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Israel intercepta convoy de ayuda humanitaria, muertos y varios heridos
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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 909659" data-attributes="member: 7964"><p><strong><span style="font-size: 15px">Cuando la fuerza es perjudicial.</span></strong></p><p></p><p><strong><em>Por AMOS OZ* - ESPECIAL PARA CLARIN </em></strong></p><p></p><p>Durante dos mil años, los judíos conocieron el poder de la fuerza únicamente a través de los latigazos sobre sus espaldas. Pero ahora, desde hace varias décadas ya, hemos estado en condiciones de esgrimir la fuerza por nosotros mismos; y este poder nos intoxicó una y otra vez.</p><p>En el período previo a la fundación de Israel, gran parte de la población judía de Palestina –en especial, los miembros del grupo nacionalista extremista Irgun– pensaba que la fuerza militar podía ser usada para lograr cualquier objetivo, expulsar a los británicos del país y repeler a los árabes que se oponían a la creación de nuestro estado.</p><p>Afortunadamente, durante los primeros años de vida del Estado de Israel, primeros ministros como David Ben Gurion y Levi Eshkol fueron muy conscientes de que la fuerza tiene sus límites y se cuidaron de usarla nada más que como último recurso. Pero desde la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel está obsesionado con la fuerza militar. El proverbio dice que para un hombre con un martillo grande, cualquier problema parece menor.</p><p>El sitio desplegado sobre la Franja de Gaza que ejerce Israel y la violenta interceptación este último lunes de naves de civiles que trasladaban ayuda humanitaria al lugar son los horribles derivados de este mantra que sostiene que lo que no se puede hacer por la fuerza se puede lograr con una fuerza aún mayor. Esta visión se origina en la equivocada presunción de que el control que ejerce Hamas en Gaza puede concluirse por la fuerza de las armas o, en términos más generales, que e l problema palestino puede ser aplastado en lugar de solucionado.</p><p>Pero Hamas no es tan sólo una organización terrorista.</p><p>Hamas es una idea , una idea fanática y desesperada que surgió de la desolación y frustración de muchos palestinos. Ninguna idea ha sido derrotada alguna vez por efecto de la fuerza, ni por un sitio ni por un bombardeo y tampoco pudo ser aplastada por tanques o comandos marinos. Para derrotar una idea, es preciso ofrecer otra que sea mejor, más atractiva y aceptable.</p><p>Por ende, la única forma como Israel podría eliminar a Hamas será a través de un rápido acuerdo con los palestinos sobre el establecimiento de un Estado independiente en Gaza y Cisjordania tal como fue definido por las fronteras de 1967, con su capital en Jerusalén Oriental. Israel tiene que firmar un acuerdo de paz con el presidente Mahmud Abbas y su gobierno Fatah en Cisjordania. Al hacerlo, reduciría por tanto el conflicto palestino israelí a un conflicto entre Israel y Cisjordania. Este último conflicto, a su vez, podría resolverse nada más que negociando con Hamas o, de manera más razonable, a través de la integración de Fatah con Hamas.</p><p>Aun si Israel confisca otros 100 buques en camino a Gaza, aun si envía tropas a ocupar Cisjordania cien veces más, e independientemente de las veces que Israel despliegue su poder militar, policíaco y encubierto, la fuerza no puede resolver el problema de que no estamos solos en este territorio y que los palestinos no están solos en esta tierra. No estamos solos en Jerusalén y los palestinos no están solos tampoco en Jerusalén. Hasta tanto los israelíes y los palestinos reconozcan las consecuencias lógicas de este simple acto, todos viviremos en un permanente estado de sitio: Gaza bajo el sitio israelí e Israel bajo un sitio árabe e internacional.</p><p>No descuento la importancia de la fuerza. ¡Ay del país que pasa por alto la eficacia de la fuerza! Sin ella, Israel no podría sobrevivir ni un solo día.</p><p>Pero no podemos permitirnos olvidar, ni siquiera por un instante, que la fuerza es efectiva nada más que como medida de prevención –para prevenir la destrucción y conquista de Israel, para proteger a nuestras vidas y libertad. </p><p>Todo intento para usar la fuerza no como una medida preventiva, o de autodefensa, sino como un medio para destrozar los problemas y acallar asimismo las ideas, conducirá a más desastres, como el que nos creamos en aguas internacionales, frente a las costas de Gaza.</p><p></p><p><strong>*Amos Oz es un escritor israelí. (c) The New York Times y Clarín.</strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 909659, member: 7964"] [B][SIZE="4"]Cuando la fuerza es perjudicial.[/SIZE][/B] [B][I]Por AMOS OZ* - ESPECIAL PARA CLARIN [/I][/B] Durante dos mil años, los judíos conocieron el poder de la fuerza únicamente a través de los latigazos sobre sus espaldas. Pero ahora, desde hace varias décadas ya, hemos estado en condiciones de esgrimir la fuerza por nosotros mismos; y este poder nos intoxicó una y otra vez. En el período previo a la fundación de Israel, gran parte de la población judía de Palestina –en especial, los miembros del grupo nacionalista extremista Irgun– pensaba que la fuerza militar podía ser usada para lograr cualquier objetivo, expulsar a los británicos del país y repeler a los árabes que se oponían a la creación de nuestro estado. Afortunadamente, durante los primeros años de vida del Estado de Israel, primeros ministros como David Ben Gurion y Levi Eshkol fueron muy conscientes de que la fuerza tiene sus límites y se cuidaron de usarla nada más que como último recurso. Pero desde la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel está obsesionado con la fuerza militar. El proverbio dice que para un hombre con un martillo grande, cualquier problema parece menor. El sitio desplegado sobre la Franja de Gaza que ejerce Israel y la violenta interceptación este último lunes de naves de civiles que trasladaban ayuda humanitaria al lugar son los horribles derivados de este mantra que sostiene que lo que no se puede hacer por la fuerza se puede lograr con una fuerza aún mayor. Esta visión se origina en la equivocada presunción de que el control que ejerce Hamas en Gaza puede concluirse por la fuerza de las armas o, en términos más generales, que e l problema palestino puede ser aplastado en lugar de solucionado. Pero Hamas no es tan sólo una organización terrorista. Hamas es una idea , una idea fanática y desesperada que surgió de la desolación y frustración de muchos palestinos. Ninguna idea ha sido derrotada alguna vez por efecto de la fuerza, ni por un sitio ni por un bombardeo y tampoco pudo ser aplastada por tanques o comandos marinos. Para derrotar una idea, es preciso ofrecer otra que sea mejor, más atractiva y aceptable. Por ende, la única forma como Israel podría eliminar a Hamas será a través de un rápido acuerdo con los palestinos sobre el establecimiento de un Estado independiente en Gaza y Cisjordania tal como fue definido por las fronteras de 1967, con su capital en Jerusalén Oriental. Israel tiene que firmar un acuerdo de paz con el presidente Mahmud Abbas y su gobierno Fatah en Cisjordania. Al hacerlo, reduciría por tanto el conflicto palestino israelí a un conflicto entre Israel y Cisjordania. Este último conflicto, a su vez, podría resolverse nada más que negociando con Hamas o, de manera más razonable, a través de la integración de Fatah con Hamas. Aun si Israel confisca otros 100 buques en camino a Gaza, aun si envía tropas a ocupar Cisjordania cien veces más, e independientemente de las veces que Israel despliegue su poder militar, policíaco y encubierto, la fuerza no puede resolver el problema de que no estamos solos en este territorio y que los palestinos no están solos en esta tierra. No estamos solos en Jerusalén y los palestinos no están solos tampoco en Jerusalén. Hasta tanto los israelíes y los palestinos reconozcan las consecuencias lógicas de este simple acto, todos viviremos en un permanente estado de sitio: Gaza bajo el sitio israelí e Israel bajo un sitio árabe e internacional. No descuento la importancia de la fuerza. ¡Ay del país que pasa por alto la eficacia de la fuerza! Sin ella, Israel no podría sobrevivir ni un solo día. Pero no podemos permitirnos olvidar, ni siquiera por un instante, que la fuerza es efectiva nada más que como medida de prevención –para prevenir la destrucción y conquista de Israel, para proteger a nuestras vidas y libertad. Todo intento para usar la fuerza no como una medida preventiva, o de autodefensa, sino como un medio para destrozar los problemas y acallar asimismo las ideas, conducirá a más desastres, como el que nos creamos en aguas internacionales, frente a las costas de Gaza. [B]*Amos Oz es un escritor israelí. (c) The New York Times y Clarín.[/B] [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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