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Mensaje: <blockquote data-quote="boreal" data-source="post: 116970" data-attributes="member: 2791"><img src="http://www.carlistes.org/image.articulos_historia.milagro_de_empel.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Hoy queremos poner de relieve la tradición que une a la Infantería Española con la Inmaculada Concepción. Parece que ya en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), el Arzobispo de Toledo, don Rodrigo Ximénez de Rada portaba un estandarte con la imagen de la Inmaculada. Eran tiempos en los que el ejército no estaba completamente configurado y el pueblo en su conjunto se levantaba en armas y participaba en las contiendas aportando su particular vivencia de la fe. En la Conquista de Granada, el Rey Fernando el Católico, a punto de llevar a cabo el ataque definitivo, mandó erigir un altar en medio del campamento dedicado a la Virgen. Un siglo más tarde será considerada como patrona de los Tercios de Flandes. El suceso acaecido el día 7 de diciembre de 1585 en la pequeña isla de Bommel (entre los ríos Mosa y Vakal) fue decisivo para que los infantes españoles tuvieran a la Inmaculada Concepción como garante y protagonista de sus batallas. Francisco de Bobadilla comandaba a unos cinco mil españoles del Tercio de Holanda que defendían esta isla, la calidad de dichos soldados queda reflejada en la famosa frase que el almirante francés Bonnivet pronunció para definir a este contingente: parecían cinco mil hombres de armas, y cinco mil caballos ligeros, y cinco mil infantes, y cinco mil gastadores, y cinco mil diablos. Ante el bloqueo al que les sometió el conde de Holac, comandante de la escuadra protestante, los españoles no tienen más remedio que pedir refuerzos; cuando la situación ya es desesperada y el conde de Holac les ofrece la rendición, la respuesta es que los españoles prefieren la muerte a la deshonra. Para derrotar a los españoles, Holac y sus hombres hicieron que se inundara casi toda la isla con lo que la situación se hizo verdaderamente difícil para los españoles que permanecieron rodeados por el agua, sin víveres ni ropa seca. El hallazgo de una imagen de la Inmaculada Concepción de María pintada en una tabla al excavar una de las trincheras fue el hecho que provocó el cambio de la situación: los soldados vieron en este hecho un signo de protección y entonaron la Salve en petición de ayuda. Esa misma noche del 7 de diciembre un cambio en la climatología obligaba a la escuadra enemiga a retirarse ya que se estaban helando las aguas. La Virgen, teniendo a la bandera por dosel, sirvió de estandarte para la victoria española en la mañana del 8 de diciembre. Los soldados pudieron atacar a la escuadra de Holac caminando por las aguas heladas, vencieron e incluso capturaron a 2000 prisioneros y consiguieron como botín diez navíos con su artillería y munición. Data pues del siglo XVI la invocación de la Inmaculada Concepción como Patrona de todos los Tercios de Flandes y de Italia y desde esa época continúa la tradición en nuestro ejército. Estamos seguros de que a lo largo de toda la historia de la Infantería, la Virgen ha seguido y sigue colaborando: protegiendo y alentando misiones de ayuda humanitaria difíciles y arriesgadas como las que continúan llevándose a cabo en la actualidad.</blockquote>

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