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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 1579007" data-attributes="member: 7964"><p>Lo que dejó la reunión en el Vaticano.</p><p></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 18px">Razones de una cumbre oportuna</span></strong></p><p></p><p>Una antigua escuela historiográfica carga sobre los individuos el mayor papel a la hora de guiar el decurso del mundo. Según ella, los hombres cuentan más que las estructuras y es su propia voluntad personal la que organiza la historia. Ya que una época individualista como la nuestra es siempre pródiga en la creación de los llamados “personajes providenciales”, conviene tener esto en mente al considerar lo que acaba de ocurrir en el Vaticano.</p><p>En otro contexto, el Papa emérito Joseph Ratzinger dio una pista sobre ese fenómeno cuando recordó una carta de su compatriota Hegel, quien fue el primero en dejar en evidencia la precariedad teórica de aquella escuela. En octubre de 1806, mientras miraba desde el balcón de su ventana en Jena el ingreso victorioso de Napoleón a Prusia, Hegel le escribió a un amigo: “Hoy vi al Espíritu del Mundo montado a caballo”. No era una boutade , sino una síntesis. La frase resumía el valor que el filósofo alemán le atribuía a los grandes hombres, pero insertados siempre en una historia que no es mero resultado de su querer o su intención sino de un complejo proceso que los supera aun cuando la encarnen como ningún otro en su lugar.</p><p>El gesto sin precedentes del Papa ante la crisis de Oriente Medio ubica a Bergoglio como uno de esos individuos en los que cae ineluctable “el espíritu del mundo”. Es la situación global imperante hoy lo que hace posible este afán del Papa argentino de reunir a dos líderes de la región en el Vaticano y no un mero gesto voluntarioso de su parte. De tal modo, hay mucho más que una fina sensibilidad espiritual en lo que ha sucedido.</p><p>Ciertos datos objetivos enmarcan la cita vaticana. Para empezar, <u>Estados Unidos ya no puede sostener el estado de cosas vigente en Oriente Medio. La profundidad de esa crisis es de tal magnitud que, en verdad, se halla al borde del precipicio. Al tradicional petardeo al proceso de paz de los sectores palestinos más retrógrados, se suma como grave señal de alarma el aislamiento cada vez mayor del gobierno israelí. La última decisión de Washington y de las principales potencias de respaldar al gobierno de unidad palestino recién creado, ignorando las quejas del israelí Benjamin Netanyahu, que lo calificaba de “pacto terrorista”, esmerila aún más al premier, acusado incluso por miembros de su propio gabinete de socavar el interés nacional</u>. <u>El proceso de paz que ayer Bergoglio pidió revitalizar nunca arrancó del todo, en parte –como uno de sus principales obstáculos– por la persistente negativa israelí a frenar la ampliación de sus colonias, construidas sobre tierras que la comunidad internacional no le reconoce y en las que debería erigirse un Estado palestino. No es casual que países como Rusia, China e India, con crecientes intereses económicos en Israel, hayan anunciado su disposición a ayudar al gobierno de unidad entre Hamas y Al Fatah</u>.</p><p>Es sobre este magma histórico que aflora la figura individual del Papa. Lejos del papel de hombre de la Providencia, su invalorable rol actual y su acertada decisión de empeñarse en el conflicto responde a mucho más que a un instante de inspiración individual, según el análisis habitual de cierta prensa anglosajona. Con sagacidad y perspicacia, su gestión surfea sobre acontecimientos que lo exceden, montado en la ausencia de una élite global que no ha mostrado perspectiva e inspiración para amañar las cosas y resolver el conflicto. Lo suyo no es un milagro. El oportuno gesto de ayer del Papa es, más bien, el resultado de aquel fracaso.</p><p></p><p><a href="http://www.clarin.com/mundo/Razones-cumbre-oportuna_0_1153684627.html">http://www.clarin.com/mundo/Razones-cumbre-oportuna_0_1153684627.html</a></p><p>.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 1579007, member: 7964"] Lo que dejó la reunión en el Vaticano. [B][SIZE=5]Razones de una cumbre oportuna[/SIZE][/B] Una antigua escuela historiográfica carga sobre los individuos el mayor papel a la hora de guiar el decurso del mundo. Según ella, los hombres cuentan más que las estructuras y es su propia voluntad personal la que organiza la historia. Ya que una época individualista como la nuestra es siempre pródiga en la creación de los llamados “personajes providenciales”, conviene tener esto en mente al considerar lo que acaba de ocurrir en el Vaticano. En otro contexto, el Papa emérito Joseph Ratzinger dio una pista sobre ese fenómeno cuando recordó una carta de su compatriota Hegel, quien fue el primero en dejar en evidencia la precariedad teórica de aquella escuela. En octubre de 1806, mientras miraba desde el balcón de su ventana en Jena el ingreso victorioso de Napoleón a Prusia, Hegel le escribió a un amigo: “Hoy vi al Espíritu del Mundo montado a caballo”. No era una boutade , sino una síntesis. La frase resumía el valor que el filósofo alemán le atribuía a los grandes hombres, pero insertados siempre en una historia que no es mero resultado de su querer o su intención sino de un complejo proceso que los supera aun cuando la encarnen como ningún otro en su lugar. El gesto sin precedentes del Papa ante la crisis de Oriente Medio ubica a Bergoglio como uno de esos individuos en los que cae ineluctable “el espíritu del mundo”. Es la situación global imperante hoy lo que hace posible este afán del Papa argentino de reunir a dos líderes de la región en el Vaticano y no un mero gesto voluntarioso de su parte. De tal modo, hay mucho más que una fina sensibilidad espiritual en lo que ha sucedido. Ciertos datos objetivos enmarcan la cita vaticana. Para empezar, [U]Estados Unidos ya no puede sostener el estado de cosas vigente en Oriente Medio. La profundidad de esa crisis es de tal magnitud que, en verdad, se halla al borde del precipicio. Al tradicional petardeo al proceso de paz de los sectores palestinos más retrógrados, se suma como grave señal de alarma el aislamiento cada vez mayor del gobierno israelí. La última decisión de Washington y de las principales potencias de respaldar al gobierno de unidad palestino recién creado, ignorando las quejas del israelí Benjamin Netanyahu, que lo calificaba de “pacto terrorista”, esmerila aún más al premier, acusado incluso por miembros de su propio gabinete de socavar el interés nacional[/U]. [U]El proceso de paz que ayer Bergoglio pidió revitalizar nunca arrancó del todo, en parte –como uno de sus principales obstáculos– por la persistente negativa israelí a frenar la ampliación de sus colonias, construidas sobre tierras que la comunidad internacional no le reconoce y en las que debería erigirse un Estado palestino. No es casual que países como Rusia, China e India, con crecientes intereses económicos en Israel, hayan anunciado su disposición a ayudar al gobierno de unidad entre Hamas y Al Fatah[/U]. Es sobre este magma histórico que aflora la figura individual del Papa. Lejos del papel de hombre de la Providencia, su invalorable rol actual y su acertada decisión de empeñarse en el conflicto responde a mucho más que a un instante de inspiración individual, según el análisis habitual de cierta prensa anglosajona. Con sagacidad y perspicacia, su gestión surfea sobre acontecimientos que lo exceden, montado en la ausencia de una élite global que no ha mostrado perspectiva e inspiración para amañar las cosas y resolver el conflicto. Lo suyo no es un milagro. El oportuno gesto de ayer del Papa es, más bien, el resultado de aquel fracaso. [url]http://www.clarin.com/mundo/Razones-cumbre-oportuna_0_1153684627.html[/url] . [/QUOTE]
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