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Mensaje: <blockquote data-quote="Castelli" data-source="post: 3505036" data-attributes="member: 5502">Estimado [USER=17858]@SMS[/USER] son solo algunos datos de una imagen que el libro aclara que es la "Hoja de navegación del portaaviones 25 de Mayo, del día 2 de mayo de 1982." y apunta que "los renglones de las 13, 14 , 15 y 16 Hs." (por lo que estimo que es hora local) establecen una velocidad del viento de 14, 16, 18 y 17 nudos. "Esto demuestra que las condiciones de operatividad estaban dadas, porque un avión necesita un mínimo de 15 nudos para ser catapultado con éxito" (con combustible y 6 Bombas de 500 Lb).Mas abajo abunda: "De aquí concluimos que, finalmente, el motivo por el cual no se realizó el ataque a la flota inglesa no se debió a condiciones climáticas, sino políticas y estratégicas".Y por último transcribo un párrafo que me parece revelador, a pg. 118, afirma: "El lunes 3 de mayo no teníamos precisión sobre lo que estaba ocurriendo. En realidad, comenzábamos a preocuparnos por la suerte de los tripulantes del Belgrano.” (...) "No encontrábamos respuesta satisfactoria a la oportunidad de combate que habíamos dejado pasar. De todos modos, aún creíamos que la flota tenía una oportunidad y albergábamos la esperanza de que el ataque no estaba descartado. La lista de vuelo seguía con seis aviones de bomberos y dos como interceptores listos en cubierta. Hacíamos guardia en la sala de pilotos e íbamos rotando de función cada dos horas." (...) "Cerca de las 18, reconocimos un rumbo definido de la flota, que marcada repliegue hacia el oeste.""El viento del domingo 2 de mayo por la tarde, según nuestra observación, era suficiente para despegar, y el del lunes a la mañana era indubitable. A media mañana (del 3 de mayo -anoto yo, no Rotolo-), la sala de pilotos listos estaba casi llena. Había varios oficiales del buque y pilotos que mantenían intensas charlas de análisis del impasse que estábamos teniendo, sin decisiones concretas. De pronto, abrió la puerta el almirante Allara, que venía acompañado del capitán Sarcona. Nos saludo y tuvimos una breve conversación en la que lo llenamos de preguntas. No recuerdo quien fue el que tomo la palabra, pero expresó lo que la mayoría estaba pensando:-Señor-le dijo-,¿por qué no juega Ud. la batalla antes de que nos encuentren los submarinos?. Si regresamos, corremos el riesgo de que nos ataquen antes de llegar a un lugar seguro.-Señores, esto es muy importante para que lo decida yo solo y no tengo la confirmación de continuar con el ataque -nos alcanzó a decir el almirante Alalra por toda respuesta, y nos quedamos inmersos en una mezcla de resignación y silencio, sabiendo que habíamos dejado pasar la única oportunidad para enfrentar a la flota enemiga".</blockquote>

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