Desarrollan en la UNLP un helicóptero de riego único en nuestro país
En la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de La Plata un grupo de docentes y alumnos desarrolla un proyecto para crear un helicóptero de uso agrícola, primero en su tipo y único en el país, con fabricación absolutamente nacional que apunta a mejorar el proceso de riego y el rendimiento de los cultivos.
El desarrollo del emprendimiento de extensión universitaria está a cargo del ingeniero agrónomo Ariel Clua, que desarrolla tareas de docencia, investigación y extensión en el Instituto de Fisiología Vegetal (INFIVE) y en la Cátedra de Fisiología Vegetal de la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP. Junto a él se encuentra el alumno de la misma carrera, Juan Manuel Cicaré.
Complementariamente al desarrollo aeronáutico, se estudian los efectos de la nutrición mineral vía foliar de cultivos extensivos, con el propósito de optimizar la práctica de fertilización de, por ejemplo, cereales y oleaginosas, a partir del desarrollo de un fertilizante creado por el mismo Clua.
Desde hace aproximadamente 50 años, se emplean en forma generalizada para el tratamiento terapéutico de cultivos, equipos de tipo aéreo, como aviones de uso agrícola y equipos terrestres. Con estos equipos se realizan aplicaciones de productos de tipo agroquímico con el objetivo de controlar plagas, enfermedades y malezas que afectan las áreas sembradas de nuestro país. No obstante, es prácticamente inédito el uso del helicóptero para estos servicios y también es relativamente nuevo el uso de fertilizantes foliares en la producción de cultivos extensivos y de allí lo novedoso del proyecto.
PROYECTOS FUSIONADOS
El ingeniero Clua comenzó a investigar sobre la fertilización foliar de las plantas desde hace varios años, haciéndolo en varios aspectos como su crecimiento, su respuesta a diferentes niveles de elementos macro y micronutrientes, el efecto de hormonas vegetales en procesos fisiológicos como el de relaciones fuente-destino de las plantas y en el rendimiento de estas. En el marco de estas investigaciones es que surge la posibilidad del empleo del helicóptero.
En ese sentido el profesional expresó: "Hace un par de años atrás el alumno Cicaré me consultó acerca de la posibilidad de realizar su trabajo final de carrera, bajo mi dirección, en aspectos relacionados a la actividad de su padre, Augusto Cicaré, pionero de la fabricación de helicópteros en América Latina. En ese momento fue cuando se me ocurrió fusionar en un proyecto común mis trabajos de investigación en Fisiología Vegetal con mi otra pasión, como la aeronáutica, y nos pusimos a trabajar".
Por su parte Cicaré indicó que "era mi deseo estudiar ingeniería agronómica, a la par de continuar con la actividad aeronáutica de mi padre y así fue como surgió esta relación académica y científica con Clua y la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de La Plata, con el propósito del desarrollo de un helicóptero agrícola, fabricado íntegramente por mi padre y en nuestro país".
Los investigadores comenzaron a pensar en el proyecto del helicóptero agrícola partiendo de un modelo de helicóptero ultraliviano, fabricado hace unos años por Augusto Cicaré, en el cual Clua y Cicaré hijo diseñaron y adaptaron los elementos para la aplicación aérea, consistentes en un depósito para alojar el producto de aplicación, en este caso el fertilizante foliar, una bomba de accionamiento eléctrico manual, un botalón de aspersión y la elección y disposición de los picos de aspersión.
Una vez que lograron completar el sistema operativo de aplicación aérea dieron comienzo las pruebas de regulación de caudal y presión, tamaño de gota, elección de picos, determinación de la velocidad y altura de vuelo.
En ese sentido, Clua expresó: "Pensé en combinar en un proyecto de investigación en dos aspectos relacionados a la practica agrícola: uno en lo que atañe a la eficiencia de la deposición del caldo de aplicación sobre el cultivo y por otro lado el efecto de la nutrición foliar. Asimismo fueron elegidos dos tipos de cultivos, diferentes en cuanto a su ciclo de crecimiento, como el trigo que lo hace en invierno-primavera; y soja, durante la primavera-verano.
Bajo las condiciones experimentales se propuso evaluar la eficiencia de aplicación del helicóptero en comparación con los equipos de aplicación terrestres y la determinación de aspectos fisiológicos y de determinantes del rendimiento, en los diferentes cultivos.
VENTAJAS DEL HELICOPTERO
Por otra parte Juan Manuel Cicaré expresa "en otros países el helicóptero esta siendo cada vez más utilizado en la agricultura, ofreciendo muchas ventajas por sobre las aplicaciones de los aviones. Aunque los costos de capital y operacionales de un helicóptero son más elevados que los de un avión, en este caso y por tratarse de un modelo fabricado en el país, estos costos disminuyen al punto de hacerlo comercialmente competitivo con respecto a la adquisición y uso de un avión. Además en áreas confinadas, pequeñas o escarpadas, donde las habilidades del helicóptero son inigualables, hace que el costo de aplicación por hectárea sea comparable con el de un avión.
La habilidad del helicóptero para trabajar sobre un amplio rango de velocidades, el vuelo estacionario y el despegue vertical hace que el helicóptero pueda volar en espacios aéreos inadecuados para un avión. Además durante el vuelo y a velocidades de hasta 40 Km/h el denominado "Downwash effect" o efecto de mojado descendente es una virtud única del helicóptero. Este efecto es producido por las palas del rotor principal que paralelamente produce una batida del follaje y hace que la deposición del producto alcance todos los estratos, aún los inferiores. Además la forma de herradura del patrón de aplicación, por el lento avance del helicóptero, ayuda al spray de aplicación, a penetrar en todo el follaje".
EN LA ETAPA FINAL
El proyecto, luego de dos años de experimentaciones, se halla en su etapa final, cumpliéndose con éxito la puesta a apunto del helicóptero y la aplicación y restando la evaluación del efecto de la fertilización foliar en el rendimiento de los cultivos.
Clua aclaró que "el proyecto se desarrolla en el marco de un convenio de cooperación técnica firmado con la Facultad de Ciencias Agrarias y con el aval del Director del Instituto de Fisiología Vegetal, ingeniero José Beltrano. Pero la financiación del proyecto corre por cuenta de una empresa privada y por mi mismo, en lo que respecta al costo de producción del fertilizante y gastos operativos, dado que el mismo no esta subsidiado por UNLP u otras instituciones científicas del país".
"Pese a ello mi compromiso con el proyecto es absoluto en la convicción personal que la transformación de avances científicos en innovaciones tecnológicas es uno de los pilares del desarrollo social y económico de un país. En ese sentido, también considero que la extensión debe de ser una tarea ineludible de la Universidad, en cuanto a volcar su potencial intelectual en apoyo de la iniciativa privada, máxime en este caso, donde se trata de una empresa genuinamente nacional, con un producto totalmente novedoso y único para América Latina y con infinitas posibilidades comerciales".
Nota extraida de el diario El Dia. La Plata, Lunes 14 de Enero de 2008.