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El desembarco en las Islas Malvinas no representa simplemente un capricho de los entonces mandos militares de la dictadura autodenominada “Proceso de Reorganizacion Nacional” que gobernaba el pais desde Marzo de 1976, sino que es el punto de inflexion luego de años de negociaciones estancadas y distintas escaladas a nivel diplomatico durante 150 años.
Las Islas Malvinas, fueron usurpadas a la Republica Argentina en 1833, donde luego se instalaron ciudadanos britanicos conocidos posteriormente como “Kelpers”. Esta situacion se mantuvo durante mas de 100 años. Las Diplomacia y las Fuerzas Armadas de nuestro pais siempre han analizado primero desde un motivo patriotico asi como un motivo estrategico, la recuperacion del archipielago. Al menos desde 1956 existen “juegos de guerra”, situaciones ficticias donde se analiza la participacion en un determinado escenario, por la recuperacion de las Malvinas.
Durante la decada de 1960 hubo distintos principios de negociacion, partiendo de la base de la relacion del archipielago con empresas argentinas que proveian la estructura de soporte y logistica de las mismas, tanto la division de Transportes Navales de la Armada Argentina, el combustible necesario de parte de Yacimientos Petroliferos Fiscales como la vital conexión aerea de parte de los hidroaviones Albatros de la Fuerza Aerea Argentina.En el año 1965, las Naciones Unidas en su animo de continuar el proceso descolonizador establecido con la resolucion 1514 emiten la resolucion 2065 donde instan a la Republica Argentina y el Reino Unido a entablar una negociacion que de fin a la situacion imperante de forma pacifica. En 1966 un grupo de jovenes, tomo por asalto un avion de la empresa de bandera, Aerolineas Argentinas y cruzo el Atlantico Sur hacia el entonces Puerto Argentino enarbolando la bandera celeste y blanca. Esto mostraba en parte la determinacion del sentir nacional hacia las “hermanitas perdidas”.
En la decada de 1970 se ve una mejora de las relaciones diplomaticas, sumado a la compra de equipamiento entre las que se incluyen dos fragatas antiaereas de ultima generacion, vale el hacer referencia a esto tanto por el valor economico de la operación, los avances tecnologicos y la importancia de las mismas en ambos lados del combate durante 1982. A mediados de la decada, distintas misiones buscan hacer el relevamiento de la cuenca hidrocarburifera de las Islas, estas misiones cientificas logicamente con el fin de analizar el area para determinar la factibilidad de la explotacion de los recursos generaron distintos roces politicos hasta el año 1977 donde la situacion daba un llamado de alerta de lo que se concretaria finalmente 5 años despues. El buque BAS Shackleton, de investigacion cientifica, fue escoltado por el Destructor ARA “Almirante Storni” fuera del mar territorial incluso bajo fuego disuasivo, lo que llevo a una queja diplomatica y un recalentamiento de las relaciones incluso con el despliegue de un submarino atomico britanico de parte de la Royal Navy, algo que se conocio años despues.
Esto en medio de distintas negociaciones, llego a instancias y charlas tanto bajo el marco de las Naciones Unidas asi como bilaterales que coquetearon infructuosamente con la cesion de las Malvinas en un sistema donde el Reino Unido mantendria la presencia y por ende la soberania efectiva, durante 99 años a lo cual se restituiria a la Republica Argentina, una situacion que aunque diplomaticamente era interesante para el Foreign Office britanico, carecia del apoyo politico de los sectores con intereses economicos en las Malvinas, especialmente del Partido Conservador en las licencias pesqueras y las estancias ovejeras, quienes muy duramente rechazaron la propuesta que hiciera Ridley con apoyo de Lord Carrington en la Camara de los Comunes. No solo eso, la negativa del reino responde tambien a la estrategia, las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur según palabras del propio ministro de Relaciones Exteriores de entonces, Nicanor Costa Mendez “son decisivas en tres aspectos: primero, en cuanto al control y dominio del mar austral y los accesos tan valorados hoy al Pacifico, sea a traves de canales, sea a traves del mar de Weddell. Segundo, que esto tenia enorme importancia en cuanto a su reflejo sobre la Antartida, Todos sabemos que los derechos sobre la Antartida estan congelados, estan suspendidos, que no hay derechos reconocidos, que la tierra podra tener o no influencia, el dia que llegue el momento y se descongelen los derechos, pero no cabe dudas de que las Malvinas, en poder de la Argentina, tienen una enorme influencia sobre la Antartida, aunque no fuera mas que para controlar el acceso”.
Durante esta decada se han dado distintos niveles de planificacion de parte de las Fuerzas Armadas para analizar la recuperacion de las islas e incluso en parte para analizar la posibilidad de un posible conflicto armado. Durante 1978 el entonces Almirante Emilio Massera, Jefe de Estado Mayor General de la Armada y uno de los personajes mas importantes del Proceso, da la orden de comenzar los primeros estudios y analisis formales de parte de la Armada Argentina para una accion de recuperacion de las Islas Malvinas, aunque fue rechazado por el Ejercito y la Fuerza Aerea.
Posteriormente continuaron las negociaciones, con un aparente estancamiento incentivado por una postura del Reino Unido a no avanzar en las mismas, una situacion que ante las instancias generadas por la Argentina en 1979 y 1980 no demuestra avances.
En 1981 el hasta entonces Teniente General Jorge Rafael Videla, Presidente de Facto del Proceso de Reorganizacion Nacional que se establece al poder luego del golpe de estado a la entonces Presidente Maria Estela Martinez de Peron, renuncia. Distintas crisis, politica, economica e interna dentro del seno de la dictadura llevan a que asumiera en su lugar el Teniente General Roberto Eduardo Viola, de una linea mas “blanda” intenta una descompresion de la situacion que resulta ineficiente sumado a la presion popular creciente hacia la restitucion de la democracia, el propio regimen lo desplaza, con un lider interino, el Vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, quien ejerceria su administracion durante 11 dias hasta que finalmente tome posesion el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, lo que tambien trae la renovacion de la cupula de los jefes militares, designados el Almirante Jorge Isaac Anaya y el Brigadier General Basilio Lami Dozo, en la Armada y la Fuerza Aerea respectivamente.
Este nombramiento trae nuevo impulso a la negociacion por Malvinas, que aunque continuaba diplomaticamente, a los fines practicos se habia demostrado inefectiva. Galtieri en su planificacion a fines de 1981 para el periodo 1982-1984 determina “intensificar, por la accion diplomatica, la accion referente a las Malvinas”. Entendiendo un nivel de desaprension de parte del Reino Unido ante los reclamos argentinos. Aunque ya estaba en consideracion de parte de los anteriores lideres de la Junta, Galtieri da un nuevo peso e influencia al desenvolvimiento nacional al respecto.
Vale destacar que en distintos estudios realizados independientemente entre las Fuerzas Armadas, siempre se considero en esa ultima decada, la fuerte posibilidad ante la escalada de eventos y reuniones diplomaticas, de que terminara manifestandose un conflicto directo entre ambas naciones, El entonces Brigadier Mayor Jose Miret, habia incluso calificado un año antes como Hipotesis de Guerra Grave, con toda la seriedad que la definicion misma demuestra, a la relacion con el Reino Unido, incluso mas alla de la que tres años antes habia dejado a minutos de la guerra entre Chile y la Argentina, una situacion ahora latente pero en franco enfriamiento comparativamente.
No solo preocupaba internacionalmente Malvinas a la dictadura militar, este año y las ultimas conversaciones dentro del seno de loa paises alineados con la politica de los Estados Unidos, el apoyo economico y con otros medios al golpe de estado en Bolivia mas la participacion con asesores y personal en Centroamerica era de gran relevancia.
Durante el mes de Diciembre de 1981, Galtieri convoca al General de Division Jorge Osvaldo Garcia, comandante de la 5ta Brigada del Ejercito Argentino, en todo caso la responsable de la zona sur continental, para comunicarle de forma verbal su nueva mision, en este caso, esbozar un plan de recuperacion de las Islas Malvinas, aunque sin fecha, era crucial la influencia de elementos diplomaticos y cuestiones que acelerarian posteriormente los planes que sin contar con una fecha de ejecucion, se determinaron a ser puestos en accion “lo antes posible”. Galtieri hizo enfasis en mantener bajo palabra las ordenes con el motivo de minimizar la posibilidad de filtracion de esta planificacion.
La postura original de la Junta Militar para el desembarco y la recuperacion de las Islas Malvinas era un fuerte y claro llamado de atencion al gobierno britanico, en rechazo del mantenimiento del status quo con la demora indefinida de los avances en las relaciones y como forma de terminar con 150 años de ocupacion ilegal de territorio legitimanente argentino. Esta accion incruenta, contaba con el objetivo de devolver al Reino Unido a la mesa de negociaciones e incluso bajo los auspicios de los Estados Unidos.
La potencia del norte en distintas reuniones con representantes del Congreso y del Departamento de Estado siempre habia mostrado una neutralidad al respecto y de tomarse acciones, no intervendrian directamente mas alla de una mediacion con fines pacificos y de resolucion, literalmente con la expresion “hands off” de su parte, algo que a futuro se demostraria ambigua y abiertamente engañosa para el gobierno argentino, dando apoyo directo en las operaciones de su principal aliado desde la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Fria versus el marxismo, la Union Sovietica, el Pacto de Varsovia y sus aliados en todo el mundo.
El General Garcia luego toma contacto con el Brigadier Mayor Sigfrido Plessl y el Vicealmirante Juan Jose Lombardo para comenzar con la planificacion de una operación que ante todo para ser exitosa debe ser conjunta. Algo que lamentablemente en muchas circunstancias no se manifesto durante los 74 dias de combate. Esta imposicion de secreto absoluto provoco serios impedimentos para recavar de la forma mas completa la informacion de inteligencia, estrategica asimismo la accion politica para respaldar tal accion de envergadura.
La accion contemplaba el desembarco, con la captura de las instalaciones de gobierno, comunicaciones y enlace, de gran importancia el aeropuerto y todas las estructuras portuarias, dejando una guarnicion de quinientos hombres bajo el mando de un gobierno militar y una fuerza de reserva, aunque nunca formalmente constituida, en el Teatro de Operaciones Atlantico Sur (TOAS) en el caso de producirse una respuesta militar britanica. En resumen, lo que se define como Ocupar para Negociar.
Mientras se daban estas planificaciones, los jefes comunicaban la necesidad a algunos de sus comandantes de unidades de prepararse y mejorar las preparaciones en general, aunque por ahora sin ningun tipo de disposicion clara de cual era el objetivo, la logica conclusion para muchos era una accion hacia o en respuesta a Chile, pero jamas a Malvinas, aunque no solo Malvinas era un lugar de interes.
Constantino Davidoff es un empresario argentino que en 1976 se entero de la existencia de instalaciones balleneras abandonadas en Puerto Leith, Georgias del Sur desde 1950, interesado en el material y la posibilidad de explotar economicamente el chatarreo de las mismas. Davidoff tomo contacto con el propietario, la empresa Christian Salvesen, aunque en un primer momento se le fue denegada la posibilidad y el continuo insistiendo hasta que finalmente le es aprobado. El Gobierno Britanico y su administracion en las Islas Malvinas autorizo el contrato de compra que le daba un periodo de tiempo hasta Marzo de 1983 para realizar estas actividades. Ante la negativa del Gobierno Britanico y su British Antartic Survey, es contactado por la Cancilleria argentina y logra hacer un viaje de inspeccion del sitio a bordo del Rompehielos “Almirante Irizar”. Aunque contaba con autorizacion, el Foreign Office le llamo la atencion a posteriori pidiendole detalles de con quien iria, medios y propositos, de que manera llegaria, en clara señal de desconfianza de haber arribado con un buque de la Armada Argentina, mas alla de que para ir a Georgias no era el mismo requerimiento de documentacion que para las Malvinas.
Davidoff recuerda que en distintas oportunidades, reunido con oficiales de la Armada Argentina encargados del transporte, se hizo siempre la sugerencia de que se refiriera al termino “soberania” para poder acelerar todos los procesos, una suerte de ayuda dentro de la cancilleria..considerando tambien que Transportes Navales se contemplaba como una “empresa” con objetivos nacionales, planteaba el detalle soberano de contar con la capacidad de hacer este tipo de viajes a Malvinas y las Georgias del Sur, demostrando capacidad de despliegue en la totalidad del territorio nacional. Sin embargo el entonces Comandante de Operaciones Navales, Almirante Suarez del Cerro, lo niega y es quien declara esto como ardid de Davidoff para lograr beneficios sin costo, de parte del Estado Nacional, en su emprendimiento comercial.
El pedido de una nueva extension hasta Marzo de 1984 debido a que las estimaciones originales del tiempo necesario para concretar la limpieza y organización habian sido subestimadas, genero sospechas en el gobierno britanico de que fuera influenciada por la Junta o por alguna autoridad naval. El dia 11 de Marzo de 1982, el buque ARA “Bahia Buen Suceso”, charteado por Davidoff parte hacia Puerto Leith, donde al arribar se produce un incidente, cientificos britanicos reportaron el izamiento de una bandera argentina. Este grupo britanico exige la presentacion en Grytviken para aprestarse a migraciones y el personal argentino se niega, pasan la noche en Leith y parten hacia Grytviken como estaba planeado, a lo cual se lo reportan al Reino Unido y comienza la tension bajo la orden britanica al buque antartico HMS Endurance de desplazarse hasta Leith y desalojar al personal que alli se encontraba acompañado de un ultimatum diplomatico al gobierno argentino, la maquinaria de guerra estaba en marcha..
En el año 1955, Armada Argentina habia en una maniobra tanto arriesgada como audaz, desplegado una base cientifica en la isla Thule, parte de las islas Sandwich del Sur. la base Teniente Esquivel sin embargo tuvo que ser evacuada meses despues debido a una erupcion volcanica y fue abandonada. 21 años despues en 1977, la Armada nuevamente habia instalado una base cientifica, en este caso llamada Corbeta Uruguay. Esto habia provocado algunas quejas diplomaticas de parte del Reino Unido pero no habia impedido la permanencia de la mision que se mantenia hasta 1982, cuando fue destruida por las fuerzas militares britanicas.
Basandose en esta experiencia exitosa, la Armada hizo un borrador de una operación en Georgias, la cual consistia tal como en Thule, instalar una base cientifica la cual significara una extension nuevamente de la soberania nacional, aunque en este caso mucho mas complejo, considerando la presencia de personal britanico, noruego y distintas nacionalidades las cuales hacian de Leith y Grytviken puertos de paso en camino al continente blanco, aunque las intenciones nunca cesaron, esto finalmente fue descartado en su planteo original,no asi en su totalidad.
El entonces Capitan de Navio Cesar Trombetta, bajo ordenes del Almirante Edgardo Otero, junto al Capitan Prado planifican el despliegue de personal militar el cual se instalaria subrepticiamente junto al grupo de trabajadores de Constantino Davidoff, para ser solo revelados ya llegado el Invierno teniendo en cuenta la dificultad para desplazarse ante lo agreste de la temporada invernal en las islas, no solo eso, en el caso de ser enfrentados, resistir hasta las ultimas consecuencias.
Trombetta ya habia conocido Georgias, ya que habia sido parte de ese grupo que desembarca con Davidoff desde el Rompehielos “Almirante Irizar”, con el objetivo para reservarse su opinion e informacion que necesitaba para concretar su planificacion.
El despliegue o no del grupo seleccionado a “Alfa” dependia directamente de lo que era el resultado de las ultimas negociaciones con el Reino Unido. Ante la afirmativa del Embajador Carlos Blanco, se le dio luz verde a la operación, donde un grupo de 15 militares al mando del tristemente celebre Teniente de Navio Alfredo Astiz, los cuales serian desembarcados del ARA “Bahia Paraiso” luego de que partiera el ultimo buque britanico, la nave argentina tampoco se limito solo al transporte de estos hombres sino que interferia las comunicaciones del HMS Endurance, en enlace radial con Londres.
Las Islas Malvinas, fueron usurpadas a la Republica Argentina en 1833, donde luego se instalaron ciudadanos britanicos conocidos posteriormente como “Kelpers”. Esta situacion se mantuvo durante mas de 100 años. Las Diplomacia y las Fuerzas Armadas de nuestro pais siempre han analizado primero desde un motivo patriotico asi como un motivo estrategico, la recuperacion del archipielago. Al menos desde 1956 existen “juegos de guerra”, situaciones ficticias donde se analiza la participacion en un determinado escenario, por la recuperacion de las Malvinas.
Durante la decada de 1960 hubo distintos principios de negociacion, partiendo de la base de la relacion del archipielago con empresas argentinas que proveian la estructura de soporte y logistica de las mismas, tanto la division de Transportes Navales de la Armada Argentina, el combustible necesario de parte de Yacimientos Petroliferos Fiscales como la vital conexión aerea de parte de los hidroaviones Albatros de la Fuerza Aerea Argentina.En el año 1965, las Naciones Unidas en su animo de continuar el proceso descolonizador establecido con la resolucion 1514 emiten la resolucion 2065 donde instan a la Republica Argentina y el Reino Unido a entablar una negociacion que de fin a la situacion imperante de forma pacifica. En 1966 un grupo de jovenes, tomo por asalto un avion de la empresa de bandera, Aerolineas Argentinas y cruzo el Atlantico Sur hacia el entonces Puerto Argentino enarbolando la bandera celeste y blanca. Esto mostraba en parte la determinacion del sentir nacional hacia las “hermanitas perdidas”.
En la decada de 1970 se ve una mejora de las relaciones diplomaticas, sumado a la compra de equipamiento entre las que se incluyen dos fragatas antiaereas de ultima generacion, vale el hacer referencia a esto tanto por el valor economico de la operación, los avances tecnologicos y la importancia de las mismas en ambos lados del combate durante 1982. A mediados de la decada, distintas misiones buscan hacer el relevamiento de la cuenca hidrocarburifera de las Islas, estas misiones cientificas logicamente con el fin de analizar el area para determinar la factibilidad de la explotacion de los recursos generaron distintos roces politicos hasta el año 1977 donde la situacion daba un llamado de alerta de lo que se concretaria finalmente 5 años despues. El buque BAS Shackleton, de investigacion cientifica, fue escoltado por el Destructor ARA “Almirante Storni” fuera del mar territorial incluso bajo fuego disuasivo, lo que llevo a una queja diplomatica y un recalentamiento de las relaciones incluso con el despliegue de un submarino atomico britanico de parte de la Royal Navy, algo que se conocio años despues.
Esto en medio de distintas negociaciones, llego a instancias y charlas tanto bajo el marco de las Naciones Unidas asi como bilaterales que coquetearon infructuosamente con la cesion de las Malvinas en un sistema donde el Reino Unido mantendria la presencia y por ende la soberania efectiva, durante 99 años a lo cual se restituiria a la Republica Argentina, una situacion que aunque diplomaticamente era interesante para el Foreign Office britanico, carecia del apoyo politico de los sectores con intereses economicos en las Malvinas, especialmente del Partido Conservador en las licencias pesqueras y las estancias ovejeras, quienes muy duramente rechazaron la propuesta que hiciera Ridley con apoyo de Lord Carrington en la Camara de los Comunes. No solo eso, la negativa del reino responde tambien a la estrategia, las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur según palabras del propio ministro de Relaciones Exteriores de entonces, Nicanor Costa Mendez “son decisivas en tres aspectos: primero, en cuanto al control y dominio del mar austral y los accesos tan valorados hoy al Pacifico, sea a traves de canales, sea a traves del mar de Weddell. Segundo, que esto tenia enorme importancia en cuanto a su reflejo sobre la Antartida, Todos sabemos que los derechos sobre la Antartida estan congelados, estan suspendidos, que no hay derechos reconocidos, que la tierra podra tener o no influencia, el dia que llegue el momento y se descongelen los derechos, pero no cabe dudas de que las Malvinas, en poder de la Argentina, tienen una enorme influencia sobre la Antartida, aunque no fuera mas que para controlar el acceso”.
Durante esta decada se han dado distintos niveles de planificacion de parte de las Fuerzas Armadas para analizar la recuperacion de las islas e incluso en parte para analizar la posibilidad de un posible conflicto armado. Durante 1978 el entonces Almirante Emilio Massera, Jefe de Estado Mayor General de la Armada y uno de los personajes mas importantes del Proceso, da la orden de comenzar los primeros estudios y analisis formales de parte de la Armada Argentina para una accion de recuperacion de las Islas Malvinas, aunque fue rechazado por el Ejercito y la Fuerza Aerea.
Posteriormente continuaron las negociaciones, con un aparente estancamiento incentivado por una postura del Reino Unido a no avanzar en las mismas, una situacion que ante las instancias generadas por la Argentina en 1979 y 1980 no demuestra avances.
En 1981 el hasta entonces Teniente General Jorge Rafael Videla, Presidente de Facto del Proceso de Reorganizacion Nacional que se establece al poder luego del golpe de estado a la entonces Presidente Maria Estela Martinez de Peron, renuncia. Distintas crisis, politica, economica e interna dentro del seno de la dictadura llevan a que asumiera en su lugar el Teniente General Roberto Eduardo Viola, de una linea mas “blanda” intenta una descompresion de la situacion que resulta ineficiente sumado a la presion popular creciente hacia la restitucion de la democracia, el propio regimen lo desplaza, con un lider interino, el Vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, quien ejerceria su administracion durante 11 dias hasta que finalmente tome posesion el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, lo que tambien trae la renovacion de la cupula de los jefes militares, designados el Almirante Jorge Isaac Anaya y el Brigadier General Basilio Lami Dozo, en la Armada y la Fuerza Aerea respectivamente.
Este nombramiento trae nuevo impulso a la negociacion por Malvinas, que aunque continuaba diplomaticamente, a los fines practicos se habia demostrado inefectiva. Galtieri en su planificacion a fines de 1981 para el periodo 1982-1984 determina “intensificar, por la accion diplomatica, la accion referente a las Malvinas”. Entendiendo un nivel de desaprension de parte del Reino Unido ante los reclamos argentinos. Aunque ya estaba en consideracion de parte de los anteriores lideres de la Junta, Galtieri da un nuevo peso e influencia al desenvolvimiento nacional al respecto.
Vale destacar que en distintos estudios realizados independientemente entre las Fuerzas Armadas, siempre se considero en esa ultima decada, la fuerte posibilidad ante la escalada de eventos y reuniones diplomaticas, de que terminara manifestandose un conflicto directo entre ambas naciones, El entonces Brigadier Mayor Jose Miret, habia incluso calificado un año antes como Hipotesis de Guerra Grave, con toda la seriedad que la definicion misma demuestra, a la relacion con el Reino Unido, incluso mas alla de la que tres años antes habia dejado a minutos de la guerra entre Chile y la Argentina, una situacion ahora latente pero en franco enfriamiento comparativamente.
No solo preocupaba internacionalmente Malvinas a la dictadura militar, este año y las ultimas conversaciones dentro del seno de loa paises alineados con la politica de los Estados Unidos, el apoyo economico y con otros medios al golpe de estado en Bolivia mas la participacion con asesores y personal en Centroamerica era de gran relevancia.
Durante el mes de Diciembre de 1981, Galtieri convoca al General de Division Jorge Osvaldo Garcia, comandante de la 5ta Brigada del Ejercito Argentino, en todo caso la responsable de la zona sur continental, para comunicarle de forma verbal su nueva mision, en este caso, esbozar un plan de recuperacion de las Islas Malvinas, aunque sin fecha, era crucial la influencia de elementos diplomaticos y cuestiones que acelerarian posteriormente los planes que sin contar con una fecha de ejecucion, se determinaron a ser puestos en accion “lo antes posible”. Galtieri hizo enfasis en mantener bajo palabra las ordenes con el motivo de minimizar la posibilidad de filtracion de esta planificacion.
La postura original de la Junta Militar para el desembarco y la recuperacion de las Islas Malvinas era un fuerte y claro llamado de atencion al gobierno britanico, en rechazo del mantenimiento del status quo con la demora indefinida de los avances en las relaciones y como forma de terminar con 150 años de ocupacion ilegal de territorio legitimanente argentino. Esta accion incruenta, contaba con el objetivo de devolver al Reino Unido a la mesa de negociaciones e incluso bajo los auspicios de los Estados Unidos.
La potencia del norte en distintas reuniones con representantes del Congreso y del Departamento de Estado siempre habia mostrado una neutralidad al respecto y de tomarse acciones, no intervendrian directamente mas alla de una mediacion con fines pacificos y de resolucion, literalmente con la expresion “hands off” de su parte, algo que a futuro se demostraria ambigua y abiertamente engañosa para el gobierno argentino, dando apoyo directo en las operaciones de su principal aliado desde la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Fria versus el marxismo, la Union Sovietica, el Pacto de Varsovia y sus aliados en todo el mundo.
El General Garcia luego toma contacto con el Brigadier Mayor Sigfrido Plessl y el Vicealmirante Juan Jose Lombardo para comenzar con la planificacion de una operación que ante todo para ser exitosa debe ser conjunta. Algo que lamentablemente en muchas circunstancias no se manifesto durante los 74 dias de combate. Esta imposicion de secreto absoluto provoco serios impedimentos para recavar de la forma mas completa la informacion de inteligencia, estrategica asimismo la accion politica para respaldar tal accion de envergadura.
La accion contemplaba el desembarco, con la captura de las instalaciones de gobierno, comunicaciones y enlace, de gran importancia el aeropuerto y todas las estructuras portuarias, dejando una guarnicion de quinientos hombres bajo el mando de un gobierno militar y una fuerza de reserva, aunque nunca formalmente constituida, en el Teatro de Operaciones Atlantico Sur (TOAS) en el caso de producirse una respuesta militar britanica. En resumen, lo que se define como Ocupar para Negociar.
Mientras se daban estas planificaciones, los jefes comunicaban la necesidad a algunos de sus comandantes de unidades de prepararse y mejorar las preparaciones en general, aunque por ahora sin ningun tipo de disposicion clara de cual era el objetivo, la logica conclusion para muchos era una accion hacia o en respuesta a Chile, pero jamas a Malvinas, aunque no solo Malvinas era un lugar de interes.
Constantino Davidoff es un empresario argentino que en 1976 se entero de la existencia de instalaciones balleneras abandonadas en Puerto Leith, Georgias del Sur desde 1950, interesado en el material y la posibilidad de explotar economicamente el chatarreo de las mismas. Davidoff tomo contacto con el propietario, la empresa Christian Salvesen, aunque en un primer momento se le fue denegada la posibilidad y el continuo insistiendo hasta que finalmente le es aprobado. El Gobierno Britanico y su administracion en las Islas Malvinas autorizo el contrato de compra que le daba un periodo de tiempo hasta Marzo de 1983 para realizar estas actividades. Ante la negativa del Gobierno Britanico y su British Antartic Survey, es contactado por la Cancilleria argentina y logra hacer un viaje de inspeccion del sitio a bordo del Rompehielos “Almirante Irizar”. Aunque contaba con autorizacion, el Foreign Office le llamo la atencion a posteriori pidiendole detalles de con quien iria, medios y propositos, de que manera llegaria, en clara señal de desconfianza de haber arribado con un buque de la Armada Argentina, mas alla de que para ir a Georgias no era el mismo requerimiento de documentacion que para las Malvinas.
Davidoff recuerda que en distintas oportunidades, reunido con oficiales de la Armada Argentina encargados del transporte, se hizo siempre la sugerencia de que se refiriera al termino “soberania” para poder acelerar todos los procesos, una suerte de ayuda dentro de la cancilleria..considerando tambien que Transportes Navales se contemplaba como una “empresa” con objetivos nacionales, planteaba el detalle soberano de contar con la capacidad de hacer este tipo de viajes a Malvinas y las Georgias del Sur, demostrando capacidad de despliegue en la totalidad del territorio nacional. Sin embargo el entonces Comandante de Operaciones Navales, Almirante Suarez del Cerro, lo niega y es quien declara esto como ardid de Davidoff para lograr beneficios sin costo, de parte del Estado Nacional, en su emprendimiento comercial.
El pedido de una nueva extension hasta Marzo de 1984 debido a que las estimaciones originales del tiempo necesario para concretar la limpieza y organización habian sido subestimadas, genero sospechas en el gobierno britanico de que fuera influenciada por la Junta o por alguna autoridad naval. El dia 11 de Marzo de 1982, el buque ARA “Bahia Buen Suceso”, charteado por Davidoff parte hacia Puerto Leith, donde al arribar se produce un incidente, cientificos britanicos reportaron el izamiento de una bandera argentina. Este grupo britanico exige la presentacion en Grytviken para aprestarse a migraciones y el personal argentino se niega, pasan la noche en Leith y parten hacia Grytviken como estaba planeado, a lo cual se lo reportan al Reino Unido y comienza la tension bajo la orden britanica al buque antartico HMS Endurance de desplazarse hasta Leith y desalojar al personal que alli se encontraba acompañado de un ultimatum diplomatico al gobierno argentino, la maquinaria de guerra estaba en marcha..
En el año 1955, Armada Argentina habia en una maniobra tanto arriesgada como audaz, desplegado una base cientifica en la isla Thule, parte de las islas Sandwich del Sur. la base Teniente Esquivel sin embargo tuvo que ser evacuada meses despues debido a una erupcion volcanica y fue abandonada. 21 años despues en 1977, la Armada nuevamente habia instalado una base cientifica, en este caso llamada Corbeta Uruguay. Esto habia provocado algunas quejas diplomaticas de parte del Reino Unido pero no habia impedido la permanencia de la mision que se mantenia hasta 1982, cuando fue destruida por las fuerzas militares britanicas.
Basandose en esta experiencia exitosa, la Armada hizo un borrador de una operación en Georgias, la cual consistia tal como en Thule, instalar una base cientifica la cual significara una extension nuevamente de la soberania nacional, aunque en este caso mucho mas complejo, considerando la presencia de personal britanico, noruego y distintas nacionalidades las cuales hacian de Leith y Grytviken puertos de paso en camino al continente blanco, aunque las intenciones nunca cesaron, esto finalmente fue descartado en su planteo original,no asi en su totalidad.
El entonces Capitan de Navio Cesar Trombetta, bajo ordenes del Almirante Edgardo Otero, junto al Capitan Prado planifican el despliegue de personal militar el cual se instalaria subrepticiamente junto al grupo de trabajadores de Constantino Davidoff, para ser solo revelados ya llegado el Invierno teniendo en cuenta la dificultad para desplazarse ante lo agreste de la temporada invernal en las islas, no solo eso, en el caso de ser enfrentados, resistir hasta las ultimas consecuencias.
Trombetta ya habia conocido Georgias, ya que habia sido parte de ese grupo que desembarca con Davidoff desde el Rompehielos “Almirante Irizar”, con el objetivo para reservarse su opinion e informacion que necesitaba para concretar su planificacion.
El despliegue o no del grupo seleccionado a “Alfa” dependia directamente de lo que era el resultado de las ultimas negociaciones con el Reino Unido. Ante la afirmativa del Embajador Carlos Blanco, se le dio luz verde a la operación, donde un grupo de 15 militares al mando del tristemente celebre Teniente de Navio Alfredo Astiz, los cuales serian desembarcados del ARA “Bahia Paraiso” luego de que partiera el ultimo buque britanico, la nave argentina tampoco se limito solo al transporte de estos hombres sino que interferia las comunicaciones del HMS Endurance, en enlace radial con Londres.