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Mensaje: <blockquote data-quote="Leutnant" data-source="post: 5014" data-attributes="member: 45">Bush, descontento con la marcha de la guerraEl mandatario señaló que la paciencia de su país es limitada. Washington. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se declaró ayer insatisfecho con la situación en Irak y dejó entrever la existencia de roces con el gobierno en Bagdad. Asimismo, advirtió que la paciencia de su país no es ilimitada. En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, un Bush que habló en tono sombrío, planteó un análisis de la guerra en Irak muy alejado del optimismo de meses atrás, aunque insistió en su apoyo al primer ministro de ese país, Nuri al Maliki. A dos semanas para las elecciones legislativas en Estados Unidos, la grave situación en Irak se ha convertido en el principal problema para el gobierno y el Partido Republicano, al que la mayoría de las encuestas pronostica una derrota por el descontento popular por la marcha de la guerra. En lo que va de octubre, cerca de 90 soldados estadounidenses murieron en el país árabe, lo que convierte este mes en el más negro en un año y eleva la cifra de caídos a cerca de 2.800 desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2003. En la conferencia de ayer, Bush reconoció que no hay una fórmula fácil para resolver el conflicto. "Muchos estadounidenses no están satisfechos con la situación en Irak. Yo tampoco lo estoy", aseguró el mandatario. El aumento de las muertes estadounidenses hizo que se multipliquen las voces, en particular de la oposición demócrata, para incrementar la presión sobre Bagdad de modo que ese gobierno adopte más responsabilidades y las tropas estadounidenses puedan regresar cuanto antes. El gobierno de Estados Unidos respondió a esos llamados con el anuncio, realizado el martes en Bagdad, de un calendario acordado con el gobierno iraquí para que éste se haga cargo más rápidamente de la seguridad para poner fin a la violencia que enfrenta a chiítas y sunitas. El embajador de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad; y el comandante en jefe de las tropas estadounidenses en Irak, el general George Casey, hicieron el anuncio en una conferencia en la que Al Maliki no estuvo presente. Ayer Bush afirmó que no tenía ni idea del porqué de esa ausencia. "Presionamos a los líderes iraquíes para que tomen medidas audaces para salvar a su país. Estamos dejando claro que la paciencia de Estados Unidos no es ilimitada", afirmó el presidente. Sin embargo, quiso insistir en que, al menos por el momento, Al Maliki cuenta con el apoyo de Estados Unidos "mientras continúe con la adopción de decisiones difíciles". "No impondremos más presión al gobierno iraquí de la que pueda soportar", aseguró Bush. Previamente, en Bagdad, Al Maliki se distanció del calendario anunciado por Estados Unidos y criticó un asalto estadounidense en Sadr City, un barrio chiíta de Bagdad. "Los estadounidenses tienen el derecho a revisar sus estrategias, pero no creemos en un calendario y nadie nos lo va a imponer", afirmó el primer ministro iraquí. Bush se resistió a hablar de plazos, al mencionar el calendario, y en su lugar insistió en que "se trata de pautas o parámetros".</blockquote>

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