Indec) - [U]En la Cuenca Austral (Santa Cruz, Tierra del Fuego) existen reservas de gas comprobadas por casi 150 mil millones de m3. (Fuente: Indec)[/B][/B][/U] En el último siglo la población del planeta se ha triplicado con creces, a razón de un incremento diario de 230.000 personas, o sea 84 millones por año. Es decir que a este paso, para el año 2050 seremos entre 9 o 10 mil millones habitando el planeta. Con este marco y sobre la base de lo antedicho, es posible visualizar tensiones en nuestro mar en torno a diversas causas. Se mencionan a continuación algunos de los principales conflictos (reales o potenciales) en nuestro espacio marítimo. Concientes que de la tramitación que se haga de los mismos surgirá la configuración real de nuestro Mar Argentino. -Pesca en el mar argentino y su zona adyacente (Milla 201). La Argentina ha definido el mar Argentino como el que llega hasta las doscientas millas de su ZEE. El conflicto se plantea con los buques que pescan en la zona inmediatamente adyacente a las doscientas millas. -Petróleo, cuencas sedimentarias y nódulos polimetálicos. Los yacimientos de recursos no vivos también plantean conflictos en tanto la jurisdicción de la Argentina (y su consecuente capacidad para otorgar concesiones de explotación). La misma está cuestionada por empresas que desean hacer exploración y explotación de esos recursos (obviamente, apoyadas por otros estados). -Conflicto por Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur. Luego de la guerra de 1982, el Reino Unido declaró una Zona de Conservación y Administración Pesquera . Dicha zona equivalía a una superficie aproximada de 220.000 km2 (círculo de 150 millas con centro en el estrecho de San Carlos). Ello se mantuvo entre 1982-1989. Luego de los Acuerdos de Madrid (1989/90), entre la Argentina y el Reino Unido, que reanudaron los vínculos bilaterales (bajo la fórmula de reserva de derechos –paraguas de soberanía-), siguieron una serie de actos unilaterales británicos mediante los cuales ampliaron su zona de jurisdicción efectiva a 1.800.000 km2 aprox., logrando una expansión marítima sin precedentes . Ello profundiza el conflicto; dado que la Argentina reclama, legítimamente, junto con las islas, las aguas pertinentes. Con respecto a los hidrocarburos, luego de los Acuerdos de 1995, el Reino Unido a desarrollado cursos de acción unilaterales (concesiones de prospección), discutidas por nuestro país. Se destaca asimismo que los británicos utilizan las islas como base para su logística y proyección de poder sobre la Antártida. - Existencia de actores no argentinos con intereses en el Atlántico Sur: .Estados Unidos .Brasil .Rusia . Chile .Reino Unido .Uruguay .Sudáfrica .Noruega .Actores no Estatales - Imprecisa soberanía en la Antártida. La soberanía sobre territorios situados en la Antártica, considerando los recursos estratégicos que allí se encuentran, es fuente de conflictos potencial en tanto todos los reclamos de soberanía territorial están suspendidos en virtud del Sistema del Tratado Antártico. Los conflictos reales o potenciales en el mar argentino se enmarcan en el escenario del Atlántico Sur, donde en las últimas décadas es posible señalar los siguientes hitos que marcan modificaciones en la situación estratégica: la guerra de Malvinas (1982), el Tratado del Beagle (1984), el Protocolo sobre Protección del Ambiente agregado al Tratado Antártico (1991), el fin de la política de apartheid en la República Sudafricana (1994), la devolución del Canal de Panamá (2000), y el proceso de integración en el Cono Sur americano. 4- LA IMPORTANCIA DE LA PLATAFORMA CONTINENTAL La Plataforma Continental. Es la continuación geológica del continente bajo el mar. El Derecho del Mar otorga al país ribereño la soberanía sobre los recursos del suelo y subsuelo en la plataforma hasta las 200 millas náuticas. En el caso, que la plataforma continental del país ribereño sobrepase las 200 millas, el mismo tendrá soberanía hasta un máximo de 350 millas. Esto debe ser demostrado mediante estudios científicos. Por ello, se sanciona la ley Nº 24815 (1997), que crea la Comisión que debe ubicar el límite exterior de nuestra plataforma continental. Límite exterior plataforma continental. En el año 1998, se crea la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA). Su objetivo es elaborar, de conformidad con lo establecido (CONVEMAR), una propuesta definitiva para establecer el límite exterior de la plataforma continental, que permita a la República Argentina consolidar el ejercicio de los derechos de soberanía sobre los recursos naturales existentes en un vasto territorio. Para que este límite sea definitivo y obligatorio ante la comunidad internacional, debe presentarse y ser aprobado por la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), órgano técnico creado por la CONVEMAR. Plataforma Continental Argentina. La plataforma continental argentina tiene la particularidad de ser muy extensa. Hasta las 200 millas náuticas abarca una superficie de aproximadamente 4.000.000 de km2. Por las condiciones geomorfológicas de su margen continental nuestra plataforma continental se extiende más allá de las 200 millas en casi un millón de kilómetros cuadrados. “Trazar el límite exterior permitirá asegurar el ejercicio de derechos de soberanía sobre los recursos naturales del lecho y subsuelo, en un total de aproximadamente 5.000.000 de km2” Tenemos ante nosotros una oportunidad con la que pocos países en el mundo cuentan (ello se comprueba fácilmente en el planisferio). Sin embargo, no somos los únicos. Estados con clara conciencia territorial como Rusia, Brasil, y Australia ya han realizado los estudios técnicos y la presentación necesaria. El plazo (ya prorrogado) para las presentaciones ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental vence en el año 2009. Con la voluntad política necesaria es posible para la Argentina terminar sus estudios cumpliendo en tiempo y forma. 5- OBSERVACIONES FINALES. Intereses talasopolíticos argentinos. Surge de lo hasta aquí expuesto, que sería prudente que los argentinos consideremos seriamente los principales intereses estratégicos que se vislumbran en nuestro mar en particular y en el Atlántico Sur en general, con el objetivo puesto en consolidar nuestros derechos en este espacio marítimo. Para ello consideramos señalar algunos intereses estratégicos, desde ya sin agotarlos. 1. Fomentar la cooperación y acuerdos políticos, económicos y militares con los países sudamericanos ribereños y/o ligados al Atlántico Sur (Frente Americano) 2. Acrecentar la presencia y/o influencia argentina en el continente africano (Según surja de la evaluación pertinente) 3. Afirmar la condición de zona de paz y cooperación del Atlántico Sur 4. Proyectar el poder nacional, desarrollando tanto actividades privadas como oficiales 5. Ejercer una permanente presencia y acción en los espacios marítimos de jurisdicción nacional 6. Asegurar métodos de explotación sustentable de los recursos del mar 7. Ejercer adecuado control de la contaminación de las aguas 8. Revitalizar y fortalecer la navegación y el comercio fluvial en al cuenca del Plata (Eje geopolítico histórico de nuestro desarrollo) 9. Desarrollar la región patagónica como base vital para la afirmación de la soberanía argentina en el Atlántico Sur, clave además en la vinculación con el Pacífico y la Antártida 10. Ejercer activa participación en el Sistema del Tratado Antártico o en cualquier otra alternativa en el futuro 11. No claudicar en la lucha por recuperar el ejercicio efectivo de la soberanía sobre los archipiélagos Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur 12. Desarrollar una política militar acorde con los intereses estratégicos nacionales. Intentar lograr la identificación de los intereses estratégicos en el marco de un consenso lo más amplio posible, redundará en aumentar las posibilidades de éxito de las políticas que de los mismos surjan. Pensemos por último, que en un -Mundo en Problemas-, donde la guerra no da tregua, contaminado, con un sostenido crecimiento demográfico y escasez de recursos; nuestro espacio marítimo (con sus riquezas), y nuestro espacio territorial emergido (con sus vacíos) son parte de la solución. Esta en nosotros defenderlo, cuidarlo y aprovecharlo según lo consideremos conveniente. Hemos dado aquí una mirada aunque superficial abarcativa de los principales temas con relación al objeto propuesto, el quehacer del Estado Nacional en relación al mar. El desafío de los argentinos como sociedad y del Estado como poder, será ocuparse más que preocuparse por estar a la altura de las exigencias planteadas por determinados actores en el espacio marítimo de nuestro interés. [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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