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La Batalla de Kursk
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<blockquote data-quote="lonestar" data-source="post: 773979" data-attributes="member: 5933"><p><strong>Batalla de Kursk</strong></p><p></p><p><span style="font-size: 9px"><strong>Fuentes:</strong></span></p><p><span style="font-size: 9px"><strong>Benjamín R. Simms “Análisis de la Batalla de Kursk”</strong></span></p><p><span style="font-size: 9px"><strong>Michael J. Licari "La Batalla de Kursk, Mitos y realidades"</strong></span></p><p><span style="font-size: 9px"><strong>George M. Nipe Jr. "Kursk revisado: Nuevas evidencias sugieren que los alemanes estuvieron más cerca de la victoria de lo que anteriormente se reconocía."</strong></span></p><p><span style="font-size: 9px"><strong>Enciclopedia Visual de las Grandes Batallas de la S. G. M. fascículo 8</strong></span></p><p></p><p></p><p><strong>ANTECEDENTES:</strong></p><p>En el invierno de 1943, los jefes superiores del ejército alemán se enfrentaron a una difícil elección. Después de 2 años de operaciones en el Frente Este estaba virtualmente estancados en una línea que iba desde Leningrado en el norte hasta el Mar Negro en el sur. Bastante cerca del centro del terreno disputado, se encontraba una protuberancia de 300 kilómetros de ancho que se adentraba alrededor de 200 kilómetros dentro de las líneas alemanas, dentro de esta saliente se encontraba la ciudad de Kursk, encrucijada carretera y ferroviaria que permitiría al ejercito alemán una flexibilidad de movimientos hacia los laterales y adelante y serviría para los soviéticos de punto de partida para reconquistar Ucrania.</p><p></p><p>El Mariscal de Campo Erich von Manstein comandante del Grupo de Ejércitos Sur, reconoció la oportunidad de tomar dicha ciudad tras derrotar la contraofensiva soviética (Operación Estrella) y reconquistar vitales centros de transporte tales como Belgorod y Kharkov en el lado sur de la saliente en marzo de 1943. Solicitó el apoyo al Mariscal de Campo Gunther von Kluge, Comandante del Grupo de Ejércitos Centro, pero este destendió el pedido ya que sus tropas se encontraban exhaustas luego de rechazar un contraataque masivo soviético en Orel (al norte de Kursk).</p><p></p><p>A pocos días del deshielo primaveral, el ejército alemán cedió la iniciativa que había ganado durante el invierno de 1942 y 1943 para rearmarse y reparar en preparación para los meses de verano, más adecuados para montar operaciones. Esta decisión se privilegió sobre la de retener la iniciativa y atacar a un enemigo preparado para la defensa, utilizando fuerzas exhaustas. La Wehrmacht prefirió consolidar y prepara sus fuerzas para futuras operaciones, ya sean ofensivas o defensivas.</p><p></p><p>Soviéticos y alemanes aprovecharon esta pausa para preparar las operaciones alrededor de la saliente de Kursk, los soviéticos utilizaron el centro ferroviarios y carretero de esa ciudad para llevar el mayor poder de fuego que fuera posible, al terminar la temporada primaveral el ejército ruso acumulaba el 20% de sus fuerzas en la saliente y en posiciones de reserva al este, teniendo allí un tercio de todos los tanques disponibles y una cuarta parte de su aviación. El ejército alemán, conciente de los preparativos rusos, reconstruyó sus tropas y contempló el siguiente movimiento.</p><p></p><p>El 3 de mayo de 1943, los jefes superiores alemanes del Frente del Este se reunieron con el mando central alemán, incluyendo Adolf Hitler, para discutir la estrategia global del ejército alemán en el Frente del Este. De nuevo, el ejército alemán tenía opciones. ¿Debería permanecer a la defensiva y enfrentarse a los soviéticos en una defensa móvil para desgastar a las fuerzas soviéticas antes de reanudar la ofensiva, o debería tomar la iniciativa y atacar? La reunión concluyó, contra las protestad de von Manstein, del Coronel General Heinz Guderian, del Coronel General Walter Molder, y del jefe del estado mayor de la Luftwaffe, General Hans Jeschonnek, que un ataque contra el saliente de Kursk debería ser emprendido ya que Alemania “no podía permanecer pasiva, sino que tenía que reanudar la ofensiva para tranquilizar a sus aliados y a su propia población”. Von Manstein y Guderian, muy conscientes de los masivos preparativos defensivos soviéticos, estaban a favor de dejar que los soviéticos reanudasen la ofensiva y perseguían una defensa móvil para desgastar a las fuerzas soviéticas y permitir un contraataque alemán. Ambos oficiales fueron dominados por el jefe del estado mayor del ejército alemán, Coronel General Kart Zeitzler. Así, los preparativos continuaron para un ataque en el saliente de Kursk. El plan de ataque fue conocido como Operación Citadel.</p><p></p><p><strong>El entorno operacional de Kursk</strong></p><p>Las operaciones en Kursk favorecían generalmente al defensor debido a la falta de buenas carreteras, grandes ríos de este a oeste, áreas enlodadas provocadas por las fuertes lluvias y deshielos y numerosos arroyos caudalosos. Además de esto una gran cantidad de poblaciones pequeñas que servían para cobertura y ocultamiento para la infantería rusa, esto les presentaba a las tropas alemanas obstáculos naturales y preparados por el hombre que debían superar.</p><p>Los grandes ríos y la forma de la saliente forzaron al ejército alemán a dos vías de aproximación. El Grupo de Ejércitos Centro atacaría directamente hacia el sur o desde la ciudad de Orel hacia Kursk, para utilizar la ruta más corta y sobre pasar los ríos Seim y Svapa. En el sur el Grupo de Ejércitos Sur avanzaría desde la ciudad de Belgorod hacia el norte, sobrepasando el río Psel, llegando a Kursk, para lograr esto debería atravesar la ciudad de Prokhorovka. Esta era una ciudad clave ya que se encontraba en la ruta del G. E. S., siendo una de las ciudades más grandes de la región, se transformó en un obstáculo para los alemanes y servía como punto de suministros y de partida para los refuerzos de los defensores por la proximidad a la línea ferroviaria desde Kursk. Prokhorovka tendría que ser tomada si querían que tuviera éxito el avance desde el sur.</p><p>Si Kursk fuera tomada por los alemanes la gran concentración de fuerzas soviéticas en la saliente se encontrarían rodeadas y sin la posibilidad de utilizar la red ferroviaria y de carreteras que partían desde allí y dejaría al ejército alemán con un punto de partida ideal para futuras operaciones. La observación y el campo de tiro en el área de operaciones era muy bueno; terreno de cultivo despejado, con pequeñas agrupaciones de árboles y sin restricciones de terreno. Esta falta de cobertura favorecía a los defensores rusos al permitir observar los movimientos alemanes.</p><p></p><p><strong>La industria bélica</strong></p><p>La producción alemana de la industria bélica había sido estable entre la caída de Francia en 1940 y 1942. Cuando se hizo evidente ese año que la guerra en el este no se ganaría rápidamente, si es que se ganaba, la producción se incrementó sensiblemente, a pesar de los bombardeos aliados sobre los centros industriales alemanes.</p><p>En 1942, Alemania produjo 5.700 tanques medios y pesados; al año siguiente, el número casi llegó al doble. La producción de aviones pasó de 14.700 a 25.200. En armas portátiles y morteros el número se duplicó entre 1942 y 1943 y la producción de municiones mantuvo su ritmo y hasta llegó a acelerarse. A todo esto debe sumarse que las armas producidas a partir de 1943 eran de nuevo diseño, más elaborados y mortíferos. Así pues, los alemanes podían reemplazar la maquinaria y armas perdidas en combate y equipar nuevas unidades, pero gran parte se destinaba al frente de Europa Occidental.</p><p>Los rusos poseían una capacidad de fabricación aún mayor. Con mano de obra virtualmente ilimitada y sus plantas de producción muy adentro del territorio soviético lejos del alcance de los aviones alemanes, podían producir grandes cantidades de material y a esto se le sumaban los envíos desde los Estados Unidos y Gran Bretaña. Esto posibilitaba que los rusos pudieran reponer más rápidamente y en mayor cantidad las pérdidas, además de contar con un número ampliamente superior de combatientes.</p><p></p><p><strong>Los comienzos</strong></p><p>Impresionado por el exitoso envolvimiento de una protuberancia en la línea rusa en Izyum sobre el río Donets, la primavera anterior, Hitler decidió que sólo había un lugar adecuado para su propuesta acción de contención: la saliente de Kursk de 160 km de amplitud, que se introducía entre Orel al Norte y Belgorod al sur. Este arco, aunque defendido por un número creciente de unidades de primer nivel, le pareció a Hitler el lgar ideal para un movimiento de pinzas. Con el nombre de Operación Citadel, tendría la doble ventaja de destruir parte del ejército soviético y enderezar y acortar la línea alemana.</p><p>Las pérdidas sufridas en Stalingrado y la creciente amenaza de un avance aliado en Italia y la invasión a gran escala de Europa Occidental a través de Francia, persuadieron al Führer a tratar de ajustar este desequilibrio de fuerzas, pero no podía simplemente retirar del frente oriental a tropas fogueadas en combate para trasladarlas hacia el Oeste; los soviéticos deberían ser destruidos rápida y aplastantemente. Por eso preparó este operación de gran envergadura, que según expresó más tarde de sólo pensarlo se le revolvía el estómago.</p><p>Lo que le causaba mayor ansiedad, era la necesidad de reunir las mayores fuerzas posibles y a toda velocidad, sobre un fondo de creciente peligro. Una retirada estratégica y un acortamiento de la línea alemana hubiera liberado tropas para cumplir con su deber en otro sitio y sería una respuesta menos forzada al dilema, pero Hitler no estaba dispuesto a ceder territorio ruso una vez conquistado.</p><p></p><p><span style="font-size: 9px"><strong><em>Continua...</em></strong></span></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="lonestar, post: 773979, member: 5933"] [B]Batalla de Kursk[/B] [SIZE="1"][B]Fuentes: Benjamín R. Simms “Análisis de la Batalla de Kursk” Michael J. Licari "La Batalla de Kursk, Mitos y realidades" George M. Nipe Jr. "Kursk revisado: Nuevas evidencias sugieren que los alemanes estuvieron más cerca de la victoria de lo que anteriormente se reconocía." Enciclopedia Visual de las Grandes Batallas de la S. G. M. fascículo 8[/B][/SIZE] [B]ANTECEDENTES:[/B] En el invierno de 1943, los jefes superiores del ejército alemán se enfrentaron a una difícil elección. Después de 2 años de operaciones en el Frente Este estaba virtualmente estancados en una línea que iba desde Leningrado en el norte hasta el Mar Negro en el sur. Bastante cerca del centro del terreno disputado, se encontraba una protuberancia de 300 kilómetros de ancho que se adentraba alrededor de 200 kilómetros dentro de las líneas alemanas, dentro de esta saliente se encontraba la ciudad de Kursk, encrucijada carretera y ferroviaria que permitiría al ejercito alemán una flexibilidad de movimientos hacia los laterales y adelante y serviría para los soviéticos de punto de partida para reconquistar Ucrania. El Mariscal de Campo Erich von Manstein comandante del Grupo de Ejércitos Sur, reconoció la oportunidad de tomar dicha ciudad tras derrotar la contraofensiva soviética (Operación Estrella) y reconquistar vitales centros de transporte tales como Belgorod y Kharkov en el lado sur de la saliente en marzo de 1943. Solicitó el apoyo al Mariscal de Campo Gunther von Kluge, Comandante del Grupo de Ejércitos Centro, pero este destendió el pedido ya que sus tropas se encontraban exhaustas luego de rechazar un contraataque masivo soviético en Orel (al norte de Kursk). A pocos días del deshielo primaveral, el ejército alemán cedió la iniciativa que había ganado durante el invierno de 1942 y 1943 para rearmarse y reparar en preparación para los meses de verano, más adecuados para montar operaciones. Esta decisión se privilegió sobre la de retener la iniciativa y atacar a un enemigo preparado para la defensa, utilizando fuerzas exhaustas. La Wehrmacht prefirió consolidar y prepara sus fuerzas para futuras operaciones, ya sean ofensivas o defensivas. Soviéticos y alemanes aprovecharon esta pausa para preparar las operaciones alrededor de la saliente de Kursk, los soviéticos utilizaron el centro ferroviarios y carretero de esa ciudad para llevar el mayor poder de fuego que fuera posible, al terminar la temporada primaveral el ejército ruso acumulaba el 20% de sus fuerzas en la saliente y en posiciones de reserva al este, teniendo allí un tercio de todos los tanques disponibles y una cuarta parte de su aviación. El ejército alemán, conciente de los preparativos rusos, reconstruyó sus tropas y contempló el siguiente movimiento. El 3 de mayo de 1943, los jefes superiores alemanes del Frente del Este se reunieron con el mando central alemán, incluyendo Adolf Hitler, para discutir la estrategia global del ejército alemán en el Frente del Este. De nuevo, el ejército alemán tenía opciones. ¿Debería permanecer a la defensiva y enfrentarse a los soviéticos en una defensa móvil para desgastar a las fuerzas soviéticas antes de reanudar la ofensiva, o debería tomar la iniciativa y atacar? La reunión concluyó, contra las protestad de von Manstein, del Coronel General Heinz Guderian, del Coronel General Walter Molder, y del jefe del estado mayor de la Luftwaffe, General Hans Jeschonnek, que un ataque contra el saliente de Kursk debería ser emprendido ya que Alemania “no podía permanecer pasiva, sino que tenía que reanudar la ofensiva para tranquilizar a sus aliados y a su propia población”. Von Manstein y Guderian, muy conscientes de los masivos preparativos defensivos soviéticos, estaban a favor de dejar que los soviéticos reanudasen la ofensiva y perseguían una defensa móvil para desgastar a las fuerzas soviéticas y permitir un contraataque alemán. Ambos oficiales fueron dominados por el jefe del estado mayor del ejército alemán, Coronel General Kart Zeitzler. Así, los preparativos continuaron para un ataque en el saliente de Kursk. El plan de ataque fue conocido como Operación Citadel. [B]El entorno operacional de Kursk[/B] Las operaciones en Kursk favorecían generalmente al defensor debido a la falta de buenas carreteras, grandes ríos de este a oeste, áreas enlodadas provocadas por las fuertes lluvias y deshielos y numerosos arroyos caudalosos. Además de esto una gran cantidad de poblaciones pequeñas que servían para cobertura y ocultamiento para la infantería rusa, esto les presentaba a las tropas alemanas obstáculos naturales y preparados por el hombre que debían superar. Los grandes ríos y la forma de la saliente forzaron al ejército alemán a dos vías de aproximación. El Grupo de Ejércitos Centro atacaría directamente hacia el sur o desde la ciudad de Orel hacia Kursk, para utilizar la ruta más corta y sobre pasar los ríos Seim y Svapa. En el sur el Grupo de Ejércitos Sur avanzaría desde la ciudad de Belgorod hacia el norte, sobrepasando el río Psel, llegando a Kursk, para lograr esto debería atravesar la ciudad de Prokhorovka. Esta era una ciudad clave ya que se encontraba en la ruta del G. E. S., siendo una de las ciudades más grandes de la región, se transformó en un obstáculo para los alemanes y servía como punto de suministros y de partida para los refuerzos de los defensores por la proximidad a la línea ferroviaria desde Kursk. Prokhorovka tendría que ser tomada si querían que tuviera éxito el avance desde el sur. Si Kursk fuera tomada por los alemanes la gran concentración de fuerzas soviéticas en la saliente se encontrarían rodeadas y sin la posibilidad de utilizar la red ferroviaria y de carreteras que partían desde allí y dejaría al ejército alemán con un punto de partida ideal para futuras operaciones. La observación y el campo de tiro en el área de operaciones era muy bueno; terreno de cultivo despejado, con pequeñas agrupaciones de árboles y sin restricciones de terreno. Esta falta de cobertura favorecía a los defensores rusos al permitir observar los movimientos alemanes. [B]La industria bélica[/B] La producción alemana de la industria bélica había sido estable entre la caída de Francia en 1940 y 1942. Cuando se hizo evidente ese año que la guerra en el este no se ganaría rápidamente, si es que se ganaba, la producción se incrementó sensiblemente, a pesar de los bombardeos aliados sobre los centros industriales alemanes. En 1942, Alemania produjo 5.700 tanques medios y pesados; al año siguiente, el número casi llegó al doble. La producción de aviones pasó de 14.700 a 25.200. En armas portátiles y morteros el número se duplicó entre 1942 y 1943 y la producción de municiones mantuvo su ritmo y hasta llegó a acelerarse. A todo esto debe sumarse que las armas producidas a partir de 1943 eran de nuevo diseño, más elaborados y mortíferos. Así pues, los alemanes podían reemplazar la maquinaria y armas perdidas en combate y equipar nuevas unidades, pero gran parte se destinaba al frente de Europa Occidental. Los rusos poseían una capacidad de fabricación aún mayor. Con mano de obra virtualmente ilimitada y sus plantas de producción muy adentro del territorio soviético lejos del alcance de los aviones alemanes, podían producir grandes cantidades de material y a esto se le sumaban los envíos desde los Estados Unidos y Gran Bretaña. Esto posibilitaba que los rusos pudieran reponer más rápidamente y en mayor cantidad las pérdidas, además de contar con un número ampliamente superior de combatientes. [B]Los comienzos[/B] Impresionado por el exitoso envolvimiento de una protuberancia en la línea rusa en Izyum sobre el río Donets, la primavera anterior, Hitler decidió que sólo había un lugar adecuado para su propuesta acción de contención: la saliente de Kursk de 160 km de amplitud, que se introducía entre Orel al Norte y Belgorod al sur. Este arco, aunque defendido por un número creciente de unidades de primer nivel, le pareció a Hitler el lgar ideal para un movimiento de pinzas. Con el nombre de Operación Citadel, tendría la doble ventaja de destruir parte del ejército soviético y enderezar y acortar la línea alemana. Las pérdidas sufridas en Stalingrado y la creciente amenaza de un avance aliado en Italia y la invasión a gran escala de Europa Occidental a través de Francia, persuadieron al Führer a tratar de ajustar este desequilibrio de fuerzas, pero no podía simplemente retirar del frente oriental a tropas fogueadas en combate para trasladarlas hacia el Oeste; los soviéticos deberían ser destruidos rápida y aplastantemente. Por eso preparó este operación de gran envergadura, que según expresó más tarde de sólo pensarlo se le revolvía el estómago. Lo que le causaba mayor ansiedad, era la necesidad de reunir las mayores fuerzas posibles y a toda velocidad, sobre un fondo de creciente peligro. Una retirada estratégica y un acortamiento de la línea alemana hubiera liberado tropas para cumplir con su deber en otro sitio y sería una respuesta menos forzada al dilema, pero Hitler no estaba dispuesto a ceder territorio ruso una vez conquistado. [SIZE="1"][B][I]Continua...[/I][/B][/SIZE] [/QUOTE]
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