Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Guerra en Ucrania: noticias colaterales y de política internacional
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="CarlosFonseca" data-source="post: 3592839" data-attributes="member: 74298"><p><h3>Imponer el plan</h3><p> </p><p>Publicado por <a href="https://slavyangrad.es/author/nahiasanzo/">@nsanzo</a> ⋅ 18/10/2024</p><p> </p><p> </p><p> </p><p> </p><p><a href="https://slavyangrad.es/wp-content/uploads/2024/10/qed3zrz6.png"><img src="https://slavyangrad.es/wp-content/uploads/2024/10/qed3zrz6.png" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Después de la breve exposición de su <em>Plan de Victoria</em> en la sede de la soberanía nacional de Ucrania, la Rada Suprema, Volodymyr Zelensky ha continuado con su gira para tratar de lograr los apoyos de las personas y las instituciones que importan realmente, sus socios extranjeros. En Bruselas, el presidente ucraniano quiso obtener el favor de uno de sus principales proveedores, actual sustento del Estado ucraniano, la Unión Europea, cuyo Parlamento volvió a recibirle como un héroe. “La última vez que estuviste aquí”, escribió Roberta Metsola, “te prometí nuestro inquebrantable apoyo en el camino de tu país a la adhesión a la Unión Europea. Hoy me enorgullece darte la bienvenida a la Casa de la Democracia europea como líder de un país candidato a ingresar en la UE”. “Ucrania es Europa”, sentenció confundiendo deliberadamente el continente con el bloque político. Sin embargo, con la entrada en la UE entendida desde hace tiempo como una decisión tomada y que simplemente es cuestión de tiempo, el discurso de Zelensky no se centró en las bondades de la Unión o el enorme beneficio que obtendrá al admitir en la <em>familia europea</em> a Ucrania, sino en la continuación de su campaña para oficializar el <em>Plan de Victoria </em>como una salida posible a la guerra. Kiev actúa de la misma forma con la que en la última década ha conseguido institucionalizar el discurso nacionalista, antes propio solo de una parte del país, como único discurso nacional posible. Ucrania trabaja para lograr el mismo objetivo y hacer ver su <em>plan</em> -en realidad una lista de deseos que sus aliados han de ayudarle a cumplir y no una hoja de ruta para conseguirlos- como vía a la <em>paz justa</em>.</p><p>“Estamos listos para poner sobre la mesa el Plan de Victoria para los líderes europeos y contamos con que vayan a apoyarlo”, escribió ayer Zelensky en un largo hilo en el que detalla el sentido de su propuesta mucho más profundamente de lo que hiciera el día anterior ante diputados y diputadas de su país. “Ucrania está preparada para una verdadera diplomacia. Pero para lograrlo, debe ser fuerte”, añadió el presidente ucraniano, que siguiendo con eufemismos como la paz justa, que ha de serlo solo para la población bajo su control y no para la que miró a Rusia en busca de protección frente a la agresión ucraniana, parece entender por <em>verdadera diplomacia</em> aquella en la que es capaz de dictar los términos y no ha de negociar con la otra parte.</p><p>También en ello hay una clara continuidad con los precedentes de esta guerra. Durante los años de guerra de Donbass, Ucrania siempre priorizó el Formato Normandía, en el que negociaba únicamente con Rusia y no con Donetsk y Lugansk, en aquel momento el bando al que Kiev se enfrentaba militarmente. Kiev repitió en la primavera de 2022 el <em>modus operandi</em> de retrasar las negociaciones mientras era capaz de conseguir concesiones -como la retirada rusa del norte de Ucrania- hasta que, logrando ganar tiempo para que sus aliados enviaran suficiente material de guerra, se retiró de unas negociaciones en las que se le exigían concesiones. Desde entonces, Kiev ha dejado claro que únicamente negociará en posición de fuerza y sin atender concesiones inadmisibles. El precedente de los acuerdos de paz que debían poner fin al conflicto de Donbass es útil para comprender qué tipo de condiciones Ucrania no está dispuesta a admitir.</p><p>La reconocida negativa de Ucrania a implementar la hoja de ruta de Minsk, que no le exigía concesiones territoriales ni renuncia a la adhesión a bloques políticos ni militares para recuperar el territorio, puede indicar la baja tolerancia de Ucrania a la <em>verdadera diplomacia</em>, esa en la que es preciso negociar y todas las partes son conscientes de que deberán realizar concesiones. Esa diplomacia real es precisamente lo que Ucrania intenta evitar por medio del actual plan, con el que exige a sus socios llevar la guerra a Rusia, un acto que solo puede entenderse como una escalada, en nombre de la paz.</p><p>El juego discursivo de Kiev en los próximos meses se basará así en informaciones sobre los preparativos de la próxima cumbre de paz y llamamientos a finalizar la guerra mientras mezcladas con exigencias de un mayor y más rápido envío de armamento para poder intensificar los bombardeos contra el territorio ruso o lugares estratégicos como Crimea, a cuya población no se ha dirigido en ningún momento el presidente de Ucrania durante su presentación del <em>Plan de Victoria</em>. Ejercicios de proyección como la afirmación de que los soldados ucranianos “necesitan más fuerza porque Putin está preparando sus refuerzos para continuar la guerra, no para terminarla”, se producirán más a menudo a medida que Zelensky esté preparando sus refuerzos para continuar la guerra, no para terminarla.</p><p>“Putin simplemente tiene que ver que sus cálculos geopolíticos no funcionan”, añadió Zelensky, cuyos cálculos geopolíticos están aún más alejados de la realidad que los del presidente ruso. Si bien a día de hoy es una quimera esperar que Ucrania abandone las cuatro regiones que Rusia ha reconocido como propias (Lugansk, Donetsk, Zaporozhie y Jersón) además de Crimea, rusa desde 2014, es mucho menos factible que Ucrania alcance sus objetivos, la integridad territorial según sus fronteras de 1991, adhesión a la OTAN y un paquete de <em>disuasión no nuclear</em>, es decir, misiles occidentales en su territorio.</p><p>Aparentemente satisfecho con el <em>Plan de Victoria </em>de Zelensky, el aún jefe de la diplomacia de la UE insistió ayer en que la guerra “es existencial” y apeló a los Estados miembros a continuar apoyando a Ucrania , para quien ganar la paz y la guerra “tienen que ir de la mano”. Esa es exactamente la reacción que Ucrania espera conseguir de sus socios aunque, para disgusto de Zelensky y Ermak, está siendo escasa incluso a pesar del subtexto de la propuesta. Ucrania exige mucho de sus aliados, pero también quiere mostrar que les ofrece contrapartidas importantes. Kiev exige una invitación inmediata de acceso a la OTAN que “no solo simbolizaría la OTAN, sino que también mostrará lo inevitable de la integración europea de Ucrania y el camino irreversible hacia la democracia en el país. La invitación fortalecerá nuestra posición diplomática y será uno de los principales argumentos para detener la guerra”, afirmó ayer Zelensky presentando la invitación -ni siquiera la entrada en sí- a la Alianza como el elemento que mágicamente va a dar la vuelta a la guerra de la misma forma que los tanques Leopard iban a romper el frente de Zaporozhie.</p><p>El presidente ucraniano incluyó una escasamente velada amenaza nuclear al afirmar que “o Ucrania tendrá armas nucleares o Ucrania estará en la OTAN. Los países de la OTAN no están en guerra hoy. Toda la gente está viva en los países de la OTAN. Y por eso elegimos la OTAN antes que las armas nucleares”. Ucrania ratificó el tratado de no proliferación nuclear en los años 90, pero no ha olvidado esa aspiración nuclear. No es la primera vez que Zelensky utiliza la cuestión nuclear como amenaza, un argumento que ya puso sobre la mesa en 2021 y que fue uno de los motivos de elevación de tensiones políticas.</p><p>Consciente del coste que supone el mantenimiento del Estado y las Fuerzas Armadas de Ucrania a sus socios, con cierto tono de desesperación al ver que la situación empeora en el frente y Rusia no cede económica o militarmente como Kiev desearía y temerosa de que la fatiga de la guerra haga mella en la audiencia más importante del excómico, los líderes occidentales, Kiev ha visto la necesidad de ofrecer algo a cambio. La paz por medio de la fuerza no se refiere solo a la guerra actual, sino que Ucrania pretende extenderla al futuro, logrando así consolidarse como una frontera exterior necesaria y en la que Occidente no puede permitirse no tener una presencia importante que les acarreará beneficios. A cambio del apoyo, Zelensky presenta a Ucrania prácticamente como una base militar de la OTAN, el trampolín occidental contra Rusia en el que Moscú ha denunciado en la última década que estaba convirtiéndose el país. El camino ya había comenzado, pero la invasión rusa lo ha acelerado, aunque no tanto como a Zelensky le gustaría.</p><p>“Ucrania posee recursos críticos por valor de billones de dólares y Rusia quiere apoderarse de ellos. Entre ellos se encuentran el titanio, el uranio, el litio, el grafito, el manganeso y otros. Estos recursos no deben caer en manos de Rusia ni de sus aliados”, afirmó el presidente ucraniano, que añadió que “Ucrania propone un acuerdo especial con socios clave –la UE, los EE.UU. y nuestros socios globales mutuos– para proteger los recursos críticos de Ucrania, realizar inversiones conjuntas y dirigir el potencial económico relevante hacia nuestro crecimiento compartido”. No hace falta leer entre líneas para observar en la propuesta una relación prácticamente colonial en la que Ucrania se presenta a sí misma como proveedora de soldados para “liberar a las fuerzas de Estados Unidos para que puedan hacer más en sus regiones prioritarias, especialmente en el Indo-Pacífico” y materias primas de las que lucrarse.</p><p>“Es realista mantener posiciones en el frente dentro del territorio ucraniano y, al mismo tiempo, llevar la guerra de vuelta a Rusia, para que los rusos puedan sentir lo que es la guerra y comiencen a odiar a Putin por ello”, afirmó Zelensky, a pesar de que los retrocesos ucranianos le contradicen, para apelar a la paz por medio de la guerra, dos aspectos tan compatibles como la relación colonial que presentan sus planteamientos con el discurso de la guerra de liberación nacional o las referencias a la democracia con la cancelación de las elecciones o un uso puramente estético del Parlamento.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="CarlosFonseca, post: 3592839, member: 74298"] [HEADING=2]Imponer el plan[/HEADING] Publicado por [URL='https://slavyangrad.es/author/nahiasanzo/']@nsanzo[/URL] ⋅ 18/10/2024 [URL='https://slavyangrad.es/wp-content/uploads/2024/10/qed3zrz6.png'][IMG]https://slavyangrad.es/wp-content/uploads/2024/10/qed3zrz6.png[/IMG][/URL]Después de la breve exposición de su [I]Plan de Victoria[/I] en la sede de la soberanía nacional de Ucrania, la Rada Suprema, Volodymyr Zelensky ha continuado con su gira para tratar de lograr los apoyos de las personas y las instituciones que importan realmente, sus socios extranjeros. En Bruselas, el presidente ucraniano quiso obtener el favor de uno de sus principales proveedores, actual sustento del Estado ucraniano, la Unión Europea, cuyo Parlamento volvió a recibirle como un héroe. “La última vez que estuviste aquí”, escribió Roberta Metsola, “te prometí nuestro inquebrantable apoyo en el camino de tu país a la adhesión a la Unión Europea. Hoy me enorgullece darte la bienvenida a la Casa de la Democracia europea como líder de un país candidato a ingresar en la UE”. “Ucrania es Europa”, sentenció confundiendo deliberadamente el continente con el bloque político. Sin embargo, con la entrada en la UE entendida desde hace tiempo como una decisión tomada y que simplemente es cuestión de tiempo, el discurso de Zelensky no se centró en las bondades de la Unión o el enorme beneficio que obtendrá al admitir en la [I]familia europea[/I] a Ucrania, sino en la continuación de su campaña para oficializar el [I]Plan de Victoria [/I]como una salida posible a la guerra. Kiev actúa de la misma forma con la que en la última década ha conseguido institucionalizar el discurso nacionalista, antes propio solo de una parte del país, como único discurso nacional posible. Ucrania trabaja para lograr el mismo objetivo y hacer ver su [I]plan[/I] -en realidad una lista de deseos que sus aliados han de ayudarle a cumplir y no una hoja de ruta para conseguirlos- como vía a la [I]paz justa[/I]. “Estamos listos para poner sobre la mesa el Plan de Victoria para los líderes europeos y contamos con que vayan a apoyarlo”, escribió ayer Zelensky en un largo hilo en el que detalla el sentido de su propuesta mucho más profundamente de lo que hiciera el día anterior ante diputados y diputadas de su país. “Ucrania está preparada para una verdadera diplomacia. Pero para lograrlo, debe ser fuerte”, añadió el presidente ucraniano, que siguiendo con eufemismos como la paz justa, que ha de serlo solo para la población bajo su control y no para la que miró a Rusia en busca de protección frente a la agresión ucraniana, parece entender por [I]verdadera diplomacia[/I] aquella en la que es capaz de dictar los términos y no ha de negociar con la otra parte. También en ello hay una clara continuidad con los precedentes de esta guerra. Durante los años de guerra de Donbass, Ucrania siempre priorizó el Formato Normandía, en el que negociaba únicamente con Rusia y no con Donetsk y Lugansk, en aquel momento el bando al que Kiev se enfrentaba militarmente. Kiev repitió en la primavera de 2022 el [I]modus operandi[/I] de retrasar las negociaciones mientras era capaz de conseguir concesiones -como la retirada rusa del norte de Ucrania- hasta que, logrando ganar tiempo para que sus aliados enviaran suficiente material de guerra, se retiró de unas negociaciones en las que se le exigían concesiones. Desde entonces, Kiev ha dejado claro que únicamente negociará en posición de fuerza y sin atender concesiones inadmisibles. El precedente de los acuerdos de paz que debían poner fin al conflicto de Donbass es útil para comprender qué tipo de condiciones Ucrania no está dispuesta a admitir. La reconocida negativa de Ucrania a implementar la hoja de ruta de Minsk, que no le exigía concesiones territoriales ni renuncia a la adhesión a bloques políticos ni militares para recuperar el territorio, puede indicar la baja tolerancia de Ucrania a la [I]verdadera diplomacia[/I], esa en la que es preciso negociar y todas las partes son conscientes de que deberán realizar concesiones. Esa diplomacia real es precisamente lo que Ucrania intenta evitar por medio del actual plan, con el que exige a sus socios llevar la guerra a Rusia, un acto que solo puede entenderse como una escalada, en nombre de la paz. El juego discursivo de Kiev en los próximos meses se basará así en informaciones sobre los preparativos de la próxima cumbre de paz y llamamientos a finalizar la guerra mientras mezcladas con exigencias de un mayor y más rápido envío de armamento para poder intensificar los bombardeos contra el territorio ruso o lugares estratégicos como Crimea, a cuya población no se ha dirigido en ningún momento el presidente de Ucrania durante su presentación del [I]Plan de Victoria[/I]. Ejercicios de proyección como la afirmación de que los soldados ucranianos “necesitan más fuerza porque Putin está preparando sus refuerzos para continuar la guerra, no para terminarla”, se producirán más a menudo a medida que Zelensky esté preparando sus refuerzos para continuar la guerra, no para terminarla. “Putin simplemente tiene que ver que sus cálculos geopolíticos no funcionan”, añadió Zelensky, cuyos cálculos geopolíticos están aún más alejados de la realidad que los del presidente ruso. Si bien a día de hoy es una quimera esperar que Ucrania abandone las cuatro regiones que Rusia ha reconocido como propias (Lugansk, Donetsk, Zaporozhie y Jersón) además de Crimea, rusa desde 2014, es mucho menos factible que Ucrania alcance sus objetivos, la integridad territorial según sus fronteras de 1991, adhesión a la OTAN y un paquete de [I]disuasión no nuclear[/I], es decir, misiles occidentales en su territorio. Aparentemente satisfecho con el [I]Plan de Victoria [/I]de Zelensky, el aún jefe de la diplomacia de la UE insistió ayer en que la guerra “es existencial” y apeló a los Estados miembros a continuar apoyando a Ucrania , para quien ganar la paz y la guerra “tienen que ir de la mano”. Esa es exactamente la reacción que Ucrania espera conseguir de sus socios aunque, para disgusto de Zelensky y Ermak, está siendo escasa incluso a pesar del subtexto de la propuesta. Ucrania exige mucho de sus aliados, pero también quiere mostrar que les ofrece contrapartidas importantes. Kiev exige una invitación inmediata de acceso a la OTAN que “no solo simbolizaría la OTAN, sino que también mostrará lo inevitable de la integración europea de Ucrania y el camino irreversible hacia la democracia en el país. La invitación fortalecerá nuestra posición diplomática y será uno de los principales argumentos para detener la guerra”, afirmó ayer Zelensky presentando la invitación -ni siquiera la entrada en sí- a la Alianza como el elemento que mágicamente va a dar la vuelta a la guerra de la misma forma que los tanques Leopard iban a romper el frente de Zaporozhie. El presidente ucraniano incluyó una escasamente velada amenaza nuclear al afirmar que “o Ucrania tendrá armas nucleares o Ucrania estará en la OTAN. Los países de la OTAN no están en guerra hoy. Toda la gente está viva en los países de la OTAN. Y por eso elegimos la OTAN antes que las armas nucleares”. Ucrania ratificó el tratado de no proliferación nuclear en los años 90, pero no ha olvidado esa aspiración nuclear. No es la primera vez que Zelensky utiliza la cuestión nuclear como amenaza, un argumento que ya puso sobre la mesa en 2021 y que fue uno de los motivos de elevación de tensiones políticas. Consciente del coste que supone el mantenimiento del Estado y las Fuerzas Armadas de Ucrania a sus socios, con cierto tono de desesperación al ver que la situación empeora en el frente y Rusia no cede económica o militarmente como Kiev desearía y temerosa de que la fatiga de la guerra haga mella en la audiencia más importante del excómico, los líderes occidentales, Kiev ha visto la necesidad de ofrecer algo a cambio. La paz por medio de la fuerza no se refiere solo a la guerra actual, sino que Ucrania pretende extenderla al futuro, logrando así consolidarse como una frontera exterior necesaria y en la que Occidente no puede permitirse no tener una presencia importante que les acarreará beneficios. A cambio del apoyo, Zelensky presenta a Ucrania prácticamente como una base militar de la OTAN, el trampolín occidental contra Rusia en el que Moscú ha denunciado en la última década que estaba convirtiéndose el país. El camino ya había comenzado, pero la invasión rusa lo ha acelerado, aunque no tanto como a Zelensky le gustaría. “Ucrania posee recursos críticos por valor de billones de dólares y Rusia quiere apoderarse de ellos. Entre ellos se encuentran el titanio, el uranio, el litio, el grafito, el manganeso y otros. Estos recursos no deben caer en manos de Rusia ni de sus aliados”, afirmó el presidente ucraniano, que añadió que “Ucrania propone un acuerdo especial con socios clave –la UE, los EE.UU. y nuestros socios globales mutuos– para proteger los recursos críticos de Ucrania, realizar inversiones conjuntas y dirigir el potencial económico relevante hacia nuestro crecimiento compartido”. No hace falta leer entre líneas para observar en la propuesta una relación prácticamente colonial en la que Ucrania se presenta a sí misma como proveedora de soldados para “liberar a las fuerzas de Estados Unidos para que puedan hacer más en sus regiones prioritarias, especialmente en el Indo-Pacífico” y materias primas de las que lucrarse. “Es realista mantener posiciones en el frente dentro del territorio ucraniano y, al mismo tiempo, llevar la guerra de vuelta a Rusia, para que los rusos puedan sentir lo que es la guerra y comiencen a odiar a Putin por ello”, afirmó Zelensky, a pesar de que los retrocesos ucranianos le contradicen, para apelar a la paz por medio de la guerra, dos aspectos tan compatibles como la relación colonial que presentan sus planteamientos con el discurso de la guerra de liberación nacional o las referencias a la democracia con la cancelación de las elecciones o un uso puramente estético del Parlamento. [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Libertador de Argentina
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Guerra en Ucrania: noticias colaterales y de política internacional
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba