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<blockquote data-quote="sebastian_porras" data-source="post: 433266" data-attributes="member: 18"><p><span style="font-size: 15px"><em><strong>El sueño de Massera: Submarino Nuclear</strong></em></span></p><p></p><p style="text-align: center"><img src="http://www.malvinense.com.ar/snacional/manosgg.JPG" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 15px">Retorna el sueño de un submarino nuclear</span></strong></p><p></p><p><strong>Por no poder solucionar lo que se habían propuesto, Cristina de Kirchner y Lula da Silva exageraron en presunciones y fantasías en la reunión del fin de semana. Por ejemplo, la que habla de un submarino nuclear a construir entre los dos países. Es un viejo sueño masserista que costó millones en los años 70 y que fogonearon en astilleros de mala suerte algunos empresarios alemanes. Ahora, la quimera tiene acento francés y la alienta Nicolas Sarkozy, decidido a atomizarlo todo. Como aquella sicodélica nave de The Beatles, es un pergeño de la imaginación de quienes no pueden resolver asuntos más pedestres, como dar energía a las empresas o reflotar al desgraciado rompehielos Irízar.</strong></p><p></p><p><strong><em>Por: Edgardo Aguilera </em></strong></p><p></p><p></p><p>Más especulación que proyecto conjunto es el presunto desarrollo de un submarino atómico que trepó en maquinaciones brasileñas tras las palabras preactivas del presidente Nicolás Sarkozy a Lula.</p><p></p><p>La idea progresó luego de aquel encuentro de los dos en la Guyana Francesa. Sarkozy afirmó que Francia estaba en capacidad de transferir tecnología para construir aviones Rafale y submarinos Scorpene (convencional pero paso previo al nuclear). Ganó ahora espacio una especulación más: <strong>La presunta sociedad estratégica entre el país –cediendo el know how de reactores nucleares compactos-, Brasil con su infraestructura especializada en la soldadura de cascos resistentes para submarinos más el ofrecimiento de Sarkozy y la fabricación de los Scorpene para desembocar en un sumergible atómico.</strong> Una idea que alguna vez circuló en tiempos del almirante <strong>Carlos Castro Madero </strong>sepultada por pliegues y repliegues de la política local y las presiones. Para esos intentos se trabajó en el apostadero naval Buenos Aires y en los Astilleros de la discordia de la Costanera porteña. <strong>Eran tiempos de Massera. Lo de Sarkozy, claro, fue un anuncio político que aún no pasó al papel.</strong></p><p></p><p style="text-align: center"><img src="http://i33.photobucket.com/albums/d52/areamilitar/a_NAV/Marlin_320.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Si todo sucede como está planeado luego de la firma de los acuerdos estratégicos en el área militar entre Lula y Cristina de Kirchner, Brasil se ocupará del mantenimiento de los aviones de combate de la Fuerza Aérea Argentina. También de la continuidad de la fabricación del IA-63 Pampa, el reactor de entrenamiento avanzado de los aviadores militares. Un avance en la integración militar regional como no se veía desde que Carlos Menem con su par Eduardo Frei acordaron ejercitaciones bilaterales con desplazamiento de tropas hacia uno y otro lado de la cordillera. Aunque, en rigor, más que un acuerdo de gobierno a gobierno se trata de un compromiso cuasi comercial que firmará el Ministerio de Defensa con una empresa brasileña que hoy es un jugador global en el rubro de la construcción aeronautica: EMBRAER.</p><p></p><p>La rúbrica de la Carta de Intención forma parte de la serie de acuerdos de cooperación productiva para afianzar el vínculo con el Brasil. Dentro de esa autopista de intereses económicos mutuos caló profundo el proyecto de integración militar que comenzará en la probeta de la Fuerza Aérea Argentina y sus aviones de combate que se reparan en la planta de Córdoba (la ex Aerea Material Córdoba, AMC) concesionada a la contratista norteamericana Lockheed Martin.</p><p></p><p>Claro, antes de que Embrear tome bajo su responsabilidad el mantenimiento de los Mirage, los FightingsHawks, los Hércules, los Mentor y demás aparatos de guerra, Lockheed tiene que dejar la concesión que finaliza en el 2009.</p><p></p><p>Otros experimentos de cooperación productiva militar que llevó adelante este gobierno no dieron resultados, por caso el que se intentó entre las Armadas de Chile y la Argentina durante la gestión de José Pampero. Se trataba de fabricar un <strong>patrullero de alta mar (PAM) en astilleros de Talcahuano con colaboración criolla. Fracasó, al momento de poner los recursos el país no contaba con capacidad de financiamiento, se dijo desde el Ministerio.</strong></p><p></p><p>Dice la Carta Intención, <strong>“En una primera etapa, mientras se encuentre vigente la concesión del ex AMC a Lockheed, habrá:</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>a) Subcontrataciones recíprocas de partes y conjuntos de aeronaves en producción en cada uno de los países.</strong></p><p><strong>b) Entrenamiento recíproco de personal</strong></p><p><strong>c) Intercambio y suministro reciproco de documentación técnica de proyectos de fabricación y </strong></p><p><strong>d) Montaje de un centro de mantenimiento para aeronaves comerciales y/o militares especializadas en los tipos que actualmente fabrica y vende EMBRAER.”</strong></p><p></p><p>Como el escrito puede darse a interpretaciones caprichosas, los consejeros de la ministra Nilda Garré sugirieron que se avance en capítulos posteriores al Protocolo Complementario al Acuerdo de Cooperación en el ámbito de Defensa que se firmó el viernes pasado en el Salón Belgrano del Edificio Libertador con su par Nelson Jobim, integrante de la comitiva de Lula. Es que el párrafo más sensible del documento de acuerdo comercial dice:</p><p></p><p><strong>“Una vez concluido el contrato de concesión vigente (¿Qué dirá Lockheed al respecto?) las partes adoptarán de común acuerdo un contrato de concesión de la ex AMC o bien una forma de sociedad o asociación de empresas vigente en la Ley de Sociedades cuyo objeto trascienda y se extienda al inicial, como mínimo en los siguientes aspectos:</strong></p><p></p><p>a) El Contrato de prestación de servicios aeronauticos para la Fuerza Aérea Argentina que tiene por objeto la prestación de los servicios de mantenimiento, reparación, modernización fabricación de partes para las aeronaves, motores y componentes de la Fuerza Aérea Argentina incluyendo la adaquisición de materiales necesarios</p><p>b) El contrato de prestación de Fabricación Aeronáutica cuyo propósito es mantener la capacidad de fabricación en la ex AMC del IA-63 Pampa y el diseño e implementación de la remotorización de esta aeronave y </p><p>c) El proyecto, desarrollo, ensayos y fabricación en serie en forma conjunta de nuevas aeronaves civiles y militares, para satisfacer la demanda de mercados propios, regionales e internacionales.”</p><p></p><p>Esta herramienta burocrática acordada en extensas reuniones de la subcomisión de Defensa y Seguridad bilateral tuvo una hoja de ruta que se inició con la visita de funcionarios de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores del Brasil a las instalaciones de la ex AMC, discusiones del primer acuerdo complementario entre los ministros de Defensa, discusiones de la Carta de Intención entre Embrear y expertos de la ministra (el jefe de gabinete, Raúl Garré).</p><p></p><p><strong>Patente</strong></p><p></p><p>Especialistas consultados explicaron que Embrear no puede continuar con el desarrollo del avión Pampa si no logra que Lockheed venda su licencia. La contratista norteamericana adquirió la patente del Pampa a sus propietarios originales: el conglomerado alemán Dornier que estaba asociado a la vieja Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, antes de tomar la concesión de la ex AMC.</p><p></p><p><img src="http://www.milavia.net/specials/fab-mirage2000/01_lm_07_05-0305.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>La lectura de la Carta Intención aporta un dato estratégico clave para la renovación de los escuadrones de combate de la Fuerza Aérea: <strong>Embraer estaría en condiciones de proveer (obvio que bajo alguna fórmula de modernización o upgrade, en la jerga aeronautica) aparatos Mirage 2000 una vez que la Fuerza Aérea Brasileña los desactive para dar entrada a los Rafale que adquirió a Francia.</strong></p><p></p><p>Fuente: <a href="http://www.ambitoweb.com/diario/noticia.asp?id=387012">http://www.ambitoweb.com/diario/noticia.asp?id=387012</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="sebastian_porras, post: 433266, member: 18"] [SIZE="4"][I][B]El sueño de Massera: Submarino Nuclear[/B][/I][/SIZE] [CENTER][IMG]http://www.malvinense.com.ar/snacional/manosgg.JPG[/IMG][/CENTER] [B][SIZE="4"]Retorna el sueño de un submarino nuclear[/SIZE][/B] [B]Por no poder solucionar lo que se habían propuesto, Cristina de Kirchner y Lula da Silva exageraron en presunciones y fantasías en la reunión del fin de semana. Por ejemplo, la que habla de un submarino nuclear a construir entre los dos países. Es un viejo sueño masserista que costó millones en los años 70 y que fogonearon en astilleros de mala suerte algunos empresarios alemanes. Ahora, la quimera tiene acento francés y la alienta Nicolas Sarkozy, decidido a atomizarlo todo. Como aquella sicodélica nave de The Beatles, es un pergeño de la imaginación de quienes no pueden resolver asuntos más pedestres, como dar energía a las empresas o reflotar al desgraciado rompehielos Irízar.[/B] [B][I]Por: Edgardo Aguilera [/I][/B] Más especulación que proyecto conjunto es el presunto desarrollo de un submarino atómico que trepó en maquinaciones brasileñas tras las palabras preactivas del presidente Nicolás Sarkozy a Lula. La idea progresó luego de aquel encuentro de los dos en la Guyana Francesa. Sarkozy afirmó que Francia estaba en capacidad de transferir tecnología para construir aviones Rafale y submarinos Scorpene (convencional pero paso previo al nuclear). Ganó ahora espacio una especulación más: [B]La presunta sociedad estratégica entre el país –cediendo el know how de reactores nucleares compactos-, Brasil con su infraestructura especializada en la soldadura de cascos resistentes para submarinos más el ofrecimiento de Sarkozy y la fabricación de los Scorpene para desembocar en un sumergible atómico.[/B] Una idea que alguna vez circuló en tiempos del almirante [B]Carlos Castro Madero [/B]sepultada por pliegues y repliegues de la política local y las presiones. Para esos intentos se trabajó en el apostadero naval Buenos Aires y en los Astilleros de la discordia de la Costanera porteña. [B]Eran tiempos de Massera. Lo de Sarkozy, claro, fue un anuncio político que aún no pasó al papel.[/B] [CENTER][IMG]http://i33.photobucket.com/albums/d52/areamilitar/a_NAV/Marlin_320.jpg[/IMG][/CENTER] Si todo sucede como está planeado luego de la firma de los acuerdos estratégicos en el área militar entre Lula y Cristina de Kirchner, Brasil se ocupará del mantenimiento de los aviones de combate de la Fuerza Aérea Argentina. También de la continuidad de la fabricación del IA-63 Pampa, el reactor de entrenamiento avanzado de los aviadores militares. Un avance en la integración militar regional como no se veía desde que Carlos Menem con su par Eduardo Frei acordaron ejercitaciones bilaterales con desplazamiento de tropas hacia uno y otro lado de la cordillera. Aunque, en rigor, más que un acuerdo de gobierno a gobierno se trata de un compromiso cuasi comercial que firmará el Ministerio de Defensa con una empresa brasileña que hoy es un jugador global en el rubro de la construcción aeronautica: EMBRAER. La rúbrica de la Carta de Intención forma parte de la serie de acuerdos de cooperación productiva para afianzar el vínculo con el Brasil. Dentro de esa autopista de intereses económicos mutuos caló profundo el proyecto de integración militar que comenzará en la probeta de la Fuerza Aérea Argentina y sus aviones de combate que se reparan en la planta de Córdoba (la ex Aerea Material Córdoba, AMC) concesionada a la contratista norteamericana Lockheed Martin. Claro, antes de que Embrear tome bajo su responsabilidad el mantenimiento de los Mirage, los FightingsHawks, los Hércules, los Mentor y demás aparatos de guerra, Lockheed tiene que dejar la concesión que finaliza en el 2009. Otros experimentos de cooperación productiva militar que llevó adelante este gobierno no dieron resultados, por caso el que se intentó entre las Armadas de Chile y la Argentina durante la gestión de José Pampero. Se trataba de fabricar un [B]patrullero de alta mar (PAM) en astilleros de Talcahuano con colaboración criolla. Fracasó, al momento de poner los recursos el país no contaba con capacidad de financiamiento, se dijo desde el Ministerio.[/B] Dice la Carta Intención, [B]“En una primera etapa, mientras se encuentre vigente la concesión del ex AMC a Lockheed, habrá: a) Subcontrataciones recíprocas de partes y conjuntos de aeronaves en producción en cada uno de los países. b) Entrenamiento recíproco de personal c) Intercambio y suministro reciproco de documentación técnica de proyectos de fabricación y d) Montaje de un centro de mantenimiento para aeronaves comerciales y/o militares especializadas en los tipos que actualmente fabrica y vende EMBRAER.”[/B] Como el escrito puede darse a interpretaciones caprichosas, los consejeros de la ministra Nilda Garré sugirieron que se avance en capítulos posteriores al Protocolo Complementario al Acuerdo de Cooperación en el ámbito de Defensa que se firmó el viernes pasado en el Salón Belgrano del Edificio Libertador con su par Nelson Jobim, integrante de la comitiva de Lula. Es que el párrafo más sensible del documento de acuerdo comercial dice: [B]“Una vez concluido el contrato de concesión vigente (¿Qué dirá Lockheed al respecto?) las partes adoptarán de común acuerdo un contrato de concesión de la ex AMC o bien una forma de sociedad o asociación de empresas vigente en la Ley de Sociedades cuyo objeto trascienda y se extienda al inicial, como mínimo en los siguientes aspectos:[/B] a) El Contrato de prestación de servicios aeronauticos para la Fuerza Aérea Argentina que tiene por objeto la prestación de los servicios de mantenimiento, reparación, modernización fabricación de partes para las aeronaves, motores y componentes de la Fuerza Aérea Argentina incluyendo la adaquisición de materiales necesarios b) El contrato de prestación de Fabricación Aeronáutica cuyo propósito es mantener la capacidad de fabricación en la ex AMC del IA-63 Pampa y el diseño e implementación de la remotorización de esta aeronave y c) El proyecto, desarrollo, ensayos y fabricación en serie en forma conjunta de nuevas aeronaves civiles y militares, para satisfacer la demanda de mercados propios, regionales e internacionales.” Esta herramienta burocrática acordada en extensas reuniones de la subcomisión de Defensa y Seguridad bilateral tuvo una hoja de ruta que se inició con la visita de funcionarios de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores del Brasil a las instalaciones de la ex AMC, discusiones del primer acuerdo complementario entre los ministros de Defensa, discusiones de la Carta de Intención entre Embrear y expertos de la ministra (el jefe de gabinete, Raúl Garré). [B]Patente[/B] Especialistas consultados explicaron que Embrear no puede continuar con el desarrollo del avión Pampa si no logra que Lockheed venda su licencia. La contratista norteamericana adquirió la patente del Pampa a sus propietarios originales: el conglomerado alemán Dornier que estaba asociado a la vieja Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, antes de tomar la concesión de la ex AMC. [IMG]http://www.milavia.net/specials/fab-mirage2000/01_lm_07_05-0305.jpg[/IMG] La lectura de la Carta Intención aporta un dato estratégico clave para la renovación de los escuadrones de combate de la Fuerza Aérea: [B]Embraer estaría en condiciones de proveer (obvio que bajo alguna fórmula de modernización o upgrade, en la jerga aeronautica) aparatos Mirage 2000 una vez que la Fuerza Aérea Brasileña los desactive para dar entrada a los Rafale que adquirió a Francia.[/B] Fuente: [url]http://www.ambitoweb.com/diario/noticia.asp?id=387012[/url] [/QUOTE]
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