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<blockquote data-quote="COMPASS" data-source="post: 339390" data-attributes="member: 83">Considero que si Brasil quiere convertirse en una potencia ejemplo del siglo XXI, debe modificar los paradigmas establecidos hasta hoy, en vez de seguir la receta tradicional para lograr lo que en los abstractos números se considera &quot;desarrollo&quot;, es decir, la transformación irresponsable de naturaleza en dinero....Cuando lo que demanda este siglo, en nombre de los siglos que dependen de lo que se haga hoy -si queremos permanecer sobre esta superficie o queremos suicidarnos en masa-, es intentar reestablecer el equilibrio entre el planeta y las necesidades y actividades humanas, por tanto, respetar los ciclos, los tiempos y espacios que demanda la tierra para regenerarse, para renacer de sí misma, como lo hace desde millones de años, si no entendemos y encaramos este desafío, estamos bien en el horno, literalmente...Es entonces, que un país como Brasil, por designio de los acontecimientos históricos, ha devenido en depositario de un bien que trasciende -por su importancia a escala planetaria- su propia voluntad, pero no su propia y legítima soberanía, la cual debiera pasar sin ser analizada ni sujeta a comicio por parte de potencia alguna.Pues bien, considero que Brasil, por ser el poseedor de un bien indispensable a la humanidad toda, en mayor medida que ningún otro lugar de la tierra, debiera asumir el papel de potencia que pretende, desde el ángulo que demanda imperiosamente este tiempo, que nos plantea la macabra disyuntiva que es la de la subsistencia o la destrucción insensata, como hasta ahora, cuya única y excluyente práctica han venido haciendo las potencias tradicionales.Si Brasil desea ser potencia, que lo sea por un liderazgo que nadie ha asumido hasta ahora, sería un liderazgo indiscutible, y digno de ser seguido por todos, una preeminencia que nadie sería capaz de cuestionar, pues de ella depende la continuidad de la historia humana...</blockquote>

[QUOTE="COMPASS, post: 339390, member: 83"] Considero que si Brasil quiere convertirse en una potencia ejemplo del siglo XXI, debe modificar los paradigmas establecidos hasta hoy, en vez de seguir la receta tradicional para lograr lo que en los abstractos números se considera "[I]desarrollo[/I]", es decir, la transformación irresponsable de naturaleza en dinero. ...Cuando lo que demanda este siglo, en nombre de los siglos que dependen de lo que se haga hoy -[I]si queremos permanecer sobre esta superficie o queremos suicidarnos en masa[/I]-, es intentar reestablecer el equilibrio entre el planeta y las necesidades y actividades humanas, por tanto, respetar los ciclos, los tiempos y espacios que demanda la tierra para regenerarse, para renacer de sí misma, como lo hace desde millones de años, si no entendemos y encaramos este desafío, estamos bien en el horno, literalmente... Es entonces, que un país como Brasil, por designio de los acontecimientos históricos, ha devenido en depositario de un bien que trasciende -[I]por su importancia a escala planetaria[/I]- su propia voluntad, pero no su propia y legítima soberanía, la cual debiera pasar sin ser analizada ni sujeta a comicio por parte de potencia alguna. Pues bien, considero que Brasil, por ser el poseedor de un bien indispensable a la humanidad toda, en mayor medida que ningún otro lugar de la tierra, debiera asumir el papel de potencia que pretende, desde el ángulo que demanda imperiosamente este tiempo, que nos plantea la macabra disyuntiva que es la de la subsistencia o la destrucción insensata, como hasta ahora, cuya única y excluyente práctica han venido haciendo las potencias tradicionales. Si Brasil desea ser potencia, que lo sea por un liderazgo que nadie ha asumido hasta ahora, sería un liderazgo indiscutible, y digno de ser seguido por todos, una preeminencia que nadie sería capaz de cuestionar, pues de ella depende la continuidad de la historia humana... [/QUOTE]

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