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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 2241065" data-attributes="member: 10064"><img src="http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/06/05/14966919099490.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Golpe de timón saudí en el emirato díscoloArabia Saudí propinó ayer un golpe sin precedentes a su vecino más rebelde, Qatar. El próspero emirato, un horizonte de rascacielos levantado sobre una pequeña península con una superficie similar a la de Murcia, amaneció transformado en una isla. En una acción coordinada, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egiptoanunciaron la ruptura de relaciones diplomáticas. Una medida drástica y sin parangón en las cerca de cuatro décadas de historia regional a la que se sumaron durante la jornada los gobiernos de Yemen y Libia respaldados por Riad, las islas Maldivas y Mauricio. El seísmo contempla el cierre total de fronteras y la prohibición de las comunicaciones por tierra, mar y aire. Aerolíneas como Gulf Air, Etihad Airways o Emirates anunciaron la suspensión desde este martes de sus vuelos a Doha "hasta nuevo aviso". Los ciudadanos qataríes residentes en Arabia Saudí, Emiratos y Bahréin disponen de dos semanas para abandonar sus territorios y los diplomáticos serán expulsados en el plazo de 48 horas. "Qatar apoya a múltiples grupos terroristas y sectarios que buscan perturbar la estabilidad en la región, incluidos los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda", detalló un comunicado oficial difundido durante la madrugada por la agencia estatal de noticias saudí SPA.Doha, por su parte, negó el aluvión de acusaciones que durante el día despacharon las cancillerías vecinas. "No hay una justificación legítima para tomar estas medidas en coordinación con Egipto. El objetivo es claro: imponer una tutela sobre el Estado de Qatar. Es una violación de la soberanía de un Estado que rechazamos categóricamente", aseveró una nota publicada en la página web del Ministerio de Exteriores. El emirato que dirige desde junio de 2013 Tamim bin Hamad al Zani censuró ayer la "campaña mediática" que precedió a la escalada, inaugurada el pasado 23 de mayo. Aquel día la agencia de noticias estatal QNA hizo público un discurso en el que el emir reconocía las tensas relaciones con el presidente estadounidense Donald Trump; calificaba a Hamas de "representante legítimo del pueblo palestino" y aIrán de "una gran potencia en la estabilización de la región".Recelos históricosLas declaraciones fueron desmentidas posteriormente por Doha, que denunció haber sido víctima de un ataque informático y restó toda veracidad a la nota, pero desde entonces los medios árabes han repetido hasta la saciedad la supuesta alocución abonando razones para el cisma. Los recelos, sin embargo, han dominado desde hace años los lazos entre Qatar y sus vecinos de la península arábiga. Entre 2002 y 2008 la embajada saudí en Doha funcionó sin embajador en protesta por la cobertura que la televisión qatarí Al Yazira ofreció de un plan de paz árabe israelí propuesto por la monarquía saudí que incluía el reconocimiento de Israel. En marzo de 2014 Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin retiraron a sus embajadores en un riña que se apaciguó meses después con la firma del "acuerdo de Riad", un pacto cuyo incumplimiento por parte de Qatar denuncia Riad."Las relaciones se han deteriorado gradualmente pero se terminaron de romper con el acercamiento de los qataríes a Irán la misma semana en la que Trump se encontraba en Riad, lo que los saudíes han visto como una afrenta a su liderazgo regional", señala a EL MUNDO Ganem Nuseibeh, profesor visitante del Kings College de Londres. "Uno de los problemas que separa a Qatar de sus vecinos es la definición de terrorismo. Arabia Saudí y Emiratos ven a los Hermanos Musulmanes y Hamas como terroristas mientras Qatar no. Para Riad, Irán es una amenaza terrorista mayor que el IS. En cualquier caso, tanto saudíes como qataríes han financiado a musulmanes ultraconservadores y a militantes de grupos afines", apunta a este diario el politólogo James Dorsey. Ayer, el 'Financial Times' citó como otro posible desencadenante de la crisis el pago de 1.000 millones de dólares de rescate para lograr la liberación de 26 halconeros qataríes el pasado abril en Irak. Los destinatarios del dinero fueron milicias chiíes iraquíes, funcionarios iraníes y combatientes sirios próximos a Al Qaeda.El órdago lanzado por el rey Salman busca asfixiar a Qatar hasta hacerla regresar al redil que forma el resto de países árabes suníes del Golfo. Un giro de 180 grados para el que la casa de Saud confía en la nueva sintonía con Trump, que hace dos semanas en Riad esbozó un discurso completamente escorado hacia los intereses saudíes frente al enemigo iraní. "El movimiento es posible porque hay mayor firmeza entre saudíes y emiratíes y están envalentonados con Trump y su Administración", subraya Dorsey. Entre las exigencias, figuran el cese de las "interferencias internas" a través de Al Yazira y una constelación de medios qataríes y el apoyo a la Hermandad y sus tentáculos. Ayer, en un gesto que muchos relacionaron con los acontecimientos, un grupo de dirigentes de Hamas abandonó Qatar a petición del emir. Si Qatar no responde, medios emiratíes especulan con un cambio de rostro en el emirato. "Es una posibilidad. Hay muchas alternativas pero una de ellas sería el cambio en la cúspide de la familia gobernante", concluye Nuseibeh.Pánico económicoLa única frontera terrestre de Qatar linda con el ahora enemigo saudí. La pesadilla de un borde cerrado a cal y canto, por el que llegaba el 40%de los alimentos que importa el país, desató ayer el pánico. Las fotografías de estantes vacíos en los supermercados de la capital se propagaron velozmente por las redes sociales. Con uno de los mayores PIB por habitante del planeta, la crisis qatarí comenzó a sentirse ayer en los mercados. La Bolsa de Doha perdió un 7,27%, una caída que contagió al parqué de Dubai. De prolongarse, el bloqueo podría aumentar los costes del mercado inmobilario alimentando la inflación y obligando a reforzar lazos con Irán, país con el que Qatar comparte el mayor yacimiento de gas del mundo.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/06/5935b1ceca474196648b45a4.html">http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/06/5935b1ceca474196648b45a4.html</a></blockquote>

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