El-comechingón
Fanático del Asado
(Las imágenes por ser macabras, las he puesto como linck, y quedan a citerio de cada uno)
1- Los Informes del Progama de las Naciones Unidas Mienten sobre la utilización de armas radiactivas en la guerra del Líbano.
En el boletín anterior (Boletín Armas contra la Guerra nº 135) informamos de que la Campaña sobre las bajas dosis de radiación, LLRC y colaboradores encontraron partículas de oxido de uranio en el Líbano, pero el Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (United Nations Environment Programme, UNEP) no lo ha encontrado (2)
Esto es debido a que utilizan un material de detección que no es adecuado, son incompetentes y probablemente su investigación estaba programada para que diese negativo.
Ver la crítica al informe de la UNEP: Green Audit report "UNEP y armas derivadas de Uranio en el Líbano: No miras, no encuentras" (3) Informe del Green Audit sobre los instrumentos. “Comments of the value of the UNEP survey of Lebanon for weapons-derived Uranium (WDU)”. Dr Chris Busby. Green Audit Occasional Paper 2006/8. Aberystwyth: Diciembre 2006 (3).
Aunque la UNEP sigue negándolo, actualmente se ha encontrado uranio enriquecido en el Líbano, con su firma isotópica característica, en dos cráteres en Khiam, en algunas muestras de tierra, de agua y en filtros de ambulancias de Beirut. Los resultados han sido descritos en dos informes y revisados en un tercer informe que contiene nuevas mediciones en curso de publicación (4).
* Notas:
1- 132. 1- Más pruebas de la presencia de uranio enriquecido en el aire del Líbano tras el reciente conflicto. Green Audit.
2- Informe de la UNEP sobre el Líbano:
UNEP Disasters and Conflicts Programme - Redirect
3- Green Audit "UNEP and Weapons-derived Uranium in Lebanon: Don't look, don't find ": Low Level Radiation Campaign
4- Green Audit “Comments of the value of the UNEP survey of Lebanon for weapons-derived Uranium (WDU)”: http://www.llrc.org/du/subtopic/uneplebinst.pdf
2- Más datos sobre la utilización de nuevas armas en Palestina.
Durante las operaciones del ejército Israelí llamadas "Lluvia de verano" y "Nubes de otoño" desde comienzos de julio comenzaron a llegarnos informes médicos y fotos de palestinos y libaneses horriblemente mutilados que fuimos publicando en nuestros anteriores boletines realizados durante este verano del 2006 y en nuestro reciente libro (1).
http://img580.imageshack.us/img580/3782/piernasdeunpalestinoher.jpg
Foto: Piernas de un palestino herido en Gaza
No conocíamos la interpretación de estos nuevos horrores que sugerían la utilización de los desgraciados habitantes como cobayas de nuevas armas, pero fuimos dando la información a medida que estaba disponible, siempre citando rigurosamente a nuestras fuentes de contrainformación en las referencias de los boletines y del libro.
Había testimonios de médicos desde primeros de Julio 2006 como los del 7 de Julio 2006, publicado en Gulf News del Dr. Al Saqqa, Director del servicio de urgencias del hospital El Shifa en Gaza (2,3)
Según el periódico Israeli Haaretz, estas armas fueron disparadas por drones (aviones sin piloto) en el verano del 2006, la mayoría en Julio (4,5).
Hoy hay nuevos datos e imágenes sobre la utilización de estas armas que los medios de desinformación te ocultan y que debes conocer.
http://img135.imageshack.us/img135/3782/piernasdeunpalestinoher.jpg
Foto: Piernas de un palestino herido en Gaza.
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Se han seguido acumulando más testimonios locales que indican que se utilizan armas no convencionales. Por ejemplo:
“Anwar Abu Houli tiene 43 años y ha trabajado como auxiliar paramédico en Deir el Balah, conduciendo ambulancias durante las incursiones militares. Pero la mañana del 19 de julio, mientras socorre a las víctimas de una explosión entre las callejas del Campo Mughazi, sucede algo: del cielo, probablemente de un drone israelí, cae un artefacto. Planea delante de él con un ligero silbido, no hace ruido ni siquiera cuando toca tierra. De pronto, la detonación: Anwar yace en el suelo, con una pierna cortada a la altura de la tibia, el cuerpo lacerado por microscópicos cortes internos y un polvo que parece que se le queda bajo la piel, quemándolo. Durante el traslado al hospital, el polvo ataca la carne, coagula los vasos sanguíneos, desvitaliza los tejidos como “envejeciéndolos”. Los médicos se sienten impotentes frente a la rápida necrosis y no pueden sino amputar, sin encontrar ninguna esquirla que explique los cortes y las quemaduras.
Anwar Abu Houli es uno de los pocos supervivientes palestinos disponibles para una entrevista. El suyo no es un caso aislado: el mismo día en el hospital de Deir al Balah se registraron otros cinco casos, y en Gaza capital el 26 de julio se contaban 19 mutilados de 50 heridos y 27 muertos: una proporción entre víctimas e inválidos prácticamente equivalente. Porcentajes y síntomas sin precedentes” (6).
Hay numerosos testimonios de médicos palestinos sobre las extrañas heridas halladas en los habitantes de Gaza que sugieren la utilización de armas no convencionales por parte del ejército israelí (7, 8,9,10,11,12).
Los testimonios de los médicos palestinos eran unánimes en describir que se trataba de armas nuevas y que nunca habían visto algo como esto (13,14,15).
La micro-metralla de la nueva arma de Israel “rebana las piernas de sus víctimas, dejando signos de calor y quemaduras cerca del lugar de la amputación”. Es “como si se hubiera utilizado una sierra para cortar hasta el hueso, pero no había ninguna indicación de que el desmembramiento hubiese sido causado por fragmentos de metal”, afirma el Dr. Habas al-Wahid, jefe de la Sala de Urgencias del hospital Shuhada al-Aqsa de Gaza (16).
El Dr. Juma Saka, del hospital Shifa en Gaza ha declarado que los médicos habían encontrado heridas con un pequeño punto de entrada en los cuerpos de los muertos y heridos así como una especie de polvo en los cuerpos y en sus órganos internos.
"El polvo era como fragmentos microscópicos, y probablemente es lo que causó las heridas"(17)
“Observando las fotografías de los palestinos vivos y muertos que han sido víctimas de este artefacto, muchos de los cuales son niños, hemos notado zonas de la piel más oscura sin que ésta esté quemada, que posiblemente son las zonas donde el polvo metálico se introdujo y/o penetró a través de la piel por la fuerza del impacto. El torso de un niño está cubierto de orificios, algunos de los cuales, según los informes de los médicos, probablemente están conectados con heridas de salida en la espalda. La piel y los músculos de una de las víctimas están destrozados formando una pulpa encostrada con sangre, como si hubieran sufrido el impacto de cerca de un pequeño perdigón. Algunos de los cadáveres están irreconocibles (18).
http://img203.imageshack.us/img203/6113/irreconocibles.jpg
Los médicos palestinos como el Doctor Juma al-Saqqa del Hospital Shifa en Gaza, informaron desde el comienzo de que no encontraban fragmentos de metralla con rayos X (19).
Algunos médicos afirman también que extrajeron partículas de las heridas invisibles a los Rayos X (20).
Según la Asociación Merlin (Medical Emergency Relief International), “ el 75% de los heridos necesitaron amputaciones” (21).
http://img267.imageshack.us/img267/8526/el75delosheridosnecesit.jpg
Un hecho importante es que Israel destruyó el único laboratorio de investigación que podría haber hecho el análisis químico de las heridas desde el 27 de junio, aunque no era un objetivo militar (22).
Otro hecho importante es que a nivel internacional nadie movió un dedo para investigar la utilización de estas nuevas armas (23), a pesar de que desde el 3 de agosto incluso la agencia de las Naciones Unidas United Nations Relief and Works Agency (UNRWA) reportó que su Comisionado General Karen AbuZayd había visitado el hospital Al-Saqqa’s y visto a los heridos comentando que “era horrible” (24).
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La OMS consideró emprender una investigación al igual que la asociación médica Physicians for Human Rights–Israel (25).
Pero tampoco tenemos constancia de que se hiciera. Lo que no nos sorprende dada la sumisión comprobada de la OMS al lobby militar-industrial en contra de la salud de todos, que hemos denunciado repetidamente (26).
Las hipótesis sobre la naturaleza de estas armas.
La mayoría de las descripciones médicas y fotos recientes de heridas “extrañas” de Gaza parecen indicar que se han utilizado las armas conocidas como Explosivos de Metal Denso Inerte (Dense Inert Metal Explosives DIME (27).
Incluso en el periódico israelí Haaretz, el periodista Meron Rappaport planteó en octubre que se podrían estar utilizando armas DIME en Palestina, al mismo tiempo que denunciaba la utilización de armas de uranio en el Líbano citando las investigaciones de la LLRC de las que ya informamos en el anterior boletín nº 63 (28).
Inmediatamente los portavoces del ejército israelí replicaron desmintiendo todo, pero añadiendo prudentemente que «por razones evidentes, Tsahal no entra en los detalles en lo que concierne a sus propios armamentos y a la utilización que está haciendo de ellos» (29)
Además, desde mediados de octubre del 2006 investigadores universitarios italianos reportaron evidencias forenses de que se trataba de armas nuevas, con análisis en mano que describían los metales encontrados, cuyos resultados damos más adelante.
En las referencias que he encontrado en español sobre estas armas hay errores importantes. Por ejemplo se les atribuye ser radiactivas, se hacen comparaciones con el uranio enriquecidos, se dice que son más potentes, etc.
Pero también hay excelentes artículos como el del investigador independiente James Brooks que mantiene un centro de contrainformación Web llamado : Vermonters for a Just Peace in Palestine/Israel (30), que está bien documentado (con 48 referencias citadas) (31).
Hay muchos otros artículos de divulgación entre los que destaca el de Annalena di Giovanni del diario italiano Il Manifesto que ha sido ampliamente reproducidos en las web francesas y españolas que he analizado exhaustivamente (32).
También ha tenido mucha difusión un documental de la RAI que recoge el trabajo de investigadores italianos sobre las muestras de tejidos de las víctimas que analizamos mas adelante. El documental filmado de la investigación está disponible (33).
El documental fue realizado por los mismos periodistas que informaron en otro que Estados Unidos utilizó fósforo como arma ofensiva durante ataques a Fallujah (34, 35).
Así que todo parece apuntar a las armas denominadas Dense Inert Metal Explosives (DIME) desarrolladas por el ejército norteamericano, en el US Air Force Research Laboratory (36).
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Según la documentación de que dispongo actualmente, las armas DIME en su actual versión, son básicamente bombas ligeras y de dimensiones reducidas lanzadas por un avión dron pilotado a distancia. La bomba lleva una envoltura de fibra de carbono llena de una aleación de tungsteno con otros metales como el níquel, el cobalto o el hierro y por supuesto lleva además explosivos no identificados.
Los metales, especialmente el tungsteno, se expanden en forma de pequeñas partículas durante la explosión a temperaturas muy altas en un radio de pocos metros.
La nube desgarradora de micrometralla incandescente penetra, corta como microbisturís y quema los tejidos hasta los huesos. En unos minutos la carne se necrosa. En el hospital no hay ninguna posibilidad de extraer los fragmentos invisibles. En el mejor de los casos la única solución es la amputación que deja a las víctimas inválidas para siempre, pero en la mayoría las heridas se complican y ocasionan una muerte horrible.
“A partir de las peticiones de la marina y las fuerzas aéreas norteamericanas, con posible cooperación militar israelí, en 2003 la Boeing se adjudicó la contratación para proyectar las "small diameter bomb" (bombas de pequeño diámetro), artefactos que no debían superar los 90 kilos de peso y el metro y medio de largo. Gracias a ingentes fondos del Departamento de Defensa norteamericano (inversiones duplicadas en 2004) los primeros prototipos estaban ya disponibles para la experimentación sobre el terreno a partir de mayo de 2006, y ya desde el pasado septiembre están disponibles, al parecer, en los arsenales militares. Con una variante respecto de las municiones tradicionales: el Dense Inert Metal Explosive (DIME), es el último hallazgo en cuestión de letalidad concentrada.
El DIME está formado por una carga interna hecha de aleación de tungsteno (material de las bombillas, para que se entienda su conducción y reactividad). Libera en el aire un polvo incandescente que agrede el objetivo con una cierta angulación provocando innumerables cortes y heridas, y sin superar los 4 metros de alcance. Esta carga inerte se combina con un envoltorio externo en fibra de carbono, más ligero y barato que el metal, invisible a los rayos X. Al explotar, se pulveriza en micropartículas sin producir esquirlas. Aun siendo capaz de perforar el hormigón, la fibra de carbono no ofrece excesiva resistencia a la detonación del explosivo contenido, aumentando de hecho su eficacia, hasta el punto de que los primeros prototipos destruyeron los instrumentos de medición de los laboratorios militares. Además, un DIME sería capaz de seguir al propio objetivo móvil gracias a su propia ligereza y a un sistema de control GPS.
Así pues: alta precisión, explosión limitada, nada de esquirla.” (37)
Las armas DIME forman parte del programa de Municiones de Letalidad Focalizada de la Fuerza Aérea (Air Force’s Focused Lethality Munitions (FLM) Program), y su función oficialmente consiste en permitir cazar a los "terroristas" dondequiera que se encuentren, aún en lugares "que están fuera del campo de batalla".
Previstas para su despliegue en 2008, las bombas DIME producen una potente explosión en un área relativamente pequeña difundiendo materiales supercalientes de una aleación de tungsteno en forma de “micro-metralla” (HMTA).
Según Defense-Tech de Estados-Unidos, "el resultado es una explosión increíblemente destructora en un pequeño sector que produce mucho mas daño que un explosivo puro. El impacto de la micrometralla causa un efecto parecido a una onda de choque pero más poderoso" (38)
La US Air Force se refiere a este tipo de armas como FLM (Focused Lethality Munitions) que han sido creadas con la excusa humanitaria de apuntar selectivamente a terroristas según unas declaraciones oficiales (39, 40, 41).
Según los militares sus recubrimientos de fibra de carbono hacen que “esté disponible ... una mayor cantidad de energía ... en forma de explosión, si se lo compara con un recubrimiento de acero”. El carbono se supone que se descompone en “miles de fibras inofensivas”, evitando bajas no deseadas causadas por la metralla del recubrimiento que pueda volar grandes distancias (42).
Resulta irónico que las fibras de carbono que pueden atravesar el hormigón armado sean presentadas por los militares como “inofensivas”.
La “huella” de una explosión DIME es mucho más pequeña que la de una bomba convencional, ya que la gravedad y la resistencia del aire arrastran rápidamente al suelo la “micrometralla” en forma de polvo fino. Se dice que el radio de impacto es tan pequeño como 7,5 metros (43, 44).
Una excusa perfecta… pero cuestionable como denuncia acertadamente Annalena di Giovanni en el diario italiano Il Manifesto.
“ El ideal de “Letalidad Concentrada” consiste en matar eficazmente a todos los seres humanos dentro de la zona de impacto –de una forma u otra. Es la “guerra total” en un círculo de 15 a 30 metros, en el que las muertes no se admiten como colaterales.
La diferencia de las municiones de letalidad concentrada podría residir precisamente en la justificación moral sugerida por los promotores mismos: el presunto interés de limitar los daños colaterales. Difícil, en virtud del derecho humanitario, prohibir el uso de estas municiones, devastadoras de hecho y, sin embargo, presentadas como reducidas, limitadas sólo a los "terroristas". El DIME, barato y ligero, se podría arrojar en zonas densamente pobladas, en cantidad cuatro veces superior, provocando los efectos registrados en Gaza (ni civiles, ni mujeres, ni niños se han librado). Por lo tanto, su propia definición de arma de daños reducidos servirá de disculpa a quien la use, de modo bastante más justificable que con las "viejas" armas utilizadas hasta ahora” (45)
Los primeros prototipos se esperaba que estuviesen disponibles entre junio y julio 2006. Lo que curiosamente coincide con los primeros informes de víctimas palestinas a primeros de julio (46).
Los militares reconocen que ya han sido desplegadas a escala pequeña (aunque su despliegue a lo grande esté previsto para el 2008) pero no dicen donde. Una probabilidad es que hayan sido testadas en Palestina.
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Itzak Ben-Israel, antiguo comandante general de la aviación israelí y director del programa israelí de desarrollo de armamento, que sin duda debe saber algo sobre esto, ha dicho:
“Algo lo suficientemente pequeño y preciso que pueda dar sólo en el objetivo identificado, sin ninguna otra víctima involuntaria, desde miles de metros de distancia, cambiaría la guerra, como deseamos” (47).
Pero como siempre sucede con las nuevas armas, a medida que conocemos sus efectos, resulta que no son tan buenas, ni selectivas como nos las presentan: hay algunos detalles confirmados ….
Investigadores italianos tomaron muestras de tejidos de las víctimas en Gaza que fueron analizadas por la Dra. Carmela Vaccaio en la Universidad de Parma. La Dra. Vaccaio informó haber encontrado altas concentraciones de carbón y presencia de cobre, aluminio y tungsteno, concluyendo que podrían estar relacionadas con el tipo de armas llamado DIME.
La Dra. Carmela Vaccaio tras el análisis de las muestras ha declarado que estos resultados "podrían estar de acuerdo con la hipótesis de que el arma en cuestión es DIME".
Esos materiales son aleaciones de tungsteno/níquel/cobalto y tungsteno/níquel/hierro que tienen también capacidades penetrantes. Se conocen como HMTA.
La aleación HMTAS es una mezcla de partículas de varios metales:
tungsteno (91–93%),
níquel (3–5%) y
cobalto (2–4%)
o hierro (2–4%) (48).
La aleación HMTA ha sido propuesta como un reemplazamiento del uranio empobrecido en algunos sistemas de armamento (49).
Discutimos este tema, especialmente en cuanto al tungsteno, en un artículo publicado tras la guerra de Afganistán en la primavera del 2002 (50).
En un artículo del 2005, 3 científicos del ejército USA pertenecientes al Armed Forces Radiobiology Research Institute (AFRRI) advirtieron que “la crítica creciente basada en datos médicos y en análisis políticos de las armas de uranio empujan a utilizar otros materiales” (51)
Esto ya se había advertido en el memorando de Los Álamos el 24 de julio de 1990, justo antes de la guerra del golfo pérsico (52).
Sin embargo estas armas se utilizaron, no solo en esa guerra, sino en las siguientes y se siguen utilizando. La desinformación sobre sus efectos sigue siendo controlada rigurosamente y en consecuencia la oposición a ellas en la población desinformada aún no ha alcanzado su punto crítico.
Los testimonios de los palestinos no parecen corroborarlo, las horribles heridas de victimas civiles tampoco.
“Los efectos producidos resultan más graves que los de las viejas bombas de acero. Se sustituyen pocos cientos de esquirlas por una lacerante nube de partículas incandescentes que penetra, corta y quema a las víctimas hasta los huesos. Al cabo de pocos minutos provocan la necrosis de arterias enteras, y terminan depositándose en el interior del cuerpo sin posibilidad de extracción” (53).
Pero queda lo peor, que son como siempre las consecuencias a largo plazo: Las consecuencias cancerígenas y genotóxicas que algunas investigaciones ya apuntan.
Hemos encontrado que ya había algunas investigaciones científicas disponibles desde antes de que se utilizaran, así que sobran las excusas habituales del tipo “no lo sabíamos”. Veamos algunos ejemplos:
Pruebas realizadas en los laboratorios militares de Maryland han demostrado, una mortalidad del 100% en los cobayas expuestos a los fragmentos de tungsteno; al cabo de 5 meses, todos desarrollan la misma forma rara de cáncer: el rabdosarcoma.
Esta forma rara de cáncer, el rabdosarcoma se ha encontrado frecuentemente en la población iraquí víctima de los efectos de la munición radiactiva utilizada en la guerra del Golfo (54).
John F. Kalinich y colaboradores del Heavy Metals Research Team, del Veterinary Sciences Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, Bethesda, Maryland, USA; y de la 3ª Division of Veterinary Pathology, Walter Reed Army Institute of Research, Silver Spring, Maryland, USA, han implantado en ratas macho intramuscularmente fragmentos de munición (weapons-grade WA), simulando heridas de metralla, 4 fragmentos (considerados como dosis baja) o 20 fragmentos (considerados como dosis alta) de munición en comparación con Tantalum (20 fragmentos ) y níquel, cancerígeno conocido (20 fragmentos ) que sirvieron como controles negativos y positivos respectivamente.
Las ratas con dosis altas desarrollaron tumores extremadamente agresivos alrededor de los fragmentos 4-5 meses después de la implantación.
Los grupos con dosis bajas y con níquel también desarrollaron tumores pero en una tasa menor.
Las ratas a las que se les implantó tantalum, un metal inerte como control, no desarrollaron tumores.
Es destacable que el número de tumores era independiente de la dosis y fue del 100% en ambos grupos.
Los tipos de tumores fueron rabdomiosarcomas pleomórficos de grado elevado diagnosticados mediante exámenes histopatológicos e inmunohistoquímicos. Además los tumores primarios dieron metástasis rápidamente al pulmón.
Por otra parte se detectaron cambios hematológicos de tipo policitemia en el grupo de altas dosis desde el primer mes antes del desarrollo tumoral (55).
Un estudio chino científicamente controlado demuestra que el tungsteno en el agua de beber aumenta la incidencia de los tumores mamarios en las ratas inducidos por N-nitroso-N-methylurea (NMU) significativamente.
Los autores concluyen que el tungsteno es un promotor de la carcinogénesis mamaria (56).
Una relación probable entre el tungsteno y la leucemia ha sido identificada en varios trabajos de medicina medioambiental que están en proceso de discusión.
Existen evidencias científicas de que la fórmula de 9 partes de tungsteno y una parte de níquel y cobalto o hierro daña el ADN incluso si simplemente se mezclan los metales en polvo.
Miller y colaboradores del departamento de Applied Cellular Radiobiology Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, de Bethesda, USA (57) han demostrado experimentalmente que las aleaciones de tungsteno y níquel son agentes cancerígenos aunque en menor medida que el uranio empobrecido (UE). El UE y las aleaciones de tungsteno además son genotóxicos, es decir tóxicos para el material genético (58).
Otro trabajo del mismo autor Miller del Applied Cellular Radiobiology Department con colaboradores del Veterinary Sciences Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute y con colaboradores del Molecular Oncology Branch, Division of Cancer Treatment, National Cancer Institute, National Institutes of Health, Bethesda, USA usando cultivos celulares de osteoblastos (células óseas) humanos han constatado que se producía una transformación tumorogénica por acción de una aleación HMTAs.
El trabajo experimental describe además el mecanismo por el que se induce esta transformación celular cancerígena que implica como mínimo daño directo al material genético y aumento de las aberraciones cromosómicas. El estudio está documentado con más de 40 referencias a otros trabajos científicos citados en el texto (59).
Miller y colaboradores del Applied Cellular Radiobiology Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, Bethesda, USAMolecular Oncology Branch, Division of Cancer Treatment, National Can er Institute, National Institute of Health, Bethesda, USA, han testado la capacidad de generar estrés genético en 30 diferentes líneas celulares de hígado humano con varios tóxicos: uranio empobrecido, metales independientes y sus aleaciones HMTAs compuestas de partículas de tungsteno (91–93%), níquel (3–5%) y cobalto (2–4%).
Han demostando que las aleaciones HMTAs inducen modificaciones genéticas amplificadas sinérgicamente por la mezcla de sus componentes.
Hay una activación de la expresión genética cancerogénica por mecanismos involucrados en la toxicidad y cancerogenicidad tanto del DU como de la aleación HMTAs. Ambos además han demostrado ser genotóxicos y mutagénicos in vitro (60).
La implantación de HMTA en ratones induce cáncer terminal en el 100% de los animales. El polvo de HMTA genera tumores y puede tener efectos genotóxicos.
Como mínimo un experimento ha encontrado un paralelismo en la forma en que el UE y el HMTA atacan el ADN.
1- Los Informes del Progama de las Naciones Unidas Mienten sobre la utilización de armas radiactivas en la guerra del Líbano.
En el boletín anterior (Boletín Armas contra la Guerra nº 135) informamos de que la Campaña sobre las bajas dosis de radiación, LLRC y colaboradores encontraron partículas de oxido de uranio en el Líbano, pero el Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (United Nations Environment Programme, UNEP) no lo ha encontrado (2)
Esto es debido a que utilizan un material de detección que no es adecuado, son incompetentes y probablemente su investigación estaba programada para que diese negativo.
Ver la crítica al informe de la UNEP: Green Audit report "UNEP y armas derivadas de Uranio en el Líbano: No miras, no encuentras" (3) Informe del Green Audit sobre los instrumentos. “Comments of the value of the UNEP survey of Lebanon for weapons-derived Uranium (WDU)”. Dr Chris Busby. Green Audit Occasional Paper 2006/8. Aberystwyth: Diciembre 2006 (3).
Aunque la UNEP sigue negándolo, actualmente se ha encontrado uranio enriquecido en el Líbano, con su firma isotópica característica, en dos cráteres en Khiam, en algunas muestras de tierra, de agua y en filtros de ambulancias de Beirut. Los resultados han sido descritos en dos informes y revisados en un tercer informe que contiene nuevas mediciones en curso de publicación (4).
* Notas:
1- 132. 1- Más pruebas de la presencia de uranio enriquecido en el aire del Líbano tras el reciente conflicto. Green Audit.
2- Informe de la UNEP sobre el Líbano:
UNEP Disasters and Conflicts Programme - Redirect
3- Green Audit "UNEP and Weapons-derived Uranium in Lebanon: Don't look, don't find ": Low Level Radiation Campaign
4- Green Audit “Comments of the value of the UNEP survey of Lebanon for weapons-derived Uranium (WDU)”: http://www.llrc.org/du/subtopic/uneplebinst.pdf
2- Más datos sobre la utilización de nuevas armas en Palestina.
Durante las operaciones del ejército Israelí llamadas "Lluvia de verano" y "Nubes de otoño" desde comienzos de julio comenzaron a llegarnos informes médicos y fotos de palestinos y libaneses horriblemente mutilados que fuimos publicando en nuestros anteriores boletines realizados durante este verano del 2006 y en nuestro reciente libro (1).
http://img580.imageshack.us/img580/3782/piernasdeunpalestinoher.jpg
Foto: Piernas de un palestino herido en Gaza
No conocíamos la interpretación de estos nuevos horrores que sugerían la utilización de los desgraciados habitantes como cobayas de nuevas armas, pero fuimos dando la información a medida que estaba disponible, siempre citando rigurosamente a nuestras fuentes de contrainformación en las referencias de los boletines y del libro.
Había testimonios de médicos desde primeros de Julio 2006 como los del 7 de Julio 2006, publicado en Gulf News del Dr. Al Saqqa, Director del servicio de urgencias del hospital El Shifa en Gaza (2,3)
Según el periódico Israeli Haaretz, estas armas fueron disparadas por drones (aviones sin piloto) en el verano del 2006, la mayoría en Julio (4,5).
Hoy hay nuevos datos e imágenes sobre la utilización de estas armas que los medios de desinformación te ocultan y que debes conocer.
http://img135.imageshack.us/img135/3782/piernasdeunpalestinoher.jpg
Foto: Piernas de un palestino herido en Gaza.
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Se han seguido acumulando más testimonios locales que indican que se utilizan armas no convencionales. Por ejemplo:
“Anwar Abu Houli tiene 43 años y ha trabajado como auxiliar paramédico en Deir el Balah, conduciendo ambulancias durante las incursiones militares. Pero la mañana del 19 de julio, mientras socorre a las víctimas de una explosión entre las callejas del Campo Mughazi, sucede algo: del cielo, probablemente de un drone israelí, cae un artefacto. Planea delante de él con un ligero silbido, no hace ruido ni siquiera cuando toca tierra. De pronto, la detonación: Anwar yace en el suelo, con una pierna cortada a la altura de la tibia, el cuerpo lacerado por microscópicos cortes internos y un polvo que parece que se le queda bajo la piel, quemándolo. Durante el traslado al hospital, el polvo ataca la carne, coagula los vasos sanguíneos, desvitaliza los tejidos como “envejeciéndolos”. Los médicos se sienten impotentes frente a la rápida necrosis y no pueden sino amputar, sin encontrar ninguna esquirla que explique los cortes y las quemaduras.
Anwar Abu Houli es uno de los pocos supervivientes palestinos disponibles para una entrevista. El suyo no es un caso aislado: el mismo día en el hospital de Deir al Balah se registraron otros cinco casos, y en Gaza capital el 26 de julio se contaban 19 mutilados de 50 heridos y 27 muertos: una proporción entre víctimas e inválidos prácticamente equivalente. Porcentajes y síntomas sin precedentes” (6).
Hay numerosos testimonios de médicos palestinos sobre las extrañas heridas halladas en los habitantes de Gaza que sugieren la utilización de armas no convencionales por parte del ejército israelí (7, 8,9,10,11,12).
Los testimonios de los médicos palestinos eran unánimes en describir que se trataba de armas nuevas y que nunca habían visto algo como esto (13,14,15).
La micro-metralla de la nueva arma de Israel “rebana las piernas de sus víctimas, dejando signos de calor y quemaduras cerca del lugar de la amputación”. Es “como si se hubiera utilizado una sierra para cortar hasta el hueso, pero no había ninguna indicación de que el desmembramiento hubiese sido causado por fragmentos de metal”, afirma el Dr. Habas al-Wahid, jefe de la Sala de Urgencias del hospital Shuhada al-Aqsa de Gaza (16).
El Dr. Juma Saka, del hospital Shifa en Gaza ha declarado que los médicos habían encontrado heridas con un pequeño punto de entrada en los cuerpos de los muertos y heridos así como una especie de polvo en los cuerpos y en sus órganos internos.
"El polvo era como fragmentos microscópicos, y probablemente es lo que causó las heridas"(17)
“Observando las fotografías de los palestinos vivos y muertos que han sido víctimas de este artefacto, muchos de los cuales son niños, hemos notado zonas de la piel más oscura sin que ésta esté quemada, que posiblemente son las zonas donde el polvo metálico se introdujo y/o penetró a través de la piel por la fuerza del impacto. El torso de un niño está cubierto de orificios, algunos de los cuales, según los informes de los médicos, probablemente están conectados con heridas de salida en la espalda. La piel y los músculos de una de las víctimas están destrozados formando una pulpa encostrada con sangre, como si hubieran sufrido el impacto de cerca de un pequeño perdigón. Algunos de los cadáveres están irreconocibles (18).
http://img203.imageshack.us/img203/6113/irreconocibles.jpg
Los médicos palestinos como el Doctor Juma al-Saqqa del Hospital Shifa en Gaza, informaron desde el comienzo de que no encontraban fragmentos de metralla con rayos X (19).
Algunos médicos afirman también que extrajeron partículas de las heridas invisibles a los Rayos X (20).
Según la Asociación Merlin (Medical Emergency Relief International), “ el 75% de los heridos necesitaron amputaciones” (21).
http://img267.imageshack.us/img267/8526/el75delosheridosnecesit.jpg
Un hecho importante es que Israel destruyó el único laboratorio de investigación que podría haber hecho el análisis químico de las heridas desde el 27 de junio, aunque no era un objetivo militar (22).
Otro hecho importante es que a nivel internacional nadie movió un dedo para investigar la utilización de estas nuevas armas (23), a pesar de que desde el 3 de agosto incluso la agencia de las Naciones Unidas United Nations Relief and Works Agency (UNRWA) reportó que su Comisionado General Karen AbuZayd había visitado el hospital Al-Saqqa’s y visto a los heridos comentando que “era horrible” (24).
---------- Post added at 09:02 ---------- Previous post was at 09:01 ----------
La OMS consideró emprender una investigación al igual que la asociación médica Physicians for Human Rights–Israel (25).
Pero tampoco tenemos constancia de que se hiciera. Lo que no nos sorprende dada la sumisión comprobada de la OMS al lobby militar-industrial en contra de la salud de todos, que hemos denunciado repetidamente (26).
Las hipótesis sobre la naturaleza de estas armas.
La mayoría de las descripciones médicas y fotos recientes de heridas “extrañas” de Gaza parecen indicar que se han utilizado las armas conocidas como Explosivos de Metal Denso Inerte (Dense Inert Metal Explosives DIME (27).
Incluso en el periódico israelí Haaretz, el periodista Meron Rappaport planteó en octubre que se podrían estar utilizando armas DIME en Palestina, al mismo tiempo que denunciaba la utilización de armas de uranio en el Líbano citando las investigaciones de la LLRC de las que ya informamos en el anterior boletín nº 63 (28).
Inmediatamente los portavoces del ejército israelí replicaron desmintiendo todo, pero añadiendo prudentemente que «por razones evidentes, Tsahal no entra en los detalles en lo que concierne a sus propios armamentos y a la utilización que está haciendo de ellos» (29)
Además, desde mediados de octubre del 2006 investigadores universitarios italianos reportaron evidencias forenses de que se trataba de armas nuevas, con análisis en mano que describían los metales encontrados, cuyos resultados damos más adelante.
En las referencias que he encontrado en español sobre estas armas hay errores importantes. Por ejemplo se les atribuye ser radiactivas, se hacen comparaciones con el uranio enriquecidos, se dice que son más potentes, etc.
Pero también hay excelentes artículos como el del investigador independiente James Brooks que mantiene un centro de contrainformación Web llamado : Vermonters for a Just Peace in Palestine/Israel (30), que está bien documentado (con 48 referencias citadas) (31).
Hay muchos otros artículos de divulgación entre los que destaca el de Annalena di Giovanni del diario italiano Il Manifesto que ha sido ampliamente reproducidos en las web francesas y españolas que he analizado exhaustivamente (32).
También ha tenido mucha difusión un documental de la RAI que recoge el trabajo de investigadores italianos sobre las muestras de tejidos de las víctimas que analizamos mas adelante. El documental filmado de la investigación está disponible (33).
El documental fue realizado por los mismos periodistas que informaron en otro que Estados Unidos utilizó fósforo como arma ofensiva durante ataques a Fallujah (34, 35).
Así que todo parece apuntar a las armas denominadas Dense Inert Metal Explosives (DIME) desarrolladas por el ejército norteamericano, en el US Air Force Research Laboratory (36).
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¿Qué son y cómo actúan las armas DIME?
Según la documentación de que dispongo actualmente, las armas DIME en su actual versión, son básicamente bombas ligeras y de dimensiones reducidas lanzadas por un avión dron pilotado a distancia. La bomba lleva una envoltura de fibra de carbono llena de una aleación de tungsteno con otros metales como el níquel, el cobalto o el hierro y por supuesto lleva además explosivos no identificados.
Los metales, especialmente el tungsteno, se expanden en forma de pequeñas partículas durante la explosión a temperaturas muy altas en un radio de pocos metros.
La nube desgarradora de micrometralla incandescente penetra, corta como microbisturís y quema los tejidos hasta los huesos. En unos minutos la carne se necrosa. En el hospital no hay ninguna posibilidad de extraer los fragmentos invisibles. En el mejor de los casos la única solución es la amputación que deja a las víctimas inválidas para siempre, pero en la mayoría las heridas se complican y ocasionan una muerte horrible.
“A partir de las peticiones de la marina y las fuerzas aéreas norteamericanas, con posible cooperación militar israelí, en 2003 la Boeing se adjudicó la contratación para proyectar las "small diameter bomb" (bombas de pequeño diámetro), artefactos que no debían superar los 90 kilos de peso y el metro y medio de largo. Gracias a ingentes fondos del Departamento de Defensa norteamericano (inversiones duplicadas en 2004) los primeros prototipos estaban ya disponibles para la experimentación sobre el terreno a partir de mayo de 2006, y ya desde el pasado septiembre están disponibles, al parecer, en los arsenales militares. Con una variante respecto de las municiones tradicionales: el Dense Inert Metal Explosive (DIME), es el último hallazgo en cuestión de letalidad concentrada.
El DIME está formado por una carga interna hecha de aleación de tungsteno (material de las bombillas, para que se entienda su conducción y reactividad). Libera en el aire un polvo incandescente que agrede el objetivo con una cierta angulación provocando innumerables cortes y heridas, y sin superar los 4 metros de alcance. Esta carga inerte se combina con un envoltorio externo en fibra de carbono, más ligero y barato que el metal, invisible a los rayos X. Al explotar, se pulveriza en micropartículas sin producir esquirlas. Aun siendo capaz de perforar el hormigón, la fibra de carbono no ofrece excesiva resistencia a la detonación del explosivo contenido, aumentando de hecho su eficacia, hasta el punto de que los primeros prototipos destruyeron los instrumentos de medición de los laboratorios militares. Además, un DIME sería capaz de seguir al propio objetivo móvil gracias a su propia ligereza y a un sistema de control GPS.
Así pues: alta precisión, explosión limitada, nada de esquirla.” (37)
Las armas DIME forman parte del programa de Municiones de Letalidad Focalizada de la Fuerza Aérea (Air Force’s Focused Lethality Munitions (FLM) Program), y su función oficialmente consiste en permitir cazar a los "terroristas" dondequiera que se encuentren, aún en lugares "que están fuera del campo de batalla".
Previstas para su despliegue en 2008, las bombas DIME producen una potente explosión en un área relativamente pequeña difundiendo materiales supercalientes de una aleación de tungsteno en forma de “micro-metralla” (HMTA).
Según Defense-Tech de Estados-Unidos, "el resultado es una explosión increíblemente destructora en un pequeño sector que produce mucho mas daño que un explosivo puro. El impacto de la micrometralla causa un efecto parecido a una onda de choque pero más poderoso" (38)
La US Air Force se refiere a este tipo de armas como FLM (Focused Lethality Munitions) que han sido creadas con la excusa humanitaria de apuntar selectivamente a terroristas según unas declaraciones oficiales (39, 40, 41).
Según los militares sus recubrimientos de fibra de carbono hacen que “esté disponible ... una mayor cantidad de energía ... en forma de explosión, si se lo compara con un recubrimiento de acero”. El carbono se supone que se descompone en “miles de fibras inofensivas”, evitando bajas no deseadas causadas por la metralla del recubrimiento que pueda volar grandes distancias (42).
Resulta irónico que las fibras de carbono que pueden atravesar el hormigón armado sean presentadas por los militares como “inofensivas”.
La “huella” de una explosión DIME es mucho más pequeña que la de una bomba convencional, ya que la gravedad y la resistencia del aire arrastran rápidamente al suelo la “micrometralla” en forma de polvo fino. Se dice que el radio de impacto es tan pequeño como 7,5 metros (43, 44).
Una excusa perfecta… pero cuestionable como denuncia acertadamente Annalena di Giovanni en el diario italiano Il Manifesto.
“ El ideal de “Letalidad Concentrada” consiste en matar eficazmente a todos los seres humanos dentro de la zona de impacto –de una forma u otra. Es la “guerra total” en un círculo de 15 a 30 metros, en el que las muertes no se admiten como colaterales.
La diferencia de las municiones de letalidad concentrada podría residir precisamente en la justificación moral sugerida por los promotores mismos: el presunto interés de limitar los daños colaterales. Difícil, en virtud del derecho humanitario, prohibir el uso de estas municiones, devastadoras de hecho y, sin embargo, presentadas como reducidas, limitadas sólo a los "terroristas". El DIME, barato y ligero, se podría arrojar en zonas densamente pobladas, en cantidad cuatro veces superior, provocando los efectos registrados en Gaza (ni civiles, ni mujeres, ni niños se han librado). Por lo tanto, su propia definición de arma de daños reducidos servirá de disculpa a quien la use, de modo bastante más justificable que con las "viejas" armas utilizadas hasta ahora” (45)
Los primeros prototipos se esperaba que estuviesen disponibles entre junio y julio 2006. Lo que curiosamente coincide con los primeros informes de víctimas palestinas a primeros de julio (46).
Los militares reconocen que ya han sido desplegadas a escala pequeña (aunque su despliegue a lo grande esté previsto para el 2008) pero no dicen donde. Una probabilidad es que hayan sido testadas en Palestina.
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Itzak Ben-Israel, antiguo comandante general de la aviación israelí y director del programa israelí de desarrollo de armamento, que sin duda debe saber algo sobre esto, ha dicho:
“Algo lo suficientemente pequeño y preciso que pueda dar sólo en el objetivo identificado, sin ninguna otra víctima involuntaria, desde miles de metros de distancia, cambiaría la guerra, como deseamos” (47).
Pero como siempre sucede con las nuevas armas, a medida que conocemos sus efectos, resulta que no son tan buenas, ni selectivas como nos las presentan: hay algunos detalles confirmados ….
Investigadores italianos tomaron muestras de tejidos de las víctimas en Gaza que fueron analizadas por la Dra. Carmela Vaccaio en la Universidad de Parma. La Dra. Vaccaio informó haber encontrado altas concentraciones de carbón y presencia de cobre, aluminio y tungsteno, concluyendo que podrían estar relacionadas con el tipo de armas llamado DIME.
La Dra. Carmela Vaccaio tras el análisis de las muestras ha declarado que estos resultados "podrían estar de acuerdo con la hipótesis de que el arma en cuestión es DIME".
Esos materiales son aleaciones de tungsteno/níquel/cobalto y tungsteno/níquel/hierro que tienen también capacidades penetrantes. Se conocen como HMTA.
La aleación HMTAS es una mezcla de partículas de varios metales:
tungsteno (91–93%),
níquel (3–5%) y
cobalto (2–4%)
o hierro (2–4%) (48).
La aleación HMTA ha sido propuesta como un reemplazamiento del uranio empobrecido en algunos sistemas de armamento (49).
Discutimos este tema, especialmente en cuanto al tungsteno, en un artículo publicado tras la guerra de Afganistán en la primavera del 2002 (50).
En un artículo del 2005, 3 científicos del ejército USA pertenecientes al Armed Forces Radiobiology Research Institute (AFRRI) advirtieron que “la crítica creciente basada en datos médicos y en análisis políticos de las armas de uranio empujan a utilizar otros materiales” (51)
Esto ya se había advertido en el memorando de Los Álamos el 24 de julio de 1990, justo antes de la guerra del golfo pérsico (52).
Sin embargo estas armas se utilizaron, no solo en esa guerra, sino en las siguientes y se siguen utilizando. La desinformación sobre sus efectos sigue siendo controlada rigurosamente y en consecuencia la oposición a ellas en la población desinformada aún no ha alcanzado su punto crítico.
¿Son estas armas humanitarias?
Los testimonios de los palestinos no parecen corroborarlo, las horribles heridas de victimas civiles tampoco.
“Los efectos producidos resultan más graves que los de las viejas bombas de acero. Se sustituyen pocos cientos de esquirlas por una lacerante nube de partículas incandescentes que penetra, corta y quema a las víctimas hasta los huesos. Al cabo de pocos minutos provocan la necrosis de arterias enteras, y terminan depositándose en el interior del cuerpo sin posibilidad de extracción” (53).
Pero queda lo peor, que son como siempre las consecuencias a largo plazo: Las consecuencias cancerígenas y genotóxicas que algunas investigaciones ya apuntan.
Hemos encontrado que ya había algunas investigaciones científicas disponibles desde antes de que se utilizaran, así que sobran las excusas habituales del tipo “no lo sabíamos”. Veamos algunos ejemplos:
Pruebas realizadas en los laboratorios militares de Maryland han demostrado, una mortalidad del 100% en los cobayas expuestos a los fragmentos de tungsteno; al cabo de 5 meses, todos desarrollan la misma forma rara de cáncer: el rabdosarcoma.
Esta forma rara de cáncer, el rabdosarcoma se ha encontrado frecuentemente en la población iraquí víctima de los efectos de la munición radiactiva utilizada en la guerra del Golfo (54).
John F. Kalinich y colaboradores del Heavy Metals Research Team, del Veterinary Sciences Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, Bethesda, Maryland, USA; y de la 3ª Division of Veterinary Pathology, Walter Reed Army Institute of Research, Silver Spring, Maryland, USA, han implantado en ratas macho intramuscularmente fragmentos de munición (weapons-grade WA), simulando heridas de metralla, 4 fragmentos (considerados como dosis baja) o 20 fragmentos (considerados como dosis alta) de munición en comparación con Tantalum (20 fragmentos ) y níquel, cancerígeno conocido (20 fragmentos ) que sirvieron como controles negativos y positivos respectivamente.
Las ratas con dosis altas desarrollaron tumores extremadamente agresivos alrededor de los fragmentos 4-5 meses después de la implantación.
Los grupos con dosis bajas y con níquel también desarrollaron tumores pero en una tasa menor.
Las ratas a las que se les implantó tantalum, un metal inerte como control, no desarrollaron tumores.
Es destacable que el número de tumores era independiente de la dosis y fue del 100% en ambos grupos.
Los tipos de tumores fueron rabdomiosarcomas pleomórficos de grado elevado diagnosticados mediante exámenes histopatológicos e inmunohistoquímicos. Además los tumores primarios dieron metástasis rápidamente al pulmón.
Por otra parte se detectaron cambios hematológicos de tipo policitemia en el grupo de altas dosis desde el primer mes antes del desarrollo tumoral (55).
Un estudio chino científicamente controlado demuestra que el tungsteno en el agua de beber aumenta la incidencia de los tumores mamarios en las ratas inducidos por N-nitroso-N-methylurea (NMU) significativamente.
Los autores concluyen que el tungsteno es un promotor de la carcinogénesis mamaria (56).
Una relación probable entre el tungsteno y la leucemia ha sido identificada en varios trabajos de medicina medioambiental que están en proceso de discusión.
Existen evidencias científicas de que la fórmula de 9 partes de tungsteno y una parte de níquel y cobalto o hierro daña el ADN incluso si simplemente se mezclan los metales en polvo.
Miller y colaboradores del departamento de Applied Cellular Radiobiology Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, de Bethesda, USA (57) han demostrado experimentalmente que las aleaciones de tungsteno y níquel son agentes cancerígenos aunque en menor medida que el uranio empobrecido (UE). El UE y las aleaciones de tungsteno además son genotóxicos, es decir tóxicos para el material genético (58).
Otro trabajo del mismo autor Miller del Applied Cellular Radiobiology Department con colaboradores del Veterinary Sciences Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute y con colaboradores del Molecular Oncology Branch, Division of Cancer Treatment, National Cancer Institute, National Institutes of Health, Bethesda, USA usando cultivos celulares de osteoblastos (células óseas) humanos han constatado que se producía una transformación tumorogénica por acción de una aleación HMTAs.
El trabajo experimental describe además el mecanismo por el que se induce esta transformación celular cancerígena que implica como mínimo daño directo al material genético y aumento de las aberraciones cromosómicas. El estudio está documentado con más de 40 referencias a otros trabajos científicos citados en el texto (59).
Miller y colaboradores del Applied Cellular Radiobiology Department, Armed Forces Radiobiology Research Institute, Bethesda, USAMolecular Oncology Branch, Division of Cancer Treatment, National Can er Institute, National Institute of Health, Bethesda, USA, han testado la capacidad de generar estrés genético en 30 diferentes líneas celulares de hígado humano con varios tóxicos: uranio empobrecido, metales independientes y sus aleaciones HMTAs compuestas de partículas de tungsteno (91–93%), níquel (3–5%) y cobalto (2–4%).
Han demostando que las aleaciones HMTAs inducen modificaciones genéticas amplificadas sinérgicamente por la mezcla de sus componentes.
Hay una activación de la expresión genética cancerogénica por mecanismos involucrados en la toxicidad y cancerogenicidad tanto del DU como de la aleación HMTAs. Ambos además han demostrado ser genotóxicos y mutagénicos in vitro (60).
La implantación de HMTA en ratones induce cáncer terminal en el 100% de los animales. El polvo de HMTA genera tumores y puede tener efectos genotóxicos.
Como mínimo un experimento ha encontrado un paralelismo en la forma en que el UE y el HMTA atacan el ADN.