Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Feroz sequía y hambruna en el Cuerno de África
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 1035764" data-attributes="member: 50"><p>HAMBRUNA EN AFRICA: EL DRAMA DE UN AMADRE QUE TUVO QUE ELEGIR A QUE HIJO SALVAR</p><p>Wardo Mohamud Yusuf caminó durante dos semanas con su hija de un año a la espalda. De la mano, llevaba a su hijo de cuatro años, mientras escapaba de la sequía y la hambruna en Somalia.</p><p>Cuando el niño desfalleció, cerca del final del recorrido, la mujer le echó en la cabeza algo de la poca agua que le quedaba para reanimarlo. Pero el nene estaba inconsciente y no podía beber.</p><p>La mujer de 29 años pidió ayuda a otras familias que seguían el mismo camino, pero ninguna se detuvo. Todos iban preocupados por su propia supervivencia.</p><p>Entonces, la madre tuvo que tomar una decisión que nadie querría tener que enfrentar jamás.</p><p>"Finalmente, decidí dejarlo atrás, en el camino y al amparo de Dios'', contó Yusuf días después, durante una entrevista en un campamento de refugiados en Dadaab, Kenia.</p><p>"Estoy segura de que él está vivo, me lo dice el corazón'', se esperanzó la mujer.</p><p>Los padres que huyen a pie de la hambruna -a veces hasta con siete niños- se suelen topar con encrucijadas increíblemente crueles: ¿Qué niños tienen las mejores probabilidades de seguir con vida cuando la comida y el agua se agoten? ¿A quienes es mejor abandonar?</p><p>"Nunca había enfrentado ese dilema en mi vida'', dijo Yusuf. "Ahora vuelvo a experimentar el dolor de abandonar a mi hijo. Me despierto por las noches y pienso en él. Me siento aterrorizada cuando veo a un niño de su edad''.</p><p>El doctor John Kivelenge, experto en salud mental del Comité Internacional de Rescate en Dadaab, enfatiza en las penurias extremas por las que pasan las madres y los padres somalíes.</p><p>"Es una reacción normal a una situación anormal. Ellos no pueden sentarse a esperar la muerte juntos", explicó. "Pero después de un mes, sufrirán un desorden por estrés postraumático, lo que significa que tendrán recuerdos y pesadillas".</p><p>"La imagen de los niños a quienes abandonaron volverá a ellos y los acosará", agregó. "Además, dormirán mal y tendrán problemas sociales'', señaló Kivelenge.</p><p>Estados Unidos calcula que más de 29.000 niños somalíes de menos de cinco años han muerto por el hambre en los últimos tres meses. Un número desconocido de menores, demasiado débiles para seguir caminando, han sido vistos abandonados en el camino polvoriento, después de que se agotó el agua y los alimentos.</p><p>Faduma Sakow Abdullahi, viuda de 29 años, intentó viajar a Dadaab con su bebé y con otros chicos, de cinco, cuatro, tres y dos años. Un día antes de llegar al campamento de refugiados, su hija de cuatro años y su hijo de cinco no se despertaron, tras un breve descanso.</p><p>Abdullahi relató con crudeza que no quiso "desperdiciar" la poca agua que tenía en un envase de cinco litros para darla a sus hijos. Los otros la necesitaban.</p><p>Tampoco quiso esperar demasiado tiempo a que reaccionaran, porque corría el riesgo de que sus otros hijos comenzaran también a morir. Así, se puso de pie y se alejó algunos pasos. Luego regresó, con la esperanza de que los niños estuvieran vivos.</p><p>Después de ir y volver varias veces, decidió al fin dejar a los dos chiquitos a la sombra de un árbol, sin saber si podrían salvarse.</p><p>Más de 12 millones de personas en África Oriental necesitan ayuda alimentaria ante la severa sequía. Naciones Unidas considera que 2,8 millones de esas personas necesitan ayuda inmediata para salvar la vida, incluidas más de 450.000 en las zonas más azotadas por la hambruna en Somalia.</p><p>Ahmed Jafar Nur, de 50 años y padre de siete niños y adolescentes, viajaba con su hijo de 14 años y con su hija de 13 hacia Kenia. Pero después de apenas dos días de caminata se quedaron sin agua. Para el tercer día, los adolescentes sólo podían sentarse debajo de un árbol, sedientos, hambrientos y agotados.</p><p>"Los dos niños no podían ya caminar. Entonces, en vez de dejar que todos muriéramos ahí, me vi obligado a abandonarlos a su suerte, especialmente después de que pensé en mis otros cinco hijos y en su madre, a quienes dejé en casa. Me dije: 'salva tu vida por el bien de los otros cinco. Estos dos quedarán con Dios'", contó con profunda tristeza.</p><p>"Fue lo peor que me ha pasado en la vida. Fue una experiencia devastadora abandonar a mis hijos, que eran parte de mí mismo", dijo. "Durante casi tres meses, no he tenido estabilidad mental. Sus imágenes se aparecen frente a mí".</p><p>Milagrosamente, los dos adolescentes fueron salvados por nómadas, y de algún modo volvieron con su madre a Somalia. Pero Nur dice que no tiene recursos para traer al resto de su familia a Kenia.</p><p>"Yo era un campesino sin educación que me pueda ayudar ahora a obtener un empleo. Dependemos de limosnas", contó. "No dejo de pensar en ellos. ¿Morirán todos, incluida su madre o sobrevivirán? Eso es lo que siempre me pregunto'', confió.</p><p>Cuando el hijo de tres años de Faqid Nur Elmi murió de hambre y sed en el camino desde Somalia, su madre sólo pudo cubrir su cadáver con ramas secas, a manera de tumba. No pudo detenerse a llorar. Tenía otros cinco hijos en quienes pensar.</p><p>Elmi se preguntó: "¿De dónde iba a sacar las fuerzas para cavarle una tumba? Sólo pensaba en cómo podía salvar a los demás niños. El mismo Dios que me lo dio se lo había llevado. Así que no me preocupé mucho por el hijo muerto. Las vidas de otros estaban en riesgo''</p><p>CLARIN</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Shandor, post: 1035764, member: 50"] HAMBRUNA EN AFRICA: EL DRAMA DE UN AMADRE QUE TUVO QUE ELEGIR A QUE HIJO SALVAR Wardo Mohamud Yusuf caminó durante dos semanas con su hija de un año a la espalda. De la mano, llevaba a su hijo de cuatro años, mientras escapaba de la sequía y la hambruna en Somalia. Cuando el niño desfalleció, cerca del final del recorrido, la mujer le echó en la cabeza algo de la poca agua que le quedaba para reanimarlo. Pero el nene estaba inconsciente y no podía beber. La mujer de 29 años pidió ayuda a otras familias que seguían el mismo camino, pero ninguna se detuvo. Todos iban preocupados por su propia supervivencia. Entonces, la madre tuvo que tomar una decisión que nadie querría tener que enfrentar jamás. "Finalmente, decidí dejarlo atrás, en el camino y al amparo de Dios'', contó Yusuf días después, durante una entrevista en un campamento de refugiados en Dadaab, Kenia. "Estoy segura de que él está vivo, me lo dice el corazón'', se esperanzó la mujer. Los padres que huyen a pie de la hambruna -a veces hasta con siete niños- se suelen topar con encrucijadas increíblemente crueles: ¿Qué niños tienen las mejores probabilidades de seguir con vida cuando la comida y el agua se agoten? ¿A quienes es mejor abandonar? "Nunca había enfrentado ese dilema en mi vida'', dijo Yusuf. "Ahora vuelvo a experimentar el dolor de abandonar a mi hijo. Me despierto por las noches y pienso en él. Me siento aterrorizada cuando veo a un niño de su edad''. El doctor John Kivelenge, experto en salud mental del Comité Internacional de Rescate en Dadaab, enfatiza en las penurias extremas por las que pasan las madres y los padres somalíes. "Es una reacción normal a una situación anormal. Ellos no pueden sentarse a esperar la muerte juntos", explicó. "Pero después de un mes, sufrirán un desorden por estrés postraumático, lo que significa que tendrán recuerdos y pesadillas". "La imagen de los niños a quienes abandonaron volverá a ellos y los acosará", agregó. "Además, dormirán mal y tendrán problemas sociales'', señaló Kivelenge. Estados Unidos calcula que más de 29.000 niños somalíes de menos de cinco años han muerto por el hambre en los últimos tres meses. Un número desconocido de menores, demasiado débiles para seguir caminando, han sido vistos abandonados en el camino polvoriento, después de que se agotó el agua y los alimentos. Faduma Sakow Abdullahi, viuda de 29 años, intentó viajar a Dadaab con su bebé y con otros chicos, de cinco, cuatro, tres y dos años. Un día antes de llegar al campamento de refugiados, su hija de cuatro años y su hijo de cinco no se despertaron, tras un breve descanso. Abdullahi relató con crudeza que no quiso "desperdiciar" la poca agua que tenía en un envase de cinco litros para darla a sus hijos. Los otros la necesitaban. Tampoco quiso esperar demasiado tiempo a que reaccionaran, porque corría el riesgo de que sus otros hijos comenzaran también a morir. Así, se puso de pie y se alejó algunos pasos. Luego regresó, con la esperanza de que los niños estuvieran vivos. Después de ir y volver varias veces, decidió al fin dejar a los dos chiquitos a la sombra de un árbol, sin saber si podrían salvarse. Más de 12 millones de personas en África Oriental necesitan ayuda alimentaria ante la severa sequía. Naciones Unidas considera que 2,8 millones de esas personas necesitan ayuda inmediata para salvar la vida, incluidas más de 450.000 en las zonas más azotadas por la hambruna en Somalia. Ahmed Jafar Nur, de 50 años y padre de siete niños y adolescentes, viajaba con su hijo de 14 años y con su hija de 13 hacia Kenia. Pero después de apenas dos días de caminata se quedaron sin agua. Para el tercer día, los adolescentes sólo podían sentarse debajo de un árbol, sedientos, hambrientos y agotados. "Los dos niños no podían ya caminar. Entonces, en vez de dejar que todos muriéramos ahí, me vi obligado a abandonarlos a su suerte, especialmente después de que pensé en mis otros cinco hijos y en su madre, a quienes dejé en casa. Me dije: 'salva tu vida por el bien de los otros cinco. Estos dos quedarán con Dios'", contó con profunda tristeza. "Fue lo peor que me ha pasado en la vida. Fue una experiencia devastadora abandonar a mis hijos, que eran parte de mí mismo", dijo. "Durante casi tres meses, no he tenido estabilidad mental. Sus imágenes se aparecen frente a mí". Milagrosamente, los dos adolescentes fueron salvados por nómadas, y de algún modo volvieron con su madre a Somalia. Pero Nur dice que no tiene recursos para traer al resto de su familia a Kenia. "Yo era un campesino sin educación que me pueda ayudar ahora a obtener un empleo. Dependemos de limosnas", contó. "No dejo de pensar en ellos. ¿Morirán todos, incluida su madre o sobrevivirán? Eso es lo que siempre me pregunto'', confió. Cuando el hijo de tres años de Faqid Nur Elmi murió de hambre y sed en el camino desde Somalia, su madre sólo pudo cubrir su cadáver con ramas secas, a manera de tumba. No pudo detenerse a llorar. Tenía otros cinco hijos en quienes pensar. Elmi se preguntó: "¿De dónde iba a sacar las fuerzas para cavarle una tumba? Sólo pensaba en cómo podía salvar a los demás niños. El mismo Dios que me lo dio se lo había llevado. Así que no me preocupé mucho por el hijo muerto. Las vidas de otros estaban en riesgo'' CLARIN [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Feroz sequía y hambruna en el Cuerno de África
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba