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Historia Militar
La Batalla de Boquerón, septiembre de 1932
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<blockquote data-quote="JAVIER_KMS" data-source="post: 1876802" data-attributes="member: 14480"><p style="text-align: center"><strong>DOMINGO 18 (IX-32)</strong></p><p></p><p><strong>CNEL. FRANCO </strong></p><p></p><p>Esta mañana, a las 8, llegan tres prisioneros bolivianos capturados ayer después de la acción del regimiento nº 6, con la columna enemiga aparecida ayer en el ala derecha de dicho regimiento.</p><p></p><p>Declaran que habían recibido orden de penetrar en Boquerón en dos columnas, una por el camino Boquerón-Castillo y otra por Boquerón-Yujra. Según estos prisioneros consiguieron entrar en el fortín después de haber forzado el cerco, en número de unos trescientos cincuenta hombres. En esta oportunidad fue que derrotaron a dos batallones del regimiento Boquerón.</p><p></p><p>Declararon también que en esta ocasión fueron muertos nuestros cadetes y tres tomados prisioneros, además que los fortines que rodean a Boquerón como Yujra, Castillo, estaban fortificados: por último dijeron que Boquerón estaba solo defendida por una guarnición de más o menos cuatrocientas plazas.</p><p></p><p>En vista de estas noticias y considerando que en la forma como se está procediendo, esta posición enemiga no caería sino por el hambre y la falta de munición y jamás a viva fuerza por las fallas de nuestra conducción, y pensando también que constituía una verdadera vergüenza para nuestro país y ejército que una insignificancia así está manteniendo en jaque a la casi totalidad del Ejército Paraguayo, propuse al Comandante del Cuerpo sitiar Boquerón con un destacamento y que el resto del Cuerpo de Ejército continúe sus operaciones sobre este.</p><p></p><p>Le manifesté además que cada día que pasa redunda en perjuicio de nuestra causa pues decae la moral de nuestras tropas y por otro lado, es indiscutible que el enemigo se prepara en gran escala hacia sus bases.</p><p></p><p>Me respondió que era una reflexión muy acertada y que la tendría en cuenta. Durante todo el resto de este día se pasó sin hacer nada, mejor dicho, se continuó con lo que la mayoría entiende por infiltraciones.</p><p></p><p>Pero esto no es extraño, en vez que los comandos trabajan toda la noche en preparación de la acción, durmieron un sueño de los justos hasta las 8 horas de hoy suspendiéndose en consecuencia la batalla sin haberse alcanzado los objetivos propuestos.</p><p></p><p>Lo único que se consiguió en los esfuerzos de hoy es aproximarnos a las posiciones enemigas, de tal suerte que recién hoy podemos decir que estamos en condiciones de poder cumplir con las disposiciones de la orden de operaciones dictada por el comandante del Cuerpo de Ejército el Viernes.</p><p></p><p>De todos estos fracasos no debe culparse íntegramente al Comando del Cuerpo.</p><p></p><p>Los comandos de todos los escalones engañan en una forma horrorosa sobre la real situación a la superioridad, y es natural que en estas condiciones las órdenes de operaciones estén basadas en argumentos falsos y su cumplimiento sea irrealizable.</p><p></p><p>El problema del agua es arduo y hasta desesperante.</p><p></p><p>El primer día de la batalla se llegó a abandonar terrenos conquistados a costa de cruentos sacrificios por falta de este elemento y ahora, a pesar de que se ha adelantado bastante en este aspecto del servicio, todavía la tropa sufre terriblemente por la falta de agua.</p><p></p><p>Con mejor organización se podría subsanar por lo menos una parte de este grave inconveniente.</p><p></p><p>Propuse que los regimientos sean dotados de sus auto-tanques correspondientes y que sus comandantes se responsabilicen de este servicio. Se libran verdaderas batallas entre los soldados y hasta oficiales que atropellan los tanques de agua; fueron heridos muchos por los mismos oficiales encargados de la vigilancia de este servicio.</p><p></p><p>Desde mañana, de acuerdo a mis indicaciones estará mejor organizado el servicio de la provisión de agua y ya no será tan grande este problema.</p><p></p><p>Los comandantes de División a cargo de la conducción de la batalla cuidarán este aspecto del servicio que resulta el mayor de los problemas.</p><p></p><p>Muchos dicen que la resistencia enemiga es formidable y que no se podrá tomar Boquerón.</p><p></p><p>Es que en realidad hasta el presente no se ha asaltado la posición. Soy de parecer que Boquerón no está en nuestro poder por fallas en la conducción de la batalla. El día que nuestro comandante en jefe desista del propósito suicida de conquistar esta fortaleza con tiros de fusil y se decida a enfilar debidamente nuestra poderosa artillería, Boquerón caerá sin mayores esfuerzos.</p><p></p><p></p><p><strong>TCNEL. MANUEL MARZANA </strong></p><p></p><p>A las 4 de la madrugada se presenta el teniente Grosberger con 40 hombres y entrega 8 cajas de munición y algo de víveres. Se ordena para este grupo de hombres un descanso en las zanjas.</p><p></p><p>A las 10.30 es conducido un soldado paraguayo Luis Aquino quién dice ser de Alberdi a esta hora hay parte de que el sector del capitán Romero es fuertemente atacado pidiéndose refuerzos.</p><p></p><p>Continúa el hostigamiento sobre Boquerón con todo tipo de armas. Las ametralladoras paraguayas barren las copas de los árboles en el supuesto de que en ellos se encuentren francotiradores bolivianos.</p><p></p><p></p><p><strong>NOTA.-</strong></p><p></p><p>Las unidades bolivianas que tratan de romper el cerco son las siguientes:</p><p></p><p>Reg. Infantería 4 con 200 plazas; Reg. Infantería 5 con 300 plazas; Reg. Caballería 6 con 220; Reg. Lanza con 110 plazas; Reg. Azurduy con 80; Reg. Infantería 16 con 500; Grupo de Artillería Calero con 40; Grupo Morteros con 60; Reg. Caballería con 300.</p><p></p><p>Un total de 2.400 hombres intentan romper el cerco enfrentando a más de 10.000 soldados enemigos bien armados y equipados.</p><p></p><p>De los apuntes paraguayos notamos que el Ejercito Paraguayo, está en un estado de desesperación debido a que no están consiguiendo los resultados esperados, por el contrario vienen sufriendo graves daños propinados por el grupo defensor de Boquerón. Incluso reflexionan que un reducido grupo está avergonzando y deteniendo al grueso del Ejercito Paraguayo.</p><p></p><p>Por otro lado vemos que el Ejército Boliviano dispone de un contingente para tratar de romper el cerco a Boquerón, sin embargo pareciera que la planificación no va más allá de la simple intención de aliviar la presión sobre los sitiados, no otra cosa se puede concluir si se tenía un efectivo de 2500 soldados tratando de romper el cerco. De ello surge la interrogante, por qué no se atacaba por los flancos Paraguayos, y en lugar de romper el cerco, se progresaba en desbaratar los intentos Paraguayos de retoma del fortín; con los 2500 soldados mencionados, empeñados en la rotura del cerco, se podría haber maniobrado para cortar el paso entre Boquerón e Isla Poi; paralelamente emplear al menos 5000 soldados para atacar las espaldas del Ejercito Paraguayo directo sobre Isla Poi, en un ataque decidido; Tal vez, y estoy hablando con el diario del lunes, especulando ....se podría lograr dos objetivos superiores, cercar al grueso del ejercito paraguayo e indirectamente.... hasta acabar la guerra en ese mismo lugar.</p><p></p><p>Ahora bien, también es lógico señalar que; en caso de fracasar dicha maniobra, quien se vería seriamente comprometido y prácticamente derrotado sería el Ejército Boliviano.</p><p></p><p>Estas observaciones no hacen más que ratificar la dubitativa y timorata conducción del Estado Mayor Boliviano; así como, en menor medida, los defectos en la conducción paraguaya; obviamente por la inexperiencia pero también por la incapacidad profesional de varios altos oficiales.</p><p></p><p></p><p style="text-align: center"><strong>LUNES 19 (IX-32)</strong></p><p></p><p></p><p></p><p><strong>CNEL. FRANCO </strong></p><p></p><p>Se confirma la suspensión de la batalla y la acción se concreta en acciones de patrulla y aproximación enemiga.</p><p></p><p>A las 9 a.m. dos aviones enemigos vuelan sobre nuestras posiciones lanzando bombas y ametrallando los camiones que transitan en nuestra retaguardia. Hay muchos desertores en nuestras filas y la mutilación voluntaria entre nuestros soldados es bastante común y hasta desesperante. Estos delitos castigados con la pena de muerte por nuestro Código Militar son sancionados con mucha flojera. Es indispensable proceder con energía contra estos delincuentes que comprometen en forma seria la causa de la patria y mismo para evitar desagradables consecuencias. Creo firmemente, sin embargo, que nuestros soldados recurren a estos medios no por cobardía sino porque ya no pueden soportar más la sed devoradora y prefieren cualquier otra clase de muerte a la de ese martirio insoportable. Al menos así me han declarado muchos entre sollozos desesperados que me producían grandísima y desgarradora tristeza.</p><p></p><p></p><p><strong>TCNEL. MANUEL MARZANA </strong></p><p></p><p>Undécimo día de batalla.</p><p></p><p>El estado físico de la gente en el reducto era peor. Espectros armados sin dotación suficiente, sin alimentos y una miserable cantidad de agua infectada que apenas se podía extraer del único pozo que quedaba, controlado por el fuego enemigo.</p><p></p><p>Continúa el asedio del fortín Boquerón por fuerzas paraguayas que hacen derroche de munición de todos los calibres, sin obtener resultado alguno.</p><p></p><p>Salen de Boquerón con una fracción de 45 hombres del Regimiento Lanza hacia Castillo, los Subtenientes N. Grosberger y Luis Estenssoro Machicado, quienes son sorprendidos por ráfagas de ametralladoras a pocos kilómetros del fortín. Estenssoro recibe heridas en la cabeza, el pecho y las espaldas y en un acto de desesperación se suicida.</p><p></p><p>Este valiente oficial era descendiente del Benemérito Cnl. Miguel Estenssoro que encabezó una expedición al Chaco en 1888.</p><p></p><p>Durante todo el día y la noche, Boquerón soporta estoico el castigo de las balas enemigas que no cejan en su intención de rendir las armas bolivianas dispuestas hasta el último sacrificio.</p><p></p><p></p><p><strong>NOTA.-</strong></p><p></p><p>Es de destacar que las tropas Paraguayas pese a su libertad de acción y mantenimiento de sus líneas de abastecimiento, sufran de sobre manera por la sed, con relatos realmente conmovedores al respecto, al punto de auto infringirse mutilaciones, también llama la atención la cantidad (según indica Franco) elevada de desertores, que prefieren cualquier cosa a sufrir la desesperante sed, tomando en cuenta que el Ejército Paraguayo estaba mucho más ambientado que la tropa Boliviana, contrapongamos la situación a los defensores bolivianos en el interior Boquerón que no tenían más que intentar beber de la única fuente de agua, la cual estaba reglada por el fuego Paraguayo; donde quien osara asomar era fatalmente dado de baja, amén de que en ella flotaban un sin número de cadáveres, contaminando por ende esta fuente de agua, que ya no era bebible, quedando la guarnición sin el líquido elemento; además de los incidentes ya anotados del abastecimiento por vía aérea.</p><p></p><p>Ya a estas alturas de la batalla es impresionante hasta donde llegó el sacrificio del soldado Boliviano, que además de estar sitiado por un enemigo superior en casi una proporción de 10 a 1; carecía de agua, y finalmente empezaba a quedarse sin munición, provisiones, insumos médicos, víveres.</p><p></p><p>Por su parte el Ejercito Paraguayo hacía un derroche impresionante de fuego sobre el Fortín, sin lograr resultados tangibles y productivos para sus objetivos, los sitiados a pesar de todas las privaciones, se mantenían incólumes y firmes en el cumplimiento de la orden dada por el Alto Mando.</p><p></p><p>Todo el honor a los bravos defensores Bolivianos.... aún les quedaba 10 días más soportando todos estos embates, miserias y carencias; pero con la voluntad firme y decidida de que el sacrificio era efectuado en aras de los más altos intereses de la Patria y el honor del ejército Boliviano que a esas alturas de la contienda realzaba su modesta reputación poniendo en jaque prácticamente a todo el Ejército Paraguayo.</p><p></p><p></p><p style="text-align: center"><strong>MARTES 20 Septiembre 1932</strong></p><p></p><p><strong>CNEL. FRANCO </strong></p><p></p><p>A primera hora de esta mañana tuve una conferencia telefónica con el comandante del Cuerpo de Ejército. Le especifiqué que a medida que transcurre el tiempo consideraba más factible el plan estratégico que le había propuesto anteriormente en el sentido de sitiar Boquerón con un destacamento y continuar la operación con el Cuerpo de Ejército sobre Arce. Ayer en presencia del enemigo efectuaron relevos dos batallones sin que el enemigo de señales de vida, lo que demuestra fehacientemente que dentro de la posición son fuertes pero que por su reducida guarnición no están capacitados para acciones fuera de ella. Me respondió que lo estaba estudiando y que a la aviación ya había impartido instrucciones en el sentido de explorar la región de Arce. Hay que estudiar pronto. Cada día que transcurre favorece al enemigo y resulta en detrimento de nuestros intereses. Informé igualmente al Comando que dado el estado de depresión moral y física de nuestras tropas no podría pensar en realizarse hasta dentro de tres días, por lo menos, ningún esfuerzo importante. De noche se produjo un verdadero desbande de nuestros soldados de las posiciones hacia atrás en busca de agua. Libramos verdadera batalla para conseguir que regresen a sus puestos de combate.</p><p></p><p>Si los bolivianos hubiesen notado este desbande adiós al Chaco paraguayo…Yo me vestí al momento y me alisté para todo evento. Felizmente no se dieron cuenta los bolivianos y tuvimos tiempo de volverlos a sus puestos de combate. En vista del agotamiento físico de nuestras tropas que actúan en primera fila y como por esta razón no es posible, hasta dentro de unos días accionar con esta gente en forma útil, propuse que los sectores de combate sean cubiertos con lo indispensable y que la mayor cantidad posible pase a la retaguardia para reponerse. El comando del Cuerpo de Ejército ordenó inmediatamente esta medida. En medio de estas grandes miserias de la guerra, hay cosas que nos hacen reír de buena gana. Esta tarde, mientras nos ametrallaba una escuadrilla de aviones bolivianos, un Teniente que no puede soportar los ataques aéreos, no el aspecto de desesperación y de terror daba vueltas interminables alrededor de un árbol, inconscientemente, y cuando se percibió el ruido característico de la caída de las bombas, corrió lo más ligero que pudo, mirando a cada paso que daba al avión; recibió diversas contusiones porque como un mboreví llevó por delante todo lo que encontraba a su paso. Como desde luego, es muy simpático, el cuadro causó una hilaridad general.</p><p></p><p>A las 4 p.m. un fuerte destacamento enemigo ataca nuestro sector de Yujra siendo enérgicamente rechazado. Todavía no vienen detalles de esta acción que duró dos horas más o menos.</p><p></p><p></p><p><strong>TCNEL. MANUEL MARZANA </strong></p><p></p><p>Duodécimo día de batalla.</p><p></p><p>Doce días de batalla, asedio tenaz y continuado, de hambre y de sed pero no han conseguido doblegarnos; se sigue combatiendo con la misma fuerza y moral del primer día.</p><p></p><p>Este es el duodécimo día de ataque a Boquerón, con toda clase de armas. Se establece un riguroso racionamiento de agua entre los defensores debido a que el enemigo tiene varias armas regladas sobre el pozo de abastecimiento donde ya habían muerto muchos soldados.</p><p></p><p>Los aviones bolivianos bombardean a las tropas enemigas que asedian el fortín.</p><p></p><p>Una patrulla enemiga incursiona en el fortín Cuatro Vientos y al fracasar en su intento es perseguida por fuerzas bolivianas.</p><p></p><p>Los víveres en Boquerón escasean y se prevé que sólo podrán abastecer dos días más.</p><p></p><p></p><p style="text-align: center"><strong>MIERCOLES 21 (IX-32)</strong></p><p></p><p><strong>CNEL. FRANCO </strong></p><p></p><p>Toda la noche pasé muy preocupado e intranquilo y en consecuencia sin poder conciliar el sueño.</p><p></p><p>Son once día ya que estamos frente a esta posición fortificada enemiga sin haber conseguido resultados positivos y alentadores, mientras tanto el ejército enemigo estará más adelantado en su concentración y progresión hacia Boquerón.</p><p></p><p>Si el enemigo continúa resistiendo hasta que lo socorran refuerzos importantes es muy posible que perdamos nuestra libertad de acción y será muy difícil que la recuperemos a causa de nuestros precarios recursos.</p><p></p><p>Es decir, adoptaríamos la defensiva, lo cual será desfavorable a la causa de la patria.</p><p></p><p>Toda la noche se produjo un vivo tiroteo de ambas partes, nuestra artillería dispara mucho sobre las posiciones enemigas.</p><p></p><p>Es que se encuentran muy cerca de las posiciones enemigas.</p><p></p><p>Es que se encuentran muy cerca de las posiciones adversarias, unas de atrás y cualquier ruido provoca nutridísimos disparos. Estamos en una guerra de posiciones. ¿Quién tiene la culpa de este desatino, de este contrasentido?</p><p></p><p>Nosotros y nadie más que nosotros. Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior.</p><p></p><p>Nuestras operaciones debían de haber sido mucho más amplias. Arce debía de haber sido atacado al mismo tiempo que Boquerón.</p><p></p><p>A cada día que pasa se nota más todavía la falta de comunicaciones. Hace más de una hora que se combate intensamente en el frente de Yujra y este es el momento que no se tiene noticias del combate. Es indispensable que por lo menos la comunicación telefónica se extienda hasta los P.C. de los batallones. Pero no se dispone de alambres y aparatos; apenas las divisiones y los grupos de artillería están unidos con el Comando del Grupo de Ejército.</p><p></p><p>A estas alturas se hubieran movilizado ya a todos los especialistas y requisado en Asunción los materiales necesarios pero no hay nada y la conducción de la batalla encuentra dificultades inmensas por la carencia de estos materiales. Continúan llegando soldados que se mutilan diariamente y no son sancionados de acuerdo a la ley.</p><p></p><p>La guerra es un acto brutal y la gana generalmente el menos sentimental. Gracias a la nueva organización del servicio de aprovisionamiento de agua, las tropas ya no sufren privaciones.</p><p></p><p>Desde hoy ya tomarán cocido y se preparará la comida como de costumbre. Estoy muy feliz, he contribuido en algo para el bienestar de nuestros valientes y abnegados soldados. En todo caso el agua continua siendo escasa, no hay para los caballos y el aseo personal.</p><p></p><p>La caballería anda a pie íntegramente, y la tropa desde que está en estas regiones no se ha aseado más.</p><p></p><p>El primer día me causó mucha repugnancia el olor familiar y desgradabilísimo del cuerpo sucio, pero ahora mi olfato está acostumbrado, mejor dicho, ya soporta.</p><p></p><p>Los oficiales en vez de tirar el agua que habían utilizado para el aseo personal, lo aprovechan para lavar pañuelos, calzoncillos o medias, y después se da alguna mula o caballo que por allí está muriendo de sed.</p><p></p><p>Hoy después de varios días de intensísimo calor, tenemos una temperatura agradablísima.</p><p></p><p>Esto es providencial porque la vida se hacía muy penosa con esta temperatura insoportable. A la 1 de la tarde el grupo de escuadrones al mando del Capitán Ayala Velázquez que actúa en el frente de Yujra, fue aislado de la división por una infiltración boliviana que se interpuso en su camino de retirada.</p><p></p><p>Se dispuso que inmediatamente sea desalojado el enemigo de allí.</p><p></p><p>Hasta esta hora, 6 p.m. no se conoce el resultado de esta operación.</p><p></p><p>El regimiento Ytororó nº 2 de Infantería en una acción librada con el enemigo en el camino Castillo-Boquerón, fuera de las fortificaciones, consiguió poner de baja a un Capitán, un Teniente y cuarenta y cinco soldados.</p><p></p><p>Tomaron una ametralladora pesada, dos livianas, 15 fusiles, dos caballos, una mula y algunos materiales sanitarios.</p><p></p><p>Hasta hoy, desde el comienzo de las operaciones hemos tomado ya seis ametralladoras pesadas, 21 livianas y mas o menos doscientos fusiles. A las 9 p.m. llegó la noticia de que las tropas bolivianas que habían cortado las comunicaciones del grupo de escuadrones Ayala Velázquez, había sido rechazado hacia las posiciones bolivianas de Boquerón, quedando nuevamente libre para el tránsito de nuestras unidades.</p><p></p><p></p><p><strong>TCNEL. MANUEL MARZANA </strong></p><p></p><p>Decimotercer día de batalla.</p><p></p><p>Desde las 05.00 las posiciones del sector del mayor Ocampo reciben fuerte ataque enemigo el fuego muy vivo de ametralladoras y fusiles pone en serio peligro dicho sector pero la tropa que había sido prevenida por los patrulladores, rechaza con la mayor energía, batiendo a los asaltantes hasta ponerlos en fuga hacia el monte donde se internan dejando en el campo muchos muertos y heridos y algunos fusiles que son recogidos en la noche.</p><p></p><p>Se ordena la salida del destacamento Montalvo que no tenía órdenes de quedarse en el fortín sino de establecer una línea de comunicación.</p><p></p><p>Por las noches los soldados bolivianos se aventuran hacia el campo de tiro, donde innumerables cadáveres "pilás" (paraguayos) abandonados están en estado de putrefacción, para proveerse de agua, galletas y munición pertenecientes a los cadáveres enemigos, desafiando el hostigamiento paraguayo</p><p></p><p></p><p></p><p><strong>NOTA</strong></p><p></p><p>Continúan los ataques al fortín Boquerón y en este día, por la zona intentan un nuevo ataque violentamente rechazado por los defensores.</p><p></p><p>Desde días antes, los paraguayos se hallan empeñados en estrechar el cerco; en esta maniobra se emplean al Reg. de Infantería 4 al Reg. de Infantería 6 y al Reg. de Caballería 2, cuyos jefes dicen que cerrarán la <strong><em>"última puerta a los bolís".</em></strong></p><p></p><p>Intranquilizados por la resistencia boliviana, los oficiales se preguntan ¿Por qué no cae Boquerón?, ¿por dónde reciben refuerzos los bolivianos?, finalmente ¿dónde se ubica el principal reducto del fortín?.</p><p></p><p>Mientras tanto, en el fortín escasean los víveres y hay un riguroso racionamiento de agua y municiones.</p><p></p><p>El mismo Ejercito Paraguayo está confundido por no lograr un avance claro el cual obtenga resultados sustanciales, a pesar de como dice...</p><p></p><p><em>“Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior”</em></p><p></p><p>Nuevamente se reporta el nivel de deserción y auto mutilación de los efectivos Paraguayos, a pesar de llevar la iniciativa se ve estas escenas, por supuesto desalentadoras para sus propios efectivos.</p><p></p><p>Cabe destacar la profunda preocupación del Cnel. Franco quien teme y supone que el Ejército Boliviano estaría pronto a recibir un refuerzo importante que de ser real, desequilibraría la situación, con lo cual Paraguay perdería la iniciativa como atacante y pasaría más bien a defender, lo cual era contrario a sus expectativas y proyecciones respecto al conflicto.</p><p></p><p>Por el lado Boliviano nuevamente se observa que en lugar de que Boquerón reciba refuerzos, contrariamente y de forma constante enviaba gente hacia fuera del cerco, disminuyendo el efectivo para la defensa desde el interior del Fortín. ¿Por qué no se recibió refuerzos importantes, que hubieran cambiado o alterado la situación a favor de Bolivia?.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="JAVIER_KMS, post: 1876802, member: 14480"] [CENTER][B]DOMINGO 18 (IX-32)[/B][/CENTER] [B]CNEL. FRANCO [/B] Esta mañana, a las 8, llegan tres prisioneros bolivianos capturados ayer después de la acción del regimiento nº 6, con la columna enemiga aparecida ayer en el ala derecha de dicho regimiento. Declaran que habían recibido orden de penetrar en Boquerón en dos columnas, una por el camino Boquerón-Castillo y otra por Boquerón-Yujra. Según estos prisioneros consiguieron entrar en el fortín después de haber forzado el cerco, en número de unos trescientos cincuenta hombres. En esta oportunidad fue que derrotaron a dos batallones del regimiento Boquerón. Declararon también que en esta ocasión fueron muertos nuestros cadetes y tres tomados prisioneros, además que los fortines que rodean a Boquerón como Yujra, Castillo, estaban fortificados: por último dijeron que Boquerón estaba solo defendida por una guarnición de más o menos cuatrocientas plazas. En vista de estas noticias y considerando que en la forma como se está procediendo, esta posición enemiga no caería sino por el hambre y la falta de munición y jamás a viva fuerza por las fallas de nuestra conducción, y pensando también que constituía una verdadera vergüenza para nuestro país y ejército que una insignificancia así está manteniendo en jaque a la casi totalidad del Ejército Paraguayo, propuse al Comandante del Cuerpo sitiar Boquerón con un destacamento y que el resto del Cuerpo de Ejército continúe sus operaciones sobre este. Le manifesté además que cada día que pasa redunda en perjuicio de nuestra causa pues decae la moral de nuestras tropas y por otro lado, es indiscutible que el enemigo se prepara en gran escala hacia sus bases. Me respondió que era una reflexión muy acertada y que la tendría en cuenta. Durante todo el resto de este día se pasó sin hacer nada, mejor dicho, se continuó con lo que la mayoría entiende por infiltraciones. Pero esto no es extraño, en vez que los comandos trabajan toda la noche en preparación de la acción, durmieron un sueño de los justos hasta las 8 horas de hoy suspendiéndose en consecuencia la batalla sin haberse alcanzado los objetivos propuestos. Lo único que se consiguió en los esfuerzos de hoy es aproximarnos a las posiciones enemigas, de tal suerte que recién hoy podemos decir que estamos en condiciones de poder cumplir con las disposiciones de la orden de operaciones dictada por el comandante del Cuerpo de Ejército el Viernes. De todos estos fracasos no debe culparse íntegramente al Comando del Cuerpo. Los comandos de todos los escalones engañan en una forma horrorosa sobre la real situación a la superioridad, y es natural que en estas condiciones las órdenes de operaciones estén basadas en argumentos falsos y su cumplimiento sea irrealizable. El problema del agua es arduo y hasta desesperante. El primer día de la batalla se llegó a abandonar terrenos conquistados a costa de cruentos sacrificios por falta de este elemento y ahora, a pesar de que se ha adelantado bastante en este aspecto del servicio, todavía la tropa sufre terriblemente por la falta de agua. Con mejor organización se podría subsanar por lo menos una parte de este grave inconveniente. Propuse que los regimientos sean dotados de sus auto-tanques correspondientes y que sus comandantes se responsabilicen de este servicio. Se libran verdaderas batallas entre los soldados y hasta oficiales que atropellan los tanques de agua; fueron heridos muchos por los mismos oficiales encargados de la vigilancia de este servicio. Desde mañana, de acuerdo a mis indicaciones estará mejor organizado el servicio de la provisión de agua y ya no será tan grande este problema. Los comandantes de División a cargo de la conducción de la batalla cuidarán este aspecto del servicio que resulta el mayor de los problemas. Muchos dicen que la resistencia enemiga es formidable y que no se podrá tomar Boquerón. Es que en realidad hasta el presente no se ha asaltado la posición. Soy de parecer que Boquerón no está en nuestro poder por fallas en la conducción de la batalla. El día que nuestro comandante en jefe desista del propósito suicida de conquistar esta fortaleza con tiros de fusil y se decida a enfilar debidamente nuestra poderosa artillería, Boquerón caerá sin mayores esfuerzos. [B]TCNEL. MANUEL MARZANA [/B] A las 4 de la madrugada se presenta el teniente Grosberger con 40 hombres y entrega 8 cajas de munición y algo de víveres. Se ordena para este grupo de hombres un descanso en las zanjas. A las 10.30 es conducido un soldado paraguayo Luis Aquino quién dice ser de Alberdi a esta hora hay parte de que el sector del capitán Romero es fuertemente atacado pidiéndose refuerzos. Continúa el hostigamiento sobre Boquerón con todo tipo de armas. Las ametralladoras paraguayas barren las copas de los árboles en el supuesto de que en ellos se encuentren francotiradores bolivianos. [B]NOTA.-[/B] Las unidades bolivianas que tratan de romper el cerco son las siguientes: Reg. Infantería 4 con 200 plazas; Reg. Infantería 5 con 300 plazas; Reg. Caballería 6 con 220; Reg. Lanza con 110 plazas; Reg. Azurduy con 80; Reg. Infantería 16 con 500; Grupo de Artillería Calero con 40; Grupo Morteros con 60; Reg. Caballería con 300. Un total de 2.400 hombres intentan romper el cerco enfrentando a más de 10.000 soldados enemigos bien armados y equipados. De los apuntes paraguayos notamos que el Ejercito Paraguayo, está en un estado de desesperación debido a que no están consiguiendo los resultados esperados, por el contrario vienen sufriendo graves daños propinados por el grupo defensor de Boquerón. Incluso reflexionan que un reducido grupo está avergonzando y deteniendo al grueso del Ejercito Paraguayo. Por otro lado vemos que el Ejército Boliviano dispone de un contingente para tratar de romper el cerco a Boquerón, sin embargo pareciera que la planificación no va más allá de la simple intención de aliviar la presión sobre los sitiados, no otra cosa se puede concluir si se tenía un efectivo de 2500 soldados tratando de romper el cerco. De ello surge la interrogante, por qué no se atacaba por los flancos Paraguayos, y en lugar de romper el cerco, se progresaba en desbaratar los intentos Paraguayos de retoma del fortín; con los 2500 soldados mencionados, empeñados en la rotura del cerco, se podría haber maniobrado para cortar el paso entre Boquerón e Isla Poi; paralelamente emplear al menos 5000 soldados para atacar las espaldas del Ejercito Paraguayo directo sobre Isla Poi, en un ataque decidido; Tal vez, y estoy hablando con el diario del lunes, especulando ....se podría lograr dos objetivos superiores, cercar al grueso del ejercito paraguayo e indirectamente.... hasta acabar la guerra en ese mismo lugar. Ahora bien, también es lógico señalar que; en caso de fracasar dicha maniobra, quien se vería seriamente comprometido y prácticamente derrotado sería el Ejército Boliviano. Estas observaciones no hacen más que ratificar la dubitativa y timorata conducción del Estado Mayor Boliviano; así como, en menor medida, los defectos en la conducción paraguaya; obviamente por la inexperiencia pero también por la incapacidad profesional de varios altos oficiales. [CENTER][B]LUNES 19 (IX-32)[/B][/CENTER] [B]CNEL. FRANCO [/B] Se confirma la suspensión de la batalla y la acción se concreta en acciones de patrulla y aproximación enemiga. A las 9 a.m. dos aviones enemigos vuelan sobre nuestras posiciones lanzando bombas y ametrallando los camiones que transitan en nuestra retaguardia. Hay muchos desertores en nuestras filas y la mutilación voluntaria entre nuestros soldados es bastante común y hasta desesperante. Estos delitos castigados con la pena de muerte por nuestro Código Militar son sancionados con mucha flojera. Es indispensable proceder con energía contra estos delincuentes que comprometen en forma seria la causa de la patria y mismo para evitar desagradables consecuencias. Creo firmemente, sin embargo, que nuestros soldados recurren a estos medios no por cobardía sino porque ya no pueden soportar más la sed devoradora y prefieren cualquier otra clase de muerte a la de ese martirio insoportable. Al menos así me han declarado muchos entre sollozos desesperados que me producían grandísima y desgarradora tristeza. [B]TCNEL. MANUEL MARZANA [/B] Undécimo día de batalla. El estado físico de la gente en el reducto era peor. Espectros armados sin dotación suficiente, sin alimentos y una miserable cantidad de agua infectada que apenas se podía extraer del único pozo que quedaba, controlado por el fuego enemigo. Continúa el asedio del fortín Boquerón por fuerzas paraguayas que hacen derroche de munición de todos los calibres, sin obtener resultado alguno. Salen de Boquerón con una fracción de 45 hombres del Regimiento Lanza hacia Castillo, los Subtenientes N. Grosberger y Luis Estenssoro Machicado, quienes son sorprendidos por ráfagas de ametralladoras a pocos kilómetros del fortín. Estenssoro recibe heridas en la cabeza, el pecho y las espaldas y en un acto de desesperación se suicida. Este valiente oficial era descendiente del Benemérito Cnl. Miguel Estenssoro que encabezó una expedición al Chaco en 1888. Durante todo el día y la noche, Boquerón soporta estoico el castigo de las balas enemigas que no cejan en su intención de rendir las armas bolivianas dispuestas hasta el último sacrificio. [B]NOTA.-[/B] Es de destacar que las tropas Paraguayas pese a su libertad de acción y mantenimiento de sus líneas de abastecimiento, sufran de sobre manera por la sed, con relatos realmente conmovedores al respecto, al punto de auto infringirse mutilaciones, también llama la atención la cantidad (según indica Franco) elevada de desertores, que prefieren cualquier cosa a sufrir la desesperante sed, tomando en cuenta que el Ejército Paraguayo estaba mucho más ambientado que la tropa Boliviana, contrapongamos la situación a los defensores bolivianos en el interior Boquerón que no tenían más que intentar beber de la única fuente de agua, la cual estaba reglada por el fuego Paraguayo; donde quien osara asomar era fatalmente dado de baja, amén de que en ella flotaban un sin número de cadáveres, contaminando por ende esta fuente de agua, que ya no era bebible, quedando la guarnición sin el líquido elemento; además de los incidentes ya anotados del abastecimiento por vía aérea. Ya a estas alturas de la batalla es impresionante hasta donde llegó el sacrificio del soldado Boliviano, que además de estar sitiado por un enemigo superior en casi una proporción de 10 a 1; carecía de agua, y finalmente empezaba a quedarse sin munición, provisiones, insumos médicos, víveres. Por su parte el Ejercito Paraguayo hacía un derroche impresionante de fuego sobre el Fortín, sin lograr resultados tangibles y productivos para sus objetivos, los sitiados a pesar de todas las privaciones, se mantenían incólumes y firmes en el cumplimiento de la orden dada por el Alto Mando. Todo el honor a los bravos defensores Bolivianos.... aún les quedaba 10 días más soportando todos estos embates, miserias y carencias; pero con la voluntad firme y decidida de que el sacrificio era efectuado en aras de los más altos intereses de la Patria y el honor del ejército Boliviano que a esas alturas de la contienda realzaba su modesta reputación poniendo en jaque prácticamente a todo el Ejército Paraguayo. [CENTER][B]MARTES 20 Septiembre 1932[/B][/CENTER] [B]CNEL. FRANCO [/B] A primera hora de esta mañana tuve una conferencia telefónica con el comandante del Cuerpo de Ejército. Le especifiqué que a medida que transcurre el tiempo consideraba más factible el plan estratégico que le había propuesto anteriormente en el sentido de sitiar Boquerón con un destacamento y continuar la operación con el Cuerpo de Ejército sobre Arce. Ayer en presencia del enemigo efectuaron relevos dos batallones sin que el enemigo de señales de vida, lo que demuestra fehacientemente que dentro de la posición son fuertes pero que por su reducida guarnición no están capacitados para acciones fuera de ella. Me respondió que lo estaba estudiando y que a la aviación ya había impartido instrucciones en el sentido de explorar la región de Arce. Hay que estudiar pronto. Cada día que transcurre favorece al enemigo y resulta en detrimento de nuestros intereses. Informé igualmente al Comando que dado el estado de depresión moral y física de nuestras tropas no podría pensar en realizarse hasta dentro de tres días, por lo menos, ningún esfuerzo importante. De noche se produjo un verdadero desbande de nuestros soldados de las posiciones hacia atrás en busca de agua. Libramos verdadera batalla para conseguir que regresen a sus puestos de combate. Si los bolivianos hubiesen notado este desbande adiós al Chaco paraguayo…Yo me vestí al momento y me alisté para todo evento. Felizmente no se dieron cuenta los bolivianos y tuvimos tiempo de volverlos a sus puestos de combate. En vista del agotamiento físico de nuestras tropas que actúan en primera fila y como por esta razón no es posible, hasta dentro de unos días accionar con esta gente en forma útil, propuse que los sectores de combate sean cubiertos con lo indispensable y que la mayor cantidad posible pase a la retaguardia para reponerse. El comando del Cuerpo de Ejército ordenó inmediatamente esta medida. En medio de estas grandes miserias de la guerra, hay cosas que nos hacen reír de buena gana. Esta tarde, mientras nos ametrallaba una escuadrilla de aviones bolivianos, un Teniente que no puede soportar los ataques aéreos, no el aspecto de desesperación y de terror daba vueltas interminables alrededor de un árbol, inconscientemente, y cuando se percibió el ruido característico de la caída de las bombas, corrió lo más ligero que pudo, mirando a cada paso que daba al avión; recibió diversas contusiones porque como un mboreví llevó por delante todo lo que encontraba a su paso. Como desde luego, es muy simpático, el cuadro causó una hilaridad general. A las 4 p.m. un fuerte destacamento enemigo ataca nuestro sector de Yujra siendo enérgicamente rechazado. Todavía no vienen detalles de esta acción que duró dos horas más o menos. [B]TCNEL. MANUEL MARZANA [/B] Duodécimo día de batalla. Doce días de batalla, asedio tenaz y continuado, de hambre y de sed pero no han conseguido doblegarnos; se sigue combatiendo con la misma fuerza y moral del primer día. Este es el duodécimo día de ataque a Boquerón, con toda clase de armas. Se establece un riguroso racionamiento de agua entre los defensores debido a que el enemigo tiene varias armas regladas sobre el pozo de abastecimiento donde ya habían muerto muchos soldados. Los aviones bolivianos bombardean a las tropas enemigas que asedian el fortín. Una patrulla enemiga incursiona en el fortín Cuatro Vientos y al fracasar en su intento es perseguida por fuerzas bolivianas. Los víveres en Boquerón escasean y se prevé que sólo podrán abastecer dos días más. [CENTER][B]MIERCOLES 21 (IX-32)[/B][/CENTER] [B]CNEL. FRANCO [/B] Toda la noche pasé muy preocupado e intranquilo y en consecuencia sin poder conciliar el sueño. Son once día ya que estamos frente a esta posición fortificada enemiga sin haber conseguido resultados positivos y alentadores, mientras tanto el ejército enemigo estará más adelantado en su concentración y progresión hacia Boquerón. Si el enemigo continúa resistiendo hasta que lo socorran refuerzos importantes es muy posible que perdamos nuestra libertad de acción y será muy difícil que la recuperemos a causa de nuestros precarios recursos. Es decir, adoptaríamos la defensiva, lo cual será desfavorable a la causa de la patria. Toda la noche se produjo un vivo tiroteo de ambas partes, nuestra artillería dispara mucho sobre las posiciones enemigas. Es que se encuentran muy cerca de las posiciones enemigas. Es que se encuentran muy cerca de las posiciones adversarias, unas de atrás y cualquier ruido provoca nutridísimos disparos. Estamos en una guerra de posiciones. ¿Quién tiene la culpa de este desatino, de este contrasentido? Nosotros y nadie más que nosotros. Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior. Nuestras operaciones debían de haber sido mucho más amplias. Arce debía de haber sido atacado al mismo tiempo que Boquerón. A cada día que pasa se nota más todavía la falta de comunicaciones. Hace más de una hora que se combate intensamente en el frente de Yujra y este es el momento que no se tiene noticias del combate. Es indispensable que por lo menos la comunicación telefónica se extienda hasta los P.C. de los batallones. Pero no se dispone de alambres y aparatos; apenas las divisiones y los grupos de artillería están unidos con el Comando del Grupo de Ejército. A estas alturas se hubieran movilizado ya a todos los especialistas y requisado en Asunción los materiales necesarios pero no hay nada y la conducción de la batalla encuentra dificultades inmensas por la carencia de estos materiales. Continúan llegando soldados que se mutilan diariamente y no son sancionados de acuerdo a la ley. La guerra es un acto brutal y la gana generalmente el menos sentimental. Gracias a la nueva organización del servicio de aprovisionamiento de agua, las tropas ya no sufren privaciones. Desde hoy ya tomarán cocido y se preparará la comida como de costumbre. Estoy muy feliz, he contribuido en algo para el bienestar de nuestros valientes y abnegados soldados. En todo caso el agua continua siendo escasa, no hay para los caballos y el aseo personal. La caballería anda a pie íntegramente, y la tropa desde que está en estas regiones no se ha aseado más. El primer día me causó mucha repugnancia el olor familiar y desgradabilísimo del cuerpo sucio, pero ahora mi olfato está acostumbrado, mejor dicho, ya soporta. Los oficiales en vez de tirar el agua que habían utilizado para el aseo personal, lo aprovechan para lavar pañuelos, calzoncillos o medias, y después se da alguna mula o caballo que por allí está muriendo de sed. Hoy después de varios días de intensísimo calor, tenemos una temperatura agradablísima. Esto es providencial porque la vida se hacía muy penosa con esta temperatura insoportable. A la 1 de la tarde el grupo de escuadrones al mando del Capitán Ayala Velázquez que actúa en el frente de Yujra, fue aislado de la división por una infiltración boliviana que se interpuso en su camino de retirada. Se dispuso que inmediatamente sea desalojado el enemigo de allí. Hasta esta hora, 6 p.m. no se conoce el resultado de esta operación. El regimiento Ytororó nº 2 de Infantería en una acción librada con el enemigo en el camino Castillo-Boquerón, fuera de las fortificaciones, consiguió poner de baja a un Capitán, un Teniente y cuarenta y cinco soldados. Tomaron una ametralladora pesada, dos livianas, 15 fusiles, dos caballos, una mula y algunos materiales sanitarios. Hasta hoy, desde el comienzo de las operaciones hemos tomado ya seis ametralladoras pesadas, 21 livianas y mas o menos doscientos fusiles. A las 9 p.m. llegó la noticia de que las tropas bolivianas que habían cortado las comunicaciones del grupo de escuadrones Ayala Velázquez, había sido rechazado hacia las posiciones bolivianas de Boquerón, quedando nuevamente libre para el tránsito de nuestras unidades. [B]TCNEL. MANUEL MARZANA [/B] Decimotercer día de batalla. Desde las 05.00 las posiciones del sector del mayor Ocampo reciben fuerte ataque enemigo el fuego muy vivo de ametralladoras y fusiles pone en serio peligro dicho sector pero la tropa que había sido prevenida por los patrulladores, rechaza con la mayor energía, batiendo a los asaltantes hasta ponerlos en fuga hacia el monte donde se internan dejando en el campo muchos muertos y heridos y algunos fusiles que son recogidos en la noche. Se ordena la salida del destacamento Montalvo que no tenía órdenes de quedarse en el fortín sino de establecer una línea de comunicación. Por las noches los soldados bolivianos se aventuran hacia el campo de tiro, donde innumerables cadáveres "pilás" (paraguayos) abandonados están en estado de putrefacción, para proveerse de agua, galletas y munición pertenecientes a los cadáveres enemigos, desafiando el hostigamiento paraguayo [B]NOTA[/B] Continúan los ataques al fortín Boquerón y en este día, por la zona intentan un nuevo ataque violentamente rechazado por los defensores. Desde días antes, los paraguayos se hallan empeñados en estrechar el cerco; en esta maniobra se emplean al Reg. de Infantería 4 al Reg. de Infantería 6 y al Reg. de Caballería 2, cuyos jefes dicen que cerrarán la [B][I]"última puerta a los bolís".[/I][/B] Intranquilizados por la resistencia boliviana, los oficiales se preguntan ¿Por qué no cae Boquerón?, ¿por dónde reciben refuerzos los bolivianos?, finalmente ¿dónde se ubica el principal reducto del fortín?. Mientras tanto, en el fortín escasean los víveres y hay un riguroso racionamiento de agua y municiones. El mismo Ejercito Paraguayo está confundido por no lograr un avance claro el cual obtenga resultados sustanciales, a pesar de como dice... [I]“Estamos en una proporción de cerca de quince paraguayos por un boliviano y con materiales de artillería y de toda especie veinte veces superior”[/I] Nuevamente se reporta el nivel de deserción y auto mutilación de los efectivos Paraguayos, a pesar de llevar la iniciativa se ve estas escenas, por supuesto desalentadoras para sus propios efectivos. Cabe destacar la profunda preocupación del Cnel. Franco quien teme y supone que el Ejército Boliviano estaría pronto a recibir un refuerzo importante que de ser real, desequilibraría la situación, con lo cual Paraguay perdería la iniciativa como atacante y pasaría más bien a defender, lo cual era contrario a sus expectativas y proyecciones respecto al conflicto. Por el lado Boliviano nuevamente se observa que en lugar de que Boquerón reciba refuerzos, contrariamente y de forma constante enviaba gente hacia fuera del cerco, disminuyendo el efectivo para la defensa desde el interior del Fortín. ¿Por qué no se recibió refuerzos importantes, que hubieran cambiado o alterado la situación a favor de Bolivia?. [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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La Batalla de Boquerón, septiembre de 1932
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