Lucha contra los Hermanos Pincheira
Algunos historiadores, especialmente trasandinos, identifican a los hermanos Pincheira como integrantes de la guerrilla que iniciaron sus actividades durante la guerra de la independencia del vecino país, con clara orientación realista y partidarios de la monarquía católica que surgieron con el propósito de enfrentar a los “Independentistas”.
Otros consideran que esa fue la excusa para llevar adelante actos de neto corte delictivo, como asaltos, cuatrereadas, saqueos y otros atropellos, lo que los ubica sin temor a dudas en el grupo de bandoleros que asolaban una amplia región de Chile y Argentina.
Se sabe que al avanzar la acción emancipadora tanto en Chile como Argentina, los Pincheira lograron alianzas con tribus mapuches, lo que les permitió ampliar su accionar en la precordillera chilena como el Sur de Mendoza y las cuencas de los ríos Neuquén y Colorado del lado argentino.
Algunos sostienen, por otra parte, que la debilidad institucional de aquella época posibilitó que aparecieran partidas de “bandoleros” como los Pincheira, que no eran más que delincuentes que aprovechaban la situación para dedicarse al pillaje, ya que nunca tomaron parte por uno u otro lado y los daños que generaban se producían tanto del territorio de los compatriotas como de los realistas.
Los Pincheira eran seis hermanos: cuatro varones y dos mujeres: todos hijos de Martín Pincheira: los nombres de los varones respondían a Juan Antonio Pincheira, Santos Pincheira, Pablo Pincheira y José Antonio Pincheira, en tanto las mujeres se llamaban Rosa Pincheira y Juana Pincheira.
El mando de la guerrilla que se evidenció entre 1817 y 1832, siempre estuvo bajo el comando de los hermanos Pincheira. Estos, a medida que iban muriendo, se sucedían del mayor a menor, inicialmente estuvo al mando el primogénito Antonio, tras morir en combate le sucedió el segundo, Santos, pero a los meses se ahogó vadeando el río Los Sauces, luego vino el tercero, Pablo, pero en 1826 sus hombres se sublevaron y entregaron el mando al menor, José Antonio. Las dos mujeres colaboraron constantemente con sus hermanos, fueron capturadas por tropas chilenas en 1827 y fueron indultadas, desapareciendo de los registros.
Existen documentos que la montonera de los Pincheira llegó a estar conformada por entre 500 a 1.000 componentes que disponían escondites en distintos lugares, generalmente identificados como “cuevas”, algunas naturales y otras como consecuencia de prolijos trabajos realizados y favorecidos por las montañas cordilleranas
Estos maleantes, que esgrimían una razón política por la que iniciaron sus andanzas, lo que menos hicieron fue seguir esas proclamas y en cambio cometieron todo tipo de atrocidades.
Está comprobado que la banda llegaba a los “fundos” chilenos, establecimientos rurales, donde violaban a las mujeres, se alzaban con cuanto elemento de valor hallaban y obviamente toda la hacienda.
Existen testimonios asimismo de la crueldad de sus acciones durante sus atracos, en los que además de lo ya señalado se habla de descuartizamientos de niños y asesinatos de los ancianos. En un asalto en Neuquén, se cuenta que tras violar y raptar mujeres, encerraron en una capilla a 14 de las más ancianas y luego incendiaron el templo.
Las fechorías de esta banda de delincuentes tuvieron lugar en una amplia zona de Chile como también en las provincias de Mendoza, San Luis, Córdoba y Buenos Aires en nuestro país donde cometieron sangrientos delitos.
Muchos sostienen además que las miles de cabezas de ganado que robaban en Argentina pasaban a Chile y eran negociadas a industrias de la carne del exterior, de la que no era ajena Gran Bretaña y hay quienes afirman además que parte del pago lo hacían con armas del tipo “rifles Remington”.
No faltan quienes pretenden hacer aparecer a estos bandidos como una especie de justicieros tipo Robin Hood, lo que de acuerdo a los documentos existentes los alejan bastante de esta consideración.
Lo que no se puede negar es el poder y la influencia que la banda de los Pincheira logró, al punto de incidir en aspectos vinculados con la emancipación de Chile, como también en cuestiones de la vida política argentina.
Hubo diversas acciones de parte de fuerzas trasandinas y también en Argentina, así como operaciones en conjunto en procura de poner fin a las andanzas de los Pincheira, con resultados diversos, pero en ningún caso se consiguió poner fin a sus atropellos.
Entre los elementos que respaldaban sus acciones se menciona también la disposición de un sistema económico, que le posibilitaba financiarse y basaba la fuente de ingresos en el ganado robado en ambos lados de la cordillera, el que mantenían para su engorde en los valles y prados donde tenìan instalados sus campamentos. Por la venta del ganado como también del oro producto de sus atracos y saqueos, conseguían armas, alimentos y alcohol que distribuían entre los integrantes de la banda.
Quienes se han ocupado de investigar las andanzas de los Pincheira afirman que el manejo del sistema económico creado con el producto de los robos, fue clave para que su accionar haya sido exitoso durante tantos años. Destacan además que el apogeo de sus campañas delictivas tuvo lugar durante la actividad en el Sur de las Provincias de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, en especial en la región de Bahía Blanca y Sierra de la Ventana.
Entre 1827-1828, el general chileno Bulnes comandó una nueva incursión por territorios dominados por los Pincheira, llevándose ganado y más de 2.000 indios, que decían responder a los realistas. Posteriormente, en nombre de la monarquía, deciden atacar Mendoza, Melincué, Pergamino, Bahía Blanca y Carmen de Patagones con el objetivo de debilitar Buenos Aires, que era el objetivo final.
Sostienen algunos historiadores también que para ese entonces se produce un hecho circunstancial, como es la presencia en Mendoza del caudillo riojano Facundo Quiroga, quien fue invitado por el gobierno chileno a eliminar a los Pincheira, por lo que inició una serie de maniobras con las que logro distraer a los maleantes del peligro que los acechaba detrás de la cordillera.
Tras los Andes, el general Bulnes siguiendo instrucciones de su gobierno de eliminar definitivamente a los Pincheira atacó sorpresivamente al campamento delincuente de Roble Huacho, en enero de 1832 donde detuvo y fusiló a Pablo Pincheira y sus subordinados, Julián Hermosilla, Pedro Fuentes y otra persona de apellido Loayza.
No se quedó solo con eso, sino que cruzó la cordillera hacia Neuquén con un millar de efectivos y arraso con los ladrones y asesinos en la “batalla de las lagunas Epulafquen”, donde a la banda solo le quedaban unos 200 componentes y alrededor de 150 lanceros pehuenches, más algunos familiares y rehenes.
La crónica afirma asimismo que murieron unos 200 delincuentes 600 fueron capturados y liberadas más de un millar de cautivas con varios miles de niños, que fueron instaladas en Antuco y Las Lajas para repoblar esos sectores. Se supo además que otro de los Pincheira, José Antonio se escapo, mas tarde se entregó en la zona de Chillan y finalmente indultado por el presidente chileno Prieto-
En la operación, además, fueron recuperadas 40.000 cabezas de ganado, producto de los robos realizados por los Pincheira durante los quince años que azolaron una vasta región de ambos países.
Algunos historiadores, especialmente trasandinos, identifican a los hermanos Pincheira como i
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