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Mensaje: <blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 1507024" data-attributes="member: 7964">Sin primavera árabe para Siria.Siria, las claves de la crisis.Veintiocho investigadores, miembros o cercanos al Institut français du Proche-Orient, intentan, bajo la dirección de François Burgat y Bruno Paoli, de dirimir todos los aspectos de la crisis siria, en su dimensión interna, pero también árabe e internacional.<a href="http://s890.photobucket.com/user/hernupeto/media/Conflictos%20Internacionales/couverture-livre-syrie-burgat_514329_large_zps56a5ec1a.jpeg.html"><img src="http://i890.photobucket.com/albums/ac103/hernupeto/Conflictos%20Internacionales/couverture-livre-syrie-burgat_514329_large_zps56a5ec1a.jpeg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>La primera parte que tiene por título “La fabricación de la guerra civil” intenta explicar como un levantamiento pacífico evolucionó hasta el punto de transformarse en una revolución armada, haciendo progresivamente de Siria un campo de batalla regional entre jihadistas sunnitas venidos de Medio Oriente, de Asia, de África e incluso Europa, y de los combatientes despachados por Irán, Irak y Líbano, en auxilio de un régimen a punto de sucumbir. El autor, François Burgat, resume perfectamente la situación cuando escribe: “Evidentemente, es la unión cínica alrededor de la práctica sistemática, temiblemente eficaz, de la división (confesional, étnica, y política) y del recurso ilimitado de la represión más brutal de un bando u otro. Y es la división, tanto en los objetivos como en las estrategias, al interior o exterior, que hace la debilidad del otro”.El capítulo consagrado al “rol central de los servicios de inteligencia” es particularmente instructivo. Escrito por Wladimir Glasman, un ex diplomático que hace un tiempo permaneció en Siria y que animó desde el seudónimo de Ignace Leverrier el blog del diario Le Monde “Un œil sur la Syrie”, [Un ojo sobre Siria] hace el inventario de los servicios de seguridad e inteligencia en Siria. El autor cuenta cuatro, la seguridad militar, la seguridad aérea, la seguridad general, y la seguridad política. Estos cuatro servicios emplean a mediados de los años 2000 cerca de 65.000 agentes a tiempo completo y cientos de miles part-time, es decir, “un agente cada 257 habitantes, o cada 153 ciudadanos mayores de quince años”.La parte consagrada a las “estrategias de los actores” está bien documentada y evita las simplificaciones más corrientes sobre el “peligro islamista”, haciendo la distinción entre los movimientos cercanos a los Hermanos musulmanes, y los jihadistas marcados por una doble especificidad, la presencia de combatientes extranjeros y la práctica de atentados suicidas.El capítulo sobre los alauitas [confesión del clan al-Assad], redactado por Bruno Paoli, se apoya sobre el problema del futuro de esta comunidad. El autor nota que una limpieza étnica de “mediana intensidad” ya comenzó, preparando el terreno para una entidad autónoma, un Alauistán, pero estima que esta eventualidad es poco probable por múltiples razones, especialmente porque “la inmensa mayoría de los alauitas, tanto entre los que apoyan al régimen como entre los opositores, está ligada a la unidad de Siria”.La parte de la obra consagrada a las “nuevas formas de acción y movilización”, principalmente el vídeo, analizado como herramienta de la acción colectiva y de la lucha armada, es particularmente interesante. También pone en evidencia la potencia política de los slogans y de los cantitos de la revolución, dominios que revelan una creatividad que nadie suponía, recordando en esta ocasión el martirio de uno de los cantantes revolucionarios más conocidos, Ibrahim Qachouch, que fue degollado y cuyas cuerdas vocales, instrumento del “crimen” fueron arrancadas.La segunda parte de esta obra colectiva trata los efectos del conflicto sirio sobre los países fronterizos, Líbano, Turquía, Irak y Jordania.Si el capítulo consagrado al Líbano se posa sobre la cuestión de saber si “el Líbano frente a la crisis siria es rehén, víctima o actor”, trata los efectos del conflicto sirio sobre la situación en Irak de forma más categórica, mencionando el riesgo de un relanzamiento de la guerra civil interconfesional y “una gran fragilización de la posición de los kurdos de Irak”. Las perspectivas igualmente muy sombrías para Irán que pasa de la “empatía para los revolucionarios árabes a la queja de un asedio sunnita”.Los problemas que conoce la oposición son mencionados por Nicolas Dot-Pouillard que narra las “divisiones estratégicas de las oposiciones sirias”. Aquellas se basan sobre tres puntos esenciales: la cuestión de las negociaciones a llevar adelante con el régimen, la naturaleza de la insurrección y el recurso de la lucha armada, y las alianzas regionales e internacionales a establecer.La parte de la obra consagrada a las fracturas de las comunidades árabes e internacionales menciona la crisis de los movimientos de la izquierda árabe “desorientados” por el levantamiento sirio y el de la comunidad internacional que no pudo adoptar una posición unificada.Esta obra nos enseña mucho sobre la Siria actual, una Siria que no conocíamos. Aspectos desconocidos de la sociedad siria son puestos en evidencia. Es así que a título de ejemplo, descubrimos con Caroline Donati, la existencia de un “grupo de no-violencia de Baraya” formado por alumnos de Abdel Akram Al-Saqqa, predicador en la mezquita cuyos principales ejes de enseñanza se inscriben en “la apertura en el sentido de la escucha y de la aceptación del otro a pesar de sus diferencias” y “la búsqueda de la verdad donde ella se encuentre”. ¡Una enseñanza de una modernidad sorprendente en un país cruzado por todos los extremismos!Si nos permite acercarnos más y mejor a la doble dimensión política y militar, esta obra colectiva nos incita también a reflexionar desde ahora sobre la relación que hay que establecer con el poder llamado a suceder al actual régimen para sentar las bases, luego de un siglo de tensiones y de crisis, de una relación sirio-libanés equilibrada y abierta hacia el futuro. La tarea no es fácil debido a las divisiones que reinan en el seno de la oposición, pero también a causa de la diversidad excepcional que caracteriza a la sociedad siria y de la que nadie realmente era consciente.Samir Frangié - L'Orient-Le Jour[Traducción propia y entre corchetes es mío]</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina