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Area Militar General
Malvinas 1982
Los ataques aeronavales del 25 de Mayo
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<blockquote data-quote="HALCONDELCIELO" data-source="post: 446647" data-attributes="member: 3070"><p><strong>En el día de la Patria: Los ataques al HMS Coventry, HMS Broadsword y al SS Atlantic Conveyor. PARTE 1</strong> </p><p><strong><span style="color: Black">Día 25 de Mayo de 1982.</span></strong></p><p><strong><span style="color: Red">El Texto tiene Copiright</span></strong></p><p> </p><p>Los altos mandos de la Task Force 317, (Fuerza de tareas 317) como se le denomino, a la flota enviada por el Reino Unido, para la re-usurpación de las islas Malvinas, se preguntaban de que forma los Argentinos, festejarían el aniversario del primer gobierno patrio establecido hacía 172 años atrás, y que aún trataba de reivindicar, como en el caso de nuestras islas.</p><p>Para la Fuerza Aérea Argentina, no significo tomar medidas especiales durante esa jornada. Ese, como tantos otros días, el Estado Mayor de la FAS, (Fuerza Aérea Sur) Fuerza Aérea Argentina) prepararía sus misiones con el mismo ahínco que los días anteriores, procurando ubicar dentro de sus posibilidades, los blancos más rentables.</p><p>Mientras tanto, los Marines británicos hacían bromas, respecto de cómo participar en la celebración, expresando, que la mejor manera de festejar nuestro día patrio, sería hundiéndonos el portaaviones “25 de Mayo”. Pero ello les resultaría imposible, ya que el buque se encontraba en su apostadero fuertemente custodiado. </p><p>Sin embargo, la suerte de las armas, hizo que los británicos ni siquiera se imaginaran, lo que les iba a ocurrir en el transcurso de ese día. Sus dos portaaviones; El HMS Hermes, y el HMS Invincible, estaban ubicados al norte de Puerto Argentino, entre 80 y 90 millas náuticas, con una ligera escolta de fragatas.</p><p>Otra parte de las naves de guerra, escoltaban a los buques logísticos, que durante la noche ingresaban al estrecho San Carlos, para colaborar con el desembarco y con la cabecera de playa; retirándose con las primeras luces del día hacia el este, para poder tomar refugio mar adentro. Para el resto de los buques de guerra apostados en la Bahía de San Carlos, se había puesto una profusa provisión de armas automáticas de tubo sobre las cubiertas, a efectos de hacer fuego a discreción contra los aviones Argentinos; los que habían comenzado a sufrir las consecuencias, de la infinidad de disparos que se les hacía, cada vez, que se colocaban a distancia de tiro, de ésta improvisada artillería antiaérea, que no descartaba, ni siquiera, las armas portátiles, o personales, que portaban aquellos que estaban dispuestos a empuñarlas. </p><p>El destructor tipo CL42 HMS Coventry, que junto con sus gemelos, el HMS Sheffield atacado el 4 de Mayo por un misil Exocet, disparado desde un avión Súper Etendart de la Armada Argentina, y finalmente hundido diez días después, (según fuentes Británicas), y los destructores HMS Exeter y HMS Glasgow, conformaban la fuerza de destructores de avanzada de la Task Force en el Atlántico Sur, y pertenecían a una moderna línea de naves de última generación, en la cual la Royal Navy depositaba toda su confianza. </p><p>El HMS Coventry, junto con el HMS Glasgow, habían participado el 3 de Mayo en el ataque al aviso Argentino Alférez Sobral; el que se encontraba a la búsqueda de sobrevivientes por el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, enviando a uno de sus helicópteros armado con el misil Sea Skua, el que no dudó en atacar, y disparar contra la indefensa nave, que solo tenía para defenderse una ametralladora de 12 milímetros, provocándole serias bajas, (7 muertos) y dejándolo inutilizable. Fue también uno de sus misiles Sea Dart, el que derribó a uno de nuestros helicópteros de búsqueda y rescate, cuando se dirigía a auxiliar a los tripulantes del pesquero Argentino Narwall, atacado salvajemente el 9 de Mayo. Realizó diversas tareas de apoyo a la fuerza anfibia, a la cual proveía de defensa antiaérea, obrando como “piquete de radar” (señuelo de radar) adelantado, junto con la fragata HMS Broadwoord; Así como también hostigo a las tropas Argentinas apostadas en las costas de las islas, con cañoneo naval durante varias noches.</p><p></p><p>El 25 de Mayo, El HMS Coventry al mando de su comandante, el Capitán David Hart-Dyke, se encontraba estacionado a 20 millas náuticas al norte de la isla Borbón, cuando a hora temprana, y sorpresivamente, comenzaron a llegar las primeras escuadrillas de la FAS. El Capitán Hugo Angel del Valle Palaver, y el Teniente Gálvez, habían despegado de Río Gallegos a las 08:00 hs. bajo el indicativo “Marte”, poniendo rumbo al estrecho San Carlos, y realizando parte de la travesía en condiciones nocturnas, para evitar cruzarse con alguna PAC (Patrulla aérea de combate británica.) </p><p>Ambos A4B “Skyhawks”, fueron recibidos con una espesa capa de bruma y niebla al llegar a la zona de los blancos, por el cual perdieron contacto con el terreno, y debieron cambiar la ruta originalmente prevista. Tan mala era la visibilidad, que al salir de allí, y por error en la navegación, sobrevolaron la zona de Puerto Darwin sin reconocerla, e identificaron un buque, que erróneamente creyeron que era enemigo. Al sobrevolarlo, abrieron fuego contra el Monsunem, que había sido requisado por la fuerzas Argentinas, siendo repelidos por artillería antiaérea propia. El avión del Capitán Palaver, había sido tocado por un proyectil, pero podía continuar volando; Creyendo que estaba sobre San Carlos, hizo un viraje de escape hacia el norte, mientras que su numeral lo hacía hacia el sur. Tal fue la confusión, que al sobrevolar una zona densamente defendida por las fuerzas británicas, el avión de Palaver fue atacado por dos misiles navales, al norte del estrecho, que destruyeron la aeronave sin darle posibilidad, de salvar su vida. El Capitán Hugo Angel del Valle Palaver, cayó próximo a la bahía Elefante Marino, en la isla Borbón, murió como muy pocos, con el honor de defender a la Patria en su día. Insólito privilegio para un Argentino...</p><p></p><p>A las 12:25 hs. arribaron a la zona de San Carlos los “Toros”, cuatro A4C “Skyhawk” liderados por el Capitán Jorge García, el Teniente Lucero como numeral 2, el Teniente Paredi como numeral 3, y el Alférez Isaac como numeral 4. Atravesando las alturas Rivadavia, entraron al estrecho hacia el brazo Sur, donde sorpresivamente se encontraron con ¡12 fragatas Inglesas!!..., que no bien los tuvieron a la vista, comenzaron a dispararles una lluvia de misiles, bombas de fragmentación, y proyectiles, de diversas baterías antiaéreas, formando una verdadera Muralla imposible de atravesar. </p><p>El Capitán García dijo: <strong><em>- Ahí están, al frente, ¡VAMOS!... </em></strong></p><p>Su numeral, el Teniente Lucero, recuerda las ordenes de su jefe de escuadrilla, y comienza a ejecutar las indicaciones previas para entrar en combate. La adrenalina de los pilotos fluye en su punto máximo. En el pasaje, sobre una de las fragatas el Teniente es derribado. Sintiendo un fuerte impacto en la trompa, y en la parte inferior de su Skyhawk, Lucero vio pasar a los costados de su cabeza, grandes trozos de lo que había sido el radome de su avión, (cubierta protectora de los equipos que van en la proa), y sintiendo fuertes vibraciones, debió eyectarse de inmediato sobre las heladas aguas del estrecho. Por los fuertes efectos psicofísicos que provoca la eyección, precisamente en ese momento, el joven piloto experimento una sensación espiritual fuera de lo común, en sus relatos posteriores afirma, “haberse visto a sí mismo” dentro de su propio avión estrellándose sobre las aguas del estrecho, sintiendo una paz interior nunca antes experimentada. Sus relatos expresados en el Libro del Capitán Pablo Carballo “Halcones sobre Malvinas” pagina 109, el Teniente Lucero dice textualmente: A pesar de creer y verme dentro del avión, yo sentí una gran sensación de paz, y al no oír ruidos di gracias a Dios, porque no había sufrido dolor, y además pedí para que de alguna forma, mi querida esposa y familiares, me perdonaran por el dolor que les causaría con mi muerte...</p><p>Cuando Lucero creía que todo había terminado, un fuerte sacudón acompañado de una explosión ahogada, más el golpe en el rostro de una ráfaga de viento helado lo hicieron reaccionar; “Estaba vivo”, colgado de su paracaídas e impactando sobres las frías aguas de San Carlos. A lo lejos se escuchaban gritos en Inglés… el Teniente se encontraba entre las fragatas enemigas...</p><p></p><p>La lucha de Lucero por sobrevivir, y no ser hundido por su paracaídas, más el peso de su equipo mojado, merecen un capítulo aparte. El velamen y cuerdas de su paracaídas, provocaron un enredo de tal magnitud, que arrojaron el cuerpo maltrecho del desdichado piloto debajo de la superficie; el contacto con el agua helada contrajo sus pulmones, y gracias al oxigeno de emergencia de su equipo de supervivencia, pudo respirar, durante unos instantes. Sumergiéndose unos metros, Lucero procuró nadar luchando desesperadamente contra su propio equipo de supervivencia. Segundos después lograba salir a la superficie. En su relato continúa diciendo: Al salir a la superficie, la mascarilla se pegó a mi cara; al acabarse la carga de oxigeno; me la quité e intenté inflar el bote salvavidas, me dolían fuertemente las rodillas. El fuerte viento me arrastró hacia el velamen y comencé a enredarme en sus cuerdas nuevamente. Mientras trataba de liberarme de ellas, las manos se me congelaban quedando inútiles. Alcé mi brazo izquierdo, y grité pidiendo auxilio, pero nadie podía verme, seguí tratando de inflar el bote, pues si el paracaídas se hundía, me arrastraría con él hacia el fondo de la bahía, tenía mucho miedo de morir ahogado... </p><p>Estaba ocupadísimo en mi tarea, cuando algo duro golpeó contra mi casco, me di vuelta y vi junto a mí, un bote que no había escuchado llegar debido al fuerte viento; uno de sus ocupantes me apuntaba con su fusil, por lo que alcé mis manos, y recién entonces, sin dejar de apuntarme me tomaron del arnés del torso... </p><p>Otro bote, había llegado a la zona, pero el fuerte oleaje, impedían al equipo británico de rescate lograr subir a bordo al abatido Lucero. Minutos más tarde, una lancha de desembarco llegó al lugar con su rampa baja, pero al pasar lentamente al lado del cuerpo del Teniente, provocó que se hundiese nuevamente siendo succionado debajo de la explanada, ante los gritos desesperados de Lucero, y los integrantes del equipo de rescate, por poder poner un poco de coordinación y orden. Los golpes del casco del Teniente pegando debajo de la rampa, guiaron a los expertos de la Royal Navy a ir del otro lado de la explanada, con la ayuda de uno de los botes, uno de ellos, logró tomar la barbilla del casco de Lucero con sus propias manos, manteniéndole la cabeza fuera del agua, hasta que al final pudieron subirlo. Allí le quitaron parte del equipo de vuelo, lo pusieron boca abajo con una bota en la espalda y un fusil apuntándole la cabeza. De allí fue trasladado a una fragata donde recibió primeros auxilios, y dos días después al buque hospital Británico “Uganda”. El 5 de Junio, se lo trasladó al buque Argentino ARA “Bahía Paraíso” en un traspaso de heridos de ambos bandos, finalmente llegó al continente el 7 del mismo mes, a las tres de la mañana. </p><p></p><p>De los tres aviones restantes de la escuadrilla “Toros”, solo quedó indemne el avión del jefe de la escuadrilla el Capitán García, pero desapareció en el norte de la bahía, cuando sobrevolaba la zona de Campo Verde y luego de haber acusado problemas en su Skyhawk.</p><p>Murió con el mismo honor que el Capitán Palaver en el día de la Patria. Mientras tanto en el escape hacia el continente el Alférez Isaac, estaba acusando por radio una fuerte pérdida de combustible. Cuando tal vez, era más razonable eyectarse que continuar, el joven piloto decidió llamar al Hércules KC 130 de reaprovisionamiento para que fuese a buscarlo. La tripulación del noble reabastecedor decidió por unanimidad, jugarse sus propias vidas yendo a la búsqueda de Isaac, a una zona donde corrían alto riesgo de ser derribados por una PAC (Patrulla aérea de combate) Inglesa.</p><p>Como un pastor que va en busca de su oveja evitando el ataque del zorro, el pesado tetramotor se dirigió al encuentro del “Toro”, que faltándole pocos segundos para quedarse sin el preciado “jugo”, logró embocar en el primer intento, la lanza de reaprovisionamiento, en la manguera de reabastecimiento, y así llegar hasta el continente acoplado a ella. Finalmente Isaac no solo salvó su vida por milagro, sino también salvó su venerable A4C. </p><p></p><p>La alarma roja, produjo que el HMS Coventry, junto al HMS Broadsword, se dirigiesen navegando al norte de la isla Borbón a 12 nudos. Cuando sorpresivamente el radar del destructor, detectó dos aviones hacia el sur de su posición. Eran los “Vulcanos”, dos Skyhawks piloteados por el Capitán Pablo Marcos Carballo y el Teniente Carlos Alfredo Rinke (una dupla muy renombrada de la guerra) quienes se habían apartado de su ruta prevista, debido a las inclemencias climáticas. </p><p>Aproximadamente a las 15:20 hs. los “Vulcanos” vieron a dos buques de guerra; al mismo tiempo, en que en las naves, las sirenas de la alarma roja no paraban de sonar. Ambos barcos procuraron ubicar en sus radares a los dos atacantes para dispararle los temibles misiles Sea Dart (Coventry) y Sea Wolf (Broadsword); pero a los operadores se les borraba de manera intermitente, las siluetas de los Skyhawks en las pantallas. Era obvio. Los cinco ó seis metros de altura que separaba la panza de los aviones del mar, más el contorno de la isla Borbón como fondo, eran más que suficientes para que el dúo Carballo – Rinke lograsen camuflarse para pasar “como desapercibidos”. La Coventry y la Broadsword viraron rápidamente hacia sus atacantes, mientras aceleraban a máxima velocidad. En ese instante el Capitán Carballo había elegido su blanco, junto con su numeral se lanzaron sobre la Broadsword. El radar de la fragata había intentado sintonizar uno de los dos blancos para disparar sus infalibles misiles Sea Wolf, pero los aviones venían tan parejos y juntos, que el sistema de armas de “ultima generación”, no supo resolver a cual de los dos Skyhawk “enganchar”; mientras tanto los “Vulcanos” desafiando la barrera de proyectiles y bombas de fragmentación disparadas por la artillería de ambos buques, hacían puntería, y descargaban sus cañones contra la fragata Inglesa. </p><p>Los tripulantes de la nave observaron espantados como el sistema Sea Wolf se había colocado en un funesto “off”... Muchos cerraron sus ojos, otros se taparon los oídos esperando escuchar el estruendo de una bomba...</p><p>Pero solamente se escuchó un “golpe seco”, característico de chapas golpeadas y perforadas...</p><p>Una de las bombas MK17 arrojadas por los Vulcano, atravesó la nave ingresando por encima de la línea de flotación y saliendo por la plataforma de despegue de helicópteros, muy cerca de la zona del hangar cayendo al mar posteriormente. La propia inercia de la MK 17 provocó la destrucción del helicóptero de la Broadsword (que se encontraba en la plataforma) y dañó el sistema de propulsión del buque, provocando un principio de incendio, que terminó con la destrucción del propio hangar. </p><p>Carballo y Rinke estaban saliendo del ataque, sabiendo que ambos se encontraban con vida, mientras que en sus auriculares, escuchaban a otra sección que había detectado los mismos blancos y se lanzaban a su ataque...</p><p>Eran los “Zeus”, otros dos A4B piloteados por el Capitán Velazco y el Alférez Barrionuevo, armados con 3 bombas BR de 250 kilogramos cada una. </p><p><strong>A continuación se extracta el relato testimonial extraído de la grabación realizada por el avión retransmisor de ese día (Indicativo Ranquel)</strong></p><p>Cap. <strong>Carballo (VULCANO 1): <em>- ¡Me dieron eh!!... ¡Me dieron pero le pegué creo!! </em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): <em>- ¡No veo nada yo eh!!..</em></strong></p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- ¡¡Están justo del punto, al norte vamos!!, ¡¡vamos!!</em></strong></p><p><strong>Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): -<em> ¡OK Los ZEUS, a la izquierda la tenemos!!!</em></strong></p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- ¡Sí pegan por todos lados eh!... ¿Pasó Rinke?... ¡¡¿Le pegó usted también?!!!... ¡¡¡Vamos mierd@!!!... ¿Me ve Rinke... me ve?... ¡¿Rinke me ve!!!?... ¡Yo voy poniendo rumbo 270 ya!</em></strong></p><p><strong>Ten. Rinke (VULCANO 2): <em>- ¡Sí jefe lo tengo a la vista!!!...</em></strong></p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): -<em> Okay chicas saliendo... ¡¡Péguenle, péguenle okay!!... ¡¡¡A mi me dieron creo ehh!!!</em></strong></p><p><strong>Ten. Rinke (VULCANO 2): - ¡¡¡Estoy atrás a la izquierda y me están tirando todavía!!!</strong></p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- ¡¡Bien pendejo!!... ¡¡bien pendejo!!... </em></strong></p><p><strong>Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): <em>- ¡Adelante a la izquierda, Señor!</em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): <em>-¡¡A la vista... vamos!!</em> </strong> Los “Zeus” como verdaderos “Dioses del aire”, con increíbles maniobras se abalanzaron sobre la humeante Broadsword, que se encontraba detenida por falta de propulsión, pero la Coventry, que se acercaba por la popa para brindarle apoyo, al ver a los atacantes; con rápidos movimientos enfrento a los incursores interponiéndose entre la herida fragata y ambos Skyhawk. El destructor abrió fuego disparando un misil Sea Dart, el que rápidamente ganó altura y velocidad, mientras Velazco y Barrionuevo pasaban por debajo y hacían puntería con sus cañones sobre el buque, que en forma desesperada respondía a la vez con sus piezas de artillería antiaérea. De las seis bombas trasportadas por los “Zeus”, las tres de Velazco se introdujeron profundamente en la estructura del buque, precisamente en la zona del puente de mando, dos de las bombas de Barrionuevo no se desprendieron de sus soportes, pero una sí lo hizo incrustándose letalmente en la popa del destructor. Las cuatro bombas esta vez explotaron sellando para siempre el destino de una de las naves “Insignia” más modernas y poderosas de los arsenales de la OTAN.</p><p>La perdida de vidas humanas fue lo único lamentable, diecinueve tripulantes fallecieron en el siniestro, y otros veintidós resultaron heridos. En 24 minutos, el destructor HMS Coventry, dio vuelta de campana, mostró su vientre a los cielos del sur, y en tiempo récord se hundió. Era un nuevo destructor de su clase que estaba fuera de combate. Ahora los altos mandos de la Task Force se preguntaban, como harían para detener a nuestros “Bravos pilotos”, No existía nada más moderno, y sofisticado hasta entonces, que el mismísimo destructor HMS Coventry, y lo increíble era que nuestros aviadores penetraban en las entrañas de éstos buques, con aviones de casi tres décadas de antigüedad y con bombas convencionales.</p><p>A continuación se extracta el relato testimonial extraído de la grabación realizada por el avión retransmisor de ese día (Indicativo Ranquel) segundos después de concluido el ataque.</p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- Bien a mi creo que me dieron, voy a ir viendo porque yo sentí varios golpes abajo okay... Instante de silencio Okay vamos pegaditos me voy bajando... Yo reduzco la velocidad ya ehhh!!! </em></strong></p><p><strong>Ten. Rinke (VULCANO 2): <em>- Mire Señor a la izquierda!!!... </em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): <em>- ¿Salió 2?</em></strong></p><p><strong>Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): <em>- Estoy detrás suyo... ¡Dio perfecto usted señor, y era una CL 42 eh¡... La vi clarito…</em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): <em>- ¡¡¡huijaaajaaaaa!!!!</em></strong></p><p><strong>Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): -<em> Pegó en la trompa las tres señores explotaron muy bien eh!!</em></strong></p><p><strong>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- ¡¡Vamos pendejo!! ¡¡Vamos pendejo!! ¡¡Viva la patria!!!</em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): -<em> ¡¡¡Hiiiijuuu!!!... ¿Salieron las tres?...</em></strong></p><p><strong>Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): <em>- Sí las tres, pegaron las tres, las vi señor y era una CL 42 eh, ¡¡La vi clarito eeeh!!! </em></strong></p><p><strong>Cap. Velazco (ZEUS 1): <em>-¡¡¡Ahh mire como explotó esa putaaaa!!!...</em>Cap. Carballo (VULCANO 1): <em>- Péguense al suelo que están tirando misiles... pegaditos... no demasiado pero pegados okay!!! ¡¿Estan chicas?!!... ¡¡¡Viva la patria canejo!!!... ¡¡¡gringos de mierd@!!! hiiijaajaajaaa!!!!</em></strong></p><p>Habían pasado veinticinco días desde el comienzo de la guerra, y los británicos habían venido con claras intenciones de ganarla, pero cual era el costo que deberían pagar, para reconquistar dos pequeñas islas a más de trece mil kilómetros de distancia de sus hogares, donde las inclemencias marinas eran casi imposibles de soportar, con una climatología aterradora, y con una resistencia criolla que jamás se hubiesen imaginado. Para ese entonces el destino del conflicto no estaba decidido, pero los Ingleses habían comenzado a respetarnos...</p><p></p><p></p><p>Los “Vulcanos” y los “Zeus” regresaron a Río Gallegos a las 16:01 y 16:21 hs. respectivamente. Con la mejor de las satisfacciones. La del deber cumplido.</p><p></p><p><strong><em>CONTINUA...</em></strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HALCONDELCIELO, post: 446647, member: 3070"] [B]En el día de la Patria: Los ataques al HMS Coventry, HMS Broadsword y al SS Atlantic Conveyor. PARTE 1[/B] [B][COLOR="Black"]Día 25 de Mayo de 1982.[/COLOR][/B] [B][COLOR="Red"]El Texto tiene Copiright[/COLOR][/B] Los altos mandos de la Task Force 317, (Fuerza de tareas 317) como se le denomino, a la flota enviada por el Reino Unido, para la re-usurpación de las islas Malvinas, se preguntaban de que forma los Argentinos, festejarían el aniversario del primer gobierno patrio establecido hacía 172 años atrás, y que aún trataba de reivindicar, como en el caso de nuestras islas. Para la Fuerza Aérea Argentina, no significo tomar medidas especiales durante esa jornada. Ese, como tantos otros días, el Estado Mayor de la FAS, (Fuerza Aérea Sur) Fuerza Aérea Argentina) prepararía sus misiones con el mismo ahínco que los días anteriores, procurando ubicar dentro de sus posibilidades, los blancos más rentables. Mientras tanto, los Marines británicos hacían bromas, respecto de cómo participar en la celebración, expresando, que la mejor manera de festejar nuestro día patrio, sería hundiéndonos el portaaviones “25 de Mayo”. Pero ello les resultaría imposible, ya que el buque se encontraba en su apostadero fuertemente custodiado. Sin embargo, la suerte de las armas, hizo que los británicos ni siquiera se imaginaran, lo que les iba a ocurrir en el transcurso de ese día. Sus dos portaaviones; El HMS Hermes, y el HMS Invincible, estaban ubicados al norte de Puerto Argentino, entre 80 y 90 millas náuticas, con una ligera escolta de fragatas. Otra parte de las naves de guerra, escoltaban a los buques logísticos, que durante la noche ingresaban al estrecho San Carlos, para colaborar con el desembarco y con la cabecera de playa; retirándose con las primeras luces del día hacia el este, para poder tomar refugio mar adentro. Para el resto de los buques de guerra apostados en la Bahía de San Carlos, se había puesto una profusa provisión de armas automáticas de tubo sobre las cubiertas, a efectos de hacer fuego a discreción contra los aviones Argentinos; los que habían comenzado a sufrir las consecuencias, de la infinidad de disparos que se les hacía, cada vez, que se colocaban a distancia de tiro, de ésta improvisada artillería antiaérea, que no descartaba, ni siquiera, las armas portátiles, o personales, que portaban aquellos que estaban dispuestos a empuñarlas. El destructor tipo CL42 HMS Coventry, que junto con sus gemelos, el HMS Sheffield atacado el 4 de Mayo por un misil Exocet, disparado desde un avión Súper Etendart de la Armada Argentina, y finalmente hundido diez días después, (según fuentes Británicas), y los destructores HMS Exeter y HMS Glasgow, conformaban la fuerza de destructores de avanzada de la Task Force en el Atlántico Sur, y pertenecían a una moderna línea de naves de última generación, en la cual la Royal Navy depositaba toda su confianza. El HMS Coventry, junto con el HMS Glasgow, habían participado el 3 de Mayo en el ataque al aviso Argentino Alférez Sobral; el que se encontraba a la búsqueda de sobrevivientes por el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, enviando a uno de sus helicópteros armado con el misil Sea Skua, el que no dudó en atacar, y disparar contra la indefensa nave, que solo tenía para defenderse una ametralladora de 12 milímetros, provocándole serias bajas, (7 muertos) y dejándolo inutilizable. Fue también uno de sus misiles Sea Dart, el que derribó a uno de nuestros helicópteros de búsqueda y rescate, cuando se dirigía a auxiliar a los tripulantes del pesquero Argentino Narwall, atacado salvajemente el 9 de Mayo. Realizó diversas tareas de apoyo a la fuerza anfibia, a la cual proveía de defensa antiaérea, obrando como “piquete de radar” (señuelo de radar) adelantado, junto con la fragata HMS Broadwoord; Así como también hostigo a las tropas Argentinas apostadas en las costas de las islas, con cañoneo naval durante varias noches. El 25 de Mayo, El HMS Coventry al mando de su comandante, el Capitán David Hart-Dyke, se encontraba estacionado a 20 millas náuticas al norte de la isla Borbón, cuando a hora temprana, y sorpresivamente, comenzaron a llegar las primeras escuadrillas de la FAS. El Capitán Hugo Angel del Valle Palaver, y el Teniente Gálvez, habían despegado de Río Gallegos a las 08:00 hs. bajo el indicativo “Marte”, poniendo rumbo al estrecho San Carlos, y realizando parte de la travesía en condiciones nocturnas, para evitar cruzarse con alguna PAC (Patrulla aérea de combate británica.) Ambos A4B “Skyhawks”, fueron recibidos con una espesa capa de bruma y niebla al llegar a la zona de los blancos, por el cual perdieron contacto con el terreno, y debieron cambiar la ruta originalmente prevista. Tan mala era la visibilidad, que al salir de allí, y por error en la navegación, sobrevolaron la zona de Puerto Darwin sin reconocerla, e identificaron un buque, que erróneamente creyeron que era enemigo. Al sobrevolarlo, abrieron fuego contra el Monsunem, que había sido requisado por la fuerzas Argentinas, siendo repelidos por artillería antiaérea propia. El avión del Capitán Palaver, había sido tocado por un proyectil, pero podía continuar volando; Creyendo que estaba sobre San Carlos, hizo un viraje de escape hacia el norte, mientras que su numeral lo hacía hacia el sur. Tal fue la confusión, que al sobrevolar una zona densamente defendida por las fuerzas británicas, el avión de Palaver fue atacado por dos misiles navales, al norte del estrecho, que destruyeron la aeronave sin darle posibilidad, de salvar su vida. El Capitán Hugo Angel del Valle Palaver, cayó próximo a la bahía Elefante Marino, en la isla Borbón, murió como muy pocos, con el honor de defender a la Patria en su día. Insólito privilegio para un Argentino... A las 12:25 hs. arribaron a la zona de San Carlos los “Toros”, cuatro A4C “Skyhawk” liderados por el Capitán Jorge García, el Teniente Lucero como numeral 2, el Teniente Paredi como numeral 3, y el Alférez Isaac como numeral 4. Atravesando las alturas Rivadavia, entraron al estrecho hacia el brazo Sur, donde sorpresivamente se encontraron con ¡12 fragatas Inglesas!!..., que no bien los tuvieron a la vista, comenzaron a dispararles una lluvia de misiles, bombas de fragmentación, y proyectiles, de diversas baterías antiaéreas, formando una verdadera Muralla imposible de atravesar. El Capitán García dijo: [B][I]- Ahí están, al frente, ¡VAMOS!... [/I][/B] Su numeral, el Teniente Lucero, recuerda las ordenes de su jefe de escuadrilla, y comienza a ejecutar las indicaciones previas para entrar en combate. La adrenalina de los pilotos fluye en su punto máximo. En el pasaje, sobre una de las fragatas el Teniente es derribado. Sintiendo un fuerte impacto en la trompa, y en la parte inferior de su Skyhawk, Lucero vio pasar a los costados de su cabeza, grandes trozos de lo que había sido el radome de su avión, (cubierta protectora de los equipos que van en la proa), y sintiendo fuertes vibraciones, debió eyectarse de inmediato sobre las heladas aguas del estrecho. Por los fuertes efectos psicofísicos que provoca la eyección, precisamente en ese momento, el joven piloto experimento una sensación espiritual fuera de lo común, en sus relatos posteriores afirma, “haberse visto a sí mismo” dentro de su propio avión estrellándose sobre las aguas del estrecho, sintiendo una paz interior nunca antes experimentada. Sus relatos expresados en el Libro del Capitán Pablo Carballo “Halcones sobre Malvinas” pagina 109, el Teniente Lucero dice textualmente: A pesar de creer y verme dentro del avión, yo sentí una gran sensación de paz, y al no oír ruidos di gracias a Dios, porque no había sufrido dolor, y además pedí para que de alguna forma, mi querida esposa y familiares, me perdonaran por el dolor que les causaría con mi muerte... Cuando Lucero creía que todo había terminado, un fuerte sacudón acompañado de una explosión ahogada, más el golpe en el rostro de una ráfaga de viento helado lo hicieron reaccionar; “Estaba vivo”, colgado de su paracaídas e impactando sobres las frías aguas de San Carlos. A lo lejos se escuchaban gritos en Inglés… el Teniente se encontraba entre las fragatas enemigas... La lucha de Lucero por sobrevivir, y no ser hundido por su paracaídas, más el peso de su equipo mojado, merecen un capítulo aparte. El velamen y cuerdas de su paracaídas, provocaron un enredo de tal magnitud, que arrojaron el cuerpo maltrecho del desdichado piloto debajo de la superficie; el contacto con el agua helada contrajo sus pulmones, y gracias al oxigeno de emergencia de su equipo de supervivencia, pudo respirar, durante unos instantes. Sumergiéndose unos metros, Lucero procuró nadar luchando desesperadamente contra su propio equipo de supervivencia. Segundos después lograba salir a la superficie. En su relato continúa diciendo: Al salir a la superficie, la mascarilla se pegó a mi cara; al acabarse la carga de oxigeno; me la quité e intenté inflar el bote salvavidas, me dolían fuertemente las rodillas. El fuerte viento me arrastró hacia el velamen y comencé a enredarme en sus cuerdas nuevamente. Mientras trataba de liberarme de ellas, las manos se me congelaban quedando inútiles. Alcé mi brazo izquierdo, y grité pidiendo auxilio, pero nadie podía verme, seguí tratando de inflar el bote, pues si el paracaídas se hundía, me arrastraría con él hacia el fondo de la bahía, tenía mucho miedo de morir ahogado... Estaba ocupadísimo en mi tarea, cuando algo duro golpeó contra mi casco, me di vuelta y vi junto a mí, un bote que no había escuchado llegar debido al fuerte viento; uno de sus ocupantes me apuntaba con su fusil, por lo que alcé mis manos, y recién entonces, sin dejar de apuntarme me tomaron del arnés del torso... Otro bote, había llegado a la zona, pero el fuerte oleaje, impedían al equipo británico de rescate lograr subir a bordo al abatido Lucero. Minutos más tarde, una lancha de desembarco llegó al lugar con su rampa baja, pero al pasar lentamente al lado del cuerpo del Teniente, provocó que se hundiese nuevamente siendo succionado debajo de la explanada, ante los gritos desesperados de Lucero, y los integrantes del equipo de rescate, por poder poner un poco de coordinación y orden. Los golpes del casco del Teniente pegando debajo de la rampa, guiaron a los expertos de la Royal Navy a ir del otro lado de la explanada, con la ayuda de uno de los botes, uno de ellos, logró tomar la barbilla del casco de Lucero con sus propias manos, manteniéndole la cabeza fuera del agua, hasta que al final pudieron subirlo. Allí le quitaron parte del equipo de vuelo, lo pusieron boca abajo con una bota en la espalda y un fusil apuntándole la cabeza. De allí fue trasladado a una fragata donde recibió primeros auxilios, y dos días después al buque hospital Británico “Uganda”. El 5 de Junio, se lo trasladó al buque Argentino ARA “Bahía Paraíso” en un traspaso de heridos de ambos bandos, finalmente llegó al continente el 7 del mismo mes, a las tres de la mañana. De los tres aviones restantes de la escuadrilla “Toros”, solo quedó indemne el avión del jefe de la escuadrilla el Capitán García, pero desapareció en el norte de la bahía, cuando sobrevolaba la zona de Campo Verde y luego de haber acusado problemas en su Skyhawk. Murió con el mismo honor que el Capitán Palaver en el día de la Patria. Mientras tanto en el escape hacia el continente el Alférez Isaac, estaba acusando por radio una fuerte pérdida de combustible. Cuando tal vez, era más razonable eyectarse que continuar, el joven piloto decidió llamar al Hércules KC 130 de reaprovisionamiento para que fuese a buscarlo. La tripulación del noble reabastecedor decidió por unanimidad, jugarse sus propias vidas yendo a la búsqueda de Isaac, a una zona donde corrían alto riesgo de ser derribados por una PAC (Patrulla aérea de combate) Inglesa. Como un pastor que va en busca de su oveja evitando el ataque del zorro, el pesado tetramotor se dirigió al encuentro del “Toro”, que faltándole pocos segundos para quedarse sin el preciado “jugo”, logró embocar en el primer intento, la lanza de reaprovisionamiento, en la manguera de reabastecimiento, y así llegar hasta el continente acoplado a ella. Finalmente Isaac no solo salvó su vida por milagro, sino también salvó su venerable A4C. La alarma roja, produjo que el HMS Coventry, junto al HMS Broadsword, se dirigiesen navegando al norte de la isla Borbón a 12 nudos. Cuando sorpresivamente el radar del destructor, detectó dos aviones hacia el sur de su posición. Eran los “Vulcanos”, dos Skyhawks piloteados por el Capitán Pablo Marcos Carballo y el Teniente Carlos Alfredo Rinke (una dupla muy renombrada de la guerra) quienes se habían apartado de su ruta prevista, debido a las inclemencias climáticas. Aproximadamente a las 15:20 hs. los “Vulcanos” vieron a dos buques de guerra; al mismo tiempo, en que en las naves, las sirenas de la alarma roja no paraban de sonar. Ambos barcos procuraron ubicar en sus radares a los dos atacantes para dispararle los temibles misiles Sea Dart (Coventry) y Sea Wolf (Broadsword); pero a los operadores se les borraba de manera intermitente, las siluetas de los Skyhawks en las pantallas. Era obvio. Los cinco ó seis metros de altura que separaba la panza de los aviones del mar, más el contorno de la isla Borbón como fondo, eran más que suficientes para que el dúo Carballo – Rinke lograsen camuflarse para pasar “como desapercibidos”. La Coventry y la Broadsword viraron rápidamente hacia sus atacantes, mientras aceleraban a máxima velocidad. En ese instante el Capitán Carballo había elegido su blanco, junto con su numeral se lanzaron sobre la Broadsword. El radar de la fragata había intentado sintonizar uno de los dos blancos para disparar sus infalibles misiles Sea Wolf, pero los aviones venían tan parejos y juntos, que el sistema de armas de “ultima generación”, no supo resolver a cual de los dos Skyhawk “enganchar”; mientras tanto los “Vulcanos” desafiando la barrera de proyectiles y bombas de fragmentación disparadas por la artillería de ambos buques, hacían puntería, y descargaban sus cañones contra la fragata Inglesa. Los tripulantes de la nave observaron espantados como el sistema Sea Wolf se había colocado en un funesto “off”... Muchos cerraron sus ojos, otros se taparon los oídos esperando escuchar el estruendo de una bomba... Pero solamente se escuchó un “golpe seco”, característico de chapas golpeadas y perforadas... Una de las bombas MK17 arrojadas por los Vulcano, atravesó la nave ingresando por encima de la línea de flotación y saliendo por la plataforma de despegue de helicópteros, muy cerca de la zona del hangar cayendo al mar posteriormente. La propia inercia de la MK 17 provocó la destrucción del helicóptero de la Broadsword (que se encontraba en la plataforma) y dañó el sistema de propulsión del buque, provocando un principio de incendio, que terminó con la destrucción del propio hangar. Carballo y Rinke estaban saliendo del ataque, sabiendo que ambos se encontraban con vida, mientras que en sus auriculares, escuchaban a otra sección que había detectado los mismos blancos y se lanzaban a su ataque... Eran los “Zeus”, otros dos A4B piloteados por el Capitán Velazco y el Alférez Barrionuevo, armados con 3 bombas BR de 250 kilogramos cada una. [B]A continuación se extracta el relato testimonial extraído de la grabación realizada por el avión retransmisor de ese día (Indicativo Ranquel)[/B] Cap. [B]Carballo (VULCANO 1): [I]- ¡Me dieron eh!!... ¡Me dieron pero le pegué creo!! [/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): [I]- ¡No veo nada yo eh!!..[/I] Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- ¡¡Están justo del punto, al norte vamos!!, ¡¡vamos!![/I] Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): -[I] ¡OK Los ZEUS, a la izquierda la tenemos!!![/I] Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- ¡Sí pegan por todos lados eh!... ¿Pasó Rinke?... ¡¡¿Le pegó usted también?!!!... ¡¡¡Vamos mierd@!!!... ¿Me ve Rinke... me ve?... ¡¿Rinke me ve!!!?... ¡Yo voy poniendo rumbo 270 ya![/I] Ten. Rinke (VULCANO 2): [I]- ¡Sí jefe lo tengo a la vista!!!...[/I] Cap. Carballo (VULCANO 1): -[I] Okay chicas saliendo... ¡¡Péguenle, péguenle okay!!... ¡¡¡A mi me dieron creo ehh!!![/I] Ten. Rinke (VULCANO 2): - ¡¡¡Estoy atrás a la izquierda y me están tirando todavía!!! Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- ¡¡Bien pendejo!!... ¡¡bien pendejo!!... [/I] Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): [I]- ¡Adelante a la izquierda, Señor![/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): [I]-¡¡A la vista... vamos!![/I] [/B] Los “Zeus” como verdaderos “Dioses del aire”, con increíbles maniobras se abalanzaron sobre la humeante Broadsword, que se encontraba detenida por falta de propulsión, pero la Coventry, que se acercaba por la popa para brindarle apoyo, al ver a los atacantes; con rápidos movimientos enfrento a los incursores interponiéndose entre la herida fragata y ambos Skyhawk. El destructor abrió fuego disparando un misil Sea Dart, el que rápidamente ganó altura y velocidad, mientras Velazco y Barrionuevo pasaban por debajo y hacían puntería con sus cañones sobre el buque, que en forma desesperada respondía a la vez con sus piezas de artillería antiaérea. De las seis bombas trasportadas por los “Zeus”, las tres de Velazco se introdujeron profundamente en la estructura del buque, precisamente en la zona del puente de mando, dos de las bombas de Barrionuevo no se desprendieron de sus soportes, pero una sí lo hizo incrustándose letalmente en la popa del destructor. Las cuatro bombas esta vez explotaron sellando para siempre el destino de una de las naves “Insignia” más modernas y poderosas de los arsenales de la OTAN. La perdida de vidas humanas fue lo único lamentable, diecinueve tripulantes fallecieron en el siniestro, y otros veintidós resultaron heridos. En 24 minutos, el destructor HMS Coventry, dio vuelta de campana, mostró su vientre a los cielos del sur, y en tiempo récord se hundió. Era un nuevo destructor de su clase que estaba fuera de combate. Ahora los altos mandos de la Task Force se preguntaban, como harían para detener a nuestros “Bravos pilotos”, No existía nada más moderno, y sofisticado hasta entonces, que el mismísimo destructor HMS Coventry, y lo increíble era que nuestros aviadores penetraban en las entrañas de éstos buques, con aviones de casi tres décadas de antigüedad y con bombas convencionales. A continuación se extracta el relato testimonial extraído de la grabación realizada por el avión retransmisor de ese día (Indicativo Ranquel) segundos después de concluido el ataque. [B]Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- Bien a mi creo que me dieron, voy a ir viendo porque yo sentí varios golpes abajo okay... Instante de silencio Okay vamos pegaditos me voy bajando... Yo reduzco la velocidad ya ehhh!!! [/I] Ten. Rinke (VULCANO 2): [I]- Mire Señor a la izquierda!!!... [/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): [I]- ¿Salió 2?[/I] Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): [I]- Estoy detrás suyo... ¡Dio perfecto usted señor, y era una CL 42 eh¡... La vi clarito…[/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): [I]- ¡¡¡huijaaajaaaaa!!!![/I] Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): -[I] Pegó en la trompa las tres señores explotaron muy bien eh!![/I] Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- ¡¡Vamos pendejo!! ¡¡Vamos pendejo!! ¡¡Viva la patria!!![/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): -[I] ¡¡¡Hiiiijuuu!!!... ¿Salieron las tres?...[/I] Alf. Barrionuevo (ZEUS 2): [I]- Sí las tres, pegaron las tres, las vi señor y era una CL 42 eh, ¡¡La vi clarito eeeh!!! [/I] Cap. Velazco (ZEUS 1): [I]-¡¡¡Ahh mire como explotó esa putaaaa!!!...[/I]Cap. Carballo (VULCANO 1): [I]- Péguense al suelo que están tirando misiles... pegaditos... no demasiado pero pegados okay!!! ¡¿Estan chicas?!!... ¡¡¡Viva la patria canejo!!!... ¡¡¡gringos de mierd@!!! hiiijaajaajaaa!!!![/I][/B] Habían pasado veinticinco días desde el comienzo de la guerra, y los británicos habían venido con claras intenciones de ganarla, pero cual era el costo que deberían pagar, para reconquistar dos pequeñas islas a más de trece mil kilómetros de distancia de sus hogares, donde las inclemencias marinas eran casi imposibles de soportar, con una climatología aterradora, y con una resistencia criolla que jamás se hubiesen imaginado. Para ese entonces el destino del conflicto no estaba decidido, pero los Ingleses habían comenzado a respetarnos... Los “Vulcanos” y los “Zeus” regresaron a Río Gallegos a las 16:01 y 16:21 hs. respectivamente. Con la mejor de las satisfacciones. La del deber cumplido. [B][I]CONTINUA...[/I][/B] [/QUOTE]
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