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La artilleria naval en tiempos de Nelson
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<blockquote data-quote="Shadow" data-source="post: 561417" data-attributes="member: 158"><p>Continua...</p><p></p><p><strong>No te cruces en mi camino</strong></p><p></p><p>Las naves, sin importar su nacionalidad, en general tenían formas muy similares, era fácil en medio de la niebla de la batalla confundir a un buque amigo con un enemigo, se utilizaron desde banderas hasta colores particulares, pero siempre con incierto resultado; por ejemplo, la mayoría de los barcos británicos en tiempos de Nelson llevaban un “escaqueado” especial : el casco tenia una franja amarilla al la altura de cada una de las troneras y las tapas de estas estaban pintadas de negro de modo que al cerrarse, la pintura formaba un diseño a cuadros.</p><p></p><p></p><p><strong>A sangre y fuego</strong></p><p></p><p>Desde el punto de vista de los artilleros, una vez disparado el cañón, tenían que apresurarse para volver a hacer fuego, pero las descargas enemigas podían interrumpir estos preparativos de muchas maneras. Los miembros de la dotación de artilleros podían ser muertos o quedar fuera de combate por la acción de balas, astillas o fragmentos de proyectiles; podía interrumpirse la cadena de aprovisionamiento de pólvora, ser dañado o desmontado el cañón (sacado de un golpe el caño de la cureña de madera), y podían romperse los instrumentos de madera utilizados para operar la pieza. Si los artilleros conseguían un ritmo suficientemente rápido de fuego, podían de hecho impedir que los artilleros enemigos completaran el ciclo de cargado y disparo, o incluso expulsarlos de sus cañones y logar así que el barco enemigo dejara de responder al ataque.</p><p>En todas las cubiertas de baterías de aquellos barcos que se encontraban en medio del conflicto, los marineros luchaban bajo un sofocante olor a pólvora, sangre, sudor y piel desgarrada y carbonizada. Por todas partes el hedor penetrante, repulsivo y contagioso del vomito añadía amargor a los vahos, lo que a su vez volvía difícil para los hombres contener las arcadas. A pesar de haberse quitado las camisas antes de iniciar la batalla, el calor de los cañones en el restringido espacio era intolerable. Muchos hombres estaban ennegrecidos por el humo y cubiertos de polvo, surcados por los ríos de sudor que bajaban a mares por el rostro y el torso. En las hacinadas cubiertas de baterías, el estruendo de la batalla se sentía tanto como se oía: una sensación enloquecedora de presión en el cráneo, que se sumaba la impresión de aturdimiento inducida por el fragor ensordecedor y la reducida visibilidad.</p><p>Mover los cañones se volvía cada vez más difícil, a medida que los hombres iban perdiendo el equilibrio en la superficie resbaladiza. Aunque se había esparcido arena sobre las cubiertas para reducir lo mas posible la posibilidad de resbalar o deslizarse mientras se tiraba de los cañones para ponerlos en posición, y muchos hombres trabajaban descalzos para tener mejor agarre, llegaba un punto en que la arena no daba abasto para la cantidad de sangre, y la cubierta quedaba resbaladiza por los jirones de carne deshecha. A medida que iban bajándose las victimas, cada uno tenia que trabajar más para compensar la cantidad cada vez menor de hombres de cada grupo de artilleros, y luego de la batalla muchos de los sobrevivientes padecerían de hernias por las que mas tarde debieron recibir tratamiento. La velocidad de los disparos inevitablemente disminuía, pero a distancias cortas la exactitud no era tanto un problema. Los extenuados artilleros se esforzaban en cambio por mantener un ritmo constante.</p><p>Una vez que el cañón disparaba, el retroceso lo lanzaba hacia atrás de la tronera contra la soga del braguero, que pasaba por detrás del arma y a través de aros de metal fijados a cada lado de la tronera. Cuando las piezas de artillería se recalentaban por los continuos disparos, el retroceso era mas violento, levantando la cureña del cañón del piso de la cubierta, a veces tan alto que el arma golpeaba los maderos de la cubierta de arriba. Semejantes retrocesos tan potentes volvían a los cañones un peligro para los mismos artilleros que los manejaban, y el estruendo de los cartuchos que caían hacia atrás sobre la cubierta se sumaba a la catarata ensordecedora de ruidos. Si los cabos de los bragueros eran demasiado débiles, o habían comenzado a pudrirse, se rompían bajo la potencia de semejantes culatazos, y el cañón que salía volando libre hacia atrás provocaba graves daños en quienquiera encontrara en su camino.</p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img365.imageshack.us/img365/9928/belleislepu5705va2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p><span style="font-size: 9px"><em>El buque britanico Belleisle completamente desarbolado por los disparos enemigos durante la batalla de Trafalgar, flota a merced de las olas, impotente y sin rumbo, en las margenes de la zona de conflicto.</em></span></p><p></p><p>El fuego de la artillería era devastador, porque las balas de cañón atravesaban cuantas personas se interpusiesen en su camino. Cuando una bala golpeaba cualquier cosa hecha de madera, las astillas que despedía eran tan mortales como las balas de mosquete; cuando se reducía la cantidad de pólvora con la intención de hacer que el proyectil atravesara solo un costado del barco, esta podía rebotar en el espacio cerrado de la cubierta provocando el mayor daño posible. Cualquiera que hubiese sido golpeado por una bala de cañón rara vez sobrevivía, aunque había casos en que la bala solo rozaba a alguien al pasar; en esa contingencia la bala estaba tan caliente que con frecuencia provocaba que las ropas se incendiaran e invariablemente dejaba a esa persona con quemaduras graves. Ocasionalmente el shock provocado por la onda de presión que generaba una bala al pasar podía matar instantáneamente a una persona, sin dejar ninguna marca en su cuerpo.</p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img529.imageshack.us/img529/4056/1zbrunswicklevengeurachsu2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p><span style="font-size: 9px"><em>El Brunswick (centro) combatiendo contra el Le Vengeur y el Achille, en la batalla anglo-francesa del 1 de julio de 1794. En aquella época, la marina británica había introducido la carronada para la lucha a corta distancia.</em></span></p><p></p><p>Los breves pero feroces conflictos del principio de la batalla generalmente se transformaban en pruebas de resistencia, la clave de la victoria reposaba en la práctica, la pericia y el adiestramiento de los marinos intervinientes.</p><p></p><p></p><p></p><p><strong>Bibliografía</strong></p><p></p><p>-Navíos y veleros, Historia, modelos y técnicas </p><p>Volumen 1 fascículo 6</p><p>La artillería en la época de las “bordadas”</p><p>Editorial Planeta de Agostini </p><p>-Roy Adkins, Trafalgar. Biografía de una batalla</p><p>Editorial Planeta</p><p>-Patrick O'Brian, Hombres de mar y guerra. “La armada en tiempos de Nelson”</p><p>Editorial Edhasa (Tierra Incógnita)</p><p>-Trafalgar, antesala de Waterloo, colección grandes batallas de la Historia,</p><p> Editorial Planeta</p><p></p><p><strong>Algunos sitios Web:</strong></p><p></p><p><a href="http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/ArtilleriaMarinaSXVIII.htm">http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/ArtilleriaMarinaSXVIII.htm</a></p><p><a href="http://www.armada15001900.net/">http://www.armada15001900.net/</a></p><p></p><p></p><p></p><p>Saludos</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Shadow, post: 561417, member: 158"] Continua... [B]No te cruces en mi camino[/B] Las naves, sin importar su nacionalidad, en general tenían formas muy similares, era fácil en medio de la niebla de la batalla confundir a un buque amigo con un enemigo, se utilizaron desde banderas hasta colores particulares, pero siempre con incierto resultado; por ejemplo, la mayoría de los barcos británicos en tiempos de Nelson llevaban un “escaqueado” especial : el casco tenia una franja amarilla al la altura de cada una de las troneras y las tapas de estas estaban pintadas de negro de modo que al cerrarse, la pintura formaba un diseño a cuadros. [B]A sangre y fuego[/B] Desde el punto de vista de los artilleros, una vez disparado el cañón, tenían que apresurarse para volver a hacer fuego, pero las descargas enemigas podían interrumpir estos preparativos de muchas maneras. Los miembros de la dotación de artilleros podían ser muertos o quedar fuera de combate por la acción de balas, astillas o fragmentos de proyectiles; podía interrumpirse la cadena de aprovisionamiento de pólvora, ser dañado o desmontado el cañón (sacado de un golpe el caño de la cureña de madera), y podían romperse los instrumentos de madera utilizados para operar la pieza. Si los artilleros conseguían un ritmo suficientemente rápido de fuego, podían de hecho impedir que los artilleros enemigos completaran el ciclo de cargado y disparo, o incluso expulsarlos de sus cañones y logar así que el barco enemigo dejara de responder al ataque. En todas las cubiertas de baterías de aquellos barcos que se encontraban en medio del conflicto, los marineros luchaban bajo un sofocante olor a pólvora, sangre, sudor y piel desgarrada y carbonizada. Por todas partes el hedor penetrante, repulsivo y contagioso del vomito añadía amargor a los vahos, lo que a su vez volvía difícil para los hombres contener las arcadas. A pesar de haberse quitado las camisas antes de iniciar la batalla, el calor de los cañones en el restringido espacio era intolerable. Muchos hombres estaban ennegrecidos por el humo y cubiertos de polvo, surcados por los ríos de sudor que bajaban a mares por el rostro y el torso. En las hacinadas cubiertas de baterías, el estruendo de la batalla se sentía tanto como se oía: una sensación enloquecedora de presión en el cráneo, que se sumaba la impresión de aturdimiento inducida por el fragor ensordecedor y la reducida visibilidad. Mover los cañones se volvía cada vez más difícil, a medida que los hombres iban perdiendo el equilibrio en la superficie resbaladiza. Aunque se había esparcido arena sobre las cubiertas para reducir lo mas posible la posibilidad de resbalar o deslizarse mientras se tiraba de los cañones para ponerlos en posición, y muchos hombres trabajaban descalzos para tener mejor agarre, llegaba un punto en que la arena no daba abasto para la cantidad de sangre, y la cubierta quedaba resbaladiza por los jirones de carne deshecha. A medida que iban bajándose las victimas, cada uno tenia que trabajar más para compensar la cantidad cada vez menor de hombres de cada grupo de artilleros, y luego de la batalla muchos de los sobrevivientes padecerían de hernias por las que mas tarde debieron recibir tratamiento. La velocidad de los disparos inevitablemente disminuía, pero a distancias cortas la exactitud no era tanto un problema. Los extenuados artilleros se esforzaban en cambio por mantener un ritmo constante. Una vez que el cañón disparaba, el retroceso lo lanzaba hacia atrás de la tronera contra la soga del braguero, que pasaba por detrás del arma y a través de aros de metal fijados a cada lado de la tronera. Cuando las piezas de artillería se recalentaban por los continuos disparos, el retroceso era mas violento, levantando la cureña del cañón del piso de la cubierta, a veces tan alto que el arma golpeaba los maderos de la cubierta de arriba. Semejantes retrocesos tan potentes volvían a los cañones un peligro para los mismos artilleros que los manejaban, y el estruendo de los cartuchos que caían hacia atrás sobre la cubierta se sumaba a la catarata ensordecedora de ruidos. Si los cabos de los bragueros eran demasiado débiles, o habían comenzado a pudrirse, se rompían bajo la potencia de semejantes culatazos, y el cañón que salía volando libre hacia atrás provocaba graves daños en quienquiera encontrara en su camino. [URL=http://imageshack.us][IMG]http://img365.imageshack.us/img365/9928/belleislepu5705va2.jpg[/IMG][/URL] [SIZE="1"][I]El buque britanico Belleisle completamente desarbolado por los disparos enemigos durante la batalla de Trafalgar, flota a merced de las olas, impotente y sin rumbo, en las margenes de la zona de conflicto.[/I][/SIZE] El fuego de la artillería era devastador, porque las balas de cañón atravesaban cuantas personas se interpusiesen en su camino. Cuando una bala golpeaba cualquier cosa hecha de madera, las astillas que despedía eran tan mortales como las balas de mosquete; cuando se reducía la cantidad de pólvora con la intención de hacer que el proyectil atravesara solo un costado del barco, esta podía rebotar en el espacio cerrado de la cubierta provocando el mayor daño posible. Cualquiera que hubiese sido golpeado por una bala de cañón rara vez sobrevivía, aunque había casos en que la bala solo rozaba a alguien al pasar; en esa contingencia la bala estaba tan caliente que con frecuencia provocaba que las ropas se incendiaran e invariablemente dejaba a esa persona con quemaduras graves. Ocasionalmente el shock provocado por la onda de presión que generaba una bala al pasar podía matar instantáneamente a una persona, sin dejar ninguna marca en su cuerpo. [URL=http://imageshack.us][IMG]http://img529.imageshack.us/img529/4056/1zbrunswicklevengeurachsu2.jpg[/IMG][/URL] [SIZE="1"][I]El Brunswick (centro) combatiendo contra el Le Vengeur y el Achille, en la batalla anglo-francesa del 1 de julio de 1794. En aquella época, la marina británica había introducido la carronada para la lucha a corta distancia.[/I][/SIZE] Los breves pero feroces conflictos del principio de la batalla generalmente se transformaban en pruebas de resistencia, la clave de la victoria reposaba en la práctica, la pericia y el adiestramiento de los marinos intervinientes. [B]Bibliografía[/B] -Navíos y veleros, Historia, modelos y técnicas Volumen 1 fascículo 6 La artillería en la época de las “bordadas” Editorial Planeta de Agostini -Roy Adkins, Trafalgar. Biografía de una batalla Editorial Planeta -Patrick O'Brian, Hombres de mar y guerra. “La armada en tiempos de Nelson” Editorial Edhasa (Tierra Incógnita) -Trafalgar, antesala de Waterloo, colección grandes batallas de la Historia, Editorial Planeta [B]Algunos sitios Web:[/B] [url]http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/ArtilleriaMarinaSXVIII.htm[/url] [url]http://www.armada15001900.net/[/url] Saludos [/QUOTE]
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