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En el Mando Supremo de Hitler
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<blockquote data-quote="Stormnacht" data-source="post: 775524" data-attributes="member: 341"><p><strong> El Gobierno británico, en su último esfuerzo para evitar lo peor, aconsejó a Varsovia que no hiciera pública la movilización general. No obstante, al mismo tiempo que Dahlerus se dirigía al mismo aeródromo de las cercanías de Londres para emprender el regreso a Berlín y dar la respuesta verbal del Gobierno británico a las propuestas de Hermann Goering, el encargado de negocios alemán en Varsovia transmitió a Berlín la siguiente información:</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> <em>"Desde hace una hora, Polonia ha decretado la movilización general, con efectos a partir del 31 de agosto..."</em></strong></p><p><strong> </strong></p><p><strong> Para Hitler y Ribbentrop la noticia no podía ser mejor. Ahora ya podían empujar al "diablo" frente a Polonia. Varsovia había dado un paso hacia la catástrofe, antes de que se extinguiera el plazo concedido para las negociaciones. ANte la opinión pública mundial, que no sabía que Alemania había movilizado ya a su Wehrmacht, Polonia había sido la primera en iniciar los movimientos de tropas.</strong></p><p><strong> Poco antes de medianoche, antes de que terminara el plazo señalado por Adolf Hitler, el embajador británico solicitó ser recibido por Ribbentrop para informarle de la decisión de su Gobierno. Recibido con rígida formalidad, sir Neville Henderson tomó asiento ante la pequeña mesa del gabinete de trabajo de Bismarck, en el número setenta y seis de la Wilhelmstrasse. La conversación se desarrolló parcialmente en inglés y en alemán. Desde el primer momento, el embajador británico evidenció la exigüidad del plazo concedido para que un delegado polaco se trasladara a Berlín. Ribbentrop interrumpió varias veces, no con muy buenos modales, la lectura de la nota británica. Ante la observación hecha por el Gobierno inglés en su referida comunicación, de que había noticias de que los alemanes habían comenzado a efectuar en Polonia actos de sabotaje, von Ribbentrop gritó:</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> - ¡Eso es una insidiosa mentira polaca! ¡Le digo a usted que esta maldita situación es muy grave!</strong></p><p><strong> - Ha dicho usted "maldita" - replicó Henderson, visiblemente irritado -. Ese no es el lenguaje de un estadista en momento tan crítico.</strong></p><p><strong> </strong></p><p><strong> La reprimenda hizo que Ribbentrop montara en cólera; levantándose de un salto, tronó furioso:</strong></p><p><strong> - ¿Qué ha dicho usted?</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> Ambos personajes quedaron frente a frente mirándose con ojos chispeantes de furor. El intérprete Schmidt, que presenció la escena, bajó la vista al suelo.</strong></p><p><strong> Luego que ambos "gallos de pelea" se calmaron un poco, Ribbentrop leyó al embajador las propuestas de Goering, autorizadas por Hitler acerca de la cuestión polaca, sin tener en cuenta el ministro de Asuntos Exteriores alemán que sir Neville Henderson no dominaba la lengua alemana. Después de efectuada la lectura, von Ribbentrop no se tomó la molestia de entregar al embajador británico una copia de dicho escrito para que pudiera informar a Londres. Sir Neville Henderson solicitó dicha copia, a lo que el ministro de Asuntos Exteriores alemán replicó en tono desdeñoso:</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> - ¡No! No puedo darle a usted una copia de las proposiciones puesto que el enviado polaco no ha comparecido, y el contenido de la nota ha caído en desuso.</strong></p><p><strong> El intérprete Schmidt comprendía el motivo por el cual Ribbentrop se negaba a dar una copia del texto. En tal caso, el Gobierno inglés hubiera podido transmitir el contenido a Varsovia y con ello existía la posibilidad de que Polonia se mostrara dispuesta a negociar. Más tarde, el propio Adolf Hitler confirmó las suposiciones de Schmidt.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> - <em>"Necesitaba una coartada, ante todo para demostrar al pueblo alemán de que hice lo posible para mantener la paz. Por ello redacté tan generosa proposición sobre el asunto de Danzig y el corredor polaco."</em></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> Aquella misma noche el industrial sueco Birger Dahlerus informaba a Hermann Goering de sus gestiones en Londres. Poco antes de medianoche, Dahlerus llamó a la Embajada británica para que se le informara de la conversación sostenida entre Henderson y Ribbentrop. Un consejero de la Embajada le manifestó que el resultado de la misma no podía haber sido más descorazonador. <em>"Sir Neville Henderson apenas comprendió unas cuantas palabras, pues el documento fue leído con rapidez, y el ministro de Asuntos Exteriores alemán no creyó conveniente entregar una copia de dicha nota". </em></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong> Hermann Goering, informado a su vez por Dahlerus, estaba verdaderamente consternado. Después de corta vacilación, dijo: <em>"Tendrá usted una copia del texto. Asumo esa responsabilidad".</em> Goering escribió de propia mano los párrafos más destacados de la nota, y por teléfono informó de ellos a Dahlerus, que se hallaba en la Embajada británica. Sir Neville Henderson pudo así informar debidamente a Londres, pues sabían exactamente cuáles eran las propuestas de Adolf Hitler. El embajador inglés informó también al embajador polaco del contenido de la nota. Lipski informó telefónicamente a Varsovia y además envió al consejero de Embajada, príncipe Stefan Lubomirski, en automóvil hacia Poznan con una copia del texto. Desde allí el diplomático se trasladaría a Varsovia en avión.</strong></p><p><strong> Los amigos de la paz no se daban por vencidos. A las nueve y media el ex embajador alemán en Roma, Ulrich von Hassel, habló con la hermana de Goering, Olga Rigele, suplicándole una nueva mediación. También Dahlerus proseguía la lucha. No sólo conversó con el embajador inglés en Berlín, sino que también lo hizo con el embajador polaco, Lipski. El embajador francés, Robert Coulondre, ex oficial de la Primera Guerra Mundial, con quien Adolf Hitler había comentado en muchas ocasiones los horrores de aquellos cuatro años... y que en virtud de su condición de ex combatiente intentaba convercerle en su favor, se puso al habla con su Gobierno en Paris al que informó de que el Gobierno polaco había hecho saber a la Cancillería del Reich en Berlín, que estaba dispuesto a entablar negociaciones. No obstante, todos los intentos efectuados fueron inútiles, pues Adolf Hitler estaba decidido desde hacía algún tiempo a lanzarse a la guerra. El jueves, 31 de agosto de 1939, extendió su mapa y por segunda vez dio orden de atacar a Polonia...</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/mapainvasionpolonia.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong><strong>Mapa de situación en el conflicto...</strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/adolf.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong><strong>Hitler dando muestras de la ira y el fuego que amenaza a Europa...</strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/Hitler2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong><strong>El Führer en una de esas "sombrías" muestras de júbilo... </strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/histtemp1dornier.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong><strong>Extranjeros y refugiados que alcanzan a salir de Alemania antes que la serpiente rompa su cascarón...</strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong><img src="http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/hitler-1.png" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></strong></p><p><strong><strong>La serpiente ha roto el cascarón, es el inicio del fin...</strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Parte 12</strong></p><p><strong></strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Stormnacht, post: 775524, member: 341"] [B] El Gobierno británico, en su último esfuerzo para evitar lo peor, aconsejó a Varsovia que no hiciera pública la movilización general. No obstante, al mismo tiempo que Dahlerus se dirigía al mismo aeródromo de las cercanías de Londres para emprender el regreso a Berlín y dar la respuesta verbal del Gobierno británico a las propuestas de Hermann Goering, el encargado de negocios alemán en Varsovia transmitió a Berlín la siguiente información: [I]"Desde hace una hora, Polonia ha decretado la movilización general, con efectos a partir del 31 de agosto..."[/I] Para Hitler y Ribbentrop la noticia no podía ser mejor. Ahora ya podían empujar al "diablo" frente a Polonia. Varsovia había dado un paso hacia la catástrofe, antes de que se extinguiera el plazo concedido para las negociaciones. ANte la opinión pública mundial, que no sabía que Alemania había movilizado ya a su Wehrmacht, Polonia había sido la primera en iniciar los movimientos de tropas. Poco antes de medianoche, antes de que terminara el plazo señalado por Adolf Hitler, el embajador británico solicitó ser recibido por Ribbentrop para informarle de la decisión de su Gobierno. Recibido con rígida formalidad, sir Neville Henderson tomó asiento ante la pequeña mesa del gabinete de trabajo de Bismarck, en el número setenta y seis de la Wilhelmstrasse. La conversación se desarrolló parcialmente en inglés y en alemán. Desde el primer momento, el embajador británico evidenció la exigüidad del plazo concedido para que un delegado polaco se trasladara a Berlín. Ribbentrop interrumpió varias veces, no con muy buenos modales, la lectura de la nota británica. Ante la observación hecha por el Gobierno inglés en su referida comunicación, de que había noticias de que los alemanes habían comenzado a efectuar en Polonia actos de sabotaje, von Ribbentrop gritó: - ¡Eso es una insidiosa mentira polaca! ¡Le digo a usted que esta maldita situación es muy grave! - Ha dicho usted "maldita" - replicó Henderson, visiblemente irritado -. Ese no es el lenguaje de un estadista en momento tan crítico. La reprimenda hizo que Ribbentrop montara en cólera; levantándose de un salto, tronó furioso: - ¿Qué ha dicho usted? Ambos personajes quedaron frente a frente mirándose con ojos chispeantes de furor. El intérprete Schmidt, que presenció la escena, bajó la vista al suelo. Luego que ambos "gallos de pelea" se calmaron un poco, Ribbentrop leyó al embajador las propuestas de Goering, autorizadas por Hitler acerca de la cuestión polaca, sin tener en cuenta el ministro de Asuntos Exteriores alemán que sir Neville Henderson no dominaba la lengua alemana. Después de efectuada la lectura, von Ribbentrop no se tomó la molestia de entregar al embajador británico una copia de dicho escrito para que pudiera informar a Londres. Sir Neville Henderson solicitó dicha copia, a lo que el ministro de Asuntos Exteriores alemán replicó en tono desdeñoso: - ¡No! No puedo darle a usted una copia de las proposiciones puesto que el enviado polaco no ha comparecido, y el contenido de la nota ha caído en desuso. El intérprete Schmidt comprendía el motivo por el cual Ribbentrop se negaba a dar una copia del texto. En tal caso, el Gobierno inglés hubiera podido transmitir el contenido a Varsovia y con ello existía la posibilidad de que Polonia se mostrara dispuesta a negociar. Más tarde, el propio Adolf Hitler confirmó las suposiciones de Schmidt. - [I]"Necesitaba una coartada, ante todo para demostrar al pueblo alemán de que hice lo posible para mantener la paz. Por ello redacté tan generosa proposición sobre el asunto de Danzig y el corredor polaco."[/I] Aquella misma noche el industrial sueco Birger Dahlerus informaba a Hermann Goering de sus gestiones en Londres. Poco antes de medianoche, Dahlerus llamó a la Embajada británica para que se le informara de la conversación sostenida entre Henderson y Ribbentrop. Un consejero de la Embajada le manifestó que el resultado de la misma no podía haber sido más descorazonador. [I]"Sir Neville Henderson apenas comprendió unas cuantas palabras, pues el documento fue leído con rapidez, y el ministro de Asuntos Exteriores alemán no creyó conveniente entregar una copia de dicha nota". [/I] Hermann Goering, informado a su vez por Dahlerus, estaba verdaderamente consternado. Después de corta vacilación, dijo: [I]"Tendrá usted una copia del texto. Asumo esa responsabilidad".[/I] Goering escribió de propia mano los párrafos más destacados de la nota, y por teléfono informó de ellos a Dahlerus, que se hallaba en la Embajada británica. Sir Neville Henderson pudo así informar debidamente a Londres, pues sabían exactamente cuáles eran las propuestas de Adolf Hitler. El embajador inglés informó también al embajador polaco del contenido de la nota. Lipski informó telefónicamente a Varsovia y además envió al consejero de Embajada, príncipe Stefan Lubomirski, en automóvil hacia Poznan con una copia del texto. Desde allí el diplomático se trasladaría a Varsovia en avión. Los amigos de la paz no se daban por vencidos. A las nueve y media el ex embajador alemán en Roma, Ulrich von Hassel, habló con la hermana de Goering, Olga Rigele, suplicándole una nueva mediación. También Dahlerus proseguía la lucha. No sólo conversó con el embajador inglés en Berlín, sino que también lo hizo con el embajador polaco, Lipski. El embajador francés, Robert Coulondre, ex oficial de la Primera Guerra Mundial, con quien Adolf Hitler había comentado en muchas ocasiones los horrores de aquellos cuatro años... y que en virtud de su condición de ex combatiente intentaba convercerle en su favor, se puso al habla con su Gobierno en Paris al que informó de que el Gobierno polaco había hecho saber a la Cancillería del Reich en Berlín, que estaba dispuesto a entablar negociaciones. No obstante, todos los intentos efectuados fueron inútiles, pues Adolf Hitler estaba decidido desde hacía algún tiempo a lanzarse a la guerra. El jueves, 31 de agosto de 1939, extendió su mapa y por segunda vez dio orden de atacar a Polonia... [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/mapainvasionpolonia.jpg[/IMG] [B]Mapa de situación en el conflicto...[/B] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/adolf.jpg[/IMG] [B]Hitler dando muestras de la ira y el fuego que amenaza a Europa...[/B] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/Hitler2.jpg[/IMG] [B]El Führer en una de esas "sombrías" muestras de júbilo... [/B] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/histtemp1dornier.jpg[/IMG] [B]Extranjeros y refugiados que alcanzan a salir de Alemania antes que la serpiente rompa su cascarón...[/B] [IMG]http://i63.photobucket.com/albums/h154/cactus-1/hitler-1.png[/IMG] [B]La serpiente ha roto el cascarón, es el inicio del fin...[/B] Parte 12 [/B] [/QUOTE]
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