Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Malvinas 1982
Las verdaderas bajas inglesas
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="oscarteves" data-source="post: 64035" data-attributes="member: 268"><p>El Equipo de Combate “Güemes”</p><p></p><p>El jueves 13 de mayo, el teniente coronel Piaggi voló a Puerto Argentino al ser requerida su presencia en el puesto de comando de la brigada por parte del general Parada. En aquel lugar, el comandante le impuso de una orden de operaciones que incidiría negativamente en la composición de la Fuerza de Ta-reas “Mercedes”, puesto que se le ordenaba que desprendiera de la misma a un importante número de efectivos y algunas de las escasas armas de apoyo de las que disponía. En efecto, tenía que trasladar dos secciones de infantería a la zona de Puerto San Carlos para que estas dieran la alerta temprana ante un probable ingreso de la flota británica por la entrada norte del estrecho del mismo nombre e impidieran su pasaje, rechazaran alguna otra operación en menor escala del enemigo y, además, hicieran el control de la localidad. </p><p></p><p>El conjunto de la fracción, unos sesenta efectivos en total, se conformaría con la 3º Sección (“Gato”) de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, a cargo del subteniente Roberto Reyes, y la Sección Antitanque del Regimiento de Infantería 12, comandada por el subteniente José Vásquez. Esta última fracción, equipada con dos cañones sin retroceso de 105 milímetros y reforzada con dos morteros de 81 milímetros provenientes de la Sección Apoyo de la Compañía A, debería operar las citadas armas ubicada en la denominada Altura 234, a unos diez kilómetros al oeste del caserío del puerto; desde allí era factible observar cualquier movimiento enemigo por la buena vista que se tenía del estrecho. Para poder ejecutar esta operación, a la tropa se le tenía que asignar munición para tres días de combate como así también víveres para cinco, a cargo de la Fuerza de Tareas “Mercedes”, aunque operativamente dependería del comandante de la Agrupación “Litoral”, el general Parada.</p><p></p><p>Piaggi manifestó su desacuerdo para con esta orden, que reducía en forma notoria la capacidad de combate de la fuerza de tareas a su mando. En su zona de responsabilidad se contaba con cuatro morteros de 81 milímetros y tres cañones de 105, por lo que la orden recibida implicaba desprenderse de más de la mitad de ese material. También el traslado de la Sección “Gato”, conformada por soldados con un grado de adiestramiento sensiblemente superior a los de su propio regimiento e integrante de la reserva de la guarnición, configuraba una pérdida por demás significativa. Su propuesta para que esta misión sea realizada con tropas de las que estaban guarneciendo Puerto Argentino fue rechazada por el coronel Chimeno, el segundo comandante de la brigada, ante la resolución que ya había tomado el general Parada.</p><p></p><p>De regreso a Pradera del Ganso, el teniente coronel Piaggi trasladó la responsabilidad de lo que allí en más se conocería como Equipo de Combate “Güemes” al teniente primero Esteban, designado como jefe de la fracción; este oficial se abocó de inmediato al alistamiento de la misma. El cabo primero Fernández, ubicado en el primer piso del puesto de comando de la fuerza de tareas, también recibió su convocatoria de boca del mismo Piaggi: </p><p></p><p>- ¡Fernández: prepare su equipo, se va con el teniente primero Esteban a San Carlos!</p><p></p><p>A partir de allí, el subteniente Gustavo Vázquez tendría sobre sí, en forma solitaria, la responsabilidad del funcionamiento de las comunicaciones de Ejército en Pradera del Ganso; por ser el único oficial del arma, sus deseos personales de acompañar a Esteban se habían visto frustrados casi de inmediato. En otra de las casas, el subteniente Reyes pedía un mapa de Malvinas a sus suboficiales, queriendo mostrarles el sitio al que tenían que ir.</p><p></p><p>- ¡Nos mandan a San Carlos, somos carne de cañón! - y agregó: - Que los milicos no se den cuenta que estamos cagados...</p><p></p><p>Después les recomendó escribir una carta a sus familias, remarcándoles que podía ser la última. En una habitación vecina, dos soldados de la sección habían escuchado la conversación y decidieron no divulgarla, con el afán de no preocupar a sus demás camaradas.</p><p></p><p>(C) Oscar Teves</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="oscarteves, post: 64035, member: 268"] El Equipo de Combate “Güemes” El jueves 13 de mayo, el teniente coronel Piaggi voló a Puerto Argentino al ser requerida su presencia en el puesto de comando de la brigada por parte del general Parada. En aquel lugar, el comandante le impuso de una orden de operaciones que incidiría negativamente en la composición de la Fuerza de Ta-reas “Mercedes”, puesto que se le ordenaba que desprendiera de la misma a un importante número de efectivos y algunas de las escasas armas de apoyo de las que disponía. En efecto, tenía que trasladar dos secciones de infantería a la zona de Puerto San Carlos para que estas dieran la alerta temprana ante un probable ingreso de la flota británica por la entrada norte del estrecho del mismo nombre e impidieran su pasaje, rechazaran alguna otra operación en menor escala del enemigo y, además, hicieran el control de la localidad. El conjunto de la fracción, unos sesenta efectivos en total, se conformaría con la 3º Sección (“Gato”) de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25, a cargo del subteniente Roberto Reyes, y la Sección Antitanque del Regimiento de Infantería 12, comandada por el subteniente José Vásquez. Esta última fracción, equipada con dos cañones sin retroceso de 105 milímetros y reforzada con dos morteros de 81 milímetros provenientes de la Sección Apoyo de la Compañía A, debería operar las citadas armas ubicada en la denominada Altura 234, a unos diez kilómetros al oeste del caserío del puerto; desde allí era factible observar cualquier movimiento enemigo por la buena vista que se tenía del estrecho. Para poder ejecutar esta operación, a la tropa se le tenía que asignar munición para tres días de combate como así también víveres para cinco, a cargo de la Fuerza de Tareas “Mercedes”, aunque operativamente dependería del comandante de la Agrupación “Litoral”, el general Parada. Piaggi manifestó su desacuerdo para con esta orden, que reducía en forma notoria la capacidad de combate de la fuerza de tareas a su mando. En su zona de responsabilidad se contaba con cuatro morteros de 81 milímetros y tres cañones de 105, por lo que la orden recibida implicaba desprenderse de más de la mitad de ese material. También el traslado de la Sección “Gato”, conformada por soldados con un grado de adiestramiento sensiblemente superior a los de su propio regimiento e integrante de la reserva de la guarnición, configuraba una pérdida por demás significativa. Su propuesta para que esta misión sea realizada con tropas de las que estaban guarneciendo Puerto Argentino fue rechazada por el coronel Chimeno, el segundo comandante de la brigada, ante la resolución que ya había tomado el general Parada. De regreso a Pradera del Ganso, el teniente coronel Piaggi trasladó la responsabilidad de lo que allí en más se conocería como Equipo de Combate “Güemes” al teniente primero Esteban, designado como jefe de la fracción; este oficial se abocó de inmediato al alistamiento de la misma. El cabo primero Fernández, ubicado en el primer piso del puesto de comando de la fuerza de tareas, también recibió su convocatoria de boca del mismo Piaggi: - ¡Fernández: prepare su equipo, se va con el teniente primero Esteban a San Carlos! A partir de allí, el subteniente Gustavo Vázquez tendría sobre sí, en forma solitaria, la responsabilidad del funcionamiento de las comunicaciones de Ejército en Pradera del Ganso; por ser el único oficial del arma, sus deseos personales de acompañar a Esteban se habían visto frustrados casi de inmediato. En otra de las casas, el subteniente Reyes pedía un mapa de Malvinas a sus suboficiales, queriendo mostrarles el sitio al que tenían que ir. - ¡Nos mandan a San Carlos, somos carne de cañón! - y agregó: - Que los milicos no se den cuenta que estamos cagados... Después les recomendó escribir una carta a sus familias, remarcándoles que podía ser la última. En una habitación vecina, dos soldados de la sección habían escuchado la conversación y decidieron no divulgarla, con el afán de no preocupar a sus demás camaradas. (C) Oscar Teves [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Libertador de Argentina
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Malvinas 1982
Las verdaderas bajas inglesas
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba