Hace muy pocos días se conoció un informe de inteligencia británico sobre la fuerza aérea islámica de la República de Irán ó IRIAF (Islamic Republic of Iran Air Force) . El mismo indica que la actividad aérea casi se ha duplicado en relación a los dos años anteriores y existen enormes recursos destinados a sostener un importante programa de capacitación y entrenamiento de sus pilotos, centrado principalmente en misiones de reabastecimiento aéreo y ataque.
Según se indica, una base aérea que ha incrementado notoriamente su actividad en los últimos meses es la 7º base aérea táctica de Shiraz, en donde operan algunas unidades de Su-25 Frogfoot y especialmente uno de los cuatro escuadrones del bombardero Su-24MK Fencer, aeronaves que según algunos medios han sido modernizados durante el 2005 y 2006 por Sukhoi.
Los reportes hacen mención que desde ésta base parten a diario misiones de entrenamiento con los Su-24MK y que son reabastecidos en vuelo por cisternas Boeing 747. Lo más llamativo es que la mayoría de las misiones se inician por la noche y existen varios reportes que indican que se han llevado a cabo misiones de reabastecimiento aéreo entre un 747 y los Su-24MK a altitudes muy bajas, incluso se citan operaciones a unos 1.000 pies (330 metros), lo que para un Boeing 747 cargado de combustible representa una operación muy complicada, ya que a dicha altitud los pilotos del jumbo necesariamente deben tener la potencia de sus motores a casi el 100% de empuje.
El informe agrega que las misiones simulan un vuelo rasante sobre el mar, el sobrevuelo en tierra, ataque a objetivos defendidos, diversas maniobras evasivas y la adopción de distintos cursos y tácticas de regreso a la base. Con todo esto es obvio que la IRIAF se está entrenando para asestar un golpe estratégico a alguien si las circunstancias lo requieren.
En su momento, Irán adquirió 12 Boeing 747, muchos equipados con un sistema de reaprovisionamiento aéreo, estimándose que al menos un par se encuentran en servicio, aunque posiblemente haya 2 a 3 adicionales con colores civiles (foto superior) y que le permiten a la IRIAF operar a distancias considerables a cuenta del alcance del 747. A su vez al menos hay 4 Boeing 707 cisternas y posiblemente algunos IL-76 modificados que incrementan considerablemente la capacidad de reabastecimiento aéreo de la fuerza.
Los informes indican además el empleo de tácticas de combate electrónico, distintos modalidades de vuelo rasante y maniobras evasivas, todo ello para minimizar la detección y darle al enemigo el menor tiempo de detección posible.
Sobre los Su-24 no hay cifras exactas. Algunos indican que se adquirieron a Rusia 24 unidades y otras 12 fueron adquiridas a Irak, pero lo cierto es que existen cuatro escuadrones identificados en las bases de Theran, Shiraz, Esfahan y Nozheh. Casi todos o todos los ejemplares han recibido sondas de reaprovisionamiento aéreo, y se especula que la modernización recibida consiste en una nueva versión del sistema de navegación y ataque original conocido como PNS-24 que ahora sería el PNS-M . Este conjuga la información del radar, la capacidad de éste de realizar seguimiento del perfil del terreno y detección de blancos, sumado a la información necesaria para operar armamento guiado por láser o TV. Se menciona que el PNS-M le permite al piloto llevar el Su-24 de modo automático o semiautomático a altitudes de 40 a 50 metros y a una velocidad superior a los 800 km/h.
En cuanto al armamento, Irán ya expuso los Su-24 Fencer equipados con los misiles antibuque C-802K y las bombas de guía láser de desarrollo local, conocidas como Sattar 2. Sin confirmar hay reportes que mencionan que los Fencer también cuentan con misiles aire-suelo de un modelo no especificado de orígen ruso pudiéndose tratar del Kh-25L (AS-10 Karen) de guía láser y 20 Km de alcance. Tampoco está confirmado el uso de las bombas guiadas KAB-500KR guiadas por TV o las KAB-1500L de guía láser, pero es muy posible que dicho armamento esté en servicio en los Su-24 iraníes.
Lo cierto es que Irán está “afilando” su única arma estratégica. La posibilidad de contar con un número importante de cisternas le permite una gran cantidad de variables a la hora de elegir los blancos, las rutas de aproximación y las rutas de escape. Es evidente que no piensan quedarse en tierra cruzados de brazos esperando ver caer las bombas y los misiles. Prometen dar batalla y hay que estar más que atentos.
Según se indica, una base aérea que ha incrementado notoriamente su actividad en los últimos meses es la 7º base aérea táctica de Shiraz, en donde operan algunas unidades de Su-25 Frogfoot y especialmente uno de los cuatro escuadrones del bombardero Su-24MK Fencer, aeronaves que según algunos medios han sido modernizados durante el 2005 y 2006 por Sukhoi.
Los reportes hacen mención que desde ésta base parten a diario misiones de entrenamiento con los Su-24MK y que son reabastecidos en vuelo por cisternas Boeing 747. Lo más llamativo es que la mayoría de las misiones se inician por la noche y existen varios reportes que indican que se han llevado a cabo misiones de reabastecimiento aéreo entre un 747 y los Su-24MK a altitudes muy bajas, incluso se citan operaciones a unos 1.000 pies (330 metros), lo que para un Boeing 747 cargado de combustible representa una operación muy complicada, ya que a dicha altitud los pilotos del jumbo necesariamente deben tener la potencia de sus motores a casi el 100% de empuje.
El informe agrega que las misiones simulan un vuelo rasante sobre el mar, el sobrevuelo en tierra, ataque a objetivos defendidos, diversas maniobras evasivas y la adopción de distintos cursos y tácticas de regreso a la base. Con todo esto es obvio que la IRIAF se está entrenando para asestar un golpe estratégico a alguien si las circunstancias lo requieren.
En su momento, Irán adquirió 12 Boeing 747, muchos equipados con un sistema de reaprovisionamiento aéreo, estimándose que al menos un par se encuentran en servicio, aunque posiblemente haya 2 a 3 adicionales con colores civiles (foto superior) y que le permiten a la IRIAF operar a distancias considerables a cuenta del alcance del 747. A su vez al menos hay 4 Boeing 707 cisternas y posiblemente algunos IL-76 modificados que incrementan considerablemente la capacidad de reabastecimiento aéreo de la fuerza.
Los informes indican además el empleo de tácticas de combate electrónico, distintos modalidades de vuelo rasante y maniobras evasivas, todo ello para minimizar la detección y darle al enemigo el menor tiempo de detección posible.
Sobre los Su-24 no hay cifras exactas. Algunos indican que se adquirieron a Rusia 24 unidades y otras 12 fueron adquiridas a Irak, pero lo cierto es que existen cuatro escuadrones identificados en las bases de Theran, Shiraz, Esfahan y Nozheh. Casi todos o todos los ejemplares han recibido sondas de reaprovisionamiento aéreo, y se especula que la modernización recibida consiste en una nueva versión del sistema de navegación y ataque original conocido como PNS-24 que ahora sería el PNS-M . Este conjuga la información del radar, la capacidad de éste de realizar seguimiento del perfil del terreno y detección de blancos, sumado a la información necesaria para operar armamento guiado por láser o TV. Se menciona que el PNS-M le permite al piloto llevar el Su-24 de modo automático o semiautomático a altitudes de 40 a 50 metros y a una velocidad superior a los 800 km/h.
En cuanto al armamento, Irán ya expuso los Su-24 Fencer equipados con los misiles antibuque C-802K y las bombas de guía láser de desarrollo local, conocidas como Sattar 2. Sin confirmar hay reportes que mencionan que los Fencer también cuentan con misiles aire-suelo de un modelo no especificado de orígen ruso pudiéndose tratar del Kh-25L (AS-10 Karen) de guía láser y 20 Km de alcance. Tampoco está confirmado el uso de las bombas guiadas KAB-500KR guiadas por TV o las KAB-1500L de guía láser, pero es muy posible que dicho armamento esté en servicio en los Su-24 iraníes.
Lo cierto es que Irán está “afilando” su única arma estratégica. La posibilidad de contar con un número importante de cisternas le permite una gran cantidad de variables a la hora de elegir los blancos, las rutas de aproximación y las rutas de escape. Es evidente que no piensan quedarse en tierra cruzados de brazos esperando ver caer las bombas y los misiles. Prometen dar batalla y hay que estar más que atentos.