La Batalla de Boquerón, septiembre de 1932

Hace 80 años del cese al fuego y posterior armisticio entre Bolivia y Paraguay que dio por finalizada la guerra del Chaco.

Son 83 años que en este mes de septiembre se cumplen de la defensa del Fortín Boquerón en el mes de septiembre de 1932.

Antes de postear de lleno el contenido del presente tema; algunas puntualizaciones para contextualizar y ubicar históricamente la defensa del fortín Boquerón por unidades del Ejército Boliviano durante la Guerra del Chaco.

Antecedentes

Julio de 1932

El 5 de julio la delegación paraguaya se retiró de la conferencia en Washington debido al "incalificable" ataque boliviano al fortín Carlos Antonio López en Pitiantuta. Este ataque se realizó el 15 de junio, mientras, a pedido de Bolivia, se estaban realizando conversaciones para firmar un pacto de no agresión en el Chaco..

Un mes después del ataque, el día 15 de julio, las fuerzas paraguayas desalojaron a los bolivianos del fortín Carlos A. López. En represalia el presidente Salamanca ordenó la captura de tres fortines paraguayos: Corrales, Toledo y Boquerón.

El coronel boliviano Enrique Peñaranda ocupó el día 27 de julio el fortín paraguayo Corrales, el día 28 el fortín Toledo, y el día 31 el teniente coronel Luis Emilio Aguirre ocupó el fortín paraguayo Boquerón. Todas estas operaciones militares se hicieron ante fuerzas paraguayas escasas que se retiraron sin ofrecer resistencia salvo en la emboscada planeada mucho antes por el teniente paraguayo Heriberto Florentín en Boquerón y que fue ejecutada por el teniente Eulalio Facetti que le costó la vida a Aguirre y a varios oficiales y soldados que fueron acribillados mientras estaban izando la bandera boliviana en el centro del fortín creyendo que los paraguayos se habían retirado del lugar.

“Nadie se preocupaba por explorar o reconocer los alrededores fuera de la patrulla [boliviana] que siguió a los que huían hacia Isla-Poí [...] una multitud abigarrada se había congregado en la placita, atronando con sus cantos, vítores y hurras [...] Mientras tanto de nuestro lado la expectativa era enorme [...] Cada soldado, cada tirador, embelesado y perplejo ante semejante cuadro no atinaba a fijar la puntería sobre un blanco determinado [...] Un trío de jefes a caballo apareció del lado de Yujra y su presencia fue saludada con grandes ovaciones. Entonces di la señal [...] Todas las ametralladoras y todos los fusiles abrieron fuego simultáneamente [...]La sorpresa fue total sembrando la muerte y el pánico" Teniente paraguayo Facetti (Querejazu Calvo, 1981, p. 57)

Siendo esa escalada de acciones las que dieron inicio a la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.

Agosto de 1932

El 3 de agosto se produjo una declaración continental por la cual las naciones americanas comunicaron a Bolivia y al Paraguay que no reconocerían en el Chaco ninguna posesión territorial que no fuera obtenida por medios pacíficos. Esta declaración se dirigía esencialmente a Bolivia en la creencia de que esta pulverizaría fácilmente al Paraguay.3 Pese a esta advertencia, el día 7, fuerzas bolivianas ocuparon el fortín paraguayo Carayá bautizándolo Huijay como parte del plan del general Quintanilla, comandante del Primer Cuerpo boliviano, de avanzar hacia Isla Poí, base de operaciones del ejército paraguayo.

Previendo el fracaso de las negociaciones diplomáticas entre Bolivia y Paraguay debido a la dura posición del gobierno de Salamanca de no devolver los tres fortines capturados, el comando boliviano mejoró las defensas de Boquerón. Se construyeron "chapapas" (trincheras cubiertas al nivel del suelo), nidos de ametralladoras camuflados y en todo el sector de pajonales y montes se abrieron campos de tiro para facilitar el fuego medido y calibrado. Al mismo efecto se quemaron los pastizales alrededor del fortín.

Sin conocer la masiva y veloz movilización del ejército paraguayo, el comandante del ejército boliviano, general Osorio, informó al comandante del Primer Cuerpo de Ejército en el Chaco, general Carlos Quintanilla, que tenía "datos fidedignos [de] que la mentalidad del comando paraguayo es aniquilarnos a fuerza de frecuentes emboscadas, pequeñas y grandes”.

El 17 de agosto, en el mismo momento en que Osorio advertía a Quintanilla “Asegure defensa de Boquerón que probablemente mañana será atacado por Huijay e Isla Poí […]”, fuerzas paraguayas recuperaron preventivamente el fortín Huijay, defendido por el mayor boliviano Raimundo Cárdenas quien en dudosa actitud abandonó a su tropa y se refugió en Boquerón siendo recriminado por el teniente coronel Marzana, a cargo de ese fortín.

En su cifrado N.º 1925, el general Quintanilla, en represalia por la pérdida de Huijay, solicitó a Osorio el permiso para ocupar el fortín Nanawa con los regimientos "Ayacucho", "Azurduy" y dos compañías del batallón Lairana del RI-14 (pertenecientes a la 7.ª División) y, una vez que llegara el regimiento RI-15, preparar un ataque hacia Isla Poí. Esta solicitud lo hizo agregando que se vería obligado a pedir su reemplazo si el Estado Mayor General no aprobaba el pedido que él proponía.

"Así Quintanilla, el General de las Represalias, movido un tanto por la orden presidencial y más por sus ansias locas por popularizarse [...] obteniendo triunfos baratos sobre el Paraguay, indirectamente cooperó [...] para precipitar al inerme pueblo boliviano a la vorágine del Chaco". Teniente coronel boliviano Tabera (1979, p. 54)

Osorio le respondió que había causado "malísima impresión" al presidente Salamanca la facilidad con que los paraguayos retomaron el fortín Huijay y que este no autorizaba el ataque a Nanawa por razones diplomáticas.

El 22 de agosto Osorio firmó la orden de "no abandonar Boquerón de ninguna manera prefiriendo morir en su defensa antes que dar parte de retirada". Justificó la orden en dos razones: quebrar la moral del enemigo, y desmentir la propaganda paraguaya sobre la incapacidad del ejército boliviano.

Debido al fracaso en la utilización de camiones para trasladar fuerzas desde Villamontes hacia el sudeste chaqueño, en una reunión del día 23 de agosto, Salamanca acordó con Osorio que estos marcharían a pie en secciones de 200 soldados cada dos días previéndose en el trayecto las etapas de alimentación y descanso necesarias.

A fines de agosto el gobierno boliviano intentó justificar la no devolución de los fortines capturados y de paso amedrentar al Paraguay diciendo que si devolvía los fortines "… se producirían trastornos en su política interna y derrocado el [actual] Gobierno sería sustituido por otro más intransigente y guerrerista" (Paraguay. Ministerio de Relaciones Exteriores, 1933, p. 240)

Septiembre de 1932

El día 3, Quintanilla recibió una importante información de su amigo personal Jorge Alemán de visita en el fortín Muñoz. Alemán era un comerciante argentino que desde Formosa (Argentina) proveía de alimentos, combustibles y repuestos de camiones a la 4.ª División boliviana con asiento en el fortín Arce:

"[Alemán le advirtió que] el Paraguay tenía fuertes concentraciones de tropas desde Casado a Isla Poí y que en próximos días desencadenaría su ofensiva sobre Boquerón con 6000 hombres [...]" Información del comerciante formoseño Jorge Alemán al general Quintanilla (Antezana Villagrán, 1981, p. 100)

La respuesta de Quintanilla no fue alertar al general Osorio en La Paz sino negar rotundamente esa posibilidad en función de sus propias limitaciones: "¡Ni nosotros podemos poner en el Chaco 5000 hombres y el Paraguay va a atacarnos con 6000 [sólo en Boquerón], usted trata de desmoralizarnos!" le respondió Quintanilla.

El día 7, el teniente coronel José Félix Estigarribia, comandante de las fuerzas paraguayas, inició la marcha de aproximación desde Isla Poí con un contingente de 5000 combatientes cuyo primer objetivo era recuperar el fortín Boquerón. La aviación boliviana atacó a estas fuerzas que avanzaban hacia Boquerón. La orden que recibió el teniente coronel Manuel Marzana fue terminante: "El destacamento tiene la misión de defender sus posiciones sin abandonarlas bajo ningún pretexto". Esta orden, que respondía a razones políticas, selló la suerte militar de Marzana y sus fuerzas.

Estamos en el mes de la heroica defensa de Boquerón, es para mi muy grato recordar esta singular gesta donde quedó demostrada la bravura y el valor del soldado Boliviano, quien a pesar de las condiciones adversas y completamente desconocidas para el Soldado Boliviano, supo mantener a raya por prácticamente 21 días a todo el Ejercito Paraguayo, a ellos todo el honor.

En esta acción de guerra, se realizó una defensa que es considerada como una de las tres defensas más heroicas en la historia de la humanidad; estas 3 defensas son: Batalla de las Termopilas, Boqueron y Dien Bien Phu

En lo que al tema corresponde es bueno destacar que la sed, los insectos y las condiciones climatológicas jugaron en contra de ambos bandos enfrentados, sin embargo, el soldado Paraguayo combatía en su ambiente, al contrario del soldado Boliviano que combatía en un ambiente por demás desconocido.

Para ver claramente desde ambos puntos de vista, Paraguayo y Boliviano, postearemos fecha a fecha lo que compartían dos combatientes en sus diarios de campaña, por un lado el Cnel. Rafael Franco del Ejto. De Paraguay y por el otro el Tcnel. Manuel Marzana Ejercito de Bolivia.

Veamos entonces como se percibía cada día, a través de ambos diarios, a partir del día 8 para el Tcnel. Marzana y desde el día 10 para el Cnel. Franco, en este caso solo desde el día 10 debido a que antes de esta fecha no se tiene registro por parte de este combatiente.
 
Última edición:
Jueves 8 de septiembre de 1932

CNEL. MARZANA.-

Se escuchan nuevos disparos en dicho puesto y como el fuego se intensifica, se ordena el repliegue de la gente y que las secciones ocupen sus posiciones de apronte en espera de órdenes para romper el fuego. (...) el santo y seña para esta noche: Oruro-Potosí.


9 de septiembre- primer día de batalla

CNEL. MARZANA.-

En la madrugada comienza el ataque enemigo en forma general y con gran ímpetu en todos los sectores. El furioso ataque es rechazado en todos los puntos con un fuego vivísimo y certero. (...) La resistencia es firme y resuelta. No hay signos de nerviosidad se combate con disciplina. (...) el fuego enemigo se intensifica más; es la preparación para entrar al asalto. Se vienen con la bayoneta calada y dando sus gritos característicos nuestros fusileros también calan la bayoneta para resistir el choque; nuestras ametralladoras livianas y pesadas, así como los fusileros, rompen un mortífero fuego sobre los atacantes: filas enteras con sus oficiales a la cabeza, caen segadas por nuestros proyectiles, el fuego es mortífero y horroroso y obliga al enemigo a vacilar y detenerse; algunos retroceden, pero la mayor parte caen detrás siguen más líneas de tiradores que avanzan con brío y entusiasmo, aunque siguen la misma suerte que los primeros. Los sobrevivientes retroceden y huyen hacia los montes vecinos, perseguidos por los disparos de nuestras armas.

A las 5:30 de la mañana, la artillería paraguaya abre fuego sobre el fortín Boquerón provocando las primeras bajas bolivianas. A las 7:00 en las trincheras bolivianas, se escuchó la carga paraguaya a los gritos de "¡Aña memby....! ¡Viva el Paraguay! ¡Muerte a los bolí!".

NOTA

Se trataba de regimientos íntegros de caballería y artillería, entre los que sobresalía en el centro el Regimiento Curupayty, desalojado de Boquerón el 31 de julio, y que por tanto pidió el honor de atacar primero. A los 100 metros de distancia la descarga de fusilería boliviana los frenó en seco. Cayeron centenares de jinetes con sus cabalgaduras. La carga había fracasado, decenas de muertos quedaron en el campo de nadie.

Reordenadas las tropas paraguayas, atacaron por segunda vez. En esta oportunidad, se debía arrasar con el fortín. Reiniciado el fuego de artillería, los paraguayos lanzaron un nuevo asalto con la bayoneta calada. El ataque fue rechazado con gran cantidad de bajas para los sitiadores. Esta vez los oficiales paraguayos ya no encabezaron el avance de sus tropas.

Ocho intentos desesperados sólo obtuvieron el mismo resultado: centenares de muertos paraguayos. En el fortín, mientras tanto, una veintena de efectivos bolivianos resultaron víctimas de la artillería del enemigo.

La desorganización de la retirada paraguaya provocó claros en el cerco; así, al anochecer, un destacamento de jóvenes orureños del 14 de Infantería, al mando del Cap. Tomás Manchego, logró ingresar a Boquerón en camiones. Transportaba dos ametralladoras Vickers, que fueron ubicadas en la denominada "Punta Brava", sector potencialmente vulnerable del fortín.

La aviación boliviana de exploración descubre el contingente enemigo. La orden del Tcnl. Marzana es terminante: "El destacamento tiene la misión de defender sus posiciones sin abandonarlas bajo ningún pretexto".


SABADO 10 DE SEPTIEMBRE DE 1.932

CNEL. FRANCO

A las 6.30 horas recibí orden el Ministerio de Guerra para presentarme al comandante en Jefe del Ejército con el objeto de destinarme a una unidad del I cuerpo de Ejército que opera en el sector Casado.


TCNEL. MARZANA

A Hrs. 3 de la madrugada se reinicia el ataque. El enemigo rompe el fuego con una cortina de artillería para proteger a las tropas de infantería. (...) La falta de contingentes que apoyaran nuestros flancos, hizo posible que las tropas paraguayas cercaran el fortín, quedando desde aquel momento cortados de toda comunicación, salvo la que nos podía proporcionar la aviación. (...). El fuego dura toda la noche con intervalos y bajo éste nuestras tropas rechazan muchos asaltos de las tropas paraguayas. Son verdaderos tanteos del enemigo tratando de encontrar un lugar una brecha por donde irrumpir al interior (...) el insistente bombardeo provocó 7 muertos y 10 heridos entre la tropa.


NOTA

Desde las posiciones ocupadas un día antes, el ejército paraguayo dispara sobre las posiciones bolivianas empleando cañones, morteros y armas automáticas.

El Mayor boliviano Lairana, comandando una fracción del 14 de infantería, marcha rumbo a Boquerón con la misión de explorar el camino a Isla Poí. Al recibir informaciones de que los paraguayos se habían retirado de ese sector, no toma precauciones y su unidad es sorprendida por un "cuatrereaje" cerca a Boquerón.

Los camiones en que trataban de ingresar al fortín son emboscados por ambos lados de la picada (camino abierto a través del bosque), cayendo el 50% de los hombres. En esas condiciones totalmente adversas el Teniente boliviano Rosendo Villa, bayoneta en mano, se lanza contra el nido de ametralladoras ubicado a 20 metros por delante, esquivando la metralla, logra penetrar de un salto en la trinchera, acallándola y salvando la vida de los pocos sobrevivientes de esa acción. El cuerpo del Tte. Villa, jamás fue encontrado ni por bolivianos ni por paraguayos, lo que le ganó el título de "Teniente Fantasma" y a su destacamento como "Brigada Fantasma". Entre algunos miembros de la brigada fantasma se encuentran los tenientes A. Teleche, Rosendo Villa, Hugo Rada y el Sbte. Hernán Salazar y Melquiades Cossío. El Comandante Lairana cae prisionero con todos los sobrevivientes.

En la batalla misma por el fortín, las cosas se mantenían como el día anterior. Estigarribia reajustó la táctica, pues informes de prisioneros bolivianos indicaban la existencia de 6.000 combatientes y 600 oficiales. En realidad sólo había 600 combatientes: su comandante, un mayor, 4 capitanes, 7 tenientes, 14 subtenientes, 2 médicos, un sanitario un chófer y soldados.

De esta manera solicita refuerzos; el asunto exigía un sitio formal para obtener la rendición de los bolivianos. Así, la táctica consistió en una operación de hostigamiento, con morteros, granadas y ametralladoras que harían fuego contra las trincheras.


DOMINGO 11 (IX-32)

CNEL FRANCO

A las 3 a.m. me trasladé a la capital en un camión en cumplimiento de la orden del Ministerio de Guerra. Llegué a Asunción a las 6 a. m. A las 8 de la misma mañana, me presenté al Comandante en Jefe del Ejército, ordenándome para acompañarle al teatro de operaciones. A medio día ya estaba listo para la partida.


TCNEL. MANUEL MARZANA

A partir de las 10 se presentan en varias ocasiones aviones nuestros y al mismo tiempo aviones enemigos (...) al finalizar los asaltos del enemigo en diferentes sectores de las trincheras durante el día, sin haber logrado otro resultado que una terrible sangría entre los soldados paraguayos, se nos exigía a porfía un contra ataque. Aún dándonos cuenta del desbarajuste en que se hallaban las tropas enemigas de la desorientación y el caos que reinaba entre ellas, esto era imposible.


NOTA

El ejército paraguayo continúa atacando el fortín Boquerón, que se presenta como barrera infranqueable. Un tendal de muertos paraguayos cubre el campo de combate; los heridos paraguayos llenan los puestos de sanidad; habían caído en la lucha los oficiales paraguayos Escóbar, Facetti, Yegros, Zenteno, Roa, Otaño y muchos otros más.

Se comienza a tender un hermético cerco, táctica que fue completada en 2 días.


LUNES 12 (IX-32)

CNEL. FRANCO.

A las 1.40 a.m. partimos hacia Puerto Casado en el Cañonero Paraguay. A las 9 p.m. atraca el barco en Concepción. Nuestro viaje es un tanto lento; el Cañonero navega con una sola caldera por economía de combustible.

Como la nave se detiene aquí durante dos horas para descargar materiales útiles para el destacamento que opera en el sector Nanawa, aproveché para pasear por la ciudad. Me encontré con muchos amigos que me festejaron mucho. En todos se nota un fervor patriótico muy grande y nadie absolutamente, duda de la victoria final.


TCNEL. MANUEL MARZANA

Llega la fracción Ustárez para conocer de cerca el desarrollo de las acciones y mantiene una reunión con el Estado Mayor, se le manifiesta los apremios para continuar con la defensa de Boquerón, pero al retornar de su misión el capitán Ustarez cae en acción.

Nuevamente los paraguayos intentan tomar el fortín. "a medida que pasaban los días el enemigo reforzaba sus unidades de artillería; se hacía más fuerte y acometía con mayor energía decidido a tomar el fortín en el más breve plazo.

En horas de la tarde se viene otro ataque por el noroeste y el nordeste, con tanta resolución y empuje que pareció que esta vez el enemigo, podría irrumpir en nuestras trincheras de defensa pero se repite lo mismo. El ataque dura por espacio de una hora y 29 minutos en medio de insultos y gritos de los guaraníes que retroceden como tienen costumbre dejando un sin número de muertos y heridos.

Al parecer, se repliegan pues se oye un ruido enorme de camiones sobre la picada con línea a Isla Poí ¿o se trata de nuevos refuerzos?.

El fuego de hostigamiento, especialmente de morteros, continúa incesantemente, y en este día se registran una decena de bajas. Un ataque paraguayo por sorpresa al anochecer, termina desbaratado.

La moral paraguaya es baja, consideran que Boquerón es un pandemonio. El tendal de muertos ya se cuenta por millares.

La aviación boliviana bombardea y ametralla a las fuerzas enemigas que avanzan desde Isla Poí para reforzar a los que asedian Boquerón con reservas que no habían participado los días anteriores. El escuadrón paraguayo de defensa aérea reacciona tardíamente. Durante todo este día la lucha es intensa.

MARTES 13 (IX-32)

CNEL. FRANCO

A las 2 p.m. anclamos en uno de los muelles de Puerto Casado. Yo pensaba que inmediatamente me trasladaría al frente de batalla, pero no es así; tengo que esperar todavía un largo día para estar al lado de mis compatriotas que están rindiendo sus vidas por la causa de la patria. Estas veinticuatro horas me están siendo insoportables. No puedo concebir que tenga que estar ausente ni un solo minuto del teatro de la gran prueba.


TCNEL. MARZANA

Desde las 4 de la madrugada la artillería paraguaya empieza a bombardear con todas sus piezas protege el avance de nuevas líneas de la infantería.

A las 14 horas se oye un recio combate con las tropas de Peñaranda. Escuchamos los gritos de "viva Bolivia" durante los asaltos a las posiciones enemigas.

Desde Yujra, a las seis de la mañana, el destacamento boliviano "Peñaranda" efectúa un fuerte ataque con propósito de romper el cerco desde afuera, utilizando efectivos del "Campero" y "Loa". Son rechazados desde la denominada "Isla del Diablo" por los tiradores paraguayos.

Mientras tanto, Boquerón amanece tranquilo, el movimiento del ejército paraguayo es incesante, mientras se observa la polvareda provocada por decenas de camiones que proveen al soldado paraguayo de municiones, víveres, agua y galletas.

La artillería enemiga concentra su fuego sobre nosotros. Nuestros tres cañones contestan de tarde en tarde para no agotar demasiado rápido su escasa munición. La infantería paraguaya hace esfuerzos sobrehumanos para ganar nuestras trincheras, mas los nuestros disparan sus fusiles con la más correcta puntería, midiendo el peligro, quedando el campo sembrado de cadáveres y también de heridos cuyos quejidos se escuchan toda la noche. Se han agotado los medicamentos. El ánimo levantado de jefes, oficiales y tropa se mantiene inalterable. Parece que actuáramos en una maniobra y ninguna calamidad nos arredra.


NOTA.-

El Comandante Marzana dispone que este día los oficiales Cap. Víctor Ustáriz y Sbte. Julio Murillo salgan del fortín para tomar contacto con las tropas del fortín vecino Yujra, aprovechando los claros que aún existían en el cerco paraguayo. Ustáriz era el oficial boliviano con mejor conocimiento del terreno y sentido de orientación en la selva chaqueña; al haber sido explorador de estos terrenos durante los años previos a la contienda.

Cumpliendo estas órdenes, salen de Boquerón, siendo rodeados por los paraguayos. Víctor Ustáriz emplaza sus piezas y de pie, desafiante, dispara contra el enemigo. Cae combatiendo bravamente. Los bolivianos perdieron así a uno de los más valerosos y experimentados combatientes de la guerra.

El ataque de todos los días esta vez se realiza en la tarde, con los mismos resultados anteriores: los paraguayos, pese a sus denodados esfuerzos, son violentamente rechazados. En esta acción muere del lado boliviano el Tte. Juan de Dios Guzmán Montalvo, tras un violento combate.


MIERCOLES 14 Septiembre-1932 6to día de combate

CNEL FRANCO.

Por fin! A las 2 p.m. en una autovía de la compañía, me traslado a la Estación 145 en donde llegué a las 6.15 p.m. Inmediatamente, en un camión me traslado a isla Po-í donde llegué a las 12.30 a.m. del día siguiente. En 145 se embarcaba en un tren para el puerto el Mayor Boliviano Lairano, tomado prisionero en una de las acciones de los alrededores de Boquerón. Al parecer estaba muy abatido; no es para menos. En Casanillos, Pozo Azul e Isla Po-í encontré muchos heridos. Me llamó mucho la atención de que una gran parte de ellos tenían heridas en la mano izquierda. No se trataban de mutilaciones voluntarias. En isla Po-í me quedé a dormir por razones de que recién después de amanecer se podría saber donde se encontraba el P.C. del comandante del Cuerpo de Ejército a quien debía presentarme.


TCNEL. MANUEL MARZANA

A primeras horas de la mañana vuelan cuatro aviones paraguayos sobre Boquerón la defensa anti aérea no puede derribar a los incursores poco después aparecen aviones nacionales que bombardean posiciones paraguayas "uno de ellos larga un lastrado al fortín con correspondencia y un paquete conteniendo munición para fusiles la misma que no puede ser utilizada por la altura desde la que fue lanzada.

Una proclama del comando que se comunica a las tropas.

Asimismo la nota informa de un inminente ataque a posiciones enemigas de Yucra y "que comenzará a las 12.00 y se llevará a efecto por tres partes en el ataque emplearemos tres carros de asalto".

Se ordena la salida de fuertes patrullas de Boquerón a fin de colaborar por esta parte a las acciones de las tropas atacantes de Peñaranda, desplazándolas en las tres direcciones que indican.

Muere al intentar romper el cerco exterior el Tte. ***** Cuéllar, cuando atacaba la Isla del Diablo, que luego fue tomada en cooperación con el Cap. Luis Gutiérrez Vera, que combatió valientemente.

En la acción es herido el My. Oscar Moscoso, en tanto que el My. David Méndez abandona su batallón en pleno combate.


NOTA.-

El 6to dia de batalla se tuvo una relativa calma con enfrentamientos casuales, destacándose el mensaje enviado donde se comunica acerca de un inminente ataque a posiciones enemigas en Yucra, incluyendo inclusive carros de asalto para este propósito.

Veremos con el pasar de los días si este ataque finalmente se realizó.
 
Acá algunas imágenes para ilustrar el relato.
Esta es la tumba del Cap. Tomás Manchego (Bolivia), enterrado junto al Tnte. 1° Fernando Velásquez (Paraguay); cuyos cuerpos fueron hallados un junto al otro, hermanados en la muerte, cada uno en defensa de su Patria




En Google Earth las coordenadas para ubicar Boquerón....

22°46'25.34"S
59°56'21.03"O
Ahí existen varias imágenes de este Fortín.





Tcnel. Manuel Marzana; comandante de los defensores de Boquerón.
 
JUEVES 15 (IX-32)

CNEL. FRANCO

Llegué al P.C. del I Cuerpo de Ejército a las 9 a.m. Inmediatamente se me nombró jefe de informaciones del Estado Mayor de dicho cuerpo.

A pesar de que este destino es muy honroso y de mucha responsabilidad, me habría gustado mucho más estar al frente de un regimiento. Mi temperamento ardoroso e inquieto me resulta positivo para estos puestos que requieren gran serenidad de espíritu.

En este sentido manifesté al comandante del Cuerpo de que en las oportunidades que había actuado de juez en los juegos de football no hacía sonar nunca el silbato por la razón de que las incidencias del juego me entusiasmaban mucho y siempre me olvidaba de que actuaba como tal. A las 4 p.m. una escuadrilla de tres aviones bolivianos bombardeó y ametralló el fortín Isla Po-í, matando a nueve de nuestros soldados e hiriendo a una veintena. Otro día ya no pasará este desastre pues ya se tomarán las precauciones correspondientes. Al obscurecer las tropas bolivianas de Boquerón intentaron dos salidas; fueron rechazadas enérgicamente.

Hoy me enteré minuciosamente de nuestra situación. Desgraciadamente constaté que todas las noticias propaladas en Asunción eran absolutamente inciertas. Boquerón no estaba tomado, al contrario, habíamos sido rechazados enérgicamente y hasta devastadas muchas de nuestras unidades. Felizmente no se convirtió esto en un desastre porque el enemigo no supo aprovechar el éxito. Nuestras tropas pasaban privaciones de toda especie.

El agua especialmente era muy escasa y las tropas de primera línea pasaban días sin beber; el servicio sanitario muy deficiente; los heridos, por falta de ambulancias estaban días enteros sin ser evacuados y atendidos. Boquerón no había sido tomado; al contrario habíamos sido rechazados enérgicamente en todos nuestros intentos de apoderarnos de dicha posición enemiga. Para todo esto contribuía muy sensiblemente la falta de una organización más inteligente, más de acuerdo a la naturaleza de la región en que se opera. Es que estas cosas son cuestión de experiencia y de dirección, y como no existe ni uno ni otro, es natural que se sufra sus consecuencias.


TCNEL. MANUEL MARZANA
La batalla se produce en dirección de Yujra notándose mucha actividad de tropas que pasan a reforzar las líneas paraguayas.

A las 9 de la mañana vuelan 2 aviones propios sin lastrados ni proclamas.

En horas de la tarde se hacen presentes en el aire 3 aviones paraguayos para ver la lucha a través de los campos enrojecidos por la sangre de los combatientes, evolucionan y observan el teatro de operaciones por bastante tiempo.

Las tropas paraguayas reciben más refuerzos. El bombardeo que se sucede día y noche, no causa daños considerables a los defensores del fortín; pues, de más o menos 6.000 granadas disparadas, sólo alcanzan sus objetivos menos de 50.

Boquerón no se hallaba completamente cercado; existían claros que pudieron ser utilizados para filtrar tropas. Tratando de burlar el asedio, sale en comisión especial el Sbte. Francisco Lazcano Antezana quien, al ser descubierto por el enemigo, recibe cuatro disparos que provocan su muerte.

Por su parte, el Sgto. Deheza, a la cabeza de 16 hombres logra ingresar a Boquerón, rompiendo el cerco desde el sector "Castillo".

El Destacamento boliviano Peñaranda, con una parte del "Campero" y una compañía del Regimiento de Infantería Nº 7 a órdenes del Cap. S. Pol B., apoyados por una pieza de artillería y un pequeño tanque, tratan de romper el cerco por el sector Yujra, siendo rechazados violentamente por el enemigo. En esta acción entrega su vida el Sbtte. Alberto Cárdenas Soto.


NOTA

El día 14 se anunciaba que se iba a realizar un ataque por el sector Yucra con carros de asalto, al parecer este es el ataque que Marzana menciona el día de hoy, sin embargo claramente vemos que el ataque fue violentamente rechazado.

De ambos relatos podemos concluir que hasta esa fecha la aviación Boliviana atacaba con comodidad al Ejercito Paraguayo y mantenía superioridad sobre la del enemigo.

Del lado Paraguayo se observa que en Asunción se tenía la noticia tal vez errada que Boquerón ya fue tomado, sin embargo, el Cnel. Franco se percata para su pesar de la verdadera situación; donde, más bien, las tropas Paraguayas eran violentamente rechazadas y muchas unidades devastadas, con grandes pérdidas Paraguayas.

Se observa que el Ejército Paraguayo sufría también por la escasez de agua y por la necesidad de una mejor organización para mejorar su situación que según relata Franco, de haber aprovechado Bolivia la misma, habría resultado en un completo desastre para el Paraguay, si el comando Boliviano hubiera actuado con mayor proximidad al TO pudo haberse percatado de esto y de haber tenido un contingente numeroso podría haber cambiado la situación gravitando a favor Boliviano

Tal vez alguien pueda brindar su aporte investigando qué contingentes y en qué número se tenían disponibles en esos días y así poder observar y hacer el análisis de qué sucedió con esta falta de reacción, que a todas luces ya denota las fallas del alto mando boliviano.


VIERNES 16 (IX-32)

Cnel. Franco.

Se trabaja intensamente en la preparación de un gran ataque al enemigo, mañana. A la tarde se dictó la orden de operaciones correspondiente repartiéndose a sus destinatarios inmediatamente. Hace dos días ya que nuestra artillería está reglando sus tiros. Mañana veinticuatro cañones vomitarán sus fuegos sobre el invasor. Esta mañana hubo reunión de los Comandantes de División y Artillería para recibir las últimas instrucciones sobre el ataque de mañana. A las 10 a.m. la aviación enemiga bombardeó nuestras posiciones. Las tropas están muy descontentas de nuestra aviación, pues siendo superior al momento de la enemiga, esta opera impunemente sobre nosotros. Y como estos “bichos” son muy molestos, todo el mundo desea que nuestra aviación sea mucho más activa y eficaz. A la noche recibimos parte del jefe de estado mayor de la I División de que un tiro de nuestra artillería había caído sobre nuestras tropas de primera línea, hiriendo gravemente a los Tenientes Marcelino Ramírez y Ramón Fernández.

Los dos se encuentran por morir. Esta mañana recibimos una comunicación del Ministro de Guerra que dice que los neutrales habían propuesto la suspensión de las hostilidades por diez días, al mismo tiempo ordena que se proponga al enemigo asediado la rendición con la condición de que los oficiales conservarán la espada. El Comando resolvió no acatar esta disposición, es decir se hará, dijo, pero después del asalto de mañana si no conseguimos apoderarnos de Boquerón. La hora H estaba fijada, para la artillería a las 4 a.m. y para la infantería las 6 a.m. pero como el Regimiento Boquerón no puede, durante la noche y las dificultades que presenta el terreno son muchas, no ocupa sus posiciones de apresto, y todo fue postergado hasta las 8 a.m.


TCNEL. MANUEL MARZANA

Amanece, en tranquilidad absoluta. A las 10.30 asoman 2 aviones propios y arrojan 5 bultos conteniendo pan y munición para fusiles 940 cartuchos útiles.

En horas de la tarde se desata el fuego de obuses 105, hostigamiento a varios sectores entre las posiciones, patios y avenidas, tiene que ser la preparación de asaltos violentos de la infantería.

Abasteciendo a los defensores de Boquerón, los aviones bolivianos arrojan cinco bultos conteniendo víveres y munición. Una parte cae en el fortín y otra en las filas paraguayas. Nada de este socorro puede aprovecharse ya que el fuerte impacto con tierra los destruye.

Se observa que la moral de los defensores de Boquerón continúa siendo alta, todos pelean con entusiasmo, causando graves bajas en las filas paraguayas. El enemigo dispara contra los camilleros encargados de los heridos, no obstante exhiben estos la Cruz Roja Internacional.


NOTA

Muere en acción el Mayor US Army. Kenneth John Locart, ingeniero de nacionalidad estadounidense, quien conducía un tanque de guerra, dispuesto a dar socorro a los bolivianos que defendían el fortín.

Por el sector "Ramírez", los tenientes R. Banegas y Arturo Montes rompen el cerco paraguayo y establecen comunicación con Boquerón, conduciendo dos ametralladoras y municiones, al mando de 150 efectivos orureños, soldados del 6º de Caballería. Estos soldados vuelven a fracturar el cerco enemigo para salir de él.

Se observa que la moral de los defensores de Boquerón continúa siendo alta, todos pelean con entusiasmo, causando graves bajas en las filas paraguayas. El enemigo dispara contra los camilleros encargados de los heridos, no obstante exhiben estos la Cruz Roja Internacional.

Cinco mulos embastados irrumpen en el fortín, huyendo del lado paraguayo; los embastes llevan el escudo argentino, prueba de la cooperación que aquel país prestó al Paraguay. Se sabe que los aviones que abastecieron al fortín fueron alcanzados por varios impactos enemigos.

La falta de ataque, y tranquilidad extrema hace temer lo peor en las filas bolivianas: el ataque final.

El Cnel. Franco comenta que la aviación Paraguaya era superior a la Boliviana y que el Ejército Paraguayo estaba descontento por el poco apoyo de su aviación, menciona que la aviación Boliviana atacaba impunemente al Ejército Paraguayo, esta observación del lado paraguayo simplemente confirma lo anotado anteriormente, que por el contrario la aviación Boliviana era claramente superior a la Paraguaya; es también de destacar que la aviación Boliviana proveía en la manera de lo posible al fortín de lo básico, aunque muchas veces no lograba hacer caer los envíos en el fortín, o a veces caían y se destruían debido al fuerte impacto; sin embargo sí lograba desarrollar sus actividades libremente, por ende se puede afirmar que la aviación Boliviana logró una supremacía en el aire Chaqueño. Situación que sería confirmada posteriormente al conocerse el ORBAT de ambas armas.

Algo que no se tiene claro es si las cargas que se soltaban desde los aviones bolivianos tenían un paracaídas o algo que frenara la caída, lo cual ayudaría mucho a esclarecer el motivo por el cual muchas de las cargas se dañaban con el impacto en el suelo.

Marzana indica que la moral de los defensores del fortin Boqueron sigue siendo alta y progresa causando graves bajas en filas Paraguayas a pesar de estar irremediablemente cercada y asediada por un enemigo más de diez veces superior. También se aprecia del relato de Marzana que el cerco no era hermético, como lo creían las fuerzas paraguayas; puesto que el mando boliviano registra constantes ingresos de tropa propia que pudo burlar el cerco y proveer de armamento, vituallas y munición; lo curioso es que esos contingentes, en vez de permanecer en la plaza, se retiran; tal vez el alto mando Boliviano confiaba en mantener ese tipo de incursiones regularmente.


SABADO 17 (IX-32)

CNEL. FRANCO

A las 4 a.m. me traslado a mi puesto de combate en donde llegué a las 5. A esta misma hora muere el teniente Marcelino Ramírez herido ayer por un tiro de nuestra artillería. A las 6 a.m. en punto nuestra artillería comienza la preparación. Hasta este momento el fuego es muy intenso. Los diez minutos antes del asalto esto será como un infierno. A las 6.30 a.m. un proyectil de nuestra artillería mató a cuatro soldados del Batallón Palacios. Nuestros aviones están volando sobre el campo de batalla arrojando bombas y ametrallando las posiciones contrarias. A las 8 a.m. en punto cesa el fuego de la artillería e inmediatamente comienza el fuego de la II División de Infantería que tiene la misión de apoyo con el fuego al asalto de las unidades encargadas de llevar el esfuerzo principal. Es una verdadera clase práctica de dactilografía.

A las 8.15 a.m. el destacamento Palacios toma contacto con el enemigo.

A las 9.30 a.m. el regimiento Boquerón progresa doscientos metros de su base de partida sin encontrar resistencia.

A las 9.40 horas este regimiento ya estaba a setecientos metros de su base sin encontrar fuerte resistencia. Al mismo tiempo comunica que ya se encuentra a caballo sobre el camino Boquerón-Castillo. Una comunicación del Destacamento Palacios dice que progresa paulatinamente pero que todavía no está combatiendo. A las 10 a.m. el Comando del Regimiento nº 4 comunica que la compañía del Teniente Ramírez progresa sobre la punta brava hallándose a cincuenta metros de dicha posición enemiga. El teniente está herido. A esta misma hora el Regimiento toma contacto.

A las 10.40 a.m. el Batallón Fretes sigue progresando sin encontrar resistencia enemiga, mantiene enlace con el Batallón Palacios.

A las 10.45 a.m. cesa completamente el fuego. A esta misma hora vuelan dos aviones enemigos sobre nuestras posiciones lanzando bombas. Nuestra aviación brilla por su ausencia.

A las 11.15 a.m. comienza nuevamente el combate en el frente del Regimiento 4.

A las 11.25 el Destacamento Palacios informa que el Regimiento Boquerón progresa muy lentamente, duda, al mismo tiempo que haya progresado setecientos metros.

A las 11.35 se suspende nuevamente el combate; se oyen tiros aislados de fusiles y algunas ráfagas de ametralladoras.

A las 11.45 a.m. el capitán Palacios informa que las bajas sufridas por el Regimiento Boquerón fueron ocasionadas por la misma artillería del Regimiento. A las 11.50 a.m. el comandante del regimiento nº 4 informa que la pelea sigue siendo brava y que individuo que asoma la cabeza es inmediatamente puesto de baja. Sigue progresando hacía dicha punta y está a cien metros de ella.

A las 12 comunican de la sanidad que había fallecido el Teniente Fernández a consecuencia de las heridas recibidas ayer por una granada de nuestra artillería.

En este mismo momento el regimiento Boquerón dice que empieza a tomar el contacto con el enemigo. Hace más de tres horas que todas las unidades están comunicando de que tienen contacto con el enemigo pero este es el momento que en el transcurso del tiempo no se nota ninguna acción.

Todos se culpan de que no se progresa hasta algunos denuncian de que ciertas unidades, como el Batallón Paredes, se retira del combate sin orden. Tengo la impresión de que las tropas que actúan en primera línea no tienen la dirección decidida y firme de apoderarse de la posición enemiga.

En repetidas oportunidades, los comandantes de División y Regimiento comparten órdenes en el sentido de asaltar enérgicamente la posición enemiga, pero se cumplen mediocremente estas órdenes, o no se cumplen completamente.

Parece que se interpreta en una forma incorrecta la parte de la orden de operaciones referente a la prudencia y orden en la progresión. La preparación de artillería de esta mañana resultó absolutamente inútil. No se ha conseguido destruir algunas obras de defensa del enemigo, esta será la hora en que estarán como al primer día, por la razón de que la infantería no ha asaltado inmediatamente después de dicha preparación. Y no pudo ser así en realidad por la razón de que las bases de partida de las unidades de asalto están muy alejadas. Por lo visto nuestra retirada después del primer ataque a las posiciones enemigas de Boquerón fue muy pronunciada. A las 3 pm el regimiento Boquerón comunica que habría ya alcanzado el cañadón y es de parecer que no hay tiempo para atacar esta tarde y que la posición debe ser la base de partida para el asalto de mañana. A ñas 3.20 pm el jefe de estado mayor de la II División comunica que tres pelotones del Capitán González Ferreira, hace media hora avanzaron sobre el fortín en vista de que no da señales de vida el enemigo. El capitán Palacios dice que no asaltó la posición enemiga por no hacerlo solo, pero que si ordena el Jefe lo haría solo. A las 3.50 el comandante del Cuerpo de Ejército dispone por la siguiente orden afectar la reserva del Cuerpo a la I División, a pedido de esta Orden No. 58. El comandante del Regimiento de Infantería 2 en cumplimiento de la misión asignada por la Orden de Operaciones nº 3, “se acercará en seguida a ponerse a disposición del Comandante de la I División. Fdo. Estigarribia”.

Todos los comandantes de unidad desde hace tiempo, comunican de que se hallan a un término medio de treinta metros de las posiciones enemigas, pero no se oye ningún ruido de combate. O no son ciertas estas comunicaciones o no hay nadie en Boquerón.

A las 3.15 pm el Comandante del Regimiento nº 6 de Infantería informa que en circunstancias que asaltaba un nido de ametralladora enemiga, había muerto heroicamente el cadete del 4º curso Oscar Otazú. Pido el ascenso póstumo. A las 14.10 pm el comandante del Regimiento nº 6 comunica que las tropas enemigas aparecen en su ala izquierda, digo derecha. La II División comunica que la compañía González Ferreira regresa a su base por orden superior. La artillería comunica que una explosión prematura había herido a un soldado. A las 4.10 pm de ayer ocurrió un fuerte contacto en el frente del regimiento Ortiz. Parece que deciden asaltar. A las 5.20 pm el regimiento Boquerón informa que el enemigo que opera en su ala derecha tiene unos 500 a mil hombres. A las 5.30 pm el comandante del Cuerpo ordena que se apresure el ataque a Boquerón para evitar que el enemigo conserve su libertad de acción. El comandante del Regimiento Boquerón dice que su reserva inicia combate con el enemigo que apareció en su ala derecha. Dos batallones enemigos son derrotados dejando materiales de toda especie. No se tiene noticias de uno de los comandantes de Batallón el Capitán Báez Allende y de varios cadetes, es posible que hayan caído en poder del enemigo. Momentos después viene llegando a nuestro puesto de combate el Comandante de este regimiento Mayor Bray y afirma que la situación es grave pero no desesperante. Tengo la impresión de que viene a este puesto no para consultar sobre la situación, sino para alejarse más del enemigo. Indudablemente esta situación no es comparable a la del 23 de Octubre de 1931. El enemigo está armado… A las 5.50 p.m. el enemigo intenta dos salidas hacia Castillo pero son rechazados hacia sus posiciones. A las 5.55 p.m. se combate fuertemente en todos los frentes. A las 6.15 p.m. se suspende la batalla después de haberse efectuado una aproximación lo más pronunciada posible. Algunas unidades como el Batallón Palacios alcanzaron a estrecharse tanto a las posiciones enemigas que se encuentran a menos de cincuenta metros. Los resultados alcanzados en el día de hoy obedecen en primer término a que la base de partida estaba alejada, por cuya causa la preparación de artillería e infantería resultó completamente estéril y hoy, recién estamos en una situación en que realmente se puede intentar el asalto general con posibilidad de aprovechar la preparación artillera. Sin embargo dada la proximidad de ambas líneas ya no es posible que los cañones apoyen el asalto de la infantería. En consecuencia propuse al Comandante del Cuerpo que todos los cañones sean convertidos en artillería de acompañamiento y que concentrados, juntamente con todas las armas en poder de la infantería, en un sector limitado-frente a la II División- de donde partiría el fuego principal, y previa una intensa preparación, la infantería, dos o tres regimientos en profundidad, asalte la posición boliviana con toda resolución y energía. La defensa al mismo tiempo que una posición así tan fuertemente fortificada y defendida con tantas armas automáticas, era infranqueable con los disparos de fusil y ametralladoras. Me respondió que pensaría al respecto.

Por otro lado tengo la impresión de que se está temiendo un completo fracaso de la progresión metódica, gradual y las infiltraciones. Se pretende alcanzar las posiciones enemigas con esfuerzos aislados, de débiles unidades. El asalto debe efectuarse con efectivos importantes con la más grande energía y no debe pretenderse que en todas partes el resultado sea igual.

Es fatal y natural que muchas unidades sean detenidas en sus propósitos y que fracasen no alcanzando su objetivo, pero algunas alcanzarán el éxito y aferrados a las posiciones conquistadas forman puntos de apoyo importantes que faciliten la progresión de las otras detenidas. Las infiltraciones son el resultado de un gran asalto y no como se está entendiendo, la acción limitada de ciertos elementos contra objetivos también limitados. Todo el mundo se culpa, dicen que no progresan porque sus vecinos no se mueven y como ocurre que cada uno espera que primero actúe su vecino, resulta que nadie hace nada.

Todo esto, sin embargo es providencial porque si ejecuta la orden tal cual se la escribe, posiblemente todos nuestros soldados a esta altura ya estarían dados de baja. Hasta este momento 6 pm se puede afirmar que la acción del comandante del Cuerpo es nula. Se ha concretado a dar la directiva para la batalla y durante ella no se ha intervenido en absoluto. Los comandantes de División han intervenido hasta cierto límite y accionan como pueden. Es indispensable que intervenga constantemente y coordine la acción.


TCNEL. MANUEL MARZANA

La aurora de este día es saludada con un bombardeo espantoso de más de 30 piezas de grueso calibre, cañones y morteros como ningún otro día y con derroche de munición sin control ni reparo.

Parécenos que la intención del comando paraguayo era la de pulverizar a los defensores, antes de abrir brecha en algún lugar de las fortificaciones. Pues luego del bombardeo tan formidable empieza el tableteo de las ametralladoras y de toda la masa de infantes y de caballería (...) obligándonos a poner en acción a todos los defensores de la plaza.

En horas de la tarde ingresan al fortín un batallón del regimiento 14 de infantería a órdenes del teniente coronel Montalvo haciendo un total de 15 oficiales y 300 de tropa.

A las 4 de la madrugada, el enemigo reinicia sus ataques sobre Boquerón, disparando sus 32 piezas de artillería y morteros, sin causar efectos.


NOTA

La gallarda y poderosa Escuela Militar de Cadetes del Paraguay, llega para reforzar las unidades que atacan Boquerón. La Escuela Militar, comandada por el My. Bray, estaba compuesta de 1.600 hombres, considerada la mejor unidad del Ejército enemigo, "haría reventar las paredes de Boquerón".

Su comandante les arengó: "Hoy vamos a tomar Boquerón, no hay bolivianos que nos detengan, brindo por anticipado el triunfo con un trago de caña paraguaya".

Dictadas las órdenes de ataque, los cadetes de la Escuela Militar se lanzan al ataque y son recibidos por ráfagas de ametralladoras de los defensores bolivianos, que causan numerosas bajas. Muchos cadetes quedan tendidos en el pajonal y los demás se desbandan atemorizados ante el asombro de su Comandante Bray que se enfrenta con un suboficial, quien le contesta en guaraní: Ojhasa pá nicó oré acá así pila bolí (pasaron por encima de nuestras cabezas los bolivianos). Esto se debió debido a que una fracción boliviana al mando del Tcnl. Montalvo, que debía ingresar a Boquerón, llegó por retaguardia al iniciarse el ataque enemigo y desbarató el asalto de los soldados paraguayos.

Vean como con el pasar de los días el fragor de la batalla va subiendo de nivel, así como la artillería Paraguaya hace un derroche de poder de fuego sin lograr un objetivo claro; por el contrario, más bien se reporta que provocan estragos en propia tropa.

Analizando la descripción efectuada por el Cnel. Franco se puede afirmar, que existía cierto desorden para maniobrar en conjunto así como malentendidos para acatar las órdenes o en su defecto se podría presumir un gran temor ante la resuelta y disciplinada defensa del destacamento Boliviano, que frenaba en todos los sectores, el avance que se esperaba fuera decidido y terminante.

La confianza desbordante de algunos mandos Paraguayos, que llegaban a brindar por adelantado, por la toma de Boquerón, manifestando que harían reventar las paredes de Boqueron, contrastaba con el enérgico rechazo de los defensores, a tal punto que los atacantes corrían desbandados ante la formidable oposición de los defensores Bolivianos.

El ataque de la Escuela de Cadetes fue prácticamente desbaratado por completo en parte por la defensa y en parte porque una unidad Boliviana atacó por las espaldas a la escuela de cadetes en pleno asalto, lo cual da a entender que si pequeñas unidades lograban desbaratar y romper el ataque enemigo, tal vez hubiera gravitado a favor de Bolivia un ataque bien pensado y con un contingente de gran número; sin embargo también sería lógico concluir que este destacamento logró este resultado, justamente por su reducido número y flexibilidad para maniobrar en el terreno.

Tal vez con la presencia de un numero de 6000 defensores Bolivianos actuando por las distintas alas del ataque Paraguayo apoyados por artillería y aviación, se hubiera podido desbaratar todo el ataque Paraguayo; en vista que de la lectura de ambos diarios, había fallas en la conducción del alto mando Boliviano pero también las había en el mando Paraguayo. Sobre el Alto Mando Boliviano me refiero a quienes maniobraban desde el exterior pretendiendo romper el cerco así como hostigar y atacar a los sitiadores; el mando al interior del Fortín, dados los resultados no puede ser objeto de reproche alguno, sino más bien cabe resaltar la conducción de Marzana y su Estado Mayor reducido, que rechazaban todos los embates hasta ahora efectuados.
 
DOMINGO 18 (IX-32)

CNEL. FRANCO

Esta mañana, a las 8, llegan tres prisioneros bolivianos capturados ayer después de la acción del regimiento nº 6, con la columna enemiga aparecida ayer en el ala derecha de dicho regimiento.

Declaran que habían recibido orden de penetrar en Boquerón en dos columnas, una por el camino Boquerón-Castillo y otra por Boquerón-Yujra. Según estos prisioneros consiguieron entrar en el fortín después de haber forzado el cerco, en número de unos trescientos cincuenta hombres. En esta oportunidad fue que derrotaron a dos batallones del regimiento Boquerón.

Declararon también que en esta ocasión fueron muertos nuestros cadetes y tres tomados prisioneros, además que los fortines que rodean a Boquerón como Yujra, Castillo, estaban fortificados: por último dijeron que Boquerón estaba solo defendida por una guarnición de más o menos cuatrocientas plazas.

En vista de estas noticias y considerando que en la forma como se está procediendo, esta posición enemiga no caería sino por el hambre y la falta de munición y jamás a viva fuerza por las fallas de nuestra conducción, y pensando también que constituía una verdadera vergüenza para nuestro país y ejército que una insignificancia así está manteniendo en jaque a la casi totalidad del Ejército Paraguayo, propuse al Comandante del Cuerpo sitiar Boquerón con un destacamento y que el resto del Cuerpo de Ejército continúe sus operaciones sobre este.

Le manifesté además que cada día que pasa redunda en perjuicio de nuestra causa pues decae la moral de nuestras tropas y por otro lado, es indiscutible que el enemigo se prepara en gran escala hacia sus bases.

Me respondió que era una reflexión muy acertada y que la tendría en cuenta. Durante todo el resto de este día se pasó sin hacer nada, mejor dicho, se continuó con lo que la mayoría entiende por infiltraciones.

Pero esto no es extraño, en vez que los comandos trabajan toda la noche en preparación de la acción, durmieron un sueño de los justos hasta las 8 horas de hoy suspendiéndose en consecuencia la batalla sin haberse alcanzado los objetivos propuestos.

Lo único que se consiguió en los esfuerzos de hoy es aproximarnos a las posiciones enemigas, de tal suerte que recién hoy podemos decir que estamos en condiciones de poder cumplir con las disposiciones de la orden de operaciones dictada por el comandante del Cuerpo de Ejército el Viernes.

De todos estos fracasos no debe culparse íntegramente al Comando del Cuerpo.

Los comandos de todos los escalones engañan en una forma horrorosa sobre la real situación a la superioridad, y es natural que en estas condiciones las órdenes de operaciones estén basadas en argumentos falsos y su cumplimiento sea irrealizable.

El problema del agua es arduo y hasta desesperante.

El primer día de la batalla se llegó a abandonar terrenos conquistados a costa de cruentos sacrificios por falta de este elemento y ahora, a pesar de que se ha adelantado bastante en este aspecto del servicio, todavía la tropa sufre terriblemente por la falta de agua.

Con mejor organización se podría subsanar por lo menos una parte de este grave inconveniente.

Propuse que los regimientos sean dotados de sus auto-tanques correspondientes y que sus comandantes se responsabilicen de este servicio. Se libran verdaderas batallas entre los soldados y hasta oficiales que atropellan los tanques de agua; fueron heridos muchos por los mismos oficiales encargados de la vigilancia de este servicio.

Desde mañana, de acuerdo a mis indicaciones estará mejor organizado el servicio de la provisión de agua y ya no será tan grande este problema.

Los comandantes de División a cargo de la conducción de la batalla cuidarán este aspecto del servicio que resulta el mayor de los problemas.

Muchos dicen que la resistencia enemiga es formidable y que no se podrá tomar Boquerón.

Es que en realidad hasta el presente no se ha asaltado la posición. Soy de parecer que Boquerón no está en nuestro poder por fallas en la conducción de la batalla. El día que nuestro comandante en jefe desista del propósito suicida de conquistar esta fortaleza con tiros de fusil y se decida a enfilar debidamente nuestra poderosa artillería, Boquerón caerá sin mayores esfuerzos.


TCNEL. MANUEL MARZANA

A las 4 de la madrugada se presenta el teniente Grosberger con 40 hombres y entrega 8 cajas de munición y algo de víveres. Se ordena para este grupo de hombres un descanso en las zanjas.

A las 10.30 es conducido un soldado paraguayo Luis Aquino quién dice ser de Alberdi a esta hora hay parte de que el sector del capitán Romero es fuertemente atacado pidiéndose refuerzos.

Continúa el hostigamiento sobre Boquerón con todo tipo de armas. Las ametralladoras paraguayas barren las copas de los árboles en el supuesto de que en ellos se encuentren francotiradores bolivianos.


NOTA.-

Las unidades bolivianas que tratan de romper el cerco son las siguientes:

Reg. Infantería 4 con 200 plazas; Reg. Infantería 5 con 300 plazas; Reg. Caballería 6 con 220; Reg. Lanza con 110 plazas; Reg. Azurduy con 80; Reg. Infantería 16 con 500; Grupo de Artillería Calero con 40; Grupo Morteros con 60; Reg. Caballería con 300.

Un total de 2.400 hombres intentan romper el cerco enfrentando a más de 10.000 soldados enemigos bien armados y equipados.

De los apuntes paraguayos notamos que el Ejercito Paraguayo, está en un estado de desesperación debido a que no están consiguiendo los resultados esperados, por el contrario vienen sufriendo graves daños propinados por el grupo defensor de Boquerón. Incluso reflexionan que un reducido grupo está avergonzando y deteniendo al grueso del Ejercito Paraguayo.

Por otro lado vemos que el Ejército Boliviano dispone de un contingente para tratar de romper el cerco a Boquerón, sin embargo pareciera que la planificación no va más allá de la simple intención de aliviar la presión sobre los sitiados, no otra cosa se puede concluir si se tenía un efectivo de 2500 soldados tratando de romper el cerco. De ello surge la interrogante, por qué no se atacaba por los flancos Paraguayos, y en lugar de romper el cerco, se progresaba en desbaratar los intentos Paraguayos de retoma del fortín; con los 2500 soldados mencionados, empeñados en la rotura del cerco, se podría haber maniobrado para cortar el paso entre Boquerón e Isla Poi; paralelamente emplear al menos 5000 soldados para atacar las espaldas del Ejercito Paraguayo directo sobre Isla Poi, en un ataque decidido; Tal vez, y estoy hablando con el diario del lunes, especulando ....se podría lograr dos objetivos superiores, cercar al grueso del ejercito paraguayo e indirectamente.... hasta acabar la guerra en ese mismo lugar.

Ahora bien, también es lógico señalar que; en caso de fracasar dicha maniobra, quien se vería seriamente comprometido y prácticamente derrotado sería el Ejército Boliviano.

Estas observaciones no hacen más que ratificar la dubitativa y timorata conducción del Estado Mayor Boliviano; así como, en menor medida, los defectos en la conducción paraguaya; obviamente por la inexperiencia pero también por la incapacidad profesional de varios altos oficiales.


LUNES 19 (IX-32)



CNEL. FRANCO

Se confirma la suspensión de la batalla y la acción se concreta en acciones de patrulla y aproximación enemiga.

A las 9 a.m. dos aviones enemigos vuelan sobre nuestras posiciones lanzando bombas y ametrallando los camiones que transitan en nuestra retaguardia. Hay muchos desertores en nuestras filas y la mutilación voluntaria entre nuestros soldados es bastante común y hasta desesperante. Estos delitos castigados con la pena de muerte por nuestro Código Militar son sancionados con mucha flojera. Es indispensable proceder con energía contra estos delincuentes que comprometen en forma seria la causa de la patria y mismo para evitar desagradables consecuencias. Creo firmemente, sin embargo, que nuestros soldados recurren a estos medios no por cobardía sino porque ya no pueden soportar más la sed devoradora y prefieren cualquier otra clase de muerte a la de ese martirio insoportable. Al menos así me han declarado muchos entre sollozos desesperados que me producían grandísima y desgarradora tristeza.


TCNEL. MANUEL MARZANA

Undécimo día de batalla.

El estado físico de la gente en el reducto era peor. Espectros armados sin dotación suficiente, sin alimentos y una miserable cantidad de agua infectada que apenas se podía extraer del único pozo que quedaba, controlado por el fuego enemigo.

Continúa el asedio del fortín Boquerón por fuerzas paraguayas que hacen derroche de munición de todos los calibres, sin obtener resultado alguno.

Salen de Boquerón con una fracción de 45 hombres del Regimiento Lanza hacia Castillo, los Subtenientes N. Grosberger y Luis Estenssoro Machicado, quienes son sorprendidos por ráfagas de ametralladoras a pocos kilómetros del fortín. Estenssoro recibe heridas en la cabeza, el pecho y las espaldas y en un acto de desesperación se suicida.

Este valiente oficial era descendiente del Benemérito Cnl. Miguel Estenssoro que encabezó una expedición al Chaco en 1888.

Durante todo el día y la noche, Boquerón soporta estoico el castigo de las balas enemigas que no cejan en su intención de rendir las armas bolivianas dispuestas hasta el último sacrificio.


NOTA.-

Es de destacar que las tropas Paraguayas pese a su libertad de acción y mantenimiento de sus líneas de abastecimiento, sufran de sobre manera por la sed, con relatos realmente conmovedores al respecto, al punto de auto infringirse mutilaciones, también llama la atención la cantidad (según indica Franco) elevada de desertores, que prefieren cualquier cosa a sufrir la desesperante sed, tomando en cuenta que el Ejército Paraguayo estaba mucho más ambientado que la tropa Boliviana, contrapongamos la situación a los defensores bolivianos en el interior Boquerón que no tenían más que intentar beber de la única fuente de agua, la cual estaba reglada por el fuego Paraguayo; donde quien osara asomar era fatalmente dado de baja, amén de que en ella flotaban un sin número de cadáveres, contaminando por ende esta fuente de agua, que ya no era bebible, quedando la guarnición sin el líquido elemento; además de los incidentes ya anotados del abastecimiento por vía aérea.

Ya a estas alturas de la batalla es impresionante hasta donde llegó el sacrificio del soldado Boliviano, que además de estar sitiado por un enemigo superior en casi una proporción de 10 a 1; carecía de agua, y finalmente empezaba a quedarse sin munición, provisiones, insumos médicos, víveres.

Por su parte el Ejercito Paraguayo hacía un derroche impresionante de fuego sobre el Fortín, sin lograr resultados tangibles y productivos para sus objetivos, los sitiados a pesar de todas las privaciones, se mantenían incólumes y firmes en el cumplimiento de la orden dada por el Alto Mando.

Todo el honor a los bravos defensores Bolivianos.... aún les quedaba 10 días más soportando todos estos embates, miserias y carencias; pero con la voluntad firme y decidida de que el sacrificio era efectuado en aras de los más altos intereses de la Patria y el honor del ejército Boliviano que a esas alturas de la contienda realzaba su modesta reputación poniendo en jaque prácticamente a todo el Ejército Paraguayo.


MARTES 20 Septiembre 1932

CNEL. FRANCO

A primera hora de esta mañana tuve una conferencia telefónica con el comandante del Cuerpo de Ejército. Le especifiqué que a medida que transcurre el tiempo consideraba más factible el plan estratégico que le había propuesto anteriormente en el sentido de sitiar Boquerón con un destacamento y continuar la operación con el Cuerpo de Ejército sobre Arce. Ayer en presencia del enemigo efectuaron relevos dos batallones sin que el enemigo de señales de vida, lo que demuestra fehacientemente que dentro de la posición son fuertes pero que por su reducida guarnición no están capacitados para acciones fuera de ella. Me respondió que lo estaba estudiando y que a la aviación ya había impartido instrucciones en el sentido de explorar la región de Arce. Hay que estudiar pronto. Cada día que transcurre favorece al enemigo y resulta en detrimento de nuestros intereses. Informé igualmente al Comando que dado el estado de depresión moral y física de nuestras tropas no podría pensar en realizarse hasta dentro de tres días, por lo menos, ningún esfuerzo importante. De noche se produjo un verdadero desbande de nuestros soldados de las posiciones hacia atrás en busca de agua. Libramos verdadera batalla para conseguir que regresen a sus puestos de combate.

Si los bolivianos hubiesen notado este desbande adiós al Chaco paraguayo…Yo me vestí al momento y me alisté para todo evento. Felizmente no se dieron cuenta los bolivianos y tuvimos tiempo de volverlos a sus puestos de combate. En vista del agotamiento físico de nuestras tropas que actúan en primera fila y como por esta razón no es posible, hasta dentro de unos días accionar con esta gente en forma útil, propuse que los sectores de combate sean cubiertos con lo indispensable y que la mayor cantidad posible pase a la retaguardia para reponerse. El comando del Cuerpo de Ejército ordenó inmediatamente esta medida. En medio de estas grandes miserias de la guerra, hay cosas que nos hacen reír de buena gana. Esta tarde, mientras nos ametrallaba una escuadrilla de aviones bolivianos, un Teniente que no puede soportar los ataques aéreos, no el aspecto de desesperación y de terror daba vueltas interminables alrededor de un árbol, inconscientemente, y cuando se percibió el ruido característico de la caída de las bombas, corrió lo más ligero que pudo, mirando a cada paso que daba al avión; recibió diversas contusiones porque como un mboreví llevó por delante todo lo que encontraba a su paso. Como desde luego, es muy simpático, el cuadro causó una hilaridad general.

A las 4 p.m. un fuerte destacamento enemigo ataca nuestro sector de Yujra siendo enérgicamente rechazado. Todavía no vienen detalles de esta acción que duró dos horas más o menos.


TCNEL. MANUEL MARZANA

Duodécimo día de batalla.

Doce días de batalla, asedio tenaz y continuado, de hambre y de sed pero no han conseguido doblegarnos; se sigue combatiendo con la misma fuerza y moral del primer día.

Este es el duodécimo día de ataque a Boquerón, con toda clase de armas. Se establece un riguroso racionamiento de agua entre los defensores debido a que el enemigo tiene varias armas regladas sobre el pozo de abastecimiento donde ya habían muerto muchos soldados.

Los aviones bolivianos bombardean a las tropas enemigas que asedian el fortín.

Una patrulla enemiga incursiona en el fortín Cuatro Vientos y al fracasar en su intento es perseguida por fuerzas bolivianas.

Los víveres en Boquerón escasean y se prevé que sólo podrán abastecer dos días más.


MIERCOLES 21 (IX-32)

CNEL. FRANCO

Toda la noche pasé muy preocupado e intranquilo y en consecuencia sin poder conciliar el sueño.

Son once día ya que estamos frente a esta posición fortificada enemiga sin haber conseguido resultados positivos y alentadores, mientras tanto el ejército enemigo estará más adelantado en su concentración y progresión hacia Boquerón.

Si el enemigo continúa resistiendo hasta que lo socorran refuerzos importantes es muy posible que perdamos nuestra libertad de acción y será muy difícil que la recuperemos a causa de nuestros precarios recursos.

Es decir, adoptaríamos la defensiva, lo cual será desfavorable a la causa de la patria.

Toda la noche se produjo un vivo tiroteo de ambas partes, nuestra artillería dispara mucho sobre las posiciones enemigas.

Es que se encuentran muy cerca de las posiciones enemigas.

Es que se encuentran muy cerca de las posiciones adversarias, unas de atrás y cualquier ruido provoca nutridísimos disparos. Estamos en una guerra de posiciones. ¿Quién tiene la culpa de este desatino, de este contrasentido?

Nosotros y nadie más que nosotros. Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior.

Nuestras operaciones debían de haber sido mucho más amplias. Arce debía de haber sido atacado al mismo tiempo que Boquerón.

A cada día que pasa se nota más todavía la falta de comunicaciones. Hace más de una hora que se combate intensamente en el frente de Yujra y este es el momento que no se tiene noticias del combate. Es indispensable que por lo menos la comunicación telefónica se extienda hasta los P.C. de los batallones. Pero no se dispone de alambres y aparatos; apenas las divisiones y los grupos de artillería están unidos con el Comando del Grupo de Ejército.

A estas alturas se hubieran movilizado ya a todos los especialistas y requisado en Asunción los materiales necesarios pero no hay nada y la conducción de la batalla encuentra dificultades inmensas por la carencia de estos materiales. Continúan llegando soldados que se mutilan diariamente y no son sancionados de acuerdo a la ley.

La guerra es un acto brutal y la gana generalmente el menos sentimental. Gracias a la nueva organización del servicio de aprovisionamiento de agua, las tropas ya no sufren privaciones.

Desde hoy ya tomarán cocido y se preparará la comida como de costumbre. Estoy muy feliz, he contribuido en algo para el bienestar de nuestros valientes y abnegados soldados. En todo caso el agua continua siendo escasa, no hay para los caballos y el aseo personal.

La caballería anda a pie íntegramente, y la tropa desde que está en estas regiones no se ha aseado más.

El primer día me causó mucha repugnancia el olor familiar y desgradabilísimo del cuerpo sucio, pero ahora mi olfato está acostumbrado, mejor dicho, ya soporta.

Los oficiales en vez de tirar el agua que habían utilizado para el aseo personal, lo aprovechan para lavar pañuelos, calzoncillos o medias, y después se da alguna mula o caballo que por allí está muriendo de sed.

Hoy después de varios días de intensísimo calor, tenemos una temperatura agradablísima.

Esto es providencial porque la vida se hacía muy penosa con esta temperatura insoportable. A la 1 de la tarde el grupo de escuadrones al mando del Capitán Ayala Velázquez que actúa en el frente de Yujra, fue aislado de la división por una infiltración boliviana que se interpuso en su camino de retirada.

Se dispuso que inmediatamente sea desalojado el enemigo de allí.

Hasta esta hora, 6 p.m. no se conoce el resultado de esta operación.

El regimiento Ytororó nº 2 de Infantería en una acción librada con el enemigo en el camino Castillo-Boquerón, fuera de las fortificaciones, consiguió poner de baja a un Capitán, un Teniente y cuarenta y cinco soldados.

Tomaron una ametralladora pesada, dos livianas, 15 fusiles, dos caballos, una mula y algunos materiales sanitarios.

Hasta hoy, desde el comienzo de las operaciones hemos tomado ya seis ametralladoras pesadas, 21 livianas y mas o menos doscientos fusiles. A las 9 p.m. llegó la noticia de que las tropas bolivianas que habían cortado las comunicaciones del grupo de escuadrones Ayala Velázquez, había sido rechazado hacia las posiciones bolivianas de Boquerón, quedando nuevamente libre para el tránsito de nuestras unidades.


TCNEL. MANUEL MARZANA

Decimotercer día de batalla.

Desde las 05.00 las posiciones del sector del mayor Ocampo reciben fuerte ataque enemigo el fuego muy vivo de ametralladoras y fusiles pone en serio peligro dicho sector pero la tropa que había sido prevenida por los patrulladores, rechaza con la mayor energía, batiendo a los asaltantes hasta ponerlos en fuga hacia el monte donde se internan dejando en el campo muchos muertos y heridos y algunos fusiles que son recogidos en la noche.

Se ordena la salida del destacamento Montalvo que no tenía órdenes de quedarse en el fortín sino de establecer una línea de comunicación.

Por las noches los soldados bolivianos se aventuran hacia el campo de tiro, donde innumerables cadáveres "pilás" (paraguayos) abandonados están en estado de putrefacción, para proveerse de agua, galletas y munición pertenecientes a los cadáveres enemigos, desafiando el hostigamiento paraguayo



NOTA

Continúan los ataques al fortín Boquerón y en este día, por la zona intentan un nuevo ataque violentamente rechazado por los defensores.

Desde días antes, los paraguayos se hallan empeñados en estrechar el cerco; en esta maniobra se emplean al Reg. de Infantería 4 al Reg. de Infantería 6 y al Reg. de Caballería 2, cuyos jefes dicen que cerrarán la "última puerta a los bolís".

Intranquilizados por la resistencia boliviana, los oficiales se preguntan ¿Por qué no cae Boquerón?, ¿por dónde reciben refuerzos los bolivianos?, finalmente ¿dónde se ubica el principal reducto del fortín?.

Mientras tanto, en el fortín escasean los víveres y hay un riguroso racionamiento de agua y municiones.

El mismo Ejercito Paraguayo está confundido por no lograr un avance claro el cual obtenga resultados sustanciales, a pesar de como dice...

“Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior”

Nuevamente se reporta el nivel de deserción y auto mutilación de los efectivos Paraguayos, a pesar de llevar la iniciativa se ve estas escenas, por supuesto desalentadoras para sus propios efectivos.

Cabe destacar la profunda preocupación del Cnel. Franco quien teme y supone que el Ejército Boliviano estaría pronto a recibir un refuerzo importante que de ser real, desequilibraría la situación, con lo cual Paraguay perdería la iniciativa como atacante y pasaría más bien a defender, lo cual era contrario a sus expectativas y proyecciones respecto al conflicto.

Por el lado Boliviano nuevamente se observa que en lugar de que Boquerón reciba refuerzos, contrariamente y de forma constante enviaba gente hacia fuera del cerco, disminuyendo el efectivo para la defensa desde el interior del Fortín. ¿Por qué no se recibió refuerzos importantes, que hubieran cambiado o alterado la situación a favor de Bolivia?.
 
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