Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Historia Militar
En el Mando Supremo de Hitler
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Stormnacht" data-source="post: 775518" data-attributes="member: 341"><p><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/Sir_Nevile_Henderson.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p><strong>Sir Neville Henderson, embajador británico en Berlín.</strong></p><p></p><p><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/arthurchamberlain.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p><strong>El Primer Ministro británico sir Arthur Neville Chamberlain.</strong></p><p></p><p><strong> El tráfico aéreo cotidiano con el extranjero había sido suspendido, y el aeródromo londinense de Croydon ofrecía un aspecto desolador. La llegada del avión alemán con un único pasajero a bordo no contribuyó precisamente a darle mayor animación. Acudieron a recibirle un reducido número de conocidos hombres de la empresa; los mismos que participaron en la reunión de Sönke Nissen Koog, que formaron una muralla humana a su alrededor para evitar que fuera fotografiado por los reporteros...</strong></p><p><strong> En las oficinas de la dirección del aeropuerto, Dahlerus dictó su informe a una taquimecanógrafa, el cual fue transmitido sin pérdida de tiempo a lord Halifax, en el Foreign Office. A fin de eludir el encuentro con la nube de periodistas y reporteros gráficos, los amigos de Dahlerus enfilaron con sus vehículos la salida principal, mientras el propio Dahlerus abandonaba el aeródromo por una salida posterior.</strong></p><p><strong> En el número diez de Downing Street, residencia oficial del Primer Ministro, Birger Dahlerus repitió los consabidos seis puntos de que se componía la nueva propuesta del Führer, sin olvidar una sola palabra. Sir Arthur Neville Chamberlain cotejó las frases de Dahlerus con el informe del embajador inglés en Alemania, Henderson.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> - Míster Dahlerus - dijo por fin el Primer Ministro -. ¿Ha interpretado usted, sin lugar a dudas, lo que Herr Hitler le comunicó? Su mensaje difiere en algunos puntos de las noticias que nos ha proporcionado sir Neville Henderson.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> Birger Dahlerus aseguró al Primer Ministro que era imposible que hubiera habido algún equívoco, ya que su dominio de la lengua alemana era perfecto y, además, la conversación con Hitler, y precisamente en este punto, había sido muy puntualizada.</strong></p><p><strong> Por último se determinó que sir Henderson permanecieseun día más en Londres, y que Dahlerus regresara a Berlín. Goering celebró consulta con Hitler, y éste dio su consentimiento, por lo que el mariscal comunicó a Dahlerus que se le esperaba de nuevo en la capital del Reich.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> - ¿Qué impresión le ha causado a usted Herr Hitler? - le preguntó sir Arthur Neville Chamberlain.</strong></p><p><strong> Dahlerus vaciló unos segundos antes de responder. En este caso era únicamente un intermediario que procedía de la mejor buena fe, y cuyo único objetivo era contribuir en lo posible a evitar que estallara la guerra, que traería para Europa la mayor de las calamidades. Movió negativamente la cabeza y, mirando fijamente a Chamberlain, exclamó:</strong></p><p><strong> - No me gustaría tenerle como socio...</strong></p><p><strong> Por el rostro habitualmente grave del Primer Ministro se dibujó una leve sonrisa.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/chamberlain.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Parte 6</strong></p><p><strong></strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Stormnacht, post: 775518, member: 341"] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/Sir_Nevile_Henderson.jpg[/IMG] [B]Sir Neville Henderson, embajador británico en Berlín.[/B] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/arthurchamberlain.jpg[/IMG] [B]El Primer Ministro británico sir Arthur Neville Chamberlain.[/B] [B] El tráfico aéreo cotidiano con el extranjero había sido suspendido, y el aeródromo londinense de Croydon ofrecía un aspecto desolador. La llegada del avión alemán con un único pasajero a bordo no contribuyó precisamente a darle mayor animación. Acudieron a recibirle un reducido número de conocidos hombres de la empresa; los mismos que participaron en la reunión de Sönke Nissen Koog, que formaron una muralla humana a su alrededor para evitar que fuera fotografiado por los reporteros... En las oficinas de la dirección del aeropuerto, Dahlerus dictó su informe a una taquimecanógrafa, el cual fue transmitido sin pérdida de tiempo a lord Halifax, en el Foreign Office. A fin de eludir el encuentro con la nube de periodistas y reporteros gráficos, los amigos de Dahlerus enfilaron con sus vehículos la salida principal, mientras el propio Dahlerus abandonaba el aeródromo por una salida posterior. En el número diez de Downing Street, residencia oficial del Primer Ministro, Birger Dahlerus repitió los consabidos seis puntos de que se componía la nueva propuesta del Führer, sin olvidar una sola palabra. Sir Arthur Neville Chamberlain cotejó las frases de Dahlerus con el informe del embajador inglés en Alemania, Henderson. - Míster Dahlerus - dijo por fin el Primer Ministro -. ¿Ha interpretado usted, sin lugar a dudas, lo que Herr Hitler le comunicó? Su mensaje difiere en algunos puntos de las noticias que nos ha proporcionado sir Neville Henderson. Birger Dahlerus aseguró al Primer Ministro que era imposible que hubiera habido algún equívoco, ya que su dominio de la lengua alemana era perfecto y, además, la conversación con Hitler, y precisamente en este punto, había sido muy puntualizada. Por último se determinó que sir Henderson permanecieseun día más en Londres, y que Dahlerus regresara a Berlín. Goering celebró consulta con Hitler, y éste dio su consentimiento, por lo que el mariscal comunicó a Dahlerus que se le esperaba de nuevo en la capital del Reich. - ¿Qué impresión le ha causado a usted Herr Hitler? - le preguntó sir Arthur Neville Chamberlain. Dahlerus vaciló unos segundos antes de responder. En este caso era únicamente un intermediario que procedía de la mejor buena fe, y cuyo único objetivo era contribuir en lo posible a evitar que estallara la guerra, que traería para Europa la mayor de las calamidades. Movió negativamente la cabeza y, mirando fijamente a Chamberlain, exclamó: - No me gustaría tenerle como socio... Por el rostro habitualmente grave del Primer Ministro se dibujó una leve sonrisa. [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/chamberlain.jpg[/IMG] Parte 6 [/B] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Libertador de Argentina
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Historia Militar
En el Mando Supremo de Hitler
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba