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El Ártico ¿La nueva Guerra Fría?
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<blockquote data-quote="pulqui" data-source="post: 682321" data-attributes="member: 194"><p><strong><p style="text-align: center"><span style="font-size: 22px">Rusia acaricia audaces planes en el Ártico</span></p><p></strong></p><p></p><p>(FNM) A través de una directiva abiertamente agresiva, Rusia reafirma sus reclamos sobre amplios sectores del Ártico, generando tensiones en la región, rica en minerales.</p><p></p><p>Las bajas temperaturas y el aburrimiento están normalmente a la orden del día en el puesto de frontera más septentrional de la isla Alexandra Land, en el Océano Ártico. Témpanos grandes como casas pasan a la deriva, mientras que viejos tambores de gas oil permanecen silenciosos bajo el aire seco.</p><p></p><p>Ya se fueron los días en los que los motores de los bombarderos transportando cabezas de guerra nucleares, zumbaban sobre la estación militar de Nagurskoye. Hoy, sólo un vuelo por mes llega a la estación, que es el hogar de 30 soldados, 16 científicos y seis meteorólogos que reportan al FSB, el poderoso servicio de inteligencia interior de Rusia. Viven en austeras barracas de madera desafiando la indiferencia del Ártico.</p><p></p><p>En septiembre último, la estación fantasma de la Guerra Fría, volvió sorpresivamente al centro de la atención geopolítica, cuando dos docenas de representantes gubernamentales volaron hacia allí, incluido el Ministro de Defensa Anatoly Serdyukov. Los funcionarios acordaron rápidamente que <strong>“el Ártico debe convertirse en la principal base estratégica para sus materias primas”.</strong></p><p></p><p><strong>Nikolai Patrushev, Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, fue rápido en puntualizar que “si no actuamos ahora, simplemente vamos a ser echados por la fuerza”.</strong></p><p></p><p>El grupo de poderosos hombres del gobierno decidió elaborar una completa estrategia para el desarrollo del Ártico para el 2020. El documento será dado a conocer esta semana.</p><p></p><p>Algunos de los contenidos ya se han filtrado, revelando un tono de fuerte compromiso. <strong>“No puede descartarse que la batalla por las materias primas, sea librada con medios militares”, reza el explosivo documento.</strong></p><p></p><p>Tal parece que Rusia, con casi más de un tercio de su territorio ubicado al norte del Círculo Ártico, está a punto de demostrar que los temores de las naciones occidentales que bordean el Ártico, no son injustificados. La potencia nuclear comenzará pronto a flexionar sus músculos a lo largo de las congeladas costas de este gigantesco reino.</p><p></p><p>El interés de las naciones del Ártico crece a medida que el hielo polar retrocede. Una semana antes de dejar su despacho, el presidente Bush reveló un plan estratégico para la región del Ártico. Canadá, Dinamarca y Noruega han lanzado sus propias iniciativas. Aun la Unión Europea anunció en noviembre una nueva política polar.</p><p></p><p>Mientras tanto, el diario oficialista Rossiyskaya Gazeta va preparando a los rusos para la noción de que <strong>“la lucha por el Ártico será la chispa disparadora de una nueva división en el mundo”. </strong>Artur Chilingarov, miembro del Parlamento ruso y líder ideológico en Moscú de la conquista del Ártico lo dijo en estos términos: <strong>“No estamos preparados para ceder nuestro Ártico a nadie”.</strong></p><p></p><p>Chilingarov –quien en agosto de 2007 usó un minisubmarino telecontrolado para plantar una bandera rusa fabricada en titanio, en el fondo oceánico del Polo Norte, a 4261 metros de profundidad – quiere “presentar evidencias ante las Naciones Unidas dentro del plazo de un año”, de que el Polo Norte pertenece a los rusos. Su amenaza hacia quienes en Occidente no concuerden, es simple: <strong>“Si estos derechos no nos fueran reconocidos, Rusia se retirará de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (CONVEMAR)”.</strong></p><p></p><p>Alexander Dugin, un científico político y reconocido intelectual defensor de los reclamos neoimperiales de Moscú por una Gran Rusia, está tan prendado de fervor nacionalista que ha perdido su contacto con las realidades biológicas: <strong>“El propósito de nuestro ser, reside en la expansión de nuestro espacio. La plataforma nos pertenece. Los osos polares viven allí, osos polares rusos. Y los pingüinos viven allí, pingüinos rusos”, afirmó.</strong></p><p></p><p>Y aunque el Ártico esté desprovisto de pingüinos, el congelado norte de Rusia contiene vastos recursos minerales. El Ártico ruso es actualmente responsable por el 11% del producto bruto interno del país, y del 22% de sus ingresos por exportaciones.</p><p></p><p><strong>La pretendida expansión de sus fronteras hacia el norte, en al menos unas 150 millas, y unos 1.2 millones de kilómetros cuadrados </strong>– un área tres veces el tamaño de Alemania – promete redituar inmensos ingresos en recursos naturales.</p><p></p><p>Fue precisamente a esas riquezas, a las que se refirió el Viceministro ruso de Recursos Naturales y Ecología, Sergei Donskoy en la conferencia sobre Fronteras del Ártico llevada a cabo en la norteña ciudad noruega de Tromsø, donde varios centenares de científicos, políticos y expertos en economía se reunieron la semana pasada.</p><p></p><p>“Esperamos encontrar reservas de petróleo y gas equivalentes a un 20% de la reservas rusas”, afirmó Donskoy al delinear los planes rusos para el Ártico.</p><p></p><p>Siguiendo dicho plan, los geólogos estudiarán primero los Mareas de Barents y Kara. Esperan encontrar al menos de dos a cuatro grandes yacimientos de petróleo o gas debajo del fondo oceánico, en cada uno de estos dos mares. De acuerdo con el funcionario – ingeniero petrolero de profesión- <strong>los yacimientos contienen estimativamente unos 3.300 millones de toneladas de petróleo, y hasta 5.000 millones de metros cúbicos de gas.</strong></p><p></p><p>Si todo va de acuerdo con el plan, el primer gas del Ártico debería comenzar a salir entre 2013 y 2014, sostiene Hervé Madeo, el subdirector de un consorcio energético liderado por la empresa rusa Gazprom, que está desarrollando el yacimiento Shtokman en el Mar de Barents. Sobre el yacimiento, sostiene que “es uno de los mayores del mundo y único en Rusia”.</p><p></p><p>Más allá de la crisis financiera, los preparativos para la perforación se mueven a paso rápido.</p><p></p><p>El yacimiento de gas podría convertirse en el primer hito importante en el desarrollo de las reservas energéticas del norte. Esto movió al Contraalmirante noruego Trond Grytting a comentar sarcásticamente durante su presentación en la Conferencia de Tromsø, (a la que tituló “De la Guerra Fría al Ártico Caliente”), lo siguiente: <strong>“tenemos cantidades de recursos naturales, personal militar y disputas de fronteras en el Ártico. Y esto nunca ha sido una fórmula para la paz”.</strong></p><p></p><p>Grytting mostró imágenes de sus comandantes intercambiando gestos de amistad con sus contrapartes rusos. Pero también mostró las derrotas de navegación de los planes rusos de reconocimiento frente a las costas de Noruega.</p><p></p><p>Los noruegos están preocupados por tres disputas territoriales irresueltas con su vecino oriental, y advierten cómo el antiguo Ejército Rojo está de hecho ampliando su presencia en al Océano Ártico.<strong> “La doctrina rusa es inconfundible”, advierte Grytting. “se da por sentado que su ejército debe avanzar sobre los objetivos estatales en las regiones vecinas”. </strong></p><p></p><p>Estos objetivos hablan abiertamente de expansión. Ya en 2001, Rusia presentó sus reclamos a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, un panel de científicos de las Naciones Unidas designado para tomar en los próximos años, decisiones acerca de los derechos territoriales expandidos en el Ártico.</p><p></p><p>Para apoyar sus reclamos, Rusia tendrá que reunir evidencias de que su propia plataforma continental se extiende más allá de la zona económica exclusiva. La presentación rusa fue devuelta la primera vez, con pedidos por parte de la Comisión de Límites, para que se ampliaran las evidencias geológicas.</p><p></p><p>Aún muchos de los colegas rusos de Chilingarov dudan acerca de la posibilidad de concretar sus ambiciosas promesas de tener compilada toda la información y documentos necesarios antes de fin de año. “Un pequeño balde de sedimentos no será suficiente”, dijo cáusticamente Leopold Lobkovsky, del Instituto de Oceanología de San Petersburgo. Por Matthias Schepp y Gerald Traufetter.</p><p></p><p>Traducido por NUESTROMAR, de Businessweek y Maritime News; 02/02/09</p><p></p><p>04/02/09</p><p>NUESTROMAR</p><p><a href="http://www.nuestromar.com/noticias/politica_y_economia_022009_21800_rusia_acaricia_audaces_planes_en_el_artico">http://www.nuestromar.com/noticias/politica_y_economia_022009_21800_rusia_acaricia_audaces_planes_en_el_artico</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="pulqui, post: 682321, member: 194"] [B][CENTER][SIZE="6"]Rusia acaricia audaces planes en el Ártico[/SIZE][/CENTER][/B] (FNM) A través de una directiva abiertamente agresiva, Rusia reafirma sus reclamos sobre amplios sectores del Ártico, generando tensiones en la región, rica en minerales. Las bajas temperaturas y el aburrimiento están normalmente a la orden del día en el puesto de frontera más septentrional de la isla Alexandra Land, en el Océano Ártico. Témpanos grandes como casas pasan a la deriva, mientras que viejos tambores de gas oil permanecen silenciosos bajo el aire seco. Ya se fueron los días en los que los motores de los bombarderos transportando cabezas de guerra nucleares, zumbaban sobre la estación militar de Nagurskoye. Hoy, sólo un vuelo por mes llega a la estación, que es el hogar de 30 soldados, 16 científicos y seis meteorólogos que reportan al FSB, el poderoso servicio de inteligencia interior de Rusia. Viven en austeras barracas de madera desafiando la indiferencia del Ártico. En septiembre último, la estación fantasma de la Guerra Fría, volvió sorpresivamente al centro de la atención geopolítica, cuando dos docenas de representantes gubernamentales volaron hacia allí, incluido el Ministro de Defensa Anatoly Serdyukov. Los funcionarios acordaron rápidamente que [B]“el Ártico debe convertirse en la principal base estratégica para sus materias primas”.[/B] [B]Nikolai Patrushev, Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, fue rápido en puntualizar que “si no actuamos ahora, simplemente vamos a ser echados por la fuerza”.[/B] El grupo de poderosos hombres del gobierno decidió elaborar una completa estrategia para el desarrollo del Ártico para el 2020. El documento será dado a conocer esta semana. Algunos de los contenidos ya se han filtrado, revelando un tono de fuerte compromiso. [B]“No puede descartarse que la batalla por las materias primas, sea librada con medios militares”, reza el explosivo documento.[/B] Tal parece que Rusia, con casi más de un tercio de su territorio ubicado al norte del Círculo Ártico, está a punto de demostrar que los temores de las naciones occidentales que bordean el Ártico, no son injustificados. La potencia nuclear comenzará pronto a flexionar sus músculos a lo largo de las congeladas costas de este gigantesco reino. El interés de las naciones del Ártico crece a medida que el hielo polar retrocede. Una semana antes de dejar su despacho, el presidente Bush reveló un plan estratégico para la región del Ártico. Canadá, Dinamarca y Noruega han lanzado sus propias iniciativas. Aun la Unión Europea anunció en noviembre una nueva política polar. Mientras tanto, el diario oficialista Rossiyskaya Gazeta va preparando a los rusos para la noción de que [B]“la lucha por el Ártico será la chispa disparadora de una nueva división en el mundo”. [/B]Artur Chilingarov, miembro del Parlamento ruso y líder ideológico en Moscú de la conquista del Ártico lo dijo en estos términos: [B]“No estamos preparados para ceder nuestro Ártico a nadie”.[/B] Chilingarov –quien en agosto de 2007 usó un minisubmarino telecontrolado para plantar una bandera rusa fabricada en titanio, en el fondo oceánico del Polo Norte, a 4261 metros de profundidad – quiere “presentar evidencias ante las Naciones Unidas dentro del plazo de un año”, de que el Polo Norte pertenece a los rusos. Su amenaza hacia quienes en Occidente no concuerden, es simple: [B]“Si estos derechos no nos fueran reconocidos, Rusia se retirará de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (CONVEMAR)”.[/B] Alexander Dugin, un científico político y reconocido intelectual defensor de los reclamos neoimperiales de Moscú por una Gran Rusia, está tan prendado de fervor nacionalista que ha perdido su contacto con las realidades biológicas: [B]“El propósito de nuestro ser, reside en la expansión de nuestro espacio. La plataforma nos pertenece. Los osos polares viven allí, osos polares rusos. Y los pingüinos viven allí, pingüinos rusos”, afirmó.[/B] Y aunque el Ártico esté desprovisto de pingüinos, el congelado norte de Rusia contiene vastos recursos minerales. El Ártico ruso es actualmente responsable por el 11% del producto bruto interno del país, y del 22% de sus ingresos por exportaciones. [B]La pretendida expansión de sus fronteras hacia el norte, en al menos unas 150 millas, y unos 1.2 millones de kilómetros cuadrados [/B]– un área tres veces el tamaño de Alemania – promete redituar inmensos ingresos en recursos naturales. Fue precisamente a esas riquezas, a las que se refirió el Viceministro ruso de Recursos Naturales y Ecología, Sergei Donskoy en la conferencia sobre Fronteras del Ártico llevada a cabo en la norteña ciudad noruega de Tromsø, donde varios centenares de científicos, políticos y expertos en economía se reunieron la semana pasada. “Esperamos encontrar reservas de petróleo y gas equivalentes a un 20% de la reservas rusas”, afirmó Donskoy al delinear los planes rusos para el Ártico. Siguiendo dicho plan, los geólogos estudiarán primero los Mareas de Barents y Kara. Esperan encontrar al menos de dos a cuatro grandes yacimientos de petróleo o gas debajo del fondo oceánico, en cada uno de estos dos mares. De acuerdo con el funcionario – ingeniero petrolero de profesión- [B]los yacimientos contienen estimativamente unos 3.300 millones de toneladas de petróleo, y hasta 5.000 millones de metros cúbicos de gas.[/B] Si todo va de acuerdo con el plan, el primer gas del Ártico debería comenzar a salir entre 2013 y 2014, sostiene Hervé Madeo, el subdirector de un consorcio energético liderado por la empresa rusa Gazprom, que está desarrollando el yacimiento Shtokman en el Mar de Barents. Sobre el yacimiento, sostiene que “es uno de los mayores del mundo y único en Rusia”. Más allá de la crisis financiera, los preparativos para la perforación se mueven a paso rápido. El yacimiento de gas podría convertirse en el primer hito importante en el desarrollo de las reservas energéticas del norte. Esto movió al Contraalmirante noruego Trond Grytting a comentar sarcásticamente durante su presentación en la Conferencia de Tromsø, (a la que tituló “De la Guerra Fría al Ártico Caliente”), lo siguiente: [B]“tenemos cantidades de recursos naturales, personal militar y disputas de fronteras en el Ártico. Y esto nunca ha sido una fórmula para la paz”.[/B] Grytting mostró imágenes de sus comandantes intercambiando gestos de amistad con sus contrapartes rusos. Pero también mostró las derrotas de navegación de los planes rusos de reconocimiento frente a las costas de Noruega. Los noruegos están preocupados por tres disputas territoriales irresueltas con su vecino oriental, y advierten cómo el antiguo Ejército Rojo está de hecho ampliando su presencia en al Océano Ártico.[B] “La doctrina rusa es inconfundible”, advierte Grytting. “se da por sentado que su ejército debe avanzar sobre los objetivos estatales en las regiones vecinas”. [/B] Estos objetivos hablan abiertamente de expansión. Ya en 2001, Rusia presentó sus reclamos a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, un panel de científicos de las Naciones Unidas designado para tomar en los próximos años, decisiones acerca de los derechos territoriales expandidos en el Ártico. Para apoyar sus reclamos, Rusia tendrá que reunir evidencias de que su propia plataforma continental se extiende más allá de la zona económica exclusiva. La presentación rusa fue devuelta la primera vez, con pedidos por parte de la Comisión de Límites, para que se ampliaran las evidencias geológicas. Aún muchos de los colegas rusos de Chilingarov dudan acerca de la posibilidad de concretar sus ambiciosas promesas de tener compilada toda la información y documentos necesarios antes de fin de año. “Un pequeño balde de sedimentos no será suficiente”, dijo cáusticamente Leopold Lobkovsky, del Instituto de Oceanología de San Petersburgo. Por Matthias Schepp y Gerald Traufetter. Traducido por NUESTROMAR, de Businessweek y Maritime News; 02/02/09 04/02/09 NUESTROMAR [url]http://www.nuestromar.com/noticias/politica_y_economia_022009_21800_rusia_acaricia_audaces_planes_en_el_artico[/url] [/QUOTE]
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