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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 2159730" data-attributes="member: 10064"><img src="http://e03-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/01/08/14838950944027.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Muere el ex presidente iraní Rafsanyani, uno de los pilares de la Revolución más controvertidosUn ataque de corazón se llevó este domingo al ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanyani, quien fue casi todo en la República Islámica de Irán desde su fundación. Su figura como hombre de consenso, religioso y pragmático, hizo que muchos lo quisieran ignorando los renglones oscuros. Un notable grupo lo lloró frente al Hospital de los Mártires, en el distrito teheraní de Tajrish, donde expiró y a donde se desplazó para despedirlo el presidente iraní Hasan Rohani, uno de los más afectados por su pérdida.Rohani ha mostrado su enorme dolor y ha llegado a dejar un mensaje en su cuenta oficial de Twitter señalando que "el alma del gran hombre de la revolución y la política, símbolo de paciencia y resistencia, ascendió al cielo".El veterano ayatolá de formación, escritor y político, de 82 años, había sido admitido este fin de semana en sede hospitalaria. "A pesar de los esfuerzos de los doctores murió", reconoció Reza Solemani, portavoz del Consejo de Discernimiento, un importante órgano de deliberación. La cadena estatal Irinn anunció la muerte de Rafsanyani por la tarde destacando que se fue "tras toda una vida de lucha y constantes esfuerzos en línea con el cumplimiento de los objetivos del Islam y de su revolución".Todas las cadenas nacionales colocaron un crespón negro en sus pantallas. Se declararon tres días de luto oficial por quien ha sido calificado de "pilar de la Revolución". Eso a pesar de que los medios están bajo control del Líder Supremo, Ali Jamenei, uno de sus mayores críticos junto a los principistas -próximos a la línea dura- desde que se puso del lado de los reformistas en las elecciones de 2009, ganadas por el ultraconservador Ahmadineyad y seguidas de una ola de sangrientos disturbios.Quedar desde entonces apartado de las fotos oficiales no le impidió seguir ocupando cargos cruciales en el complejo sistema político iraní. Su último rol fue el de cabeza del Consejo de Discernimiento. Esta asamblea administrativa es mediadora entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes -intérpretes de la Constitución y filtro de candidatos -si hay disputa y actúa de consejera de Jamenei. También era miembro de la Asamblea de Expertos, que ya debate el sucesor del Líder Supremo.Su ascenso políticoEl ayatolá Rafsanyani nació el 25 de agosto de 1934 en la provincia central de Rafsanyán en el país entonces llamado Persia. Su familia, acaudalada, se dedicaba al lucrativo cultivo del pistacho. Sus inquietudes religiosas no tardaron en surgir. Estudió teología en Qom (Irán), uno de los mayores centros de pensamiento chiíta. Allí se convirtió de bien joven en seguidor del ayatolá Ruhola Jomeini, quien acabaría abanderando el alzamiento contra el Sha y la instauración de la teocracia en 1979.Antes de este momento, sin embargo, Akbar Hashemi Rafsanyani desafiaría a la represiva monarquía pro occidental en las calles. Durante los 60 y los 70 participó del movimiento estudiantil islámico. Por ello fue encarcelado varias veces. Cuando a finales de los 70 la Revolución estalló y su admirado Jomeini regresó del exilio francés, Rafsanyani fue pieza clave del Consejo Revolucionario, junto a Mohamed Yavad Bahonar, Mohamed Behesti, Morteza Motahari y Abdulkarim Musavi Ardebili.La primera legislatura del Maylís (Parlamento iraní) post Revolución, en 1980, lo eligió de portavoz parlamentario. Mantendría este cargo nueve años, durante los cuales el Irak de Sadam Husein invadió el vecino Irán. En el último año de la 'Sagrada Defensa' Jomeini lo nombró comandante en jefe de las fuerzas armadas. Rafsanyani, quien reconoció luego que aquella destructiva guerra le hizo plantearse el uso de armas nucleares como disuasión, es visto como quien convenció a Jomeini para que aceptara la resolución del Consejo de la ONU que finiquitaba el conflicto, un millón de muertos después.En 1989, tras acabar la guerra y participar activamente de la elección de Jamenei como sustituto del difunto líder supremo, Rafsanyani fue elegido Presidente de la República Islámica de Irán. Heredó un país empobrecido, traumatizado por el cruento enfrentamiento sufrido y enfrentado a Occidente por haber respaldado al enemigo iraquí. Eso no le privó de tratar de buscar cierto acercamiento con el Oeste en pro de reestablecer Irán como poder regional. Para ello proyectó una imagen moderada.Para entonces, el ayatolá ya era conocido como un hábil gestor entre las bambalinas de la laberíntica política iraní. Sus medidas domésticas se enfocaron en la transición de una economía de guerra, controlada por el Estado, a un sistema de libre mercado. Con esta actitud pragmática y reformista gobernó durante las dos legislaturas permitidas hasta 1997. Se ganó a una población que ignoró mayormente las sospechas de corrupción que planeaban sobre uno de los hombres más ricos de Irán.Su caída en desgraciaEn 2005, habilitado de nuevo para presentarse a Presidente, Rafsanyaní fracasó frente al ex alcalde de Teherán Mahmud Ahmadineyad, aun contando con el voto reformista. Su caída en desgracia llegó cuatro años después, cuando la reelección de Ahmadineyad desembocó en ocho meses de altercados. El todavía líder del Consejo de Discernimiento y su familia fueron atacados por parte de los principistas y de su anteriormente respaldado Jamenei -quien se puso del lado del presidente electo- por ponerse del lado del movimiento opositor, exigir la liberación de presos políticos y más libertad de prensa.La hija de Ali Akbar Rafsanyani, Faeze, fue encarcelada seis meses en 2012 acusada de "propaganda anti gobierno" durante 2009. Su hijo, Mehdi, fue arrestado también en 2012 y condenado a diez años de cárcel por cargos de corrupción y amenaza a la seguridad nacional. Tales afrentas, vistas por los analistas como intentos de los rigoristas de debilitar un frente reformista, culminaron en 2013 con la prohibición, por parte del Consejo de Guardianes, de la candidatura presidencial del fallecido.Pero ni así la influencia de quien se considera, junto a Jomeini y Jamenei, uno de los hombres más importantes del Irán revolucionario no ha desaparecido por completo. Rafsanyani acabó la carrera presidencial de hace cuatro años apoyando al reformista Hasan Rohani, quien acabó ganando y busca renovar su mandato este 2017. Él será uno de los que más echará de menos la todavía importante influencia del apodado "Kusé", traducible por "afeitado" y "tiburón". A ambos apelativos se ajustó.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2017/01/08/58726a2c46163fc8028b45f7.html">http://www.elmundo.es/internacional/2017/01/08/58726a2c46163fc8028b45f7.html</a></blockquote>

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