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Malvinas 1982
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<blockquote data-quote="BIGUA82" data-source="post: 1307149" data-attributes="member: 14958"><p>Estimado Bagre Malagueño...</p><p>La historia completa del ZA-176 para aquellos Visitantes que recién se enteran de la maniobra del Teniente "JABONOSO" Watson.Ya busco la historia del ZA-176 en Malvinas,pero no me suena muy combativa...</p><p></p><p><img src="http://1.bp.blogspot.com/_7_gMFng3OpY/Sb1mwBYpUdI/AAAAAAAAF1M/hrh32rmPBHo/S1600-R/cabecera.png" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p style="text-align: center"></p><p><span style="font-size: 15px"><strong><a href="http://fogonazos.blogspot.com/2006/12/el-da-en-que-un-harrier-de-la-royal.html">El día en que un Harrier de la Royal Navy aterrizó sobre un mercante canario</a></strong></span></p><p></p><p>12 diciembre 2006</p><p></p><p style="text-align: center"><img src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/400/661437/64904c.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>La noche del 6 de junio de 1983, los tripulantes del mercante español Alraigo vieron aparecer un caza de la Royal Navy sobre sus cabezas y posarse aparatosamente sobre la cubierta de su barco. El piloto, a punto de quedarse sin combustible, realizó una maniobra desesperada y consiguió atravesar el Harrier sobre unos contenedores y una vieja furgoneta. La escena duró apenas 30 segundos y entró en la Historia como el primer aterrizaje de un caza militar sobre un buque civil en alta mar. En las horas siguientes, el avión sería trasladado a Tenerife y retenido por la tripulación durante varios días. Ésta es la historia del conflicto diplomático que casi desata el suceso:</p><p></p><p style="text-align: right"><img src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/620392/64903a2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Eran las 11 de la noche de un lunes veraniego y el carguero canario Alraigo navegaba a unas 120 millas náuticas al sudoeste de Oporto (Portugal). En el cielo, el piloto Ian Watson, se encontraba sobrevolando la zona al mando del Sea Harrier FRS1/FA2 -ZA176, en vuelo de reconocimiento. Watson había despegado del portaviones británico HMS Illustrious y tras varios minutos en el aire descubrió que no funcionaba ni el equipo de navegación ni la radio, por lo que no tenía manera de hallar el camino de vuelta. Tras intentar localizar visualmente su portaaviones y cuando apenas le quedaba un minuto de autonomía, Watson divisó la silueta del Alraigo sobre las aguas del Atlántico y no dudó en realizar un aterrizaje vertical sobre el único objeto flotante en millas a la redonda. <a href="http://fogonazos.blogspot.com/2006/12/el-da-en-que-un-harrier-de-la-royal.html"><strong><span style="color: #000066">(Seguir leyendo)</span></strong></a></p><p></p><p>Cuando vieron salir al piloto, los marineros del Alraigo no daban crédito a lo que acababa de suceder. Watson comprobó que todo estaba en orden y se presentó a la tripulación. Sin embargo, el capitán, que tenía que cumplir con sus horarios, ordenó afianzar el caza a la cubierta y continuar rumbo a Tenerife, adonde se dirigía con su carga.</p><p></p><p style="text-align: left"><img src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/464805/shar1a.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>En los siguientes minutos, la noticia de que uno de sus cazas se hallaba en la cubierta de un carguero civil llegó hasta el HMS Illustrious que comenzó a emitir señales de radio con la intención de desviar al Alraigo hacia Portugal. Pero el capitán no estaba dispuesto a pasar por el aro aunque se lo ordenara un portaaviones. Unas horas después la noticia saltó a los medios de comunicación y la tensión fue creciendo por momentos.</p><p></p><p style="text-align: right"><img src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/913229/Alraigo1a.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Tres días después, el mediodía del jueves 9 de junio, el Alraigo entró en el puerto de Tenerife ante la presencia de centenares de curiosos, con un avión caza atado en su cubierta. A lo largo de los siguientes días el Gobierno británico inició las gestiones para recuperar el aparato (valorado en unos 1.500 millones de pesetas) y se comprometió a recompensar a la tripulación del Alraigo por los riesgos sufridos. De hecho, aunque la maniobra del piloto fue considerada heroica, supuso un auténtico peligro para los hombres del Alraigo: un sobrepeso sobre la cubierta podía haber alterado los centros de gravedad y haber enviado el barco a pique, por no hablar de los daños que podía haber producido el calor de los motores.</p><p></p><p>Al cabo de varios días, la situación comenzó a ser muy incómoda para la tripulación, que llegó a amenazar con encadenarse al Harrier como única garantía de que se cumpliera el compromiso de pago. De hecho, ante la falta de noticias, aseguraron que no permitirían el desembarco del avión hasta que no se les garantizara una compensación.</p><p></p><p style="text-align: left"><img src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/303821/Harrier1a.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Finalmente, el Gobernador Civil de Santa Cruz de Tenerife ordenó el desembarco del avión bajo la amenaza de<a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/ESPAnA/REINO_UNIDO/SANTA_CRUZ_DE_TENERIFE/REINO_UNIDO/MINISTERIO_DE_ASUNTOS_EXTERIORES/PODER_EJECUTIVO/_GOBIERNO_PSOE_/1982-1986/PRESIDENCIA_DEL_GOBIERNO_1982-1986/Gobierno/ordena/inmediata/entrega/britanicos/Harrier/recogido/Alraigo/elpepiesp/19830615elpepinac_12/Tes"><span style="color: #000066">utilizar la fuerza</span></a>. El día 15 de junio, a las 15:10 horas, una grúa de la compañía auxiliar del puerto sacó el Harrier del Alraigo y lo depositó sobre la cubierta del petrolero británico British Hay.</p><p></p><p>Según publicaron algunos medios, como <a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/tripulantes/barco/rescato/avion/Harrier/recibiran/millones/elpepiesp/19840414elpepinac_17/Tes"><span style="color: #000066">el diario El País</span></a>, la tripulación llegó a recibir unos 3,6 millones de pesetas de la época como premio por el rescate, una bonita recompensa por una de las experiencias más surrealistas que jamás se hayan vivido en alta mar.</p><p></p><p>Diorama del incidente</p><p></p><p>Se trataba de un Sea Harrier FRS1/FA2 -ZA176, de la Royal Navy británica con dos años de antigüedad, con esa admirable capacidad para aterrizar y despegar en vertical gracias a un sistema de propulsión denominado V/STOL que le ha convertido en uno de los más versátiles aviones de combate. Su piloto, percatado de una avería en los mandos de su aparato, no dudó en hacer descender aquellos casi 5.000 kg, repartidos en unos 14 metros de caza sobre unos contenedores, convirtiéndose así en el primer avión del mundo en posarse en un buque civil navegando en alta mar. La operación se desarrolló con gran limpieza en apenas 30 segundos, posándose sobre los contenedores a cuya superficie se aproximó suavemente, luego cayó violentamente y se vino un metro hacia popa; un golpe de mar hizo que se desplazara sobre una furgoneta blanca de marca Mercedes Benz que quedó seriamente abollada; solo se sintió un fuerte impacto, pero el temor de la tripulación era legítimo puesto que, debido a este sobrepeso en cubierta que alteran los centros de gravedad y de carena del buque produciendo una variación en los calados, un bandazo del barco podrían mandar avión, barco y dotación a pique, eso sin contar que el sobrepeso podría provocar algún tipo de grietas en el casco, y que el excesivo calor de los motores del caza también podría producir unos inconvenientes de gravísimo peligro. Cuando el capitán se dio cuenta de lo que estaba pasando ordenó parar las máquinas y preparar las maniobras de salvamento y contra incendio; afortunadamente el ALRAIGO aguantó y no hubo daños.</p><p>Boquiabiertos quedaron todos al ver bajar al piloto, al que creían un loco suicida, quien comprobó que todo estaba correcto y acto seguido se presentó a la tripulación, alguno de cuyos miembros incluso llegó a pensar que estaban siendo secuestrados. Todo era muy sencillo, el piloto, subteniente Ian Watson, conocido por sus amigos como «Soapy», se hallaba en vuelo de reconocimiento cuando descubrió que no funcionaba ni el equipo de navegación ni la radio del aparato por lo que no pudo hallar su portaviones, comenzaba a quedarse sin combustible y cuando apenas le quedaba un minuto de autonomía descubrió al ALRAIGO y tras comprobar que tenía posibilidades no lo dudó y se posó sobre su cubierta. Con gran desconfianza la tripulación se percató de que un objeto alargado parecido a un misil de fogueo que se había soltado del avión, no acercándose a él por pura precaución, se limitaron a afianzar el caza a la cubierta mediante cadenas y poner rumbo nuevamente a Tenerife, que era a donde en definitiva tenían que ir, y ya llegaban con retraso. Sin embargo, en cuanto en el puente del HMS ILUSTRUS, portaaviones al que pertenecía el intrépido aviador, se tuvo noticia de que uno de sus aparatos se hallaba en la cubierta de un carguero civil intentó desviar al ALRAIGO hacia Portugal, a lo que el capitán Suso se negó categóricamente.</p><p>A partir del momento en que la noticia de este suceso saltó los medios de comunicación la expectación en el puerto de Santa Cruz de Tenerife creció por momentos. Era muy difícil creer que estaba a punto de arribar un pequeño barco carguero con tan inusual paquete a bordo. De hecho, fueron decenas los periodistas de diversos medios y procedencia, tanto españoles como extranjeros, los que se dieron cita en la isla de Tenerife para dar fe de que no se trataba de una original broma; también se desplazaron hasta la isla el embajador de Gran Bretaña en Madrid, un oficial y dos técnicos de la Royal Navy, así como un representante de la naviera García Miñaur, propietaria del barco.</p><p><a href="http://www14.brinkster.com/escobens/Default.asp?IdR=1&IdE=30&IdS=2&IdA=229#"><img src="http://escoben.favshare.com/full.php/Alraigo3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>El jueves 9 de junio de 1983, hacia el mediodía, desde tierra se pudo comprobar cómo el morro pimpante de un avión de combate destacaba sobre la cubierta de un modesto carguero que se aproximaba al muelle santacrucero, rodeado de avionetas y lanchas motoras alquiladas ex profeso por periodistas en una clara competición para ofrecer el mayor número de datos así como la foto más brillante.</p><p>Las autoridades, después de una importante reunión, decidieron que la entrada del buque en las instalaciones del puerto no revestía ningún peligro, dado que el caza no portaba armamento real, y autorizó su atraque en la dársena comercial que, además, acababa de ser inaugurada, de hecho, la estrenó el ALRAIGO. Centenares de curiosos fueron testigos de las maniobras de amarre, que tuvieron lugar a las 13:10 horas, divertidos ante aquella estampa, casi grotesca de un cazabombardero descansando su panza sobre una furgoneta, la rueda delantera sobre un contenedor, la cola en el aire y las ruedas traseras recogidas.</p><p>El piloto bajó sonriente a tierra alrededor de las cuatro de la tarde, después de una apacible viaje en barco cual turista de crucero. Había cumplido con su deber de salvar avión y vida; lo que no se imaginaba es que en su país, Gran Bretaña, ya se le empezaba a ver como un héroe, y en otros lugares, Tenerife por ejemplo, comenzaba a tener fans, pues se trataba de un rubio joven de veinticinco años de atractivo notable. Apenas puso pie en tierra fue abordado por las decenas de periodistas que se hallaban presentes en el lugar. Declaró que el acierto del “anavezaje” se lo debía al excepcional entrenamiento durante los cuatro años que llevaba volando en la Royal Navy y el año que lo venía haciendo con los Sea Harrier. También contó que pertenecía a la dotación del portaviones HMS ILUSTRUS, de la clase INVENCIBLE y que tomaba parte en unos ejercicios de preparación en las maniobras de la OTAN en el Atlántico este llamadas “Ocean Safari” que debían comenzar el martes 7 de junio, es decir, al día siguiente de su aventura. Había salido de su portaaviones a las 6 PM y no había podido retornar.</p><p><img src="http://www.targetlock.org.uk/seaharrier/illustrious.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Las primeras inspecciones demostraron que el Harrier no presentaba ningún daño en el fuselaje, a excepción de algunos pequeños desperfectos en el sistema de sujeción de uno de los misiles de entrenamiento, que fue a parar sobre la cubierta cuando aterrizó, visto en las fotografías de los periódicos de medio mundo y negado por las autoridades inglesas quienes adujeron que debía tratarse de un depósito de combustible adicional que suelen llevar estas naves.</p><p><img src="http://forum.keypublishing.co.uk/attachment.php?attachmentid=36191" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Tanto el piloto Watson como el capitán Suso fueron requeridos de inmediato para la toma de declaraciones correspondientes al extravagante incidente. Y, paralelamente, surgió un rumor que correría como la pólvora: material de alto valor rescatado en alta mar, luego, recompensa para la tripulación. ¿Cuánto dinero se podría llevar? Se hablaba de hasta 156 millones de pesetas. Grande debió ser el dolor de cabeza que le comenzó a la dotación del ALRAIGO cuando descubrió que el asunto no era tan fácil:</p><p>El Gobierno británico delegó la negociación en el comandante Paul Madge, relaciones públicas de la Royal Navy con autorización para aceptar el pago de una cantidad “razonable”. Había que comenzar por definir exactamente el significado de “razonable”: el avión estaba valorado en unos 1.562 millones de pesetas, por lo tanto, se le podría reclamar al Gobierno Británico el 15 por ciento del valor más los daños y la sobrecarga, de ello la tripulación se llevaría los dos tercios del total de la indemnización que se cobrara. En todo caso, la recompensa estaría en función de la valoración que hicieran los jueces con respecto a los riesgos, el tiempo y el valor del bien salvado. Y comenzó la pelea: qué autoridad se haría cargo del caso, teniendo en cuenta que el barco era español, el objeto recuperado británico, y el “hallazgo” había tenido lugar en aguas internacionales... Grandes fueron las dificultades para llegar al acuerdo sobre qué tribunal debía ver el caso. La naviera Miñaur y la tripulación, sobre todo esta última, abogaban por un tribunal español, porque la “Ley Reguladora de los Auxilios, Salvamentos, Remolques, Hallazgos y Extracciones Marítimas de 1962” vigente en aquellos días contemplaba una mayor indemnización que las leyes internacionales. Los británicos querían que se ocupara del asunto la jurisdicción internacional... Así las cosas, el Ministerio de Asuntos Exteriores español dio orden de prohibir al Harrier su salida de Tenerife hasta que el Gobierno de su Graciosa Majestad no se comprometiera a acatar la sentencia del tribunal que finalmente se eligiese. De hecho, el Gobierno británico admitió que se había tratado de un rescate por lo que reconocía implícitamente el merecimiento de una recompensa. Conforme pasaban las horas, el número de curiosos que se acercaban a la dársena a ver el avión sobre el barco iba aumentando. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ordenó al petrolero BRITISH TAY de la Compañía BP, de 35.642 TRB y 25.498 TPM, construido en 1973, que se desviara de su ruta hacia Dubai a donde iba a cargar petróleo, para poner rumbo al puerto de Santa Cruz de Tenerife donde se esperaba su llegada para las cuatro de la tarde del día 10 de junio. El objetivo, recoger el Harrier que iba a ser desembarcado inminentemente. A última hora de la noche, el avión seguía descansando lánguidamente sobre la cubierta del ALRAIGO.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="BIGUA82, post: 1307149, member: 14958"] Estimado Bagre Malagueño... La historia completa del ZA-176 para aquellos Visitantes que recién se enteran de la maniobra del Teniente "JABONOSO" Watson.Ya busco la historia del ZA-176 en Malvinas,pero no me suena muy combativa... [IMG]http://1.bp.blogspot.com/_7_gMFng3OpY/Sb1mwBYpUdI/AAAAAAAAF1M/hrh32rmPBHo/S1600-R/cabecera.png[/IMG] [CENTER] [/CENTER] [SIZE=4][B][URL='http://fogonazos.blogspot.com/2006/12/el-da-en-que-un-harrier-de-la-royal.html']El día en que un Harrier de la Royal Navy aterrizó sobre un mercante canario[/URL][/B][/SIZE] 12 diciembre 2006 [CENTER][IMG]http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/400/661437/64904c.jpg[/IMG][/CENTER] La noche del 6 de junio de 1983, los tripulantes del mercante español Alraigo vieron aparecer un caza de la Royal Navy sobre sus cabezas y posarse aparatosamente sobre la cubierta de su barco. El piloto, a punto de quedarse sin combustible, realizó una maniobra desesperada y consiguió atravesar el Harrier sobre unos contenedores y una vieja furgoneta. La escena duró apenas 30 segundos y entró en la Historia como el primer aterrizaje de un caza militar sobre un buque civil en alta mar. En las horas siguientes, el avión sería trasladado a Tenerife y retenido por la tripulación durante varios días. Ésta es la historia del conflicto diplomático que casi desata el suceso: [RIGHT][IMG]http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/620392/64903a2.jpg[/IMG][/RIGHT] Eran las 11 de la noche de un lunes veraniego y el carguero canario Alraigo navegaba a unas 120 millas náuticas al sudoeste de Oporto (Portugal). En el cielo, el piloto Ian Watson, se encontraba sobrevolando la zona al mando del Sea Harrier FRS1/FA2 -ZA176, en vuelo de reconocimiento. Watson había despegado del portaviones británico HMS Illustrious y tras varios minutos en el aire descubrió que no funcionaba ni el equipo de navegación ni la radio, por lo que no tenía manera de hallar el camino de vuelta. Tras intentar localizar visualmente su portaaviones y cuando apenas le quedaba un minuto de autonomía, Watson divisó la silueta del Alraigo sobre las aguas del Atlántico y no dudó en realizar un aterrizaje vertical sobre el único objeto flotante en millas a la redonda. [URL='http://fogonazos.blogspot.com/2006/12/el-da-en-que-un-harrier-de-la-royal.html'][B][COLOR=#000066](Seguir leyendo)[/COLOR][/B][/URL] Cuando vieron salir al piloto, los marineros del Alraigo no daban crédito a lo que acababa de suceder. Watson comprobó que todo estaba en orden y se presentó a la tripulación. Sin embargo, el capitán, que tenía que cumplir con sus horarios, ordenó afianzar el caza a la cubierta y continuar rumbo a Tenerife, adonde se dirigía con su carga. [LEFT][IMG]http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/464805/shar1a.jpg[/IMG][/LEFT] En los siguientes minutos, la noticia de que uno de sus cazas se hallaba en la cubierta de un carguero civil llegó hasta el HMS Illustrious que comenzó a emitir señales de radio con la intención de desviar al Alraigo hacia Portugal. Pero el capitán no estaba dispuesto a pasar por el aro aunque se lo ordenara un portaaviones. Unas horas después la noticia saltó a los medios de comunicación y la tensión fue creciendo por momentos. [RIGHT][IMG]http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/913229/Alraigo1a.jpg[/IMG][/RIGHT] Tres días después, el mediodía del jueves 9 de junio, el Alraigo entró en el puerto de Tenerife ante la presencia de centenares de curiosos, con un avión caza atado en su cubierta. A lo largo de los siguientes días el Gobierno británico inició las gestiones para recuperar el aparato (valorado en unos 1.500 millones de pesetas) y se comprometió a recompensar a la tripulación del Alraigo por los riesgos sufridos. De hecho, aunque la maniobra del piloto fue considerada heroica, supuso un auténtico peligro para los hombres del Alraigo: un sobrepeso sobre la cubierta podía haber alterado los centros de gravedad y haber enviado el barco a pique, por no hablar de los daños que podía haber producido el calor de los motores. Al cabo de varios días, la situación comenzó a ser muy incómoda para la tripulación, que llegó a amenazar con encadenarse al Harrier como única garantía de que se cumpliera el compromiso de pago. De hecho, ante la falta de noticias, aseguraron que no permitirían el desembarco del avión hasta que no se les garantizara una compensación. [LEFT][IMG]http://photos1.blogger.com/x/blogger/7114/258/200/303821/Harrier1a.jpg[/IMG][/LEFT] Finalmente, el Gobernador Civil de Santa Cruz de Tenerife ordenó el desembarco del avión bajo la amenaza de[URL='http://www.elpais.com/articulo/espana/ESPAnA/REINO_UNIDO/SANTA_CRUZ_DE_TENERIFE/REINO_UNIDO/MINISTERIO_DE_ASUNTOS_EXTERIORES/PODER_EJECUTIVO/_GOBIERNO_PSOE_/1982-1986/PRESIDENCIA_DEL_GOBIERNO_1982-1986/Gobierno/ordena/inmediata/entrega/britanicos/Harrier/recogido/Alraigo/elpepiesp/19830615elpepinac_12/Tes'][COLOR=#000066]utilizar la fuerza[/COLOR][/URL]. El día 15 de junio, a las 15:10 horas, una grúa de la compañía auxiliar del puerto sacó el Harrier del Alraigo y lo depositó sobre la cubierta del petrolero británico British Hay. Según publicaron algunos medios, como [URL='http://www.elpais.com/articulo/espana/tripulantes/barco/rescato/avion/Harrier/recibiran/millones/elpepiesp/19840414elpepinac_17/Tes'][COLOR=#000066]el diario El País[/COLOR][/URL], la tripulación llegó a recibir unos 3,6 millones de pesetas de la época como premio por el rescate, una bonita recompensa por una de las experiencias más surrealistas que jamás se hayan vivido en alta mar. Diorama del incidente Se trataba de un Sea Harrier FRS1/FA2 -ZA176, de la Royal Navy británica con dos años de antigüedad, con esa admirable capacidad para aterrizar y despegar en vertical gracias a un sistema de propulsión denominado V/STOL que le ha convertido en uno de los más versátiles aviones de combate. Su piloto, percatado de una avería en los mandos de su aparato, no dudó en hacer descender aquellos casi 5.000 kg, repartidos en unos 14 metros de caza sobre unos contenedores, convirtiéndose así en el primer avión del mundo en posarse en un buque civil navegando en alta mar. La operación se desarrolló con gran limpieza en apenas 30 segundos, posándose sobre los contenedores a cuya superficie se aproximó suavemente, luego cayó violentamente y se vino un metro hacia popa; un golpe de mar hizo que se desplazara sobre una furgoneta blanca de marca Mercedes Benz que quedó seriamente abollada; solo se sintió un fuerte impacto, pero el temor de la tripulación era legítimo puesto que, debido a este sobrepeso en cubierta que alteran los centros de gravedad y de carena del buque produciendo una variación en los calados, un bandazo del barco podrían mandar avión, barco y dotación a pique, eso sin contar que el sobrepeso podría provocar algún tipo de grietas en el casco, y que el excesivo calor de los motores del caza también podría producir unos inconvenientes de gravísimo peligro. Cuando el capitán se dio cuenta de lo que estaba pasando ordenó parar las máquinas y preparar las maniobras de salvamento y contra incendio; afortunadamente el ALRAIGO aguantó y no hubo daños. Boquiabiertos quedaron todos al ver bajar al piloto, al que creían un loco suicida, quien comprobó que todo estaba correcto y acto seguido se presentó a la tripulación, alguno de cuyos miembros incluso llegó a pensar que estaban siendo secuestrados. Todo era muy sencillo, el piloto, subteniente Ian Watson, conocido por sus amigos como «Soapy», se hallaba en vuelo de reconocimiento cuando descubrió que no funcionaba ni el equipo de navegación ni la radio del aparato por lo que no pudo hallar su portaviones, comenzaba a quedarse sin combustible y cuando apenas le quedaba un minuto de autonomía descubrió al ALRAIGO y tras comprobar que tenía posibilidades no lo dudó y se posó sobre su cubierta. Con gran desconfianza la tripulación se percató de que un objeto alargado parecido a un misil de fogueo que se había soltado del avión, no acercándose a él por pura precaución, se limitaron a afianzar el caza a la cubierta mediante cadenas y poner rumbo nuevamente a Tenerife, que era a donde en definitiva tenían que ir, y ya llegaban con retraso. Sin embargo, en cuanto en el puente del HMS ILUSTRUS, portaaviones al que pertenecía el intrépido aviador, se tuvo noticia de que uno de sus aparatos se hallaba en la cubierta de un carguero civil intentó desviar al ALRAIGO hacia Portugal, a lo que el capitán Suso se negó categóricamente. A partir del momento en que la noticia de este suceso saltó los medios de comunicación la expectación en el puerto de Santa Cruz de Tenerife creció por momentos. Era muy difícil creer que estaba a punto de arribar un pequeño barco carguero con tan inusual paquete a bordo. De hecho, fueron decenas los periodistas de diversos medios y procedencia, tanto españoles como extranjeros, los que se dieron cita en la isla de Tenerife para dar fe de que no se trataba de una original broma; también se desplazaron hasta la isla el embajador de Gran Bretaña en Madrid, un oficial y dos técnicos de la Royal Navy, así como un representante de la naviera García Miñaur, propietaria del barco. [URL='http://www14.brinkster.com/escobens/Default.asp?IdR=1&IdE=30&IdS=2&IdA=229#'][IMG]http://escoben.favshare.com/full.php/Alraigo3.jpg[/IMG][/URL]El jueves 9 de junio de 1983, hacia el mediodía, desde tierra se pudo comprobar cómo el morro pimpante de un avión de combate destacaba sobre la cubierta de un modesto carguero que se aproximaba al muelle santacrucero, rodeado de avionetas y lanchas motoras alquiladas ex profeso por periodistas en una clara competición para ofrecer el mayor número de datos así como la foto más brillante. Las autoridades, después de una importante reunión, decidieron que la entrada del buque en las instalaciones del puerto no revestía ningún peligro, dado que el caza no portaba armamento real, y autorizó su atraque en la dársena comercial que, además, acababa de ser inaugurada, de hecho, la estrenó el ALRAIGO. Centenares de curiosos fueron testigos de las maniobras de amarre, que tuvieron lugar a las 13:10 horas, divertidos ante aquella estampa, casi grotesca de un cazabombardero descansando su panza sobre una furgoneta, la rueda delantera sobre un contenedor, la cola en el aire y las ruedas traseras recogidas. El piloto bajó sonriente a tierra alrededor de las cuatro de la tarde, después de una apacible viaje en barco cual turista de crucero. Había cumplido con su deber de salvar avión y vida; lo que no se imaginaba es que en su país, Gran Bretaña, ya se le empezaba a ver como un héroe, y en otros lugares, Tenerife por ejemplo, comenzaba a tener fans, pues se trataba de un rubio joven de veinticinco años de atractivo notable. Apenas puso pie en tierra fue abordado por las decenas de periodistas que se hallaban presentes en el lugar. Declaró que el acierto del “anavezaje” se lo debía al excepcional entrenamiento durante los cuatro años que llevaba volando en la Royal Navy y el año que lo venía haciendo con los Sea Harrier. También contó que pertenecía a la dotación del portaviones HMS ILUSTRUS, de la clase INVENCIBLE y que tomaba parte en unos ejercicios de preparación en las maniobras de la OTAN en el Atlántico este llamadas “Ocean Safari” que debían comenzar el martes 7 de junio, es decir, al día siguiente de su aventura. Había salido de su portaaviones a las 6 PM y no había podido retornar. [IMG]http://www.targetlock.org.uk/seaharrier/illustrious.jpg[/IMG] Las primeras inspecciones demostraron que el Harrier no presentaba ningún daño en el fuselaje, a excepción de algunos pequeños desperfectos en el sistema de sujeción de uno de los misiles de entrenamiento, que fue a parar sobre la cubierta cuando aterrizó, visto en las fotografías de los periódicos de medio mundo y negado por las autoridades inglesas quienes adujeron que debía tratarse de un depósito de combustible adicional que suelen llevar estas naves. [IMG]http://forum.keypublishing.co.uk/attachment.php?attachmentid=36191[/IMG] Tanto el piloto Watson como el capitán Suso fueron requeridos de inmediato para la toma de declaraciones correspondientes al extravagante incidente. Y, paralelamente, surgió un rumor que correría como la pólvora: material de alto valor rescatado en alta mar, luego, recompensa para la tripulación. ¿Cuánto dinero se podría llevar? Se hablaba de hasta 156 millones de pesetas. Grande debió ser el dolor de cabeza que le comenzó a la dotación del ALRAIGO cuando descubrió que el asunto no era tan fácil: El Gobierno británico delegó la negociación en el comandante Paul Madge, relaciones públicas de la Royal Navy con autorización para aceptar el pago de una cantidad “razonable”. Había que comenzar por definir exactamente el significado de “razonable”: el avión estaba valorado en unos 1.562 millones de pesetas, por lo tanto, se le podría reclamar al Gobierno Británico el 15 por ciento del valor más los daños y la sobrecarga, de ello la tripulación se llevaría los dos tercios del total de la indemnización que se cobrara. En todo caso, la recompensa estaría en función de la valoración que hicieran los jueces con respecto a los riesgos, el tiempo y el valor del bien salvado. Y comenzó la pelea: qué autoridad se haría cargo del caso, teniendo en cuenta que el barco era español, el objeto recuperado británico, y el “hallazgo” había tenido lugar en aguas internacionales... Grandes fueron las dificultades para llegar al acuerdo sobre qué tribunal debía ver el caso. La naviera Miñaur y la tripulación, sobre todo esta última, abogaban por un tribunal español, porque la “Ley Reguladora de los Auxilios, Salvamentos, Remolques, Hallazgos y Extracciones Marítimas de 1962” vigente en aquellos días contemplaba una mayor indemnización que las leyes internacionales. Los británicos querían que se ocupara del asunto la jurisdicción internacional... Así las cosas, el Ministerio de Asuntos Exteriores español dio orden de prohibir al Harrier su salida de Tenerife hasta que el Gobierno de su Graciosa Majestad no se comprometiera a acatar la sentencia del tribunal que finalmente se eligiese. De hecho, el Gobierno británico admitió que se había tratado de un rescate por lo que reconocía implícitamente el merecimiento de una recompensa. Conforme pasaban las horas, el número de curiosos que se acercaban a la dársena a ver el avión sobre el barco iba aumentando. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ordenó al petrolero BRITISH TAY de la Compañía BP, de 35.642 TRB y 25.498 TPM, construido en 1973, que se desviara de su ruta hacia Dubai a donde iba a cargar petróleo, para poner rumbo al puerto de Santa Cruz de Tenerife donde se esperaba su llegada para las cuatro de la tarde del día 10 de junio. El objetivo, recoger el Harrier que iba a ser desembarcado inminentemente. A última hora de la noche, el avión seguía descansando lánguidamente sobre la cubierta del ALRAIGO. [/QUOTE]
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