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Mensaje: <blockquote data-quote="Rolando Lero" data-source="post: 1361497" data-attributes="member: 15908">Contra pirataria, Marina expande sus operaciones del otro lado del océano<img src="http://www.naval.com.br/blog/wp-content/uploads/2012/06/Navio-PatrulhaOce%C3%A2nico-%E2%80%9CAMAZONAS%E2%80%9D.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Para proteger riquezas marítimas como las reservas de la pre-sal y combatir crecientes amenazas de pirataria y narcotráfico en Atlântico Sur, la Marina brasileña ha invertido en su capacidad de patrulhamento y expandido sus operaciones del otro lado del océano, en aguas africanas.La estrategia, que sigue un movimiento de la diplomacia nacional rumbo al continente, también abarca el interés de vender armamentos brasileños a países africanos, objetivo visto con reserva por activistas. Las acciones ocurren aún en un contexto en que fuerzas americanas, británicas y francesas demuestran creciente interés por Atlântico Sur.Subchefe de estrategia del Estado Mayor de la Armada, lo contra-almirante Flávio Augusto Viana Rocha dijo a la BBC Brasil que, los últimos años, países africanos con litoral en Atlântico y Mozambique, en el Índico, pasaron a tener para la Marina la misma importancia que naciones suramericanas vecinas.Una de las razones para la atención dada a la región es su proximidad con el territorio nacional. La distancia entre Natal y Dacar, capital senegalesa, es más pequeña que la línea que une los extremos de Brasil.Las últimas semanas, en una señal del avance en las relaciones, el navío-patrulla brasileño Apa visitó la Mauritânia, Senegal, Gana, Angola y Namíbia. La embarcación fue la segunda de tres que lo Brasil compró de Gran Bretaña a hacer un tour por puertos africanos. Los próximos meses, el navío-patrulla Araguari deberá recorrer trayecto semejante.En su périplo, tripulantes del Apa ministraram cursos para marineros africanos, y el navío realizó ejercicios de combate la piratas con fuerzas locales. Mientras enfria en la costa de la Somália, en la costa oriental de África, la pirataria tiene se agravado en el margen occidental del continente, especialmente en Golfo de Guinea, que ocupa rango paralelo al litoral del Norte y Nordeste de Brasil.La Organización de Comercio Marítimo Internacional registró 15 casos de pirataria en la región en el primer trimestre de 2013, de los cuales 11 ocurrieron en la costa de Nigeria. El país es dueño de las mayores reservas petrolíferas de África Subsahariana y principal exportador del producto a Brasil.Según el ministro de la Defensa, Celso Amorim, la Marina no pretende combatir los criminales en la costa africana, pero sí capacitar fuerzas locales para la tarea. El entrenamiento también busca evitar que la pirataria afecte la ruta comercial entre las regiones, principalmente las compras brasileñas de petróleo.Amazônia azulLa adquisición de los tres navíos-patrulla y la construcción de otras embarcaciones del tipo en Brasil buscan aún aprimorar la vigilancia de la llamada Amazônia Azul, como la Marina se refiere a las aguas jurisdicionais brasileñas, que ocupan área equivalente a la Amazônia Legal.Para esa misión, que ganó importancia con el descubrimiento de la pre-sal, la fuerza tiene como principal inversión el submarino de propulsión nuclear, en desarrollo en asociación con Francia. Con gran autonomía de navegación, esa embarcación puede, en tesis, impedir o dificultar bastante la aproximación de la costa nacional de fuerzas navales hostiles.Otras preocupaciones de la Marina son el contrabando, el tráfico de personas y el comercio de drogas. El último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Entorpecentes (Jife) reveló que puertos en la costa occidental de África entraron en la ruta de la cocaína que deja lo Brasil rumbo a Europa.El tema ha sido tratado por países suramericanos y africanos en el forum Zopacas (Zona de Paz y Cooperación de Atlântico Sur), creado en 1986 con la misión de mantener el océano libre de conflictos.La coordinación entre fuerzas brasileñas y africanas deberá evolucionar los próximos meses, ya que, según lo contra-almirante Flávio Rocha, la Marina aceptó una invitación de la Unión Africana para revisar su estrategia de defensa marítima. Fuerzas nacionales discuten aún con marinas africanas la expansión de sistemas de monitoreo marítimo conjuntos y la realización de maniobras amplias.Por ora, lo Brasil ha en Sudáfrica, mayor fuerza militar del continente, su principal compañero africano para ejercicios. Cada dos años, tropas de ambos países realizan maniobras con la India, en el ejercicio Ibsamar, y con Uruguay y Argentina, en el ejercicio Atlasur. Fuerzas brasileñas y sudafricanas también desarrollan conjuntamente un misil aire-aire y un misil aire-superficie.El país africano en que fuerzas brasileñas ejercen mayor influencia, sin embargo, es la Namíbia, cuyo litoral ocupa rango paralelo a la que va del sur de la Bahia a Santa Catarina. Desde que se hizo independiente de Sudáfrica, en 1990, la Namíbia ya tuvo 1.315 marineros formados por la Marina brasileña, que mantienen en el país dos misiones para mantenimiento de navíos y entrenamiento.Militares brasileños también realizaron los estudios para la extensión de la plataforma continental de la Namíbia, que fue chancelada por la ONU y amplió el área en que el país puede explorar recursos. Ahora, dice lo contra-almirante Rocha, lo Brasil ejecuta el mismo estudio en Angola y, en breve, deberá hacerlo en Cabo Verde.La Marina viene aún expandiendo su oferta de cursos de formación y perfeccionamiento para militares africanos. Desde 2011, Sudáfrica, Angola, Guinea-Bissau, São Tomé y Príncipe, Mozambique, Nigeria y Senegal, además de la Namíbia, enviaron marineros para lo Brasil. La práctica de ofrecer entrenamiento la fuerzas aliadas es común entre potencias como EUA y Francia.Diplomacia militarEl estrechamiento de los lazos en defensa entre lo Brasil y países africanos ha sido facilitado por la red de adidâncias militares brasileñas en el continente. Encargadas de contactos con las fuerzas locales, las representaciones están presentes en siete países africanos, y hay planes de cubrir otros seis en breve, según la Marina.El gobierno espera que la expansión de la red propicie más negocios en el sector. Los últimos años, lo Brasil vendió una corveta a Guinea Ecuatorial y Super Tucanos (aviones militares de la Embraer) a Angola, Senegal, Burkina Faso y Mauritânia.Otros países africanos quieren la instalación de empresas brasileñas en sus territorios. Recientemente, la Odebrecht y la Atech disputaron una competencia para la construcción de una fábrica de armas en Argelia, pero el negocio no avanzó. La Atech también está desarrollando sistemas de vigilancia para Senegal y Angola.Organizaciones que monitorean la venta de armas brasileñas cobran más transparencia en esos negocios. Camila Asano, de la ONG Conectas, defiende que lo Brasil sea uno de los primeros signatários del ATT (Tratato sobre el Comercio de Armas, en inglés), aprobado en abril en la ONU. El acuerdo, que será abierto para ratificaciones en 3 de junio y pasará a vigorar a partir de la 50ª adhesión, define criterios para la exportación de armas y exige la divulgación de todas las transacciones.Para Daniel Mack, del Instituto Soy de la Paz, la Política Nacional de Exportación de Material de Empleo Militar (Pnemem), que vigora desde la dictadura militar, está obsoleta. Él afirma que lo Brasil debe no sólo ratificar el ATT como hacer la legislación nacional sobre venta de armas aún más abrangente, prohibiendo, por ejemplo, exportaciones a órganos no estatales.Según el ministro de la Defensa, Celso Amorim, los equipamientos bélicos exportados a África son para protección del Estado, y no para uso contra la población civil. Él dice que lo Brasil siempre siguió sanciones de la ONU sobre ventas de armas.“Verifique las guerras civiles en África y vea quién suministró armamentos por cima y por bajo del pano para grupos que no respetaban ni resoluciones de la ONU, ni el derecho internacional. Nodos no queremos vender por bajo del pano, no venderemos”, dice Amorim.FUENTE:BBC</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982