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<blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1411060" data-attributes="member: 8629"><p style="text-align: center"><span style="font-size: 26px"><strong>Egipto: ¿el regreso a la república de los generales? </strong></span></p><p></p><p>Redacción</p><p>BBC Mundo</p><p>Jueves, 22 de agosto de 2013</p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211539_1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>En las últimas semanas, Egipto ha vivido numerosos episodios de violencia que han dejado centenares de muertos por las protestas contra el derrocamiento por parte del poderoso ejército egipcio del presidente Mohamed Morsi, que fue elegido democráticamente en junio de 2012.</p><p></p><p>La salida del islamista Morsi, derrocado el pasado 3 de julio, fue impulsada a su vez por protestas masivas contra su gobierno. Morsi llegó al poder después de un período de gobierno militar tras la renuncia de Hosni Mubarak en febrero de 2011, forzada por los vientos de cambio de la Primavera Árabe.</p><p></p><p>Más de dos años después de aquellas revueltas, las autoridades militares interinas ordenaron que Mubarak quede bajo arresto domiciliario, después de que la corte que lo procesa anunciara que lo dejaría en libertad condicional.</p><p></p><p>Mubarak se encontrará un país bien distinto del que él gobernó durante tres décadas. Pero para algunos expertos, la nueva crisis de Egipto podría significar la vuelta de los militares al poder, después del año de gobierno de Morsi, el primer presidente democráticamente electo.</p><p></p><p><strong>Echando un vistazo a la historia y al legado militar en Egipto, el experto en Medio Oriente Omar Ashour, de la Universidad de Exeter, considera que los desafíos que enfrenta el país tras la Primavera Árabe, tienen su origen más atrás en el tiempo, en la era del presidente Nasser e incluso antes.</strong></p><p></p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211541_2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>Nasser estuvo implicado en el golpe militar de 1952 y más tarde se hizo con la Presidencia.</p><p></p><p>"El líder del golpe, el héroe Mohamed Naguib, dio un ejemplo de humildad al rechazar ser promovido de rango a 'coronel general'... Eso muestra que el ejército no quiere poder, sólo quiere el bien general", escribió el renombrado historiador egipcio Abd al Rahman al Rafai en el diario al Akhbar el 1 de agosto de 1952.</p><p></p><p>Su declaración no pasó la prueba del tiempo.</p><p>En febrero de 1954, el humilde general que actuó como primer presidente de la República de Egipto fue retirado del poder por otro militar más joven y más sediento de poder, el coronel Gamal Abdul Nasser.</p><p></p><p>Entonces, como ahora, Egipto estaba dividido.</p><p></p><p>Una parte del país quería una democracia parlamentaria, un regreso al constitucionalismo y que el ejército volviera a los barracones. Otra parte, quería un patrón fuerte y de desenfrenado carácter que prometiera pan y tierra.</p><p>En noviembre de 1954, la segunda parte del país no sólo destrozó a la primera sino que acabó con todas sus demandas. Los derechos básicos y el constitucionalismo parlamentario estuvieron entre las víctimas.</p><p></p><p>Nasser cumplió algunas de sus promesas, incluyendo la confiscación y redistribución de tierra y la confrontación con Reino Unido, el antiguo poder colonial, en 1956.</p><p></p><p>Pero el coste fue el establecimiento de la república de los oficiales: un estado en el que las instituciones armadas están por encima de todo lo demás, incluyendo las democráticamente electas.</p><p></p><p><span style="font-size: 18px"><strong>¿Qué quieren los militares egipcios?</strong></span></p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2012/06/17/120617204818_scaf_304x171_reuters.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>El Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas tuvo un papel predominante tras la Primavera Árabe.</p><p></p><p>La revolución de 2011 desafió el <em>status quo</em> de 1954 de muchas maneras.</p><p></p><p>Pero los revolucionarios chocaron con una Junta del siglo XXI: el Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas (SCAF, por sus siglas en inglés). Políticamente conservador, el órgano inconstitucional gobernó Egipto entre febrero de 2011 y junio de 2012.</p><p></p><p>Al menos, la reforma del sector de la seguridad, el control democrático de las fuerzas armadas, la supervisión del ejército y la policía por instituciones civiles y la transparencia presupuestaria del ejército eran conceptos totalmente ajenos para ellos. Y lo que es peor, esos conceptos eran tabús amenazantes y por lo tanto debían ser eliminados o reducidos al máximo.</p><p></p><p>Tras la retirada de Mubarak en febrero de 2011, SCAF insistió en que se cumplieran tres de sus demandas: un veto a la política de alto perfil, independencia del presupuesto del ejército y de su imperio económico, e inmunidad legal a los acusados de corrupción o represión.</p><p></p><p>Además, querían garantizar esos acuerdos con prerrogativas constitucionales.</p><p>Las demandas fueron reflejadas en una adenda constitucional de julio de 2012 que otorgaba al SCAF privilegios en el primer parlamento postrevolucionario, disuelto por una decisión del propio Consejo el 30 de junio de 2012 después de que el veredicto de una corte constitucional dijera que parte de la ley electoral era inconstitucional.</p><p></p><p>La decisión otorgaba todos los poderes legislativos al Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas sólo días antes de la investidura en julio de 2012 del primer presidente civil de Egipto electo democráticamente.</p><p></p><p>El imperio independiente militar-económico, que se beneficia de tasas de aduanas o de cambio preferenciales, exenciones impositivas, propiedad de tierra o derechos de confiscación (sin pagar a Hacienda) y un ejército de trabajadores cuasi-libres (soldados conscriptos), es una fuente de buena parte de la influencia militar y, por lo tanto, otro asunto espinoso para cualquier civil electo.</p><p>Un agujero negro en la sufrida economía egipcia, los políticos electos en la era postrevolucionaria tratarán probablemente de mejorar las condiciones actuando contra las empresas manejadas por los militares y supervisándolas.</p><p></p><p>Pero en marzo de 2012, el general Mahmud Nasr, el encargado de las finanzas del SCAF, lanzó a los cuatro vientos una advertencia pública: "Esto lo hemos ganado con el sudor de nuestra frente y lucharemos por ello..., nunca permitiremos a nadie acercarse a los proyectos de las fuerzas armadas".</p><p></p><p><span style="font-size: 18px"><strong>¿Qué temen los generales egipcios?</strong></span></p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211543_3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>Según Ahsour, los coptos fueron un objetivo fácil para los militares.</p><p></p><p>Pero pese al poder, el Consejo de las Fuerzas Armadas fue bastante sensible a ciertos factores. La presión de EE.UU. es uno de ellos debido al armamento, entrenamiento, equipamiento y financiación que reciben.</p><p>La movilización callejera es otro de ellos. La mayoría de las decisiones favorables a la democracia han llegado fruto de la presión masiva ejercida desde la calle.</p><p></p><p>Esas decisiones incluyen la salida del poder de Hosni Mubarak, su juicio y el de otras figuras de su régimen, y el adelantamiento de las elecciones previstas para junio de 2013 a junio de 2012.</p><p></p><p>Un tercer factor que influyó en las decisiones que han tomado los militares fue la cohesión interna del ejército.</p><p>"La visión de los oficiales en uniforme protestando en la Plaza Tahrir y hablando en Al Jazeera preocupa realmente al mariscal de campo", me dijo un exoficial.</p><p></p><p>Una forma de mantener la cohesión interna es crear "demonios", una lección que aprendí de las "guerras sucias" en Argelia en los 90 y en Argentina entre los 1970 y 1980.</p><p></p><p>Los manifestantes coptos fueron en su momento un objetivo fácil.</p><p>Después del golpe de Estado del pasado 3 julio, los Hermanos Musulmanes y los islamistas se convirtieron en los nuevos viejos demonios.</p><p></p><p><span style="font-size: 18px"><strong>Armados versus electos</strong></span></p><p>Tras la elección de Morsi en 2012, se tomó una medida más para tratar de balancear las relaciones entre civiles y militares.</p><p></p><p>En agosto de ese año, Morsi no sólo fue capaz de congelar la adenda constitucional implantada por el ejército dos meses antes, sino que también hizo una purga de los generales que la habían emitido (el mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawy y su número dos, el general Sami Anan).</p><p></p><p>Sin embargo, eso le costó caro.</p><p></p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211545_4.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>En la Constitución de 2012, que fue aprobada con el 63,83% de los votos, las relaciones entre civiles y militares estaban lejos de ser equilibradas: el ministro de Defensa sólo podía ser un oficial militar y el Consejo de Defensa Nacional (CDN) tendría mayoría de mandos militares.</p><p></p><p>Esto dio a los militares de manera efectiva la posibilidad de vetar cualquier tema de seguridad nacional o de política exterior.</p><p>"Si metes a uno de los tuyos, yo meteré a uno de los míos", gritó el general Mamdouh Shahin, representante del ejército en la Asamblea Constituyente a Mohamed el Beltagy, un líder de los Hermanos Musulmanes.</p><p></p><p>El último sugirió meter a otro civil en el CDN, el responsable del comité del Tesoro en el Parlamento. Su sugerencia fue rechazada. Y todo eso fue grabado por una cámara.</p><p></p><p><span style="font-size: 18px"><strong>El golpe de julio: ¿de 2013 a 1954?</strong></span></p><p><img src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211547_5.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>Para el autor, el golpe de julio es un paso atrás para las relaciones democráticas entre civiles y militares.</p><p></p><p>El golpe de julio de 2013 podría llevar a Egipto a varios escenarios desalentadores.</p><p></p><p>No son seguros, pero el futuro de la democracia egipcia está ciertamente en peligro.</p><p>Cuando las instituciones electas son sustituidas por la fuerza militar, la experiencia nos muestra que el resultado casi nunca es favorable a la democracia: dictadura militar instantánea; dominio militar de la política con una fachada civil; guerra civil; conflictos sociales, o una mezcla de todas las anteriores.</p><p></p><p>Algunos ejemplos de esa situación son la España de 1936, Irán en 1953, Chile en 1973, Turquía en 1980, Sudán en 1989 y Argelia en 1992.</p><p>El golpe de julio es un paso atrás para las relaciones democráticas entre civiles y militares.</p><p></p><p>Y lo más preocupante es que puede tener implicaciones regionales.</p><p></p><p>El mensaje que les llegó a Libia, Siria, Yemen y otros países es el de militarizar la política: sólo el ejército puede garantizar los derechos políticos; no así la Constitución, ni las instituciones democráticas y ciertamente no los votos.</p><p>Al final, la única certidumbre es que ninguna transición democrática es completa si no se atajan los abusos, se erradica la tortura, se acaba con la exclusión y se anula la impunidad de los servicios de seguridad con un control efectivo y significativo eficaz de las fuerzas armadas y las instituciones de seguridad.</p><p></p><p>Esto será siempre el test definitivo de la transición democrática egipcia.</p><p><a href="http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130821_internacional_egipto_analisis_regreso_generales_mubarak_lav.shtml">http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130821_internacional_egipto_analisis_regreso_generales_mubarak_lav.shtml</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Sebastian, post: 1411060, member: 8629"] [CENTER][SIZE=7][B]Egipto: ¿el regreso a la república de los generales? [/B][/SIZE][/CENTER] Redacción BBC Mundo Jueves, 22 de agosto de 2013 [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211539_1.jpg[/IMG] En las últimas semanas, Egipto ha vivido numerosos episodios de violencia que han dejado centenares de muertos por las protestas contra el derrocamiento por parte del poderoso ejército egipcio del presidente Mohamed Morsi, que fue elegido democráticamente en junio de 2012. La salida del islamista Morsi, derrocado el pasado 3 de julio, fue impulsada a su vez por protestas masivas contra su gobierno. Morsi llegó al poder después de un período de gobierno militar tras la renuncia de Hosni Mubarak en febrero de 2011, forzada por los vientos de cambio de la Primavera Árabe. Más de dos años después de aquellas revueltas, las autoridades militares interinas ordenaron que Mubarak quede bajo arresto domiciliario, después de que la corte que lo procesa anunciara que lo dejaría en libertad condicional. Mubarak se encontrará un país bien distinto del que él gobernó durante tres décadas. Pero para algunos expertos, la nueva crisis de Egipto podría significar la vuelta de los militares al poder, después del año de gobierno de Morsi, el primer presidente democráticamente electo. [B]Echando un vistazo a la historia y al legado militar en Egipto, el experto en Medio Oriente Omar Ashour, de la Universidad de Exeter, considera que los desafíos que enfrenta el país tras la Primavera Árabe, tienen su origen más atrás en el tiempo, en la era del presidente Nasser e incluso antes.[/B] [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211541_2.jpg[/IMG] Nasser estuvo implicado en el golpe militar de 1952 y más tarde se hizo con la Presidencia. "El líder del golpe, el héroe Mohamed Naguib, dio un ejemplo de humildad al rechazar ser promovido de rango a 'coronel general'... Eso muestra que el ejército no quiere poder, sólo quiere el bien general", escribió el renombrado historiador egipcio Abd al Rahman al Rafai en el diario al Akhbar el 1 de agosto de 1952. Su declaración no pasó la prueba del tiempo. En febrero de 1954, el humilde general que actuó como primer presidente de la República de Egipto fue retirado del poder por otro militar más joven y más sediento de poder, el coronel Gamal Abdul Nasser. Entonces, como ahora, Egipto estaba dividido. Una parte del país quería una democracia parlamentaria, un regreso al constitucionalismo y que el ejército volviera a los barracones. Otra parte, quería un patrón fuerte y de desenfrenado carácter que prometiera pan y tierra. En noviembre de 1954, la segunda parte del país no sólo destrozó a la primera sino que acabó con todas sus demandas. Los derechos básicos y el constitucionalismo parlamentario estuvieron entre las víctimas. Nasser cumplió algunas de sus promesas, incluyendo la confiscación y redistribución de tierra y la confrontación con Reino Unido, el antiguo poder colonial, en 1956. Pero el coste fue el establecimiento de la república de los oficiales: un estado en el que las instituciones armadas están por encima de todo lo demás, incluyendo las democráticamente electas. [SIZE=5][B]¿Qué quieren los militares egipcios?[/B][/SIZE] [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2012/06/17/120617204818_scaf_304x171_reuters.jpg[/IMG] El Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas tuvo un papel predominante tras la Primavera Árabe. La revolución de 2011 desafió el [I]status quo[/I] de 1954 de muchas maneras. Pero los revolucionarios chocaron con una Junta del siglo XXI: el Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas (SCAF, por sus siglas en inglés). Políticamente conservador, el órgano inconstitucional gobernó Egipto entre febrero de 2011 y junio de 2012. Al menos, la reforma del sector de la seguridad, el control democrático de las fuerzas armadas, la supervisión del ejército y la policía por instituciones civiles y la transparencia presupuestaria del ejército eran conceptos totalmente ajenos para ellos. Y lo que es peor, esos conceptos eran tabús amenazantes y por lo tanto debían ser eliminados o reducidos al máximo. Tras la retirada de Mubarak en febrero de 2011, SCAF insistió en que se cumplieran tres de sus demandas: un veto a la política de alto perfil, independencia del presupuesto del ejército y de su imperio económico, e inmunidad legal a los acusados de corrupción o represión. Además, querían garantizar esos acuerdos con prerrogativas constitucionales. Las demandas fueron reflejadas en una adenda constitucional de julio de 2012 que otorgaba al SCAF privilegios en el primer parlamento postrevolucionario, disuelto por una decisión del propio Consejo el 30 de junio de 2012 después de que el veredicto de una corte constitucional dijera que parte de la ley electoral era inconstitucional. La decisión otorgaba todos los poderes legislativos al Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas sólo días antes de la investidura en julio de 2012 del primer presidente civil de Egipto electo democráticamente. El imperio independiente militar-económico, que se beneficia de tasas de aduanas o de cambio preferenciales, exenciones impositivas, propiedad de tierra o derechos de confiscación (sin pagar a Hacienda) y un ejército de trabajadores cuasi-libres (soldados conscriptos), es una fuente de buena parte de la influencia militar y, por lo tanto, otro asunto espinoso para cualquier civil electo. Un agujero negro en la sufrida economía egipcia, los políticos electos en la era postrevolucionaria tratarán probablemente de mejorar las condiciones actuando contra las empresas manejadas por los militares y supervisándolas. Pero en marzo de 2012, el general Mahmud Nasr, el encargado de las finanzas del SCAF, lanzó a los cuatro vientos una advertencia pública: "Esto lo hemos ganado con el sudor de nuestra frente y lucharemos por ello..., nunca permitiremos a nadie acercarse a los proyectos de las fuerzas armadas". [SIZE=5][B]¿Qué temen los generales egipcios?[/B][/SIZE] [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211543_3.jpg[/IMG] Según Ahsour, los coptos fueron un objetivo fácil para los militares. Pero pese al poder, el Consejo de las Fuerzas Armadas fue bastante sensible a ciertos factores. La presión de EE.UU. es uno de ellos debido al armamento, entrenamiento, equipamiento y financiación que reciben. La movilización callejera es otro de ellos. La mayoría de las decisiones favorables a la democracia han llegado fruto de la presión masiva ejercida desde la calle. Esas decisiones incluyen la salida del poder de Hosni Mubarak, su juicio y el de otras figuras de su régimen, y el adelantamiento de las elecciones previstas para junio de 2013 a junio de 2012. Un tercer factor que influyó en las decisiones que han tomado los militares fue la cohesión interna del ejército. "La visión de los oficiales en uniforme protestando en la Plaza Tahrir y hablando en Al Jazeera preocupa realmente al mariscal de campo", me dijo un exoficial. Una forma de mantener la cohesión interna es crear "demonios", una lección que aprendí de las "guerras sucias" en Argelia en los 90 y en Argentina entre los 1970 y 1980. Los manifestantes coptos fueron en su momento un objetivo fácil. Después del golpe de Estado del pasado 3 julio, los Hermanos Musulmanes y los islamistas se convirtieron en los nuevos viejos demonios. [SIZE=5][B]Armados versus electos[/B][/SIZE] Tras la elección de Morsi en 2012, se tomó una medida más para tratar de balancear las relaciones entre civiles y militares. En agosto de ese año, Morsi no sólo fue capaz de congelar la adenda constitucional implantada por el ejército dos meses antes, sino que también hizo una purga de los generales que la habían emitido (el mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawy y su número dos, el general Sami Anan). Sin embargo, eso le costó caro. [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211545_4.jpg[/IMG] En la Constitución de 2012, que fue aprobada con el 63,83% de los votos, las relaciones entre civiles y militares estaban lejos de ser equilibradas: el ministro de Defensa sólo podía ser un oficial militar y el Consejo de Defensa Nacional (CDN) tendría mayoría de mandos militares. Esto dio a los militares de manera efectiva la posibilidad de vetar cualquier tema de seguridad nacional o de política exterior. "Si metes a uno de los tuyos, yo meteré a uno de los míos", gritó el general Mamdouh Shahin, representante del ejército en la Asamblea Constituyente a Mohamed el Beltagy, un líder de los Hermanos Musulmanes. El último sugirió meter a otro civil en el CDN, el responsable del comité del Tesoro en el Parlamento. Su sugerencia fue rechazada. Y todo eso fue grabado por una cámara. [SIZE=5][B]El golpe de julio: ¿de 2013 a 1954?[/B][/SIZE] [IMG]http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/08/21/130821211547_5.jpg[/IMG] Para el autor, el golpe de julio es un paso atrás para las relaciones democráticas entre civiles y militares. El golpe de julio de 2013 podría llevar a Egipto a varios escenarios desalentadores. No son seguros, pero el futuro de la democracia egipcia está ciertamente en peligro. Cuando las instituciones electas son sustituidas por la fuerza militar, la experiencia nos muestra que el resultado casi nunca es favorable a la democracia: dictadura militar instantánea; dominio militar de la política con una fachada civil; guerra civil; conflictos sociales, o una mezcla de todas las anteriores. Algunos ejemplos de esa situación son la España de 1936, Irán en 1953, Chile en 1973, Turquía en 1980, Sudán en 1989 y Argelia en 1992. El golpe de julio es un paso atrás para las relaciones democráticas entre civiles y militares. Y lo más preocupante es que puede tener implicaciones regionales. El mensaje que les llegó a Libia, Siria, Yemen y otros países es el de militarizar la política: sólo el ejército puede garantizar los derechos políticos; no así la Constitución, ni las instituciones democráticas y ciertamente no los votos. Al final, la única certidumbre es que ninguna transición democrática es completa si no se atajan los abusos, se erradica la tortura, se acaba con la exclusión y se anula la impunidad de los servicios de seguridad con un control efectivo y significativo eficaz de las fuerzas armadas y las instituciones de seguridad. Esto será siempre el test definitivo de la transición democrática egipcia. [url]http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130821_internacional_egipto_analisis_regreso_generales_mubarak_lav.shtml[/url] [/QUOTE]
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