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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1864999" data-attributes="member: 10064"><img src="http://estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2015/08/25/14404962387696.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Las seis decisiones que desactivaron la tensión entre las dos CoreasHan sido conversaciones tan maratonianas como productivas. Las 43 horas de diálogo entre delegaciones al más alto nivel de las dos Coreas finalmente se han traducido en un acuerdo de seis puntos que arranca concesiones a las dos partes y que desactivan una crisis que ha estado a punto de desembocar en un conflicto abierto entre los países hermanos, en conflicto desde 1950. Eso sí, la situación entre ambos queda exactamente como estaba antes de la actual crisis: técnicamente en guerra y sin visos de una reconciliación a corto plazo.El acuerdo conjunto, presentado en rueda de prensa por la delegación de Corea del Sur, incluye una concesión inédita para Pyongyang: las disculpas -reconocimiento implícito de responsabilidad- del régimen norcoreano por el incidente que, el pasado 4 de agosto, costó serias heridas a dos soldados surcoreanos, víctimas de tres minas antipersonales plantadas por agentes del Norte en la Zona Desmilitarizada. Aquel incidente desembocó en un rebrote de tensión que derivó en un intercambio de artillería entre ambas Coreas. No produjo heridos, pero amenazó con escalar en un conflicto global: el Norte rechazó cualquier responsabilidad pese a la investigación internacional que demostraba su culpabilidad y acusó a Seúl de montar el caso. Corea del Sur respondió con los altavoces de la discordia y el Norte desplegó dos tercios de su flota de submarinos mientras que el Sur recurrió a su socio norteamericano para sobrevolar la frontera con bombarderos en un ejercicio cargado de simbolismo.Del todo a la nada median esas 46 horas de conversaciones. Uno de los líderes de la delegación sureña, el consejero de Seguridad Nacional Kim Kwan-jin, consideró que los términos del acuerdo desamortizan la crisis facilitando "un nuevo momento" para la relaciones intercoreanas y calificó las disculpas ofrecidas como "muy significativas". "Hemos recibido palabras de disculpa de uno de los principales agentes del Norte", destacó Kim, dando relevancia a un gesto inusual para el vecino del Norte.Las disculpas de Pyongyang eran la condición sine qua non impuesta por la presidenta del Sur, Park Geun-hye, para cesar la emisión de propaganda en la demarcación relanzada por primera vez desde 2004, en una nueva fase de guerra propagandística que llevó al líder comunista Kim Jong-un a declarar el estado de guerra en sus fronteras y amenazar con un conflicto abierto.Finalmente, la retransmisión de la megafonía cesó a las 12.00 hora local de hoy. A esa misma hora, y como parte del mismo acuerdo, Corea del Norte retiraba el estado de guerra decretado entre sus tropas de la Zona Desmilitarizada y el estado de semi guerra que regía desde el pasado viernes en todo el país.Las delegaciones, lideradas por el considerado número dos del régimen norcoreano Hwang Pyong-so y su contraparte, el citado consejero de Seguridad Nacional del Sur, Kim Kwan-jin (acompañados del ministro de Unificación del Sur, Hong Yong-pyo y de su equivalente norteño Kim Yang Gon) también acordaron la reanudación de las reuniones de familiares separados por la guerra civil de 1950-53 el próximo mes, prometieron retomar oficialmente los contactos en el futuro y se comprometieron a cesar futuras provocaciones que incrementen la tensión entre ambos Estados.Un gran simbolismoEl acuerdo está rodeado de enorme simbolismo, tanto por el nivel de las delegaciones implicadas como por el lugar elegido para los encuentros, la localidad fronteriza de Panmunjom, donde se firmó el Acuerdo de Armisticio que puso fin al conflicto intracoreano dejando a ambos países técnicamente en guerra.Las autoridades del sur han aclarado que los altavoces no serán retirados, dado que no se debatía su presencia, sino las emisiones de propaganda en sí. Kim Kwan-jin destacó que la duración del compromiso está supeditada a la ausencia de acontecimientos "anormales". "Debemos insistir en ese punto porque, de otra manera, otra provocación podría tener lugar poniendo en peligro la seguridad nacional".El acuerdo ha suscitado una corriente de optimismo internacional que contrasta con la desconfianza de los analistas. "Como en todos estos acuerdos, el demonio está en los detalles", destacaba Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl. "Pero es indudable que representa un giro en la crisis actual y desplaza el péndulo hacia el diálogo". Otro experto, el profesor de Estudios Coreanos de la Universidad Tufts Lee Sung-yoon, estimaba en declaraciones al portal especializado NK News que esta reconciliación es parte de un ciclo y recordaba que muchas de las mayores provocaciones del norte son "precedidas por una pantalla de humo, un gesto de paz y la promesa de negociaciones".La crisis coreana se ha desactivado justo a tiempo para permitir la asistencia de la presidenta del Sur, Park Geun-hye, al masivo desfile que organiza China para conmemorar, el próximo 3 de septiembre, el 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial, al que acudirán 30 dignatarios internacionales en los que parece ser que no figura el líder supremo Kim Jong-un.Advertencia de Pekín a PyongyangSegún informaba hoy Xinhua, Corea del Norte será representada en las celebraciones por Choe Ryong-hae, secretario del Partido de los Trabajadores y miembro del Politburó norcoreano. Ayer, una unidad mecanizada del Ejército chino fue desplegada en la localidad de Yanji, en la región autónoma de Yanbian, fronteriza con Corea del Norte, en lo que los analistas vieron una explícita advertencia de Pekín a Pyongyang para que pusiese fin a una crisis que oscurecía sus celebraciones, que llevan meses en preparación y suponen uno de los eventos más masivos y de mayor nivel para China en los últimos años. Aunque el régimen comunista no confirmó ni desmintió los movimientos militares, cuyas imágenes inundaron las redes sociales chinas, el diario Global Times recordaba en su editorial de ayer que China "no permanecerá de brazos cruzados" si la tensión intercoreana interfiere en el evento.El despliegue militar fue visto por los analistas como una advertencia de Pekín a su socio norcoreano. "No es una broma. China está enviando un mensaje muy simple a Corea del Norte. El viernes, Corea del Norte dijo públicamente que 'ningún país en el mundo podía parar' la escalada de la actual situación, y ese mensaje estaba directamente destinado a China, posiblemente porque ésta intentaba interferir en el objetivo real que Corea del Norte buscaba mediante sus provocaciones", estimaba el antiguo consejero del ex presidente surcoreano Lee Myung-bak, Cha Du-hyeogn, consultado por NK News. "China no pretende invadir Corea del Norte porque eso sólo incrementaría la tensión internacional. Si algo tienen en común China y Estados Unidos es que ninguno quiere ver a Corea del Norte convertida en el centro de un incidente internacional. El mensaje chino era simple. 'Sí, podemos pararte si es necesario'", concluía Cha.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2015/08/25/55dc33d146163f1d3d8b4575.html">http://www.elmundo.es/internacional/2015/08/25/55dc33d146163f1d3d8b4575.html</a></blockquote>

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