Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Geopolítica del Medio Oriente
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 906301" data-attributes="member: 7964"><p><strong>Opinión de la media israelí sobre lo acontecido en Egipto y colaterales.</strong></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 18px">Los medios israelíes "temen" al nuevo Egipto.</span></strong></p><p></p><p><strong><em>Los medios de Israel presentan a la democracia egipcia como una amenaza, con un comentarista lamentando el fin del colonialismo. </em></strong></p><p></p><p>Durante las pasadas tres semanas los medios israelíes han estado sumamente interesados en Egipto.</p><p>Durante los cambiantes días de las demostraciones sin precedentes, los programas de noticias de la televisión gastaron la mayor parte de su “aire” cubriendo las protestas, mientras los diarios dedicaron la mitad de las noticias y las páginas de opinión al desarrollo de los acontecimientos.</p><p>En vez del entusiasmo por ver cómo se va haciendo historia, la actitud dominante aquí, en particular de la televisión, era la de ansiedad, en como se estaban desarrollando los hechos en Egipto de manera hostil a los intereses de Israel. La revolución en Egipto, en otras palabras, eran malas noticias.</p><p>Esto le dio tiempo de aire a los expertos israelíes sobre "asuntos árabes" para opinar sobre lo que estaba aconteciendo. Durante los primeros días de revueltas, el estribillo recurrente era que "Egipto no es Túnez".</p><p>Los comentaristas aseguraban al público que el aparato de seguridad en Egipto era leal al régimen y que por consiguiente había pocas posibilidades de que el gobierno del presidente Hosni Mubarak cayera.</p><p></p><p><strong>Cambio de los medios.</strong></p><p></p><p>Una vez que se hizo claro que esta línea de análisis era errónea, la mayor parte de los comentaristas siguieron el ejemplo del primer ministro Benjamin Netanyahu y criticaron a la administración del presidente Barack Obama por no apoyar a Mubarak. El redactor de noticias extranjeras de un canal hizo notar que: "el hecho de que la Casa Blanca permita las protestas es la razón de la preocupación", mientras el prominente analista político Ben Kaspit añoraba la época del Presidente George W. Bush.</p><p>"Recordamos el 2003 cuando George Bush invadió y tomó la cuestión de Irak con un sentido de urgencia", escribió Ben Kaspit. "Libia inmediatamente cambió de curso y se alió con occidente. Irán suspendió su programa nuclear militar. Arafat fue acorralado. Siria fue sorprendida y quedó con miedo. No es que la invasión de Irak haya sido un sabio movimiento (para nada, Irán es el verdadero problema, no Irak), pero en Medio Oriente no cualquiera anda dando vueltas con un gran bate en su mano y recibe un golpe en su cabeza".</p><p>Los comentaristas israelíes son ambiguos en la cuestión de la democracia egipcia. Un columnista explicó que lleva años para que las instituciones democráticas puedan ser establecidas y para que la gente se interiorice sobre las prácticas apropiadas en la democracia, mientras que Amir Hazroni de NRG llego más lejos, incluso hasta escribir una oda al colonialismo:</p><p>"Cuando tratamos de pensar como y por qué los Estados Unidos y occidente perdieron a Egipto, Túnez, Yemen y quizás otros países en Medio Oriente, la gente olvida esto. El pecado original comenzó directamente después de la Segunda guerra mundial, cuando una maravillosa forma de gobierno que protegió la seguridad y la paz en Medio Oriente (y en otras partes del Tercer Mundo) se marchó de este mundo después de la presión de los Estados Unidos y la Unión Soviética... Más de sesenta años han pasado ya desde que los estados árabes y los países de África fueron liberados del “yugo colonial”, pero todavía no hay una universidad árabe, un científico africano o un producto de consumo de Medio Oriente que haya marcado la diferencia en nuestro mundo".</p><p></p><p><strong>El miedo y la hermandad.</strong></p><p></p><p>Mientras sólo unos comentaristas son tan reaccionarios como Hazroni, una perspectiva orientalista impregnó la mayor parte de la discusión sobre Egipto, ayudando así a sostener el miedo ya existente de la ciudadanía judía hacia el Islam. El Islam Político es constantemente presentado y concebido como una fuerza siniestra que es antiética a la democracia.</p><p>Así, a los ojos de los analistas israelíes, los manifestantes, esa generación Facebook y Twitter, merecen la empatía pero también son considerados ingenuos. Hay un criterio compartido de que su destino terminará por ser idéntico a aquel de los intelectuales iraníes que condujeron las protestas contra el Sha.</p><p>Un experto de Channel Two sobre "asuntos árabes" explicó que: "el hecho de que usted no vea a la Hermandad Musulmana no significa que ellos no estén allí", y otro experto advirtió a sus espectadores "no ser engañados por el espíritu vienés de ElBaradei, detrás de él está la Hermandad Musulmana".</p><p>Según estos expertos, la Hermandad Musulmana tomó una decisión táctica de no distribuir banderas islamistas o participar activamente en la conducción de las protestas. Un comentarista declaró que si la Hermandad Musulmana gana, entonces "las elecciones son el final del proceso democrático, no su comienzo", mientras que un presentador del Channel Ten preguntó al antiguo Ministro Benjamin Ben Eliezer si "la persona que se dice a si mismo: “qué maravilla, por fin el estado de Egipto es una democracia”, ¿es ingenuo?"</p><p>El ex ministro respondió: "permita que yo hasta me ría. Quisimos una democracia en Irán y en Gaza. La persona que habla así olvida el hecho de que durante más de una década hubo una lucha de gigantes entre los sunnies y chiitas con toneladas de sangre derramada. La persona que habla así de democracia no vive la realidad en la que nosotros vivimos".</p><p></p><p><strong>Amenaza democrática.</strong></p><p></p><p>La respuesta de Ben-Eliezer muestra algo que es conocido, que Israel apoyó el régimen del Sha en Irán y no ha demostrado ser un verdadero partidario particularmente leal de la democracia palestina. La democracia en el Oriente Medio es, después de todo, concebida por los gobiernos israelíes previos y actuales como una amenaza para los intereses de Israel.</p><p>Dan Margalit, un conocido comentarista, aclaró este punto cuando explicó que Israel no desaprueba una democracia en el país árabe más grande, pero simplemente privilegia el acuerdo de paz de Israel con Egipto sobre los asuntos internos árabes.</p><p>Israel, habría que notar, no es el único que tiene un acercamiento egoísta; la mayoría de los países occidentales constantemente se lamentan de la ausencia de democracia en el mundo árabe, mientras apoyan a los dictadores y los ayudan a permanecer en el poder. En inglés esta clase del acercamiento tiene un nombre muy claro y es llamado hipocresía.</p><p></p><p><em>Fuente</em>: Neve Gordon para Al Jazeera 21.02.2011</p><p>Traducción propia.</p><p></p><p><strong><span style="font-size: 12px">Israeli media “fears” the new Egypt.</span></strong></p><p></p><p><strong><em>Israel's media presents Egyptian democracy as a threat, with one commentator lamenting the end of colonialism. </em></strong></p><p></p><p>Over the past three weeks the Israeli media has been extremely interested in Egypt.</p><p>During the climatic days of the unprecedented demonstrations, television news programmes spent most of their airtime covering the protests, while the daily papers dedicated half the news and opinion pages to the unfolding events.</p><p>Rather than excitement at watching history in the making, however, the dominant attitude here, particularly on television, was of anxiety-- a sense that the developments in Egypt were inimical to Israel's interests. Egypt's revolution, in other words, was bad news.</p><p>It took a while for Israel's experts on "Arab Affairs" to get a grip on what was happening. During the early days of unrest, the recurrent refrain was that "Egypt is not Tunis".</p><p>Commentators assured the public that the security apparatuses in Egypt are loyal to the regime and that consequently there was little if any chance that President Hosni Mubarak's government would fall.</p><p></p><p><strong>Media switch.</strong></p><p></p><p>Once it became clear that this line of analysis was erroneous, most commentators followed Prime Minister Binyamin Netanyahu's lead and criticised President Barack Obama's Administration for not supporting Mubarak. The Foreign News editor of one channel noted that: "The fact that the White House is permitting the protests is reason for worry;" while the prominent political analyst Ben Kaspit expressed his longing for President George W. Bush.</p><p>"We remember 2003 when George Bush invaded and took over Iraq with a sense of yearning", Ben Kaspit wrote. "Libya immediately changed course and allied itself with the West. Iran suspended its military nuclear program. Arafat was harnessed. Syria shook with fear. Not that the invasion of Iraq was a wise move (not at all, Iran is the real problem, not Iraq), but in the Middle East whoever does not walk around with a big bat in his hand receives the bat on his head".</p><p>Israeli commentators are equivocal on the issue of Egyptian democracy. One columnist explained that it takes years for democratic institutions to be established and for people to internalise the practices appropriate for democracy, while Amir Hazroni from NRG went so far as to write an ode to colonialism:</p><p>"When we try to think how and why the United States and the West lost Egypt, Tunis, Yemen and perhaps other countries in the Middle East, people forget that. The original sin began right after WWII, when a wonderful form of government that protected security and peace in the Middle East (and in other parts of the Third Word) departed from this world following pressure from the United States and Soviet Union... More than sixty years have passed since the Arab states and the countries of Africa were liberated from the 'colonial yoke,' but there still isn't an Arab university, an African scientist or a Middle Eastern consumer product that has made a mark on our world."</p><p></p><p><strong>Fear and the brotherhood.</strong></p><p></p><p>While only a few commentators are as reactionary as Hazroni, an Orientalist perspective permeated most of the discussion about Egypt, thus helping to bolster the already existing Jewish citizenry's fear of Islam. Political Islam is constantly presented and conceived as an ominous force that is antithetical to democracy.</p><p>Thus, in the eyes of Israeli analysts, the protestors- that Facebook and Twitter generation- are deserving of empathy but also extremely naïve. There is a shared sense that their fate will end up being identical to that of the Iranian intellectuals who led the protests against the Shah.</p><p>Channel Two's expert on "Arab Affairs" explained that: "The fact that you do not see the Muslim Brotherhood does not mean they are not there," and another expert warned his viewers not to "be misled by ElBaradei's Viennese spirit, behind him is the Muslim Brotherhood."</p><p>According to these pundits, the Muslim Brotherhood made a tactical decision not to distribute Islamists banners or to take an active part in leading the protests. One commentator declared that if the Muslim Brotherhood wins, then "elections are the end of the [democratic] process, not its beginning," while an anchorman for Channel Ten asked former Minister Binyamin Ben Eliezer whether "the person who says to himself: 'How wonderful, at last the state of Egypt is a democracy,' is naïve?"</p><p>The Minister responded: "Allow me even to laugh. We wanted a democracy in Iran and in Gaza. The person who talks like this is ignoring the fact that for over a decade there has been a struggle of giants between the Sunni and Shia with tons of blood spilled. The person who talks about democracy does not live in the reality we live in."</p><p></p><p><strong>Democratic threat.</strong></p><p></p><p>Ben-Eliezer's response is telling, not least because it is well known that Israel supported the Shah regime in Iran and has not proven itself to be a particularly staunch supporter of Palestinian democracy. Democracy in the Middle East is, after all, conceived by this and prior Israeli governments as a threat to Israel's interests.</p><p>Dan Margalit, a well-known commentator, made this point clear when he explained that Israel does not disapprove of a democracy in the largest Arab country but simply privileges Israel's peace agreement with Egypt over internal Arab affairs.</p><p>Israel, one should note, is not alone in this self-serving approach; most western countries constantly lament the absence of democracy in the Arab world, while supporting the dictators and helping them remain in office. In English this kind of approach has a very clear name - it is called hypocrisy.</p><p></p><p><strong>Source: Al Jazeera by Neve Gordon 21 Feb 2011</strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 906301, member: 7964"] [B]Opinión de la media israelí sobre lo acontecido en Egipto y colaterales.[/B] [B][SIZE=5]Los medios israelíes "temen" al nuevo Egipto.[/SIZE][/B] [B][I]Los medios de Israel presentan a la democracia egipcia como una amenaza, con un comentarista lamentando el fin del colonialismo. [/I][/B] Durante las pasadas tres semanas los medios israelíes han estado sumamente interesados en Egipto. Durante los cambiantes días de las demostraciones sin precedentes, los programas de noticias de la televisión gastaron la mayor parte de su “aire” cubriendo las protestas, mientras los diarios dedicaron la mitad de las noticias y las páginas de opinión al desarrollo de los acontecimientos. En vez del entusiasmo por ver cómo se va haciendo historia, la actitud dominante aquí, en particular de la televisión, era la de ansiedad, en como se estaban desarrollando los hechos en Egipto de manera hostil a los intereses de Israel. La revolución en Egipto, en otras palabras, eran malas noticias. Esto le dio tiempo de aire a los expertos israelíes sobre "asuntos árabes" para opinar sobre lo que estaba aconteciendo. Durante los primeros días de revueltas, el estribillo recurrente era que "Egipto no es Túnez". Los comentaristas aseguraban al público que el aparato de seguridad en Egipto era leal al régimen y que por consiguiente había pocas posibilidades de que el gobierno del presidente Hosni Mubarak cayera. [B]Cambio de los medios.[/B] Una vez que se hizo claro que esta línea de análisis era errónea, la mayor parte de los comentaristas siguieron el ejemplo del primer ministro Benjamin Netanyahu y criticaron a la administración del presidente Barack Obama por no apoyar a Mubarak. El redactor de noticias extranjeras de un canal hizo notar que: "el hecho de que la Casa Blanca permita las protestas es la razón de la preocupación", mientras el prominente analista político Ben Kaspit añoraba la época del Presidente George W. Bush. "Recordamos el 2003 cuando George Bush invadió y tomó la cuestión de Irak con un sentido de urgencia", escribió Ben Kaspit. "Libia inmediatamente cambió de curso y se alió con occidente. Irán suspendió su programa nuclear militar. Arafat fue acorralado. Siria fue sorprendida y quedó con miedo. No es que la invasión de Irak haya sido un sabio movimiento (para nada, Irán es el verdadero problema, no Irak), pero en Medio Oriente no cualquiera anda dando vueltas con un gran bate en su mano y recibe un golpe en su cabeza". Los comentaristas israelíes son ambiguos en la cuestión de la democracia egipcia. Un columnista explicó que lleva años para que las instituciones democráticas puedan ser establecidas y para que la gente se interiorice sobre las prácticas apropiadas en la democracia, mientras que Amir Hazroni de NRG llego más lejos, incluso hasta escribir una oda al colonialismo: "Cuando tratamos de pensar como y por qué los Estados Unidos y occidente perdieron a Egipto, Túnez, Yemen y quizás otros países en Medio Oriente, la gente olvida esto. El pecado original comenzó directamente después de la Segunda guerra mundial, cuando una maravillosa forma de gobierno que protegió la seguridad y la paz en Medio Oriente (y en otras partes del Tercer Mundo) se marchó de este mundo después de la presión de los Estados Unidos y la Unión Soviética... Más de sesenta años han pasado ya desde que los estados árabes y los países de África fueron liberados del “yugo colonial”, pero todavía no hay una universidad árabe, un científico africano o un producto de consumo de Medio Oriente que haya marcado la diferencia en nuestro mundo". [B]El miedo y la hermandad.[/B] Mientras sólo unos comentaristas son tan reaccionarios como Hazroni, una perspectiva orientalista impregnó la mayor parte de la discusión sobre Egipto, ayudando así a sostener el miedo ya existente de la ciudadanía judía hacia el Islam. El Islam Político es constantemente presentado y concebido como una fuerza siniestra que es antiética a la democracia. Así, a los ojos de los analistas israelíes, los manifestantes, esa generación Facebook y Twitter, merecen la empatía pero también son considerados ingenuos. Hay un criterio compartido de que su destino terminará por ser idéntico a aquel de los intelectuales iraníes que condujeron las protestas contra el Sha. Un experto de Channel Two sobre "asuntos árabes" explicó que: "el hecho de que usted no vea a la Hermandad Musulmana no significa que ellos no estén allí", y otro experto advirtió a sus espectadores "no ser engañados por el espíritu vienés de ElBaradei, detrás de él está la Hermandad Musulmana". Según estos expertos, la Hermandad Musulmana tomó una decisión táctica de no distribuir banderas islamistas o participar activamente en la conducción de las protestas. Un comentarista declaró que si la Hermandad Musulmana gana, entonces "las elecciones son el final del proceso democrático, no su comienzo", mientras que un presentador del Channel Ten preguntó al antiguo Ministro Benjamin Ben Eliezer si "la persona que se dice a si mismo: “qué maravilla, por fin el estado de Egipto es una democracia”, ¿es ingenuo?" El ex ministro respondió: "permita que yo hasta me ría. Quisimos una democracia en Irán y en Gaza. La persona que habla así olvida el hecho de que durante más de una década hubo una lucha de gigantes entre los sunnies y chiitas con toneladas de sangre derramada. La persona que habla así de democracia no vive la realidad en la que nosotros vivimos". [B]Amenaza democrática.[/B] La respuesta de Ben-Eliezer muestra algo que es conocido, que Israel apoyó el régimen del Sha en Irán y no ha demostrado ser un verdadero partidario particularmente leal de la democracia palestina. La democracia en el Oriente Medio es, después de todo, concebida por los gobiernos israelíes previos y actuales como una amenaza para los intereses de Israel. Dan Margalit, un conocido comentarista, aclaró este punto cuando explicó que Israel no desaprueba una democracia en el país árabe más grande, pero simplemente privilegia el acuerdo de paz de Israel con Egipto sobre los asuntos internos árabes. Israel, habría que notar, no es el único que tiene un acercamiento egoísta; la mayoría de los países occidentales constantemente se lamentan de la ausencia de democracia en el mundo árabe, mientras apoyan a los dictadores y los ayudan a permanecer en el poder. En inglés esta clase del acercamiento tiene un nombre muy claro y es llamado hipocresía. [I]Fuente[/I]: Neve Gordon para Al Jazeera 21.02.2011 Traducción propia. [B][SIZE=3]Israeli media “fears” the new Egypt.[/SIZE][/B] [B][I]Israel's media presents Egyptian democracy as a threat, with one commentator lamenting the end of colonialism. [/I][/B] Over the past three weeks the Israeli media has been extremely interested in Egypt. During the climatic days of the unprecedented demonstrations, television news programmes spent most of their airtime covering the protests, while the daily papers dedicated half the news and opinion pages to the unfolding events. Rather than excitement at watching history in the making, however, the dominant attitude here, particularly on television, was of anxiety-- a sense that the developments in Egypt were inimical to Israel's interests. Egypt's revolution, in other words, was bad news. It took a while for Israel's experts on "Arab Affairs" to get a grip on what was happening. During the early days of unrest, the recurrent refrain was that "Egypt is not Tunis". Commentators assured the public that the security apparatuses in Egypt are loyal to the regime and that consequently there was little if any chance that President Hosni Mubarak's government would fall. [B]Media switch.[/B] Once it became clear that this line of analysis was erroneous, most commentators followed Prime Minister Binyamin Netanyahu's lead and criticised President Barack Obama's Administration for not supporting Mubarak. The Foreign News editor of one channel noted that: "The fact that the White House is permitting the protests is reason for worry;" while the prominent political analyst Ben Kaspit expressed his longing for President George W. Bush. "We remember 2003 when George Bush invaded and took over Iraq with a sense of yearning", Ben Kaspit wrote. "Libya immediately changed course and allied itself with the West. Iran suspended its military nuclear program. Arafat was harnessed. Syria shook with fear. Not that the invasion of Iraq was a wise move (not at all, Iran is the real problem, not Iraq), but in the Middle East whoever does not walk around with a big bat in his hand receives the bat on his head". Israeli commentators are equivocal on the issue of Egyptian democracy. One columnist explained that it takes years for democratic institutions to be established and for people to internalise the practices appropriate for democracy, while Amir Hazroni from NRG went so far as to write an ode to colonialism: "When we try to think how and why the United States and the West lost Egypt, Tunis, Yemen and perhaps other countries in the Middle East, people forget that. The original sin began right after WWII, when a wonderful form of government that protected security and peace in the Middle East (and in other parts of the Third Word) departed from this world following pressure from the United States and Soviet Union... More than sixty years have passed since the Arab states and the countries of Africa were liberated from the 'colonial yoke,' but there still isn't an Arab university, an African scientist or a Middle Eastern consumer product that has made a mark on our world." [B]Fear and the brotherhood.[/B] While only a few commentators are as reactionary as Hazroni, an Orientalist perspective permeated most of the discussion about Egypt, thus helping to bolster the already existing Jewish citizenry's fear of Islam. Political Islam is constantly presented and conceived as an ominous force that is antithetical to democracy. Thus, in the eyes of Israeli analysts, the protestors- that Facebook and Twitter generation- are deserving of empathy but also extremely naïve. There is a shared sense that their fate will end up being identical to that of the Iranian intellectuals who led the protests against the Shah. Channel Two's expert on "Arab Affairs" explained that: "The fact that you do not see the Muslim Brotherhood does not mean they are not there," and another expert warned his viewers not to "be misled by ElBaradei's Viennese spirit, behind him is the Muslim Brotherhood." According to these pundits, the Muslim Brotherhood made a tactical decision not to distribute Islamists banners or to take an active part in leading the protests. One commentator declared that if the Muslim Brotherhood wins, then "elections are the end of the [democratic] process, not its beginning," while an anchorman for Channel Ten asked former Minister Binyamin Ben Eliezer whether "the person who says to himself: 'How wonderful, at last the state of Egypt is a democracy,' is naïve?" The Minister responded: "Allow me even to laugh. We wanted a democracy in Iran and in Gaza. The person who talks like this is ignoring the fact that for over a decade there has been a struggle of giants between the Sunni and Shia with tons of blood spilled. The person who talks about democracy does not live in the reality we live in." [B]Democratic threat.[/B] Ben-Eliezer's response is telling, not least because it is well known that Israel supported the Shah regime in Iran and has not proven itself to be a particularly staunch supporter of Palestinian democracy. Democracy in the Middle East is, after all, conceived by this and prior Israeli governments as a threat to Israel's interests. Dan Margalit, a well-known commentator, made this point clear when he explained that Israel does not disapprove of a democracy in the largest Arab country but simply privileges Israel's peace agreement with Egypt over internal Arab affairs. Israel, one should note, is not alone in this self-serving approach; most western countries constantly lament the absence of democracy in the Arab world, while supporting the dictators and helping them remain in office. In English this kind of approach has a very clear name - it is called hypocrisy. [B]Source: Al Jazeera by Neve Gordon 21 Feb 2011[/B] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Geopolítica del Medio Oriente
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba