Se discute la reformulación de la doctrina de las Fuerzas Armadas. Con respecto a las nuevas hipótesis de conflicto, se habla por ejemplo de la defensa de los recursos naturales…
Una cosa es pensar prospectivamente y otra cosa es la definición de una política pública. En Defensa el pensamiento prospectivo, conjetural, es imprescindible. A partir del 11 de septiembre de 2001, tenemos un contexto de incertidumbre y conflictividad. Hay instancias definidas como nuevas amenazas. Por ejemplo, el incremento del tráfico de armas, drogas y la trata de personas. Argentina las definió como parte del capítulo de la seguridad interior. Otros países creerán que es un tema de Defensa. Lo importante es que esté en agenda y podamos prevenirlo, combatirlo y proteger a la población. El otro tema es el de los recursos estratégicos: hoy la energía es un tema mundializado. Nosotros tenemos que pensar en términos de una cooperación energética. La Defensa es justamente ese horizonte estratégico que funciona como condición de posibilidad de una economía, de una articulación energética y de una integración cultural y social. Las condiciones de zona azul de paz de nuestra región pueden ser profundizadas. ¿Cómo hacerlo? Aumentando la profesionalización y la capacitación de nuestras Fuerzas Armadas para generar instancias de confianza, mecanismos recíprocos y articulados para el sostenimiento de la paz, la prevención de conflictos y la disuasión. En esto el sistema de Defensa puede contribuir al crecimiento y al desarrollo genuino del país.