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Area Militar General
Malvinas 1982
Historias francesas de la gesta de Malvinas
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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 1444007" data-attributes="member: 7964"><p><strong>Conclusiones</strong></p><p></p><p>Podemos lanzar varias conclusiones de este conflicto de Malvinas.</p><p>En primer lugar, hay que observar la reacción latinoamericana frente al enfrentamiento anglo-argentino y constatar un alejamiento de los países de la región con relación a Estados Unidos, del mismo modo es verdad que los lazos económicos, políticos e incluso militares se mantienen importantes. Y es evidente que la posición de los norteamericanos al lado de los ingleses refuerce a los "duros", es decir, Cuba, Nicaragua, Panamá, Venezuela y, en en menor medida, México. En otro nivel, los países como Perú, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y hasta Brasil y Uruguay, se encontraron brutalmente frente a un conflicto y el claro endurecimiento de algunos de sus vecinos los obligó a tener una política más alejada de la de Estados Unidos.</p><p>En segundo lugar, asistimos a una aproximación de Venezuela al eje histórico Perú-Bolivia-Argentina. Esta situación pone a Brasil en una posición molesta y lo obliga, teniendo en cuenta su proyecto de pacto amazónico, a apoyar, hasta de forma moderada, a Argentina. Chile, por su parte, también se encuentra en una posición delicada porque, aunque es verdad que un debilitamiento de Argentina puede serle beneficioso, también es verdad que no podrá sacar provecho rápidamente de esta situación.</p><p>En tercer lugar, debemos comprobar la derrota de Gran Bretaña sobre el plano latinoamericano y tal vez también sobre otros países de la CEE. Sin juzgar las profundas razones del desencadenamiento de las hostilidades de Argentina en las islas Malvinas, es muy evidente que el enfrentamiento desbordó el marco de un gobierno militar para transformarse rápidamente en un enfrentamiento entre la Nación argentina y una potencia colonial. El argumento falaz utilizado por Gran Bretaña, es decir, que se trataba de una lucha entre una dictadura y una democracia, se desmoronó rápidamente cuando el conjunto de las fuerzas internas de Argentina apoyó el intento de recuperación de las islas mientras manifestaba su oposición a los militares. También, Gran Bretaña debe comprender que la era de los regímenes coloniales está terminada y que la situación interna de Argentina será resuelta por el propio pueblo argentino y no por Londres.</p><p>Por último, debemos considerar el papel que la Unión soviética arriesga jugar en la región. Es evidente que el gran perdedor a largo plazo es Estados Unidos. El TIAR, tratado firmado por los países americanos en 1947 con el fin de defenderse contra cualquier agresión de potencias extrarregionales, se transdormó rápidamente en una herramienta del enfrentamiento Este-Oeste inútil en el caso de un enfrentamiento Norte-Sur, así como lo demostró el asunto de las Malvinas. ¿La URSS puede ocupar el lugar de Estados Unidos en la región? Desde un punto de vista propiamente latinoamericano esto parece difícil si se tiene en cuenta el hecho de que la URSS tiene muy poco que ofrecer a las naciones latinoamericanas sobre el plano económico y político, o, mejor dicho, los soviéticos no tienen otra cosa para ofrecer que los norteamericanos, aunque la URSS tenga más posibilidades de implantarse en América latina que en el pasado. Pero hay que ver bien también que los países del continente son países que tienen una larga tradición de independencia y qué, si ellos la hacen valer hoy con relación a Gran Bretaña y a Estados Unidos, la preconizarán también de ahora en más frente a los soviéticos.</p><p>Si estudiamos la historia latinoamericana del siglo XX, sea en el curso de la Primera o de la Segunda Guerra mundial, es decir, en el momento de las grandes crisis internacionales, los centros mundiales de poder se debilitaron mientras que las fuerzas que se desarrollaron por todas partes en América latina se emparentaban más con tendencias nacionalistas que con deseos de aproximación hacia una u otra de las potencias en guerra.</p><p></p><p>¿El conflicto de Malvinas es un conflicto del siglo XIX, o se trata de un conflicto del siglo XXI? Los dos aspectos existen. Las Malvinas y otras islas del Atlántico Sur están ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña y su incorporación a América latina aparece como una reivindicación justa de Argentina. La reacción latinoamericana frente a la acción británica se expresa en un marco donde todavía subsisten vestigios coloniales en litigio en América latina, entre uno o varios países, con antiguas o nuevas potencias. Es el caso de Belice, la Guyana inglesa e incluso el canal de Panamá. La victoria inglesa ha sido interpretada por los países latinoamericanos como un grave fracaso para el conjunto del continente y la imagen de Alexander Haig sentado en medio de los ministros de Asuntos Exteriores latinoamericanos que apoyan a Argentina, es muy reveladora. Visto desde este ángulo, podemos pensar que este conflicto pertenece al siglo XIX.</p><p>¿Pero por qué no situar este conflicto en el marco de una carrera hacia la conquista de nuevas fuentes de materias primas? ¿Por qué no pensar que los países del Norte quisieron penalizar a un país del Sur que se atrevió a poner en duda, sin juzgar la acción y la oportunidad, un mundo profundamente desigual? Los países latinoamericanos comienzan a darse cuenta de esta amenaza y están muy preocupados, teniendo en cuenta las enormes reservas que existen en esta región y en otras partes de América latina y de la importancia que éstas tendrán para el futuro del mundo en el curso de las próximas décadas.</p><p>Argentina recuperará las Malvinas tarde o temprano. Es un hecho irreversible. Gran Bretaña no puede mantenerse en dos islas situadas a 14 000 kilómetros de su territorio continuando haciendo frente a países cada vez más hostiles a ella. Y esto es tan así si se tiene en cuenta el hecho de que América latina comienza a transformarse en un continente que afirma una identidad propia, agitada por fuerzas nacionales ligadas a la defensa de la democracia, la justicia social y la no alineación mientras que Gran Bretaña se encuentra actualmente en una situación difícil para enfrentar tal voluntad latinoamericana.</p><p>Conviene recordar lo que decía Tito Livio: “Vincere sees Hannibal, sed utis victoria nescis” (Sabes vencer, Hannibal, pero no sabes consolidar tu victoria”).</p><p></p><p><strong>IFRI Institut français des relations internationales</strong></p><p><strong><em>Angel Tello. L'Argentine et les îles Malouines. Politique étrangère N°4 1982 47e année</em></strong></p><p>[Traducción propia]</p><p></p><p></p><p><a href="http://malvinasdata.blogspot.com.ar/2013/10/la-mirada-argentina-desde-europa_5081.html">http://malvinasdata.blogspot.com.ar/2013/10/la-mirada-argentina-desde-europa_5081.html</a></p><p></p><p></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 12px">“L’Argentine et les Iles Malouines”.</span></strong></p><p><span style="font-size: 9px">Afin de mieux comprendre le conflit des îles Malouines, il est nécessaire de le replacer d'abord dans son cadre historique, à partir du XVe siècle. Nous verrons ensuite l'enjeu géopolitique que représentent ces îles, pour saisir de manière plus précise leur importance. Enfin, en conclusion, nous étudierons les implications et les conséquences de ce conflit sur l'ensemble de la scène mondiale.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><strong><span style="font-size: 9px">Le cadre historique</span></strong></p><p><span style="font-size: 9px">A la suite de la découverte du continent américain par Christophe Colomb le 12 octobre 1492, le pape Alexandre VI, par la bulle Inter caetera du 4 mai 1493, définit les domaines correspondant à la Couronne espagnole. Ainsi Alexandre VI divise le Nouveau Monde en une zone espagnole et une zone portugaise, la frontière passant à 270 milles à l'ouest des Açores. Le Saint-Siège est à l'époque l'arbitre, le défenseur de l'ordre universel. Le droit public européen lui reconnaît alors l'autorité nécessaire pour disposer des territoires n'appartenant à personne. (Ainsi l'Angleterre avait bénéficié de cette procédure dès 1155 quand Henry II obtint l'Irlande par bulle papale). En 1494, la limite établie par la bulle pontificale est reportée à 370 lieues à l'ouest des îles du Cap- Vert au moment de la signature du traité de Tordesillas entre le Portugal et l'Espagne.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Hernando de Magellan quitte l'Espagne en 1519 dans le but de faire le tour du monde. Cette expédition repère pour la première fois les îles Malouines, baptisées alors du nom de Sanson et Patos. Le cosmographe Santa Cruz, dans son Islario de 1541, en fait état. La carte de Pedro Reinel de 1524 et celles de Bartolomé Olives de 1526 les signalent également. Trois armadas sous drapeau espagnol - Loayza en 1526, Alcazaba en 1534 et Camargo en 1539 - parcourent la région des Malouines après l'expédition de Magellan et avant que toute autre flotte arrive sur place.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En prenant pour référence l´Islario de Santa Cruz, la Géographie de Ptolomée officialisée par le Sénat de Venise, et en comparant avec la carte de Weimar de 1521, une conclusion définitive s'impose: les Espagnols ont été les premiers à avoir aperçu et découvert les îles Malouines. Au Congrès international de géographie, qui s'est tenu à Amsterdam en 1938, on a pu apprécier l'authenticité des cartes espagnoles.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Vers la fin du XVIe siècle, Philippe II d'Espagne doit à la fois surmonter la victoire de Lepante contre les Turcs en 1571 et l'échec de 1588, la destruction de l´Armada Invincible. C'est à cette époque que se développe une intense rivalité entre les navires de la reine Elizabeth d'Angleterre et les Espagnols; les expéditions anglaises de Ratcliff et John Hawkins, de Drake et de Cavendish ravagent les mers. Et, en 1592, John Davis, déserteur de l'expédition de Cavendish, affirme avoir vu les îles Malouines.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">Le 12 février 1580, devant un notaire public, Philippe II sanctionne: “...A partir de cette instrument, afin qu´il soit connu de tous, et qu´aucune nation barbare ni politique catholique ou non catholique, fidèle ou infidèle, puisse prétendre avoir un prétexte, à cause de son ignorance, pour entrer, sans autorisation du très puissant Seigneur roi de Castille et Léon et ses Héritiers, rester ou peupler les régions du détroit ordinairement nommé de Magellan. Personne ne peut croire que ces terres sont des terres qui n'ont ni seigneur, ni roi... Ces terres tombent dans les limites reconnues par les bulles papales et appartiennent au roi de Castille et Léon et ses Héritiers…” Le <em>res nullius</em> n'existait pas et ces territoires appartenaient à la Couronne espagnole. L'application ultérieure de l´ utis possidetis juris, une fois déclarée l'indépendance des anciennes colonies espagnoles, ont fait que ces territoires constituèrent une partie des nouvelles nations latino-américaines.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En 1690, une tempête amène le capitaine anglais John Strong sur les côtes des Malouines. En 1701, des navires français commencent à visiter ces îles, d'abord par hasard, puis afin de repérer et d'exploiter de nouvelles zones de pêche. Entre 1740 et 1741, la Grande-Bretagne projette une expédition scientifique que le gouvernement espagnol réussit à empêcher. Les Britanniques manifestent un intérêt grandissant pour ces îles proches du détroit de Magellan. Quinze années plus tard, les accords de Paris de 1763, signés à la suite de la guerre de Sept- Ans, attribuent la Louisiane et le Canada français à la Grande-Bretagne. M. de Bougainville, fort de l'approbation de Louis XV, envisage de peupler les Malouines. Le 2 février 1764, le drapeau français est hissé à Puerto Soledad, baptisé Port Saint-Louis par les Français. Le 25 janvier 1765, les Anglais débarquent secrètement à Puerto Cruzado rebaptisé Puerto de la Cruzada (Port Egmont).</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">L'Espagne proteste simultanément auprès des rois de France et de Grande-Bretagne. Et, le 1er avril 1767, la Couronne espagnole reçoit les Malouines de M. de Bougainville en personne. Le capitaine espagnol Felipe Ruiz Puente en devient le gouverneur. Quand il est dit que la France ne s'est pas prononcée sur le fond de la querelle opposant l'Angleterre à l'Argentine, on peut se demander si la politique d'un Etat commence et finit avec tel ou tel gouvernement. Louis XV a reconnu les droits de l'Espagne à exercer sa souveraineté sur les îles Malouines au nom de la France et ceci est une position “sur le fond” adoptée dans le passé par une Nation.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Un troisième pacte de famille est signé en 1763, à un moment où les ambitions anglaises sur les territoires espagnols et français du Continent deviennent plus offensives. Belize, Trinidad-Tobago, la Louisiane, le Canada, les Malouines, etc., formaient un ensemble disputé par les Anglais aux Espagnols et aux Français. L'attitude anglaise, à laquelle s'ajoutent des tensions en Europe, conduisit Louis XV et Carlos III d'Espagne à signer cette alliance.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En décembre 1769 Anglais et Espagnols s'affrontent aux Malouines dans le détroit de San Carlos. Le duc de Choiseul fait savoir à l'Espagne que la France se tiendra à ses côtés. Lord Rochfort avoue alors à l'ambassadeur espagnol Masserano que son gouvernement n'a aucun intérêt à occuper les Iles et qu'il ne s'agit là que d'un caprice de Lord Egmont. Les Anglais n'exigent pas Puerto Soledad où les Espagnols sont solidement établis. Ils demandent seulement que soit lavée l'injure constituée par l'affrontement de décembre 1769. Weymouth précise à Masserano: “L'Angleterre souhaite sincèrement que les faits de Puerto de la Cruzada (Port Egmont) soient arrangés à l'amiable dans les limites tolérées par l'honneur de la Couronne. Il faut mettre fin à l'hostilité déclarée, s'engager dans une période de paix en revenant à la situation antérieure, et, à partir de cela, discuter le droit que chacune des parties prétend avoir sur ces régions”.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Carlos III n'accepte pas cette proposition. Il ne veut ni désavouer le gouverneur espagnol de Buenos Aires, Bucareli, ni les autres marins qui ont expulsé les Anglais des Malouines. Mais en Grande-Bretagne la “question” des Malouines finit par devenir un problème national. L'ambassadeur espagnol insiste sur le fait que les Iles ont été découvertes par Magellan et que la bulle papale de 1493 les a octroyées à l'Espagne. Le 22 janvier 1771, le prince Masserano déclare au ministre anglais que le roi d'Espagne ne réprouve pas l'action des Anglais mais que son amour de la paix l'oblige à remeter les choses à leur place. La décision est accompagnée des éclaircissements nécessaires de la part de l'ambassadeur espagnol: “elle n'affecte pas la question du droit à la souveraineté espagnole sur les îles Malouines qui ne peuvent être appelées Malvinas”. Le gouvernement anglais donne son accord et semble satisfait des précisions apportées par le prince Masserano. Le 22 mai 1774, le lieutenant Samuel Clayton restitue Puerto de la Cruzada (Port Egmont) aux forces espagnoles.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En 1776, l'année même où les Etats-Unis se déclarent indépendants de la Grande-Bretagne, l'Espagne crée le vice-royaume du Rio de la Plata. L'idée d'un vice-royaume du Rio de la Plata émerge au moment du différend avec la Grande-Bretagne sur les Malouines. Sa création a pour but de faire obstacle aux attaques des Portugais - alliés de la Grande-Bretagne - et de défendre le Pérou, le Chili et la Patagonie contre d'éventuelles attaques anglaises le long des côtes. Chaque vice-royaume est organisé comme une véritable nation d'outre-mer. Dès 1774, les Espagnols arrivent aux Malouines avec bétail, plantes et même barils de terre. Vingt gouverneurs espagnols administrent les Malouines de 1767 à 1811. Mais, le 25 mai 1810, le premier gouvernement patriotique se forme à Buenos Aires, et, le 9 juillet 1816, les territoires faisant partie du vice-royaume du Rio de la Plata se déclarent indépendants de l'Espagne.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">En novembre 1820, David Jewett prend possession des Malouines au nom du gouvernement de Buenos Aires et le drapeau argentin est hissé. Le 10 juin 1829 est créé à Buenos Aires le Commandement politique et militaire des Iles siégeant à Puerto Soledad et, quelques jours plus tard, Luis Vernet devient le premier commandant politique et militaire argentin d'une région qui allait des Malouines aux îles proches du Cap Horn.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Le 31 décembre 1831, la corvette de guerre nord-américaine Lexington, battant pavillon français, attaque Puerto Soledad, incendie les maisons, détruit les stocks d'armes, etc. A la suite de cet incident, le gouvernement des Etats-Unis envoie Me Francis Baylies pour négocier avec les autorités argentines, mais ce dernier est expulsé de Buenos Aires par le gouvernement. Il est cependant intéressant de signaler la correspondance confidentielle échangée entre le représentant nord-américain et l'ambassadeur britannique à Buenos Aires: “Si l'Angleterre établit son influence sur le Rio de la Plata, cela doit lui permettre d'exercer sa domination sur ses mers et aura des conséquences importantes sur tout le commerce. Si cela n'était pas, Buenos Aires et tous les ports de la région deviendraient des ports refuges pour les pirates”. L'ensemble des conversations des deux diplomates sont transcrites dans leurs correspondances régulières avec leurs gouvernements. “J'ai constaté, déclarait M. Fox, ambassadeur britannique à Buenos Aires, que Me Baylies et son gouvernement étaient déjà au courant et étaient prêts à reconnaître les droits souverains de sa Majesté britannique sur les îles Malvinas”.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">Le 3 janvier 1833, le capitaine anglais Onslow, au commandement de la frégate Clio, débarque aux Malouines et c'est le début d'une occupation illégitime qui dure encore aujourd'hui. Les habitants argentins des Iles sont expulsés et remplacés par des colons britanniques qui se définissent comme des “Falklanders”. Quand le gouvernement britannique déclare qu'il faut tenir compte de la volonté des actuels habitants des îles Malouines, il oublie qu'en 1833 il n'a pas pris en considération la volonté des Argentins et des Espagnols qui ont été expulsés manu militari.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Bien qu'au cours du XIXe siècle, l'Argentine ait pris le soin d'utiliser la voie diplomatique pour réclamer l'application de ses droits légitimes, elle s'est trouvée devant un mur de silence britannique. Sir Walter Raleigh l'a exprimé clairement en précisant que: “Celui qui domine la mer, contrôle le commerce. Celui qui contrôle le commerce, domine les richesses du monde”. La bataille de Trafalgar a confirmé la suprématie maritime britannique sur tous les océans, suprématie qui se maintiendra durant près d'un siècle et demi.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Il faut rappeler qu'à la même époque, l'Angleterre cherche à s'atribuer le plus grand nombre de territoires dans le vaste secteur de l'Atlantique Sud. Elle occupe le cap de Bonne Espérance en 1806. Buenos Aires et Montevideo repoussent deux invasions anglaises en 1806 et 1807; l'île de Sainte-Hélène devient anglaise en 1815, les îles d'Ascension et Tristan et Cunha en 1816 et les îles Malouines en 1833. Après une période isolationniste, les flottes de guerre anglaise garantissent la “pax británica”. Pour la Grande-Bretagne, la possession des îles Malouines est d'une importante primordiale: par leur situation géographique, à l'entrée du détroit de Magellan, elles contrôlent l'ensemble du trafic commercial entre l'océan Atlantique et l'océan Pacifique.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Mais il nous faut considérer maintenant les actions entreprises par l'Argentine tout au long du XXe siècle concernant les Malouines. En 1933, à Montevideo, au cours de la VIIe Conférence internationale des Etats américains, il fut établi que: “Les Etats membres consacrent d'une façon définitive, comme norme de conduite, l'obligation précise de ne pas reconnaître les acquisitions territoriales ou les avantages spéciaux qui seraient gagnés par la force, que ce soit par l'utilisation des armes ou par des pressions diplomatiques obtenues par la menace de l´utilisation hypothétique des armes. Le territoire des Etats est inviolable et ne peut pas être l'objet d'occupation militaire ni d'aucune autre pression exercée par d'autres Etats, d'une manière directe ou indirecte, sous aucune justification, ni même de façon transitoire”.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En 1945, l'Argentine signe la Charte des Nations-Unies et, à la réunion de San Francisco, elle exprime sa position quant à ses droits sur les îles Malouines. Depuis la création des Nations-Unies, l'Argentine rappelle, lors de chaque réunion de l'Assemblée générale, ses droits légitimes sur les Iles. De la même manière, ce problème est soulevé devant l'Organisation des Etats américains (OEA). La Xe Conférence interaméricaine, réunie à Caracas en 1954, approuve la résolution 96 concernant les colonies et territoires occupés sur le continent américain. Cette résolution déclare: “Il est de la volonté des peuples du continent américain que soit éliminé définitivement le colonialisme maintenu contre le sentiment des peuples et également l´occupation des territoires”. Elle proclame aussi “la solidaricé des Républiques américaines associées aux justes réclamations des peuples d'Amérique en relation avec les territoires occupés par des pays extra-continentaux”.</span></p><p><span style="font-size: 9px">La longue et laborieuse action argentine au sein des Nations-Unies a été couronnée le 16 décembre 1965 par la résolution 2065, approuvée sans opposition (14 abstentions) par la réunion plénière de l'Assemblée générale. Elle établit: “... Considérant que la résolution 1514 (XV) du 14 décembre I960 s'est inspirée du propos souhaité de mettre fin au colonialisme partout et sous toutes ses formes, l'une d'elles étant le cas des îles Malvinas (Malvinas Islands)”. “Compte tenu de l'existence d'un litige entre l'Argentine et la Grande-Bretagne sur la souveraineté sur ces îles”. “Invite les gouvernements d'Argentine et de Grande-Bretagne à poursuivre sans retard les négociations indiquées par le Comité spécial chargé d' examiner la situation par rapport à l´application de la Déclaration sur la concession de l´indépendance des pays et peuples colonisés aux fins de trouver une solution pacifique au problème. Cela en tenant compte des dispositions et des objectifs de la Charte des Nations-Unies et de la résolution 1514 (XV), tout comme des intérêts de la population des îles Malvinas (Malvinas Islands)”.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><strong><span style="font-size: 9px">L'enjeu géopolitique</span></strong></p><p><span style="font-size: 9px">Les îles Malouines se trouvent dans l'Atlantique Sud, vaste région qui a pour base l'Antarctique et qui communique avec deux autres océans: l'océan Indien au sud de l'Afrique et l'océan Pacifique au sud du continent américain.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Si l'on observe les continents, les pays et les terres qui encerclent l'Atlantique Sud, on constatera que ceux-ci contiennent des richesses considérables pour l'avenir de l'humanité. D'un côté, l'Afrique du Sud, la Namibie, l'Angola, le Zaïre, le Congo, etc., avec leurs gisements pétroliers et minéraux; de l'autre côté, le Brésil, l'Uruguay et l'Argentine qui constituent une des régions les plus aptes de la planète à la production agricole et à l'élevage du bétail.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En ce qui concerne l'Antarctique, il se trouve que la partie de ce continent baignée par les eaux de l'Atlantique Sud est celle que l'on considère comme la plus riche en ressources minérales et icticoles. L'Argentine réclame un secteur dans l'Antarctique identique à celui revendiqué par la Grande-Bretagne. En 1959, les deux pays ont signé à Washington le traité Antarctique. Le Traité a gelé les revendications territoriales et, par conséquent, il ne reconnaît pas de souverainetés particulières sur l'Antarctique.</span></p><p><span style="font-size: 9px">L'avenir de l'Antarctique est incertain. Le traité actuel expire en 1989 et à ce moment une décision devra être prise. Les Etats-Unis et l'URSS ont déjà déclaré qu'ils reconnaissent comme secteur à réclamer “360 degrés”, c'est-à-dire tout le continent; ce langage signifie que les deux pays sont favorables à l'internationalisation de l'Antarctique. Derrière l'idée formellement juste de l'internationalisation, se cache aussi une réalité, les pays développés seront les véritables bénéficiaires de ce nouveau statut. Ils disposent des moyens et de la technologie nécessaires pour exploiter les richesses du continent blanc. Si l'idée d'internationalisation peut en principe servir à l'ensemble de l'humanité, un contrôle et une réglementation strictes s'imposent pour éviter que l'Antarctique devienne l'affaire d'une poignée de riches de la planète.</span></p><p><span style="font-size: 9px">L'Atlantique Sud recèle aussi d'importantes richesses sous-marines qui se trouvent surtout près de la région sud-occidentale, c'est-à-dire près des îles Malouines. Ainsi des géologues argentins, nord-américains, soviétiques et le Foreign Office lui même estiment à environ 20 milliards de mètres cubes le potentiel pétrolier de la région. Le krill est aussi une source importante de protéines et, près des Malouines et des îles Géorgie, il est possible de pêcher sans déprédation un volume annuel de 90 millions de tonnes, chiffre supérieur à la pêche annuelle de tous les pays sur toutes les mers de la planète, à ce jour.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">En 1976, Lord Shackleton entreprend pour le compte du gouvernement britannique une mission aux îles Malouines, et il est intéressant de signaler quelques remarques faites dans le rapport final présenté au Foreign Office: “La structure économique, en particulier la propriété de presque toutes les exploitations rurales - aux mains d'entreprises enregistrées en Grande-Bretagne mais non pas dans les Iles - et l'absence d' institutions financières (banques par exemple), avec un manque d'opportunités d' investissements clairement définis, a provoqué un drainage perpétuel des fonds de l'archipel vers la Grande-Bretagne. De cette manière, l'activité économique manque de bases pour l´expansion et ses disponibilités de capital ont tendance à diminuer. L'émigration graduelle a déjà plus de quarante ans, pour le moins, avec la declination logique des populations”. “Le modèle d'activité économique et de colonisation défini historiquement entraîne une structure sociale très divisée”.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Après avoir analysé les possibilités économiques de la région, et en particulier le potentiel pétrolier, Lord Shackleton conclut à “l'impossibilité pour l´Angleterre de concrétiser toute seule le developpement des Iles dans quelques secteurs industriels et, en conséquence, la nécessité de compter sur l'appui argentin”. C'est après la mission de Shackleton, qui entraîne une étude plus précise sur les richesses des Malouines, que la Grande-Bretagne décide de geler les négociations en cours avec l'Argentine sur le statut futur des Iles.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">Ajoutons aussi quelques chiffres révélateurs. En 1965, le transit maritime pétrolier par l'Atlantique Sud a été de 800.000 barils par jour. En 1976, ce chiffre atteint 18 millions de barils par jour et aujourd'hui il se situe à 65 millions de barils par jour. Par la route du Cap circulent actuellement 24.000 navires par an, soit 45 % du trafic commercial mondial, 50% du pétrole importé par les Etats-Unis et 80% du pétrole importé par la Grande-Bretagne. On doit tenir compte aussi du fait que les navires de guerre et en particulier les porte-avions et les sous-marins nucléaires ne peuvent pas emprunter le canal de Panama ou de Suez en raison de leur dimension et de leur tonnage, ce qui les rend très vulnérables en cas de guerre généralisée. Dans cette région, se trouvent les îles Malouines, situées presque à l'entrée du détroit de Magellan et proches du passage Drake et du chenal du Beagle, proches aussi d'un des accès du continent antarctique, îles que se disputent la Grande-Bretagne et l'Argentine depuis 150 ans.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Il est évident, comme on l'a démontré tout au long de cet article, que les îles Malouines appartiennent à l'Argentine, par référence à ses droits historiques, mais aussi par le fait qu'elles se situent dans une zone géographiquement argentine et non anglaise.</span></p><p><span style="font-size: 9px">L'Argentine a un différend de longue date avec le Chili à propos du chenal du Beagle et des îles qui se trouvent au sud de ce chenal. L'Angleterre a été l'arbitre de cette querelle. Mais cela a été une grosse erreur de confier un arbitrage aussi délicat à une puissance ayant des intérêts dans la région. L'Argentine a, en effet, choisi comme juge en cette affaire celui qui occupe depuis près d'un siècle et demi une partie de son territoire, un juge qui, loin d'être impartial, tend naturellement à favoriser une des parties. Ainsi, il est bien évident que le Chili et la Grande-Bretagne s'accordent pour tirer profit de l'affaiblissement de l'Argentine. Lord Chalfont s'étonne de la conduite des Chiliens pendant le conflit des Malouines. Rien d'étonnant, pourtant, si l'on tient compte de l'ensemble des intérêts en jeu dans la région.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En ce qui concerne le Brésil, s'il est bien certain que depuis très longtemps il a été le rival de l'Argentine sur le continent latinoaméricain, il est également clair que Brasilia ne souhaite pas se retrouver devant un condominium anglo-chilien dans l'Atlantique Sud. Le Brésil a ses propres théories sur cette région du monde et, de la même façon qu'un contrôle absolu de l'Argentine sur cette zone du monde serait très mal vu par Itamaraty, une forte présence anglaise aux Malouines, doublée par celle du Chili au Beagle, serait également mal perçue par le Brésil.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Le conflit des Malouines a aussi révélé une autre dimension du problème: quelles sont les intentions des Etats-Unis dans cette région? Les Nords-Américains nourrissent aussi des desseins dans l'Atlantique Sud et sur les Malouines en particulier. L'installation d'une base aéro-navale sur les Iles présenterait un avantage d'importance pour le contrôle d'une partie du continent antarctique tout comme pour le contrôle militaire, le transport et le commerce dans le détroit de Magellan. La solution à “trois” proposée par Alexander Haig au cours du conflit des Malouines répondait aux intérêts des Etats-Unis dans la région.</span></p><p><span style="font-size: 9px">La Grande-Bretagne et, dans une moindre mesure, le gouvernement chilien peuvent tirer profit de la présence américaine sur les îles Malouines. Mais le Brésil, l'Argentine et les autres pays latinoaméricains ne gagneront rien à se retrouver devant la présence permanente d'une des deux superpuissances dans l'Atlantique Sud.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Le Brésil, d'abord, parce qu'il maintient une politique extérieure plus ou moins indépendante vis-à-vis des Etats-Unis. Sa depéndanse vis-à-vis des pays arabes pour ses importations de pétrole et les liens tissés avec les pays africains font de la politique extérieure brésilienne un obstacle à la stratégie américaine dans l'Atlantique Sud. Pour sa part, l'Argentine, partenaire économique privilégié de l'URSS depuis quelques années et pays concurrent des Etats-Unis sur les marchés internationaux, a le souci à long terme de Developer une politique indépendante dans cette zone du monde.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><strong><span style="font-size: 9px">Conclusions</span></strong></p><p><span style="font-size: 9px">On peut tirer plusieurs conclusions de ce conflit des Malouines.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En premier lieu, il faut observer la réaction latino-américaine face à l'affrontement anglo-argentin et constater un éloignement des pays de la région par rapport aux Etats-Unis, même s'il est vrai que les liens économiques, politiques et même militaires demeurent importants. Et il est évident que la position des Nord-Américains aux côtés des Anglais renforce les « durs », c'est-à-dire Cuba, le Nicaragua, Panama, le Venezuela et, dans une moindre mesure, le Mexique. A un autre niveau, des pays comme le Pérou, la Bolivie, le Costa Rica, l'Equateur et même le Brésil et l'Uruguay se sont trouvés brutalement face à un conflit et le net durcissement de quelques-uns de leurs voisins les ont obligés à avoir une politique plus éloignée de celle des Etats-Unis.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En second lieu, on assiste à un rapprochement du Venezuela del'axe historique Pérou-Bolivie- Argentine. Cette situation met le Brésil dans une position embarrassante et l'oblige, compte tenu de son projet de pacte amazonien, à appuyer, même de façon modérée, l'Argentine. Le Chili, pour sa part, se trouve lui aussi dans une position délicate parce que, s'il est vrai qu'un affaiblissement de l'Argentine peut lui être bénéfique, il est également vrai qu'il ne pourra tirer profit rapidement de cette situation.</span></p><p><span style="font-size: 9px">En troisième lieu, on doit constater la défaite de la Grande-Bretagne sur le plan latino-américain et peut-être aussi celle des autres pays de la CEE. Sans juger des raisons profondes du déclenchement des hostilités par l'Argentine aux îles Malouines, il est bien évident que l'affrontement a débordé le cadre d'un gouvernement militaire pour se transformer rapidement en un affrontement entre la Nation argentine et une puissance coloniale. L'argument fallacieux utilisé par la Grande-Bretagne, à savoir qu'il s'agissait d'une lutte entre une dictature et une démocratie, s'est vite effondré lorsque l'ensemble des forces internes de l'Argentine a soutenu la tentative de récupération des Iles tout en manifestant son opposition aux militaires. Aussi, la Grande-Bretagne doit comprendre que l'ère des régimes coloniaux est achevée et que la situation interne de l'Argentine sera résolue par le peuple argentin lui-même et non par Londres.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Enfin, l'on doit considérer le rôle que l'Union soviétique risque de jouer dans la région. Il est évident que les grands perdants à long terme ont été les Etats-Unis. Le TIAR, traité signé par les pays américains en 1947 afin de se défendre contre toute agression de puissances extra-régionales, est vite devenu un outil de l'affrontement Est-Ouest inutile dans le cas d'un affrontement Nord-Sud ainsi que l'a démontré l'affaire des Malouines. L'URSS peut-elle occuper la place des Etat-Unis dans la région? D'un point de vue proprement latino-américain cela semble difficile si l'on tient compte du fait que l'URSS a très peu à offrir aux nations latino-américaines sur le plan économique et politique, ou, à dire mieux, les Soviétiques n'ont pas plus à offrir que les Nord-Américains, même si l'URSS a plus de possibilités de s'implanter en Amérique latine que par le passé. Mais il faut bien voir aussi que les pays du continente sont des pays qui ont une longue tradition d'indépendance et que, s'ils la font valoir aujourd'hui par rapport à la Grande-Bretagne et aux Etats-Unis, ils la prôneront également à l'avenir face aux Soviétiques.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Si l'on étudie l'histoire latino-américaine du XXe siècle, que ce soit au cours de la Première ou de la Seconde Guerre mondiale, c'est à- dire lors des grandes crises internationales, les centres mondiaux du pouvoir se sont affaiblis tandis que les forces qui se sont développées partout en Amérique latine s'apparentaient plus à des tendances nationalistes qu'à des souhaits de rapprochement avec l'une ou l'autre des puissances en guerre.</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><span style="font-size: 9px">Le conflit des Malouines est-il un conflit du XIXe siècle, ou s'agit il d'un conflit du XXIe siècle? Les deux aspects existent. Les Malouines et d'autres îles de l'Atlantique Sud sont occupés illégalement par la Grande-Bretagne et leur rattachement à l'Amérique latine apparaît comme une revendication juste de l'Argentine. La réaction latino-américaine face à l'action britannique s'exprime dans un cadre où subsistent encore des vestiges coloniaux en litige en Amérique latine, entre un ou plusieurs pays, avec d'anciennes ou de nouvelles puissances. C'est le cas de Belize, de la Guyane anglaise et même du canal de Panama. La victoire anglaise a été interprétée par les pays latino-américains comme un échec grave pour l'ensemble du continent et l'image de Alexander Haig assis au milieu des ministres des Affaires étrangères latino-américains soutenant l'Argentine, est bien révélatrice. Vu sous cet angle, on peut penser que ce conflit appartient au XIXe siècle.</span></p><p><span style="font-size: 9px">Mais pourquoi ne pas situer ce conflit dans le cadre d'une course vers la conquête de nouvelles sources de matières premières? Pour quoi ne pas penser que les pays du Nord ont voulu pénaliser un pays du Sud qui a osé remettre en question - sans juger l'action et l'opportunité - un monde profondément inégal? Les pays latinoaméricains commencent à prendre conscience de cette menace et en sont très préoccupés, compte tenu des énormes réserves qui existent dans cette région et d'autres parties de l'Amérique latine et de l'importance que celles-ci auront pour l'avenir du monde au cours des prochaines décennies.</span></p><p><span style="font-size: 9px">L'Argentine récupérera les Malouines tôt ou tard. C'est un fait irréversible. La Grande-Bretagne ne peut pas se maintenir dans deux îles situées à 14 000 kilomètres de son territoire en continuant à faire face à des pays depuis longtemps hostiles. Et ceci d'autant plus si l'on prend en considération le fait que l'Amérique latine commence à devenir un continent affirmant une identité propre, agité par des forces nationales attachées à la défense de la démocratie, la justice sociale et le non-alignement alors que la Grande-Bretagne se trouve actuellement dans une situation difficile pour affronter une telle volonté latino-américaine. Il convient de retenir ce que disait Tite-Live: “Vincere sees Hannibal, sed utis victoria nescis” (”Tu sais vaincre, Hannibal, mais tu ne sais pas consolider ta victoire”).</span></p><p><span style="font-size: 9px"></span></p><p><strong><span style="font-size: 12px">IFRI Institut français des relations internationales</span></strong></p><p><strong><span style="font-size: 12px">Angel Tello. L'Argentine et les îles Malouines. Politique étrangère N°4 1982 47e année </span></strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 1444007, member: 7964"] [B]Conclusiones[/B] Podemos lanzar varias conclusiones de este conflicto de Malvinas. En primer lugar, hay que observar la reacción latinoamericana frente al enfrentamiento anglo-argentino y constatar un alejamiento de los países de la región con relación a Estados Unidos, del mismo modo es verdad que los lazos económicos, políticos e incluso militares se mantienen importantes. Y es evidente que la posición de los norteamericanos al lado de los ingleses refuerce a los "duros", es decir, Cuba, Nicaragua, Panamá, Venezuela y, en en menor medida, México. En otro nivel, los países como Perú, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y hasta Brasil y Uruguay, se encontraron brutalmente frente a un conflicto y el claro endurecimiento de algunos de sus vecinos los obligó a tener una política más alejada de la de Estados Unidos. En segundo lugar, asistimos a una aproximación de Venezuela al eje histórico Perú-Bolivia-Argentina. Esta situación pone a Brasil en una posición molesta y lo obliga, teniendo en cuenta su proyecto de pacto amazónico, a apoyar, hasta de forma moderada, a Argentina. Chile, por su parte, también se encuentra en una posición delicada porque, aunque es verdad que un debilitamiento de Argentina puede serle beneficioso, también es verdad que no podrá sacar provecho rápidamente de esta situación. En tercer lugar, debemos comprobar la derrota de Gran Bretaña sobre el plano latinoamericano y tal vez también sobre otros países de la CEE. Sin juzgar las profundas razones del desencadenamiento de las hostilidades de Argentina en las islas Malvinas, es muy evidente que el enfrentamiento desbordó el marco de un gobierno militar para transformarse rápidamente en un enfrentamiento entre la Nación argentina y una potencia colonial. El argumento falaz utilizado por Gran Bretaña, es decir, que se trataba de una lucha entre una dictadura y una democracia, se desmoronó rápidamente cuando el conjunto de las fuerzas internas de Argentina apoyó el intento de recuperación de las islas mientras manifestaba su oposición a los militares. También, Gran Bretaña debe comprender que la era de los regímenes coloniales está terminada y que la situación interna de Argentina será resuelta por el propio pueblo argentino y no por Londres. Por último, debemos considerar el papel que la Unión soviética arriesga jugar en la región. Es evidente que el gran perdedor a largo plazo es Estados Unidos. El TIAR, tratado firmado por los países americanos en 1947 con el fin de defenderse contra cualquier agresión de potencias extrarregionales, se transdormó rápidamente en una herramienta del enfrentamiento Este-Oeste inútil en el caso de un enfrentamiento Norte-Sur, así como lo demostró el asunto de las Malvinas. ¿La URSS puede ocupar el lugar de Estados Unidos en la región? Desde un punto de vista propiamente latinoamericano esto parece difícil si se tiene en cuenta el hecho de que la URSS tiene muy poco que ofrecer a las naciones latinoamericanas sobre el plano económico y político, o, mejor dicho, los soviéticos no tienen otra cosa para ofrecer que los norteamericanos, aunque la URSS tenga más posibilidades de implantarse en América latina que en el pasado. Pero hay que ver bien también que los países del continente son países que tienen una larga tradición de independencia y qué, si ellos la hacen valer hoy con relación a Gran Bretaña y a Estados Unidos, la preconizarán también de ahora en más frente a los soviéticos. Si estudiamos la historia latinoamericana del siglo XX, sea en el curso de la Primera o de la Segunda Guerra mundial, es decir, en el momento de las grandes crisis internacionales, los centros mundiales de poder se debilitaron mientras que las fuerzas que se desarrollaron por todas partes en América latina se emparentaban más con tendencias nacionalistas que con deseos de aproximación hacia una u otra de las potencias en guerra. ¿El conflicto de Malvinas es un conflicto del siglo XIX, o se trata de un conflicto del siglo XXI? Los dos aspectos existen. Las Malvinas y otras islas del Atlántico Sur están ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña y su incorporación a América latina aparece como una reivindicación justa de Argentina. La reacción latinoamericana frente a la acción británica se expresa en un marco donde todavía subsisten vestigios coloniales en litigio en América latina, entre uno o varios países, con antiguas o nuevas potencias. Es el caso de Belice, la Guyana inglesa e incluso el canal de Panamá. La victoria inglesa ha sido interpretada por los países latinoamericanos como un grave fracaso para el conjunto del continente y la imagen de Alexander Haig sentado en medio de los ministros de Asuntos Exteriores latinoamericanos que apoyan a Argentina, es muy reveladora. Visto desde este ángulo, podemos pensar que este conflicto pertenece al siglo XIX. ¿Pero por qué no situar este conflicto en el marco de una carrera hacia la conquista de nuevas fuentes de materias primas? ¿Por qué no pensar que los países del Norte quisieron penalizar a un país del Sur que se atrevió a poner en duda, sin juzgar la acción y la oportunidad, un mundo profundamente desigual? Los países latinoamericanos comienzan a darse cuenta de esta amenaza y están muy preocupados, teniendo en cuenta las enormes reservas que existen en esta región y en otras partes de América latina y de la importancia que éstas tendrán para el futuro del mundo en el curso de las próximas décadas. Argentina recuperará las Malvinas tarde o temprano. Es un hecho irreversible. Gran Bretaña no puede mantenerse en dos islas situadas a 14 000 kilómetros de su territorio continuando haciendo frente a países cada vez más hostiles a ella. Y esto es tan así si se tiene en cuenta el hecho de que América latina comienza a transformarse en un continente que afirma una identidad propia, agitada por fuerzas nacionales ligadas a la defensa de la democracia, la justicia social y la no alineación mientras que Gran Bretaña se encuentra actualmente en una situación difícil para enfrentar tal voluntad latinoamericana. Conviene recordar lo que decía Tito Livio: “Vincere sees Hannibal, sed utis victoria nescis” (Sabes vencer, Hannibal, pero no sabes consolidar tu victoria”). [B]IFRI Institut français des relations internationales [I]Angel Tello. L'Argentine et les îles Malouines. Politique étrangère N°4 1982 47e année[/I][/B] [Traducción propia] [url]http://malvinasdata.blogspot.com.ar/2013/10/la-mirada-argentina-desde-europa_5081.html[/url] [B][SIZE=3]“L’Argentine et les Iles Malouines”.[/SIZE][/B] [SIZE=1]Afin de mieux comprendre le conflit des îles Malouines, il est nécessaire de le replacer d'abord dans son cadre historique, à partir du XVe siècle. Nous verrons ensuite l'enjeu géopolitique que représentent ces îles, pour saisir de manière plus précise leur importance. Enfin, en conclusion, nous étudierons les implications et les conséquences de ce conflit sur l'ensemble de la scène mondiale. [/SIZE] [B][SIZE=1]Le cadre historique[/SIZE][/B] [SIZE=1]A la suite de la découverte du continent américain par Christophe Colomb le 12 octobre 1492, le pape Alexandre VI, par la bulle Inter caetera du 4 mai 1493, définit les domaines correspondant à la Couronne espagnole. Ainsi Alexandre VI divise le Nouveau Monde en une zone espagnole et une zone portugaise, la frontière passant à 270 milles à l'ouest des Açores. Le Saint-Siège est à l'époque l'arbitre, le défenseur de l'ordre universel. Le droit public européen lui reconnaît alors l'autorité nécessaire pour disposer des territoires n'appartenant à personne. (Ainsi l'Angleterre avait bénéficié de cette procédure dès 1155 quand Henry II obtint l'Irlande par bulle papale). En 1494, la limite établie par la bulle pontificale est reportée à 370 lieues à l'ouest des îles du Cap- Vert au moment de la signature du traité de Tordesillas entre le Portugal et l'Espagne. Hernando de Magellan quitte l'Espagne en 1519 dans le but de faire le tour du monde. Cette expédition repère pour la première fois les îles Malouines, baptisées alors du nom de Sanson et Patos. Le cosmographe Santa Cruz, dans son Islario de 1541, en fait état. La carte de Pedro Reinel de 1524 et celles de Bartolomé Olives de 1526 les signalent également. Trois armadas sous drapeau espagnol - Loayza en 1526, Alcazaba en 1534 et Camargo en 1539 - parcourent la région des Malouines après l'expédition de Magellan et avant que toute autre flotte arrive sur place. En prenant pour référence l´Islario de Santa Cruz, la Géographie de Ptolomée officialisée par le Sénat de Venise, et en comparant avec la carte de Weimar de 1521, une conclusion définitive s'impose: les Espagnols ont été les premiers à avoir aperçu et découvert les îles Malouines. Au Congrès international de géographie, qui s'est tenu à Amsterdam en 1938, on a pu apprécier l'authenticité des cartes espagnoles. Vers la fin du XVIe siècle, Philippe II d'Espagne doit à la fois surmonter la victoire de Lepante contre les Turcs en 1571 et l'échec de 1588, la destruction de l´Armada Invincible. C'est à cette époque que se développe une intense rivalité entre les navires de la reine Elizabeth d'Angleterre et les Espagnols; les expéditions anglaises de Ratcliff et John Hawkins, de Drake et de Cavendish ravagent les mers. Et, en 1592, John Davis, déserteur de l'expédition de Cavendish, affirme avoir vu les îles Malouines. Le 12 février 1580, devant un notaire public, Philippe II sanctionne: “...A partir de cette instrument, afin qu´il soit connu de tous, et qu´aucune nation barbare ni politique catholique ou non catholique, fidèle ou infidèle, puisse prétendre avoir un prétexte, à cause de son ignorance, pour entrer, sans autorisation du très puissant Seigneur roi de Castille et Léon et ses Héritiers, rester ou peupler les régions du détroit ordinairement nommé de Magellan. Personne ne peut croire que ces terres sont des terres qui n'ont ni seigneur, ni roi... Ces terres tombent dans les limites reconnues par les bulles papales et appartiennent au roi de Castille et Léon et ses Héritiers…” Le [I]res nullius[/I] n'existait pas et ces territoires appartenaient à la Couronne espagnole. L'application ultérieure de l´ utis possidetis juris, une fois déclarée l'indépendance des anciennes colonies espagnoles, ont fait que ces territoires constituèrent une partie des nouvelles nations latino-américaines. En 1690, une tempête amène le capitaine anglais John Strong sur les côtes des Malouines. En 1701, des navires français commencent à visiter ces îles, d'abord par hasard, puis afin de repérer et d'exploiter de nouvelles zones de pêche. Entre 1740 et 1741, la Grande-Bretagne projette une expédition scientifique que le gouvernement espagnol réussit à empêcher. Les Britanniques manifestent un intérêt grandissant pour ces îles proches du détroit de Magellan. Quinze années plus tard, les accords de Paris de 1763, signés à la suite de la guerre de Sept- Ans, attribuent la Louisiane et le Canada français à la Grande-Bretagne. M. de Bougainville, fort de l'approbation de Louis XV, envisage de peupler les Malouines. Le 2 février 1764, le drapeau français est hissé à Puerto Soledad, baptisé Port Saint-Louis par les Français. Le 25 janvier 1765, les Anglais débarquent secrètement à Puerto Cruzado rebaptisé Puerto de la Cruzada (Port Egmont). L'Espagne proteste simultanément auprès des rois de France et de Grande-Bretagne. Et, le 1er avril 1767, la Couronne espagnole reçoit les Malouines de M. de Bougainville en personne. Le capitaine espagnol Felipe Ruiz Puente en devient le gouverneur. Quand il est dit que la France ne s'est pas prononcée sur le fond de la querelle opposant l'Angleterre à l'Argentine, on peut se demander si la politique d'un Etat commence et finit avec tel ou tel gouvernement. Louis XV a reconnu les droits de l'Espagne à exercer sa souveraineté sur les îles Malouines au nom de la France et ceci est une position “sur le fond” adoptée dans le passé par une Nation. Un troisième pacte de famille est signé en 1763, à un moment où les ambitions anglaises sur les territoires espagnols et français du Continent deviennent plus offensives. Belize, Trinidad-Tobago, la Louisiane, le Canada, les Malouines, etc., formaient un ensemble disputé par les Anglais aux Espagnols et aux Français. L'attitude anglaise, à laquelle s'ajoutent des tensions en Europe, conduisit Louis XV et Carlos III d'Espagne à signer cette alliance. En décembre 1769 Anglais et Espagnols s'affrontent aux Malouines dans le détroit de San Carlos. Le duc de Choiseul fait savoir à l'Espagne que la France se tiendra à ses côtés. Lord Rochfort avoue alors à l'ambassadeur espagnol Masserano que son gouvernement n'a aucun intérêt à occuper les Iles et qu'il ne s'agit là que d'un caprice de Lord Egmont. Les Anglais n'exigent pas Puerto Soledad où les Espagnols sont solidement établis. Ils demandent seulement que soit lavée l'injure constituée par l'affrontement de décembre 1769. Weymouth précise à Masserano: “L'Angleterre souhaite sincèrement que les faits de Puerto de la Cruzada (Port Egmont) soient arrangés à l'amiable dans les limites tolérées par l'honneur de la Couronne. Il faut mettre fin à l'hostilité déclarée, s'engager dans une période de paix en revenant à la situation antérieure, et, à partir de cela, discuter le droit que chacune des parties prétend avoir sur ces régions”. Carlos III n'accepte pas cette proposition. Il ne veut ni désavouer le gouverneur espagnol de Buenos Aires, Bucareli, ni les autres marins qui ont expulsé les Anglais des Malouines. Mais en Grande-Bretagne la “question” des Malouines finit par devenir un problème national. L'ambassadeur espagnol insiste sur le fait que les Iles ont été découvertes par Magellan et que la bulle papale de 1493 les a octroyées à l'Espagne. Le 22 janvier 1771, le prince Masserano déclare au ministre anglais que le roi d'Espagne ne réprouve pas l'action des Anglais mais que son amour de la paix l'oblige à remeter les choses à leur place. La décision est accompagnée des éclaircissements nécessaires de la part de l'ambassadeur espagnol: “elle n'affecte pas la question du droit à la souveraineté espagnole sur les îles Malouines qui ne peuvent être appelées Malvinas”. Le gouvernement anglais donne son accord et semble satisfait des précisions apportées par le prince Masserano. Le 22 mai 1774, le lieutenant Samuel Clayton restitue Puerto de la Cruzada (Port Egmont) aux forces espagnoles. En 1776, l'année même où les Etats-Unis se déclarent indépendants de la Grande-Bretagne, l'Espagne crée le vice-royaume du Rio de la Plata. L'idée d'un vice-royaume du Rio de la Plata émerge au moment du différend avec la Grande-Bretagne sur les Malouines. Sa création a pour but de faire obstacle aux attaques des Portugais - alliés de la Grande-Bretagne - et de défendre le Pérou, le Chili et la Patagonie contre d'éventuelles attaques anglaises le long des côtes. Chaque vice-royaume est organisé comme une véritable nation d'outre-mer. Dès 1774, les Espagnols arrivent aux Malouines avec bétail, plantes et même barils de terre. Vingt gouverneurs espagnols administrent les Malouines de 1767 à 1811. Mais, le 25 mai 1810, le premier gouvernement patriotique se forme à Buenos Aires, et, le 9 juillet 1816, les territoires faisant partie du vice-royaume du Rio de la Plata se déclarent indépendants de l'Espagne. En novembre 1820, David Jewett prend possession des Malouines au nom du gouvernement de Buenos Aires et le drapeau argentin est hissé. Le 10 juin 1829 est créé à Buenos Aires le Commandement politique et militaire des Iles siégeant à Puerto Soledad et, quelques jours plus tard, Luis Vernet devient le premier commandant politique et militaire argentin d'une région qui allait des Malouines aux îles proches du Cap Horn. Le 31 décembre 1831, la corvette de guerre nord-américaine Lexington, battant pavillon français, attaque Puerto Soledad, incendie les maisons, détruit les stocks d'armes, etc. A la suite de cet incident, le gouvernement des Etats-Unis envoie Me Francis Baylies pour négocier avec les autorités argentines, mais ce dernier est expulsé de Buenos Aires par le gouvernement. Il est cependant intéressant de signaler la correspondance confidentielle échangée entre le représentant nord-américain et l'ambassadeur britannique à Buenos Aires: “Si l'Angleterre établit son influence sur le Rio de la Plata, cela doit lui permettre d'exercer sa domination sur ses mers et aura des conséquences importantes sur tout le commerce. Si cela n'était pas, Buenos Aires et tous les ports de la région deviendraient des ports refuges pour les pirates”. L'ensemble des conversations des deux diplomates sont transcrites dans leurs correspondances régulières avec leurs gouvernements. “J'ai constaté, déclarait M. Fox, ambassadeur britannique à Buenos Aires, que Me Baylies et son gouvernement étaient déjà au courant et étaient prêts à reconnaître les droits souverains de sa Majesté britannique sur les îles Malvinas”. Le 3 janvier 1833, le capitaine anglais Onslow, au commandement de la frégate Clio, débarque aux Malouines et c'est le début d'une occupation illégitime qui dure encore aujourd'hui. Les habitants argentins des Iles sont expulsés et remplacés par des colons britanniques qui se définissent comme des “Falklanders”. Quand le gouvernement britannique déclare qu'il faut tenir compte de la volonté des actuels habitants des îles Malouines, il oublie qu'en 1833 il n'a pas pris en considération la volonté des Argentins et des Espagnols qui ont été expulsés manu militari. Bien qu'au cours du XIXe siècle, l'Argentine ait pris le soin d'utiliser la voie diplomatique pour réclamer l'application de ses droits légitimes, elle s'est trouvée devant un mur de silence britannique. Sir Walter Raleigh l'a exprimé clairement en précisant que: “Celui qui domine la mer, contrôle le commerce. Celui qui contrôle le commerce, domine les richesses du monde”. La bataille de Trafalgar a confirmé la suprématie maritime britannique sur tous les océans, suprématie qui se maintiendra durant près d'un siècle et demi. Il faut rappeler qu'à la même époque, l'Angleterre cherche à s'atribuer le plus grand nombre de territoires dans le vaste secteur de l'Atlantique Sud. Elle occupe le cap de Bonne Espérance en 1806. Buenos Aires et Montevideo repoussent deux invasions anglaises en 1806 et 1807; l'île de Sainte-Hélène devient anglaise en 1815, les îles d'Ascension et Tristan et Cunha en 1816 et les îles Malouines en 1833. Après une période isolationniste, les flottes de guerre anglaise garantissent la “pax británica”. Pour la Grande-Bretagne, la possession des îles Malouines est d'une importante primordiale: par leur situation géographique, à l'entrée du détroit de Magellan, elles contrôlent l'ensemble du trafic commercial entre l'océan Atlantique et l'océan Pacifique. Mais il nous faut considérer maintenant les actions entreprises par l'Argentine tout au long du XXe siècle concernant les Malouines. En 1933, à Montevideo, au cours de la VIIe Conférence internationale des Etats américains, il fut établi que: “Les Etats membres consacrent d'une façon définitive, comme norme de conduite, l'obligation précise de ne pas reconnaître les acquisitions territoriales ou les avantages spéciaux qui seraient gagnés par la force, que ce soit par l'utilisation des armes ou par des pressions diplomatiques obtenues par la menace de l´utilisation hypothétique des armes. Le territoire des Etats est inviolable et ne peut pas être l'objet d'occupation militaire ni d'aucune autre pression exercée par d'autres Etats, d'une manière directe ou indirecte, sous aucune justification, ni même de façon transitoire”. En 1945, l'Argentine signe la Charte des Nations-Unies et, à la réunion de San Francisco, elle exprime sa position quant à ses droits sur les îles Malouines. Depuis la création des Nations-Unies, l'Argentine rappelle, lors de chaque réunion de l'Assemblée générale, ses droits légitimes sur les Iles. De la même manière, ce problème est soulevé devant l'Organisation des Etats américains (OEA). La Xe Conférence interaméricaine, réunie à Caracas en 1954, approuve la résolution 96 concernant les colonies et territoires occupés sur le continent américain. Cette résolution déclare: “Il est de la volonté des peuples du continent américain que soit éliminé définitivement le colonialisme maintenu contre le sentiment des peuples et également l´occupation des territoires”. Elle proclame aussi “la solidaricé des Républiques américaines associées aux justes réclamations des peuples d'Amérique en relation avec les territoires occupés par des pays extra-continentaux”. La longue et laborieuse action argentine au sein des Nations-Unies a été couronnée le 16 décembre 1965 par la résolution 2065, approuvée sans opposition (14 abstentions) par la réunion plénière de l'Assemblée générale. Elle établit: “... Considérant que la résolution 1514 (XV) du 14 décembre I960 s'est inspirée du propos souhaité de mettre fin au colonialisme partout et sous toutes ses formes, l'une d'elles étant le cas des îles Malvinas (Malvinas Islands)”. “Compte tenu de l'existence d'un litige entre l'Argentine et la Grande-Bretagne sur la souveraineté sur ces îles”. “Invite les gouvernements d'Argentine et de Grande-Bretagne à poursuivre sans retard les négociations indiquées par le Comité spécial chargé d' examiner la situation par rapport à l´application de la Déclaration sur la concession de l´indépendance des pays et peuples colonisés aux fins de trouver une solution pacifique au problème. Cela en tenant compte des dispositions et des objectifs de la Charte des Nations-Unies et de la résolution 1514 (XV), tout comme des intérêts de la population des îles Malvinas (Malvinas Islands)”. [/SIZE] [B][SIZE=1]L'enjeu géopolitique[/SIZE][/B] [SIZE=1]Les îles Malouines se trouvent dans l'Atlantique Sud, vaste région qui a pour base l'Antarctique et qui communique avec deux autres océans: l'océan Indien au sud de l'Afrique et l'océan Pacifique au sud du continent américain. Si l'on observe les continents, les pays et les terres qui encerclent l'Atlantique Sud, on constatera que ceux-ci contiennent des richesses considérables pour l'avenir de l'humanité. D'un côté, l'Afrique du Sud, la Namibie, l'Angola, le Zaïre, le Congo, etc., avec leurs gisements pétroliers et minéraux; de l'autre côté, le Brésil, l'Uruguay et l'Argentine qui constituent une des régions les plus aptes de la planète à la production agricole et à l'élevage du bétail. En ce qui concerne l'Antarctique, il se trouve que la partie de ce continent baignée par les eaux de l'Atlantique Sud est celle que l'on considère comme la plus riche en ressources minérales et icticoles. L'Argentine réclame un secteur dans l'Antarctique identique à celui revendiqué par la Grande-Bretagne. En 1959, les deux pays ont signé à Washington le traité Antarctique. Le Traité a gelé les revendications territoriales et, par conséquent, il ne reconnaît pas de souverainetés particulières sur l'Antarctique. L'avenir de l'Antarctique est incertain. Le traité actuel expire en 1989 et à ce moment une décision devra être prise. Les Etats-Unis et l'URSS ont déjà déclaré qu'ils reconnaissent comme secteur à réclamer “360 degrés”, c'est-à-dire tout le continent; ce langage signifie que les deux pays sont favorables à l'internationalisation de l'Antarctique. Derrière l'idée formellement juste de l'internationalisation, se cache aussi une réalité, les pays développés seront les véritables bénéficiaires de ce nouveau statut. Ils disposent des moyens et de la technologie nécessaires pour exploiter les richesses du continent blanc. Si l'idée d'internationalisation peut en principe servir à l'ensemble de l'humanité, un contrôle et une réglementation strictes s'imposent pour éviter que l'Antarctique devienne l'affaire d'une poignée de riches de la planète. L'Atlantique Sud recèle aussi d'importantes richesses sous-marines qui se trouvent surtout près de la région sud-occidentale, c'est-à-dire près des îles Malouines. Ainsi des géologues argentins, nord-américains, soviétiques et le Foreign Office lui même estiment à environ 20 milliards de mètres cubes le potentiel pétrolier de la région. Le krill est aussi une source importante de protéines et, près des Malouines et des îles Géorgie, il est possible de pêcher sans déprédation un volume annuel de 90 millions de tonnes, chiffre supérieur à la pêche annuelle de tous les pays sur toutes les mers de la planète, à ce jour. En 1976, Lord Shackleton entreprend pour le compte du gouvernement britannique une mission aux îles Malouines, et il est intéressant de signaler quelques remarques faites dans le rapport final présenté au Foreign Office: “La structure économique, en particulier la propriété de presque toutes les exploitations rurales - aux mains d'entreprises enregistrées en Grande-Bretagne mais non pas dans les Iles - et l'absence d' institutions financières (banques par exemple), avec un manque d'opportunités d' investissements clairement définis, a provoqué un drainage perpétuel des fonds de l'archipel vers la Grande-Bretagne. De cette manière, l'activité économique manque de bases pour l´expansion et ses disponibilités de capital ont tendance à diminuer. L'émigration graduelle a déjà plus de quarante ans, pour le moins, avec la declination logique des populations”. “Le modèle d'activité économique et de colonisation défini historiquement entraîne une structure sociale très divisée”. Après avoir analysé les possibilités économiques de la région, et en particulier le potentiel pétrolier, Lord Shackleton conclut à “l'impossibilité pour l´Angleterre de concrétiser toute seule le developpement des Iles dans quelques secteurs industriels et, en conséquence, la nécessité de compter sur l'appui argentin”. C'est après la mission de Shackleton, qui entraîne une étude plus précise sur les richesses des Malouines, que la Grande-Bretagne décide de geler les négociations en cours avec l'Argentine sur le statut futur des Iles. Ajoutons aussi quelques chiffres révélateurs. En 1965, le transit maritime pétrolier par l'Atlantique Sud a été de 800.000 barils par jour. En 1976, ce chiffre atteint 18 millions de barils par jour et aujourd'hui il se situe à 65 millions de barils par jour. Par la route du Cap circulent actuellement 24.000 navires par an, soit 45 % du trafic commercial mondial, 50% du pétrole importé par les Etats-Unis et 80% du pétrole importé par la Grande-Bretagne. On doit tenir compte aussi du fait que les navires de guerre et en particulier les porte-avions et les sous-marins nucléaires ne peuvent pas emprunter le canal de Panama ou de Suez en raison de leur dimension et de leur tonnage, ce qui les rend très vulnérables en cas de guerre généralisée. Dans cette région, se trouvent les îles Malouines, situées presque à l'entrée du détroit de Magellan et proches du passage Drake et du chenal du Beagle, proches aussi d'un des accès du continent antarctique, îles que se disputent la Grande-Bretagne et l'Argentine depuis 150 ans. Il est évident, comme on l'a démontré tout au long de cet article, que les îles Malouines appartiennent à l'Argentine, par référence à ses droits historiques, mais aussi par le fait qu'elles se situent dans une zone géographiquement argentine et non anglaise. L'Argentine a un différend de longue date avec le Chili à propos du chenal du Beagle et des îles qui se trouvent au sud de ce chenal. L'Angleterre a été l'arbitre de cette querelle. Mais cela a été une grosse erreur de confier un arbitrage aussi délicat à une puissance ayant des intérêts dans la région. L'Argentine a, en effet, choisi comme juge en cette affaire celui qui occupe depuis près d'un siècle et demi une partie de son territoire, un juge qui, loin d'être impartial, tend naturellement à favoriser une des parties. Ainsi, il est bien évident que le Chili et la Grande-Bretagne s'accordent pour tirer profit de l'affaiblissement de l'Argentine. Lord Chalfont s'étonne de la conduite des Chiliens pendant le conflit des Malouines. Rien d'étonnant, pourtant, si l'on tient compte de l'ensemble des intérêts en jeu dans la région. En ce qui concerne le Brésil, s'il est bien certain que depuis très longtemps il a été le rival de l'Argentine sur le continent latinoaméricain, il est également clair que Brasilia ne souhaite pas se retrouver devant un condominium anglo-chilien dans l'Atlantique Sud. Le Brésil a ses propres théories sur cette région du monde et, de la même façon qu'un contrôle absolu de l'Argentine sur cette zone du monde serait très mal vu par Itamaraty, une forte présence anglaise aux Malouines, doublée par celle du Chili au Beagle, serait également mal perçue par le Brésil. Le conflit des Malouines a aussi révélé une autre dimension du problème: quelles sont les intentions des Etats-Unis dans cette région? Les Nords-Américains nourrissent aussi des desseins dans l'Atlantique Sud et sur les Malouines en particulier. L'installation d'une base aéro-navale sur les Iles présenterait un avantage d'importance pour le contrôle d'une partie du continent antarctique tout comme pour le contrôle militaire, le transport et le commerce dans le détroit de Magellan. La solution à “trois” proposée par Alexander Haig au cours du conflit des Malouines répondait aux intérêts des Etats-Unis dans la région. La Grande-Bretagne et, dans une moindre mesure, le gouvernement chilien peuvent tirer profit de la présence américaine sur les îles Malouines. Mais le Brésil, l'Argentine et les autres pays latinoaméricains ne gagneront rien à se retrouver devant la présence permanente d'une des deux superpuissances dans l'Atlantique Sud. Le Brésil, d'abord, parce qu'il maintient une politique extérieure plus ou moins indépendante vis-à-vis des Etats-Unis. Sa depéndanse vis-à-vis des pays arabes pour ses importations de pétrole et les liens tissés avec les pays africains font de la politique extérieure brésilienne un obstacle à la stratégie américaine dans l'Atlantique Sud. Pour sa part, l'Argentine, partenaire économique privilégié de l'URSS depuis quelques années et pays concurrent des Etats-Unis sur les marchés internationaux, a le souci à long terme de Developer une politique indépendante dans cette zone du monde. [/SIZE] [B][SIZE=1]Conclusions[/SIZE][/B] [SIZE=1]On peut tirer plusieurs conclusions de ce conflit des Malouines. En premier lieu, il faut observer la réaction latino-américaine face à l'affrontement anglo-argentin et constater un éloignement des pays de la région par rapport aux Etats-Unis, même s'il est vrai que les liens économiques, politiques et même militaires demeurent importants. Et il est évident que la position des Nord-Américains aux côtés des Anglais renforce les « durs », c'est-à-dire Cuba, le Nicaragua, Panama, le Venezuela et, dans une moindre mesure, le Mexique. A un autre niveau, des pays comme le Pérou, la Bolivie, le Costa Rica, l'Equateur et même le Brésil et l'Uruguay se sont trouvés brutalement face à un conflit et le net durcissement de quelques-uns de leurs voisins les ont obligés à avoir une politique plus éloignée de celle des Etats-Unis. En second lieu, on assiste à un rapprochement du Venezuela del'axe historique Pérou-Bolivie- Argentine. Cette situation met le Brésil dans une position embarrassante et l'oblige, compte tenu de son projet de pacte amazonien, à appuyer, même de façon modérée, l'Argentine. Le Chili, pour sa part, se trouve lui aussi dans une position délicate parce que, s'il est vrai qu'un affaiblissement de l'Argentine peut lui être bénéfique, il est également vrai qu'il ne pourra tirer profit rapidement de cette situation. En troisième lieu, on doit constater la défaite de la Grande-Bretagne sur le plan latino-américain et peut-être aussi celle des autres pays de la CEE. Sans juger des raisons profondes du déclenchement des hostilités par l'Argentine aux îles Malouines, il est bien évident que l'affrontement a débordé le cadre d'un gouvernement militaire pour se transformer rapidement en un affrontement entre la Nation argentine et une puissance coloniale. L'argument fallacieux utilisé par la Grande-Bretagne, à savoir qu'il s'agissait d'une lutte entre une dictature et une démocratie, s'est vite effondré lorsque l'ensemble des forces internes de l'Argentine a soutenu la tentative de récupération des Iles tout en manifestant son opposition aux militaires. Aussi, la Grande-Bretagne doit comprendre que l'ère des régimes coloniaux est achevée et que la situation interne de l'Argentine sera résolue par le peuple argentin lui-même et non par Londres. Enfin, l'on doit considérer le rôle que l'Union soviétique risque de jouer dans la région. Il est évident que les grands perdants à long terme ont été les Etats-Unis. Le TIAR, traité signé par les pays américains en 1947 afin de se défendre contre toute agression de puissances extra-régionales, est vite devenu un outil de l'affrontement Est-Ouest inutile dans le cas d'un affrontement Nord-Sud ainsi que l'a démontré l'affaire des Malouines. L'URSS peut-elle occuper la place des Etat-Unis dans la région? D'un point de vue proprement latino-américain cela semble difficile si l'on tient compte du fait que l'URSS a très peu à offrir aux nations latino-américaines sur le plan économique et politique, ou, à dire mieux, les Soviétiques n'ont pas plus à offrir que les Nord-Américains, même si l'URSS a plus de possibilités de s'implanter en Amérique latine que par le passé. Mais il faut bien voir aussi que les pays du continente sont des pays qui ont une longue tradition d'indépendance et que, s'ils la font valoir aujourd'hui par rapport à la Grande-Bretagne et aux Etats-Unis, ils la prôneront également à l'avenir face aux Soviétiques. Si l'on étudie l'histoire latino-américaine du XXe siècle, que ce soit au cours de la Première ou de la Seconde Guerre mondiale, c'est à- dire lors des grandes crises internationales, les centres mondiaux du pouvoir se sont affaiblis tandis que les forces qui se sont développées partout en Amérique latine s'apparentaient plus à des tendances nationalistes qu'à des souhaits de rapprochement avec l'une ou l'autre des puissances en guerre. Le conflit des Malouines est-il un conflit du XIXe siècle, ou s'agit il d'un conflit du XXIe siècle? Les deux aspects existent. Les Malouines et d'autres îles de l'Atlantique Sud sont occupés illégalement par la Grande-Bretagne et leur rattachement à l'Amérique latine apparaît comme une revendication juste de l'Argentine. La réaction latino-américaine face à l'action britannique s'exprime dans un cadre où subsistent encore des vestiges coloniaux en litige en Amérique latine, entre un ou plusieurs pays, avec d'anciennes ou de nouvelles puissances. C'est le cas de Belize, de la Guyane anglaise et même du canal de Panama. La victoire anglaise a été interprétée par les pays latino-américains comme un échec grave pour l'ensemble du continent et l'image de Alexander Haig assis au milieu des ministres des Affaires étrangères latino-américains soutenant l'Argentine, est bien révélatrice. Vu sous cet angle, on peut penser que ce conflit appartient au XIXe siècle. Mais pourquoi ne pas situer ce conflit dans le cadre d'une course vers la conquête de nouvelles sources de matières premières? Pour quoi ne pas penser que les pays du Nord ont voulu pénaliser un pays du Sud qui a osé remettre en question - sans juger l'action et l'opportunité - un monde profondément inégal? Les pays latinoaméricains commencent à prendre conscience de cette menace et en sont très préoccupés, compte tenu des énormes réserves qui existent dans cette région et d'autres parties de l'Amérique latine et de l'importance que celles-ci auront pour l'avenir du monde au cours des prochaines décennies. L'Argentine récupérera les Malouines tôt ou tard. C'est un fait irréversible. La Grande-Bretagne ne peut pas se maintenir dans deux îles situées à 14 000 kilomètres de son territoire en continuant à faire face à des pays depuis longtemps hostiles. Et ceci d'autant plus si l'on prend en considération le fait que l'Amérique latine commence à devenir un continent affirmant une identité propre, agité par des forces nationales attachées à la défense de la démocratie, la justice sociale et le non-alignement alors que la Grande-Bretagne se trouve actuellement dans une situation difficile pour affronter une telle volonté latino-américaine. Il convient de retenir ce que disait Tite-Live: “Vincere sees Hannibal, sed utis victoria nescis” (”Tu sais vaincre, Hannibal, mais tu ne sais pas consolider ta victoire”). [/SIZE] [B][SIZE=3]IFRI Institut français des relations internationales Angel Tello. L'Argentine et les îles Malouines. Politique étrangère N°4 1982 47e année [/SIZE][/B] [/QUOTE]
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