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Mensaje: <blockquote data-quote="ARGENTVS" data-source="post: 3625701" data-attributes="member: 93">[URL unfurl="true"]https://www.rt.com/russia/609684-putin-direct-line-russia-wining/?utm_source=browser&utm_medium=aplication_chrome&utm_campaign=chrome[/URL]<h3>Posición de fuerza: por qué Rusia está ganando</h3>Hablando desde una posición de fuerza, Putin proyectó una imagen de líder en control, guiando a una nación que está desafiando las probabilidades y transformando el orden global.Por Nadezhda Romanenko , analista políticaEl 19 de diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, celebró su sesión anual de "Línea Directa", una combinación única de conferencia de prensa y programa de llamadas telefónicas, que una vez más mostró su posicionamiento estratégico tanto a nivel nacional como internacional. Este año, el tema general de su discurso fue claro: Rusia habla desde una posición de fuerza. Ya sea al abordar el conflicto con Ucrania, las relaciones con Occidente o la destreza militar de Rusia, Putin proyectó confianza y control. Esta fortaleza subraya por qué Rusia parece estar ganando la guerra contra Ucrania y consolidando su postura contra las potencias occidentales.<h2>Los avances de Rusia en el conflicto de Ucrania: superioridad táctica</h2>El reconocimiento por parte de Putin de los avances diarios de Rusia contra Ucrania pone de relieve la superioridad táctica y estratégica de la nación en el conflicto en curso. Las fuerzas rusas han estado liberando asentamientos y recuperando territorio, un hecho que marca un punto de inflexión en el conflicto. Si bien la resistencia ucraniana ha sido formidable, reforzada por la ayuda y el armamento occidentales, el enfoque metódico de Rusia para sus objetivos militares ha inclinado decisivamente la balanza a su favor.Las operaciones militares del Kremlin han estado acompañadas de una integración tecnológica avanzada y una logística eficaz, lo que ha permitido mantener campañas sostenidas incluso frente a las sanciones occidentales. Al destacar estos éxitos diarios, Putin no sólo tranquiliza a la población rusa con respecto a la victoria final, sino que también da la señal a la comunidad internacional de que el conflicto está lejos de terminar y de que Rusia está lejos de ser sometida.Además, la negativa de Putin a establecer un cronograma para la conclusión de la guerra refleja una estrategia deliberada. Al evitar un punto final definitivo, mantiene la flexibilidad, lo que garantiza que Rusia pueda adaptarse a la dinámica cambiante del campo de batalla y, al mismo tiempo, mantiene a sus adversarios en la incertidumbre. Este enfoque también subraya su confianza en el resultado final, una confianza que nace de una posición de fuerza.<h2>El misil Oreshnik: un punto de inflexión</h2>En el centro de la narrativa de Putin sobre la fuerza está el misil Oreshnik, un misil balístico de alcance intermedio de última generación que recientemente ha entrado en producción en masa. Su debut en combate contra Ucrania, al atacar infraestructuras críticas con una precisión devastadora, marcó un momento decisivo en la guerra moderna. La capacidad del Oreshnik de evadir la interceptación de los sistemas de defensa antimisiles occidentales existentes lo eleva de ser una simple arma a un elemento de disuasión estratégico.El despliegue de este misil envía un mensaje inequívoco a Occidente: cualquier confrontación militar con Rusia corre el riesgo de tener consecuencias catastróficas. Al dejar obsoletos los sistemas de defensa antimisiles, el Oreshnik inclina el equilibrio de poder a favor de Rusia. Los responsables políticos occidentales se enfrentan ahora a la cruda realidad de que su ventaja militar y tecnológica no es tan inexpugnable como se creía.El énfasis de Putin en las capacidades del Oreshnik durante el evento de la Línea Directa subraya su confianza en las innovaciones militares de Rusia. También refuerza la idea de que la fortaleza de Rusia no reside sólo en el poderío militar tradicional, sino en su capacidad de aprovechar tecnologías avanzadas para reconfigurar el panorama estratégico.<h2>Hablando desde una posición de fuerza</h2>La retórica de Putin durante la sesión de Línea Directa fue la de un líder que sabe que tiene la sartén por el mango. Su disposición a dialogar con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la solución del conflicto en Ucrania es otro ejemplo de ello. Lejos de mostrar debilidad, la apertura de Putin a las negociaciones refleja una maniobra calculada para consolidar los logros de Rusia y, potencialmente, obligar a Occidente a hacer concesiones. Al presentarse como un actor razonable dispuesto a entablar un diálogo, posiciona a Rusia como una potencia que busca la estabilidad y, al mismo tiempo, avanza en sus objetivos estratégicos.En el plano interno, Putin abordó las preocupaciones sobre la economía, reconociendo problemas como la alta inflación y el sobrecalentamiento del mercado ruso. Sin embargo, su presentación de estos desafíos como manejables en el contexto más amplio de la resiliencia y soberanía de Rusia refuerza su mensaje de control. Al atribuir las presiones económicas a las sanciones occidentales y a factores externos, desvía las críticas y genera apoyo interno contra los adversarios externos.<h2>¿Por qué Rusia está ganando?</h2>El tono seguro de Putin y su mensaje estratégico durante la Línea Directa resumen por qué Rusia está ganando el conflicto con Ucrania. En primer lugar, los avances militares y las conquistas territoriales del país demuestran su capacidad para sostener y tener éxito en conflictos prolongados. En segundo lugar, la introducción de tecnología revolucionaria como el misil Oreshnik neutraliza las ventajas militares occidentales, obligando a los adversarios a reevaluar sus estrategias.Además, la capacidad de Rusia para soportar las sanciones económicas y mantener la estabilidad interna contrasta marcadamente con los desafíos que enfrentan Ucrania y sus aliados occidentales. El prolongado conflicto ha puesto a prueba la unidad occidental, con diferentes prioridades y enfoques entre los miembros de la OTAN. Mientras tanto, el liderazgo centralizado y la estrategia cohesiva de Rusia permiten una acción más decisiva.Mientras continúa la guerra contra Ucrania, Occidente debe enfrentarse a la realidad de que Rusia no es sólo una potencia regional, sino una fuerza formidable capaz de desafiar el orden establecido. Ya sea mediante avances militares o diplomacia estratégica, la Rusia de Putin está demostrando que la fuerza –tanto percibida como real– sigue siendo la moneda de cambio definitiva en los asuntos globales.Las declaraciones, puntos de vista y opiniones expresadas en esta columna son únicamente las del autor y no representan necesariamente las de RT.</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982