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El Último Alzamiento Militar Carapintada, 3/12/1990
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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 760671" data-attributes="member: 7964"><p><strong>Los inicios de lo que se llamó carapintadas.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>En 1987, estando el General Ríos Ereñú como jefe del EA, el poder político instruye al poder judicial para que inicie una serie de nuevas citaciones a declarar en sedes judiciales nacionales y provinciales a aquellos que participaron de lo que se llamo excesos en la lucha contra la subversión. Hacía poco que había terminado el juicio a las juntas y el proceder del tribunal nunca fue discutido seriamente en cuanto a las sentencias y a la decisión de juzgar a los máximos responsables del proceder durante el Proceso de Reorganización Nacional.</p><p>Lamentablemente la cúpula de los EM de las fuerzas armadas aceptaron a regañadientes esta nueva situación con la condición de hacer un corte que no afectara a los oficiales superiores, es decir, de coronel para arriba. Esto dejó expuesto a una gran cantidad de oficiales que en momentos del operativo Independencia en Tucumán (1975) y luego del 24 de marzo de 1976 sólo eran subtenientes, tenientes o tenientes primeros, lo que se conoce como "la perrada" y el primer chivo expiatorio de estas citaciones a fines de marzo de 1987 fue el mayor Ernesto Barreiro, destinado en Córdoba.</p><p>Esto genero un movimiento intraunidades, del ejército especialmente, cruzandose radiogramas desde una punta hasta la otra del país desde los centros fijos de comunicaciones de cada unidad, generalmente a cargo de oficiales con el grado de capitán o mayor, justo el límite entre oficiales subalternos y oficiales jefes; algunos de ellos seguramente, más temprano que tarde, ocuparían un lugar en la lista de citados a declarar.</p><p>A principios de abril y con el My Barreiro declarado en rebeldía por no presentarse a su citación, una serie de oficiales reconocidos por sus pares por haber combatido en Tucumán y luego en Malvinas se reúnen en la Escuela de Infantería en Campo de Mayo, sumando a otras unidades con el fin de reclamar el fin de estas citaciones, luego de no encontrar respuesta en los mandos naturales de la fuerza (léase desde el JEMGE hasta toda la plana mayor del edificio Libertador, sede del EA).</p><p>Aquí es donde aparece el Tcnl Aldo Rico como interlocutor del periodismo que se acerca a la Escuela de Infantería y más atrás de él pero uno de los motores ideológicos el My Gustavo Breide Obeid, a la sazón destinado en ese momento en el BARS 601 "E. de Luca" de Boulogne. Más tarde cobraría notoriedad por comandar la toma del edificio Libertador durante el alzamiento de diciembre de 1990.</p><p>El planteo que hacía este grupo de oficiales coloquialmente era el siguiente: <em>no podemos aceptar que se salven de estas citaciones aquellos que nos dieron las ordenes para aniquilar a la subversión; nosotros cumplimos lo que la cadena de mando ordenó, es injusto que Ríos Ereñú y la plana mayor del EA, que fueron quienes dieron las ordenes, no sean los que se pongan al frente, asumiendo las responsabilidades de haber impartido tales órdenes. </em></p><p>Fue así que comenzó lo que se conoció como el alzamiento de semana santa por el que, luego de dos días de idas y venidas y marchas y contramarchas de la política, el presidente Alfonsín se dirigió a la Escuela de Infantería en helicóptero para conocer cabalmente esta situación y obligar a los cabecillas a deponer la actitud. Algunos pocos sabrán lo que se habló dentro de las paredes de la Escuela de Infantería pero a partir de aquí termina el levantamiento, alzamiento, sedición, motín, o alguna otra palabra de las tantas que se usaron y que llevó a que el Tcnl Aldo Rico sea detenido y acusado de atentar contra la democracia con una PPR (Aldo Rico pidió ser considerado único responsable del amotinamiento), el Estado Mayor del EA comenzó a sancionar fuertemente al personal que se sumó en todas las unidades (<em>"los rebeldes"</em>) y realizó una dispersión de los mismos por varias unidades del país.</p><p>No solucionado el conflicto que originó este motín, muy pronto vendría lo que se conoció como levantamiento de Villa Martelli y Monte Caseros en 1988, en el primero con la presencia del Cnl Seineldín y en el segundo con el Tcnl Aldo Rico; terminando en el desastre de diciembre de 1990 con una maraña de oficiales, suboficiales y civiles tratando de ocupar el RI Patricios, el edificio Libertador y TAMSE, la fábrica de tanques de Boulogne, lindante ésta última con el BARS "E. de Luca". Ësta última es una historia más complicada y de la que conozco un poco menos que de la primera.</p><p>En conclusión, a los actores principales de estas acciones en ningún momento se les cruzó por la cabeza un intento de golpe, hubiera sido la primera vez en el mundo que para comenzar un golpe de estado los militares, los nuestros o de cualquier nación, se encierran en unidades militares, hacen sus reclamos, creen que son entendidos, deponen la actitud y se exponen a la justicia civil y militar. Pero con una democracia en ciernes puedo entender a aquellos que piensan que se atentó contra ella. La objetividad es muy difícil encontrarla en este tema. Saludos</p><p>Hernán.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 760671, member: 7964"] [b]Los inicios de lo que se llamó carapintadas.[/b] En 1987, estando el General Ríos Ereñú como jefe del EA, el poder político instruye al poder judicial para que inicie una serie de nuevas citaciones a declarar en sedes judiciales nacionales y provinciales a aquellos que participaron de lo que se llamo excesos en la lucha contra la subversión. Hacía poco que había terminado el juicio a las juntas y el proceder del tribunal nunca fue discutido seriamente en cuanto a las sentencias y a la decisión de juzgar a los máximos responsables del proceder durante el Proceso de Reorganización Nacional. Lamentablemente la cúpula de los EM de las fuerzas armadas aceptaron a regañadientes esta nueva situación con la condición de hacer un corte que no afectara a los oficiales superiores, es decir, de coronel para arriba. Esto dejó expuesto a una gran cantidad de oficiales que en momentos del operativo Independencia en Tucumán (1975) y luego del 24 de marzo de 1976 sólo eran subtenientes, tenientes o tenientes primeros, lo que se conoce como "la perrada" y el primer chivo expiatorio de estas citaciones a fines de marzo de 1987 fue el mayor Ernesto Barreiro, destinado en Córdoba. Esto genero un movimiento intraunidades, del ejército especialmente, cruzandose radiogramas desde una punta hasta la otra del país desde los centros fijos de comunicaciones de cada unidad, generalmente a cargo de oficiales con el grado de capitán o mayor, justo el límite entre oficiales subalternos y oficiales jefes; algunos de ellos seguramente, más temprano que tarde, ocuparían un lugar en la lista de citados a declarar. A principios de abril y con el My Barreiro declarado en rebeldía por no presentarse a su citación, una serie de oficiales reconocidos por sus pares por haber combatido en Tucumán y luego en Malvinas se reúnen en la Escuela de Infantería en Campo de Mayo, sumando a otras unidades con el fin de reclamar el fin de estas citaciones, luego de no encontrar respuesta en los mandos naturales de la fuerza (léase desde el JEMGE hasta toda la plana mayor del edificio Libertador, sede del EA). Aquí es donde aparece el Tcnl Aldo Rico como interlocutor del periodismo que se acerca a la Escuela de Infantería y más atrás de él pero uno de los motores ideológicos el My Gustavo Breide Obeid, a la sazón destinado en ese momento en el BARS 601 "E. de Luca" de Boulogne. Más tarde cobraría notoriedad por comandar la toma del edificio Libertador durante el alzamiento de diciembre de 1990. El planteo que hacía este grupo de oficiales coloquialmente era el siguiente: [I]no podemos aceptar que se salven de estas citaciones aquellos que nos dieron las ordenes para aniquilar a la subversión; nosotros cumplimos lo que la cadena de mando ordenó, es injusto que Ríos Ereñú y la plana mayor del EA, que fueron quienes dieron las ordenes, no sean los que se pongan al frente, asumiendo las responsabilidades de haber impartido tales órdenes. [/I] Fue así que comenzó lo que se conoció como el alzamiento de semana santa por el que, luego de dos días de idas y venidas y marchas y contramarchas de la política, el presidente Alfonsín se dirigió a la Escuela de Infantería en helicóptero para conocer cabalmente esta situación y obligar a los cabecillas a deponer la actitud. Algunos pocos sabrán lo que se habló dentro de las paredes de la Escuela de Infantería pero a partir de aquí termina el levantamiento, alzamiento, sedición, motín, o alguna otra palabra de las tantas que se usaron y que llevó a que el Tcnl Aldo Rico sea detenido y acusado de atentar contra la democracia con una PPR (Aldo Rico pidió ser considerado único responsable del amotinamiento), el Estado Mayor del EA comenzó a sancionar fuertemente al personal que se sumó en todas las unidades ([I]"los rebeldes"[/I]) y realizó una dispersión de los mismos por varias unidades del país. No solucionado el conflicto que originó este motín, muy pronto vendría lo que se conoció como levantamiento de Villa Martelli y Monte Caseros en 1988, en el primero con la presencia del Cnl Seineldín y en el segundo con el Tcnl Aldo Rico; terminando en el desastre de diciembre de 1990 con una maraña de oficiales, suboficiales y civiles tratando de ocupar el RI Patricios, el edificio Libertador y TAMSE, la fábrica de tanques de Boulogne, lindante ésta última con el BARS "E. de Luca". Ësta última es una historia más complicada y de la que conozco un poco menos que de la primera. En conclusión, a los actores principales de estas acciones en ningún momento se les cruzó por la cabeza un intento de golpe, hubiera sido la primera vez en el mundo que para comenzar un golpe de estado los militares, los nuestros o de cualquier nación, se encierran en unidades militares, hacen sus reclamos, creen que son entendidos, deponen la actitud y se exponen a la justicia civil y militar. Pero con una democracia en ciernes puedo entender a aquellos que piensan que se atentó contra ella. La objetividad es muy difícil encontrarla en este tema. Saludos Hernán. [/QUOTE]
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