El Conflicto Interno en Colombia

Caballero Negro

Colaborador
Abaten a alias El Indio, tercero al mando del 'clan del Golfo'
Manuel Arístidez Meza ordenó el ‘plan pistola’ contra la Policía y se movía en el Urabá.Unidades de la Policía Nacional y el Ejército acaban de dar de baja a otro de los cabecillas del ‘clan del Golfo’, el más grande cartel de narcotráfico que opera en el país. En Tierra Adentro del municipio Montelíbano (Córdoba), por el tiro certero de un francotirador murió en un operativo Manuel Arístidez Meza Páez, alias El Indio, tercero al mando de la estructura mafiosa y encargado de todo el narcotráfico del clan que sale por la Costa hacia mercados europeos.

El sujeto era considerado un objetivo de alto valor por las autoridades, que ofrecían 500 millones de pesos por información que permitiera dar con su paradero.En el momento del operativo, Meza Páez estaba en compañía de una menor de edad y en el lugar donde residía se encontraron objetos relacionados con brujería.

El 'Indio', nacido en Turbo (Antioquia) hace 49 años, se desmovilizó con el bloque Centauros de las Autodefensas, bajo el mando de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, y de Miguel Arroyave.

Tenía un pedido de extradición de una corte federal de Estados Unidos por narcotráfico y en 2015 le habían ocupado 80 propiedades, tasada en más de 200 mil millones de pesos y ubicadas en Atlántico, Antioquia y Córdoba.

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos felicitó, através de su cuenta de Twitter, a la Policía y el Ejército por el operativo en el que cayó 'El Indio'.​
http://www.eltiempo.com/justicia/co...s-el-indio-del-clan-del-golfo-en-uraba-199064
 

A petición de EEUU, Fiscalía detiene por narcotráfico a líder de FARC Jesús Santrich


Líderes de FARC dicen que la detención de Sandrich pone a prueba acuerdos de paz
 

Barbanegra

Colaborador

Detienen por narcotráfico a Jesús Santrich, uno de los líderes históricos de las FARC y futuro congresista
El histórico acuerdo de paz en Colombia alcanzado a finales de 2016 con las FARC atraviesa su momento más crítico. La detención la noche del lunes en Bogotá de alias 'Jesús Santrich', un histórico líder que tenía asegurada una plaza en el Congreso a partir del 20 de julio, ha sido interpretado por la antigua guerrilla como un ataque orquestado desde Estados Unidos, a donde podría ir extraditado por supuestos delitos de narcotráfico.

"El proceso de paz amenaza con ser un verdadero fracaso", advierte el nuevo partido político de las FARC. Alega que esta investigación debería ser parte de la Justicia Especial para la Paz, el órgano extraordinario creado para investigar los crímenes durante la guerra y que contempla penas reducidas.

Es Interpol quien ordenó su captura tras la acusación efectuada el pasado miércoles por un juzgado de Nueva York. "Tenemos copiosas pruebas de un acuerdo para exportar 10 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos con un precio en el mercado local de 260 millones de euros", asegura el fiscal general Néstor Humberto Martínez.

La clave está en la fecha de los hechos delictivos: si fueron cometidos a partir del 1 de diciembre de 2016, el día que terminó el conflicto armado, serán responsabilidad de la justicia ordinaria. Según la documentación aportada por la Fiscalía colombiana, Santrich habría delinquido desde junio de 2017. El presidente Juan Manuel Santos ha confirmado que en ese caso se abre la posibilidad que más temen los ex líderes guerrilleros: ser extraditados a una cárcel en Estados Unidos como sucedió con su cabecilla Simón Trinidad, que permanece encerrado desde 2004.

La noticia ha explotado unos días antes de la visita que Donald Trump tenía prevista a Colombia para reunirse este sábado con Santos. Iba a ser su primer viaje oficial a Latinoamérica pero este martes lo canceló por la crisis en Siria. Los intereses bilaterales incluyen el narcotráfico, la migración masiva desde Venezuela y la seguridad. Por eso la detención de Santrich se ha interpretado desde FARC como un "regalo" para el líder estadounidense.

La sensación en el país es que ya no hay vuelta atrás con esta captura, pues sienta un precedente. Para el presidente, que en agosto dejará el cargo con el índice más bajo de popularidad, es un revés que deslegitima el acuerdo de paz. A su vez, servirá como acicate para las fuerzas conservadoras que se opusieron a dialogar con la guerrilla y este punto vuelve a tomar fuerza en la campaña electoral para las presidenciales de mayo y junio.

Para las FARC es un golpe tremendo. Tras obtener un resultado bajísimo en las elecciones legislativas celebradas en marzo y anunciar que se retiran de la carrera presidencial, ahora la opinión pública contraria al acuerdo de paz tendrá una razón más para atacarles: cobra fuerza el argumento de que la guerrilla ya no existía por su lucha ideológica sino como un grupo dedicado al narcotráfico en un país que sigue liderando la producción de cocaína.

El riesgo es grande para los 12.000 guerrilleros que se desmovilizaron, muchos de los cuales permanecen en zonas rurales del país en espera de que el Gobierno les garantice un futuro en la sociedad. Según el Ministerio de Defensa, ya hay 1.500 de ellos que han vuelto a tomar las armas engrosando las filas de la disidencia y de otros grupos armados ilegales que operan en el país.

El proceso de paz que el Gobierno adelanta en Ecuador con el ELN, la segunda guerrilla, también puede verse afectado. "Esta captura violenta la soberanía nacional y le da otra bofetada a los acuerdos", han declarado en un comunicado. "Las decisiones que se tomen tendrán consecuencias profundas para el proceso de paz", advierten desde la Misión de Naciones Unidas en el país.

http://www.elmundo.es/internacional/2018/04/10/5acbeb69e2704e587a8b459e.html
 

Cadáveres de periodistas ecuatorianos asesinados por disidentes de las FARC se
encuentran en territorio de Colombia. Los dos países lanzan una ofensiva para
capturar a los asesinos.
 

Ante la decisión de Quito, Colombia trasladará a otro lugar la sede de los diálogos
con el ELN, anunció la canciller María Ángeles Holguin
 

Barbanegra

Colaborador

El ala rebelde de las FARC siembra el miedo en Ecuador
Ecuador es un país en estado de shock. Las dantescas fotografías de los cadáveres de los periodistas -asesinados en cautividad, encadenados y rematados con tiros de gracia- aún estremecen a sus compatriotas ecuatorianos. Todos vuelven sus ojos hacia un Gobierno igual de conmocionado, que reconoce no estar preparado para afrontar el desafío terrorista del Frente Oliver Sinisterra, grupo disidente de las FARC, que ha lanzado una campaña de atentados contra la policía y el ejército desde enero pasado. Su radio de acción es el norte de la turística Esmeraldas, región fronteriza con Colombia, bañada por el Océano Pacífico.

De ahí que el presidente Lenín Moreno haya adoptado unas medidas que pueden parecer exageradas en unos casos, pero que sintonizan con el sentir popular. Ha militarizado las áreas donde sucedieron los hechos, tanto la localidad de San Lorenzo como varios caseríos aledaños, y declarado en ellas el estado de excepción, lo que supone restringir la movilidad y algunos derechos de los habitantes.

Otras suponen ahondar el abismo que le separa de su antecesor y antiguo jefe, Rafael Correa, como expulsar de su país a los delegados del ELN (Ejército de Liberación Nacional). Negociaban en Quito, desde hace más de un año, su propio proceso de paz con el Gobierno colombiano, pero al mismo tiempo continuaban sus acciones terroristas en Colombia. Moreno considera que mientras cometan en la nación vecina los mismos crímenes que ellos ahora sufren, deben hacer las maletas y salir de Ecuador.

El Ejecutivo de Juan Manuel Santos ha aceptado resignado la decisión y anunciado que buscarán un nuevo destino para sus diálogos de paz, que permanecen en punto muerto. No sólo no han logrado un alto el fuego del ELN, sino que Pablito, uno de los integrantes del COCE (máximo órgano de Gobierno) ha declarado que el secuestro es un medio legítimo de lucha contra el poder establecido. Lo dijo al reconocer que tienen en su poder a un funcionario público y un ingeniero, raptados en marzo en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela.

También en Norte de Santander, región colindante, el ELN libra una guerra sin cuartel con el EPL, otra organización subversiva con la que se disputa el control territorial de una zona rica en cultivos de coca.

Moreno se niega negociar
En todo caso, echar a los elenos no ha supuesto romper relaciones con Santos. Las fuerzas armadas y las policías de ambos países siguen coordinando la ofensiva contra el Oliver Sinisterra y su líder, 'Guacho', un joven ecuatoriano -natural de Limones, un pueblecito cercano a San Lorenzo- que cruzó hace años la frontera para incorporarse a las FARC. Después de desmovilizarse junto a sus compañeros tras la firma del pacto de paz volvió a empuñar las armas y conformó una disidencia que financia con dinero del narcotráfico.

La zona de Esmeraldas, fronteriza con el colombiano departamento de Nariño, es una ruta perfecta para traficar coca hacia Estados Unidos. No sólo porque el oeste de Nariño se ha convertido en el principal cultivador de matas de coca de Colombia y en un gran productor de cocaína, sino por tratarse de un territorio selvático, bañado por el imponente río Mataje y una maraña de brazos navegables en pequeñas embarcaciones, con innumerables salidas al Océano Pacífico.

El mexicano cártel de Sinaloa ha establecido alianzas con las FARC primero y ahora con su disidencia y utiliza esa región para enviar sus cargamentos a Estados Unidos.

Por alguna razón que se desconoce, Guacho secuestró el pasado marzo a los empleados de 'El Comercio' -reportero, fotógrafo y conductor- que se habían desplazado a San Lorenzo y de ahí al caserío de Mataje, a sólo 16 kilómetros por buena carretera. Tras enviar una prueba de vida, les asesinó. Poco después, raptó a una pareja de comerciantes. Él mismo envió al Gobierno un vídeo donde aparecen encadenados y el cautivo suplica a Lenín Moreno que negocie su libertad.

Pero en esta ocasión no lo hará el Gobierno ecuatoriano. El propio Moreno confesó que cometieron el error de negociar la libertad de los periodistas y estuvieron dispuestos a cumplir la exigencia de soltar a unos presos, algo que no repetirán. Les confrontará con las fuerzas armadas y la cooperación de Colombia y Estados Unidos. Asimismo, investigará la supuesta donación de dinero de las FARC a la primera campaña electoral de Rafael Correa.

Para diferentes voces, la cercanía de Correa con la guerrilla propició que les permitiera moverse a sus anchas en la frontera norte, una herencia maldita que ha derivado en la crisis actual.

"No estamos acostumbrados a este tipo de violencia que genera Colombia y no sabemos qué hacer", es una frase que reiteran en el Gobierno, se escucha entre la ciudadanía y le confiesan a este diario incluso miembros del ejército y la policía.

Lo único que tiene claro es que no descansarán hasta que recuperen los cadáveres de los tres asesinados, que ahora 'Guacho' se niega a entregar, y regrese con vida la pareja secuestrada. Después, Dios dirá.

http://www.elmundo.es/internacional/2018/04/24/5ade079dca4741d8088b4598.html
 
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