Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Historia Militar
La Caida de Francia, Mayo de 1940...
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Leutnant" data-source="post: 883137" data-attributes="member: 45"><p><strong><u>8ª Parte: </u></strong></p><p></p><p><strong><u><span style="font-size: 15px">La llegada de Guderian.</span></u></strong></p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00577.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>El 12 de mayo es un magnífico domingo de Pentecostés. En Francia y en Alemania, las ciudades y los pueblos están llenos de niñas de primera comunión con traje de organdi. En Holanda y Bélgica, las antorchas de la guerra ennegrecen el cielo.</p><p></p><p>Ya está clara una cosa: es imposible desbloquear la fortaleza Holanda. Giraud, después de su arranque fulgurante, se ha guardado de aventurar el grueso de sus tropas al Norte del Escalda, contentandose con empujar hacia Breda su 1ra D.L.M. y los grupos de reconocimiento de sus dos divisiones motorizadas. La <em>Luftwaffe</em> ha dejado a las columnas francésas subir hacia el Norte sin intervenir durante el 10 y el 11; luego ha entrado violentamente en acción. Cambio a la vista: ayer, una marcha triunfal entre flores; hoy, un duro acoso, camiones incendiados, arroyos de sangre civil y militar en las rutas agujereadas de embudos.</p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00554.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>El VII Ejército recibe valientemente su bautismo de fuego, pero es de sobra evidente la inutilidad de su punta lejana: por la tarde, se da orden de volver a pasar el Escalda.</p><p>El mismo 12 de mayo, se celebra una conferencia franco-belga en el pequeño castillo de Casteau, cerca de Mons. Las imágenes concretas de la guerra han acompañado a los grandes jéfes que rodaban hacia su cita. En Bélgica como en Holanda, la intervención de la <em>Luftwaffe</em> ha cambiado en tragédia la florida entrada en fuego de la víspera. Arden pueblos, las rutas son ametralladas; pánicos causados por el miedo a los paracaidístas provocan enloquecidos tiroteos a la nada.</p><p></p><p>Francia está representada por un Daladier con botas altas y por los generales Georges, Billotte y Champon; Inglaterra, por un delgado Lord Gort, y Bélgica, por su Rey. Ya se incuban recriminaciones. Los franceses no han encontrado la posición del Dyle preparada como hubieran querido, y no pueden menos que expresar una cortéz sorpresa ante la rapidéz con que los belgas han abandonado el canal Albert.</p><p>Ellos mismos, sin embargo, está impresionados por la poténcia aérea alemana. En el coche que le vuelve a llevar a su puesto de mando, Leopoldo III contempla la muerte en los caminos, y dice a Overstraeten: "<em>La confianza en el éxito parece limitada...</em>" Con todo, el Rey ha aceptado la autoridad del General Billotte, encargado de coordinar la acción de los ejércitos aliados del ala derecha. La unidad del mando queda establecida: no resistirá mucho tiempo más.</p><p></p><p>Marchando a toda velocidad, el cuerpo de caballería ha llegado más allá de Gambleaux. La misión de sus dos D.L.M es contener al enemigo durante ¡cuatro días! La toma de contacto es dura, pero las primeras informaciones que llegan al cuartel general de La Ferté-sous-Jouarre son "<em>satisfactorias</em>". La batalla se anuncia "<em>tal como la veia el mando francés</em>": choque de vanguardia al Sur de Lieja, a lo que seguirá "sin duda" una estabilización en las posiciones Amberes-Namur. Pero el ritmo de la realidad es más precipitado y más brutal de lo que se había pensado.</p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00543.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Todos los pensamientos se dirigen a Gambleaux. En Lorena y en el Rin, ni siquiera se ha roto la calma. En las Ardenas, las cinco divisiones ligeras de caballería lanzadas por delante de los ejércitos IX y II han sido rechazadas violentamente, y se identifican unidades blindadas alemanas en la confluencia del Semois.</p><p></p><p>Pero no se sacan conclusiones alarmistas. Huntziger está firmemente establecido en sus posiciones preparadas de antemano, y el ala izquierda de Corap llega al Mosa entre Givet y Namur. Permanece intacta la convicción en que se ha fundado todo el dispositivo francés: no es la dificil región de las Ardenas donde el enemigo hará su esfuerzo principal (esta noción será catastrófica).</p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00586.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Por encima de Bouillon, el 12 por la tarde, aparece una formación de aviones aliados. Llueven bombas. Las ventanas del Hotel Panorama vuelan en pedazos. El hotel domina espléndidamente el valle de Semois. Generaciones de cazadores lo han llenado de trofeos que hace caer el soplo furioso de las bombas. Una cabeza de jabalí se dezploma sobre una mesa, a solo centímetros de un general inclinado sobre un mapa. El estallido de una vitrina la acribilla. Fuera, un convoy de municiones ha sido alcanzado por las bombas. Los obuses estallan en cadena y los ecos del estrecho valle mezclan sus detonaciones en un poderoso retumbar de tambor.</p><p>El general a quien un jabalí difunto ha estado a punto de aniquilar es Guderian. Se sacude y ríe. Hace media hora que ha llegado al Hotel Panorama, donde su jéfe de estado mayor, Coronel Nehring, ha instalado tranquilamente el puesto de mando, sin cuidarse de la proximidad de un puente que es imán para las bombas.</p><p>"<em>De todos modos Nehring</em> - dice Guderian - <em>hariamos mejor en mudarnos. No es un día para hacernos matar</em>".</p><p></p><p>Bouillon, la última ciudad belga, está sólo a 5 Km de la frontera francésa. Ésta ha sido franqueada aquella mañana, a las 9:30 hs, por los elementos de cabeza de la 1ª división <em>Panzer</em>, tanques ligéros que tienen como emblema una hoja de roble. En seguida han entrado en el bosque de Sedán.</p><p>A esas horas, salen al famoso campo de batalla por el calvario de Illy, desde donde el 1 de septiembre de 1870, el Rey Guillermo de Prusia vió la carga desesperada de los cazadores de Africa de Galliffet.</p><p></p><p>Desde sus posiciones en la orilla izquierda, la artillería francesa tira con precisión, pero Sedán. incendiado, no parece defendido. Se alcanza entonces el Mosa, sesenta horas después de haber dejado los cuarteles en el Eifel.</p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00544.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>No ha sido fácil. Los belgas han puesto en juego destrucciones que han estorbado seriamente el avance. La caballería francesa se ha batido con vigor, aunque, ateniéndose a su sencilla misión de retardo, nunca se haya aferrado al suelo sin ánimo de retroceder. Semejante táctica habría complicado seriamente la situación porque ya una sola de las tres divisiones blindadas del 19º cuerpo, la 1ª, va exactamente conforme al horario. La 10ª llegará penosamente a Bazeilles durante la noche. La 2ª, francamente atrasada, todavía está en el Semois.</p><p></p><p></p><p>Un <em>Fieseler Storch</em> se posa junto al nuevo puesto de mando, en la aldea de Noirefontaine. El jéfe de la agrupación blindada, el capitán general Von Kleist, envía a buscar, para las ordenes de mañana, a su subordinado Guderian. Media hora más tarde éste escucha, aturdido de verse superado en audacia por primera véz. A las 16 hs, mañana, 13 de mayo de 1940, franqueará el Mosa a ambas partes del Sedán. Establecerá una cabecera de puente, apoderándose de la Cota 247. de la aldea de Wadelincourt y del bosque de Marfée. Guderian reclama que sus fuerzas no están reunidas, que una de sus divisiones va rezagada y que su regimiento de asalto, el <em>Gross Deutchland</em> no ha superado Bouillon. Kleist no puede remediarlo, no es mago, ni la órden viene de él. No viene del comandante de grupo de ejércitos, Rundstendt, ni del comandante en jéfe, Von Brauchitsch. Viene del <u>impaciente suprémo</u>: Adolf Hitler.</p><p></p><p></p><p>Su batalla se desarrolla bien. Las operaciones de detalle que ha montado personalmente en Holanda y en Bélgica han salido admirablemente bien. Además de sus ventajas propiamente militares, esos golpes fulgurantes realizan uno de los objetivos pretendidos por el Führer: atraer la atención hacia Lieja y Rotterdam, para apartarla de Dinant y de Sedán. Ordena trompetearlos en los partes oficiales, y en cambio, silenciar la marcha de los vehículos blindados a través de las Ardenas. Es <u>preciso</u> que los franceses sigan malgastando sus tropas en Bélgica, lo que, por otra parte, hacen tan bien como si obedecieran al propio Hitler.</p><p></p><p><img src="http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00582.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>"<em>El enemigo</em> - observa el Führer - <em>todavía no ha comprendido la idea fundamental de nuestras operaciones: la perforación del grupo de ejércitos A. Continúa llevando grandes efectivos hacia la línea Amberes-Namur y descuida el sector frente al grupo A...</em>".</p><p></p><p>No obstante, el 12 por la tarde, no se han reunido las condiciones razonables para atravesar a un lado y a otro de Sedán. Guderian pide esperar un poco, aunque sea un par de horas, para permitirle reagrupar su cuerpo de ejército. Sus superiores inmediatos le dan la razón, pero no pueden hacer responsables de modificar el horario del Führer.</p><p></p><p>Tras el calor del día, la noche, la noche de mayo, pura como un diamante, parece glacial. El pequeño avión que vuelve a llevar a Guderian a su puesto de mando, se pierde un momento por encima de las líneas francesas. La artillería sigue tirando. Todos los informes del día han subrayado su precisión y su eficacia. Para forzar una posición como la de Sedán contra cañones tan habiles hay que contrarrestarles vigorosamente. No es la artillería de que Guderian dispondrá mañana a las 16 hs lo que se lo permitirá.</p><p></p><p>Una sola cosa le tranquiliza un poco: el jéfe de la 3ra Flota Aérea, Sperrle, asiste a su conversación con Kleist. <u>Le ha prometido el mayor apoyo que jamás haya recibido ningún ejército</u>.</p><p></p><p></p><p><u><strong>Fuente:</strong></u></p><p>- "<em>La Segunda Guerra Mundial</em>". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.</p><p></p><p>- "<em>39 - 45. Mille Images Inédites des Archives Militaires</em>". Pierre Miquel. Ed. Chene. 1985.</p><p></p><p></p><p>Saludos!!!</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Leutnant, post: 883137, member: 45"] [B][U]8ª Parte: [/U][/B] [B][U][SIZE=4]La llegada de Guderian.[/SIZE][/U][/B] [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00577.jpg[/IMG] El 12 de mayo es un magnífico domingo de Pentecostés. En Francia y en Alemania, las ciudades y los pueblos están llenos de niñas de primera comunión con traje de organdi. En Holanda y Bélgica, las antorchas de la guerra ennegrecen el cielo. Ya está clara una cosa: es imposible desbloquear la fortaleza Holanda. Giraud, después de su arranque fulgurante, se ha guardado de aventurar el grueso de sus tropas al Norte del Escalda, contentandose con empujar hacia Breda su 1ra D.L.M. y los grupos de reconocimiento de sus dos divisiones motorizadas. La [I]Luftwaffe[/I] ha dejado a las columnas francésas subir hacia el Norte sin intervenir durante el 10 y el 11; luego ha entrado violentamente en acción. Cambio a la vista: ayer, una marcha triunfal entre flores; hoy, un duro acoso, camiones incendiados, arroyos de sangre civil y militar en las rutas agujereadas de embudos. [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00554.jpg[/IMG] El VII Ejército recibe valientemente su bautismo de fuego, pero es de sobra evidente la inutilidad de su punta lejana: por la tarde, se da orden de volver a pasar el Escalda. El mismo 12 de mayo, se celebra una conferencia franco-belga en el pequeño castillo de Casteau, cerca de Mons. Las imágenes concretas de la guerra han acompañado a los grandes jéfes que rodaban hacia su cita. En Bélgica como en Holanda, la intervención de la [I]Luftwaffe[/I] ha cambiado en tragédia la florida entrada en fuego de la víspera. Arden pueblos, las rutas son ametralladas; pánicos causados por el miedo a los paracaidístas provocan enloquecidos tiroteos a la nada. Francia está representada por un Daladier con botas altas y por los generales Georges, Billotte y Champon; Inglaterra, por un delgado Lord Gort, y Bélgica, por su Rey. Ya se incuban recriminaciones. Los franceses no han encontrado la posición del Dyle preparada como hubieran querido, y no pueden menos que expresar una cortéz sorpresa ante la rapidéz con que los belgas han abandonado el canal Albert. Ellos mismos, sin embargo, está impresionados por la poténcia aérea alemana. En el coche que le vuelve a llevar a su puesto de mando, Leopoldo III contempla la muerte en los caminos, y dice a Overstraeten: "[I]La confianza en el éxito parece limitada...[/I]" Con todo, el Rey ha aceptado la autoridad del General Billotte, encargado de coordinar la acción de los ejércitos aliados del ala derecha. La unidad del mando queda establecida: no resistirá mucho tiempo más. Marchando a toda velocidad, el cuerpo de caballería ha llegado más allá de Gambleaux. La misión de sus dos D.L.M es contener al enemigo durante ¡cuatro días! La toma de contacto es dura, pero las primeras informaciones que llegan al cuartel general de La Ferté-sous-Jouarre son "[I]satisfactorias[/I]". La batalla se anuncia "[I]tal como la veia el mando francés[/I]": choque de vanguardia al Sur de Lieja, a lo que seguirá "sin duda" una estabilización en las posiciones Amberes-Namur. Pero el ritmo de la realidad es más precipitado y más brutal de lo que se había pensado. [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00543.jpg[/IMG] Todos los pensamientos se dirigen a Gambleaux. En Lorena y en el Rin, ni siquiera se ha roto la calma. En las Ardenas, las cinco divisiones ligeras de caballería lanzadas por delante de los ejércitos IX y II han sido rechazadas violentamente, y se identifican unidades blindadas alemanas en la confluencia del Semois. Pero no se sacan conclusiones alarmistas. Huntziger está firmemente establecido en sus posiciones preparadas de antemano, y el ala izquierda de Corap llega al Mosa entre Givet y Namur. Permanece intacta la convicción en que se ha fundado todo el dispositivo francés: no es la dificil región de las Ardenas donde el enemigo hará su esfuerzo principal (esta noción será catastrófica). [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00586.jpg[/IMG] Por encima de Bouillon, el 12 por la tarde, aparece una formación de aviones aliados. Llueven bombas. Las ventanas del Hotel Panorama vuelan en pedazos. El hotel domina espléndidamente el valle de Semois. Generaciones de cazadores lo han llenado de trofeos que hace caer el soplo furioso de las bombas. Una cabeza de jabalí se dezploma sobre una mesa, a solo centímetros de un general inclinado sobre un mapa. El estallido de una vitrina la acribilla. Fuera, un convoy de municiones ha sido alcanzado por las bombas. Los obuses estallan en cadena y los ecos del estrecho valle mezclan sus detonaciones en un poderoso retumbar de tambor. El general a quien un jabalí difunto ha estado a punto de aniquilar es Guderian. Se sacude y ríe. Hace media hora que ha llegado al Hotel Panorama, donde su jéfe de estado mayor, Coronel Nehring, ha instalado tranquilamente el puesto de mando, sin cuidarse de la proximidad de un puente que es imán para las bombas. "[I]De todos modos Nehring[/I] - dice Guderian - [I]hariamos mejor en mudarnos. No es un día para hacernos matar[/I]". Bouillon, la última ciudad belga, está sólo a 5 Km de la frontera francésa. Ésta ha sido franqueada aquella mañana, a las 9:30 hs, por los elementos de cabeza de la 1ª división [I]Panzer[/I], tanques ligéros que tienen como emblema una hoja de roble. En seguida han entrado en el bosque de Sedán. A esas horas, salen al famoso campo de batalla por el calvario de Illy, desde donde el 1 de septiembre de 1870, el Rey Guillermo de Prusia vió la carga desesperada de los cazadores de Africa de Galliffet. Desde sus posiciones en la orilla izquierda, la artillería francesa tira con precisión, pero Sedán. incendiado, no parece defendido. Se alcanza entonces el Mosa, sesenta horas después de haber dejado los cuarteles en el Eifel. [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00544.jpg[/IMG] No ha sido fácil. Los belgas han puesto en juego destrucciones que han estorbado seriamente el avance. La caballería francesa se ha batido con vigor, aunque, ateniéndose a su sencilla misión de retardo, nunca se haya aferrado al suelo sin ánimo de retroceder. Semejante táctica habría complicado seriamente la situación porque ya una sola de las tres divisiones blindadas del 19º cuerpo, la 1ª, va exactamente conforme al horario. La 10ª llegará penosamente a Bazeilles durante la noche. La 2ª, francamente atrasada, todavía está en el Semois. Un [I]Fieseler Storch[/I] se posa junto al nuevo puesto de mando, en la aldea de Noirefontaine. El jéfe de la agrupación blindada, el capitán general Von Kleist, envía a buscar, para las ordenes de mañana, a su subordinado Guderian. Media hora más tarde éste escucha, aturdido de verse superado en audacia por primera véz. A las 16 hs, mañana, 13 de mayo de 1940, franqueará el Mosa a ambas partes del Sedán. Establecerá una cabecera de puente, apoderándose de la Cota 247. de la aldea de Wadelincourt y del bosque de Marfée. Guderian reclama que sus fuerzas no están reunidas, que una de sus divisiones va rezagada y que su regimiento de asalto, el [I]Gross Deutchland[/I] no ha superado Bouillon. Kleist no puede remediarlo, no es mago, ni la órden viene de él. No viene del comandante de grupo de ejércitos, Rundstendt, ni del comandante en jéfe, Von Brauchitsch. Viene del [U]impaciente suprémo[/U]: Adolf Hitler. Su batalla se desarrolla bien. Las operaciones de detalle que ha montado personalmente en Holanda y en Bélgica han salido admirablemente bien. Además de sus ventajas propiamente militares, esos golpes fulgurantes realizan uno de los objetivos pretendidos por el Führer: atraer la atención hacia Lieja y Rotterdam, para apartarla de Dinant y de Sedán. Ordena trompetearlos en los partes oficiales, y en cambio, silenciar la marcha de los vehículos blindados a través de las Ardenas. Es [U]preciso[/U] que los franceses sigan malgastando sus tropas en Bélgica, lo que, por otra parte, hacen tan bien como si obedecieran al propio Hitler. [IMG]http://i852.photobucket.com/albums/ab85/Leutnant1/DSC00582.jpg[/IMG] "[I]El enemigo[/I] - observa el Führer - [I]todavía no ha comprendido la idea fundamental de nuestras operaciones: la perforación del grupo de ejércitos A. Continúa llevando grandes efectivos hacia la línea Amberes-Namur y descuida el sector frente al grupo A...[/I]". No obstante, el 12 por la tarde, no se han reunido las condiciones razonables para atravesar a un lado y a otro de Sedán. Guderian pide esperar un poco, aunque sea un par de horas, para permitirle reagrupar su cuerpo de ejército. Sus superiores inmediatos le dan la razón, pero no pueden hacer responsables de modificar el horario del Führer. Tras el calor del día, la noche, la noche de mayo, pura como un diamante, parece glacial. El pequeño avión que vuelve a llevar a Guderian a su puesto de mando, se pierde un momento por encima de las líneas francesas. La artillería sigue tirando. Todos los informes del día han subrayado su precisión y su eficacia. Para forzar una posición como la de Sedán contra cañones tan habiles hay que contrarrestarles vigorosamente. No es la artillería de que Guderian dispondrá mañana a las 16 hs lo que se lo permitirá. Una sola cosa le tranquiliza un poco: el jéfe de la 3ra Flota Aérea, Sperrle, asiste a su conversación con Kleist. [U]Le ha prometido el mayor apoyo que jamás haya recibido ningún ejército[/U]. [U][B]Fuente:[/B][/U] - "[I]La Segunda Guerra Mundial[/I]". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970. - "[I]39 - 45. Mille Images Inédites des Archives Militaires[/I]". Pierre Miquel. Ed. Chene. 1985. Saludos!!! [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Historia Militar
La Caida de Francia, Mayo de 1940...
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba