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<blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1699988" data-attributes="member: 10064"><p style="text-align: center"><u><span style="font-size: 22px"><strong>Nuevas trampas del narcoterrorismo de las FARC</strong></span></u></p><p>En las últimas semanas en Colombia, el grupo narcoterrorista de las FARC asesinó a seis militares y tres patrulleros de la policía, mientras anunciaba desde La Habana una tregua criminal unilateral.</p><p></p><p>Los hechos de violencia, en simultánea con este anuncio, suman también un atentado contra el oleoducto Transandino, en Tumaco, Nariño; otro ataque con 80 kilos de explosivos en la vía Panamericana, entre Cali y Popayán, afectando más del 70% de esta importante carretera del país, y la destrucción de una torre de energía dejando sin luz a medio millón de habitantes de Buenaventura.</p><p></p><p>Todos queremos la paz, pero sin impunidad, no a cualquier precio. En los diálogos que el Gobierno y las Farc cumplen en Cuba, desde hace más de dos años, se prepara una claudicación de la democracia colombiana ante las pretensiones del terrorismo.</p><p></p><p>Estas conversaciones se iniciaron sin que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos le exigiera al grupo narcoterrorista de las FARC un cese unilateral y verificable de actividades criminales. Esto ha permitido un nuevo crecimiento de la violencia. Algunas zonas del país que estaban en recuperación democrática hoy están otra vez sometidas a la férula del terrorismo, que sigue asesinando y secuestrando soldados, policías y civiles, reclutando menores para sus filas, extorsionando, sembrando minas antipersonales y atentando contra la infraestructura.</p><p></p><p>Esta tregua anunciada y aumentada desde los medios de comunicación sin ningún reparo, es otro engaño a los colombianos. Sin ninguna actitud de cambio ni buena voluntad, los narcoterroristas dicen que dejarán de disparar, pero sólo hasta que el Ejército y la Policía no los ataquen. Quiere decir que el cese criminal está condicionado a la parálisis de las Fuerzas Armadas legítimas de Colombia. Significa que ellos podrán estar por todo el país con sus fusiles delinquiendo a hurtadillas, persistiendo en la extorsión, traficando armas y drogas y, mientras tanto, las Fuerzas Armadas sin poder actuar contra ellos, pues a la mínima acción policial o militar dirán que los atacaron y en consecuencia romperían el cese unilateral y así culparían del terror al Ejército.</p><p></p><p>Los narcoterroristas de las FARC hablan de un cese unilateral, pero su exigencia al presidente Santos es un cese bilateral. ¿Por qué es inaceptable? Entre otras cosas porque es inconstitucional. Las Fuerzas Armadas no pueden dejar de cumplir su deber de proteger a los ciudadanos y actuar contra la delincuencia; es un deber que a ellas y a su comandante, el Presidente de la República, impone la Constitución. Además, no se puede poner en pie de igualdad a las Fuerzas Armadas con el terrorismo. Un cese bilateral significa reducir a los militares y policías a la cárcel y poner al terrorismo en el poder.</p><p></p><p>Así, en este contexto hablan de armisticio, pero eso no cabe entre las Fuerzas Armadas de la democracia, que son las constitucionales de Colombia, y las FARC, el mayor cartel de cocaína y grupo secuestrador de menores del mundo que, entre 1998 y el 2003, secuestró a más de 14.674 personas.</p><p></p><p>Ante esta realidad, el presidente de Colombia podría reflexionar y definir: estos diálogos se suspenden mientras no haya un cese unilateral de acciones criminales contra los colombianos, un cese serio, de verdad y verificable. Si hoy dijeran las FARC que aceptan un cese unilateral de actividades criminales, se podrían ubicar en un sitio con supervisión y verificación, con el compromiso de no delinquir. Esto sería un hecho concreto que ayudaría a recuperar la credibilidad y la confianza ciudadana en esa negociación.</p><p></p><p>Queremos la paz sin impunidad, hemos luchado por la paz y la seguridad de todos los colombianos, pero en este propósito no se pueden poner en riesgo los valores democráticos. Los acuerdos con el terrorismo y sus aparentes gestos de paz son nuevas trampas que cada día aumentan el número de víctimas y dolor.</p><p></p><p><a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/12/28/549eda25e2704e8c408b4576.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/12/28/549eda25e2704e8c408b4576.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Barbanegra, post: 1699988, member: 10064"] [CENTER][U][SIZE=6][B]Nuevas trampas del narcoterrorismo de las FARC[/B][/SIZE][/U][/CENTER] En las últimas semanas en Colombia, el grupo narcoterrorista de las FARC asesinó a seis militares y tres patrulleros de la policía, mientras anunciaba desde La Habana una tregua criminal unilateral. Los hechos de violencia, en simultánea con este anuncio, suman también un atentado contra el oleoducto Transandino, en Tumaco, Nariño; otro ataque con 80 kilos de explosivos en la vía Panamericana, entre Cali y Popayán, afectando más del 70% de esta importante carretera del país, y la destrucción de una torre de energía dejando sin luz a medio millón de habitantes de Buenaventura. Todos queremos la paz, pero sin impunidad, no a cualquier precio. En los diálogos que el Gobierno y las Farc cumplen en Cuba, desde hace más de dos años, se prepara una claudicación de la democracia colombiana ante las pretensiones del terrorismo. Estas conversaciones se iniciaron sin que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos le exigiera al grupo narcoterrorista de las FARC un cese unilateral y verificable de actividades criminales. Esto ha permitido un nuevo crecimiento de la violencia. Algunas zonas del país que estaban en recuperación democrática hoy están otra vez sometidas a la férula del terrorismo, que sigue asesinando y secuestrando soldados, policías y civiles, reclutando menores para sus filas, extorsionando, sembrando minas antipersonales y atentando contra la infraestructura. Esta tregua anunciada y aumentada desde los medios de comunicación sin ningún reparo, es otro engaño a los colombianos. Sin ninguna actitud de cambio ni buena voluntad, los narcoterroristas dicen que dejarán de disparar, pero sólo hasta que el Ejército y la Policía no los ataquen. Quiere decir que el cese criminal está condicionado a la parálisis de las Fuerzas Armadas legítimas de Colombia. Significa que ellos podrán estar por todo el país con sus fusiles delinquiendo a hurtadillas, persistiendo en la extorsión, traficando armas y drogas y, mientras tanto, las Fuerzas Armadas sin poder actuar contra ellos, pues a la mínima acción policial o militar dirán que los atacaron y en consecuencia romperían el cese unilateral y así culparían del terror al Ejército. Los narcoterroristas de las FARC hablan de un cese unilateral, pero su exigencia al presidente Santos es un cese bilateral. ¿Por qué es inaceptable? Entre otras cosas porque es inconstitucional. Las Fuerzas Armadas no pueden dejar de cumplir su deber de proteger a los ciudadanos y actuar contra la delincuencia; es un deber que a ellas y a su comandante, el Presidente de la República, impone la Constitución. Además, no se puede poner en pie de igualdad a las Fuerzas Armadas con el terrorismo. Un cese bilateral significa reducir a los militares y policías a la cárcel y poner al terrorismo en el poder. Así, en este contexto hablan de armisticio, pero eso no cabe entre las Fuerzas Armadas de la democracia, que son las constitucionales de Colombia, y las FARC, el mayor cartel de cocaína y grupo secuestrador de menores del mundo que, entre 1998 y el 2003, secuestró a más de 14.674 personas. Ante esta realidad, el presidente de Colombia podría reflexionar y definir: estos diálogos se suspenden mientras no haya un cese unilateral de acciones criminales contra los colombianos, un cese serio, de verdad y verificable. Si hoy dijeran las FARC que aceptan un cese unilateral de actividades criminales, se podrían ubicar en un sitio con supervisión y verificación, con el compromiso de no delinquir. Esto sería un hecho concreto que ayudaría a recuperar la credibilidad y la confianza ciudadana en esa negociación. Queremos la paz sin impunidad, hemos luchado por la paz y la seguridad de todos los colombianos, pero en este propósito no se pueden poner en riesgo los valores democráticos. Los acuerdos con el terrorismo y sus aparentes gestos de paz son nuevas trampas que cada día aumentan el número de víctimas y dolor. [url]http://www.elmundo.es/internacional/2014/12/28/549eda25e2704e8c408b4576.html[/url] [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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