Tal como los portaaviones ingleses HMS Hermes y HMS Invencible fueron un blanco prioritario para las fuerzas argentinas durante el desarrollo del conflicto por las Islas Malvinas, para los ingleses el portaviones ARA 25 de Mayo también lo fue y más allá de las acciones tendientes a localizarlo y atacarlo con medios submarinos, hacia al final del conflicto se llegó a planificar su ataque con medios aéreos.
Al momento de iniciarse la planificación del ataque se conocía que el ARA 25 de Mayo se encontraba en proximidades de Puerto Belgrano y el concepto de la operación era un ataque con dos Blackburn Buccaneer S.2B provenientes de la isla de Ascensión y que tras el ataque cruzarían todo el territorio argentino para aterrizar en Chile.
La localización del ARA 25 de Mayo estaría a cargo de un vuelo de exploración y reconocimiento con un Nimrod MR.2 que tendría la misión de detectar al portaaviones argentino y realizar su seguimiento hasta el momento del ataque. Se dispuso que más allá de la información que proporcionaran otros medios de inteligencia (Chile y submarinos propios) resultaba necesario disponer de la posición actualizada con gran precisión para así transmitirla a los Buccaneer antes que estos iniciaran su vuelo rasante.
Paralelamente también debería localizar a los destructores Tipo 42 Santísima Trinidad y Hércules que representaban la mayor amenaza para el ataque de los Buccaneer, aunque se había previsto que si estos volaban por debajo de los 100 pies durante la aproximación, ataque y salida los misiles Sea Dart no serían capaces de derribarlos.
Cada Buccaneer estaría armado con dos misiles AJ.168 Martel guiados por TV montados en los soportes subalares y cuatro bombas de 1.000 libras en la bodega de bombas. Para el uso de los misiles Martel se requería de una visibilidad horizontal mínima de 2 millas (3.7 km) y un techo de 1200 pies (360 metros). Si se daban estas condiciones meteorológicas cada Buccaneer lanzaría un misil a unas 10 millas (18.5 km) del blanco y un segundo lanzamiento a una distancia mucho menor.
Si la meteorología no permitía el empleo de los misiles Martel, se utilizarían las cuatro bombas de 1000 libras quedando como último recurso -por cuestiones de visibilidad- su lanzamiento mediante el radar Blue Parrot del Buccaneer.
Si bien el misil Martel era un misil antiradar, la versión inglesa guiada por TV había sido adaptada para su empleo antibuque, siendo guiado por el operador trasero del avión a través de un radio-enlace. Para un blanco del tamaño de un portaaviones el daño ocasionado por la cabeza de combate de 150 Kg sería mínimo y por tal motivo se habían dado instrucciones para que el punto de impacto fuera preferentemente sobre la cubierta de vuelo.
Dado la limitada autonomía del Buccaneer para un escenario como el Atlántico Sur, se estimó que cada aeronave iba a requerir de la participación de 5 reabastecedores Handley Page Victor , en tanto el Nimrod MR.2 iba a requerir de 4 reabastecedores para su trayecto de ida y de otros tantos para su regreso. Serían necesario entonces 16 cisternas Victor, una cantidad que requería de una gran precisión y coordinación.
En cuanto al destino final de los Buccaneer se analizó si fuera Santiago de Chile o Concepción, privilegiándose éste último aeropuerto porque ya se encontraba involucrado en la “Operación Folklore” https://www.zona-militar.com/foros/...nberra-de-la-raf-en-chile.64285/#post-2941615
Los informes de inteligencia indicaban que las posibilidades de intercepción de los Buccaneer al cruzar el territorio argentino serían prácticamente nulas a cuenta que el grueso de la fuerza aérea estaba desplegado en el sur. En Espora no había cazas, los escasos Mirage que protegían Buenos Aires no tenían el alcance para interceptarlos y en Tandil sólo había algunos Dagger que al no contar con radar, difícilmente podían localizarlos en su viaje hacia Chile.
Aunque la calidad de la imagen no es óptima se puede apreciar la ruta que seguirían los Buccaneer desde Ascensión hasta Bahía Blanca y de allí hasta Chile. También se aprecia el “circuito de hipódromo” que realizaría el Nimrod MR.2 para localizar y mantener contacto con el portaaviones 25 de Mayo hasta que se realizara el ataque.
La operación se terminó de diagramar el 8 de Junio de 1982 y rápidamente fue autorizada estimándose que podía ejecutarse durante los próximos 7 días según la disponibilidad de los cisternas Victor. Sin embargo para entonces el conflicto se encontraba en su etapa final y aunque el 25 de Mayo seguía siendo una amenaza a futuro tras el eventual embarque de los Super Etendard, se decidió suspenderla para luego cancelarla de modo definitivo tras la caída de Puerto Argentino el 14 de Junio.
El ARA 25 de Mayo sobrevivió al conflicto y tal como preveían los ingleses embarcó a los Super Etendard adquiriendo una capacidad única en la región en cuanto al combate antibuque con los misiles AM-39 Exocet, pero dicha capacidad duró muy poco. La necesidad de una modernización como la falta de presupuesto finalmente terminaron con el 25 de Mayo hacia fines de 1987 y principios de 1988.
Fuente: Pirates of the South Atlantic, Chris Gibson. The Aviation Historian Issue≠40
Al momento de iniciarse la planificación del ataque se conocía que el ARA 25 de Mayo se encontraba en proximidades de Puerto Belgrano y el concepto de la operación era un ataque con dos Blackburn Buccaneer S.2B provenientes de la isla de Ascensión y que tras el ataque cruzarían todo el territorio argentino para aterrizar en Chile.
La localización del ARA 25 de Mayo estaría a cargo de un vuelo de exploración y reconocimiento con un Nimrod MR.2 que tendría la misión de detectar al portaaviones argentino y realizar su seguimiento hasta el momento del ataque. Se dispuso que más allá de la información que proporcionaran otros medios de inteligencia (Chile y submarinos propios) resultaba necesario disponer de la posición actualizada con gran precisión para así transmitirla a los Buccaneer antes que estos iniciaran su vuelo rasante.
Paralelamente también debería localizar a los destructores Tipo 42 Santísima Trinidad y Hércules que representaban la mayor amenaza para el ataque de los Buccaneer, aunque se había previsto que si estos volaban por debajo de los 100 pies durante la aproximación, ataque y salida los misiles Sea Dart no serían capaces de derribarlos.
Cada Buccaneer estaría armado con dos misiles AJ.168 Martel guiados por TV montados en los soportes subalares y cuatro bombas de 1.000 libras en la bodega de bombas. Para el uso de los misiles Martel se requería de una visibilidad horizontal mínima de 2 millas (3.7 km) y un techo de 1200 pies (360 metros). Si se daban estas condiciones meteorológicas cada Buccaneer lanzaría un misil a unas 10 millas (18.5 km) del blanco y un segundo lanzamiento a una distancia mucho menor.
Si la meteorología no permitía el empleo de los misiles Martel, se utilizarían las cuatro bombas de 1000 libras quedando como último recurso -por cuestiones de visibilidad- su lanzamiento mediante el radar Blue Parrot del Buccaneer.
Si bien el misil Martel era un misil antiradar, la versión inglesa guiada por TV había sido adaptada para su empleo antibuque, siendo guiado por el operador trasero del avión a través de un radio-enlace. Para un blanco del tamaño de un portaaviones el daño ocasionado por la cabeza de combate de 150 Kg sería mínimo y por tal motivo se habían dado instrucciones para que el punto de impacto fuera preferentemente sobre la cubierta de vuelo.
Dado la limitada autonomía del Buccaneer para un escenario como el Atlántico Sur, se estimó que cada aeronave iba a requerir de la participación de 5 reabastecedores Handley Page Victor , en tanto el Nimrod MR.2 iba a requerir de 4 reabastecedores para su trayecto de ida y de otros tantos para su regreso. Serían necesario entonces 16 cisternas Victor, una cantidad que requería de una gran precisión y coordinación.
En cuanto al destino final de los Buccaneer se analizó si fuera Santiago de Chile o Concepción, privilegiándose éste último aeropuerto porque ya se encontraba involucrado en la “Operación Folklore” https://www.zona-militar.com/foros/...nberra-de-la-raf-en-chile.64285/#post-2941615
Los informes de inteligencia indicaban que las posibilidades de intercepción de los Buccaneer al cruzar el territorio argentino serían prácticamente nulas a cuenta que el grueso de la fuerza aérea estaba desplegado en el sur. En Espora no había cazas, los escasos Mirage que protegían Buenos Aires no tenían el alcance para interceptarlos y en Tandil sólo había algunos Dagger que al no contar con radar, difícilmente podían localizarlos en su viaje hacia Chile.
La operación se terminó de diagramar el 8 de Junio de 1982 y rápidamente fue autorizada estimándose que podía ejecutarse durante los próximos 7 días según la disponibilidad de los cisternas Victor. Sin embargo para entonces el conflicto se encontraba en su etapa final y aunque el 25 de Mayo seguía siendo una amenaza a futuro tras el eventual embarque de los Super Etendard, se decidió suspenderla para luego cancelarla de modo definitivo tras la caída de Puerto Argentino el 14 de Junio.
El ARA 25 de Mayo sobrevivió al conflicto y tal como preveían los ingleses embarcó a los Super Etendard adquiriendo una capacidad única en la región en cuanto al combate antibuque con los misiles AM-39 Exocet, pero dicha capacidad duró muy poco. La necesidad de una modernización como la falta de presupuesto finalmente terminaron con el 25 de Mayo hacia fines de 1987 y principios de 1988.
Fuente: Pirates of the South Atlantic, Chris Gibson. The Aviation Historian Issue≠40