MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Armada española estudia incorporar a su flota de aeronaves dos nuevos modelos, un avión con capacidad de despegue vertical y un helicóptero no tripulado para desarrollar tareas de vigilancia y reconocimiento marítimo desde los buques en alta mar, según confirmaron a Europa Press fuentes militares.
Las fuentes consultadas indicaron que la Armada está analizando la posibilidad de solicitar al Ministerio de Defensa la compra de varias unidades de este tipo de aeronaves para potenciar así las capacidades de la flota y su Arma Aérea, actualmente compuesta por dos modelos de aviones, las avionetas 'Cessna' y los cazas navales 'Harrier II', y cuatro tipos de helicópteros, los 'Skorsky', los 'Seahawk', los 'Augusta Bell' y los 'Hughes'.
La compra de estos aviones y helicópteros se encuentra de momento en una fase de estudio "inicial" por parte de la Armada, a la espera de determinar los "requisitos operativos" que tendrán que cumplir los aparatos y definir el programa de Investigación, Desarrollo e Innovación que conllevaría su puesta en marcha.
La incorporación de un avión con capacidad de despegue vertical supondría un salto cualitativo en las capacidades del Arma Aérea en operaciones en alta mar, toda vez que la Armada carece de este tipo de aeronaves y sólo cuenta con los cazas 'Harrier II', con capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical. De este modo, se incrementaría la capacidad de desembarco de tropa en teatros de operaciones y se aumentaría el potencial de despliegue.
Las fuentes consultadas por Europa Press indicaron que el modelo de despegue vertical que baraja inicialmente la Armada es el norteamericano 'V-22 Osprey', un aparato biturbohélice fabricado por 'Boeing' y 'Bell', con capacidad para 24 soldados y una carga interna y/o externa de más 9.000 kilogramos.
Esta aeronave se distingue por estar dotada de dos hélices orientables, que le permiten aterrizar y despegar verticalmente como un helicóptero y volar con las prestaciones de un avión -tiene una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora- reorientando en horizontal los dos propulsores.
Con capacidad de reabastecimiento en vuelo, el 'V-22 Osprey', que presta actualmente servicio en la Fuerza Aérea norteamericana y en el Cuerpo de Marines de la Armada estadounidense, está destinado a misiones de apoyo logístico y de transporte de tropas y puede trasladar a modo de grúa vehículos blindados y otras unidades terrestres.
El helicóptero no tripulado que baraja la Armada es el modelo 'Fire Scout', desarrollado por la estadounidense Northrop Grumman y contratado por la Armada norteamericana, que actualmente posee varias unidades en fase de experimentación.
Este helicóptero de pequeñas dimensiones está diseñado para realizar misiones de reconocimiento, vigilancia y detección de objetivos de guerra y tiene una autonomía de cuatro a seis horas de aeronavegación.
Dotado de sensores electroópticos e infrarrojos, esta aeronave incorpora dos lanzadores de misiles guiados por dispositivos láser, probados con éxito en julio de 2005, y tiene un peso de 1.161 kilogramos. El 'Fire Scout' es un instrumento idóneo para revisar zonas marítimas y terrestres antes de proceder a desembarcar fuerzas anfibias, como infantes del Cuerpo de Marina de la Armada. Con esta aeronave, la Armada española vería incrementada la capacidad operativa de sus buques de escolta más avanzados, las fragatas F-100 dotadas del sistema de combate AEGIS.
Saludos.
La Armada española estudia incorporar a su flota de aeronaves dos nuevos modelos, un avión con capacidad de despegue vertical y un helicóptero no tripulado para desarrollar tareas de vigilancia y reconocimiento marítimo desde los buques en alta mar, según confirmaron a Europa Press fuentes militares.
Las fuentes consultadas indicaron que la Armada está analizando la posibilidad de solicitar al Ministerio de Defensa la compra de varias unidades de este tipo de aeronaves para potenciar así las capacidades de la flota y su Arma Aérea, actualmente compuesta por dos modelos de aviones, las avionetas 'Cessna' y los cazas navales 'Harrier II', y cuatro tipos de helicópteros, los 'Skorsky', los 'Seahawk', los 'Augusta Bell' y los 'Hughes'.
La compra de estos aviones y helicópteros se encuentra de momento en una fase de estudio "inicial" por parte de la Armada, a la espera de determinar los "requisitos operativos" que tendrán que cumplir los aparatos y definir el programa de Investigación, Desarrollo e Innovación que conllevaría su puesta en marcha.
La incorporación de un avión con capacidad de despegue vertical supondría un salto cualitativo en las capacidades del Arma Aérea en operaciones en alta mar, toda vez que la Armada carece de este tipo de aeronaves y sólo cuenta con los cazas 'Harrier II', con capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical. De este modo, se incrementaría la capacidad de desembarco de tropa en teatros de operaciones y se aumentaría el potencial de despliegue.
Las fuentes consultadas por Europa Press indicaron que el modelo de despegue vertical que baraja inicialmente la Armada es el norteamericano 'V-22 Osprey', un aparato biturbohélice fabricado por 'Boeing' y 'Bell', con capacidad para 24 soldados y una carga interna y/o externa de más 9.000 kilogramos.
Esta aeronave se distingue por estar dotada de dos hélices orientables, que le permiten aterrizar y despegar verticalmente como un helicóptero y volar con las prestaciones de un avión -tiene una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora- reorientando en horizontal los dos propulsores.
Con capacidad de reabastecimiento en vuelo, el 'V-22 Osprey', que presta actualmente servicio en la Fuerza Aérea norteamericana y en el Cuerpo de Marines de la Armada estadounidense, está destinado a misiones de apoyo logístico y de transporte de tropas y puede trasladar a modo de grúa vehículos blindados y otras unidades terrestres.
El helicóptero no tripulado que baraja la Armada es el modelo 'Fire Scout', desarrollado por la estadounidense Northrop Grumman y contratado por la Armada norteamericana, que actualmente posee varias unidades en fase de experimentación.
Este helicóptero de pequeñas dimensiones está diseñado para realizar misiones de reconocimiento, vigilancia y detección de objetivos de guerra y tiene una autonomía de cuatro a seis horas de aeronavegación.
Dotado de sensores electroópticos e infrarrojos, esta aeronave incorpora dos lanzadores de misiles guiados por dispositivos láser, probados con éxito en julio de 2005, y tiene un peso de 1.161 kilogramos. El 'Fire Scout' es un instrumento idóneo para revisar zonas marítimas y terrestres antes de proceder a desembarcar fuerzas anfibias, como infantes del Cuerpo de Marina de la Armada. Con esta aeronave, la Armada española vería incrementada la capacidad operativa de sus buques de escolta más avanzados, las fragatas F-100 dotadas del sistema de combate AEGIS.
Saludos.