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Mensaje: <blockquote data-quote="3-A-202" data-source="post: 522362">IA-62El gasto producido por el entrenamiento en vuelo de las tripulaciones militares, tiene una incidencia importante sobre el presupuesto destinado a la defensa. La tendencia que se puede apreciar en la actualidad es que los entrenadores de reacción, hasta hace poco tiempo la columna vertebral del sistema de instrucción, están siendo desplazados por los más pequeños y económicos entrenadores turbohélices. Es que el importante aumento de los combustibles hace del turbohélice un motor más apropiado para mantener la capacidad operativa de los pilotos de combate. Por esto, aviones como el EMB-312 Tucano, Pilatus PC-7 y PC-9 son cada vez más populares en las Fuerzas Aéreas de las potencias militares.Pero allí donde la cantidad de horas de vuelo está limitada, ya sea como consecuencia de políticas internas o por las dimensiones de las Fuerzas Armadas, todavía pueden verse entrenadores primarios con motor de pistón.La Argentina posee hoy en día un primer escalón equipado con B-45 Mentor, donde los pilotos de caza hacen sus primeras armas para pasar luego a los EMB-312 y finalmente a los IA-63 Pampa. Pero este panorama podría haber sido diferente, si ciertos proyectos como el Mentor con turbohélice o el IA-62 hubieran podido superar la etapa de anteproyecto.Dado que ya se han hecho comentarios sobre el Mentor con motor Aztazou, en esta oportunidad nos dedicaremos al IA-62, un interesante producto del equipo de diseño de la Fábrica Militar de Aviones (FMA), encabezado también por el Ing. Ruiz.Se puede asegurar que en muchos casos, las similitudes en las geometrías y potencias motrices de algunos aviones no son casuales, dado que uno de los métodos utilizados para realizar los anteproyectos es analizar modelos equivalentes con la finalidad de elaborar una base de datos que permita orientar la línea de trabajo.Aunque no existen detalles precisos sobre el desarrollo del IA-62, es probable que el Pilatus P3B/PC7, así como el proyecto de remotorización de los Mentor de la FAA con Aztazou, pudieran haber aportado información de base, que permitió un avance más firme en el dimensionamiento general del modelo. Los orígenes del IA-62 se establecen en un requerimiento de la FAA, que pedía un aparato de reemplazo de los B-45, equipado con un instrumental IFR completo y capacidad RECO-COIN secundaria. Durante una misión táctica, el avión tendría que volar con un piloto, equipado con un pod con ametralladora de 7,65 mm en cada semiala y poseer capacidad para portar diferentes armamentos o equipos de reconocimiento. La experiencia ganada por la FMA con el Turbomeca Aztazou, instalado en el IA-58 Pucará, hacía de este motor el candidato seguro para el modelo (de hecho este motor no tenía ninguna otra ventaja sobre otras plantas de poder existentes en el mercado). Siempre de acuerdo al requerimiento, era deseable la presurización y eventualmente un acondicionamiento de la cabina. La estructura totalmente metálica se diseñaría en base a las normas MIL-A-8860 y MIL-A-8870 (Resistencia y rigidez de la aeronave ), ya aplicadas en el IA-58A.La planta alar estaba conformada por tres partes, de las cuales la central era rectangular y las exteriores trapezoidales. Se utilizaron perfiles NACA 2415 en la raíz y NACA 2409 en las punteras.La visión de futuro puesta en manifiesto por el equipo técnico, no fue acompañada por la situación reinante entonces, cuando un combustible más económico que en estos días no justificaba la mayor inversión inicial que significaba la compra (mucho menos el diseño), de un avión equipado con turbohélice. Es por eso que a poco de ser presentada una maqueta a escala en el festival de Le Bourget del año 1978 el proyecto fue cancelado, posiblemente para destinar los ajustados recursos económicos existentes al otro modelo en desarrollo, el IA-63 Pampa. fuente: Aeroespacio</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina