Barbanegra
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Karzai, a favor de que las tropas de EEUU continúen en Afganistán
El presidente afgano ha realizado estas declaraciones durante su intervención en la Loya Jirga, la gran asamblea de notables afganos que reúne a casi tres mil representantes del país y que hoy se ha iniciado en Kabul para decidir si el Gobierno debe o no firmar un Acuerdo Bilateral de Seguridad con Estados Unidos para que sus efectivos continúen en el país más allá de 2014, año en que está prevista la retirada del grueso de las fuerzas extranjeras de Afganistán.
"He discutido muchísimo este tema con Estados Unidos. Los terroristas no están en las casas de los afganos. ¿Entonces por qué entran allí?", se ha preguntado el presidente, que ha tenido que interrumpir su discurso en diversas ocasiones ante los de los delegados. "Queremos que continúen formando a nuestro ejército, y también queremos tener sus vehículos y helicópteros", ha añadido Karzai, en referencia al equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas que Washington se ha comprometido a financiar si sus soldados continúan en el país.
En su intervención Karzai ha leído una carta que, según ha afirmado, el propio presidente estadounidense, Barack Obama, le ha enviado. "Hemos intentado siempre respetar a las familias y casas afganas en nuestras operaciones, y lo continuaremos haciendo. Las fuerzas americanas no tienen derecho a entrar en las viviendas afganas, si no es por extrema necesidad o si la vida de un soldado extranjero está en peligro", ha leído el presidente afgano.
"¡No queremos eso, porque eso da derecho a que cada día muera gente en Afganistán!", una diputada, Balqis Roshan, ha interrumpido a Karzai gritando. La Loya Jirga durará cuatro días, aunque muchos consideran que el pacto ya está decidido de antemano, digan lo que digan los delegados.
Inmunidad de las tropas
De hecho, ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores afgano ya colgó en su página web el borrador de dicho Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, en sus siglas en inglés), como se conoce el pacto que ambos países pretenden firmar. El acuerdo no puede ser más beneficioso para Washington.
Reconoce la inmunidad de las tropas estadounidenses en Afganistán para que no puedan ser juzgadas por tribunales afganos, sino sólo por americanos, cosa que supone que el presidente afgano, Hamid Karzai, daría su brazo a torcer. Ése era uno de los aspectos más controvertidos del pacto que el Gobierno afgano se había negado en redondo a aceptar, pero también una de las condiciones innegociables que Washington había puesto sobre la mesa para la continuidad de sus soldados en Afganistán más allá de 2014.
Pero no sólo eso. Según el borrador del acuerdo, el Gobierno afgano también admitiría que vuelos militares y civiles estadounidenses pudieran sobrevolar, aterrizar y despegar en Afganistán sin restricciones y sin pago de tasas; que Estados Unidos tuviera en el país su propio sistema de comunicaciones; que los militares norteamericanos estuvieran exentos de necesitar visado o pasaporte para entrar en Afganistán; y que los efectivos estadounidenses dispusieran de hasta nueve bases militares en el país en las localidades de Kabul, Bagram, Mazar-e-Sharif, Herat, Kandahar, Shorab (en la provincia sureña de Helmand), Gardez, Jalalabad, y Shindand.
Formación y asesoramiento
A cambio, Washington se comprometería a financiar el coste del mantenimiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas, además de ofrecerles formación y asesoramiento. Y también apoyaría Afganistán en caso de una agresión exterior. De hecho, ése es uno de los aspectos más repetidos por los partidarios de que el acuerdo se firme.
"Es necesario el pacto porque tenemos dos vecinos, Pakistán e Irán, que en el pasado siempre han intentado minar la seguridad de nuestro país", afirmaba Majid Khan, miembro del Consejo Provincial de Badghis -provincia donde el grueso de las tropas españolas han estado destinadas hasta el pasado septiembre en el noroeste de Afganistán-, y uno de los participantes en la Loya Jirga que han sido escogidos sin estar claro qué criterio.
En la gran asamblea participan parlamentarios, miembros de los consejos provinciales, y supuestos líderes comunitarios, pero todo el mundo da por hecho que la mayoría de asistentes son partidarios de Karzai que difícilmente se opondrán a la rúbrica del pacto con Estados Unidos.
"¡No nos importa que Estados Unidos se quede o no! Lo que queremos es que abran las calles de una vez para que tengamos clientes", decía ayer con fastidio Daud Fasli, un vendedor de recambios de vehículos afectado por el cierre al tráfico de buena parte de Kabul. La capital parece una ciudad sitiada. Los comercios están cerrados; las calles, desiertas; hay controles de seguridad por todas partes, y helicópteros sobrevuelan la capital. Además el Gobierno ha decretado que nadie vaya a trabajar durante seis días.
http://www.elmundo.es/internacional/2013/11/20/528d16070ab740550d8b4588.html