La Batalla de Caseros

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La Batalla de Caseros


El 2 de febrero de 1852 el ejército del General don Justo José de Urquiza atravesó el río de Las Conchas por el puente de Márquez y sus cercanías. En la tarde pasó el descanso próximo al arroyo Morón. La exploración había comprobado la presencia de numerosas tropas enemigas en las alturas de Caseros.

El choque decisivo era inevitable para el día siguiente.

En la noche del 2 de febrero se reunieron con el General Rosas, el General Pinedo y los Coroneles Chilavert, Díaz, Lagos, Costa, Bustos, Hernández, Cortina y Maza.

El Coronel Chilavert aconsejaba no librar la batalla en la posición de Caseros, pero dado lo avanzado de la noche no podía llevarse a cabo un audaz plan propuesto por este coronel.

A las 2200, Rosas, en compañía de los jefes mencionados, se dirigió a Caseros a efectos de disponer sobre el terreno la colocación de los cuerpos para la batalla.

Seguido de sus edecanes y ayudantes, el General Rosas llegó a la casa de Caseros y subió al mirador del edificio. Desdeallí se podía fijar la posición del campamento enemigo por el fuego de algunos vivaques que brillaban en la semioscuridad de la noche. Un silencio profundo reinaba en el campo. 47.000 combatientes reposaban tranquilamente a ambas márgenes del arroyo Morón.

Mientras tanto, en una de las habitaciones de la casa se habían reunido el General Pinedo, los Coroneles Chilavert y Díaz y otros jefes con sus ayudantes, para ultimar los detalles, croquis y órdenes para la batalla.

El General Rosas se mostró muy contento. No durmió aquella noche.

Poco antes del amanecer, el ejército de Urquiza se aprestó para el ataque, y con las primeras luces del alba se dio lectura a la lacónica y vibrante proclama del general en jefe:

" ¡ Soldados ! ¡ Hoy hace 40 días que en el Diamante cruzamos las corrientes del río Paraná y ya estabais cerca de la ciudad de Buenos Aires y al frente de vuestros enemigos, donde combatiréis por la libertad y por la gloria ! "

" ¡ Soldados! ¡ Si el tirano y sus esclavos os esperan, enseñad al mundo que sois invencibles y si la victoria por un momento es ingrata con alguno de vosotros, buscad a vuestro general en el campo de batalla, porque en el campo de batalla es el punto de reunión de los soldados del ejército aliado, donde debemos todos vencer o morir !

" Este es el deber que os impone en nombre de la Patria vuestro general y amigo. Justo José de Urquiza."

El General Urquiza destacó a los Regimientos de Caballería correntinos, a órdenes del Coronel Virasoro, para distraer la atención del adversario sobre el opuesto flanco derecho, mientras, simultáneamente, el Ejército Grande cruzaba a la margen opuesta del arroyo Morón.

Rosas, a simple vista, desde el mirador de Caseros observaba el pasaje de las columnas enemigas.

Cruzado el arroyo por los primeros escalones de la caballería, Urquiza hizo lo propio seguido de su Estado Mayor.

A las 0730 el ejército había tendido su línea de batalla a un kilómetro de distancia del enemigo.

Las tropas de ambos ejércitos habían vestido el uniformede gala para entrar en batalla.

El Ejército Libertador había distribuido sus 24.000 hombres y 50 piezas de artillería en el orden siguiente: en el ala izquierda y frente al edificio de Caseros, la División Oriental; en el centro, la División Brasileña, reforzada con la brigada argentina de Rivero y la masa de la artillería ( 28 piezas), al mando de Pirán, teniendo a sus órdenes a Mitre y a Bernabé Castro; en la derecha, 5 batallones mandados por Galán y las Divisiones de Caballería de Medina, Galarza, Avalos y Gregorio Aráoz de Lamadrid, a disposición del Comandante en Jefe. A retaguardia del ala izquierda, la reserva formada por las Divisiones de Caballería de López y Urdinarrain.

Rosas había desplegado en batalla 23.000 hombres, 56 piezas de artillería y 4 coheteras. La derecha se apoyaba en el edificio de Caseros, el cual era defendido por el batallón del Teniente Alcaldes y sostenido por el fuego de l0 piezas de artillería. Al Norte del edificio se había organizado un martillo con un grupo de carretas, un foso y 2 batallones, teniendo, además, 2 Regimientos de Caballería como reserva de esa ala.

El espacio entre las casas y el palomar era guarnecido por 2 batallones con algunas piezas. En el centro de la posición había 30 piezas de artillería a órdenes de Chilavert y hacia la izquierda 3 batallones de la brigada Díaz. En el ala izquierda, 3 divisiones de caballería a órdenes del Coronel Lagos, teniendo 2.000 lanceros formados en batalla y fuertes columnas de ataque. La reserva la constituían las divisiones de caballería de Sosa y Bustos.

Entre las 0800 y las 0900 el General Urquiza, después de comunicar a sus jefes principales sus órdenes e intenciones, montando su caballo moro y cubierto con un poncho blanco para mostrarse desde lejos en la pelea, se colocó a la cabeza de su Estado Mayor. Al llegar frente a la infantería de Galán, proclamó a sus soldados:

* ¡ Soldados del Ejército Grande: detrás de aquella línea se halla la Constitución de la República y la libertad de la Patria !

Pasando luego a la División Brasileña y reiterándoles sus órdenes al Brigadier don Manoel Márquez de Souza, agitando en alto el sombrero vitoreó a la Confederación, al Brasil y al emperador, y llegando al ala izquierda arengó a la División Oriental:

- Orientales, vosotros sois una de las más fuertes columnas del Ejército Aliado y una de las fundadas esperanzas de la causa de la libertad. ¡ Yo os anticipo mis felicitaciones por vuestra conducta en este día, que no dudo corresponderá a vuestra esclarecida fama !

A las 0800 el General Rosas descendió de su observatorio, montó a caballo y recorrió sus líneas. Al llegar al centro de la posición ordenó al Coronel Chilavert:

- Coronel, sea usted el primero que rompa sus fuegos contra los imperiales que tiene a su frente. Sostúvose en seguida un vivo fuego con las baterías aliadas del centro. El humo de los disparos ocultaba las masas de infantería desplegadas para el ataque.

A las 1000, el General Urquiza apreció la conveniencia de lanzar la masa de su caballería contra el ala izquiera enemiga. A su orden, la División Medina, formada en escalones y sostenida a retaguardia por las divisiones Galarza y Avalos, avanzó de. frente y resueltamente contra los lanceros del Coronel Lagos, mientras la División Lamadrid, escaloneándose más a la derecha, buscaba el envolvimiento profundo de la misma ala. A pesar de que la División Medina, al iniciar su movimiento encontró una cañada cenagosa que le impuso una detención momentánea seguida de un cambio de formación y que todavía algunos de sus escuadrones fueron rechazados con pérdidas, el final de la carga fue el más completo y favorable. Deshecha esa fuerza, aparecieron al flanco las divisiones rosistas Sosa y Bustos, enviadas por Rosas, a escape, para restablecer el combate, pero las divisiones Galarza y Avalos les salieron al encuentro y las arremetieron vigorosamente, desbandándose la caballería enemiga casi sin combatir.

Batida esta ala enemiga, la caballería aliada quedaba lista para maniobrar sobre el flanco y la retaguardia de la posición rosista.

La División Oriental a órdenes del Coronel don César Díaz se puso entonces en movimiento hacia el edificio de Caseros. Esta división hizo a tiro de fusil de las posiciones enemigas un alto que las amenazaba. La División de Caballería de Urdinarrain, que apoyaba el ataque, la siguió en la misma dirección y se colocó a su izquierda en acecho dentro de un bosquecillo. La batería de Vedia hizo lo propio, rompiendo el fuego contra el reducto enemigo.

Los rosistas de las fortificaciones de las carretas se dierona la fuga en cuanto el Batallón Voltígeros, de la División Oriental, inició su ataque. Sólo los infantes, parapetados en el edificio, ofrecieron resistencia, la que fue quebrada por este batallón; Santa Coloma intentó acometer a los infantes de la División Oriental, pero los lanceros de Urdinarrain, que la apoyaban, dieron una soberbia carga que los devolvió al instante.

La División Brasileña, mientras tanto, tomaba por asalto los reductos formados por la casa, el torreón y el palomar, cayendo en su poder la artillería que los guarnecía y 3 baterías emplazadas más a la izquierda. Al mismo tiempo, la brigada argentina Rivero había chocado contra los batallones de las Divisiones Costa y Hernández, arrollándolas y penetrando a la bayoneta en el interior de la posición.

La brigada del Coronel Díaz, apoyada por el fuego de los cañones de la batería Chilavert; pretendía prolongar una resistencia ya inútil. En ese instante el campo de batalla era un infierno y daba‚ épica grandeza al drama que allí culminaba: la caída del tirano que había afligido durante 20 años a la República Argentina.

A las 1400 se rendían las últimas agrupaciones rosistas.

El Ejército Libertador hizo su entrada triunfal en BuenosAires el 20 de febrero. La ciudad, vibrante de emoción, estaba de fiesta. Una muchedumbre habíase volcado en las calles a presenciar el paso de las tropas que se realizaría a lo largo de las calles Perú 1, entre el campo de Marte2 y la de la Vic-toria, donde se había erigido un arco triunfal.

El desfile comenzó a mediodía. Iban como batidores de la columna los clarines de la escolta entrerriana. Tras ellos, el General don Justo José de Urquiza, con el uniforme de Caseros, galera y cintillo punzó, jinete en su brioso caballo moro cubierto de plata, acompañado por un fulgente Estado Mayor.

Tenía a su diestra al Mayor General del Ejército y gobernador de Corrientes don Benjamín Virasoro, y a su izquierda, al General don Tomás Guido, guerrero de la Independencia, colabo-rador eminente de los Generales San Martín y Bolívar. Seguían los Generales Pirán, Madariaga, Francia, Medina, don Juan Pablo López, Oroño, su ayudante, el Coronel Chenaut, y sus secretarios, los doctores don Angel Elías y don Juan Francisco Seguí.

Tres futuros presidentes de la República marchaban en la columna de la victoria: Urquiza, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento; tras ellos otros tantos inéditos soldados que alcanzaron los entorchados de la más alta jerarquía, de soldados rasos a tenientes generales: don Bartolomé Mitre, don Donato Alvarez, don Eustoquio Frías. En pos de ellos, el célebre " cometa de Ayacucho", que tocara allí su última carga a los Granaderos a Caballo, Comandante Obregoso. A la cabeza de las tropas venía la infantería argentina a las órdenes de Galán. Después, la División Oriental, al mando del Coronel don César Díaz. La División Brasileña del Brigadier Márquez de Souza cerraba la marcha de la columna.

El desfile continuó sin cesar hasta el oscurecer. A la infantería le siguió el tren de artillería imperial y las 40 piezas argentinas a órdenes de Pirán, Mitre y don Bernabé Castro.

Tras ellos, en un desfile incesante que duró tres horas, pasaron los 10.000 jinetes de las legiones entrerrianas y correntinas, a cuya cabeza iban los más famosos lanceros de la caballería de la Patria: los Galarza, Hornos, Basavilbaso, Virasoro, Urdinarrain, Avalos, Salazar, López Jordán, Leguizamón y Ocampo.

Y, por último, a la cabeza de los 5.000 soldados de caballería restantes, el viejo General don Gregorio Aráoz de Lamadrid, quien al desembocar sobre la Plaza de la Victoria, fue desmontado en brazos de un pueblo delirante y llevado en andas hasta el pie del altar de la Patria. El oficial de Belgrano se arrodilló besando las gradas de la Pirámide de Mayo. Al incorporarse descubrióse ante el pueblo que lo vitoreaba sin cesar; no podía hablar, pero se le vio llorar.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Buen topico Hernan-aunque contiene algunas omisiones(no tuyas sino del autr) : la artilleria de Rosas, comandada por el bravo Chilabert, mantuvo a rayo a las tropas brasileras, que estaban en el campo casi inmovil. El impasse lo rompe . efectivamente la caballeria entreriana.. Chilavert, heroe de Ituzaingo habia revistado en el bando unitario anteriormente, pero la batalla de la Vuelya de Obligado lo toca profudamente, y en carta carta abierta a Rosas solicita ser incorporado al ejercito nacional...Una de las frases aun me hace vibrar de emoción cuando la recuerdi: ''El cañon de Obligado ha retumbado en mi alma.." y Rosas acepta este pedido. Como premio, Urquiza lo manda fusilar, y tambien manda fusilar a los miembros de la División Aquino, cuyos cadaveres ordena exponer en Palermo...Estos actos de barbarie hacen que a poco tiempo de Caseros, porteños unitarios y porteñois federales se unan contra Urquiza..y que el pais se duvuda en dos naciones que luchan por la supremacia en la Argentina" elestado de Buenos Aires y la Confederación.....No soy rosista, pero para mi siempre, siempre Urquiza sera un traidor y el hombre que trajo a Buenos Aires al ejercito brasilero...
Saludos
 

Derruido

Colaborador
El 11 de abril de 1870 se produjo la muerte del General Justo José de Urquiza, una suerte de gobernador vitalicio de Entre Ríos, una especie de señor feudal, ya que de no tener nada pasó a ser propietario de un millón de hectáreas en su provincia. Fue reelegido indefinidamente y manejó su provincia con “mano de hierro”.

Fue el hombre que en su momento traicionó a su país, a la República Argentina, porque se pasó con su ejército del lado del imperio de Brasil cuando la Argentina y este país estaban en guerra. Allí se produjo la tristemente célebre Batalla de Caseros.

Luego de la derrota argentina en esta contienda, Urquiza se autoproclamó Presidente de la República, pero la famosa unidad nacional que algunos historiadores aluden que vino de la mano de Urquiza no fue tal, ya que a partir de ese momento el país de desorganizó a tal punto que la provincia de Buenos Aires se separó del resto del país y entró en guerra.

La consecuencia de este hecho fue un enfrentamiento militar entre las fuerzas que respondían a Urquiza y las de Buenos Aires, comandadas en ese momento por el General Bartolomé Mitre, y resultando vencedor Urquiza en las dos batallas que se produjeron: Pavón y Cepeda.

Sin embargo, por cuestiones derivadas de la personalidad de Urquiza y por su gran amor por los negocios y sus ambiciones económicas, a pesar de haber salido triunfante en ambas batallas, se replegó con sus ejércitos, lo cual fue considerado -inclusive hasta por sus mismos seguidores- como un acto de traición.

Como consecuencia, su segundo en el mando, el General Ricardo López Jordán -otro caudillo entrerriano-, fue quien cuestionó las idas y vueltas de Urquiza, como así también su apoyo en la guerra contra el Paraguay, ya que era proveedor de la caballada para el Ejército Argentino en la guerra y eso le generaba grandes ganancias.

Fue entonces cuando -11 de abril de 1870-, mientras estaba sentado en una mecedora en la galería principal que tenía acceso al Palacio San José -donde residía Urquiza-, fue asesinado por una partida militar que respondía a las órdenes de López Jordán.

Pero hay una serie de aspectos oscuros en cuanto a este hecho, que la historia oficial mantuvo ocultos durante mucho tiempo. Quienes hayan visitado el Palacio San José -hoy un museo-, advertirán que se trata de una verdadera fortaleza, la cual -en aquel momento- tenía dos torres con vigías apostados quienes tenían un campo de visión muy grande y que hubieran podido advertir la presencia de cualquier enemigo a una distancia muy considerable. Además, tenía alojamiento para una compañía de 85 hombres armados, una tropa permanente que custodiaba la fortaleza de este señor feudal entrerriano que fue Urquiza.

Entonces, de alguna manera, la historia oficial oculta un poco la verdad de los hechos al relatar que el General Urquiza fue sorprendido antes de su muerte, porque los hechos indican que no fue sorprendido, si no entregado por sus propios hombres, quienes ya estaban cansados de las ‘agachadas y las traiciones' de Urquiza.

En el momento en que advirtió que venían a buscarlo para matarlo -lo cual generalmente ocurre en quienes han traicionado-, Urquiza corrió, logró empuñar una carabina y hacer impacto sobre uno de sus atacantes, pero luego recibió un disparo en la cara y lo terminaron apuñalando soldados de López Jordán.

Así murió el General Urquiza, aquel hombre que tal vez por su gran envidia hacia la figura de Juan Manuel de Rosas, intentó desplazarlo para sustituirlo, pero no tuvo la dimensión y la grandeza de un conductor que defendió la soberanía nacional como lo hizo Rosas, sino que encontró la muerte como la encontraron muchos traidores de la historia.
Dr. Rodriguez Mansilla
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Amigo Derruido: no hubo tal asesinato de Urquiza..fue simplemente una ejecución, como merecen todos los traidores -y conste que soy hombre de Mayo y por ende unitario..Urquiza? Urquiza era el peor exponente de la oligarquia vacuna que llevo al poder aquel que fue simpemente el mayordomo del sus primos, los Anchorenas, y fue quien que dio auge a la clase ganadera en la Argentina... ...somos caballeros, por lo tanto no he de mencionar sus iniciales': Juan Manuel de Rosas:D :D :D :D - tengo mis resentimientos, como todo argentino hacia Rosas..pero por Urquiza..por Urquiza solo siento soberano desprecio....
Saludos!
 

Iconoclasta

Colaborador
Rosas ¿que pito tocaba?

hay como una mescolanza rara por ahi de "proceres", entre masones, no masones, pro españoles, etc...

Por eso creo que personas como belgrano, se destacan por sobre el resto

Saludos,
Hernán.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Rosas ¿que pito tocaba? hay como una mescolanza rara por ahi de "proceres", entre masones, no masones, pro españoles, etc...
Por eso creo que personas como belgrano, se destacan por sobre el resto


Sol y sombra como en muchos casos, solo ocn la Expedicion al Desierto que realizoen 1833 tendria bastante para recordarselo.LAs Provincias Unidas del Sur eran de pobreza franciscana, y bajo Rivadavia, para aprovechar el unico recurso que tenia el estado, se enacta la Ley de Enfiteusi, bajo ella cual los ganaderos podroan alquilar tierras estatales..Bajo l era de Rosas, este proceso se degenera, y grupos a el allegados-como los Anchoren logran contrlar de esta manera millones de hectareas..Otro o mito d enuestra historia: que la clase ganadera era unitaria....Por otra parte nuestras guerras civiles se caracterizaron por batallas en las que los derrotados eran pasados al degúello. por los federales...Belgrano es una fugura admirabl, tambien lo es San Martin, Brown, revero la mmoria del Lavalle que lucho por la independencia y contra el Brasil-no al Lavalle que fusilo a Dorrego..y los masones? tema que ya habiamos tocado en el otro foro..un grupo al que se le atribuyen todo tipo de conspiraciones..en los EEUU los que forjaron la independencia de este pais eran masones, tambien lo fueron muchos de nuestros proceres-inclusive San Martin, que por ser mason no dejo de ser cristiano.y nuestrop heroe maximo..La Logia Lautaro fue creada para lograr la independencia de America-y sus miembros, como San Martin, O' Higgins y muchos otros cumplieron con su miion y murieron pobres..en el extranjero...que ingratos que somos.....!
 

Derruido

Colaborador
Don Brunner acá le dejo algo más sobre su amigo Urquiza.

En la mesa que presidía Juan Manuel de Rosas, en su residencia de Palermo, había siempre un elenco de “infaltables”, que cantaban loas al Restaurador y a su hija Manuelita. Entre esos devotos estaba el Dr. Dalmacio Vélez Sársfield, luego furioso antirrosista. Su hija fue amante de Sarmiento, y así Vélez logró que su proyecto de Código Civil se aprobara “a libro cerrado” en el Congreso.

Otros rosistas entusiastas que luego se pasaron de bando, fueron: José Mármol (el autor de la plúmbea novela “Amalia”); Juan Bautista Alberdi, autor de la Constitución de 1853, (quien se recibió de abogado gracias a una beca otorgada por el caudillo federal tucumano Alejandro Heredia); Marcos Sastre (el del Salón Literario); Esteban Echeverría (luego autor de “El matadero”).

Por definición, tránsfuga es quien se pasa de un partido a otro, y quien deja su ejército para pasarse al enemigo. Urquiza sabía algo de estas cosas.

Cuando a la corte imperial brasilera llegó la noticia de que Urquiza quería traicionar su país a cambio de un acuerdo, el emperador Pedro II lo puso en duda, y pensó que era una astuta maniobra de Rosas. En ese momento, Brasil y Argentina estaban en guerra y Rosas había designado al general Urquiza Comandante en Jefe del Ejército en Operaciones para enfrentar al Imperio. La inteligencia diplomática brasilera e inglesa confirman que Urquiza realmente quiere traicionar, a cambio de varias prebendas, y está dispuesto a firmar con Brasil un pacto secreto que garantice su traición. (Cfr. Archivos oficiales de Itamaratí, años 1850, 1851 y 1852). Así se hizo.

Urquiza se pasa de bando, e invade su propio país junto a las tropas imperiales, derrotando al Ejército Argentino en la batalla de Caseros (3 de Febrero de 1852), desfilando las tropas brasileras en Buenos Aires el día 20, aniversario de la Batalla de Ituzaingó, el gran triunfo argentino sobre el Brasil. Urquiza, exigió y obtuvo el pago de su traición, en dinero en efectivo. Lo pagó, en nombre de Brasil, el Barón de Mauá. Pocos días antes de pasarse al enemigo con sus tropas, Urquiza había dicho: “¿Cómo ha creído Brasil que el General Urquiza será traidor?” (Carta a Cuyás del 20 de Abril de 1850).

Luego, enfrentado Urquiza con sus recientes amigos los unitarios, vence en la Batalla de Cepeda a las tropas de Buenos Aires al mando de Bartolomé Mitre (23 de Octubre de 1859). Pero, traicionando a sus seguidores del partido federal de las provincias, negocia con Mitre y no explota su victoria.

Urquiza vuelve e enfrentar a Mitre en la Batalla de Pavón (17 de Setiembre de 1861). La batalla está ganada para el entrerriano, sólo le resta recibir la rendición de las tropas porteñas, cuando, insólitamente, Urquiza ordena la retirada y desaparece. López Jordán le dice a un hijo de Urquiza: “¿Dónde está su padre, ese hijo de una gran ****...?” En el campamento de Urquiza, el día antes de la batalla, había aparecido en un misterioso carruaje un enviado extranjero, quien se entrevistó secretamente con el entrerriano...

Dr. Rodriguez Mansilla
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
" Urquiza habia pescado en las aguas revueltas enter el Brasil y el Paraguay en 1856 y 1857 y solo habia sacado un emprestito y un banco. La astuta diplomacia brasileña no tenia intencion de prestar su ayuda a la unificacion de la Argentina o d epagar un precio mas alto que la salvaguardia de sus intereses en el Rio de laPlata..En 1858 y 1859 la Confederación redoblaria sus esfuerzos no solo para conquistarse la ayuda brasileña, sino lograr una alianza con el Paraguay En Abril de 1850 ya era evidente que la Confederación itentaba resolver la cuestion pendiente con Buenos por medio de la guerra. No obstanta la busqueda de aliados proseguía. De la Peña nombrado ministro de Relaciones Exteriores fue elegido para reprsentar el caso d ela Confederación al Paraguay A principios de Mayo, el prtestamo de cuatro barcios s ehizo en forma protocolar. De la Peña afirmo que Lopez hasta habia bien recibido el pedido de Urquiza de mas ayuda, es decir el pedido de una divisin del ejército paraguayo y de veinte piezas de artilleria. Entonces apareció nuevamente el tradicional obstaculo. Lopez insistio en la firma de un tratado de limites, navegación y comercio y en una alianza permanente como precio por cualquier cooperación..."


Scobie, James R, La Lucha por la Consolidacin de la Nacionalidad Argentina: 1852-1862 (Editorial Hachette, Buenos Aires,1964) pag.212-236
 

joseph

Colaborador
Colaborador
Rosas era un tipo que no le gustaba que nadie nle dijeran que hacer, sea el mejor amigo o la más grande potencia. Es de ahí que muchos los consideran un defensor de la soberania nacional. Con respecto a Urquiza otro idiota más que tuvo que pedir ayuda al extrangero para poder hacer lo que queria, en sintesis era a un más ***** que Rosas, más mediocre y aparte un vende patria.
 
Brunner dijo:
No soy rosista, pero para mi siempre, siempre Urquiza sera un traidor y el hombre que trajo a Buenos Aires al ejercito brasilero...
Saludos

André
Puede ser que ahi le devolvimos la banderas del imperio al Brasil ( que teniamos de trofeo por las Batallas de Sarandí e Ituzaingo??)

Saludos
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Huarpe dijo:
André
Puede ser que ahi le devolvimos la banderas del imperio al Brasil ( que teniamos de trofeo por las Batallas de Sarandí e Ituzaingo??)

Saludos

Ni idea Franz, pero un dato curioso..el Anuario Mullhall of the River año 1878, 1878 (muy confiable y una mina de informacione conomica etc.) menciona que en la Casa del Almirante Brown aun se cobservaban cañones tomados a los brasileros. Esa es Casa Amarilla, donde hoy en dia est el DEHN, y a la entrada aun ves dos carronadas de (cre) 36 lb....y ya que estamos en en topico,aunque si bien la artilleria brasilera no se destaco ara nada en Caseros ( por el ejercito nacional estaba Chilavert, con sus muy bien dirigdas piezas, y por el otro otro artillero quien fu pupilo de Chilavert: Mitre... Estos detalles historicos no obstantes,en el estandarte del Regimiento de Artilleria Mallet figura "Monte Caseros entere otras "victorias.. y si has leido a la obra de Sarmiento sobre el Ejército Grande, veras que en el pasaje que hizo la flota brasilera por Tonelero, solo dispararon las baterias nacionales, que por ser viejas y de poco calibre y alcance solo causaron daños menores-Asi y todo, ellos tienen un submarino en su flora que se llama "Tonelero". creo que los unicos que devolvemos trofeos y olvidamos nuestya historia somos nosotros..

Saludos!
 
Viva la Confederación Argentina!!!

Rosas inicia su segundo gobierno el 13 e abril de 1835 con una mayor recepción popular que la expresada en el primero. La Suma del Poder Público no significaba la anulación del poder judicial.

Rosas hubiese podido mantener la apariencia de un “equilibrio o división de poderes” e influir secreta y eficazmente en la legislación y en la justicia como lo hicieron todos los sucesores constitucionales, pero no era su estilo. No caminó por el andarivel de la hipocresía. San Martín, al tanto de los acontecimientos que se desarrollaban en su Patria, le escribió a Guido una carta el día 17 de diciembre de 1835, en la que le dijo:“…hace cerca de dos años escribí a Ud. que yo no encontraba otro arbitrio para cortar los males que por tanto tiempo han afligido a nuestra desgraciada tierra que elestablecimiento de un Gobierno fuerte o más claro Absoluto, que enseñase a nuestros compatriotas a obedecer…corrupción y guerra civil ha sido el fruto que la Patria ha recogido después de tantos sacrificios.Ya era tiempo de poner término a males de tal tamaño y para conseguir tan loable objetivo yo miro como bueno y legal todo gobierno que establezca el orden de un modo sólido y estable, y no dudo que su opinión y las de todos los hombres que amen a su país pensarán como yo…”
Los conceptos de San Martín guardan una correspondencia total con los acontecimientos que se están sucediendo en el país.

En esos días en la Plaza del Fuerte se hacía justicia con los matadores de Quiroga, así los cuerpos de los Reynafé y Santos Pérez fueron colgados de una horca para que fueran exhibidos al público. A raíz del bloqueo francés declarado por la flota militar francesa en 1838, San Martín, por iniciativa propia, inició el 5 de agosto de 1838 la correspondencia personal con Rosas, expresándole su adhesión y ofreciéndose. Así comenzó un intercambio epistolar que no se interrumpió hasta la muerte del Libertador.

En carta que le escribió a Rosas, el 10 de junio de 1839, informado del ataque militar de Francia y que a ella se habían unido los unitarios que estaban en Montevideo, le dice: “... Lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española: una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...”.

A las dos cartas mencionadas, le siguen la del 30 de octubre dirigida a Arana, para conocimiento de Rosas, en la que desiste de su designación de Embajador en Perú; la del 30 de junio de 1845; la del 2 de noviembre de 1848; la del 29 de noviembre de 1849 y la del 6 de mayo de 1850, tres meses antes de su fallecimiento.

Ante la inminencia de la segunda intervención imperialista, esta vez Francia unida con Inglaterra, aunque no tiene noticias concretas, hace a Guido una apreciación de la situación con el acierto de su olfato político; en carta del 10 de abril de 1845: “¡Qué me dice Ud. de la intervención que se anuncia de la Inglaterra, Francia y el Brasil, en nuestra contienda con la Banda Oriental!...ella se prolongará por un tiempo indefinido y por consiguiente perjudicial a los intereses de los beligerantes y neutrales...”. Y ya declarado el bloqueo imperialista a la Confederación Argentina, San Martín le escribió a Guido el 20 de octubre de 1845, en donde denunció el atropello, expresándole: “...es inconcebible que las dos más grandes Naciones del Universo se hayan unido para cometer la mayor y más injusta agresión que puede cometerse contra un Estado Independiente: no hay más que leer el manifiesto hecho por el enviado inglés y francés para convencer al más parcial la atroz injusticia con que han procedido: ¡La humanidad! Y se atreven a invocarla los que han permitido –por el espacio de cuatro años- derramar la sangre y cuando ya la guerra había cesado por falta de enemigos, se interponen no ya para evitar males sino para prolongarlos por un tiempo indefinido: usted sabe que yo no pertenezco a ningún partido: me equivoco, yo soy de Partido Americano, así que no puedo mirar sin el mayor sentimiento los insultos que se hacen a la América. Ahora más que nunca siento que el estado deplorable de mi salud no me permita ir a tomar una parte activa en defensa de los derechos sagrados de nuestra Patria, derechos que los demás estados Americanos se arrepentirán de no haber defendido o por lo menos protestado contra toda intervención de los Estados Europeos....”.

Un prominente comerciante inglés, Jorge Federico Dickson, dirigió una respetuosa carta al Gral. San Martín requiriendo su opinión sobre la invasión anglofrancesa al Río de la Plata, sabiendo el comerciante que la opinión del Libertador, reconocido militar americano autoexiliado en Europa, tendría enorme influencia en las legislaturas de ambos países agresores y en la opinión pública, y desalentaría las intenciones de los más belicistas (en noviembre ya se había producido la guerra del Paraná y se temía una invasión terrestre). San Martín no perdió el tiempo y le contestó a dicho comerciante el 28 de diciembre de 1845 con el siguiente análisis: “...Bien es sabida la firmeza del carácter del Jefe que preside la República Argentina...con siete u ocho mil hombres de caballería...fuerza que con gran facilidad puede mantener el General Rosas, son suficientes para tener en un cerrado bloqueo terrestre a Buenos Aires, sino también impedir que un ejército europeo de 20.000 hombres, salga a más de treinta leguas de la capital, sin exponerse a una ruina completa por falta de recursos, tal es mi opinión y la experiencia lo demostrará a menos (como es de esperar) que el nuevo ministro inglés, no cambie la política seguida por el precedente...”. Esta carta a Dickson, como era de esperar, provocó un gran revuelo. En carta a Guido del 10 de mayo de 1846 le expresa: “...ya sabía la acción de Obligado, de todos los interventores habrán visto por este echantillon que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el abrir la boca...”

San Martín evaluó la trascendencia extraordinaria que tuvo aquella contienda que se estaba empeñando e, indirectamente, señala la ceguera de los unitarios que no advertían que el único partido en esa circunstancia era el de la Patria, ya que el honor de la misma estaba en juego, y que esa contienda tenía la misma “trascendencia como la de nuestra emancipación de la España”. Después del bloqueo comenzaron a llegar al Río de la Plata los negociadores.

Ya hacia 1844, adelantándose a su reloj biológico, escribió su testamento en donde consignó en la cláusula 3ra., su voluntad sobre el destino de su reliquia más apreciada: “El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina Dn. Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido, el honor de la República contra la injustas pretensiones de los extranjeros que tratan de humillarla....”.

Cuando ya no pudo silenciar el hecho comenzaron a elaborarse las alquimias interpretativas para desacreditar la significación del señalamiento testamentario. Se dijo que San Martín era muy viejo y chocheaba, por lo que no podía entender la política sudamericana y los acontecimientos del Río de la Plata. Otros expresaron que las simpatías de San Martín se originaron en reciprocidad al gesto que tuvo Rosas cuando designó Secretario de la Embajada de Francia al yerno del Libertador don Mariano Balcarce. La primera interpretación sobre la ancianidad de San Martín y sus facultades declinantes tienen su fuente en una carta que Sarmiento le envió a su amigo Antonio Aberastain, comentándole la visita que hizo al prócer en su casa de Grand Bourg. Esta carta del 4 de septiembre de 1846 entre otras cosas afirma: “...Va Ud a buscar la opinión de los americanos mismos y por todas partes encuentra la misma incapacidad de juzgar. San Martín es el ariete desmontado ya que sirvió a la destrucción de los españoles; hombre de una pieza; anciano batido y ajado por las revoluciones americanas, ve en Rosas el defensor de la independencia amenazada y su ánimo noble se exalta y ofusca....San Martín era hombre y viejo, con debilidades terrenales, con enfermedades de espíritu adquiridas en la vejez; habíamos vuelto a la época presente y nombrado a Rosas y su sistema. Aquella inteligencia tan clara en otro tiempo, declina ahora; aquellos ojos tan penetrantes que de una mirada forjaban una página de la historia, estaban ahora turbios y allá en la lejana tierra veía fantasmas extranjeros todas sus ideas se confundían, los españoles y las potencias extrajeras, la patria. aquella patria antigua, la estatua de piedra del antiguo héroe de la independencia, parecía enderezarse sobre su sarcófago para defender la América amenazada...”.

Ante las expresiones adversas sobre Rosas que Sarmiento trató de explicar a San Martín, el dueño de casa hubo de interrumpirle y exclamar: “Ese tirano de Rosas que los unitarios odian tanto, no debe ser tan malo como lo pintan cuando en un pueblo tan viril se puede sostener veinte años...me inclino a creer que ustedes exageran un poco y que sus enemigos lo pintan más arbitrario de lo que es...y si todos ellos y lo mejor del país, como ustedes dicen, no logran desmoronar a tan mal gobierno, es porque la mayoría convencida está de la necesidad de un gobierno fuerte y de mano firme, para que no vuelvan las bochornosas escenas del año 20 ni que cualquier comandante de cualquier batallón se levante a fusilar por su orden al Gobernador del Estado”.

En la segunda interpretación nos encontramos con un problema de ignorancia castrense, pero además es el cargo más grave porque degrada la conducta de San Martín, haciendo inclinar su orgullosa cerviz en agradecimiento a un supuesto requerimiento prebendario.

Pero hubo una tercera interpretación en esta alquimia hermenéutica, la expresada por Ricardo Rojas. Este polígrafo argentino de tan ponderable trayectoria en el terreno de las letras argentinas, envuelto en la tradición antirosista, argumentó que San Martín quiso distinguir en Rosas su defensa de la soberanía nacional, o sea sus méritos en orden a la política exterior solamente.

El argumento no deja de tener su atractivo. Dicha interpretación nos conduciría al siguiente disparate: Rosas es un patriota cuando defiende la Patria de las agresiones externas y es un tirano cuando combate a los unitarios que la estimulan, fomentan y se unen al extranjero en las agresiones a su propia patria. Resulta imposible separar a esos dos aspectos de una sola política enderezada a defender a la Patria “de las injustas pretensiones del extranjero que trataban de humillarla”, y por lo tanto de los unitarios y liberales que actuaban en connivencia con los orientales, los ingleses, los franceses y más tarde los brasileños, unión espuria que San Martín no trepidó en considerarla una “felonía que ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”.

Por eso cuando la historiografía liberal exhibe esta cuestionada carta, la fragmenta y muestra la primera parte, ocultando la reflexión de San Martín en la que el Libertador señala la claudicación unitaria. Esta casuística deshonesta se utilizará varias veces en la hermenéutica de la historiografía liberal. Con fecha posterior a esta carta, seguirá escribiéndose con el Restaurador y con otras personalidades, y siempre en el sentido de ponderación y apoyo a Juan Manuel de Rosas, de tal manera que si en 1839 pensó lo que dijo en el primer párrafo de la carta aludida, bien pronto dejó de hacerlo, por lo que la especulación de Ricardo Rojas y sus repetidores no tienen validez histórica.Además hay un detalle que pocos habrán descubierto: el sable de San Martín, su reliquia más significativa pudo tener otros destinatarios. De los personajes civiles que pudieron aspirar a la herencia histórica recordamos a Juan Larrea sobreviviente de la Junta Provisional de Mayo, Vicente López y Planes indiscutido patricio que se contó entre sus corresponsales y autor del Himno Nacional.

Entre los que lo visitaron en el exilio y ya se destacaban en el campo de las letras recordamos a Juan Bautista Alberdi que en 1844 le hizo llegar una elogiosa semblanza que se imprimió en un folleto en París y también Sarmiento que había escrito su “Facundo”. Pero San Martín, imperturbable ante tantos merecimientos de diversos signos, distinguió al que encarnaba sus propios valores: soberanía, independencia, unidad, disciplina y honor nacional; surgía así indiscutible su heredero: don Juan Manuel de Rosas, señalándolo de esa manera como al argentino más grande de su época.

Una sana opinión pública y una identidad nacional se nutren y se fortifican en el conocimiento cierto de nuestras experiencias colectivas, o sea nuestra historia. El desconocer sus errores o silenciarlos nos condena a repetirlos. El silenciar sus aciertos nos conduce a la anomia y el descreimiento nacional. Y la tergiversación de la historia nos lleva a caminos erráticos y equivocados. Este trabajo tiende a evitarlos.

MONDRAGON, Alberto y SULE, Jorge Oscar, La Reciprocidad entre San Martín y Rosas.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
PROLEGOMENOS DE CASEROS-Urquiza, y sus aliados.....


Los tratados entre el Imperio del Brasil y el gobierno de Montevideo

Por su parte, los orientales antirrosistas que ocupaban Montevideo estaban en una delicada situación. Las fuerzas de Oribe los sitiaban por tierra. La escuadra de la Confederación, al mando del almirante Guillermo Brown, los hostigaba por mar. La ayuda material de Inglaterra y Francia al gobierno de Montevideo había cesado por la firma de la paz entre estas potencias y Rosas en los años 1849 y 1850. El Brasil quedaba como única tabla de salvación, aunque esta alternativa no fuera gratuita, ya que implicaba la cesión de territorio al gobierno brasileño a cambio de su ayuda material. Ante el dramático curso de los acontecimientos, Andrés Lamas, ministro plenipotenciario y enviado extraordinario del gobierno oriental ante Brasil, fue autorizado a firmar una serie de tratados en Río de Janeiro que cedían al Brasil parte del territorio oriental, lo cual tuvo lugar el 12 de octubre de 1851.
Por el tratado de límites se reconocía como principio el utis possidetis, invalidando cualquier reclamo uruguayo en virtud del tratado de San Ildefonso. La frontera rectificada corría por el río Cuareim, el Yaguarón y la laguna Merín, para terminar en el Chuy, con dichos cursos de agua, de orilla a orilla, en poder exclusivo del Brasil, que conservaba además la posesión exclusiva de la navegación de la laguna Merín y el río Yaguarón. También el Imperio podría levantar fortalezas en la desembocadura de los ríos Tacuarí y Cebollatí, en pleno territorio oriental (1).
Por el tratado de alianza, se acordó convertir en "alianza perpetua" la realizada por la convención secreta del 29 de mayo, a fin de sostener "la independencia de los dos Estados contra cualquier dominación extranjera". Para garantizar la "nacionalidad oriental", el Brasil se comprometía a prestar "eficaz apoyo" al primer gobierno que se eligiese, sosteniéndolo ante cualquier "movimiento armado contra su existencia o autoridad". En retribución si "se levantara alguna sublevación contra S.M. el emperador en las provincias limítrofes (Rio Grande) la República Oriental se obligaba a prestar a las autoridades y fuerzas legales de Brasil toda la protección que estuviera a su alcance". Se invitaba además a Paraguay "y los Estados argentinos que accedieran" a garantizar en la misma forma "su orden interno y sus respectivas independencias".
Por el tratado de subsidios, Brasil entregaba una suma de 138.000 patacones por una sola vez y luego 60.000 patacones mensuales por el tiempo que creyera necesario, lo que se sumaría a los más de 211.791 patacones otorgados en diversas oportunidades con sus intereses del 6%. Uruguay entregaba como garantía los derechos aduaneros y las rentas del Estado. Para asegurarse del cumplimiento de lo pactado, el conde de Caxias acampó a fines de octubre a tiro de cañón de Montevideo. Urquiza no fue informado oficialmente sobre estos tratados y más adelante denunció, a raíz de dicha falta de información, que no estaba obligado a aceptarlos. Pero luego, en la necesidad de devolver al Brasil el apoyo prestado, obligó a los orientales a ratificarlos.
Por el tratado de comercio y navegación se aceptaba la navegación común del río Uruguay y sus afluentes (aunque no atravesaran territorio brasileño), invitando a los demás Estados ribereños a declarar "la libre navegación del río Paraná y Paraguay". La isla de Martín García "quedaría neutralizada". Además, el gobierno oriental renunciaba por diez años a cobrar derechos de tránsito a las haciendas propiedad de brasileños y suprimía el derecho de exportación del ganado en pie. En reciprocidad el Brasil mantendría en la frontera de Río Grande de San Pedro la exención en vigencia de derechos de consumo sobre la carne salada y otros productos ganaderos importados.
Por el tratado de extradición ambas partes se devolverían los criminales, desertores y esclavos fugados de ambos territorios (no existía la esclavitud en el territorio oriental), sin otro requisito para reclamar al esclavo fugado que la "petición del señor a la autoridad". Incluso si los brasileños propietarios de estancias en el Uruguay llevaran esclavos a ellas desde el Brasil, éstos mantendrían su condición servil.

NOTA

"La batalla de Caseros", op. cit., pp. 17-19; José María Rosa, Historia Argentina, tomo 5, Buenos Aires, J.C. Granda, 1965, pp. 470-471, y V.D. Sierra, op. cit., pp. 587-589. SANCHÍS MUÑOZ, J.R., Japón y la Argentina: Historia de sus Relaciones, Buenos Aires: Sudamericana, 1997


El nuevo tratado de alianza entre el Brasil, la República Oriental y los gobiernos de Entre Ríos y Corrientes


Ante la necesidad por parte del Brasil de obtener la devolución de los préstamos otorgados a Urquiza y de convenir una alianza militar debido a que Rosas había declarado la guerra al Imperio, el 21 de noviembre de 1851 se concretó una alianza entre los Estados de Entre Ríos y Corrientes, la República Oriental y Brasil. La misma fue firmada por el encargado de negocios de los gobiernos de Entre Ríos y Corrientes y hermano del gobernador de Entre Ríos, Diógenes José de Urquiza; el ministro plenipotenciario del Brasil, Honorio Carneiro Leao, y el ministro y secretario de Estado uruguayo, Manuel Herrera y Obes. En el artículo 1º las partes declaraban: "que no pretenden hacer la guerra a la Confederación Argentina (...). Por el contrario, el objeto único, a que los estados aliados se dirigen, es libertar al pueblo argentino de la opresión que sufre bajo la dominación tiránica del gobernador don Juan M. Rosas (...). A su vez, los artículos 6º y 7º establecían mecanismos de financiamiento para poner en marcha la alianza contra Rosas:

Artículo 6º - Para poner a los Estados de Entre Ríos y Corrientes en situación de sufragar los gastos extraordinarios, que tendrán que hacer con el movimiento de su Ejército, Su Majestad el Emperador del Brasil les proveerá en calidad de préstamo, la suma mensual de cien mil patacones por el término de cuatro meses, contados desde la fecha en que dichos Estados ratificaron el presente convenio o durante el tiempo que transcurriese hasta la desaparición del gobierno del general Rosas, si este suceso tuviese lugar antes del vencimiento de aquel plazo. Esta suma se realizará por medio de letras libradas sobre el Tesoro Nacional a ocho días vistas, y entregadas mensualmente por el Ministro Plenipotenciario del Brasil al Agente de Su Excelencia el Gobernador de Entre Ríos.
Artículo 7º - Su Excelencia el señor gobernador de Entre Ríos, se obliga a obtener del gobierno que suceda inmediatamente al del general Rosas, el reconocimiento de aquel empréstito como deuda de la Confederación Argentina, y que efectúe su pronto pago con el interés del seis por ciento al año. En el caso, no probable, de que esto no pueda obtenerse, la deuda quedará a cargo de los Estados de Entre Ríos y Corrientes; y como garantía de su pago con los intereses estipulados sus excelencias los señores gobernadores de Entre Ríos y Corrientes, hipotecan desde ya las rentas y terrenos de propiedad pública de los referidos Estados.

El artículo 14º ratificaba la libre navegación de los ríos interiores de la Confederación:

los gobiernos de Entre Ríos y Corrientes, se comprometen a emplear toda su influencia cerca del gobierno que se organizare en la Confederación Argentina, para que éste acuerde y consienta la libre navegación del Paraná y de los demás afluentes del río de la Plata (...).

Finalmente, el artículo 20º invitaba a Paraguay a formar parte de la coalición antirrosista: "El gobierno de la República de Paraguay será invitado a entrar en alianza, enviándosele un ejemplar del presente convenio (...)" (1).

NOTA
Artículos 1º, 6º, 7º, 14º y 20º, en B. Bosch, op. cit., selección documental, pp. 103-109.

El Ejército aliado en marcha
Tras la capitulación de Oribe el 8 de octubre de 1851, el Ejército Grande, comandado por Urquiza y nutrido además con las fuerzas de Oribe y el apoyo material del Imperio brasileño, pasó en diciembre de 1851 desde Montevideo hacia Entre Ríos. Por su parte, la escuadra brasileña estaba asentada en el Río de la Plata y ocupó la isla de Martín García y la Colonia. Desde allí, los buques imperiales remontaron el Paraná con el objeto de contribuir al traslado de los ejércitos aliados a Santa Fe, cuyo gobernador Pascual Echagüe se retiró con sus escasas tropas a Buenos Aires sin presentar resistencia.
La mayoría de los historiadores coinciden en afirmar su desconcierto ante la pasiva actitud de Rosas frente al avance de los ejércitos aliados encabezados por Urquiza. Según José María Sarobe, Rosas:

no tenía ningún plan propio ni tampoco tomó en serio los que le presentaron sus inmediatos colaboradores, Oribe, Chilavert, Mansilla y Pacheco. (...) Desconfiaba, al parecer, de sus subalternos; temía ser traicionado. Las medidas tomadas fueron solamente defensivas y consistieron en hacer pasar algunas fuerzas en protección de Santa Fe, en establecer una vigilancia más estrecha mediante la escuadrilla de Coe, sobre sectores de los ríos, y, finalmente, en enviar el 7 de junio, en dos buques, una cierta cantidad de armas y municiones a Oribe.

Luego, destacando la inercia de Rosas, Sarobe afirma: "El grueso del ejército rosista permanecía concentrado entre Palermo y Santos Lugares, casi inactivo y sin comando visible, sin decidirse el dictador por ninguno de los cuatro planes de operaciones que le habían presentado sus colaboradores, ni trazarse siquiera uno propio" (1).
José Luis Busaniche opina en términos coincidentes con Sarobe. De acuerdo con aquél la actitud de Rosas frente al avance de las fuerzas de Urquiza y sus aliados no tiene una explicación satisfactoria en lo que respecta a la defensa militar. Ya con el enemigo cerca de Buenos Aires, Rosas no tuvo ni un plan de combate ni jefes de capacidad militar suficiente para combatir al ejército coaligado. El general rosista Pacheco fue acusado de complicidad con el enemigo, pues renunció al mando de las fuerzas de la Confederación cuando las avanzadas de Urquiza estaban cerca de Buenos Aires. El coronel Hilario Lagos opuso su caballería a la vanguardia enemiga, pero no pudo contener su avance. Frente a los 25.000 hombres y 50.000 caballos de los ejércitos aliados, Rosas tenía 20.000 hombres pero le faltaban armas y sobre todo jefes de capacidad militar (2).
Al decidirse por una batalla abierta contra las fuerzas de Urquiza, Rosas desestimó la propuesta del coronel Chilavert, partidario de no presentar batalla a las fuerzas aliadas, ocupar la ciudad de Buenos Aires con la infantería y artillería y mandar la caballería al sur para reforzarla con la ayuda de los indios. El Restaurador de las Leyes temía las acciones de los indígenas en la campaña bonaerense en caso de derrota de sus fuerzas. La falta de un plan de combate por parte de Rosas quedó evidenciada en el inesperado nombramiento del coronel unitario Pedro José Díaz, un ex prisionero, al frente de la resistencia militar contra las fuerzas de Urquiza.
El desenlace final ocurrió en la localidad de Caseros el 3 de febrero de 1852. Las fuerzas de Urquiza, aprovechando su poderosa caballería, concentraron su ataque en el ala izquierda enemiga, constituida por una caballería mal organizada. La batalla duró cuatro horas y media y terminó con una franca derrota del ejército rosista, cuya única resistencia importante fueron las fuerzas del coronel Chilavert. Tras la batalla, Rosas fue a refugiarse con su hija Manuela en la casa del encargado de negocios inglés en Buenos Aires, Robert Gore. Este convenció al dictador de la conveniencia de que se embarcara para evitar represalias contra su persona, lo que finalmente hizo optando por Inglaterra como destino de su viaje. Por su parte, el 20 de febrero de 1852 el ejército aliado hizo su entrada triunfal en Buenos Aires.

NOTAS
José María Sarobe, op. cit., pp. 529-531 y 541.

J.L. Busaniche, op. cit., p. 135.
http://www.cema.edu.ar/ceieg/arg-rree/4/4-056.htm
 

jedi-knigth

Colaborador Flankeriano
Colaborador
Brunner dijo:
Chilavert, heroe de Ituzaingoy de Velez Sarfield Tambien..:D habia revistado en el bando unitario anteriormente, pero la batalla de la Vuelya de Obligado lo toca profudamente, y en carta carta abierta a Rosas solicita ser incorporado al ejercito nacional...Una de las frases aun me hace vibrar de emoción cuando la recuerdi: ''El cañon de Obligado ha retumbado en mi alma.." y Rosas acepta este pedido. Como premio, Urquiza lo manda fusilar, y tambien manda fusilar a los miembros de la División Aquino, cuyos cadaveres ordena exponer en Palermo...Estos actos de barbarie hacen que a poco tiempo de Caseros, porteños unitarios y porteñois federales se unan contra Urquiza..y que el pais se duvuda en dos naciones que luchan por la supremacia en la Argentina" elestado de Buenos Aires y la Confederación.....No soy rosista, pero para mi siempre, siempre Urquiza sera un traidor y el hombre que trajo a Buenos Aires al ejercito brasilero...
Saludos
 

Fierro

Fotógrafo oficial ZM
Derruido, u otro que sepa de historia, pregunta: Leo que mientras se desarrolla la Batalla de Caseros, la Argentina estaba en guerra con el Brasil. Sin embargo, si mal no recuerdo, la guerra contra el ¨Imperio del Brasil¨ terminó en 1828 con la independencia de la Banda Oriental y la Batalla de Caseros se da en 1852 ¿ Me podrías aclarar el panorama por favor ? Tengo entendido que los libros brasileños dan como ¨guerra contra la Argentina¨ a la Batalla de Caseros, nunca me quedó claro.
Saludos.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Fierro: el Brasil y el Paraguay concluyeron una alianza el 24 de Dic. de 1850 para asegurar la libre navegacion de los rios del Plata y la independencia del Paraguay. Jamas, jama hubieran logrado nada sin la traicionde Urquiza y dejame explicarte porque traiciona Urquiza: El recurso basico de E, rios era la ganaderia ,los saladeros habian aumentado de 4 en 1844 a 12 en 1849 y 17 en 1851 .El bloqueo anglo frances de 1837-38 habia fortalecido y favorecido a la economia entrerriana. El comercio entrerriano(lee Urquiza!) desde entonces se orientaba hacia Rosario y desde alli a montevideo .. Urquiza no solo era exitoso saladerista, exportador de carne, propietario de barcos, sino que poseia no solo las estancias mas grandes de la provincia, sino que a principios de la decada de 1850 era dueño de 40.000 cabezas de ganado vacuno y 50.000 ovejas. En de Agosto de 1847 Rosas habia promulgado una ley que prohibia la exportacion de oro, (lee: no permitia salir de Buenos AIres moneda en metalico .Comerciantes y propietarios debian aceptar papel moneda. Urquiza potesto en dos ocasiones en 1849, y ya en 1850 corrian rumores de su proyectada ruptura con Rosas..Urquiza declara su rebelion el 10 de Mayo de 1851. El 29 de Mayo del Brasil, Paraguay y uruguay firman una alianza contra la Confederación..a ultimo momento el Paraguay se abstiene..

ref.Lynch, John, Juan Manuel de Rosas (Emece, Buenos Aires,1984)pag.286-293. El titulo original de este libro en inglés es: Argentine Dictator: Juan Manuel de Rosas: 1829-1852 (Oxford University Pres, 1981)obra en inglés
 
Fue el hombre que en su momento traicionó a su país, a la República Argentina
Para mi Urquiza no traicionó a nadie, canjeó dinero, armas, barcos y soldados brasileros, por la libre navegación de los ríos, todo esto con el fin de derrotar al TIRANO y organizar constitucionalmente de una buena vez. Estos fines son ratificados por sus actos inmediatos a la contienda. ¿a quien le debemos la constitucion del 53´ si no?
Además la guerra fue contra Rosas y no contra la confederación Argentina


Urquiza se autoproclamó Presidente de la República
Urquiza no se autoproclamó, fue elegido de la misma manera en que lo fue el tirano

Juan Bautista Alberdi, autor de la Constitución de 1853
Alberdi fue autor de la obra "Bases y puntos de partida para la orgaanización nacional", no escribió ninguna constitución. Lo que si es cierto es que ese libro fue el manual de base de muchos de los constituyentes, asi que puede ser citado como una de las tantas fuentes de nuestra carta magna.

Como se verá no comparto muchas cosas de Rosas, pero si me gusta el Rosas que defiende a ultranza la soberanía ante ingleses y fraceses.
Si me gusta Urquiza, pero no comparto que haya garantizado el prestamo solicitado al Brasil, con tierras públicas entrerrianas.

Daniel
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Para mi Urquiza no traicionó a nadie, canjeó dinero, armas, barcos y soldados brasileros, por la libre navegación de los ríos, todo esto con el fin de derrotar al TIRANO y organizar constitucionalmente de una buena vez. Estos fines son ratificados por sus actos inmediatos a la contienda. ¿a quien le debemos la constitucion del 53´ si no?Además la guerra fue contra Rosas y no contra la confederación Argentina
Mala interpretacion de la historia, pues Urquiza fue la mano derecha de Rosaspor decadas-y luego se le dio viuelta, no por que considerara a Rosas un tirano, sino porque afectaba a sus intereses pecuniarios..Un simpole caudillejo que pretendio subordinar los sagrados intereses de la mnacion a sus propios vile sintereses.Me considero unitario-aunque en Vuelta de obligado, hubiera estado en esas baterias y en Caseros, solo por estar contra Urquiza hubiera servido de soldado raso en el ejercito federal....En 1852 ya la memoria colectiva comenzaba a olvidar los peores abusos de la tirania, pero la asquerosa forma en que Urquiza ordeno asesinar a Chilabert,( heroe de Ituzaingo y por cierto, de Caseros-pues su artileria mantuvo en jaque a la artilleria e infanteria brasilera-)y la ejecucion de los integrantes de la "Division Aquino", cuyos dacaveres ordeno colgar en los jardines de Palermo dan cuenta de la estatura de este enano mental. de este gaucho cuatrero, señor feudal de Entre Ríos, donde su "derecho de pierna: habia producido centenares de hijos ilegitimos. de este comerciante de vacas y caballos, de este saladerista.. El Brasil armio, financio la Confederacion de Urquiza luego de la ceseción del Estado de Buenos Aires-y el uruguay la apoyo.....Para mi estas son las acciones de un traidor......Por eso considero que la muerte de Urquiza en 1870 no fue un asesinato: Fue una ejecución..
 

jedi-knigth

Colaborador Flankeriano
Colaborador
Brunner Espero que no te inoportune con mi curiosidad ¿Te dedicas a la historia en forma profesional o estudias como Hobby?
"Urquiza ordeno asesinar a Chilabert" ¿Esto fue antes o despues de que fuera arquero de Velez? :D:D y si la verdad que a veces daban ganas de matarlo cuando escuchabas los reportajes que le hacian. :D:D
 
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