El avión precedente había sido lanzado y el deflector de gases de la catapulta delantera del Foch bajaba para permitir al “Crouze” N° 11 avanzar. A los mandos del Capitán de Fragata Antoine Guillot, último comandante de la Flotille 12F, se alineaba sobre el carril de la catapulta, posicionando su rueda delantera sobre la brida. El personal de cubierta se apresuraba en colocar el cable de sujeción bajo la cola del aparato y la gruesa eslinga de acero en el espigón de lanzamiento. Siguiendo las órdenes del patrón de vuelo, el piloto avanza varios centímetros para crear tensión en el conjunto. Tras las ultimas verificaciones, el personal de cubierta corre a la línea de seguridad que delimita el aparcamiento delantero. El deflector delantero vuelve a levantarse, y el teniente de navío Jean- Pierre Ries, oficial de catapulta, alza su sable (en lugar de la habitual banderola verde) para ordenar dar gas a tope al piloto, presto a encajar los 5 G de aceleración.
Con un ruido infernal, el oficial baja el sable y la catapulta lanza brutalmente al Crusader. La eslinga cae al agua y una nube de vapor calido, con un aroma de aceite y kerosén se percibe en el puente de vuelo. El aparato se aleja rápidamente en la bruma de la tarde, con la postcombustión encendida. Por algunos minutos nadie dijo una sola palabra, ni siquiera el piloto. Era el 28 de octubre de 1999, a las 17:00 hs locales, al oeste de Córcega. El Foch acababa de catapultar un Crusader por última vez, momento simbólico que marcaba el final del famoso pura sangre de Chance Vought en el seno del GAE francés.
Texto C. Boisselon- Fuerza Aerea N°21
Con un ruido infernal, el oficial baja el sable y la catapulta lanza brutalmente al Crusader. La eslinga cae al agua y una nube de vapor calido, con un aroma de aceite y kerosén se percibe en el puente de vuelo. El aparato se aleja rápidamente en la bruma de la tarde, con la postcombustión encendida. Por algunos minutos nadie dijo una sola palabra, ni siquiera el piloto. Era el 28 de octubre de 1999, a las 17:00 hs locales, al oeste de Córcega. El Foch acababa de catapultar un Crusader por última vez, momento simbólico que marcaba el final del famoso pura sangre de Chance Vought en el seno del GAE francés.
Texto C. Boisselon- Fuerza Aerea N°21