Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
El espionaje interno en los EE.UU.
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1474718" data-attributes="member: 8629"><p>parte 2</p><p></p><p style="text-align: center"><span style="font-size: 22px"><strong>La onda expansiva desatada por Snowden</strong></span></p><p><strong></strong></p><p><strong>Las filtraciones del extrabajador de la NSA han sacudido en 2013 las relaciones diplomáticas de EE UU con sus aliados</strong></p><p></p><p><strong>España gesticuló una queja de rigor</strong></p><p></p><p>La sangre no llegó al río en la crisis entre Madrid y Washington por el caso Snowden. Bastó que el embajador estadounidense en Madrid, James Costos, asegurase, el 8 de noviembre, que la NSA “respeta la privacidad de los ciudadanos españoles y el debido marco legal” para que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, decidiera olvidar que, solo unos días antes, había advertido que, de confirmarse el espionaje masivo, se quebraría la confianza entre los dos aliados. España tenía prisa por pasar página: los Príncipes de Asturias se disponían a viajar a Florida y California y Rajoy estaba pendiente de una cita en la Casa Blanca, finalmente fijada para el próximo 13 de enero.</p><p></p><p>Ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz, dio por buena la versión de la NSA de que los más de 60 millones de metadatos recopilados en un mes correspondían a comunicaciones realizadas fuera de España. Una versión tan difícil de creer como de rebatir.</p><p></p><p>La tormenta pasó sin dejar rastro salvo, quizá, un frenazo en los planes del Gobierno para flexibilizar el marco legal y permitir que el fiscal, y no solo el juez, puede acceder a los metadatos. Si la confianza entre los gobiernos no se deterioró no puede decirse lo mismo de la de los ciudadanos en el secreto de sus comunicaciones.</p><p></p><p><strong>Consecuencias económicas</strong></p><p>El llamado “caso Snowden” no solo ha tenido consecuencias políticas sino también económicas. Empresas y también instituciones públicas de medio mundo desconfían ahora de las compañías norteamericanas que ofrecen correo, almacenamiento etcétera porque están sometidas a la legislación a la legislación estadounidense con el Patriot Act y el Cispa que otorgan amplios poderes a los servicios secretos empezando por la NSA.</p><p></p><p>Un sondeo efectuado en julio por la Cloud Security Alliance, una asociación que promueve las buenas prácticas en la nube de Internet, reveló que, sobre un total 207 empresas no americanas que aceptaron contestar, nada menos que el 56% es ahora reacio a contratar con proveedores de EE UU. Un 10% había incluso decidido cancelar proyectos relacionados con ese país. De ahí que el analista David Castro, de la Fundación Tecnologías de la Información e Innovación, con sede en Washington, opine que “las políticas de seguridad de EE UU son perjudiciales para sus intereses nacionales”.</p><p></p><p>En Europa es entre los empresarios de Alemania y, en menor medida, de Francia y Suecia, donde más alarma ha causado la colaboración de las compañías de IT con la NSA. Buscan ahora alternativas para poner sus metadatos a buen recaudo. Una de ellas consiste en dejarlos en “casa”, que no se almacenen en servidores allende sus fronteras. Suiza se ofrece también como una solución de recambio dejando caer que los datos estarán allí tan seguros como el dinero. España puede también aspirar a ser alternativa porque figura entre los cuatro países del mundo más solventes a la hora de proteger la privacidad de sus ciudadanos, según la consultora BackgroundChecks.org.</p><p></p><p><strong>El asilo ruso del filtrador agrió las relaciones de Moscú con Washington</strong></p><p>El caso Snowden ha sido uno de los temas más discutidos en el año en curso en Rusia. Y el nombre del jóven ex-analista de la CIA no fue omitido durante la tradicional conferencia de prensa del presidente de Rusia, Vladímir Putin, celebrada este jueves. El líder ruso precisó que no conoció personalmente a Snowden ni habló con él, pero que le parece "una persona interesante" ya que gracias a él "ha cambiado algo en la mente de millones de personas, incluso de destacados líderes políticos contemporáneos".</p><p></p><p>Putin subrayó que Rusia no tenía intenciones de sacar del ex-analista de la CIA alguna información sobre el labor de los servicios secretos estadounidenses: "Hablando en términos profesionales no trabajamos ni hemos trabajado con él en plano operativo y no le fastidiamos con preguntas sobre los detalles del trabajo", señaló.</p><p></p><p>Edward Snowden pasó 38 días en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétievo de Moscú esperando la solución de su caso y fue obligado por las circunstancias a pedir asilo político a Rusia. La decisión de Moscú de concederle asilo politico temporal el 1 de agosto llevó a un nuevo agravamiento de las tensas relaciones entre Moscú y Washington.</p><p></p><p>El presidente norteamericano Barack Obama se negó oficialmente viajar a Moscú para encontrarse con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Esa reunión estaba prevista en el marco de la cumbre de los líderes del G-20 en San Petersburgo a principios de agosto. Y aunque después el ministro ruso de relaciones exteriores Serguéi Lavrov aseguró que el caso Snowden no afectaría a las relaciones bilaterales, la reunión bilateral de los dos presidentes aplazó y, según fuentes del Kremlin, no se realizará ya en el 2013.</p><p></p><p>El mismo Lavrov insistó la semana pasada en que en varias instituciones norteamericanas "hay gente dispuesta a hacernos una mala jugada" por dar asilo a Snowden. "No fuímos nosotros los que anularon el pasaporte de Edward Snowden, indispensable para viajar por el mundo, ni fuímos los que escogimos la ruta, lo hizo él mismo. No fuímos los que organizaron horrores como el aterrizaje forzoso del avión del presidente boliviano Evo Morales", agregó el diplomático.</p><p></p><p>Según Lavrov, el problema consiste en que Rusia y Estados Unidos no han firmado hasta el momento un acuerdo de extradición, aunque Moscú lo había propuesto durtante años. "No niego, en primer lugar lo hicimos para conseguir la extradición de personas acusadas en Rusia de cometer graves crímenes, incuso actos terroristas, que ha encontrado refugio en el territorio de EE.UU. y a quienes no nos entregan ni entregarán nunca", concretó Lavrov. Pero Lavrov dejó entre paréntesis otros casos de extradición deseada – los de Victor But y Konstantín Yaroshenko, acusados ambos en EE.UU. por tráfico de armas.</p><p></p><p><strong>Crisis diplomática entre Brasil y EEUU</strong></p><p>Las revelaciones del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) tuvieron especial repercusión en Brasil. No solo porque el periodista que recibe los archivos de Snowden, Gleen Greenwald, cambió Nueva York por Río de Janeiro para escribir, sino porque afectaron a la propia presidenta. La primera semana de julio, solo un mes después de que <em>The Guardian</em> publicase que los Estados Unidos registraban comunicaciones en cualquier parte del planeta, Brasil se despertaba con que las llamadas e emails de millones de sus ciudadanos aparecían en los registros de la NSA. </p><p></p><p>Hubo condena, pero también cautela por parte del Gobierno Rousseff, hasta que en septiembre un programa de televisión, con el que colaboró Greenwald, revelaba que también se espiaron los emails y las llamadas de la propia presidenta y su círculo de colaboradores, además de los ordenadores de la petrolera estatal Petrobras. Rousseff escenificó su enfado cancelando la visita oficial a los EE UU prevista en octubre y, junto con sus ministros, insistió en la idea de que el episodio era un claro caso de espionaje económico, lejos de la lucha contra el terrorismo. </p><p></p><p>La presidenta pasó semanas pidiendo explicaciones que, al menos públicamente, no llegaron al pueblo brasileño. Pueblo que, con casi un millón y medio de firmas a través de la web Avaaz.org, se está movilizando para presionar a su país para que conceda asilo político a Snowden.</p><p><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/20/actualidad/1387542392_057942.html">http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/20/actualidad/1387542392_057942.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Sebastian, post: 1474718, member: 8629"] parte 2 [CENTER][SIZE=6][B]La onda expansiva desatada por Snowden[/B][/SIZE][/CENTER] [B] Las filtraciones del extrabajador de la NSA han sacudido en 2013 las relaciones diplomáticas de EE UU con sus aliados[/B] [B]España gesticuló una queja de rigor[/B] La sangre no llegó al río en la crisis entre Madrid y Washington por el caso Snowden. Bastó que el embajador estadounidense en Madrid, James Costos, asegurase, el 8 de noviembre, que la NSA “respeta la privacidad de los ciudadanos españoles y el debido marco legal” para que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, decidiera olvidar que, solo unos días antes, había advertido que, de confirmarse el espionaje masivo, se quebraría la confianza entre los dos aliados. España tenía prisa por pasar página: los Príncipes de Asturias se disponían a viajar a Florida y California y Rajoy estaba pendiente de una cita en la Casa Blanca, finalmente fijada para el próximo 13 de enero. Ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz, dio por buena la versión de la NSA de que los más de 60 millones de metadatos recopilados en un mes correspondían a comunicaciones realizadas fuera de España. Una versión tan difícil de creer como de rebatir. La tormenta pasó sin dejar rastro salvo, quizá, un frenazo en los planes del Gobierno para flexibilizar el marco legal y permitir que el fiscal, y no solo el juez, puede acceder a los metadatos. Si la confianza entre los gobiernos no se deterioró no puede decirse lo mismo de la de los ciudadanos en el secreto de sus comunicaciones. [B]Consecuencias económicas[/B] El llamado “caso Snowden” no solo ha tenido consecuencias políticas sino también económicas. Empresas y también instituciones públicas de medio mundo desconfían ahora de las compañías norteamericanas que ofrecen correo, almacenamiento etcétera porque están sometidas a la legislación a la legislación estadounidense con el Patriot Act y el Cispa que otorgan amplios poderes a los servicios secretos empezando por la NSA. Un sondeo efectuado en julio por la Cloud Security Alliance, una asociación que promueve las buenas prácticas en la nube de Internet, reveló que, sobre un total 207 empresas no americanas que aceptaron contestar, nada menos que el 56% es ahora reacio a contratar con proveedores de EE UU. Un 10% había incluso decidido cancelar proyectos relacionados con ese país. De ahí que el analista David Castro, de la Fundación Tecnologías de la Información e Innovación, con sede en Washington, opine que “las políticas de seguridad de EE UU son perjudiciales para sus intereses nacionales”. En Europa es entre los empresarios de Alemania y, en menor medida, de Francia y Suecia, donde más alarma ha causado la colaboración de las compañías de IT con la NSA. Buscan ahora alternativas para poner sus metadatos a buen recaudo. Una de ellas consiste en dejarlos en “casa”, que no se almacenen en servidores allende sus fronteras. Suiza se ofrece también como una solución de recambio dejando caer que los datos estarán allí tan seguros como el dinero. España puede también aspirar a ser alternativa porque figura entre los cuatro países del mundo más solventes a la hora de proteger la privacidad de sus ciudadanos, según la consultora BackgroundChecks.org. [B]El asilo ruso del filtrador agrió las relaciones de Moscú con Washington[/B] El caso Snowden ha sido uno de los temas más discutidos en el año en curso en Rusia. Y el nombre del jóven ex-analista de la CIA no fue omitido durante la tradicional conferencia de prensa del presidente de Rusia, Vladímir Putin, celebrada este jueves. El líder ruso precisó que no conoció personalmente a Snowden ni habló con él, pero que le parece "una persona interesante" ya que gracias a él "ha cambiado algo en la mente de millones de personas, incluso de destacados líderes políticos contemporáneos". Putin subrayó que Rusia no tenía intenciones de sacar del ex-analista de la CIA alguna información sobre el labor de los servicios secretos estadounidenses: "Hablando en términos profesionales no trabajamos ni hemos trabajado con él en plano operativo y no le fastidiamos con preguntas sobre los detalles del trabajo", señaló. Edward Snowden pasó 38 días en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétievo de Moscú esperando la solución de su caso y fue obligado por las circunstancias a pedir asilo político a Rusia. La decisión de Moscú de concederle asilo politico temporal el 1 de agosto llevó a un nuevo agravamiento de las tensas relaciones entre Moscú y Washington. El presidente norteamericano Barack Obama se negó oficialmente viajar a Moscú para encontrarse con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Esa reunión estaba prevista en el marco de la cumbre de los líderes del G-20 en San Petersburgo a principios de agosto. Y aunque después el ministro ruso de relaciones exteriores Serguéi Lavrov aseguró que el caso Snowden no afectaría a las relaciones bilaterales, la reunión bilateral de los dos presidentes aplazó y, según fuentes del Kremlin, no se realizará ya en el 2013. El mismo Lavrov insistó la semana pasada en que en varias instituciones norteamericanas "hay gente dispuesta a hacernos una mala jugada" por dar asilo a Snowden. "No fuímos nosotros los que anularon el pasaporte de Edward Snowden, indispensable para viajar por el mundo, ni fuímos los que escogimos la ruta, lo hizo él mismo. No fuímos los que organizaron horrores como el aterrizaje forzoso del avión del presidente boliviano Evo Morales", agregó el diplomático. Según Lavrov, el problema consiste en que Rusia y Estados Unidos no han firmado hasta el momento un acuerdo de extradición, aunque Moscú lo había propuesto durtante años. "No niego, en primer lugar lo hicimos para conseguir la extradición de personas acusadas en Rusia de cometer graves crímenes, incuso actos terroristas, que ha encontrado refugio en el territorio de EE.UU. y a quienes no nos entregan ni entregarán nunca", concretó Lavrov. Pero Lavrov dejó entre paréntesis otros casos de extradición deseada – los de Victor But y Konstantín Yaroshenko, acusados ambos en EE.UU. por tráfico de armas. [B]Crisis diplomática entre Brasil y EEUU[/B] Las revelaciones del exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) tuvieron especial repercusión en Brasil. No solo porque el periodista que recibe los archivos de Snowden, Gleen Greenwald, cambió Nueva York por Río de Janeiro para escribir, sino porque afectaron a la propia presidenta. La primera semana de julio, solo un mes después de que [I]The Guardian[/I] publicase que los Estados Unidos registraban comunicaciones en cualquier parte del planeta, Brasil se despertaba con que las llamadas e emails de millones de sus ciudadanos aparecían en los registros de la NSA. Hubo condena, pero también cautela por parte del Gobierno Rousseff, hasta que en septiembre un programa de televisión, con el que colaboró Greenwald, revelaba que también se espiaron los emails y las llamadas de la propia presidenta y su círculo de colaboradores, además de los ordenadores de la petrolera estatal Petrobras. Rousseff escenificó su enfado cancelando la visita oficial a los EE UU prevista en octubre y, junto con sus ministros, insistió en la idea de que el episodio era un claro caso de espionaje económico, lejos de la lucha contra el terrorismo. La presidenta pasó semanas pidiendo explicaciones que, al menos públicamente, no llegaron al pueblo brasileño. Pueblo que, con casi un millón y medio de firmas a través de la web Avaaz.org, se está movilizando para presionar a su país para que conceda asilo político a Snowden. [url]http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/20/actualidad/1387542392_057942.html[/url] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
El espionaje interno en los EE.UU.
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba